Tras el desastroso Niño de los años 82-83, se inició una reconstrucción apurada en el Norte peruano. El caso particular que viene a acotación es el de una amiga antropóloga que fue llamada por la empresa encargada en la reconstrucción de uno de los pueblos arrasados cercanos a Zaña, cerca de Chiclayo: Nuevo Mocupe. Los administradores, ingenieros y demás personal comenzaron a edificar módulos para los habitantes que habían perdido sus viviendas en las inundaciones que hubo en esa región. Las flamantes construcciones, listas para ser habitadas, fueron rechazadas por los pobladores. El personal no entendía el rechazo de la comunidad y decidieron llamar a mi amiga; ella, al ver la situación, les dijo con toda sinceridad que lo que estaban haciendo era el proceso errado: primero se consulta sobre los requerimientos y hábitos de una comunidad y luego se interviene. Mi amiga no avanzó mucho, pues era plata al agua. Los módulos permanecieron abandonados por mucho tiempo hasta que llegaron otras personas y los ocuparon ya en estado calamitoso por el abandono.
El Ministerio de Cultura es una
entidad por la cual, desde su creación en agosto del 2010, han pasado 14
ministros que han tratado de manejar una cartera muy amplia y con escasos
recursos. Esto ha ido en desmedro de políticas continuas. En un país tan rico,
multicultural y plurilingüe como el nuestro, es una entidad importante que se
encarga de articular a esta sociedad con el fin de mostrarla de manera activa y
dialogante con las demás áreas, así como trabajar con todos los actores e
instituciones culturales que realizan labor de investigación, difusión y
creación de arte y cultura en todo el país. Desde muchos aspectos, este
Ministerio debe de trabajar con Ministerios como el de Educación, de Salud, del Interior (clave apoyo), de Trabajo y de Justicia, inclusive. Aún no ha logrado el reconocimiento que le
permita jugar en “ligas mayores” cuando el aporte de su manejo de información y
estrategias de comunicación con diversos sectores sociales urbanos y rurales,
minorías étnicas y segmentos poblaciones sensibles, hubieran sido claves a la
hora de tomar decisiones durante momentos críticos, como en la pandemia. De
haber trabajado coordinadamente, algunas de las acciones tomadas por el
Gobierno central hubieran sido mucho más efectivas y quizás mejor acatadas
frente al pandemónium social y económico que vivimos en la actualidad. La falta
de comprensión de su trabajo ha hecho que miles de familias ligadas a la
cultura y arte estén pasando penurias para sobrevivir. Esta pobre visión fue
percibida en los mensajes de muchos candidatos quienes veían a este Ministerio
como inviable. Lo querían fusionar, empequeñecer o desaparecer. Los dos
partidos en contiendan tienen solo página y media cada uno en sus Planes
Generales: Perú Libre en las páginas 35- 36 con Turismo; Fuerza Popular,
páginas 50 y 51 con Educación (con error ortográfico o tipográfico incluido). Un verdadero
panorama sombrío.
2 comentarios:
El titulo dice todo, la historia vale estar contado, recontado, gritado . ojalá no pierdan su fe, nuestros Artistas, nuestro Arte. No es el propriedad de algun gobierno.
De acuerdo contigo. Esperemos los agentes culturales hagan prevalecer sus derechos y participen de forma más activa en los procesos de las entidades públicas destinadas a la cultura.
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