¿Qué tienen en común personajes políticos tan disímiles como Valdemar Cerrón,
Guido Bellido, Patricia Chirinos, José Luna, Patricia Juárez, Jorge Montoya y
Enrique Wong? Pareciera que nada; sin embargo, son tan símiles en sus acciones que
nos hacen recordar la historia política de nuestro país y sus miserias. A la
larga, nada nuevo bajo el sol. Hechos como el alevoso blindaje a personajes tan
cuestionables como Merino, Becerril, Alarcón y Velásquez Quesquén han generado
mucha indignación en la ciudadanía que se entera muchas veces de estas acciones
a través de las redes sociales que en los medios de comunicación masiva como
muchos diarios de circulación nacional o cadenas de televisión cuyos programas
de investigación suelen hacerse de la vista gorda ante grueso escándalo. Ya nada
sorprende el accionar de los actuales integrantes del poder ejecutivo o
legislativo, pero sí se entiende si uno bucea a lo largo de la historia de
nuestros congresos anteriores en los que abundan casos como los que estamos
viviendo. No hay que ir muy lejos en el tiempo para entender algunos hechos
onerosos que incluso causaron cismas en añejos partidos. Varios de estos
sucesos están en el libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso
Quiroz. Así conoceremos cómo muchos personajes ligados a la nuestra política la
han usado para expoliar al Estado, favorecer a sus intereses o de ajenos y
enriquecerse rápida y descaradamente: mentalidad que atraviesa toda la sociedad
peruana y la vemos en cada uno de los procesos políticos de nuestra nación:
desde las alcaldías distritales hasta palacio de gobierno. Pedro Castillo es,
en cierta forma, esa manifestación burda de lo que suelen hacer todos los
políticos que han estado o se hallan en el poder, aunque queda como un simple
aprendiz frente a maestros de mayor calibre que son recordados con extraña
añoranza por varias personas. Por la lucha del poder en sí, vemos el caso de la
alianza APRA-UNO. Esta alianza desmoralizó a muchos viejos apristas, sobre todo
a aquellos que habían sufrido persecución y tortura por parte de las huestes de
Esparza Zañartu, el can cerbero de Odría. En la historia del APRA, ese fue un
punto de quiebre para que un ala de ese partido, bajo el nombre de los termocéfalos,
marque distancia ante ese acomodo de los líderes de ambos partidos para
petardear el trabajo de un novel Belaunde durante su primer gobierno. El APRA
era un partido con ideología, con intelectuales que generaban los interesantes
debates con la derecha conservadora y la izquierda de entonces. Tras el
Fujimorato, los viejos partidos comenzaron a resquebrajarse y surgen burdas imitaciones
de agrupaciones partidarias sin ideología ni idea de nación. Sin pocos buenos hombres pensadores como Seoane o Diez Canseco en el mundo político peruano actual, ¿están los
correligionarios de los “partidos” actuales en la capacidad de argüir ante
tanta mediocridad de sus integrantes? La miseria es su derrotero que nos enloda.
Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
Mostrando entradas con la etiqueta escándalo político. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta escándalo político. Mostrar todas las entradas
domingo, 3 de julio de 2022
domingo, 27 de mayo de 2018
VÍNCULOS OSCUROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 27 DE MAYO)
El miércoles 23 de la semana
pasada, el novísimo Centro de Investigación EVIDENCIA (CIEV) presentó a la
comunidad trujillana el primer fruto de su trabajo de investigación:
Chalequear, chantajear y boicotear, funciones del actor delictivo en campaña
electoral. Fui invitado como panelista a la presentación de la misma que habla sobre
los estrechos vínculos existentes entre personajes y partidos políticos durante
campañas electorales y el crimen organizado.
Esta valiente investigación
cualitativa ha hecho un corte en los momentos coyunturales en los que se
produce una intensificación de procesos políticos como los que se dan durante
las elecciones municipales o distritales, y se realizan mayores y más
frecuentes contactos entre el candidato y la masa electoral. La investigación
ha tomado algunos referentes en países en los que esta situación ya se ha
tornado frecuente como lo es en México, El Salvador y Colombia. En los
antecedentes más drásticos y extremos a recordar están los sonados crímenes de José
Donaldo Colosio y José Ruiz Massieu, ambos asesinados en México en 1994, por
querer limpiar el PRI de los escandalosos vínculos con el crimen organizado y
el narcotráfico que aumentaron considerablemente en el corrupto gobierno de
Salinas de Gortari. La investigación inicial que ha hallado el hilo extremo de
una gran madeja puede cambiar el panorama político de nuestra ciudad y que
puede extenderse más allá de Trujillo de hacerse las pertinentes
investigaciones. El crimen está entrando en contacto con actores políticos para
que, a través de roles claramente definidos, los actores delictivos les
permitan actuar en campaña en ciertas zonas “rojas” de algunos distritos
trujillanos. Quizá ya se haya mencionado esta situación previamente, sea por
medios de comunicación, sea sotto voce. El miedo y la ignorancia de algunos de
los actores de este proceso han permitido que estas formas hayan ido creciendo
en Trujillo de manera alarmante. La aparición de un personaje clave, al que los
investigadores denominan “chacal”, es importante, pues es el gozne entre el
bajo mundo y los políticos que no quieren verse involucrados en escándalos que
puedan dañar su imagen sobre un tema tan sensible como lo es la seguridad
ciudadana, sobre todo en las próximas elecciones municipales. Las entrevistas
hechas a personajes involucrados en esta actividad son aleccionadoras y
preocupantes, pues evidencian una penetración de esta actividad no regulada aún
en el mundo legal en las campañas políticas. Debido a la confidencialidad y a
lo complejo del tema, esta valiosa investigación quizá vaya a avanzar con
algunos tropiezos. Pero documentación tiene, así como testimonios que
permitirán ahondarla.
Tras la investigación quedan
muchas preguntas, algunas de las cuales podrían derivárselas a los futuros
candidatos a diversas alcaldías de nuestra ciudad, preguntas que por cierto no
serán nada cómodas. El periodismo tiene la palabra.
domingo, 31 de diciembre de 2017
TRAICIÓN Y DECEPCIÓN (ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO CORREO 31 DE DICIEMBRE 2017) LA FELONÍA DE PPK
Cuando los peruanos tuvimos
que elegir entre las dos opciones que quedaron para la segunda vuelta en junio
del año pasado, muchas personas (como yo) teníamos nuestras reservas sobre la
confiabilidad y capacidad de gobernar de Pedro Pablo Kuczynski. Ante la sombra
de un posible gobierno presidido por una candidata cuya herencia política y
acontecimientos escandalosos de entonces (audios incluidos), muchos de los
votantes dimos nuestro respaldo a PPK, el cual recibía (creíamos) el mensaje de
muchísimos peruanos de todas las clases sociales que salieron a las calles para
evitar el ascenso de un gobierno cargado de personajes de dudosa reputación y
una hija que no reconocía los crímenes de su padre; por eso, se advertía que el
respaldo de los votantes iba adosado con el de no indulto presidencial. Sin
embargo, la semana pasada, en víspera de navidad, PPK dio un golpe artero a la democracia
y a los debidos procesos en el mundo judicial en una coyuntura la que el
reconocido lobista internacional no supo cómo manejar. La historia de la
credibilidad política ha tenido una raya más para su descrédito. Y las
consecuencias en su sociedad que tiene escasa formación civil y duda de los
organismos públicos, precisamente por actos como los que el Presidente ha
hecho.
Tras el indulto, la primera
víctima de este hecho ha sido la verdad. Las razones por las que el
expresidente estaba en cárcel han sido pasadas por alto por una persona
caracterizada en negociar, en este caso, su permanencia en el cargo y librarse
del debido proceso posterior ante el escándalo Odebrecht. Expuesto a todas
luces, el plan urdido por Keiko y Kenji se hace cada vez más evidente. La
campaña de demolición contra el viejo lobista ha logrado su objetivo, más para
el evidente beneplácito de Kenji que de su hermana. De pronto, PPK se ha vuelto
prácticamente un rehén naranja, el cual debe de maquillar todo el miasma que ha
provocado. Luego, una vez que los leales iniciales anti indulto que integraban
su aparato estatal renunciaron, ha aparecido una serie de personajes, con
Mercedes Aráoz a la cabeza, tratando de justificar lo injustificable. Para una
sociedad cuyo civismo es pobre y básico (lo vemos en nuestro actuar diario),
los mensajes que le llegan siguen deformando la historia como se puede ver en
los medios de prensa, entrevistas y redes sociales. No nos sorprende que, de
seguir así, pronto haya movimientos pro Montesinos. La frágil memoria de los
peruanos ha permitido reelecciones cuestionables, crecimiento de movimientos siniestros
como Movadef, ascenso de personajes corruptos reciclados (periodistas, empresarios,
académicos, jueces) que debilitan cada vez más una democracia desacreditada y,
para muchos peruanos (peligroso), prescindible. Esto fue un logro hecho por la
dupla famosa en la década de los 90. PPK ha ayudado a incrementar ese
descrédito con su gesto. Dudo que dé marcha atrás en. Lamentable realidad.
¿Feliz 2018?
lunes, 3 de julio de 2017
A LA DERIVA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO LUNES 03 DE JULIO) ALARCÓN, ODEBRECHT, LA ZOZOBRA PERUANA
Este artículo de opinión debió de haber sido publicado el día domingo 02 de julio. A estas alturas, el Contralor Alarcón ya está de salida por decisión del Congreso.
La vida política peruana está
viviendo en una gran ciénaga moral, controlada por personajes de dudosa
catadura; los cuales, como en la salita de SIN, han ido desnudando a tanto líderes
de derecha, centro e izquierda de nuestro país. Los cuestionados Procurador de la República Edgar Alarcón y el Director
Ejecutivo de su empresa familiar Marcelo Odebrecht están demoliendo lentamente la
ya alicaída capa social política del país. Si podemos encontrar un punto de
referencia similar al que estamos viviendo; nos remontaríamos a todo ese
periodo en el que muchos Vladivideos comenzaron a salir al aire y comenzaron a
caer diversos personajes no solo de la casta gubernamental y su entorno (casi
todos los partidos de entonces tuvieron algún representante sentado en interesante
conversación con el Doc), sino empresarios, deportistas y gente de la farándula
limeña. Muchos de estos videos se “extraviaron”, puesto que varias altas
esferas se iban a ver íntimamente cuestionados e incluso enviados a prisión
como sucedió con peces menos gordos. Quizá para muchos jóvenes o personas que
vivieron engañados en la burbuja mediática creada en ese entonces jamás haya
llegado a sus oídos u ojos lo que significó para la sociedad peruana ese
periodo negro de nuestra historia que ahora se pretende disculpar, luego de
haberse levantado medio país, haber corrompido cuanta institución pública o
privada había en ese entonces y haber arrasado con la precaria moralidad escasa
que aún había.
El contexto ahora es, para
bien o para mal, diferente; el corruptor de gobiernos, Marcelo Odebrecht, quizá
no vaya a la cárcel gracias a la colaboración eficaz, luego de haber arruinado
la política no solo en su país, sino en cuanto lugar su empresa estuvo.
Odebrecht está en el país desde finales de los 80, cuando el primer gobierno de
AGP la trajo. Acostumbrada a los famosos lobbies políticos, los ha promovido en
cuantas elecciones gubernamentales hubo en las últimas décadas. Según palabras
del mismo colaborador, se “apoyaba” al candidato más fuerte en la contienda. De
ser lógica esta estrategia, la candidata KFF ha sido una segura beneficiada de
esta modalidad. A medida que se desmadeja la información, los diversos candidatos
de las últimas décadas están afilando sus estrategias de comunicación para tratar
de salir airosos; esperemos que no.
Lo de Alarcón es más grueso y
parece dedicado a dinamitar a cuanto político se le ponga por delante. Es
cierto que esta situación ha demostrado lo bastante improvisado que ha estado
este Gobierno en muchos rubros con algunos personajes de malas costumbres
lobbistas; pero el modo de accionar de este contralor ya bordea lo
delincuencial. Costumbres montesinistas.
¿Qué hacer como sociedad ante
el momento? Exigir más transparencia en procesos para no caer en las redes de mediocres
como Alarcón. Y otro objetivo más: partidos políticos modernos y sólidos, con
cuadros transparentes. Así se rescatará la credibilidad.
domingo, 16 de abril de 2017
SOSPECHOSOS COMUNES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE ABRIL)
En el artículo anterior (domingo 09 de abril) publicado en esta columna refería a la soledad
que los ciudadanos enfrentamos ante la desidia o corrupción de nuestras
autoridades, sean locales, regionales o nacionales. Algunos amigos y colegas me
comentaban, con toda válida argumentación, que nuestra debilidad radicaba en
nuestra escasa cultura cívica y falta de compromiso ante tan alta
responsabilidad como es el campo de la política, pues muchos de estos malos
elementos salen del seno de nuestra sociedad, permisiva con toda forma de
irregularidad, incluida la corrupción; esas características anómalas sociales
las trasladan al campo de la dirigencia pública una vez que acceden al poder.
Sin embargo, creo que no toda la ciudadanía puede ser medida por las tergiversaciones
de una mala democracia como la que manejamos en nuestra sociedad. Uno de esos
crasos errores surge en la construcción de un partido político. La hechura de
estos en la sociedad peruana dista mucho de lo que vendría a ser un verdadero
partido político, con una ideología, estructura interna democrática, una
meritocracia que permita el ascenso y la creación de cuadros técnicos e
intelectuales capaces de asumir el gobierno de una ciudad, región o país. La
constitución de varios partidos no pasa de ser la camarilla de amigos o
paisanos que se propone llevar un móvil personal o grupal a veces reñido con
los intereses comunes. Muchos partidos son, en realidad, clanes familiares. Ejemplos
sobran a lo largo del país. Pero hay algunos partidos que se movilizan de
maneras más oscuras y peligrosas, pues por la captación de votos no dudan en
jalar a sus filas a personas de oscuro pasado. Estamos siendo testigos en las
últimas semanas de ver varias autoridades políticas de estar involucradas en
diversos escándalos de corrupción, amedrentamiento, extorsión, todo tipo de
tráfico ilícito. Parece ser que FP, sobre todo, se ha esforzado en reclutar
personajes que “enriquecen” las páginas de revistas y diarios, aparecen en las
pantallas de TV o fluyen a través de memes o denuncias virtuales que hace dudar
si es que en ese partido haya algún personaje que no se encuentre involucrado
en algún escándalo o denuncia. Un partido lleno de injertos (hábito que viene
desde la salita del SIN) y que, en vez de sumar, han restado la credibilidad de
aquellos integrantes honestos y cabales que pueden estar militando en sus
filas. La pregunta queda en saber si esos militantes tienen la capacidad de
exigir una depuración de esos integrantes partidarios por cuestión de integridad,
capacidad y honestidad, cualidades que carecen todos aquellos personajes que
han estado desfilando por los medios en situaciones hilarantes y mortificantes.
Son personajes políticos que están haciendo mucho daño al tejido social, pues
muestra las deficiencias de la democracia formal al haber sido candidatos
propuestos por una cúpula dirigencial que ha pensado, creo, cuidadosamente en quiénes
son los indicados para representarlos.
domingo, 12 de febrero de 2017
ORFANDAD POLÍTICA (TEXTO REFLEXIVO A RAÍZ DE LA CONVERSACIÓN TELEVISIVA DEL DÍA VIERNES 10 DE FEBRERO; PUBLICADO DIARIO CORREO MARTES 14 DE FEBRERO)
Las secuelas de Odebrecht
siguen barriendo con el panorama político de nuestro país y de muchos vecinos; esta
semana nos ha dado la sorpresa anunciada que el ex presidente Alejandro Toledo
tiene orden de captura y, como en el lejano Oeste norteamericano, su cabeza
tiene precio. Ya se encuentra huyendo hacia Israel y es posible que se le niegue la entrada. La degradación de todo el aparato político peruano llega hasta el
hecho de que nuestros pasados y actuales líderes puedan ser considerados
delincuentes de cata mayor en este terremoto que aún se está quedando en el
dominio de lo político, ya que luego, como debe corresponder en oportunidades
como estas, debería pasar al campo económico (empresarial), comunicacional
(periodistas y medios) y todos los otros que hayan sido tocados por los
tentáculos de la corrupción.
Dos hechos son trascendentes
en la historia de la corrupción política en nuestro país en estas dos décadas
recientes: los famosos Vladivideos que desenmascararon a cientos de
personalidades políticas, financieras, empresariales, mediáticas, artísticas e,
incluso, deportivas. El alud fue incontenible y tumbaron el debilitado
fujimorato que concluyó con la huida y la renuncia de Alberto Fujimori desde
Japón. Muchos videos quedan aún por conocerse y duermen el sueño de los justos.
Y ahora tenemos en nuestras manos Odebrecht; los destapes recientes solo están
mostrando la punta del iceberg de una larga presencia en nuestro país desde el
gobierno de Morales Bermúdez en adelante.
Toda la clase política, tanto
personas como partidos, parece estar involucrada de una manera u otra. Es una
excelente oportunidad para que nuestra sociedad se despercuda de estas lacras
que no solo afectan la moral y ética de nuestra sociedad, sino todo el coste
económico para un país carente de sistemas de salud, educación, seguridad y de
transporte dignos para todos los peruanos. Una lástima que las prescripciones
hayan sido la herramienta que más de un delincuente de corbata ha empleado para
salir amparado de la justicia. Contamos con un aparato judicial y un poder
congresal totalmente sesgados, que pueden impedir que la búsqueda de corruptos
no se limite a los personajes que, en cierta manera, son débiles por carecer de
representatividad gubernamental en la actualidad. Pero el escándalo es
mayúsculo.
El panorama se
presenta sombrío y entramos en un proceso de orfandad; pero es el momento de la
sociedad civil que se comience a manifestar con fuerza. Los líderes, salvo
pocos, tienen escasa legitimidad para opinar; el APRA, partido antiguo, está
pasando por un fuerte crisis interna provocada, por qué no, por los destapes de
las últimas décadas y que van a ahondarse. Queda pues recomponer los partidos
políticos en los que haya una verdadera democracia y transparencia; creación de
faros ciudadanos con participación activa de instituciones cívicas y colectivos
creados en las últimas décadas; y participación indirecta de universidades y colegios profesionales,
fuente (creo) de la inteligentsia de nuestro país. Oportunidad histórica.domingo, 30 de octubre de 2016
EL CORRUPTO NUESTRO DE CADA DÍA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO A PROPÓSITO DE CASTAÑEDA, RAMÍREZ, CHLIMPER Y OTRAS JOYITAS DE LA POLÍTICA PERUANA)
A fines
de abril de este año, escribí un artículo sobre la corrupción y las
repercusiones de esta sobre una sociedad. Fue durante los días en los que
estalló el escándalo de los Panamá Papers, que involucraron a casi todas las
personalidades políticas, incluido PPK, y que fueron pasadas por agua tibia
mediáticamente hablando. Días previos a la segunda vuelta electoral, en las
filas del partido naranja iban a estallar dos gruesos escándalos de corrupción
(narcotráfico y tráfico de influencias) cuyos protagonistas se borraron del
mapa (Joaquín Ramírez y José Chlimper, ahora en el BCR). La frágil memoria de los peruanos ha
permitido que estos dos sucesos hayan pasado al olvido mediático. Y desde el
ascenso del actual Gobierno, han estallado varios escándalos vinculados a
tráfico de influencias y uno bastante grave que involucra a la actual gestión
edil limeña con el escándalo Lava Jato.
Para entender más este fenómeno vamos a tomar
prestadas las ideas sobre este tema, presentadas en un artículo en la revista
Filosofía Hoy No 21; describe el perfil de un corrupto: 1) Cree que lo suyo es
más valioso (“sobrevaloración psicótica de lo propio”) frente a una
subvaloración de lo ajeno, y lo hace sin remordimiento. 2) Genera un clima de
credibilidad de tal manera que las personas que son víctimas de sus actos
colaboran con ellos con toda pasividad; por eso detestan la violencia para no
generar inestabilidad en su juego. 3) Es hábil y crea mecanismos que aseguran
una cierta estabilidad para mantener la actividad corruptiva. 4) Se convierte
paulatimente en una persona admirada por dotes intelectuales y capacidad de
“emprendimiento”. 5) Desprecia a las demás personas que, pudiendo hacer lo
mismo, no son arrojados a realizar dichos actos. 6) Y por último, ya cayendo en
los límites de la insania social, tiene una escasa percepción del riesgo y
desarrolla una confianza amparada en la impunidad.
El hombre ha demostrado un instinto permanente a obtener cosas de
manera ilícita y desenfrenada; se puso límites a esta ambición individual, pero
las sanciones y descrédito no son bastante fuertes; por eso, los corruptos
siguen actuando como
si no fueran a ser descubiertos. El corrupto daña a la sociedad, le genera
atrasos en todos los niveles del quehacer humano: tergiversa las relaciones
humanas y pasamos a ser meras fichas de personas e instituciones que no tienen
escrúpulo alguno.
Bertrand De
Speville, abogado inglés y especialista en lucha contra la corrupción, plantea
tres elementos muy importantes para contrarrestarla en una sociedad: la
represión (penas duras sin capacidad de negociación), la prevención y la
educación, eje importante y de los más descuidados en países pobres como los
nuestros. Todo esto enmarcado en voluntad política.
Una sociedad
como la peruana, plagada de personajes corruptos a todo nivel, se debería
autoformularse la pregunta de si existe la voluntad para enfrentar a estos que corroen
nuestros tejidos sociales.
domingo, 5 de junio de 2016
ELECCIONES: POSIBLE FUTURO CONDENATORIO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 05 DE JUNIO)
Los peruanos estaremos decidiendo hoy
domingo quién nos estará gobernando por los siguientes cinco años. Es una de
las elecciones más reñidas de las últimas décadas, teñidas de muchas
irregularidades que surgieron durante la primera y la segunda vuelta. Durante
la primera, se excluyeron candidatos por
irregularidades como la de la compra de votos que motivaron la cancelación de
un fuerte contendor como lo era César Acuña; sin embargo, no se actuó con el
mismo rigor con otra candidata quien había hecho lo mismo a todas luces y con
claras evidencias en sus actividades proselitistas en zonas populares. Se
sacrificó a su vicepresidente Vladimiro Huaroc, a modo de “premio consuelo”.
Así ingresamos a una segunda vuelta, con
dinosaurios heridos de muerte como el caso de AGP. Pero la sombra de un flagelo
que ha estado corroyendo las sociedades latinoamericanas, el narcotráfico,
hacía su presencia en estas elecciones. Este fantasma acompaña todo tipo de
lides electorales en nuestro país desde hace tres décadas. En estas presidenciales,
esta amenaza ha saltado delante de nosotros. Y ha movido a la sociedad civil
desde sus cimientos, pese a que este mal ya está enraizado en diversos sectores
productivos como lo es el de la construcción o de servicios. Inicialmente, varios personajes que
solventaban los millonarios gastos de los diversos partidos en la contienda
fueron cuestionados en una primera instancia con el escándalo de los Panamá
Papers: muchos financistas aportadores de casi todos los partidos de la primera
vuelta estaban involucrados en sociedades creadas en paraísos fiscales. Pero la
bomba vendría con las denuncias del diario Univisión: lo de Joaquín Ramírez
tenía que volverse internacional (aunque hubo medios locales que ya difundían
este caso desde hace dos años) y con sello de la DEA para que la sociedad
peruana se despercudiera de su letargo. Y más grueso escándalo fue el de los
audios editados con tan toscos resultados que motivaron la renuncia de una
periodista, el cierre del tendencioso programa que los propaló y la
desaparición automática del hombre que era la imagen de una de los contendores.
Hablar de ello en el último debate hubiera sido suficiente para desequilibrar a
un partido que tiene entre sus principales cabezas a tales personajes. Es más,
si hubiera mayor conciencia política y un fuerte sentido ético en nuestra
sociedad, hubiera habido un desbande de muchos de sus seguidores y otros
dirigentes ante semejantes hechos. Pero pareciera que no es así. Nos estamos
volviendo cínicos. Un cinismo peligroso, no solo para la actualidad, sino para
el futuro de la sociedad que se quiere tener.
En la educación, todos sabemos que se
enseña con el ejemplo. Los niños y jóvenes ven en sus padres y adultos el
modelo de los valores que han de regir su mundo. Creo que el cinismo es lo que estamos
enseñando en las calles y en nuestros actos a ellos.
Después no nos quejemos.
domingo, 10 de abril de 2016
DÍA D (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DOMINGO 10 DE ABRIL)
El día decisivo llegó. Casi veintitrés millones de peruanos,
y entre ellos casi tres millones de nuevos votantes jóvenes, iremos a las urnas
para escoger entre los diez candidatos que postulan a la Presidencia a aquel
que nos gobernará por los siguientes cinco años, acompañado de sus
vicepresidentes; y, además, a los 130 congresistas que conformarán el nuevo
Congreso que legislará durante un lustro a la sociedad peruana. En este acto
electoral, los peruanos delegaremos a 138 personas que nos representen,
legislen, protejan, eduquen, cuiden nuestra salud, actúen racionalmente,
defiendan nuestros intereses y el bien común, culturicen, protejan nuestro
medio ambiente, respeten nuestras ideas, faciliten nuestros proyectos; todo bajo
la perspectiva de lograr una sociedad más justa, integrada, inclusiva y
dirigida hacia la felicidad. Esas son
las promesas que los cientos de candidatos han estado difundiendo en diferentes
medios a una sociedad bastante vapuleada y desencantada de mensajes positivos
que se lanzan al aire y que vienen de personas cargadas de un pesado pasado que
debe de ser tomado en cuenta.
Desde el inicio de la democracia formal en nuestro país,
hemos tenido diversos presidentes electos y de facto que han intentado
propuestas y modelos para poder desarrollar nuestra sociedad. Hubo 59
presidentes (algunos interinos y de transición) desde que nuestro país se
declaró independiente de España. Todos ellos ascendieron al poder, de manera
legal o subrepticia, con la responsabilidad de gobernar a una sociedad que
tiene grandes carencias y profundas diferencias. Una sociedad en la cual muchas
formas de escepticismo e indiferencia han ido ganando terreno gracias a que las
grandes necesidades básicas no han sido satisfechas o son de mala calidad;
necesidades convertidas en promesas de diversos
gobernantes de turno, los cuales las olvidaron o postergaron una vez ya en el
poder. Una sociedad que ha visto a sus instituciones políticas debilitarse por
el carácter caudillista de sus líderes, la escasa educación cívica de la
ciudadanía y la carencia mortificante de una ideología tras un partido
político. Y estas elecciones se han visto agravadas por haber tenido poco
espacio para discutir planes concretos de gobierno y sí para defenestrar al
oponente y crear un clima de zozobra y pánico que nada bien le hace a nuestra
sociedad.
Quien suba al sillón presidencial este 28 de julio tiene la
obligada misión de trabajar para la sociedad, que apunte hacia el desarrollo y
no solo el crecimiento, el cual ha deslumbrado a un grupo de peruanos por haber
contemplado solo lo económico sin ver los demás rubros importantes como salud,
educación, integridad y bienestar, y que alcance a la mayoría de peruanos.
Sino, todo esto, como de costumbre, volverá a ser promesa electoral en cinco
años. La pobreza e ignorancia son
fuentes inagotables de réditos políticos.
domingo, 13 de marzo de 2016
¿LA MISMA VARA? ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE MARZO
César Acuña y Julio Guzmán están fuera de la carrera a la
Presidencia. La decisión tomada por el JEE el miércoles 9 cierra un capítulo
más de esta contienda electoral. De más está decir que las repercusiones han
comenzado para ambos, sobre todo para nuestro ex alcalde cuyas instituciones
académicas han sufrido una remecida que está causando “muertos y heridos”.
Una de las razones esgrimidas para sacar a al ex candidato
Acuña, fuera de las graves e irrefutables pruebas de plagio, es la de entrega
de dádivas, acción prohibida durante cualquier proceso electoral. Las gruesas evidencias de entrega de dinero
en Piura y Chosica han sido la causa contundente de su exclusión. Lo realizado por
los jefes de campaña del fallido candidato era práctica común de su partido,
como lo mostraron antiguas campañas electorales para la Alcaldía o la
Gubernatura regional; además de utilizar sus centros universitarios como
cantera barata en la cual ejercía un proselitismo evidente bajo el cual sus
estudiantes y profesores tienen que “alinearse”. Varias veces se han denunciado
casos de docentes cuyos contratos eran condicionados por una velada lealtad exigida
que trasgrede el concepto de universidad como tal. Todo esto ha sido siempre
alimentado por un acentuado asistencialismo, el cual es justificado como la
forma cómo ganar presencia (y votos) en diversos sectores sociales sensibles
económicamente. Bolsas de arroz o azúcar equivalían a votos potenciales. Esta
práctica viene desde los inicios del siglo XX desde Leguía hasta nuestros días.
La práctica asistencialista paternalista apunta
precisamente a necesidades básicas descuidadas por el Estado o instituciones
para las cuales fueron creadas. Salud,
alimentación o seguridad han sido cubiertas en diversas campañas electorales por diversos candidatos (Acuña no es el único)
que, en cierta forma, agradecen esta realidad, porque obedece a una costumbre
fácil de captar votos. La pobreza es una extraordinaria oportunidad de negocios
y genera una forma peculiar de seguridad colectiva o de “cubrirse las
espaldas”, como bien lo saben la mafia y el narcotráfico. Son los nuevos héroes
sociales. Esta práctica no la ha hecho solo Acuña y sus seguidores. Debemos
recordar los famosos panetones de la Casa del Pueblo de antaño o los de Keiko
durante la campaña navideña del 2015. Pero en los últimos días, la tentación de
ser dadivoso coincide con la angustia de una posible segunda vuelta electoral y
todo lo invertido en la presente campaña se vaya al agua. Eso parece que ha pasado por la cabeza de
Vladimir Huaroc en Satipo. Si humanitaria fue la justificación que esgrimió
Acuña, la que costó su salida electoral, ergo, ¿qué se está esperando con el
candidato a la segunda vicepresidencia de Fuerza Popular para sancionarlo como
al ex alcalde trujillano? ¿O son medidos todos con diferentes varas? La salud
política nacional espera que el JNE y JEE actúen prontamente con esta acción o
la gente
seguirá viendo en este proceso algo tan turbio que ya muchos hablan, irresponsablemente,
de fraude.
Gerardo Cailloma
DAÑOS COLATERALES (PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 06 MARZO)
La exclusión de la candidatura de César Acuña a la
Presidencia causará una serie de repercusiones que ya se han venido sintiendo y cuyas
consecuencias no son del todo previsibles, aunque sí estimadas. Los impactos de
su nueva situación se pueden identificar en tres niveles: académico, ciudadano
y político.
Lo académico afectará más a un sinnúmero de instituciones,
docentes y estudiantes de las mismas. Acuña creó un emporio educativo a nivel
nacional que ha sido remecido por los últimos acontecimientos, pues este fue
empleado sin descaro por el candidato para su proselitismo. Además, en plena
campaña, las evidencias del plagio impactaron sobre otras universidades tanto
en el país como en el exterior. Estos impactos causaron una fuerte merma en la
imagen académica de las mismas y una gran duda en el imaginario de una
población que apuesta ciegamente en la educación superior, la cual ha sido el espacio para acciones
inescrupulosas que generan un fuerte engranaje no muy transparente en el mundo
de la profesionalización. El libre mercado en este campo ha generado
distorsiones y aberraciones que ahora estamos pagando. ¿Cómo quedará su
Universidad luego de su penosa campaña? Las aulas tienen su retrato y su nombre
aparece en la segunda estrofa del himno de la Universidad. ¿Cuánto está afectando
a sus estudiantes, docentes y graduados este escándalo? Y de paso, ¿cuál es la factura que se le puede
pasar a universidades como la Complutense con este ruido? El mundo académico es
muy estricto y, en diversos casos de plagios, no es nada indulgente. Casos
abundan y las respuestas son severas. Imagino que los jurados académicos
españoles habrán “puesto sus barbas en remojo”.
Lo ciudadano es un bumerán para Trujillo, ciudad que le
otorgó el derecho de gobernarnos por dos periodos ediles. Utilizó nuestros
votos al Gobierno Regional como trampolín para lanzarse a la Presidencia.
Durante su permanencia en el sillón edil fue sordo a diversas observaciones de
su gestión y hubo un manejo nada transparente de los recursos municipales. El
famoso video de “plata como cancha” durante su campaña para la reelección no
fue impedimento para que la masa electoral apostara por él. Hizo a toda una
población cómplice.
Y en lo político ha logrado el entierro de varios personajes
de nuestra política. Lo de Humberto Lay y Anel Townsend han sido los primeros
náufragos de este descalabro. Aunque, las cataduras morales no son prioridad en
este ambiente. Las llamadas “ñustas” de Acuña quizá vayan a sobrevivir como las
famosas geishas de Fujimori, quienes defendieron y defienden a ojos cerrados a
este personaje fuertemente cuestionado por la corrupción. En un país de escasa
memoria, todo puede pasar.
lunes, 21 de diciembre de 2015
ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 20 DICIEMBRE PACTOS CONTRANATURA
Estimados amigos:
Comparto mi artículo sobre política nacional.
Comparto mi artículo sobre política nacional.
PACTOS “CONTRA NATURA”
A medida que las elecciones presidenciales
y congresales se acercan, las alianzas electorales se hacen cada vez más
descaradas y escandalosas que transgreden el sentido común, la dignidad y el
respeto de diversos electores pertenecientes a los partidos que se preparan
para la contienda de abril. En la dinámica impuesta en la tan venida a menos
política nacional, los líderes de las diferentes tiendas partidarias tratan de
entablar alianzas y realizar “jales” para suplir carencias internas de sus
partidos de tal manera que se evidencian como oscuros negociados para intereses
ya no tan partidarios, sino personales. En el acomodo casi obsceno que estamos
viviendo, hemos visto caer diversas personalidades y figuras que alguna vez fueron
adalides de luchas por la democracia para convertirse en remedos de títeres
movidos por los tentáculos del nuevo mandamás. Estas dos últimas semanas, los
electores y el público en general han encarado estas noticias entre el asombro,
la decepción y la hilaridad. Las absurdas explicaciones para justificar alguna
alianza presidencial o adhesión a una lista congresal no son nada más que
insultos a las escasas dignidad y moral que quedan de la sociedad peruana. El
transfuguismo ya es una institución aceptada en los círculos políticos y, por
ende, por todos los correligionarios que reciben a estos injertos en sus
tiendas políticas para “aprovechar la coyuntura” (que es la única explicación
que cabe). La historia nos muestra que estos contubernios no son nada nuevos,
como el sonado caso de la alianza electoral entre APRA/UNO que hiciera que
muchos viejos apristas (sobre todo los perseguidos por el dictador Odría)
pusieran el grito en el cielo; sin embargo, cada vez hay menos dignidad por
parte de los militantes y todo pareciera que los partidos políticos se han
convertido más en un conjunto de personas cuyo propósito es acceder al poder a
como dé lugar y luego aprovechar el festín que hallarán en las arcas
nacionales. Todos apuestan a ganador para esperar una tajada en el marco de la
política light que ya estamos viviendo desde hace casi tres décadas.
Ante situaciones tan indignantes como
esta, urgen leyes: para los partidos políticos que se estructuren correctamente,
que tengan permanencia y no se conviertan en clanes familiares, empresariales o
elitistas; para la formación de cuadros políticos y técnicos no surgidos de la
improvisación (sin plagios de planes de gobierno, por ejemplo); para reformar
el Congreso, actualmente un lugar poblado de mucha gente improvisada y de rara
catadura moral, y que sus integrantes sean residentes permanentes en sus
lugares de orígenes cuya población los eligió para que velen por el bienestar
colectivo y no el suyo propio.
GERARDO CAILLOMA
Suscribirse a:
Entradas (Atom)