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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 14 de noviembre de 2021

100 DÍAS: URGENTE, UN LÍDER (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 14 DE NOVIEMBRE)

 


Quiero empezar con una frase atribuida a Simone de Beauvoir: “Nadie es un monstruo, si lo somos todos”; esta frase se encuentra en un libro de Iván Degregori, en el que se nos detalla cómo se fue destruyendo el sistema político hasta haber llegado a la situación que estamos viviendo. Deteriorada por décadas, el extenso periodo de Alberto Fujimori (iba por la re-reelección) destrozó la vida política y sus organizaciones, lo que nos dio una suerte de tugurización del poder posteriormente. Partidos tradicionales como el APRA, AP y PPC entraron en franco deterioro desapareciendo del mapa electoral; la izquierda siguió con su cantaleta de atomizarse emitiendo un discurso desfasado; y nuevos partidos políticos aparecieron más parecidos a gavillas de delincuentes de corbata que se legitiman para arranchar el poder. Desde municipalidades distritales hasta la presidencia de la República, estos puestos son ocupados por personajes cada vez más lejanos de lo que debe de ser un líder político. El Congreso de la República sintetiza todo ese incontenible deterioro.

¿Qué es un líder político? Me presto la descripción de Diego Almeida del Diario El Comercio de Ecuador: “Hablar de liderazgo es referirse a la capacidad de un ser humano de orientar y guiar a un conglomerado social. Max Weber, cuyas tesis afianzaron el desarrollo de una nueva aproximación a la sociología política, clasifica a los líderes en autocráticos, participativos o democráticos, y liberales.” Esta es una descripción y clasificación bastante sencillas del liderazgo. El experto en Liderazgo Auténtico, Sergio Edú Valsania, agrega lo siguiente: “[..] El desarrollo del auténtico liderazgo implica un cambio en el que los candidatos incrementan su autoconsciencia, reducen sus sesgos y establecen relaciones éticas y genuinas con sus colaboradores. Los líderes políticos son “aquellas personas elegidas por la ciudadanía (o pretenden serlo) para actuar como sus representantes y tomar decisiones beneficiosas para el funcionamiento de la sociedad en temas como salud, educación, seguridad, calidad de vida, legislación, medioambiente y economía [..]”. Del planteamiento de Weber, tomemos al líder participativo/democrático: este “[..] sin complejos ni temores, consulta con su pueblo, pero no delega el derecho consubstancial que como tal (líder) tiene a adoptar la decisión final. Es el liderazgo más difícil de encontrar, demanda de capacidad y voluntad en asumir la responsabilidad de sus actos, ejercidos con reflexión y sabiduría, las cuales no las proporciona solo su formación letrada sino principalmente su sentido común [..]”. Evaluando a nuestro mundo político, el panorama es estéril. Entre actos corruptos, caprichos individualistas, evasores natos e inauguraciones ególatras de bustos de sí mismo, la situación es alarmante. Una vacancia es posible, pero nos preguntamos después a quién pondríamos los peruanos para que dirija nuestro destino.

domingo, 24 de octubre de 2021

LA DIFÍCIL DEMOCRACIA ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 24 DE OCTUBRE)


 “Evitemos, pues, en tiempos tamaños males, no introduzcamos nosotros mismos el funesto pus, y después de plácidos días, y lisonjeras esperanzas, la noche menos pensada se gangrene el cuerpo”. Este fragmento escrito por José Faustino Sánchez Carrión en su carta fechada el 01 de marzo de 1822 al editor de El Correo mercantil describe los peligros de un gobierno monárquico para el Perú. Este fragmento aparece luego de las violentas acciones históricas vividas, hechas por diversos monarcas ingleses contra la Carta Magna de sus ciudadanos. El Solitario de Sayán sabía de la debilidad de un grupo poderoso de ciudadanos acostumbrados al servilismo, la comodidad y la traición, capaces de defender sus intereses por encima del bien común esgrimiendo perniciosos argumentos disuasivos a una sociedad en formación cívica.

Cuando comenzaba a escribir este artículo, experimenté dos momentos emotivos que le dan mucho sentido a este: una entrevista grabada por parte de un grupo de jóvenes sobre una visión mía del Perú, una proyección feliz de la sociedad peruana; y, por otro lado, el lamentable fallecimiento de Sigisfredo Orbegoso, con quien tuve algunas breves conversaciones e intercambio de opiniones en la virtualidad. En la entrevista, imaginé una sociedad inclusiva, tolerante, equitativa, respetuosa de la ley, orgullosa de su pasado; una sociedad confiada en su futuro en el que todos vivamos en armonía con nuestros connacionales y el medio ambiente tan rico y variado que tenemos, ese que debemos de dejar en herencia a los futuros peruanos; una sociedad en la que la ley sea para todos y que la corrupción sea paulatinamente derrotada por la ciudadanía. Pero, de pronto, llega la noticia de la muerte de Don Sigisfredo, imbatible luchador de una justicia social tan dura de lograr y tan difícil de entender. Cientos de miles de peruanos viven excluidos, alejados de una calidad de vida digna, abandonados a su suerte en cuanto a seguridad, salud, educación, justicia. En momentos en que nuestra democracia se ve en riesgo por un débil gobierno carente de liderazgo y un impopular congreso plagado de personajes cuestionables que aspiran a un golpe de estado descarado para acallar los numerosos brotes de corrupción e imponer su voluntad a rajatabla; por todo esto, vuelve a mi memoria las palabras que había escrito el Solitario de Sayán para hacer entender a los incrédulos ciudadanos  de entonces la importancia de la democracia y sus beneficios por los cuales hay que luchar. Doscientos años después, abusando y prostituyendo el verdadero significado de la democracia, vemos que nada o poco se ha aprendido. Así pues, hay un largo y tortuoso camino por delante. Se debería empezar por replantear los llamados partidos políticos, actores principales del modelo democrático. Con lo que vemos diariamente, estos hacen cualquier cosa, menos el principal objetivo: servir a la sociedad para la construcción de su felicidad.

domingo, 3 de octubre de 2021

TERRORISMO(S) (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE OCTUBRE)




RAE: 1. m. Dominación por el terror. 2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. 3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos. (
https://dle.rae.es/terrorismo?m=form).

Por mucho tiempo, los mensajes que tenían contenido específico sobre el terrorismo en nuestro país se habían circunscrito a un movimiento sedicioso que causó toda una serie de acontecimientos luctuosos contra la sociedad peruana. Este terrorismo ligado a dos movimientos políticos, el MRTA y, sobre todo, Sendero Luminoso (SL), generó una serie de cambios en nuestra sociedad, socavando el orden político de entonces y generando pérdidas económicas y, peor, humanas. La sociedad los fue denominando y masificando gracias a los medios de comunicación con cierta terminología: terrucos, terruqueo, terruquear. El terrorismo ejercido por SL caló en el imaginario de nuestras generaciones; esto fue hábilmente manipulado posteriormente de tal manera que la palabra en sí se delimitó a SL y sus seguidores, y se extendieron aviesamente hacia otras formas sociales y políticas como la protesta o las luchas reivindicativas que realiza cualquier sociedad. Craso error. La historia nos ha demostrado que el terrorismo se abraza a aquellas manifestaciones que explotan temores sociales, se enquista en la ignorancia de la gente y se vale de la democracia para usar sus mecanismos, avanzar en estas reglas de juego y, posteriormente, socavarla desde sus raíces. El caso del nazismo es un lamentable ejemplo: fue un movimiento político de extrema derecha, xenófobo, populista, violento, nacionalista hasta llegar al chauvinismo; llegó al poder y el resto es historia. Así pululan estos extremismos que cubren el espectro político desde la izquierda hasta la derecha políticas. Se convierten en partidos políticos, buscan adeptos y hacen alianzas: el Movadef es tan peligroso como esa alianza de Fuerza Popular con Vox. Como decía Robert Muchembled en su libro “Historia del diablo”: “todas las formas de monopolio del pensamiento rechazan completamente al adversario, no sin atribuirle un carácter diabólico de paso”. Explica cómo se construye la imagen de lo diabólico, construcción que puede aplicarse tranquilamente a cualquier ideología extremista en su visión de los otros; él lo explica como “un fenómeno colectivo muy real producido por los múltiples canales culturales”. Más aún: “es una suerte de maquinaria oculta bajo la superficie de las cosas, poderosamente activa, porque crea sistemas de explicación y motiva tanto las acciones individuales como los comportamientos de grupo”. Así para los terroristas, los demás somos una suerte de diablo que hay que atacar, derrotar y extinguir. Por eso, se recurre a toda suerte de estrategias en las que los mismos medios de comunicación sesgados ayudan a construir demonios donde no los hay. Ahora, sobre todo, hay que estar atentos.

domingo, 6 de mayo de 2018

ESCEPTICISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 06 DE MAYO) POBLACIÓN ELECTORAL UN POCO ENFERMA


Nuestro país no es un espacio para el aburrimiento. Todos los días, en el mundo político ocurren situaciones que pueden generar perturbación, molestia, hilaridad y, como ya va sucediendo en los últimos lustros, escepticismo. Esta actitud escéptica comenzó con la complacencia y complicidad aceptando a personajes cuestionados convertirse en dirigentes de nuestro país o de ciudades importantes. El lema “roba, pero hace obra” se volvió una suerte de eslogan que tipificaba nuestra complacencia con políticos de dudosa reputación, pero que recibían la anuencia popular a través de los votos. Un poco a lo “ya, pues, qué importa”. Esta complicidad pasiva de la población ha permitido que la corrupción crezca en desmedro de nosotros mismos. Sabido es que cualquier acto de corrupción tiene una repercusión negativa, mínima o de magnitud, que se evidencia en la lentitud de procesos en favor de un grupo o población, así como una escuela o un hospital menos. Quizá nuestro sentido de culpabilidad por haber otorgado un voto más a estos personajes hace que la sociedad calle en todos los sentidos.
Estamos presenciando un momento clave para la alicaída política peruana. El único líder importante que estaba en prisión preventiva, Ollanta Humala y su esposa, ha salido para seguir su proceso en libertad. La Justicia peruana se halla en la encrucijada de acelerar una imputación de lavado de activos que, por extensión, obligará a, de ser correcto, encerrar a otros líderes de la política peruana o regional, entre ellos, varios expresidentes. Sin embargo, Perú es el país de la magia y podría convertir sorpresivamente, de la noche a la mañana, un delito, en algo correcto, propio, saneado: de ser así, todos los personajes, incluso nuestro renunciante expresidente podría respirar tranquilo y solo tener “remordimiento de conciencia” el haber liberado a un criticado personaje como lo es Alberto Fujimori. De todo esto, los votantes somos testigos. De ser coherentes las observaciones hechas tipificadas como delitos, todos esos cuestionados personajes: Alan García (dos veces elegido), Alejandro Toledo, PPK, Ollanta Humala y la dos veces candidata Keiko Fujimori (todos fueron llevados o acercados al sillón presidencial, por nuestro voto); todos deberían de ir a prisión. Pero, Perú es país de posibilidades.
El Congreso, plagado de personajes altamente cuestionables, vinculados –muchos de ellos- con redes turbias de corrupción, ha sido “construido” por nuestros votos preferenciales. Estos han aprendido, por la indiferencia nuestra, a vivir a expensas de nosotros como avaladores de sus inconductas. Esta indiferencia viene de un socavamiento contundente desarrollado por la dupla Montesinos-Fujimori desde su primer gobierno. Destruyeron la vida política y creó una sociedad inerme, indiferente, banal (con ayuda de los medios) y hasta infantil, preocupada más por su álbum Panini o un mundial de fútbol, que por la realidad de su entorno social. Un mal que no se extingue; por el contrario, crece desmesuradamente.

domingo, 31 de diciembre de 2017

TRAICIÓN Y DECEPCIÓN (ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO CORREO 31 DE DICIEMBRE 2017) LA FELONÍA DE PPK

Cuando los peruanos tuvimos que elegir entre las dos opciones que quedaron para la segunda vuelta en junio del año pasado, muchas personas (como yo) teníamos nuestras reservas sobre la confiabilidad y capacidad de gobernar de Pedro Pablo Kuczynski. Ante la sombra de un posible gobierno presidido por una candidata cuya herencia política y acontecimientos escandalosos de entonces (audios incluidos), muchos de los votantes dimos nuestro respaldo a PPK, el cual recibía (creíamos) el mensaje de muchísimos peruanos de todas las clases sociales que salieron a las calles para evitar el ascenso de un gobierno cargado de personajes de dudosa reputación y una hija que no reconocía los crímenes de su padre; por eso, se advertía que el respaldo de los votantes iba adosado con el de no indulto presidencial. Sin embargo, la semana pasada, en víspera de navidad, PPK dio un golpe artero a la democracia y a los debidos procesos en el mundo judicial en una coyuntura la que el reconocido lobista internacional no supo cómo manejar. La historia de la credibilidad política ha tenido una raya más para su descrédito. Y las consecuencias en su sociedad que tiene escasa formación civil y duda de los organismos públicos, precisamente por actos como los que el Presidente ha hecho.
Tras el indulto, la primera víctima de este hecho ha sido la verdad. Las razones por las que el expresidente estaba en cárcel han sido pasadas por alto por una persona caracterizada en negociar, en este caso, su permanencia en el cargo y librarse del debido proceso posterior ante el escándalo Odebrecht. Expuesto a todas luces, el plan urdido por Keiko y Kenji se hace cada vez más evidente. La campaña de demolición contra el viejo lobista ha logrado su objetivo, más para el evidente beneplácito de Kenji que de su hermana. De pronto, PPK se ha vuelto prácticamente un rehén naranja, el cual debe de maquillar todo el miasma que ha provocado. Luego, una vez que los leales iniciales anti indulto que integraban su aparato estatal renunciaron, ha aparecido una serie de personajes, con Mercedes Aráoz a la cabeza, tratando de justificar lo injustificable. Para una sociedad cuyo civismo es pobre y básico (lo vemos en nuestro actuar diario), los mensajes que le llegan siguen deformando la historia como se puede ver en los medios de prensa, entrevistas y redes sociales. No nos sorprende que, de seguir así, pronto haya movimientos pro Montesinos. La frágil memoria de los peruanos ha permitido reelecciones cuestionables, crecimiento de movimientos siniestros como Movadef, ascenso de personajes corruptos reciclados (periodistas, empresarios, académicos, jueces) que debilitan cada vez más una democracia desacreditada y, para muchos peruanos (peligroso), prescindible. Esto fue un logro hecho por la dupla famosa en la década de los 90. PPK ha ayudado a incrementar ese descrédito con su gesto. Dudo que dé marcha atrás en. Lamentable realidad. ¿Feliz 2018?

domingo, 22 de octubre de 2017

POSIBLES DEPORTES NOCIVOS (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN LA INDUSTRIA DE TRUJILLO DOMINGO 22 DE OCTUBRE)

El fútbol, como cualquier deporte, encierra belleza y placer para aquel que lo practica, pues cultiva su cuerpo y mente generando confort corporal y desarrollando  disciplina para lograr objetivos concretos y mensurables. Los deportes colectivos, además, desarrollan el espíritu gregario y sentido de pertenencia, además de orgullo colectivo. Toda persona que hace y practica sistemáticamente cualquier deporte desarrolla, fuera de capacidades físicas, habilidades individuales y sociales.
Sin embargo, cuando otros factores intervienen para distorsionar el verdadero sentido del deporte, este se envuelve en una vorágine que le hace perder su razón de ser. El mundo deportivo se ha convertido a partir del siglo XX en un filón económico sobre el cual han intervenido factores comerciales y políticos, los que han desvirtuado mucho la esencia del deporte. Este se ha vuelto una maquinaria lucrativa (no solo el fútbol, sino el básquet, vóley, béisbol, entre otros deportes colectivos) que mueve mucho dinero en el cual los conceptos de ganar o perder pueden cambiar ya no por logros deportivos per se, sino por los intereses económicos o políticos que mueven sus hilos para cambiar resultados. La maquinaria económica crea ídolos y los envuelven en conceptos creados para el imaginario de la gente que van talando su gusto, su emoción para incorporarlos como nuevos parámetros extradeportivos. La maquinaria publicitaria sabe cómo crear y explotar las imágenes de esos ídolos deportivos portadores de marcas y eslóganes que terminan por volverlos figuras intocables. Fuera de la millonaria industria de los seguros (piernas, brazos, por ejemplo), las marcas exigen que los elegidos divinos cultiven más su físico que realizar a cabalidad cualquier actividad deportiva. La maquinaria, además, crea modalidades para que el público sienta la emoción de poder acceder a los Olimpos (Panamericanos, mundiales, olimpiadas) en fórmulas combinatorias que alejan el sentido original para volverlo más un campo de especulación que de práctica deportiva. Hay casos en que una selección gana o clasifica más por obra de la especulación matemática que de la actividad en sí. Suena absurdo, pero es así. Los resultados de esta selección es una demostración de ello.

Peor es cuando interviene la política. Como este ya es un campo donde campea la mediocridad e improvisación cada vez es más frecuente ver deportistas que se convierten en personajes políticos tentados por diversas tiendas políticas: así los vemos aparecer tentando un curul para el Congreso u otro quehacer electoral como alcaldías, regidurías y otros. Y como suele suceder, sobre todo en el mundo deportivo y farandulero nacional, estos neófitos personajes terminan convirtiéndose en “líderes de opinión”. Las declaraciones recientes de un personaje de la farándula televisiva practicante del deporte automovilístico sobre el posible indulto del expresidente reo Fujimori son una muestra de esa autoridad otorgada por las nuevas formas de licencia social.

domingo, 16 de abril de 2017

SOSPECHOSOS COMUNES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE ABRIL)

En el artículo anterior (domingo 09 de abril) publicado en esta columna refería a la soledad que los ciudadanos enfrentamos ante la desidia o corrupción de nuestras autoridades, sean locales, regionales o nacionales. Algunos amigos y colegas me comentaban, con toda válida argumentación, que nuestra debilidad radicaba en nuestra escasa cultura cívica y falta de compromiso ante tan alta responsabilidad como es el campo de la política, pues muchos de estos malos elementos salen del seno de nuestra sociedad, permisiva con toda forma de irregularidad, incluida la corrupción; esas características anómalas sociales las trasladan al campo de la dirigencia pública una vez que acceden al poder.
Sin embargo, creo que no toda la ciudadanía puede ser medida por las tergiversaciones de una mala democracia como la que manejamos en nuestra sociedad. Uno de esos crasos errores surge en la construcción de un partido político. La hechura de estos en la sociedad peruana dista mucho de lo que vendría a ser un verdadero partido político, con una ideología, estructura interna democrática, una meritocracia que permita el ascenso y la creación de cuadros técnicos e intelectuales capaces de asumir el gobierno de una ciudad, región o país. La constitución de varios partidos no pasa de ser la camarilla de amigos o paisanos que se propone llevar un móvil personal o grupal a veces reñido con los intereses comunes. Muchos partidos son, en realidad, clanes familiares. Ejemplos sobran a lo largo del país. Pero hay algunos partidos que se movilizan de maneras más oscuras y peligrosas, pues por la captación de votos no dudan en jalar a sus filas a personas de oscuro pasado. Estamos siendo testigos en las últimas semanas de ver varias autoridades políticas de estar involucradas en diversos escándalos de corrupción, amedrentamiento, extorsión, todo tipo de tráfico ilícito. Parece ser que FP, sobre todo, se ha esforzado en reclutar personajes que “enriquecen” las páginas de revistas y diarios, aparecen en las pantallas de TV o fluyen a través de memes o denuncias virtuales que hace dudar si es que en ese partido haya algún personaje que no se encuentre involucrado en algún escándalo o denuncia. Un partido lleno de injertos (hábito que viene desde la salita del SIN) y que, en vez de sumar, han restado la credibilidad de aquellos integrantes honestos y cabales que pueden estar militando en sus filas. La pregunta queda en saber si esos militantes tienen la capacidad de exigir una depuración de esos integrantes partidarios por cuestión de integridad, capacidad y honestidad, cualidades que carecen todos aquellos personajes que han estado desfilando por los medios en situaciones hilarantes y mortificantes. Son personajes políticos que están haciendo mucho daño al tejido social, pues muestra las deficiencias de la democracia formal al haber sido candidatos propuestos por una cúpula dirigencial que ha pensado, creo, cuidadosamente en quiénes son los indicados para representarlos.