En reciente reunión gracias a
la convocatoria realizada por las autoridades competente para ver los avances
hechos por su gestión para el rescate del Centro Histórico, se planteó una
serie de requerimientos y compromisos de la sociedad civil y sus diversas
instituciones con el fin de aspirar a que nuestra ciudad sea una candidata
potencial a ser Patrimonio de la Humanidad. Estos avances se han centrado en
más una parte operativa y de relaciones con el fin de colocar a Trujillo a ser
considerada como tal, como lo son las ciudades de Lima, Cuzco y Arequipa en el
Perú. Trujillo ha pugnado desde inicios de este siglo en lograr esta condición
en cierto modo privilegiada que le permitiría trabajar de manera más ordenada
entre los actores sociales, empresariales y culturales de la ciudad, y alcanzar
fondos internacionales a los cuales no puede acceder en la actualidad por no
cumplir con numerosos requerimientos que nuestra ciudad y sus ciudadanos deben
de cumplir antes. Los intentos previos no consideraron de manera global y
articulada todos los espacios geográficos sociales, físicos y culturales que se
interrelacionan con la parte histórica de Trujillo, tales como lo son Moche, Huanchaco,
Chan Chan y todos los demás elementos geográficos relevantes como el valle y
río de Moche y el cerro Campana. Algunas de estas locaciones están en situación
crítica, sea por el trato inadecuado del conjunto de conforma el gran cerro
Campana, Huanchaco y sus totorales que mantienen cierta disputa con el proyecto
Chavimochic; y, por otro lado, la crisis que sufre nuestro litoral con la
famosa erosión costera, uno de cuyos factores decisivos es el famoso molón del
puerto de Salaverry. Estos detalles deben de ser aclarados y expuestos a la
sociedad civil para tener una visión de lo que nos espera como ciudad. Durante
la reunión, además, se expusieron puntos muy interesantes y apremiantes para
trabajar inmediatamente como el de la sensibilización a toda la población trujillana
(no solo la que habita en el Centro Histórico) y la necesaria y urgente
coordinación entre las empresas e instituciones que ejecutan obras en sus
calles. En la reunión se comentó sobre el lamentable estado en que se hallan
las calles y veredas de la ciudad al verse rotas por una u otra empresa que
necesita colocar, reparar o remover instalaciones sin haber coordinado entre
ellas para haber realizado una acción conjunta en la apertura de la
infraestructura vial de la ciudad.
Como ciudadanos debemos de
exigir una serie de puntos para que nuestra ciudad se convierta en una ciudad
digna para todos sus habitantes y no la tierra donde cualquier vecino haga lo
que se le antoje. Además, debería de exigirse una correcta reconstrucción de
este espacio, como es el caso del ansiado alcantarillado para una ciudad que se
está tropicalizando más cada año. Esto es mucho más importante y urgente que
estar pendiente de eventos momentáneos simpáticos.
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