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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 3 de julio de 2022

EXTREMOS VERGONZOSOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE JULIO 2022)

 


¿Qué tienen en común personajes políticos tan disímiles como Valdemar Cerrón, Guido Bellido, Patricia Chirinos, José Luna, Patricia Juárez, Jorge Montoya y Enrique Wong? Pareciera que nada; sin embargo, son tan símiles en sus acciones que nos hacen recordar la historia política de nuestro país y sus miserias. A la larga, nada nuevo bajo el sol. Hechos como el alevoso blindaje a personajes tan cuestionables como Merino, Becerril, Alarcón y Velásquez Quesquén han generado mucha indignación en la ciudadanía que se entera muchas veces de estas acciones a través de las redes sociales que en los medios de comunicación masiva como muchos diarios de circulación nacional o cadenas de televisión cuyos programas de investigación suelen hacerse de la vista gorda ante grueso escándalo. Ya nada sorprende el accionar de los actuales integrantes del poder ejecutivo o legislativo, pero sí se entiende si uno bucea a lo largo de la historia de nuestros congresos anteriores en los que abundan casos como los que estamos viviendo. No hay que ir muy lejos en el tiempo para entender algunos hechos onerosos que incluso causaron cismas en añejos partidos. Varios de estos sucesos están en el libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso Quiroz. Así conoceremos cómo muchos personajes ligados a la nuestra política la han usado para expoliar al Estado, favorecer a sus intereses o de ajenos y enriquecerse rápida y descaradamente: mentalidad que atraviesa toda la sociedad peruana y la vemos en cada uno de los procesos políticos de nuestra nación: desde las alcaldías distritales hasta palacio de gobierno. Pedro Castillo es, en cierta forma, esa manifestación burda de lo que suelen hacer todos los políticos que han estado o se hallan en el poder, aunque queda como un simple aprendiz frente a maestros de mayor calibre que son recordados con extraña añoranza por varias personas. Por la lucha del poder en sí, vemos el caso de la alianza APRA-UNO. Esta alianza desmoralizó a muchos viejos apristas, sobre todo a aquellos que habían sufrido persecución y tortura por parte de las huestes de Esparza Zañartu, el can cerbero de Odría. En la historia del APRA, ese fue un punto de quiebre para que un ala de ese partido, bajo el nombre de los termocéfalos, marque distancia ante ese acomodo de los líderes de ambos partidos para petardear el trabajo de un novel Belaunde durante su primer gobierno. El APRA era un partido con ideología, con intelectuales que generaban los interesantes debates con la derecha conservadora y la izquierda de entonces. Tras el Fujimorato, los viejos partidos comenzaron a resquebrajarse y surgen burdas imitaciones de agrupaciones partidarias sin ideología ni idea de nación. Sin pocos buenos hombres pensadores como Seoane o Diez Canseco en el mundo político peruano actual, ¿están los correligionarios de los “partidos” actuales en la capacidad de argüir ante tanta mediocridad de sus integrantes? La miseria es su derrotero que nos enloda.


domingo, 27 de mayo de 2018

VÍNCULOS OSCUROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 27 DE MAYO)


El miércoles 23 de la semana pasada, el novísimo Centro de Investigación EVIDENCIA (CIEV) presentó a la comunidad trujillana el primer fruto de su trabajo de investigación: Chalequear, chantajear y boicotear, funciones del actor delictivo en campaña electoral. Fui invitado como panelista a la presentación de la misma que habla sobre los estrechos vínculos existentes entre personajes y partidos políticos durante campañas electorales y el crimen organizado.
Esta valiente investigación cualitativa ha hecho un corte en los momentos coyunturales en los que se produce una intensificación de procesos políticos como los que se dan durante las elecciones municipales o distritales, y se realizan mayores y más frecuentes contactos entre el candidato y la masa electoral. La investigación ha tomado algunos referentes en países en los que esta situación ya se ha tornado frecuente como lo es en México, El Salvador y Colombia. En los antecedentes más drásticos y extremos a recordar están los sonados crímenes de José Donaldo Colosio y José Ruiz Massieu, ambos asesinados en México en 1994, por querer limpiar el PRI de los escandalosos vínculos con el crimen organizado y el narcotráfico que aumentaron considerablemente en el corrupto gobierno de Salinas de Gortari. La investigación inicial que ha hallado el hilo extremo de una gran madeja puede cambiar el panorama político de nuestra ciudad y que puede extenderse más allá de Trujillo de hacerse las pertinentes investigaciones. El crimen está entrando en contacto con actores políticos para que, a través de roles claramente definidos, los actores delictivos les permitan actuar en campaña en ciertas zonas “rojas” de algunos distritos trujillanos. Quizá ya se haya mencionado esta situación previamente, sea por medios de comunicación, sea sotto voce. El miedo y la ignorancia de algunos de los actores de este proceso han permitido que estas formas hayan ido creciendo en Trujillo de manera alarmante. La aparición de un personaje clave, al que los investigadores denominan “chacal”, es importante, pues es el gozne entre el bajo mundo y los políticos que no quieren verse involucrados en escándalos que puedan dañar su imagen sobre un tema tan sensible como lo es la seguridad ciudadana, sobre todo en las próximas elecciones municipales. Las entrevistas hechas a personajes involucrados en esta actividad son aleccionadoras y preocupantes, pues evidencian una penetración de esta actividad no regulada aún en el mundo legal en las campañas políticas. Debido a la confidencialidad y a lo complejo del tema, esta valiosa investigación quizá vaya a avanzar con algunos tropiezos. Pero documentación tiene, así como testimonios que permitirán ahondarla.
Tras la investigación quedan muchas preguntas, algunas de las cuales podrían derivárselas a los futuros candidatos a diversas alcaldías de nuestra ciudad, preguntas que por cierto no serán nada cómodas. El periodismo tiene la palabra.

domingo, 31 de diciembre de 2017

TRAICIÓN Y DECEPCIÓN (ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO CORREO 31 DE DICIEMBRE 2017) LA FELONÍA DE PPK

Cuando los peruanos tuvimos que elegir entre las dos opciones que quedaron para la segunda vuelta en junio del año pasado, muchas personas (como yo) teníamos nuestras reservas sobre la confiabilidad y capacidad de gobernar de Pedro Pablo Kuczynski. Ante la sombra de un posible gobierno presidido por una candidata cuya herencia política y acontecimientos escandalosos de entonces (audios incluidos), muchos de los votantes dimos nuestro respaldo a PPK, el cual recibía (creíamos) el mensaje de muchísimos peruanos de todas las clases sociales que salieron a las calles para evitar el ascenso de un gobierno cargado de personajes de dudosa reputación y una hija que no reconocía los crímenes de su padre; por eso, se advertía que el respaldo de los votantes iba adosado con el de no indulto presidencial. Sin embargo, la semana pasada, en víspera de navidad, PPK dio un golpe artero a la democracia y a los debidos procesos en el mundo judicial en una coyuntura la que el reconocido lobista internacional no supo cómo manejar. La historia de la credibilidad política ha tenido una raya más para su descrédito. Y las consecuencias en su sociedad que tiene escasa formación civil y duda de los organismos públicos, precisamente por actos como los que el Presidente ha hecho.
Tras el indulto, la primera víctima de este hecho ha sido la verdad. Las razones por las que el expresidente estaba en cárcel han sido pasadas por alto por una persona caracterizada en negociar, en este caso, su permanencia en el cargo y librarse del debido proceso posterior ante el escándalo Odebrecht. Expuesto a todas luces, el plan urdido por Keiko y Kenji se hace cada vez más evidente. La campaña de demolición contra el viejo lobista ha logrado su objetivo, más para el evidente beneplácito de Kenji que de su hermana. De pronto, PPK se ha vuelto prácticamente un rehén naranja, el cual debe de maquillar todo el miasma que ha provocado. Luego, una vez que los leales iniciales anti indulto que integraban su aparato estatal renunciaron, ha aparecido una serie de personajes, con Mercedes Aráoz a la cabeza, tratando de justificar lo injustificable. Para una sociedad cuyo civismo es pobre y básico (lo vemos en nuestro actuar diario), los mensajes que le llegan siguen deformando la historia como se puede ver en los medios de prensa, entrevistas y redes sociales. No nos sorprende que, de seguir así, pronto haya movimientos pro Montesinos. La frágil memoria de los peruanos ha permitido reelecciones cuestionables, crecimiento de movimientos siniestros como Movadef, ascenso de personajes corruptos reciclados (periodistas, empresarios, académicos, jueces) que debilitan cada vez más una democracia desacreditada y, para muchos peruanos (peligroso), prescindible. Esto fue un logro hecho por la dupla famosa en la década de los 90. PPK ha ayudado a incrementar ese descrédito con su gesto. Dudo que dé marcha atrás en. Lamentable realidad. ¿Feliz 2018?

lunes, 3 de julio de 2017

A LA DERIVA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO LUNES 03 DE JULIO) ALARCÓN, ODEBRECHT, LA ZOZOBRA PERUANA

Este artículo de opinión debió de haber sido publicado el día domingo 02 de julio. A estas alturas, el Contralor Alarcón ya está de salida por decisión del Congreso.


La vida política peruana está viviendo en una gran ciénaga moral, controlada por personajes de dudosa catadura; los cuales, como en la salita de SIN, han ido desnudando a tanto líderes de derecha, centro e izquierda de nuestro país. Los cuestionados Procurador  de la República Edgar Alarcón y el Director Ejecutivo de su empresa familiar Marcelo Odebrecht están demoliendo lentamente la ya alicaída capa social política del país. Si podemos encontrar un punto de referencia similar al que estamos viviendo; nos remontaríamos a todo ese periodo en el que muchos Vladivideos comenzaron a salir al aire y comenzaron a caer diversos personajes no solo de la casta gubernamental y su entorno (casi todos los partidos de entonces tuvieron algún representante sentado en interesante conversación con el Doc), sino empresarios, deportistas y gente de la farándula limeña. Muchos de estos videos se “extraviaron”, puesto que varias altas esferas se iban a ver íntimamente cuestionados e incluso enviados a prisión como sucedió con peces menos gordos. Quizá para muchos jóvenes o personas que vivieron engañados en la burbuja mediática creada en ese entonces jamás haya llegado a sus oídos u ojos lo que significó para la sociedad peruana ese periodo negro de nuestra historia que ahora se pretende disculpar, luego de haberse levantado medio país, haber corrompido cuanta institución pública o privada había en ese entonces y haber arrasado con la precaria moralidad escasa que aún había.
El contexto ahora es, para bien o para mal, diferente; el corruptor de gobiernos, Marcelo Odebrecht, quizá no vaya a la cárcel gracias a la colaboración eficaz, luego de haber arruinado la política no solo en su país, sino en cuanto lugar su empresa estuvo. Odebrecht está en el país desde finales de los 80, cuando el primer gobierno de AGP la trajo. Acostumbrada a los famosos lobbies políticos, los ha promovido en cuantas elecciones gubernamentales hubo en las últimas décadas. Según palabras del mismo colaborador, se “apoyaba” al candidato más fuerte en la contienda. De ser lógica esta estrategia, la candidata KFF ha sido una segura beneficiada de esta modalidad. A medida que se desmadeja la información, los diversos candidatos de las últimas décadas están afilando sus estrategias de comunicación para tratar de salir airosos; esperemos que no.
Lo de Alarcón es más grueso y parece dedicado a dinamitar a cuanto político se le ponga por delante. Es cierto que esta situación ha demostrado lo bastante improvisado que ha estado este Gobierno en muchos rubros con algunos personajes de malas costumbres lobbistas; pero el modo de accionar de este contralor ya bordea lo delincuencial. Costumbres montesinistas.
¿Qué hacer como sociedad ante el momento? Exigir más transparencia en procesos para no caer en las redes de mediocres como Alarcón. Y otro objetivo más: partidos políticos modernos y sólidos, con cuadros transparentes. Así se rescatará la credibilidad.



domingo, 16 de abril de 2017

SOSPECHOSOS COMUNES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE ABRIL)

En el artículo anterior (domingo 09 de abril) publicado en esta columna refería a la soledad que los ciudadanos enfrentamos ante la desidia o corrupción de nuestras autoridades, sean locales, regionales o nacionales. Algunos amigos y colegas me comentaban, con toda válida argumentación, que nuestra debilidad radicaba en nuestra escasa cultura cívica y falta de compromiso ante tan alta responsabilidad como es el campo de la política, pues muchos de estos malos elementos salen del seno de nuestra sociedad, permisiva con toda forma de irregularidad, incluida la corrupción; esas características anómalas sociales las trasladan al campo de la dirigencia pública una vez que acceden al poder.
Sin embargo, creo que no toda la ciudadanía puede ser medida por las tergiversaciones de una mala democracia como la que manejamos en nuestra sociedad. Uno de esos crasos errores surge en la construcción de un partido político. La hechura de estos en la sociedad peruana dista mucho de lo que vendría a ser un verdadero partido político, con una ideología, estructura interna democrática, una meritocracia que permita el ascenso y la creación de cuadros técnicos e intelectuales capaces de asumir el gobierno de una ciudad, región o país. La constitución de varios partidos no pasa de ser la camarilla de amigos o paisanos que se propone llevar un móvil personal o grupal a veces reñido con los intereses comunes. Muchos partidos son, en realidad, clanes familiares. Ejemplos sobran a lo largo del país. Pero hay algunos partidos que se movilizan de maneras más oscuras y peligrosas, pues por la captación de votos no dudan en jalar a sus filas a personas de oscuro pasado. Estamos siendo testigos en las últimas semanas de ver varias autoridades políticas de estar involucradas en diversos escándalos de corrupción, amedrentamiento, extorsión, todo tipo de tráfico ilícito. Parece ser que FP, sobre todo, se ha esforzado en reclutar personajes que “enriquecen” las páginas de revistas y diarios, aparecen en las pantallas de TV o fluyen a través de memes o denuncias virtuales que hace dudar si es que en ese partido haya algún personaje que no se encuentre involucrado en algún escándalo o denuncia. Un partido lleno de injertos (hábito que viene desde la salita del SIN) y que, en vez de sumar, han restado la credibilidad de aquellos integrantes honestos y cabales que pueden estar militando en sus filas. La pregunta queda en saber si esos militantes tienen la capacidad de exigir una depuración de esos integrantes partidarios por cuestión de integridad, capacidad y honestidad, cualidades que carecen todos aquellos personajes que han estado desfilando por los medios en situaciones hilarantes y mortificantes. Son personajes políticos que están haciendo mucho daño al tejido social, pues muestra las deficiencias de la democracia formal al haber sido candidatos propuestos por una cúpula dirigencial que ha pensado, creo, cuidadosamente en quiénes son los indicados para representarlos.  


domingo, 12 de febrero de 2017

ORFANDAD POLÍTICA (TEXTO REFLEXIVO A RAÍZ DE LA CONVERSACIÓN TELEVISIVA DEL DÍA VIERNES 10 DE FEBRERO; PUBLICADO DIARIO CORREO MARTES 14 DE FEBRERO)

Las secuelas de Odebrecht siguen barriendo con el panorama político de nuestro país y de muchos vecinos; esta semana nos ha dado la sorpresa anunciada que el ex presidente Alejandro Toledo tiene orden de captura y, como en el lejano Oeste norteamericano, su cabeza tiene precio. Ya se encuentra huyendo hacia Israel y es posible que se le niegue la entrada. La degradación de todo el aparato político peruano llega hasta el hecho de que nuestros pasados y actuales líderes puedan ser considerados delincuentes de cata mayor en este terremoto que aún se está quedando en el dominio de lo político, ya que luego, como debe corresponder en oportunidades como estas, debería pasar al campo económico (empresarial), comunicacional (periodistas y medios) y todos los otros que hayan sido tocados por los tentáculos de la corrupción.
Dos hechos son trascendentes en la historia de la corrupción política en nuestro país en estas dos décadas recientes: los famosos Vladivideos que desenmascararon a cientos de personalidades políticas, financieras, empresariales, mediáticas, artísticas e, incluso, deportivas. El alud fue incontenible y tumbaron el debilitado fujimorato que concluyó con la huida y la renuncia de Alberto Fujimori desde Japón. Muchos videos quedan aún por conocerse y duermen el sueño de los justos. Y ahora tenemos en nuestras manos Odebrecht; los destapes recientes solo están mostrando la punta del iceberg de una larga presencia en nuestro país desde el gobierno de Morales Bermúdez en adelante.
Toda la clase política, tanto personas como partidos, parece estar involucrada de una manera u otra. Es una excelente oportunidad para que nuestra sociedad se despercuda de estas lacras que no solo afectan la moral y ética de nuestra sociedad, sino todo el coste económico para un país carente de sistemas de salud, educación, seguridad y de transporte dignos para todos los peruanos. Una lástima que las prescripciones hayan sido la herramienta que más de un delincuente de corbata ha empleado para salir amparado de la justicia. Contamos con un aparato judicial y un poder congresal totalmente sesgados, que pueden impedir que la búsqueda de corruptos no se limite a los personajes que, en cierta manera, son débiles por carecer de representatividad gubernamental en la actualidad. Pero el escándalo es mayúsculo.
El panorama se presenta sombrío y entramos en un proceso de orfandad; pero es el momento de la sociedad civil que se comience a manifestar con fuerza. Los líderes, salvo pocos, tienen escasa legitimidad para opinar; el APRA, partido antiguo, está pasando por un fuerte crisis interna provocada, por qué no, por los destapes de las últimas décadas y que van a ahondarse. Queda pues recomponer los partidos políticos en los que haya una verdadera democracia y transparencia; creación de faros ciudadanos con participación activa de instituciones cívicas y colectivos creados en las últimas décadas; y participación indirecta de universidades y colegios profesionales, fuente (creo) de la inteligentsia de nuestro país. Oportunidad histórica.

domingo, 30 de octubre de 2016

EL CORRUPTO NUESTRO DE CADA DÍA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO A PROPÓSITO DE CASTAÑEDA, RAMÍREZ, CHLIMPER Y OTRAS JOYITAS DE LA POLÍTICA PERUANA)

A fines de abril de este año, escribí un artículo sobre la corrupción y las repercusiones de esta sobre una sociedad. Fue durante los días en los que estalló el escándalo de los Panamá Papers, que involucraron a casi todas las personalidades políticas, incluido PPK, y que fueron pasadas por agua tibia mediáticamente hablando. Días previos a la segunda vuelta electoral, en las filas del partido naranja iban a estallar dos gruesos escándalos de corrupción (narcotráfico y tráfico de influencias) cuyos protagonistas se borraron del mapa (Joaquín Ramírez y José Chlimper, ahora en el BCR). La frágil memoria de los peruanos ha permitido que estos dos sucesos hayan pasado al olvido mediático. Y desde el ascenso del actual Gobierno, han estallado varios escándalos vinculados a tráfico de influencias y uno bastante grave que involucra a la actual gestión edil limeña con el escándalo Lava Jato.
 Para entender más este fenómeno vamos a tomar prestadas las ideas sobre este tema, presentadas en un artículo en la revista Filosofía Hoy No 21; describe el perfil de un corrupto: 1) Cree que lo suyo es más valioso (“sobrevaloración psicótica de lo propio”) frente a una subvaloración de lo ajeno, y lo hace sin remordimiento. 2) Genera un clima de credibilidad de tal manera que las personas que son víctimas de sus actos colaboran con ellos con toda pasividad; por eso detestan la violencia para no generar inestabilidad en su juego. 3) Es hábil y crea mecanismos que aseguran una cierta estabilidad para mantener la actividad corruptiva. 4) Se convierte paulatimente en una persona admirada por dotes intelectuales y capacidad de “emprendimiento”. 5) Desprecia a las demás personas que, pudiendo hacer lo mismo, no son arrojados a realizar dichos actos. 6) Y por último, ya cayendo en los límites de la insania social, tiene una escasa percepción del riesgo y desarrolla una confianza amparada en la impunidad.
El hombre ha demostrado  un instinto permanente a obtener cosas de manera ilícita y desenfrenada; se puso límites a esta ambición individual, pero las sanciones y descrédito no son bastante fuertes; por eso, los corruptos siguen actuando como si no fueran a ser descubiertos. El corrupto daña a la sociedad, le genera atrasos en todos los niveles del quehacer humano: tergiversa las relaciones humanas y pasamos a ser meras fichas de personas e instituciones que no tienen escrúpulo alguno.
Bertrand De Speville, abogado inglés y especialista en lucha contra la corrupción, plantea tres elementos muy importantes para contrarrestarla en una sociedad: la represión (penas duras sin capacidad de negociación), la prevención y la educación, eje importante y de los más descuidados en países pobres como los nuestros. Todo esto enmarcado en voluntad política.
Una sociedad como la peruana, plagada de personajes corruptos a todo nivel, se debería autoformularse la pregunta de si existe la voluntad para enfrentar a estos que corroen nuestros tejidos sociales.

domingo, 5 de junio de 2016

ELECCIONES: POSIBLE FUTURO CONDENATORIO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 05 DE JUNIO)

Los peruanos estaremos decidiendo hoy domingo quién nos estará gobernando por los siguientes cinco años. Es una de las elecciones más reñidas de las últimas décadas, teñidas de muchas irregularidades que surgieron durante la primera y la segunda vuelta. Durante la primera,  se excluyeron candidatos por irregularidades como la de la compra de votos que motivaron la cancelación de un fuerte contendor como lo era César Acuña; sin embargo, no se actuó con el mismo rigor con otra candidata quien había hecho lo mismo a todas luces y con claras evidencias en sus actividades proselitistas en zonas populares. Se sacrificó a su vicepresidente Vladimiro Huaroc, a modo de “premio consuelo”.
Así ingresamos a una segunda vuelta, con dinosaurios heridos de muerte como el caso de AGP. Pero la sombra de un flagelo que ha estado corroyendo las sociedades latinoamericanas, el narcotráfico, hacía su presencia en estas elecciones. Este fantasma acompaña todo tipo de lides electorales en nuestro país desde hace tres décadas. En estas presidenciales, esta amenaza ha saltado delante de nosotros. Y ha movido a la sociedad civil desde sus cimientos, pese a que este mal ya está enraizado en diversos sectores productivos como lo es el de la construcción o de servicios.  Inicialmente, varios personajes que solventaban los millonarios gastos de los diversos partidos en la contienda fueron cuestionados en una primera instancia con el escándalo de los Panamá Papers: muchos financistas aportadores de casi todos los partidos de la primera vuelta estaban involucrados en sociedades creadas en paraísos fiscales. Pero la bomba vendría con las denuncias del diario Univisión: lo de Joaquín Ramírez tenía que volverse internacional (aunque hubo medios locales que ya difundían este caso desde hace dos años) y con sello de la DEA para que la sociedad peruana se despercudiera de su letargo. Y más grueso escándalo fue el de los audios editados con tan toscos resultados que motivaron la renuncia de una periodista, el cierre del tendencioso programa que los propaló y la desaparición automática del hombre que era la imagen de una de los contendores. Hablar de ello en el último debate hubiera sido suficiente para desequilibrar a un partido que tiene entre sus principales cabezas a tales personajes. Es más, si hubiera mayor conciencia política y un fuerte sentido ético en nuestra sociedad, hubiera habido un desbande de muchos de sus seguidores y otros dirigentes ante semejantes hechos. Pero pareciera que no es así. Nos estamos volviendo cínicos. Un cinismo peligroso, no solo para la actualidad, sino para el futuro de la sociedad que se quiere tener.

En la educación, todos sabemos que se enseña con el ejemplo. Los niños y jóvenes ven en sus padres y adultos el modelo de los valores que han de regir su mundo. Creo que el cinismo es lo que estamos enseñando en las calles y en nuestros actos a ellos. 
Después no nos quejemos.

domingo, 10 de abril de 2016

DÍA D (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DOMINGO 10 DE ABRIL)

El día decisivo llegó. Casi veintitrés millones de peruanos, y entre ellos casi tres millones de nuevos votantes jóvenes, iremos a las urnas para escoger entre los diez candidatos que postulan a la Presidencia a aquel que nos gobernará por los siguientes cinco años, acompañado de sus vicepresidentes; y, además, a los 130 congresistas que conformarán el nuevo Congreso que legislará durante un lustro a la sociedad peruana. En este acto electoral, los peruanos delegaremos a 138 personas que nos representen, legislen, protejan, eduquen, cuiden nuestra salud, actúen racionalmente, defiendan nuestros intereses y el bien común, culturicen, protejan nuestro medio ambiente, respeten nuestras ideas, faciliten nuestros proyectos; todo bajo la perspectiva de lograr una sociedad más justa, integrada, inclusiva y dirigida hacia la felicidad.  Esas son las promesas que los cientos de candidatos han estado difundiendo en diferentes medios a una sociedad bastante vapuleada y desencantada de mensajes positivos que se lanzan al aire y que vienen de personas cargadas de un pesado pasado que debe de ser tomado en cuenta.
Desde el inicio de la democracia formal en nuestro país, hemos tenido diversos presidentes electos y de facto que han intentado propuestas y modelos para poder desarrollar nuestra sociedad. Hubo 59 presidentes (algunos interinos y de transición) desde que nuestro país se declaró independiente de España. Todos ellos ascendieron al poder, de manera legal o subrepticia, con la responsabilidad de gobernar a una sociedad que tiene grandes carencias y profundas diferencias. Una sociedad en la cual muchas formas de escepticismo e indiferencia han ido ganando terreno gracias a que las grandes necesidades básicas no han sido satisfechas o son de mala calidad; necesidades convertidas en  promesas de diversos gobernantes de turno, los cuales las olvidaron o postergaron una vez ya en el poder. Una sociedad que ha visto a sus instituciones políticas debilitarse por el carácter caudillista de sus líderes, la escasa educación cívica de la ciudadanía y la carencia mortificante de una ideología tras un partido político. Y estas elecciones se han visto agravadas por haber tenido poco espacio para discutir planes concretos de gobierno y sí para defenestrar al oponente y crear un clima de zozobra y pánico que nada bien le hace a nuestra sociedad.
Quien suba al sillón presidencial este 28 de julio tiene la obligada misión de trabajar para la sociedad, que apunte hacia el desarrollo y no solo el crecimiento, el cual ha deslumbrado a un grupo de peruanos por haber contemplado solo lo económico sin ver los demás rubros importantes como salud, educación, integridad y bienestar, y que alcance a la mayoría de peruanos. Sino, todo esto, como de costumbre, volverá a ser promesa electoral en cinco años.  La pobreza e ignorancia son fuentes inagotables de réditos políticos.


domingo, 13 de marzo de 2016

¿LA MISMA VARA? ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE MARZO

César Acuña y Julio Guzmán están fuera de la carrera a la Presidencia. La decisión tomada por el JEE el miércoles 9 cierra un capítulo más de esta contienda electoral. De más está decir que las repercusiones han comenzado para ambos, sobre todo para nuestro ex alcalde cuyas instituciones académicas han sufrido una remecida que está causando “muertos y heridos”.
Una de las razones esgrimidas para sacar a al ex candidato Acuña, fuera de las graves e irrefutables pruebas de plagio, es la de entrega de dádivas, acción prohibida durante cualquier proceso electoral.  Las gruesas evidencias de entrega de dinero en Piura y Chosica han sido la causa contundente de su exclusión. Lo realizado por los jefes de campaña del fallido candidato era práctica común de su partido, como lo mostraron antiguas campañas electorales para la Alcaldía o la Gubernatura regional; además de utilizar sus centros universitarios como cantera barata en la cual ejercía un proselitismo evidente bajo el cual sus estudiantes y profesores tienen que “alinearse”. Varias veces se han denunciado casos de docentes cuyos contratos eran condicionados por una velada lealtad exigida que trasgrede el concepto de universidad como tal. Todo esto ha sido siempre alimentado por un acentuado asistencialismo, el cual es justificado como la forma cómo ganar presencia (y votos) en diversos sectores sociales sensibles económicamente. Bolsas de arroz o azúcar equivalían a votos potenciales. Esta práctica viene desde los inicios del siglo XX desde Leguía hasta nuestros días.
La práctica asistencialista paternalista apunta precisamente a necesidades básicas descuidadas por el Estado o instituciones para las cuales fueron creadas.  Salud, alimentación o seguridad han sido cubiertas en diversas campañas electorales  por diversos candidatos (Acuña no es el único) que, en cierta forma, agradecen esta realidad, porque obedece a una costumbre fácil de captar votos. La pobreza es una extraordinaria oportunidad de negocios y genera una forma peculiar de seguridad colectiva o de “cubrirse las espaldas”, como bien lo saben la mafia y el narcotráfico. Son los nuevos héroes sociales. Esta práctica no la ha hecho solo Acuña y sus seguidores. Debemos recordar los famosos panetones de la Casa del Pueblo de antaño o los de Keiko durante la campaña navideña del 2015. Pero en los últimos días, la tentación de ser dadivoso coincide con la angustia de una posible segunda vuelta electoral y todo lo invertido en la presente campaña se vaya al agua.  Eso parece que ha pasado por la cabeza de Vladimir Huaroc en Satipo. Si humanitaria fue la justificación que esgrimió Acuña, la que costó su salida electoral, ergo, ¿qué se está esperando con el candidato a la segunda vicepresidencia de Fuerza Popular para sancionarlo como al ex alcalde trujillano? ¿O son medidos todos con diferentes varas? La salud política nacional espera que el JNE y JEE actúen prontamente con esta acción o la gente seguirá viendo en este proceso algo tan turbio que ya muchos hablan, irresponsablemente, de fraude.

Gerardo Cailloma

DAÑOS COLATERALES (PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 06 MARZO)

La exclusión de la candidatura de César Acuña a la Presidencia causará una serie de repercusiones que  ya se han venido sintiendo y cuyas consecuencias no son del todo previsibles, aunque sí estimadas. Los impactos de su nueva situación se pueden identificar en tres niveles: académico, ciudadano y político.
Lo académico afectará más a un sinnúmero de instituciones, docentes y estudiantes de las mismas. Acuña creó un emporio educativo a nivel nacional que ha sido remecido por los últimos acontecimientos, pues este fue empleado sin descaro por el candidato para su proselitismo. Además, en plena campaña, las evidencias del plagio impactaron sobre otras universidades tanto en el país como en el exterior. Estos impactos causaron una fuerte merma en la imagen académica de las mismas y una gran duda en el imaginario de una población que apuesta ciegamente en la educación superior, la cual  ha sido el espacio para acciones inescrupulosas que generan un fuerte engranaje no muy transparente en el mundo de la profesionalización. El libre mercado en este campo ha generado distorsiones y aberraciones que ahora estamos pagando. ¿Cómo quedará su Universidad luego de su penosa campaña? Las aulas tienen su retrato y su nombre aparece en la segunda estrofa del himno de la Universidad. ¿Cuánto está afectando a sus estudiantes, docentes y graduados este escándalo?  Y de paso, ¿cuál es la factura que se le puede pasar a universidades como la Complutense con este ruido? El mundo académico es muy estricto y, en diversos casos de plagios, no es nada indulgente. Casos abundan y las respuestas son severas. Imagino que los jurados académicos españoles habrán “puesto sus barbas en remojo”.
Lo ciudadano es un bumerán para Trujillo, ciudad que le otorgó el derecho de gobernarnos por dos periodos ediles. Utilizó nuestros votos al Gobierno Regional como trampolín para lanzarse a la Presidencia. Durante su permanencia en el sillón edil fue sordo a diversas observaciones de su gestión y hubo un manejo nada transparente de los recursos municipales. El famoso video de “plata como cancha” durante su campaña para la reelección no fue impedimento para que la masa electoral apostara por él. Hizo a toda una población cómplice.

Y en lo político ha logrado el entierro de varios personajes de nuestra política. Lo de Humberto Lay y Anel Townsend han sido los primeros náufragos de este descalabro. Aunque, las cataduras morales no son prioridad en este ambiente. Las llamadas “ñustas” de Acuña quizá vayan a sobrevivir como las famosas geishas de Fujimori, quienes defendieron y defienden a ojos cerrados a este personaje fuertemente cuestionado por la corrupción. En un país de escasa memoria, todo puede pasar.

lunes, 21 de diciembre de 2015

ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 20 DICIEMBRE PACTOS CONTRANATURA

Estimados amigos:

Comparto mi artículo sobre política nacional. 


PACTOS “CONTRA NATURA”

A medida que las elecciones presidenciales y congresales se acercan, las alianzas electorales se hacen cada vez más descaradas y escandalosas que transgreden el sentido común, la dignidad y el respeto de diversos electores pertenecientes a los partidos que se preparan para la contienda de abril. En la dinámica impuesta en la tan venida a menos política nacional, los líderes de las diferentes tiendas partidarias tratan de entablar alianzas y realizar “jales” para suplir carencias internas de sus partidos de tal manera que se evidencian como oscuros negociados para intereses ya no tan partidarios, sino personales. En el acomodo casi obsceno que estamos viviendo, hemos visto caer diversas personalidades y figuras que alguna vez fueron adalides de luchas por la democracia para convertirse en remedos de títeres movidos por los tentáculos del nuevo mandamás. Estas dos últimas semanas, los electores y el público en general han encarado estas noticias entre el asombro, la decepción y la hilaridad. Las absurdas explicaciones para justificar alguna alianza presidencial o adhesión a una lista congresal no son nada más que insultos a las escasas dignidad y moral que quedan de la sociedad peruana. El transfuguismo ya es una institución aceptada en los círculos políticos y, por ende, por todos los correligionarios que reciben a estos injertos en sus tiendas políticas para “aprovechar la coyuntura” (que es la única explicación que cabe). La historia nos muestra que estos contubernios no son nada nuevos, como el sonado caso de la alianza electoral entre APRA/UNO que hiciera que muchos viejos apristas (sobre todo los perseguidos por el dictador Odría) pusieran el grito en el cielo; sin embargo, cada vez hay menos dignidad por parte de los militantes y todo pareciera que los partidos políticos se han convertido más en un conjunto de personas cuyo propósito es acceder al poder a como dé lugar y luego aprovechar el festín que hallarán en las arcas nacionales. Todos apuestan a ganador para esperar una tajada en el marco de la política light que ya estamos viviendo desde hace casi tres décadas.
Ante situaciones tan indignantes como esta, urgen leyes: para los partidos políticos que se estructuren correctamente, que tengan permanencia y no se conviertan en clanes familiares, empresariales o elitistas; para la formación de cuadros políticos y técnicos no surgidos de la improvisación (sin plagios de planes de gobierno, por ejemplo); para reformar el Congreso, actualmente un lugar poblado de mucha gente improvisada y de rara catadura moral, y que sus integrantes sean residentes permanentes en sus lugares de orígenes cuya población los eligió para que velen por el bienestar colectivo y no el suyo propio.


GERARDO CAILLOMA