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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 16 de enero de 2022

CUSCO, LA RUTA BARROCA

 





Jueves 30 de diciembre. Ruta del Barroco. Por fin, una meta que me había propuesto realizar. Antes de este viaje, me había informado mucho al respecto. Hay una página en Facebook (https://www.facebook.com/rutadelbarrocoandino) que te puede dar muchos datos. Además, en los últimos días estuve leyendo el libro La conquista intelectual del Perú de Luis Martín (es más, llevé el libro al Cusco) que habla sobre la presencia e influencia jesuita en la colonia gracias al famoso colegio San Pablo de Lima, el cual fue clausurado cuando esta congregación fue expulsada por Carlos III. Hay buenas guías de visita de la misma Ruta del Barroco. Esta ruta empieza con la iglesia de la Compañía de la ciudad misma (que visitaría el 01 de enero) y otras tres iglesias en dirección al Sur como yendo a la Cordillera del Vilcanota. En viajes anteriores tuve la oportunidad de ir a la bellísima iglesia de Andahuaylillas (pude fotografiar el interior en una visita en 1991) y siempre es una grata sorpresa. En las conversaciones con el grupete les había hablado sobre esta ruta y los persuadí para poder hacerla. Un día previo a la salida, habíamos coordinado con Isaac, responsable del hotel, para culminar detalles de esta jornada (por ejemplo, dónde almorzar). Chino había hecho otras coordinaciones. Al final veíamos algunas opciones cómodas para poder ir los 4: Verónica, Chino, Goyo y yo. Así logramos un precio módico que nos permitió ir a nuestro ritmo, entrando a diversos lugares de nuestro interés y respetar las pausas para el andar de Goyo. Nos recogió nuestra guía y chofer a las 9 am. Luego pasaríamos a recoger a Chino y Verónica de su casa: era una distancia considerable. Felizmente estaban en la ruta hacia nuestro destino. Ya todos ubicados, iniciamos nuestro periplo a través de la ruta que lleva a Puno, Juliaca y Arequipa. En el camino cruzamos muchos lugares interesantes que ameritan una estancia mayor en Cusco para conocer todos estos espacios cargados de historia. No en vano fue la capital del Imperio Inca, el más grande de América. Muchos nombres los recordaba por mis clases escolares de Historia del Perú (ya más de 50 años) y la lectura del libro La rebelión de Túpac Amaru de Charles Walker, libro que refrescó muchos datos anteriormente aprendidos, pero que dio muchos nuevos detalles de este personaje aún no del todo comprendido. Cruzamos Saylla, Choquepata, Oropesa, Piquillacta, Rumicolca hasta llegar a Andahuaylillas. Recientemente, en 2019 estuve en esta iglesia y siempre hay algo para ver. Recién bajando nos encontramos con Ricardo Chiappe y su esposa María, con su hija y la nieta de ambos. Un encuentro simpático. Estuvimos charlando un rato y quedamos para vernos más tarde (si el cuerpo daba). La iglesia es una verdadera joyita. Extraigo algo de lo escrito en la visita del octubre del 2019: “[..] El siguiente lugar a visitar es la maravillosa iglesia de Andahuaylillas. Ahora la visita ha sido para mí un deslumbrante reencuentro con este bello monumento. Uno ve la iglesia desde afuera y no vislumbra la maravilla que uno va a encontrar en el interior. Es camino al éxtasis. La iglesia muy bien restaurada, muebles, paredes, lienzos, marcos, altares, imágenes; todo restaurado. Ha sido una gratísima visita y me hubiera gustado oír el órgano que fue restaurado con el apoyo del gobierno francés. He visto grabaciones de interpretaciones corales, como Hanan Pacha, en este lugar; imagino cómo se habrán sentido las personas que estuvieron en la entrega-concierto del órgano restaurado para la comunidad. Para estar más tranquilo compré un libro sobre la iglesia, un cd con la música de ese concierto. Fabuloso. (https://www.wmf.org/downloads/World-Monuments-Fund-Fall2011-Newsletter-ESP.pdf). Este otro catálogo que uno debe de leer antes de ir a Cusco y ver otros lugares que, muchas veces, no salen en los paquetes turísticos (http://rutadelbarrocoandino.com/wp-content/uploads/2015/05/AF_RBAnew_catalogo2015_V18_RGB_WEB.pdf). Y para oír Hanan Pacha, este el lugar indicado (https://www.youtube.com/watch?v=S7Z5bf-x2V0). [..]”. Lastimosamente en esta oportunidad no hubo más libros ni CD. Parece ser que se les habían agotado el material bibliográfico. El lugar es bastante fotogénico. El pueblo en sí ha tenido una transformación positiva por el flujo de visitantes. Pero la pandemia los ha golpeado, como cualquier centro que haya dedicado el principal rubro de su actividad económica en el turismo. Esperemos que vaya mejorando. 




Luego de esta pausa, nos embarcamos en nuestro segundo objetivo: habíamos decidido ir a la capilla de Canincunca y la laguna de Urcos ((Qoyllurcocha) y de ahí tomar el camino de retorno a Cusco con parada en Lucre para almorzar en un lugar recomendado. Ahora sí, íbamos por algo nuevo. Esta capillita está muy cerca de la laguna y el pueblo de Urcos. Canincunca significa “cuello mordido” (raro). Está sobre un adoratorio de la cultura Wari, que tuvo una fuerte presencia en la zona (cerca están Piquillacta y Rumicolca). Aunque pequeña, es una joya por la profusión de sus paredes pintadas y su pequeño altar barroco presidido por la Virgen Purificada o Virgen de la Candelaria, como una buena mamacha que caracterizó a la imaginería cusqueña del siglo XVII y XVIII. Las paredes y techo están pintados con detalles naturales; parece que era el estilo de la época y me hizo recordar la bella capilla de La Compañía de Arequipa. Además, tiene muchos detalles que asemejan a la trama de textiles, que era otro detalle de entonces. Interesante. Los textiles eran elementos importantes, poderosos en la cultura local. Lo interesante es también ver el cementerio local que se halla adyacente al conjunto religioso, en una colina; esa distribución le da un aspecto fuera de lo común que marca el paisaje del lugar. Y hacia la mano izquierda, la laguna. Aparte de la página de la Ruta del Barroco, hay un documento de 1980 que describe la reconstrucción de la iglesia. Y han respetado el documento en sí (escrito a máquina de escribir) y vale la pena leerlo:  https://repositorio.cultura.gob.pe/handle/CULTURA/879?locale-attribute=en. Gracias a la iniciativa de Verónica, nos dirigimos hacia la laguna y logramos dar una vuelta al lugar para conocer de más cerca los cambios que está “sufriendo” el lugar: construcciones no muy felices que rompen la armonía del lugar. Hay un raro concepto de modernidad al colocar inmensas construcciones de ladrillo con vidrios traslúcidos de color morado y con paredes sin acabados que comienzan a desentonar agresivamente con el espacio en el que se ubican. Este es un mal en todo nuestro país: el mal gusto y la pésima costumbre de no enlucir paredes laterales e, incluso, principales. Una pena. Y es una amenaza en Cusco: vimos cómo construcciones totalmente fuera de lugar comienzan a crecer como hongos en los diversos barrios de su casco antiguo como San Blas, por ejemplo.







Terminado nuestro recorrido por las estrechas vías que rodean la laguna, nos fuimos a nuestro siguiente objetivo: la Iglesia de Huaro o San Juan Bautista de Huaro. Esta zona fue una reducción de población indígena para su cristianización y asimilación, la iglesia tiene un altar mayor bastante interesante; pero lo más destacado son los murales hechos por un pintor del siglo XVIII: Tadeo Escalante. Los murales tenían esa función de ser muy explícitos con una población que no sabía leer la forma de escrituras, pero sí había una gran capacidad lectora en los murales, los que muestran diversas imágenes de la imaginería religiosa católica de la época. Esto dice un texto al respecto: “[..] El Templo colonial de Huaro, construido entre los siglos XVI y XVII, es de estilo barroco y en su interior se conservan murales empleados durante el proceso de evangelización y firmados en 1802 por el artista cusqueño Tadeo Escalante. Fue el máximo representante del arte mural cusqueño de fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Es un verdadero prodigio del arte mural. Los murales miden, aproximadamente, de 3 a 4 metros de largo por 2 metros de altura. El arte es de una belleza desconcertante y terrorífica. [..]” (https://www.fundacionendesa.org/es/prensa/noticias/2014/octubre/templo-juan-bautista#:~:text=Huaro%2C%20Cusco%20(Per%C3%BA)&text=El%20Templo%20colonial%20de%20Huaro,el%20artista%20cusque%C3%B1o%20Tadeo%20Escalante.&text=El%20arte%20es%20de%20una%20belleza%20desconcertante%20y%20terror%C3%ADfica.) Para más lectura, este blog también contiene información interesante: http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2009/02/03/quispicanchi-cuzco-la-iglesia-de-huaro/





Luego de esta visita, nos fuimos en dirección a Rumicolca, lugar que siempre quise visitar en mis anteriores andanzas cusqueñas. El lugar es un asentamiento Wari que, parece ser, tenía por objetivo controlar el acceso hacia el valle cusqueño desde el Sur. Los Inca intervinieron el lugar y usaron las mismas estructuras y las comenzaron a cubrir con piedras pulidas (andesita). Ahora, todo esto es hipotético, pero tiene cierta lógica. Aquí más datos:  https://arqueologiadelperu.com/portada-de-rumiqolqa-ciudad-prehispanica-de-pikillacta-cusco/. El espacio es impresionante y nos permitió ver la laguna de Huacarpay, cerca de Lucre y el hermoso cielo azulado, el cual súbitamente se volvió oscuro y comenzó una tenue lluvia. Por tal motivo, nos fuimos al auto para ir a nuestro siguiente objetivo: almorzar en Lucre. 





Con el fin de cortar camino, nuestra guía tomó un sendero asfaltado que rodeaba dicha laguna que se inicia desde el balneario de Huacarpay. Lucre es famoso por su arroz con pato y la trucha (hay muchas granjas). Como en Trujillo en Los Patos, uno escoge el pez que uno quiere comer: una acción un poco tétrica. Nos habían recomendado el restaurante Cristo Rey: llegamos casi con la lluvia ya desatada; bajamos del auto y nos fuimos a ubicar un lugar guarecido. Parece ser que llegamos un poco tarde, pues el servicio fue lento y los platos tanto de Chino como el mío no fueron buenos. Una pena, pues habíamos puesto mucha expectativa gastronómica. En fin.

Ya cerrando nuestra jornada, nos fuimos en dirección de Oropesa, la ciudad del pan chuta. En nuestra ruta, fuimos a visitar a una compañera de trabajo de Chino y Verónica. No estaba en su casa, pero se aprovechó en comprar un helado como postre. Llegamos a Oropesa ya un poco cansados. Compramos panes grandes que se venden ya embolsados y luego nos fuimos a ver la portada de la iglesia del pueblo. San Salvador de Oropesa es un edificio hecho en piedra y tiene también, como Huaro, un campanario en espadaña. Nos contentaremos con la información que se da de manera virtual: https://www.facebook.com/1857047297910068/posts/templo-de-oropesa-cuscola-iglesia-de-san-salvador-de-oropesa-es-toda-de-piedra-c/2786483344966454/. Aquí más información: http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2009/02/02/quispicanchi-cuzco-la-iglesia-de-oropesa/.




Ya bastante cansados retornamos a Cusco. Dejamos a Chino y Verónica. No estábamos muy seguro de vernos esa noche, pero sí al día siguiente, víspera de Año Nuevo para hacer las compras en el mercado de San Pedro. Llegamos al hotel y Goyo había coordinado con Ricardo y María para verse más tarde. Mi garganta no iba bien. Luego de un buen reposo, quedamos en vernos a las 7:30 pm en el Café Restaurante que se volvió el punto en nuestra permanencia en Cusco: el Café Plaza. Tuvimos una buena y larga conversa, entre chismes, risas y experiencias de nuestros años universitarios. Genial. Momentos que uno debe de tener para saldar vacíos de la memoria. Nos despedimos de ellos y tomamos nuestro usual taxi para ir a descansar. Fin de esta jornada.






PUNTOS SOBRE LAS ÍES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE ENERO)

 


“Es Galán y es como un oro/ tiene quebrado el color; / persona de gran valor / tan cristiano como moro; / pues que da y quita el decoro / y quebranta cualquier fuero, / poderoso caballero es don Dinero.” Esta es una estrofa de la letrilla satírica de Francisco de Quevedo en un Siglo de Oro de una España que construía un gigante de pies de barro. Cada estrofa es una muestra de cómo en una sociedad con el oro procedente de las indias, los ricos se hacían más ricos y los nuevos ricos pugnaban por un nuevo estatus y poder. Oro y, luego, dinero son motivaciones para hacer “correr al cojo, convertir al cobarde en guerrero y a sus poseedores en dignidades”. Si esta letrilla no es suficiente para entender el contexto de este breve artículo, hay que darse una vuelta por el tango Cambalache del poeta Enrique Santos Discépolo, escrito en 1934 y censurado por los políticos de entonces (y siempre). En un mundo caótico, hay ganadores por las buenas y, las más de las veces, por las malas.

En un intercambio amical sobre datos históricos hablábamos sobre el famoso incidente del ex playboy de los 50: Mariano Prado Sosa. Hijo de Mariano Prado Heudebert, oligarca de la época y dueño del Banco Popular del Perú y muchos bienes más, Marianito causó un lamentable accidente en Ancón que provocó la muerte de la hija de un político odriísta prominente, Claudio Fernández Concha, en 1956. También, al parecer, causó otro incidente fatal cuando atropelló a un jardinero en su propiedad. Anécdotas de la historia en las cuales el principal actor de los hechos salió indemne. El imperio Prado (dueños de bancos y hasta el Diario La Crónica) contaba de una buena maquinaria en todos los campos, todos. Quizás el libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso Quiroz sería más sabroso de llenarse de anécdotas con las cuales se ejemplificaría más cómo el uso y abuso del poder teñido de corrupción alcanzan cuotas inimaginables. La “democratización” del acceso al poder ha hecho que los avezados de corbata tuvieran más competencia “en el ramo”. La aparición del narcotráfico, por ejemplo, en las últimas décadas ha hecho que el mapa del poder haya cambiado significativamente. Y también la apertura de muchas actividades, consideradas reservadas o estrictas, ha sido también el campo propicio para otros tipos de poder por otras vías. La sociedad nuestra ha ido permitiendo, tolerando e, incluso, avalando (a través del voto, por ejemplo) toda esta espiral. El dinero compra conciencias: lo hemos visto en muchos campos, incluido el periodismo. Felizmente, hay islas. Lo sucedido recientemente con Paola Ugaz, Pedro Salinas y, en especial, Christopher Acosta es la manifestación de ese poder que necesita acallar verdades que flotan en el ambiente, en los salones y reuniones; estas batallas siguen en pie. Dinero vs. Verdad. 

Interesante: CAP ha hecho con su acción, a la larga, una verdadera campaña exitosa de marketing para el libro de C. Acosta.


martes, 11 de enero de 2022

CUSCO, OMBLIGO DEL MUNDO




Fin del 2021. Reencuentro de los viejos amigos en el ombligo del mundo, en el puputi. Cusco. Un viaje que lo planeamos desde dos meses lo hicimos realidad. Durante nuestros encuentros virtuales (Zoom) comenzamos a planificar el encuentro. Fecha de partida: 28 de diciembre. Y así fue. Compré los pasajes de ida y vuelta con escala en Lima (para mí) con el fin de viajar juntos a tierras cusqueñas para encontrarnos con los amigos de la PUCP que ya llevan muchos años allá. Este viaje iba a ser dedicado a mis amigos universitarios. En Cusco tengo amigos de colegio y de la universidad en que enseñé. Pero esta reunión era exclusivamente PUCP. Años pasados había ido con grupos de estudiantes y ocasionalmente me pude encontrar con Ricardo y Cecilia en tiempos separados; pero las responsabilidades no me permitían tener una reunión con los amigos: iba por trabajo. La última vez que estuve en Cusco por placer fue en 1991. He ido muchas veces a diversos lugares como Machu Picchu u otros espacios, pero la ciudad en sí pocas veces la he visitado como tal. Así que el plan con Goyo y los “cusqueños” era disfrutar la ciudad como tal; además Goyo estaba con un tratamiento que le impedía larga caminatas o ascensos/descensos que hay varios allí. Tampoco había que olvidar las medidas sanitarias que no eran tan respetadas en Cusco, donde vi muchas personas sin mascarillas y mucha presencia de personas antivacunas. El control dependía, pues, de nosotros. Ese 28 estaba todo planificado; los pasajes inesperadamente iban subiendo cada vez que ingresaba para intentar hacer la compra; luego nos íbamos a enterar de algunas estrategias que emplean las líneas aéreas para volver un viaje inicialmente barato en uno caro. Viveza. Fui al aeropuerto de Trujillo temprano para darme con la sorpresa de la cancelación del vuelo: Trujillo dice ser un aeropuerto internacional que no tiene radar. Interesante, habiendo un vuelo a Santiago de Chile desde aquí. Me mandaron para la tarde. Las conexiones iban a ser ajustadas. Goyo sí salió puntual, pero mi llegada a Cusco fue recién a las 8:00 pm cuando esperaba estar a las 1 pm. Medio día perdido. Felizmente los tramos entre Trujillo y Cusco en esta segunda “oportunidad” se cumplieron. Me recogió un taxi del aeropuerto y al llegar a nuestro hotel en San Blas el acceso era de lo más loco: iba a vivir una experiencia parecida el resto de los días de nuestra estancia en Cusco. Las estrechas calles de San Blas son una locura para el tráfico y sólo los lugareños lo entienden: los auto pequeños son los más oportunos, por lo que casi no ves los mastodontes que son las 4X4, pero tampoco ves (maravilloso) ni Ticos ni mototaxis.  Recién llegado me esperaban ya en el hotel Goyo y Ricardo (Chino) para empezar las actividades. Pensé que el soroche iba a hacer estragos, pero no hubo incidente alguno. Nuestra primera salida consistió en tomar una sopa (moría de hambre) y beber un mate de coca. Tampoco era cuestión de abusar. Encontramos a una exalumna del Chino en un restaurante en el que tomé la sopa (deliciosa) para de ahí descender a la Plaza de Armas. Las calles estaban llenas de gente, las tiendas abiertas: había ambiente de fiesta. Sin embargo, Chino no podía quedarse mucho tiempo, pues tenía trabajo y, como nos enteramos luego, vivía relativamente lejos del Centro Histórico, bastante lejos. Así fue la emoción de este encuentro en físico luego de décadas: la última vez que, creo, estuvimos todos juntos como viajeros fue en Trujillo en 1984. Y luego en Lima hasta que cada uno fue tomando su camino. Casi 40 años. Era nuestro momento, nuestro reencuentro. Nos despedimos de Chino en la plaza de armas y nos fuimos a tomar un par de tragos antes del ir a dormir en uno de los restaurantes con mirada a la plaza. Gracias a Isaac del hotel donde estuvimos, coordinó con un taxi para que nos recogiese. A pie el camino es más corto, pero Goyo no podía sostener una marcha larga y con altura, menos. Nos fuimos en taxi que tomaba cierto periplo hasta llegar a la Plaza San Blas y de ahí hasta nuestro hotel, el Home Garden, muy simpático hotel.

29 de diciembre. Miércoles. De ahora en adelante, los días iban a tener una situación rara, peculiar. Ciudad nueva, fin de año; muchas actividades. Tomamos un buen desayuno temprano y decidimos ir hacia la plaza. En Trujillo se me había informado de comprar el boleto de la ciudad, cosa que no hice y fue una mejor decisión a la larga: había hecho una reserva para el Museo Histórico Regional, pero no tenía los boletos. Dejé a Goyo en un café que iba a ser el punto de reunión permanente los días restantes (esquina Portal de Comercio con Mantas). Fui a una oficina de la Municipalidad, pero el paquete no era atractivo. Queríamos hacer la visita a nuestro ritmo e interés, y caímos en cuenta de que los lugares que había planificado no era necesario tener el boleto turístico. Descartado. Primer objetivo: la Iglesia de La Merced. La primera vez que estuve aquí fue en 1973 y luego en 1975. En 2019 ingresé muy temprano a ver el templo; pero lo que íbamos a ver era una fascinación. Ahora tienen un museo muy ordenado, lástima que no cuente con libros del convento, ni con textos especializados del patrimonio que cuenta esta iglesia. Su arquería, la pinacoteca en los muros del claustro; la platería, la bella custodia (impresionante tal como la recordaba de la primera vez que la vi). Goyo se quedó reposando mientras iba husmeando el lugar. Impresionante. Aquí la página que te puede dar más datos del lugar: https://ilamdir.org/recurso/7841/museo-del-convento-de-la-merced. La toma de fotografías en los interiores está prohibida, costumbre que ya no se estila en otras partes del mundo. Después de esta primera visita, uno recuerda la gran importancia que tuvo esta ciudad en la colonia. 







De ahí salimos hacia otra belleza: Santa Catalina. Estuve aquí en 1975 y recuerdo pocos detalles como el del nacimiento armable que, según después me enteré, es uno de los tres que hay en el Perú: el otro lo vi en la iglesia de San Francisco y el tercero en la Iglesia de Santa Teresa en Arequipa. Goyo me acompañó una parte y se fue a descansar. La parte del segundo piso encontré una interesante pinacoteca, así como los cuartos de las novicias y su vajilla. Hace recordar un poco a Santa Catalina de Arequipa, pero el de Arequipa es inmenso (una ciudad dentro de la ciudad). Se pueden tomar fotos libremente. Este convento es de monjas dominicas. Las pinturas son interesantes y entre estas hay tres atribuidas al maestro Diego Quispe Tito. Con buena iluminación y lejos del mundanal ruido, uno disfruta de esta visita impostergable. Aquí hay información del convento y algo sobre el museo: http://www.qosqo.com/qosqoes/catalina.html. Para ahondar más en detalles de este convento y su existencia, leer este ensayo de la mexicana Mercedes Pérez Vidal ( https://czasopisma.marszalek.com.pl/images/pliki/sal/6/sal601.pdf). Cusco tiene un patrimonio pictórico envidiable e imagino la existencia de un mega museo que recoja todo el arte religioso cusqueño.












Goyo había quedado para almorzar con su hija, y se nos iba a unir Ricardo. Así que nos dirigimos hacia la plaza de armas a husmear sitios y hacer tiempo. Subimos por la estrecha calle Procuradores viendo diversos restaurantes de diversas cocinas del mundo; en esta calle vimos una de comida coreana. De pronto, Goyo fue atacado por un lindo felino, confianzudo, avezado. Frente a este furibundo ataque, vimos un simpático lugar como para comer el postre: Qucharitas. Nos dirigimos hacia la calle Teqsicocha. Si doblábamos a la derecha, íbamos a subir un buen bloque de escaleras, así que doblamos hacia la izquierda en donde encontraríamos más restaurantes especializados para visitantes israelíes; pregunté al mozo y este me dijo que la comida era kosher y el menú estaba en hebreo. El restaurante pertenecía a un hotel que recibe viajeros de esa parte del mundo. Doblamos hacia la derecha que seguía siendo la misma calle Teqsicocha hasta llegar a la calle Tigre y dar con la bonita plaza Santa Teresa; bajamos por Plateros y nos fuimos a buscar un buen restaurante con vistas a la plaza y ese fue el Tunupa. Almorzamos bien, regado por cervezas; Goyo se quedó con las ganas de cuy. Chino se unió y luego nos fuimos a buscar el postre. Acordamos encontrarnos más tarde con Cecilia, Raúl y Verónica para planificar nuestro fin de año. Antes de ir al hotel, nos fuimos a ver la iglesia San Cristóbal para tener una visión panorámica de la ciudad; tomamos un taxi de la misma plaza, el cual nos llevaría a la iglesia y luego al hotel para nuestro pequeño reposo. A las 6.30 bajamos a la plaza nuevamente para encontrarnos con la gente, tantos años sin vernos. Luego de los abrazos nos fuimos a cenar al restaurante La Bodega 138 (simpático lugar) y de ahí a casa de los Chiappe Eguiluz. Al día siguiente nos íbamos a conocer la Ruta del Barroco Cusqueño.






 

domingo, 9 de enero de 2022

DESAFÍOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE ENERO 2022)


Año electoral. Corren las apuestas. Entre falos gigantes y retornos al vientre corrupto que gestó la carrera de un político, entre peleas de “comadres” y desbarajustes partidarios, el tramo central de la carrera electoral del 2022 ha empezado.

A partir de ahora en adelante hasta el 02 de octubre, la ciudadanía peruana verá un carrusel de políticas con promesas desopilantes, tápers y bolsas de azúcar o arroz subrepticias, asfaltados y reparaciones de veredas y cráteres urbanos de última hora. Seremos testigos de arrebatos alucinados de líderes amantes del cemento y prebendas, de favorcitos y de arreglos amañados para favorecer a tal o cual empresa, amigo o familiar. Y en entorno será la tercera ola de la pandemia (esperemos que no sea el preludio de otras más como sucede en otras latitudes). Los peruanos asistiremos a las presentaciones de miles de candidatos a gobiernos regionales, municipios provinciales y distritales, y regidurías que asumirán sus puestos en 2023, los cuales serán elegidos entre 169 movimientos regionales hasta la fecha habilitados, más los partidos nacionales que tienen en sí grandes fisuras, tanto de izquierda como de derecha. No hay que olvidar que el desbande empezó no bien varios congresistas tomaron sus credenciales como sucedió con tres integrantes de Renovación Popular (uno de La Libertad) para terminar engrosando las filas de Avanza País. El caso del APRA es bastante sui géneris y es una muestra de cómo los intereses individualistas movilizan a personas por encima de la lealtad a un partido. Un partido sobreviviente es Acción Popular (AP), partido que se mueve en un cieno entre líderes que defienden el golpe de 2020 y otros que lo defenestran. Los demás partidos son, por su accionar e intereses, vientres de alquiler. Lo hemos visto en el caso de Perú Libre y el actual presidente; o el caso de Hernando (de) Soto, quien ni siquiera recordaba el nombre de su entidad política. Reclutan personajes cuestionables que hacen aportes generosos o que tienen móviles que coinciden con los intereses de los líderes de determinada congregación política: eso se puede ver claramente en las distribuciones de las listas, muchas de las cuales causan la ira de los partidarios de tal o cual partido. Su preocupación es el poder a como dé lugar.

Pero hay una presencia valiosa y debe de ser sostenida en el tiempo: los movimientos ciudadanos sin bandera política definida, pero con la intención de intervenir en las decisiones que se tomen en cualquiera de las formas de poder: regional, municipal o distrital. Estas movilizaciones ciudadanas son necesarias, obligatorias. Son una forma de controlar, modular y evitar que la corrupción avance de manera rampante. La ciudadanía puede hallar en estos, canales con los pueda acercar sus reclamos y observaciones, habida cuenta que tenemos en ciernes grandes proyectos que nos involucran a todos, sin excepción, como la erosión costera y el tratamiento de las quebradas.

miércoles, 5 de enero de 2022

¿BICENTENARIO PARA EL OLVIDO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 02 DE ENERO)

 


Y así se acabó el 2021. El segundo año de nuestro Bicentenario. Una celebración que sirvió para saber qué somos como sociedad o si, en realidad, merecemos serlo.

Las celebraciones del Bicentenario se deslucieron, primero con la inestabilidad política del gobierno anterior en el que tuvimos, cual república bananera, varios presidentes en una semana; todo esto en medio del estallido de la pandemia, el confinamiento forzado y, luego, con el deplorable comportamiento de muchos ciudadanos de todos los estamentos sociales y económicos de nuestra sociedad. Hasta ese entonces pensábamos ser todavía uno de los “pumas” de América, tener una sólida identidad manifiesta por cantar con más ganas el himno nacional en Rusia 2018 y tener una de las mejores gastronomías del mundo. Pese a todo, hubo algunas preparaciones para tan magnas fechas: desde lo académico hasta las edificaciones simbólicas que, como decía Gilles Lipovetsky sirven para que “celebremos lo que ya no queremos tomar como ejemplo”. Nuestra nación intentó preparar un programa interesante, pero en el camino ya vimos lo que nos pasó. Aún recuerdo las conmemoraciones del sesquicentenario (1971 al 1974) con inauguraciones de monumentos desde el del desembarco de San Martín en Pisco hasta el obelisco de la pampa de Ayacucho, actividades artísticas y la impecable edición de la Colección Documental de la Independencia del Perú de ¡86 volúmenes! (https://sesquicentenario.bnp.gob.pe/#), además de la producción académica de universidades o institutos. Una intensa actividad académica de todas las ciencias para la construcción de un sentido de nación. Nuestro bicentenario iba a ser el derrotero con el que entrábamos a una hipotética madurez como nación. Pero lo que tenemos es una clase política deslucida presente en todos los poderes del Estado (Ejecutivo y Legislativo) que nos muestra, quizás, la anomia social que somos. Con partidos políticos, sin ideología o una visión de Estado para los cincuenta años, estos han sido el espacio para la corrupción, decadencia y aprovechamiento personal de cuestionados personajes que hablan de moral y ética descaradamente. Esto es lo que tenemos en la actualidad. Leía el prólogo de Carmen Mc Evoy, Valentín Paniagua: el presidente historiador. Es la introducción para el libro publicado por Paniagua quien hizo la transición tras la renuncia de Fujimori; este sumió a la sociedad en la frustración y escepticismo, entre el nihilismo y el cinismo. Tan descolocada dejó a la sociedad en cuanto a valores democráticos que aún se toma a Alberto Fujimori como un modelo de presidente: cuatro décadas de deterioro moral, social, institucional; ese con el que llegamos a nuestras conmemoraciones. El texto de Mc Evoy, esperanzador, habla del político que piensa en el bien común y proyecta una nación para todos. 2022 será año de elecciones municipales y regionales. La brecha es grande y no creo que se esté a las alturas de las circunstancias.

domingo, 26 de diciembre de 2021

SALUD EN SALA UCI (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE DICIEMBRE)


Ómicron, restricciones, vacunas, tercera dosis, confinamiento, libertades individuales, antivacunas. Palabras que uno encuentra con mayor frecuencia en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales, así como en las redes sociales. Fiestas navideñas, fin de año, frustración. Desde diciembre del 2020 al actual, muchos elementos nuevos, mismo escenario.

Cuando en marzo del año pasado nos fuimos al confinamiento, una sombra de incertidumbre cubrió a todo el tejido social; en un inicio, los acontecimientos eran vistos como lejanos e, incluso, generaban dudas. La presión económica fue decisiva para ir saliendo de nuestro enclaustramiento, pero también contribuyó en la expansión de la pandemia: grandes focos de contagio no sólo eran los mercados o tiendas, sino las fábricas, las minas y las agroindustriales. Estos hechos trataron de ser poco difundidos, pero fueron conocidos sottovoce. En la desesperación de la gente surgieron propuestas, algunas temerarias, que han pasado al olvido como el cloro o la ivermectina que fue muy usada con resultados aún nada claros. Hubo intentos desesperados y cuestionables de atacar la pandemia, de la importación de vacunas por privados hasta el famoso Vacunagate que arrastró a Vizcarra y mucha gente de su gobierno. Las fiestas de hace un año fue el inicio de una ola más agresiva y mucho más mortal: tras el sueño iluso de haber superado la peor parte, los peruanos nos vimos avasallados viendo a muchos familiares, vecinos o amigos fallecer en medio de acciones indignas de muchas personas e instituciones. Los cementerios se poblaron de entierros rápidos. La llegada de las vacunas fue campo de la especulación y del escepticismo. Programas de periodistas cuestionables despotricaron de la efectividad de algunas vacunas, las listas de vacunados privilegiados (fuera de Vizcarra) y la presión de grupos de poder para importar sus propias vacunas hicieron que la ciudadanía dudase de recibir por lo menos una dosis este año. Ya, a finales del 2021, muchos tenemos las tres dosis; ahora ya han vacunado a grupos etarios más jóvenes y pronto se estarán vacunando un segmento sensible y numeroso: de 5 a 12 años. Sin embargo, surgen personajes que no dejan de sorprender por su actitud: el caso de Juan Francisco Escobar, por ejemplo, causó mucha indignación. Un prurito raro de entender de estas personas. He visto a personas dudar de la ciencia médica y llevan litros de bótox en su rostro: no quieren inocularse, pero sí se inyectan en el cuerpo elementos estéticos. Una cosa es cierta: la epidemia se convierte en pandemia ayudada por dos grandes factores no biológicos, fuera de la pobre salubridad: el comercio y las grandes movilizaciones humanas. La Peste Negra llegaba con los buques mercantes. El gran desplazamiento de tropas en la Primera Guerra Mundial permitió que la Gripe Española diezmase familias y pueblos. Dos elementos que confluyen en estas fiestas. Para reflexionar.


domingo, 19 de diciembre de 2021

TRUJILLO, NUEVO FAR WEST (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 19 DE DICIEMBRE)


Hablaba con un amigo sobre cine y tocamos el género western que me hizo evocar esas imágenes de un Medio Oeste norteamericano de calles polvorientas y con una ley rampante del más fuerte y con predominancia de pistoleros, asaltantes y autoridades corruptas. Caí en cuenta de que, a medida que iba imaginando escenarios urbanos y sus habitantes, hallaba muchas similitudes entre nuestra ciudad, sucia y polvorosa, con esas imágenes cinematográficas. He venido comentando a través de esta columna sobre el sostenido deterioro de nuestra calidad de vida. Me viene a la memoria una teoría planteada por los científicos sociales James Q. Wilson y George L. Kellinge para explicar el deterioro social, el incremento de la violencia y un amplio espectro de anomias sociales, la Teoría de las Ventanas Rotas.
 A través de diversas observaciones en la que las condiciones físicas urbanas (una de ellas, el ornato) de un lugar ayudan al “relajamiento” peligroso del respeto de las reglas. Otro científico social, Philip Zimpardo, realizó otro experimento hecho con dos vehículos abandonados en dos barrios de condiciones sociales diferentes, Bronx de Nueva York y la residencial Palo Alto en California. Los resultados fueron interesantes: “[..] Cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto. El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. [..] No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional [..]”. Extrapolemos esta descripción con lo que nuestra ciudad ofrece a sus habitantes; mejor dicho, lo que ofrecemos a nosotros mismos. Daniel Eskibel resume lo siguiente: “[..] Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen 'pequeñas faltas' (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves [..]” Interesante observación en la que Trujillo tiene todas las de perder. Eskibel concluye: “[..] Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana, como la que no tenemos ahora.” Parte de nosotros, ciudadanos, ver qué ciudad queremos para vivir.

domingo, 12 de diciembre de 2021

PÉRDIDAS Y PERDIDOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 12 DICIEMBRE)

 


¡Vaya la semana que hemos pasado! Entre votaciones diversas, la sociedad peruana ha visto desconcertada el comportamiento de una clase política cada vez más desacreditada, la que arrastra, por su díscolo comportamiento, a todas las actividades e instituciones de nuestra nación: desde los medios de comunicación hasta la economía en general sufren estos duros vaivenes que nos causan zozobra, inestabilidad y desconfianza.

Las visitas cuestionadas de personas habituadas a traficar con el poder nos hicieron recordar las frecuentes prácticas de estos neo lobbies que pueblan la política peruana. Karelim López es una habitúe en muchos círculos de poder de gobiernos anteriores y es una versión chicha arribista que no tiene el “caché” de empresas como Odebrecht o el “holding” del Club de la Construcción; sin embargo, sus prácticas son las mismas. Este gobierno no iba a ser, pues, la excepción. El poder y el dinero. El seguimiento a este gobierno es implacable y el torpe accionar de la suerte de aprendiz a gobernante da pie para ahondar las críticas. Las visitas a Breña por estos cuestionados personajes lobistas daban visos de que la suerte del Gobierno estaba echada. El domingo pasado todos esperaban la estocada final; Cuarto Poder iba a dar la primicia y el parte de defunción. Sin embargo, cual campaña mediocre de intriga, los peruanos asistimos a la muerte de un dominical, de una campaña pro-vacancia y la escasa credibilidad de estos lamentables medios de comunicación. El lunes fue un día sombrío para muchos políticos, pues vieron perdida su causa ante tamaño descalabro. Para ahondar la situación del órgano gestor de la vacancia, la Comisión de Ética decidió literalmente blindar a Luis Cordero Jon Tay de Fuerza Popular, quien había golpeado y amenazado a su expareja. Las justificaciones de la presidente de esa comisión, Karol Paredes, rayan con el ridículo y son ofensivas viniendo de una comisión que, precisamente, trata de preservar el prestigio del Congreso, tan venido a menos; en un alarde de ignorancia y humillante argumentación, trató de sostener lo insostenible. Ahora quieren enmendar su craso error. Daño hecho. Para un gobernante tan poco comunicativo y de lenta reacción, su situación estaba echada; pero muy torpes parecen ser las personas que promovieron su vacancia. Tras la fracasada asonada el jueves último, el ruido causado generó muchas pérdidas y varios perdidos. Una entrevista televisiva y un encuentro con autoridades españolas han sido las cerecitas de una torta deforme. En medio de esta pantomima, hay como siempre ganadores, pero muchos perdedores. La sociedad ha perdido mucho, siendo mudo testigo de las luchas entre poderes del Estado; muchas necesidades no son atendidas de manera rápida y eficiente. Pero, en momentos turbulentos, a río revuelto siempre hay ganancias de pescadores. Y qué pescadores. La sociedad civil debe de estar en alerta, pues vemos acciones bastante preocupantes, como atentar contra la reforma universitaria.


domingo, 5 de diciembre de 2021

CAVILACIONES TRUJILLANAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 05 DE DICIEMBRE)



Visitas inesperadas de amigos de antaño son siempre una verdadera cajita de sorpresas y un gran regalo para nuestras abrumadas vidas cotidianas. Así sucedió el pasado fin de semana con la visita de un amigo de tiempos universitarios con el que nos fuimos alejando por el tráfago de nuestras vidas en particular. El reencuentro inicial fue bastante simpático y entrañable, pues miraba en él un optimismo y alegría no sólo por el encuentro, sino por sus planes personales que habían empezado a caminar prácticamente con esta visita. No quiero ahondar detalles en sus planes de vida, pero sí reflexionar sobre las circunstancias que fueron rodeando este reencuentro.

Su entusiasmo y admiración por la ciudad que lo acogió momentáneamente fueron decantándose y desvaneciéndose por una serie de eventos que me permitieron entender más, a través de su experiencia, nuestra propia decadencia. Trujillo no sólo son bellas casas solariegas, “las Huacas del Sol y la Luna o el coloso Chan Chan”. En su estancia inicial, hizo un viaje a nuestros patrimonios arqueológicos, visitas en las que pudo constatar el deplorable mantenimiento de nuestro sistema vial. Al final de su visita, ya no le causaba sorpresa hallar una calle o avenida en la que haya encontrado numerosos huecos, rompemuelles de irregulares dimensiones o escasa o nula señalética. Su capacidad de tolerancia a “mínimos” detalles le permitía aceptar hasta ese entonces que seguíamos siendo la segunda ciudad peruana y con una buena calidad de vida. Tras su retorno de una breve ausencia de nuestra ciudad y hospedado en un céntrico hotel, de pronto se vio abrumado por la clausura de la plaza de armas, el tráfico endemoniado generado por esta medida, el desorden de nuestras calles, la mendicidad de todo tipo y la violencia que se respira entre las personas. Lo llevé a Huanchaco para “relajarnos” y terminar encontrándonos con desorden y basura. Lo llevé por la ex Vía de Evitamiento para ver las “espaldas” de Chan Chan para encontrarnos con un nuevo relleno sanitario de la ciudad; en realidad, es una vía que hay que tratar de evitar. Por eso, “evitamiento”. Mi amigo trabajó un buen tiempo en el área de comunicaciones de PromPerú. Sus observaciones reflexivas tuvieron un buen fundamento: no era sólo para el visitante, sino también para el residente. Él está pensando pasar una larga temporada fuera de Lima, sea en Arequipa o Trujillo. El viaje le aclaró más la situación. Trujillo ve un marcado deterioro en el cual todos los ciudadanos hemos contribuido con nuestro grano de arena: desde permitir que personas o empresas intervengan nuestro espacio sin respeto a normas mínimas de vecindad, hasta elegir autoridades incompetentes y corruptas; desde trasgresiones arquitectónicas y físicas (ruido y tratamiento de basura, por ejemplo) hasta el mantenimiento de nuestras vías, erosión costera o el criminal tráfico de terrenos. Trujillo. Ay… Y el cadáver siguió muriendo.

domingo, 28 de noviembre de 2021

¿TRUJILLO SIN REMEDIO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 28 DE NOVIEMBRE)


Viernes por la madruga una lluvia cae sobre Trujillo. Una lluvia que desnuda cada vez más a una ciudad que se va hundiendo en una suerte de espiral de caos y abandono. Y una lluvia que reaviva muchos temores y que amenaza nuestra seguridad y, también, nuestros bolsillos. Y retornan palabras como “huaico” o “quebradas”.

Ya hace varios años (no sólo desde 2017), se ha hablado de planes de protección para una ciudad que creció en un espacio de ríos y quebradas secos, los que se activan ante una copiosa actividad pluvial como lo es cualquier Fenómeno de El Niño. Pobladores previos a su fundación española sufrieron duros embates e, incluso, fueron casi extinguidos ante la intensidad de algunos de estos Niños. Si uno visita espacios arqueológicos como la Huaca de la Luna, su historia encierra datos espeluznantes. Posteriormente, cronistas de la colonia describen los estragos causados a lo largo de este periodo histórico de nuestra ciudad. Cobra especial importancia la de Miguel de Feijóo quien, con lujo de detalles, describe el Mega Niño de 1728. ¿Qué narra Feijóo? En su obra Relación descriptiva de la ciudad, y provincia de Truxillo del Perú, reeditada en 1981, en el capítulo XII, habla de Mampuesto que fue el origen de un desborde con terribles consecuencias. Feijóo lo llama “Marapuesto” describiéndolo como un terraplén hecho por los indios gentiles que “[..] cerraba un gran espacio de una quebrada entre dos cerros, de lo que resultó se hiciese una profunda laguna; y humedecidas sus vasas, y cimientos, derrumbándose por lo más débil, precipitada la multitud de agua que se había recogido, corrió por los campos mediatos[..]”. Para suerte de Trujillo en ese entonces, las aguas no se dirigieron sobre la ciudad donde “[..] hubiera desbaratado parte de sus murallas [..]”, sino que se dirigieron al río Moche. En 1998, las aguas de Mampuesto inundaron a nuestra ciudad con cadáveres y ataúdes que flotaban por diversas calles y avenidas. En 2017, no hubo cadáveres, pero sí mucha agua enlodada y destrucción. La historia repite el mismo fenómeno. Con un grupo de amigos arquitectos fuimos a ver el territorio y esta zona había sido concesionada a una empresa para volver a hacer un cementerio. Este es uno de los tantos ejemplos en los que la desidia y la angurria humanas, juntas, generan grandes desastres, muy bien aprovechados por públicos y privados de manera criminal: tráfico de terrenos. Esta actividad ha permitido grandes ganancias a empresas de ventas de terrenos y construcción, así como votos a partidos políticos que promueven la titulación. Algunas soluciones plantean derivar las aguas de las quebradas hacia el río Moche, con la posibilidad de crear otro desastre. La ocupación “legalizada” de estos espacios conlleva a que el Estado instale todos los servicios básicos (electrificación, agua y desagüe), los que serán dañados en otra riada pluvial. Política y plata parecen enemigos de nuestra ciudad.


PD. Al colgar este texto, un fuerte sismo ha asolado una parte de la selva alta de nuestro país. Las ondas nos levantaron a las 5:55 am. Y esta situación nos expone en nuestras pobrezas y también fortalezas como ciudadanía. Mucha fuerza para los amazoneses y todos los que hayan sido afectados por este desastre.

domingo, 21 de noviembre de 2021

PRIORIDADES Y RECHAZOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE NOVIEMNBRE)




Las semanas pasadas han develado muchas cosas que invitan a este artículo reflexivo: una ciudad con muchas y graves debilidades, y una sociedad con contradicciones nocivas. El accionar de muchos personajes del circo político peruano nos hacen postergar algunos puntos álgidos que debemos abordar urgentemente.

Cuando estalló la pandemia obligándonos a sumirnos en un aislamiento riguroso, comenzaron a surgir una serie de movimientos y personas que promovían una acentuada oposición a todo lo que estaba pasando. Surgió una corriente “anti medidas” contra el aislamiento, uso de mascarillas o las vacunas. Hubo reacciones que proponían el rechazo total a dichas medidas arguyendo razones religiosas o las promovidas por científicos de todo tipo, grupo en el que había desde charlatanes hasta investigadores que se oponían a la poderosa industria farmacéutica. Líderes religiosos pedían a sus feligreses no usar mascarillas o inocularse cualquier vacuna. Hubo comunicadores que rechazaban cualquier intento de controlar esta epidemia hasta sufrir en carne propia el contagio. Sólo basta recordar el caso de Rafael Rey o lo vivido por Beto Ortiz quien usó sus influencias para obtener una situación privilegiada en los momentos de mayor crisis sanitaria. Luego este comunicador, coludido con un personaje oscuro de la política, creó desasosiego en plena campaña de vacunación al difundir parcialmente los resultados de una investigación de una de las vacunas que se estaba aplicando en nuestro país; esta incertidumbre se acentuó por el abuso de poder del expresidente Vizcarra y un círculo allegado, incluida Pilar Mazzetti, exministra de Salud, quienes se vacunaron a espaldas de la ciudadanía. Las campañas pesimistas eran dramáticas y las voces disidentes contrarias a la vacunación no tenían tanta repercusión como sí las tenían las que dudaban de una rápida vacunación. Aún recuerdo en las redes comentarios escépticos de grupos etarios muy jóvenes quienes se veían vacunados en el 2022 o 2023. Uno de los países con mayor reticencia, USA, buscó mover su economía con la angustia de muchos que dudaban de la eficiencia del sistema sanitario en este proceso. Miles de peruanos se agolpaban en los centros de salud o puntos de vacunación. Hoy el MINSA sale a las calles, mercados e, incluso, casas a buscar personas que no hayan recibido dosis alguna. En enero ya se vacunará a niños desde los 5 años. Pese a todo, estamos aún en un poco más de 51 % de población vacunada. Ahora es el turno de los antivacunas. Las redes revientan con sus argumentos, algunos claros, otros insostenibles; voy conociendo a personas que rechazan la vacuna. Ahora argumentos legales circulan en las redes y los medios. Se arguyen derechos personales, pero también derechos colectivos que protegen a grupos vulnerables, cuyos integrantes fueron diezmados en estos meses y que hubieran, gustosos, puesto su hombro para luchar por sus vidas. Difícil encrucijada.

domingo, 14 de noviembre de 2021

100 DÍAS: URGENTE, UN LÍDER (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 14 DE NOVIEMBRE)

 


Quiero empezar con una frase atribuida a Simone de Beauvoir: “Nadie es un monstruo, si lo somos todos”; esta frase se encuentra en un libro de Iván Degregori, en el que se nos detalla cómo se fue destruyendo el sistema político hasta haber llegado a la situación que estamos viviendo. Deteriorada por décadas, el extenso periodo de Alberto Fujimori (iba por la re-reelección) destrozó la vida política y sus organizaciones, lo que nos dio una suerte de tugurización del poder posteriormente. Partidos tradicionales como el APRA, AP y PPC entraron en franco deterioro desapareciendo del mapa electoral; la izquierda siguió con su cantaleta de atomizarse emitiendo un discurso desfasado; y nuevos partidos políticos aparecieron más parecidos a gavillas de delincuentes de corbata que se legitiman para arranchar el poder. Desde municipalidades distritales hasta la presidencia de la República, estos puestos son ocupados por personajes cada vez más lejanos de lo que debe de ser un líder político. El Congreso de la República sintetiza todo ese incontenible deterioro.

¿Qué es un líder político? Me presto la descripción de Diego Almeida del Diario El Comercio de Ecuador: “Hablar de liderazgo es referirse a la capacidad de un ser humano de orientar y guiar a un conglomerado social. Max Weber, cuyas tesis afianzaron el desarrollo de una nueva aproximación a la sociología política, clasifica a los líderes en autocráticos, participativos o democráticos, y liberales.” Esta es una descripción y clasificación bastante sencillas del liderazgo. El experto en Liderazgo Auténtico, Sergio Edú Valsania, agrega lo siguiente: “[..] El desarrollo del auténtico liderazgo implica un cambio en el que los candidatos incrementan su autoconsciencia, reducen sus sesgos y establecen relaciones éticas y genuinas con sus colaboradores. Los líderes políticos son “aquellas personas elegidas por la ciudadanía (o pretenden serlo) para actuar como sus representantes y tomar decisiones beneficiosas para el funcionamiento de la sociedad en temas como salud, educación, seguridad, calidad de vida, legislación, medioambiente y economía [..]”. Del planteamiento de Weber, tomemos al líder participativo/democrático: este “[..] sin complejos ni temores, consulta con su pueblo, pero no delega el derecho consubstancial que como tal (líder) tiene a adoptar la decisión final. Es el liderazgo más difícil de encontrar, demanda de capacidad y voluntad en asumir la responsabilidad de sus actos, ejercidos con reflexión y sabiduría, las cuales no las proporciona solo su formación letrada sino principalmente su sentido común [..]”. Evaluando a nuestro mundo político, el panorama es estéril. Entre actos corruptos, caprichos individualistas, evasores natos e inauguraciones ególatras de bustos de sí mismo, la situación es alarmante. Una vacancia es posible, pero nos preguntamos después a quién pondríamos los peruanos para que dirija nuestro destino.

domingo, 7 de noviembre de 2021

LA DEMOCRACIA TALADRADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 07 DE NOVIEMBRE)

 


“¡Baja Napo! - ¡Con tiempo, pe, doña!

El transporte público en la ciudad de la “primavera eterna” es un conjunto de laberintos de metal y carne podrida. Humanoides oxidados. Cajas de sorpresas indeseables. Ataúdes móviles. Menester es que el pasajero posea cierto grado de flexibilidad y tolerancia para soportar lo que durará el recorrido; en buena medida, también es importante el equilibrio y la fuerza, sobre todo cuando se está de pie asiendo el pasamanos, balanceándose como mono no desarrollado”. Este es un extracto del excelente cuento Línea B del libro Sórdido de Marcio Taboada Zapata que relata el trayecto penoso de un viajero de microbús. Es el contexto en que se ubica su cuento que se lo tomo prestado, pues su descripción no puede ser más exacta de esa pesadilla que es el transporte público. Este servicio que está en manos privadas es un territorio en el que todo vale: lo vemos en el estado de las unidades, en las formas cómo “choferes” manejan las mismas trasgrediendo toda norma de tránsito. Hay empresas serias que son opacadas por la actitud indolente y lumpenesca de muchos de los integrantes y empresas de ese sector; en los últimos años se ha ido agravando no sólo por el franco deterioro de muchas unidades (algunas con más de dos décadas) con la consiguiente inseguridad y contaminación de todo tipo; sino por la impunidad con la que hacen este servicio diversas personas que no son choferes profesionales o distan de serlo. Agravado también por la evidente corrupción en el tráfico de brevetes u otros procesos ligados al sector vial. El Fujimorato, con el fin de “paliar” la crisis generada por los despidos masivos durante su gobierno, permitió una serie de barbaridades en este sector al "regular" la importación de vehículos chatarras, buses camión, autos con timón cambiado, los ticos; autorizar sin muchos criterios técnicos el uso de combis, custer o mototaxis (verdaderas pesadillas), que generan pingües ganancias a muchas personas que les permitió, astutamente, no sólo comprar abogados corruptos, sino hasta colocar diversos personajes como concejales, congresistas y lobistas de todo tipo; estos presionan y amenazan a alcaldes, gobernadores regionales y ministros quienes sucumben o terminan en arreglos en desmedro de la sociedad y su movilización. La permisividad y complicidad de ambas partes en las últimas décadas nos han dejado en esta encrucijada. La última crisis mundial de combustibles nos está afectando fuertemente y la gente está en todo su derecho de protestar; pero al leer algunos de los reclamos de asociaciones de este sector rayan con el cinismo y la impunidad. Se mezclan demandas justas con pedidos dignos de bajos fondos. Ganancias a río revuelto.

En el ensayo Las repúblicas también se suicidan, tomado del libro La República agrietada de Carmen Mc Evoy, ella expone cómo la democracia se pone en riesgo ante situaciones en que se prioriza sólo lo económico, tolerando situaciones extremas como las que estamos viendo. Toma como ejemplo el caso de la República de Weimar que termina en brazos del Nazismo. ¿Formas extremas para una solución? ¿Estamos cayendo en esto?

domingo, 31 de octubre de 2021

SOLEDAD DEL CIUDADANO DE A PIE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 31 DE OCTUBRE)


1. Semana de la Canción Criolla. “La jarana va a empezar al golpe de un buen cajón” y, luego, una parada de burro por las idas y venidas para autorizar eventos artísticos relacionados a la fecha. 2. La Reforma Política Electoral, ¡ay! Siguió muriendo en un espectáculo desfachatado en Cajamarca, burlándose de la ciudadanía al evitar el control positivo de esas entidades llamadas partidos políticos. 3. Nuestro alcalde es acusado de actos fraudulentos en su gestión en Huanchaco por lo que entramos en otra espiral de escándalos que dejarán a la ciudad en ascuas ante las urgencias en seguridad, infraestructura vial y otros baches citadinos. En todos estos casos, el gran perdedor es el ciudadano de a pie.

En el primer caso, las indecisiones gubernamentales y la falta de coordinación entre sus ministerios (en este caso, Interior, Salud y Cultura) han dado cuenta de una situación lamentable impidiendo a muchas personas del sector musical poder trabajar en momentos tan críticos como los que están pasando. Y peor aún al ver que otras actividades masivas, incluidas fiestas con vigilancia policial incluida, se vienen realizando en diversos espacios públicos en nuestra y otras ciudades. Una gota más que rebalsa el vaso de la indignación y frustración. En el segundo caso, el Congreso está actuando en contra de los intereses de los ciudadanos. Vemos la mediocridad en la que se han convertido los partidos políticos, a los cuales podríamos llamar bandas organizadas: el dinero y el interés de clanes de poder hacen que estas instituciones, la base del sistema democrático, hayan caído en manos de personas que crean partidos de última hora en torno a grupos familiares o económicos. No se puede tapar el sol con un dedo ante las escandalosas evidencias que tenemos. Vargas Llosa dice que no sabemos elegir bien; creo que debería de empezar por ver los partidos políticos que son los que nos dan una lamentable lista de personas cuestionadas que han de dirigir los destinos de nuestras ciudades, regiones o país. Y son los mismos candidatos electos (congresistas) los llamados a hacer esa reforma que atentaría contra sus propios intereses. Estos son los cuestionamientos de una democracia enclenque que han crecido en una ciudadanía incrédula, desarraigada políticamente y encerrada en la cápsula de descrédito creada en las últimas décadas intencionalmente. Y lo último se desprende de la mediocridad de dichos partidos políticos que ponen a candidatos que arrastran problemas de diversa índole. Los cuestionamientos ya venían desde la gestión edil en Huanchaco, pero se hizo caso omiso a estos. Los ciudadanos se están organizando para exigir la función principal de estos políticos: servir a la ciudadanía. Ni el partido gobernante, ni los que se hallan en diversos puestos públicos están a la altura de las funciones que les compete. ¿Las elecciones del año entrante nos volverán a mostrar la mediocridad de siempre?

domingo, 24 de octubre de 2021

LA DIFÍCIL DEMOCRACIA ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 24 DE OCTUBRE)


 “Evitemos, pues, en tiempos tamaños males, no introduzcamos nosotros mismos el funesto pus, y después de plácidos días, y lisonjeras esperanzas, la noche menos pensada se gangrene el cuerpo”. Este fragmento escrito por José Faustino Sánchez Carrión en su carta fechada el 01 de marzo de 1822 al editor de El Correo mercantil describe los peligros de un gobierno monárquico para el Perú. Este fragmento aparece luego de las violentas acciones históricas vividas, hechas por diversos monarcas ingleses contra la Carta Magna de sus ciudadanos. El Solitario de Sayán sabía de la debilidad de un grupo poderoso de ciudadanos acostumbrados al servilismo, la comodidad y la traición, capaces de defender sus intereses por encima del bien común esgrimiendo perniciosos argumentos disuasivos a una sociedad en formación cívica.

Cuando comenzaba a escribir este artículo, experimenté dos momentos emotivos que le dan mucho sentido a este: una entrevista grabada por parte de un grupo de jóvenes sobre una visión mía del Perú, una proyección feliz de la sociedad peruana; y, por otro lado, el lamentable fallecimiento de Sigisfredo Orbegoso, con quien tuve algunas breves conversaciones e intercambio de opiniones en la virtualidad. En la entrevista, imaginé una sociedad inclusiva, tolerante, equitativa, respetuosa de la ley, orgullosa de su pasado; una sociedad confiada en su futuro en el que todos vivamos en armonía con nuestros connacionales y el medio ambiente tan rico y variado que tenemos, ese que debemos de dejar en herencia a los futuros peruanos; una sociedad en la que la ley sea para todos y que la corrupción sea paulatinamente derrotada por la ciudadanía. Pero, de pronto, llega la noticia de la muerte de Don Sigisfredo, imbatible luchador de una justicia social tan dura de lograr y tan difícil de entender. Cientos de miles de peruanos viven excluidos, alejados de una calidad de vida digna, abandonados a su suerte en cuanto a seguridad, salud, educación, justicia. En momentos en que nuestra democracia se ve en riesgo por un débil gobierno carente de liderazgo y un impopular congreso plagado de personajes cuestionables que aspiran a un golpe de estado descarado para acallar los numerosos brotes de corrupción e imponer su voluntad a rajatabla; por todo esto, vuelve a mi memoria las palabras que había escrito el Solitario de Sayán para hacer entender a los incrédulos ciudadanos  de entonces la importancia de la democracia y sus beneficios por los cuales hay que luchar. Doscientos años después, abusando y prostituyendo el verdadero significado de la democracia, vemos que nada o poco se ha aprendido. Así pues, hay un largo y tortuoso camino por delante. Se debería empezar por replantear los llamados partidos políticos, actores principales del modelo democrático. Con lo que vemos diariamente, estos hacen cualquier cosa, menos el principal objetivo: servir a la sociedad para la construcción de su felicidad.