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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 15 de junio de 2025

HUANCHACO EN SUS HORAS MÁS CRÍTICAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 15 DE JUNIO)

 


La evolución de los problemas que aquejan a Huanchaco se ha tornado cada vez más agudos, sea por la desidia o complicidad de diversos actores políticos y económicos, sea por la aún numerosa indiferencia de la población residente en el balneario. El problema de los totorales se ha ido agravando por la presencia de fétidas aguas residuales que los inundaron nuevamente. Pero la situación se ha complicado más, pues la evacuación de estas aguas ha hecho colapsar la vía de comunicación que muchas personas emplean para ir a otras zonas aledañas (playas, por ejemplo) y que algunos visitantes empleaban para dirigirse a Magdalena de Cao y El Brujo. Las conversaciones entre las autoridades municipales locales y SEDALIB parecen que no han tenido buen fin, ¿o esta ha sido la verdadera intención del compromiso firmado por las partes, compromiso en el que muchas personas afectadas no han participado en su hechura? Los principales beneficiarios y afectados de este sector no son sólo los pescadores. No es la cadena alimenticia que se ve afectada con esta situación, pues puede ser poco significativa para el consumo local huanchaquero; la que sí se va a ver mucho más afectada es toda la cadena económica en torno al mundo del caballito de totora: el turismo. Este sí va a ser el bolsillo más afectado, que se ha visto bastante mermado desde la pandemia: desde las escuelas de surf hasta todo tipo de hoteles y restaurantes, la industria sin chimeneas movida por los visitantes, tanto nacionales como internacionales que quieren ver aún la magia de una comunidad ancestral. Esta ve cómo va perdiendo su verdadero espacio gracias a la complicidad de sus autoridades, de actitud bastante indolente con la comunidad huanchaquera, la empresa en cuestión y tal vez el oscuro interés de inmobiliarias u otros afines con planes de expansión urbana por la meseta de El Tablazo, por ejemplo. Esa fue la razón por la que muchos vecinos más se han ido sumando a las protestas. Es lo correcto. Es su hogar y también, para varios residentes, su único sustento. La erosión costera, error humano de gran coste económico, hace ya bastante con dañar esta identidad; pero mucho más perjuicio hace la oscura complicidad política; por ejemplo, no hay la intención de separar Huanchaco del amplio sector de El Milagro. Muchos votos en juego. El viernes último, gracias a la ONG Otra Cosa, en la Biblioteca huanchaquera se ha inaugurado una exposición de grabados del artista Gerardo Salazar. Su obra se inspira en sus experiencias infantiles y juveniles en este balneario; pero también en el libro de cuentos y leyendas que fueron recopilados por Percy Valladares. En la exposición, los viejos y nuevos huanchaqueros vieron (y verán), a través de imágenes, un Huanchaco que se va, el que ha creado la identidad de las jóvenes que danzaron ese día y el público que miraba embelesado las viejas fotos de espacios que se fueron. El arte suma como siempre.


domingo, 11 de mayo de 2025

¿QUÉ HACEN CON HUANCHACO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE MAYO)

 


Mientras el mundo católico celebra el nombramiento de un nuevo Papa que tiene estrechos vínculos con nuestro país y que ya está sacando algunas chispas de cólera a varios, los problemas de nuestra Región y ciudad han pasado, para beneplácito de algunos siniestros personajes, momentáneamente a un segundo plano. Eso espero. El más grave es el asesinato, con muchas implicaciones, de 13 personas en Pataz, la que ha sido la noticia que remeció a toda la colectividad nacional, debido a la sevicia mostrada en el homicidio colectivo y las ramificaciones ocultas que se van mostrando. Esperamos se lleguen a conocer todos los pormenores de esta masacre. Una consecuencia inmediata es la anunciada caída del gabinete Adrianzén en la semana que viene. Veamos cómo actúan los congresistas, listos para tranzar cualquier barrabasada con el fin de obtener beneficios personales o partidarios. El segundo grave problema es uno local: Huanchaco, el balneario que da bastante identidad a nuestra ciudad y Región. Hace un par de semanas escribí sobre una grave situación que se había generado en los últimos años por la desidia, incapacidad y una velada corrupción para abordar efectivamente diversos problemas que aquejan al balneario y específicamente uno que ha surgido en los últimos años: el derrame de aguas residuales que inundaron y dañaron los ancestrales totorales y, de paso, lanzaron y lanzan estas aguas servidas al océano. Las excusas de entonces de la empresa comprometida, SEDALIB, no han sido las correctas y han sido, en cierta manera, avaladas por la gestión municipal huanchaquera, la que tenía la peregrina idea de traspasar la gestión de dichos totorales al gobierno regional, obviando descaradamente a los principales beneficiarios y afectados: los pescadores. Las gestiones han sido accidentadas debido a la ausencia de los pescadores y vecinos afectados, a causa de las irregulares convocatorias para las reuniones “programadas”. Es imposible tomar acuerdos sin la presencia de una de las partes que tiene mayor interés y es la más afectada. Por estas razones, muchos vecinos se han organizado, residentes y amantes del antiguo balneario, para defenderlo. Además, la gestión edil realizó, con un criterio antiestético y anti urbanístico, la instalación de una serie de quioscos celestes en la avenida que corre paralela al litoral, sin preocuparse de cosas más urgentes de abordar como la reparación de las calles y avenidas que tienen el asfalto colapsado o sus veredas deshechas. Huanchaco enfrenta una cruda realidad sobre su erosión costera: ninguna autoridad política va a pedir demoler el molón de Salaverry; son muchos los intereses económicos en juego y todos sabemos cómo se mueven las cosas. Este es un hueso durísimo de roer. También está el problema de la organización territorial huanchaquera al tener en su jurisdicción al amplio sector de El Milagro. Pero hay que empezar por atacar los problemas que los están urgiendo y los huanchaqueros han reaccionado. Muy bien, todos los trujillanos debemos apoyarlos en su causa.


domingo, 13 de abril de 2025

HUANCHACO EN SUS ENCRUCIJADAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 13 DE ABRIL)

 

Huanchaco, el balneario que ha dado bastante identidad a nuestra ciudad y Región, se halla en situación crítica desde hace muchas décadas por una serie de desaciertos y gestiones no culminadas que han ido agravando diversos problemas sociales, logísticos y de planificación. Huanchaco era un apacible pueblo de pescadores que utiliza una herramienta ancestral, el caballito de totora, el que ha dado identidad y organización a su sociedad. El crecimiento de Trujillo dio un coletazo contra la tranquilidad de este pueblo y pronto surgieron diversas edificaciones alrededor de la antigua villa de pescadores. El antiguo Huanchaco tuvo que lidiar con un crecimiento desordenado, pues hubo muchos intereses que alentaron la informalidad y la construcción en zonas no propicias para la edificación de casas e, incluso, edificios. Las gestiones ediles recientes ayudaron a incrementar esa suerte de anarquía alentando un tráfico de terrenos, conocido por todos y callado por la justicia; y la mala implementación de servicios básicos para la comunidad, como agua y desagüe, que fue caótico, con claros visos de corrupción en su licitación y edificación. A estos problemas endógenos, tenemos otros que son muy graves como el de erosión costera que va engullendo playas y servicios de manera sostenida a causa del Molón de Salaverry y el cambio climático (un problema agudo del litoral liberteño); y el avance de Chavimochic que ha comprometido diversas zonas de contención en torno al cerro Campana, íntimamente ligado al ecosistema natural y social del balneario. En este espacio hay restos arqueológicos y es complementario con una reserva natural que es la base de la identidad y la fuente de trabajo de muchos habitantes: los totorales. Este sitio emblemático huanchaquero ha sufrido diversos embates contra su existencia: incendios, una carretera mal tenida que permite tránsito pesado, invasiones. Y para poner la “cereza en la torta”, aguas residuales los han inundado y dañado. Peor, estas aguas servidas están siendo lanzadas al océano contaminando el litoral, ya bastante venido a menos. Las excusas de SEDALIB desde el mes pasado cuando sucedió este primer incidente no son las correctas, ni tampoco las medidas que quieren adoptar su municipio con el gobierno regional de querer traspasar su manejo a este último, obviando a los principales beneficiarios y afectados: los pescadores. Cabe recordar que es el carácter ancestral y las bondades de sus playas las que hacen conocida nuestra ciudad ante viajeros que buscan identidad y cultura viva (que son muchos). Por eso es importante que la situación de Huanchaco debe también preocupar a los trujillanos en general; es una simbiosis cultural que debemos proteger presionando a las autoridades para que actúen en pro de la comunidad. El bienestar huanchaquero es también nuestro bienestar. Por eso, nuestra solidaridad con Huanchaco, hastiado de corrupción e ineficiencia.


domingo, 19 de mayo de 2024

CIUDADANOS SITIADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 19 DE MAYO)

 


Trujillo se encuentra en un febril proceso de intervenciones para mejorar la calidad de servicios públicos como son el sistema de agua y desagüe, y el vial. Desde una perspectiva global, es una necesaria acción para una ciudad que ha tenido un crecimiento exponencial en cuanto a viviendas y su parque automotor. Sin embargo, hay una serie de detalles que las autoridades comprometidas deben velar para que estas acciones sean ejecutadas con prontitud y transparencia, pues pueden suceder y suceden varios hechos que perturban la continuidad de las labores ciudadanas, tanto de manera colectiva como individual. De manera personal, nuestra casa se ha visto comprometida con el cambio de redes de agua y desagüe que ha sido, inicialmente, bienvenido; pero, una serie de situaciones complicadas ha ido apareciendo generando un malestar en el vecindario. Los canales de comunicación fueron en un principio buenos; pero, a medida del avance de la obra, han surgido desaciertos que han ocasionado que muchos vecinos tengan autos encerrados por semanas, problemas con los desechos, comunicaciones confusas sobre la apertura o sellado de calles, entre otros problemas. Suena como cliché: sabemos cuándo empieza, pero no cuándo termina. Esta incertidumbre surge entre los habitantes habida cuenta de ejemplos que hemos visto en otras partes de la ciudad. El caso de Huerta Grande es notorio; empezó en septiembre del 2019 y culminaron casi a finales del 2020; mientras tanto hogares y negocios se vieron afectados por esta crítica situación, pues levantaron tuberías dejando expuestas las del desagüe, lo que originó una situación calamitosa a todo el vecindario por meses e, incluso, hubo algunos negocios pequeños que quebraron. Viendo el panorama se pueden identificar puntos críticos: falta de coordinación de todas las instituciones y empresas de servicios, un permanente monitoreo del avance de las obras, el compromiso de las empresas contratadas para realizar los cambios, un plan alternativo consensuado y en permanente comunicación con la ciudadanía; y, sobre todo, el trabajo en conjunto de dichas instituciones con el fin de hacer obras que aborden el mayor número de servicios (luz, agua-desagüe, telefonía, alcantarillado). Recuerdo algunas reuniones para ver la reconstrucción del pavimento del Centro Histórico a las cuales siempre faltaban Hidrandina y SEBALIB. En los planes de contención debe verse cosas urgentes como desechos (SEGAT), bomberos y ambulancias; puntos críticos que hay que informar a la ciudadanía en general en casos como estos. Y, además, pensar que, siendo un servicio, la ciudadanía no debería verse tan afectada, pero al ser este asunto tan politizado, vemos que surgen temores que los actuales trabajos puedan verse afectados por cambios en la cúpula del poder. Los avances y abandonos en zonas como San Nicolás o La Merced no hacen, sino corroborar todas nuestras incertidumbres. Debemos exigir más transparencia.