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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 26 de diciembre de 2021

SALUD EN SALA UCI (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE DICIEMBRE)


Ómicron, restricciones, vacunas, tercera dosis, confinamiento, libertades individuales, antivacunas. Palabras que uno encuentra con mayor frecuencia en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales, así como en las redes sociales. Fiestas navideñas, fin de año, frustración. Desde diciembre del 2020 al actual, muchos elementos nuevos, mismo escenario.

Cuando en marzo del año pasado nos fuimos al confinamiento, una sombra de incertidumbre cubrió a todo el tejido social; en un inicio, los acontecimientos eran vistos como lejanos e, incluso, generaban dudas. La presión económica fue decisiva para ir saliendo de nuestro enclaustramiento, pero también contribuyó en la expansión de la pandemia: grandes focos de contagio no sólo eran los mercados o tiendas, sino las fábricas, las minas y las agroindustriales. Estos hechos trataron de ser poco difundidos, pero fueron conocidos sottovoce. En la desesperación de la gente surgieron propuestas, algunas temerarias, que han pasado al olvido como el cloro o la ivermectina que fue muy usada con resultados aún nada claros. Hubo intentos desesperados y cuestionables de atacar la pandemia, de la importación de vacunas por privados hasta el famoso Vacunagate que arrastró a Vizcarra y mucha gente de su gobierno. Las fiestas de hace un año fue el inicio de una ola más agresiva y mucho más mortal: tras el sueño iluso de haber superado la peor parte, los peruanos nos vimos avasallados viendo a muchos familiares, vecinos o amigos fallecer en medio de acciones indignas de muchas personas e instituciones. Los cementerios se poblaron de entierros rápidos. La llegada de las vacunas fue campo de la especulación y del escepticismo. Programas de periodistas cuestionables despotricaron de la efectividad de algunas vacunas, las listas de vacunados privilegiados (fuera de Vizcarra) y la presión de grupos de poder para importar sus propias vacunas hicieron que la ciudadanía dudase de recibir por lo menos una dosis este año. Ya, a finales del 2021, muchos tenemos las tres dosis; ahora ya han vacunado a grupos etarios más jóvenes y pronto se estarán vacunando un segmento sensible y numeroso: de 5 a 12 años. Sin embargo, surgen personajes que no dejan de sorprender por su actitud: el caso de Juan Francisco Escobar, por ejemplo, causó mucha indignación. Un prurito raro de entender de estas personas. He visto a personas dudar de la ciencia médica y llevan litros de bótox en su rostro: no quieren inocularse, pero sí se inyectan en el cuerpo elementos estéticos. Una cosa es cierta: la epidemia se convierte en pandemia ayudada por dos grandes factores no biológicos, fuera de la pobre salubridad: el comercio y las grandes movilizaciones humanas. La Peste Negra llegaba con los buques mercantes. El gran desplazamiento de tropas en la Primera Guerra Mundial permitió que la Gripe Española diezmase familias y pueblos. Dos elementos que confluyen en estas fiestas. Para reflexionar.


domingo, 21 de noviembre de 2021

PRIORIDADES Y RECHAZOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE NOVIEMNBRE)




Las semanas pasadas han develado muchas cosas que invitan a este artículo reflexivo: una ciudad con muchas y graves debilidades, y una sociedad con contradicciones nocivas. El accionar de muchos personajes del circo político peruano nos hacen postergar algunos puntos álgidos que debemos abordar urgentemente.

Cuando estalló la pandemia obligándonos a sumirnos en un aislamiento riguroso, comenzaron a surgir una serie de movimientos y personas que promovían una acentuada oposición a todo lo que estaba pasando. Surgió una corriente “anti medidas” contra el aislamiento, uso de mascarillas o las vacunas. Hubo reacciones que proponían el rechazo total a dichas medidas arguyendo razones religiosas o las promovidas por científicos de todo tipo, grupo en el que había desde charlatanes hasta investigadores que se oponían a la poderosa industria farmacéutica. Líderes religiosos pedían a sus feligreses no usar mascarillas o inocularse cualquier vacuna. Hubo comunicadores que rechazaban cualquier intento de controlar esta epidemia hasta sufrir en carne propia el contagio. Sólo basta recordar el caso de Rafael Rey o lo vivido por Beto Ortiz quien usó sus influencias para obtener una situación privilegiada en los momentos de mayor crisis sanitaria. Luego este comunicador, coludido con un personaje oscuro de la política, creó desasosiego en plena campaña de vacunación al difundir parcialmente los resultados de una investigación de una de las vacunas que se estaba aplicando en nuestro país; esta incertidumbre se acentuó por el abuso de poder del expresidente Vizcarra y un círculo allegado, incluida Pilar Mazzetti, exministra de Salud, quienes se vacunaron a espaldas de la ciudadanía. Las campañas pesimistas eran dramáticas y las voces disidentes contrarias a la vacunación no tenían tanta repercusión como sí las tenían las que dudaban de una rápida vacunación. Aún recuerdo en las redes comentarios escépticos de grupos etarios muy jóvenes quienes se veían vacunados en el 2022 o 2023. Uno de los países con mayor reticencia, USA, buscó mover su economía con la angustia de muchos que dudaban de la eficiencia del sistema sanitario en este proceso. Miles de peruanos se agolpaban en los centros de salud o puntos de vacunación. Hoy el MINSA sale a las calles, mercados e, incluso, casas a buscar personas que no hayan recibido dosis alguna. En enero ya se vacunará a niños desde los 5 años. Pese a todo, estamos aún en un poco más de 51 % de población vacunada. Ahora es el turno de los antivacunas. Las redes revientan con sus argumentos, algunos claros, otros insostenibles; voy conociendo a personas que rechazan la vacuna. Ahora argumentos legales circulan en las redes y los medios. Se arguyen derechos personales, pero también derechos colectivos que protegen a grupos vulnerables, cuyos integrantes fueron diezmados en estos meses y que hubieran, gustosos, puesto su hombro para luchar por sus vidas. Difícil encrucijada.