Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
Mostrando entradas con la etiqueta conciencia ciudadana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conciencia ciudadana. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de marzo de 2017

BREVE CRÓNICA DE UNA CIUDAD ABATIDA (TRUJILLO Y SUS HUAICOS NATURALES Y SOCIALES)

Miércoles 22 de marzo. Luego de una semana de lluvias y huaycos (riadas de lodo y piedra), salí a ver cómo estaban mis amigos y una parte de la ciudad: el centro histórico de Trujillo. Premunido de una máscara, gorro, agua y una cámara fotográfica me enfilé hacia la Av. América Norte, ubicada a dos cuadras de mi casa. Mi caminata fue un poco accidentada, pues se habían colocado bolsas de arena en lugares que entorpecían el paso o lo obstaculizaba del todo. Además se veían muchas calles con el acceso a ellas totalmente cerrado. Ojalá que alguno de sus residentes no vaya a pasar alguna urgencia, pues la posibilidad de llegar a cualquier domicilio en esa calle es nula. Agreguémosle la cantidad de tranqueras que se han colocado en varios barrios para que uno imagine el caos que hay en la ciudad. Y muchos vecinos han sacado sus bolsas de basura para depositarlas en las calles a las cuales, tal como están las cosas, dudo que llegue el camión de recojo. En varios aspectos, los ciudadanos, más que ser parte de la solución, somos parte del gran problema en situaciones como estas. En realidad, tenemos de nota en Civismo: 0.



Luego de seis riadas, el Centro Histórico ha sido uno de los barrios más castigados de la urbe. El Porvenir y Buenos Aires, ambos equidistantes, son también los que más graves consecuencias han tenido. Estos barrios han sido construidos sobre varios lechos de ríos secos que se activan en temporadas pluviales como esta. Recuerdo una visita que hice por el sur de Israel, zona generalmente desértica, en la cual hay lluvias esporádicas pero violentas. Las autoridades habían planificado estos lugares llamados Wadi (un poco como los lechos de ríos secos) para que nada se construyese sobre ellos y que haya advertencias para cualquier visitante, fuera de refugios por su hubiera una furtiva riada de agua. Me tocó la experiencia de vivir una tormenta sorprendente con rayos que iluminaban la noche y que retumbaban sobre las cabañas en las que estábamos hospedados; al día siguiente, hubo una fuerte lluvia y vi cómo esos lechos secos se cargaban de agua que formaban una fuerte corriente y que arrastraba con todo. Buen susto, pero todo bien previsto. Aquí varios de estos lechos son zonas urbanizadas e incluso lotizadas “legalmente”, producto de invasiones, traficantes de tierras y de políticos inescrupulosos para obtener votos futuros. A mi parecer, hay zonas en las cuales la intervención de un proyecto de canalización de aguas significará forzosamente la expropiación de casas e incluso cuadras para construir un gran canal dren para la ciudad. Esperemos que haya ese líder que se faje esta impopular medida, pero necesaria si la ciudad en su conjunto quiere seguir existiendo. Las medidas hechas en Ecuador para su sistema de drenaje han sido extraordinarias, un verdadero ejemplo para el de nosotros, el país que lideraba la economía del continente y no ha sido capaz de crear verdaderos proyectos de impacto social como sí lo ha hecho Ecuador. 19 años perdidos desde el Fujimorato con el Niño del 98 y 34 años desde el Niño 82-83 desde el segundo gobierno de Belaunde. Tiempo perdido.
Sigamos con el lamentable periplo. Entré por la Avenida Manuel Vera Enríquez para encontrarme con un tráfico endemoniado y que levantaba un polvo bastante dañino. Esta tierra llegó del famoso camposanto de Mampuesto, un ex reservorio chimú ahora un cementerio. Huelgan las palabras para preguntar cómo es que este reservorio natural terminó de cementerio que colapsa por ¡segunda vez! Imagino que en la era Chimú, muchos canales se servían de estas aguas cuando había lluvias cuyas aguas alimentaban este reservorio natural. Ahora no existen esas fugas o las mismas se han convertido en calles, avenidas o manzanas de casas. Al llegar a la esquina entre la avenida mencionada y la 8 de Octubre me hallé con un microbús atascado en un hoyo abierto por la corrosión de la capa asfáltica. La presencia de varios policías de tránsito como algunos voluntarios controló el tráfico de gente desesperada de salir como sea de ese tráfago. La gente acataba las reglas, pero no faltaba algún abusivo en camionetas 4x4 que generaban desorden: increíble, no era el transporte público, sino energúmenos al volante que se creen con todo el derecho del mundo a avanzar sin respetar a los demás; incluso algunos parecían tener la intención de arrollar peatones. Subí un par de cuadras la avenida 8 de Octubre y la situación era caótica. Muchas calles estaban bloqueadas u otras llenas de lodo de la riada del domingo 19 (la que fue más fuerte). Me dirigí nuevamente a la Avenida Manuel Vera y tomé la dirección de Av. España. Era un caos total, los policías indicaban a los choferes de no tomar la Vera Enríquez por la cantidad de barro acumulado. Crucé hacia la calle Junín. Un triste panorama; sin embargo, ya había maquinaria removiendo el barro para que haya un tránsito fluido. Tres cuadras de Junín, cercanas a la calle San Martín, estaban llenas de lodo y basura. Y así sucedió con todas las transversales a San Martín, la que ha soportado todas las riadas y, quizá, las que vengan aún. Cuando escribo esto, ya están anunciando otra.




Entrar a San Martín es sentirse desolado. Imagino la pesadilla que habrán vivido residentes y comercios que se hallan en esta calle. Aún discurría agua cerca de las bermas. Me acerqué a la Alianza Francesa a ver el edificio. No había nadie, pero luego hablé con el Director y me comentó que habían previsto varias medidas: cubrir objetos y elevarlos, igual libros y otros materiales, asegurar ventanas y puertas. En el 98, el entonces Director vio pasar flotando un gran conteiner de basura desde la avenida Miraflores. No sé qué habrán visto esta vez. Me acerqué al restaurante de unos amigos, el Patio Rojo: daños considerables. Espero que los bancos tengan una política de préstamos blandos a muchos pequeños y medianos empresarios que han sufrido pérdidas parciales o totales de sus medios de trabajo: es lo mínimo que pueden hacer, ya que ahora te prestan dinero a por doquier. Solo espero que no sea una política de usura total que es la esencia, en cierta manera, de un banco.
Seguí caminando por San Martín y vi las tres casas que amenazan desplomarse. Creo que se haría una acción de emergencia, ya que la gente pasa al costado de ellas sin medir el peligro de la caída parcial o completa de una de estas casas. Lamentable. Esta vez me dirigí hacia el Club Libertad. Hablé con el Sr. Anticona, guardián del lugar; me contó aterrado cómo el agua y el lodo ingresaron en el local inundando parte de las canchas de básquet y la entrada. De ahí me dirigí hacia la calle Almagro. Antes di una mano a un señor gasfitero que iba a hacer unos arreglos a una casa, el señor es discapacitado físico y no podía subir los montículos creados con los sacos de arena. Vi otros casos más; si la ciudad en sí es poco amable con los discapacitados físicos, por estos días el panorama es peor. De Almagro fui hacia la Plaza de Armas que yacía aún con polvo, pero ya no como la vi fotografiada el domingo. Subí por Pizarro y en el camino te encuentras con vendedores improvisados de venta de mascarillas. Fui a una farmacia a comprar una medicina que sí había, aparte pregunté por mascarillas: agotadas. Todas estas están en las calles sobrevaloradas. Imagino que el índice de inflación por estos días debe de estar llegando más allá del 40 %. Seguí por Pizarro, quise tomar un jugo y no tenía vuelto: el billete de 10 o 20 soles era raro. Me abstuve y me dirigí hacia la Casa de Emancipación: cerrada. Luego Club Central: cerrado. Doblé por Junín para ver Santa Clara: cerrada. Tomé la calle Independencia hasta España en cruce con Av. Del Ejército. Crucé la avenida, ya no tan caótica para dirigirme hacia la Av. Miraflores. Aquí ya es otro el panorama y el caos volvía a cundir. 




La Av. Miraflores ha sido el cauce “natural” de estas riadas. El asfalto se ha hundido por muchas partes, pero no se ven dichos huecos por la presencia de agua. El caos se iba acentuando a medida que uno se acerca a la Av. Túpac Amaru. La calle está cerrada y a lo largo de la avenida en dirección hacia la Av. América Este las calles trasversales están todas cerradas con barreras de sacos o tranqueras. Es la locura total. En algunos casos, la gente ha hecho una suerte de fortines que a la llegada del agua la derivan hacia el vecino afectándolo. Los trujillanos se quejan del molón de Salaverry y ellos han hecho réplicas del mismo sin importarles a quiénes afectan. Nuevamente, 0 civismo.
Pasé frente al Cementerio de Miraflores. No vi mucho, pero creo que los vivos se han preocupado más por sus vidas que por los muertos. Seguí hasta llegar a Borgoño, doblé para ver cómo estaba la Universidad Privada del Norte, mi ex centro de trabajo, poco afectado. Luego me dirigí hasta Daniel Hoyle para visitar a María. Estaba tranquila felizmente. Pero problemas de agua y organización son los que carcomen la paciencia de la gente. En su casa hice una buena pascana. Como reflexión es la necesidad de organizarnos para exigir a las autoridades presentes y venideras en embarcarse en proyectos globales urbanos que consideren drenes, canales, parques, una urbanización ordenada de la ciudad.




Tomé el camino hacia 8 de Octubre, luego de mi pascana. También en un estado lamentable. Hay algunos sectores que han llegado a situaciones extremas: han construido un muro rápido de ladrillos y cemento.

Trujillo tiene que pensar que ya somos una ciudad tropical y que esta experiencia sea el punto de partida de una ciudad mejor. No queda otra. Porque Trujillo sigue siendo un  lugar bonito para vivir y lo haremos.



domingo, 19 de febrero de 2017

CIUDAD ENFERMA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 19 DE FEBRERO)

Las primeras manifestaciones vivas, rápidas y directas que tiene un visitante de una ciudad son su sistema vial y en el manejo de sus ruidos. A través de estas, el foráneo tiene una radiografía inevitablemente fortuita de sus habitantes, pues son las maneras y convenciones cómo los ciudadanos, Trujillo en este caso, nos interrelacionamos diariamente.
He tenido oportunidades de constatar cuál es la primera impresión que algunos visitantes se llevan de la ciudad. Recuerdo una ciudadana norteamericana invitada para una conferencia en una universidad local y su reacción nos sorprendió mucho; desde el taxi que la recogió del aeropuerto hasta su retorno al terminal aéreo para regresar a su país estuvo aterrada durante el trayecto o cuando iba por nuestras pistas y calles: la intrepidez insana de los conductores, el estado deplorable de muchos vehículos de transporte público o privado, el uso indiscriminado del claxon y las radios a todo volumen, más el caos la aterrorizaron.
El retiro de más de doscientos microbuses vetustos es un grano de arena en el caos vial actual, pero es un buen comienzo. Hay gente interesada que estas operaciones no se lleven a cabo, sea por demagogia o por intereses económicos mezquinos. Los plazos para su retiro han sido negociados por diversas tiendas políticas no en beneficio de la ciudad, sino en la contabilización de votos o la posibilidad, que ahora cabe, de actos corruptos oscuros que pudieran haber beneficiado a una u otra parte. La liberalización del transporte por el fujimorato ha tomado caminos dentro de un concepto de libre mercado que nos está dejando estos monstruos incontrolables. Y esas mismas hidras económicas hacen inválidas diversas ordenanzas para regularizar el tránsito de nuestra sufrida ciudad. Un ejemplo: cada vez es más frecuente ver mototaxis que ingresan osadamente por la periferia del centro histórico, muchas de ellas portando calcomanías que las ubican bajo un paraguas de grupos de extorsionadores. A través de esta maraña también salta el fantasma de la corrupción al ver entes del poder judicial emitiendo amparos judiciales a líneas de transporte o, lo más terrible, la posibilidad de circulación de choferes que acarrean varias multas en su haber. Recuerdo que hubo el caso, entre varios, de un chofer que atropelló a varias personas e, incluso, mató a una anciana, y el criminal seguía conduciendo, aduciendo que era el pan que llevaba a sus hijos diariamente. La extorsión de los sentimientos es algo que los peruanos sabemos trabajar en contra de nosotros mismos.

La Municipalidad debe de crear un buen servicio público “público”, no privado que solo buscan lucro y pocas veces se preocupan del usuario o peatón. Esperamos el día en que solo halla buses articulados, tranvías modernos o un metro que saquen de circulación a tanto vehículo pequeño (buses, micros y combis) contaminante (ruido y esmog) y arma asesina potencial en mano de tanto chofer inescrupuloso. Larga marcha.

domingo, 25 de septiembre de 2016

EL AMAZONISMO (DE LA SELVA, SU MOVIMIENTO DE IDENTIDAD) ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE SEPTIEMBRE

La reciente visita a Trujillo de Gino Ceccarelli y Christian Bendayán, dos personalidades destacadas en el mundo del arte peruano contemporáneo e iquiteños ambos, y la reciente lectura de diversos fragmentos del ensayo sobre el problema del indio de José Carlos Mariátegui con mis alumnos de colegio son los referentes que motivan este artículo.
En las discusiones realizadas sobre el arte amazónico y su coyuntura es inevitable evocar la aguda y vigente reflexión escrita por Mariátegui en su obra 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. El problema indígena, tema álgido en las primeras décadas del siglo pasado, es abordado de manera sistemática y global, y es una realidad aún no superada por la sociedad peruana ya entrado el siglo XXI. Pero en las últimas décadas  hemos comenzado a conocer esa gran porción de nuestro territorio aún lejano tanto geográfica como mentalmente de los peruanos costeños y de la oficialidad centralista: la Amazonía (739.676 km², que representa el 57,6% del territorio peruano).  Si para el limeño de inicios del siglo pasado el indígena cuzqueño era un ser tan lejano y exótico como un watusi o un berebere; para el costeño actual lo es un huitoto, ashaninka o bora. Nuestro desconocimiento sobre ese mar verde es el motivo por el cual aún no lo sentimos como parte de nuestra compleja identidad. El vasto territorio amazónico es ocupado, según datos de 2011, por 332,975 habitantes. En su vastedad es salpicada por algunas poblaciones notables como Iquitos, la ciudad más grande del mundo sin acceso terrestre. La selva es descomunal, pero las ideas erradas de civilización la han hecho lugar de barbaridades, narradas a través del alucinado Roger Casement, recreado por Mario Vargas Llosa en su obra El sueño del celta; o por los ojos trastornados del español Lope de Aguirre y el irlandés Brian Fitzgerald (Fitzcarraldo), ambos retratados por el cine del alemán Werner Herzog. Pero son visiones occidentales. Como reclamaba Mariátegui en su propuesta sobre el indio peruano, se necesitan voces desde adentro para interpretar ese mundo aún ignoto para los demás, esa cosmogonía no entendida por la mayoría de nosotros, que se documente todo el imaginario que lo abordamos con ojos y actitud de exotismo antes que respeto y admiración. La selva sigue siendo un territorio ferozmente agredido, escenario de matanzas (Bagua) y de luchas pendientes del Estado peruano por la seguridad (VRAE), de gente desplazada por intereses mercantilistas (tala, minería, petróleo).
El lenguaje de los artistas, de pobladores nativos que acceden a estudios académicos y de los investigadores sociales han abierto esa ventana que nos permitirá acercarnos a ella con respeto; que sus mitos no queden solo como anécdotas de la rica tradición oral; que nos unamos a la defensa de sus intereses y que no volvamos a escuchar frases indignantes como la dicha por un exmandatario al llamarlos “ciudadanos de segunda”.

domingo, 19 de junio de 2016

HERIDA SANGRANTE (PROBLEMA FP) (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 19 DE JUNIO)

Han pasado dos semanas de la contienda electoral y hemos visto una serie de acciones, actitudes y comentarios que han estado caldeando el ambiente político, social y económico peruano por una actitud beligerante de la candidata derrotada y sus correligionarios tras las elecciones del 05 de junio. Desde el silencio “atento” guardado por la excandidata hasta su “reconocimiento” público con sus 73 legisladores electores y el cuestionado José Chlimper, su aceptación fue parcial, pues abrió su discurso con “aún quedando pendientes varias actas” y destacó: "Seremos una oposición responsable que pensará siempre en el futuro de nuestro país, teniendo como línea matriz representar el sentir de más de 8,5 millones de peruanos que votaron" por ella con una actitud poco conciliadora y dispuesta al diálogo. En las semanas siguientes, en las redes y algunos diarios capitalinos se difundieron artículos y comentarios que mostraban esa disconformidad y la latencia de una herida por una campaña perdida que se sintió ganada y por la que se apostó ingente cantidad de dinero. Desde el flash a boca de urna del 05 de junio, se han estado buscando estrategias para ir sembrando dudas sobre la estabilidad y seguridad de un candidato que tomó la cresta de una ola social una semana antes de las elecciones. Las redes se lanzaron a atacar la “coalición” de líderes, partidos y ciudadanos (sobre todo) que permitieron el triunfo de PPK. Defenestraron a excandidatos como Verónica Mendoza recibiendo adjetivos de todo tipo. Incluso en uno de los principales diarios capitalinos, el periodista de opinión Ricardo Vásquez Kunze escribió el 14 de junio un artículo por lo demás insidioso; en este, supone que el entorno femenino de PPK pueda tener las mismas características de la actual Primera Dama. Dice lo siguiente: “al parecer, en el (entorno) del presidente electo ese entorno tiene por mayoría a mujeres. Esto sería magnífico si no fuera por el detalle que trasciende de que la ambición de poder de estas no va de la mano con los talentos políticos necesarios para dar buenos consejos para gobernar. Ya hemos tenido prueba del mal fin que una ambición así ha tenido para con el gobierno saliente”. Comentario por lo demás tendencioso y atentatorio contra la capacidad de las mujeres. Hasta puede convertirse en un contundente búmeran que dejaría malparada a su excandidata.

Pocas serán las diferencias que pudieran existir entre los excontendores. Si Keiko acepta ser una saludable oposición responsable, entendemos que esta será para una buena fiscalización y tenaz lucha contra la corrupción, pilares que se ven como flancos débiles debido a la catadura de algunos de sus congresistas electos y por el pasado que arrastra su apellido. Si intenta una nueva carrera presidencial en el 2021, la limpieza de sus pesadas herencias debería de empezar desde ahora para forjar su propia identidad y despojarse de la carga atávica que la ata con el séptimo presidente más corrupto del planeta.

domingo, 12 de junio de 2016

LECCIONES APRENDIDAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 12 DE JUNIO)

Luego de casi cuatro días de zozobra, la Nación ya tiene un nuevo Presidente que gobernará nuestros destinos por los cinco siguientes años. El nuevo Presidente tiene delante de sí un escenario interesante en el cual deberá de realizar su trabajo para recibir nuestras celebraciones del Bicentenario de la Independencia.
El escenario político regional ha confirmado algunas tendencias que PPK deberá tomar en cuenta. Un ex Sólido Norte, con imagen naranja es el primero por destacar. Casi todas las regiones norteñas y nororientales dieron su respaldo a Keiko, salvo Cajamarca que envía un mensaje claro al nuevo Gobierno.  Viendo el mapa electoral es como si el APRA hubiera dejado toda la “infraestructura” social necesaria para que dos nuevos partidos, APP y FP, le arrebatasen sus otrora incólumes predios.  El  APRA sobrevivió a las justas en esta contienda y ha sido un clarinazo para este partido que arrastraba multitudes. Lastimosamente las estrategias de conciencia política de antaño han ido cambiando por las del asistencialismo (llamemos dádivas) impuesto por APP, inicialmente, y por FP en los últimos años; y con fondos no poco cuestionables en su origen. Ha sido extraño que solo César Acuña haya sido separado de la contienda por el JNE y no lo hiciera con Keiko, quien decidió sacrificar a Vladimiro Huaroc. Pero también ha sido una labor silenciosa del partido naranja que ha trabajado con la juventud, bastante descuidada por los demás partidos. Todavía se carece, salvo FP, de una construcción permanente  con adolescentes quienes se convierten en una gran masa electoral en cada nueva contienda. La construcción de mensajes y la organización de cuadros juveniles han sido sostenidas y han rendido sus frutos. Esto debe de invitar a la reflexión a otras tiendas políticas que se ponen activas solo en campañas electorales: la política debe de volver a ser la conversación diaria de nuestros jóvenes. Pero, y aquí radica el peligro, esta juventud recibió una educación deficitaria y se convirtió fácilmente en un verdadero llano en llamas que obedece consignas a pie juntillas: pocas diferencias en el accionar ideológico existen entre organizaciones como el MOVADEF y los partidos que dicen carecer de una ideología y se acercan a posiciones fascistas. Solo así se puede entender que cuestionamientos éticos y hasta policiales puedan haber sido pasado por alto por miles de jóvenes frente a tan graves actos que anularían la participación de cualquier candidato en otras partes del mundo. La misión de los viejos y nuevos partidos políticos es la de restablecer una sostenida credibilidad en la política entre muchos jóvenes escépticos y la educación de líderes juveniles que puedan sumar más que restar en la construcción de sostenibilidad social.

Ese es el espacio que el nuevo Gobierno debe de fomentar para desarrollar gobernabilidad futura en nuestra Nación.

domingo, 15 de mayo de 2016

DEBATES PRESIDENCIALES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 15 DE MAYO)

Estamos a menos a tres semanas de nuestra prueba de nervios como electores peruanos. Por ahora vayamos a las cifras, ya que estas nos ayudarán a dar un panorama interesante y a entender el porqué de algunas acciones que los dos candidatos están realizando y que posiblemente hagan en lo que resta de este periodo preelectoral.
Según los datos de la ONPE, en las últimas elecciones del 10 de abril, hubo 22’901,954 electores hábiles para ejercer su voto; de esta cantidad, lo ejercimos el 81.8 %; esto es, 18’734,130 electores. Sigamos con las cifras. Los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta recibieron: Keiko Fujimori, 6’115,073; y Pedro Pablo Kuczynski, 3’228,661. Si sumamos los votos de ambos tenemos: 9’343,734. Resta, pues, una gran masa electora de 9’390,396. Si agregásemos los electores hábiles que no votaron en la primera vuelta (4´167,824), hace en conjunto la envidiable masa electoral de 13’558,220. Esta es la cantidad de peruanos que no votaron por ninguno de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta. Casi un 65 % de los ciudadanos no optó por ninguna de las dos propuestas de gobierno que se parecen tanto y, con las cuales, muchos peruanos no comulgan. Es más, casi tres millones de peruanos, entre blancos y viciados, no optaron por ninguno de los diez candidatos de la primera contienda. Entonces quedan unos diez millones de votantes a los cuales tratarán de atraer a su redil y captar algunos de los totalmente escépticos
Con las cifras frías que tenemos, comienza el peligroso juego de captar votos a través de promesas insostenibles y golpes sucios entre candidatos que se apoyaron mutuamente ante el “monstruo” Ollanta Humala en 2011. Entramos al campo de la demagogia pura, en la que la pena de muerte, la compra de un millón de patrulleros, limpieza de delincuencia en un año u otras vanas promesas han surgido y surgirán en boca de los candidatos para atraer a su tienda a electores casi nihilistas, cansados de indiferencia y algunos al borde de la insurgencia y beligerancia, como se ha visto en algunos resultados de la primera vuelta. En las giras que hacen los candidatos vemos anuncios como revisión de leyes mineras, acercamiento a la minería ilegal, relectura de las ideas de Gregorio Santos, baja del impuesto a la renta, son peligrosos cantos sibilinos que dejarían a una sociedad peruana bastante convulsionada. El torpe centralismo de los candidatos no les permite leer lo que pasa en el resto del país, pese a los trabajos de dirección política que han hecho algunos partidos como el fujimorismo.
Queda como una opción de aclarar las cosas para ese gran público a través de un buen debate en el que aclaren las ideas y que muestren claramente las diferencias entre uno y otro candidato. El hecho de que uno de ellos sea la hija de uno de los gobernantes más corruptos del planeta no es impedimento para que varios peruanos puedan votar por ella. 
Demos paso a las ideas.

sábado, 14 de mayo de 2016

TRUJILLO, CANDIDATA A PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD (CORREO 08 DE MAYO)

Trujillo se embarca nuevamente en una empresa titánica: ser nominada a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un proyecto que, de hacerse realidad, sería para nuestra ciudad no solo un galardón sino un sinfín de oportunidades para diversos sectores productivos citadinos, regionales y norteños de nuestro país que se han visto afectados por diversas crisis económicas silenciosas. Indudablemente, sería el turismo el sector más beneficiado, pero este es un gran motor que activa a muchos otros sectores productivos y de servicios de una zona; quien haya estado en un lugar turístico por excelencia lo sabe. Hay países como México o España, cuyas economías son permanentemente alimentadas por sus flujos turísticos que movilizan a agricultores, artesanos, agencias, hoteles, restaurantes, empresas de transporte, bancos, recreación, servicios educativos y culturales; un sinfín de actividades movilizadas desde que un turista pisa una ciudad.
Pero es un proyecto titánico por la labor que hay que realizar en Trujillo para sensibilizar a sus ciudadanos, quienes se convierten, muchas veces,  en los principales enemigos de sus logros comunes. Convertir a nuestro centro histórico en un lugar respetable, digno y amable no significa pintar fachadas o colocar farolas. Es cambiar la mentalidad de los residentes y usuarios de ese espacio en el cual se realizan muchas acciones y actividades totalmente reñidas a los criterios sociales y de convivencia. Significa reeducar a una población acostumbrada a confundir derecho individual con transgresión permanente del bienestar común. Implica cambiar hábitos ligados a una supuesta comodidad personal por otros que permitan a todos los demás vivir en una zona segura y digna como corresponde a cada ciudadano de a pie. Implica restringir tráfico, ordenar el comercio formal e informal, corregir hábitos mal adquiridos, disminuir todo tipo de contaminación (visual, sonora, de aire), respetar normas y leyes ciudadanas, crear más espacios de integración social, proteger patrimonio arquitectónico; convertirnos en seres sociales, desplazando al ser casi hongo en el que nos hemos convertido en las últimas décadas.
Es una empresa que va a tener cientos de detractores cuando comiencen a verse afectados en su mundo cotidiano. Pero es la educación y la comunicación, las armas que permitirán que los trujillanos logremos este sueño común. Si Trujillo quiere alcanzar este logro, este no vendrá por acción divina o por decreto supremo como solemos justificar; vendrá por la acción y gestión que cada uno de nosotros  haga para alcanzar este objetivo. Todos los actores sociales, económicos, productivos, culturales deben de unirse para trabajar. No hay que olvidar que Trujillo ha postulado ya anteriormente y el expediente fue rechazado por las deficiencias humanas que se encontraron.

Como se dice en el argot deportivo, “la pelota está en nuestra cancha”.

domingo, 1 de mayo de 2016

RIESGOS DINÁSTICOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 01 DE MAYO)

En los relatos históricos de los reyes hispánicos, hay varios datos interesantes y espeluznantes de aquellos hombres y mujeres que recibían el derecho divino de gobernar sobre millones de súbditos. Historias secretas como el posible asesinato accidental del infante Alfonso de Borbón por el anterior rey Juan Carlos de España; o la locura de la última de los Trastámara, Juana la loca, son algunas de las perlas dinásticas. Pero la que se lleva los créditos es el oscuro fin del sucesor Don Carlos, el cual nació con evidentes taras y poco equilibrio emocional. Según el historiador Javier Marcos y otros biógrafos de Felipe II, Don Carlos “tiró a uno de sus criados por la ventana [..], apaleó a algunas niñas, amenazó con un cuchillo en la garganta al Duque de Alba [..] e incluso, de un mordisco, arrancó la cabeza a una ardilla viva”. Parece que su padre no tuvo mejor solución que provocar su muerte para evitar que tamaño personaje ascendiera al  trono por derecho propio. Los ingleses tuvieron a uno sombrío en Ricardo III, quien recién recibió sepultura real cinco siglos después de su muerte. Franceses, italianos, rusos, todas las naciones que llevaron reinados hereditarios tuvieron personajes que cubrían su incapacidad y su reñido comportamiento solo por tener una divina justificación.
La Revolución Francesa, bajo la inspiración de las ideas de Rousseau y Voltaire, no solo cortó la cabeza del rey sino el concepto mismo del poder hereditario. Algunos estados monárquicos, ante las tristes evidencias históricas, también han puesto límites y salvaguardas ante posibles dislates reales. Además el concepto de partido político surge como consecuencia de la necesidad de ir reemplazando los cuadros gubernamentales reales y preparar a la gente en rubros de gestión pública.
Pero la historia nos muestra que los hombres tendemos a olvidar los errores cometidos y volvemos a ellos. En la actualidad, las inspiraciones monárquicas surgen con bastante frecuencia por nuestros países. Pareciera que la constitución de partidos políticos en nuestras naciones obedece, en el fondo,  a la formación de castas reales para perpetuarse con el control de sus súbditos. El caso de los hermanos Cáceres en el Sur peruano es fiel reflejo de la forma de pensar de muchos “líderes” políticos que siguen los pasos de Piérola u otros caudillos. Los comentarios poco afortunados del electo primer congresista de la República evidencian claras intenciones de tener el poder a perpetuidad.
Es un buen momento en que los peruanos, los votantes, hagamos una radiografía de nuestros partidos políticos. Muchos de estos son manejados como chacras privadas, nombrando o destituyendo a dedo a personas a su antojo, desplazando a personas capaces por otras serviles y útiles a su ego. En camino a nuestro Bicentenario, como sociedad, debemos de madurar nuestra política a través de los espacios creados para la Res Pública: el partido político.

domingo, 10 de abril de 2016

DÍA D (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DOMINGO 10 DE ABRIL)

El día decisivo llegó. Casi veintitrés millones de peruanos, y entre ellos casi tres millones de nuevos votantes jóvenes, iremos a las urnas para escoger entre los diez candidatos que postulan a la Presidencia a aquel que nos gobernará por los siguientes cinco años, acompañado de sus vicepresidentes; y, además, a los 130 congresistas que conformarán el nuevo Congreso que legislará durante un lustro a la sociedad peruana. En este acto electoral, los peruanos delegaremos a 138 personas que nos representen, legislen, protejan, eduquen, cuiden nuestra salud, actúen racionalmente, defiendan nuestros intereses y el bien común, culturicen, protejan nuestro medio ambiente, respeten nuestras ideas, faciliten nuestros proyectos; todo bajo la perspectiva de lograr una sociedad más justa, integrada, inclusiva y dirigida hacia la felicidad.  Esas son las promesas que los cientos de candidatos han estado difundiendo en diferentes medios a una sociedad bastante vapuleada y desencantada de mensajes positivos que se lanzan al aire y que vienen de personas cargadas de un pesado pasado que debe de ser tomado en cuenta.
Desde el inicio de la democracia formal en nuestro país, hemos tenido diversos presidentes electos y de facto que han intentado propuestas y modelos para poder desarrollar nuestra sociedad. Hubo 59 presidentes (algunos interinos y de transición) desde que nuestro país se declaró independiente de España. Todos ellos ascendieron al poder, de manera legal o subrepticia, con la responsabilidad de gobernar a una sociedad que tiene grandes carencias y profundas diferencias. Una sociedad en la cual muchas formas de escepticismo e indiferencia han ido ganando terreno gracias a que las grandes necesidades básicas no han sido satisfechas o son de mala calidad; necesidades convertidas en  promesas de diversos gobernantes de turno, los cuales las olvidaron o postergaron una vez ya en el poder. Una sociedad que ha visto a sus instituciones políticas debilitarse por el carácter caudillista de sus líderes, la escasa educación cívica de la ciudadanía y la carencia mortificante de una ideología tras un partido político. Y estas elecciones se han visto agravadas por haber tenido poco espacio para discutir planes concretos de gobierno y sí para defenestrar al oponente y crear un clima de zozobra y pánico que nada bien le hace a nuestra sociedad.
Quien suba al sillón presidencial este 28 de julio tiene la obligada misión de trabajar para la sociedad, que apunte hacia el desarrollo y no solo el crecimiento, el cual ha deslumbrado a un grupo de peruanos por haber contemplado solo lo económico sin ver los demás rubros importantes como salud, educación, integridad y bienestar, y que alcance a la mayoría de peruanos. Sino, todo esto, como de costumbre, volverá a ser promesa electoral en cinco años.  La pobreza e ignorancia son fuentes inagotables de réditos políticos.


jueves, 24 de marzo de 2016

EL PODER DE LA NEGACIÓN (ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO CORREO DOMINGO 20)

En 1972 estalla el famoso escándalo Watergate en los Estados Unidos. Una interesante campaña desinformativa se comenzó a desarrollar a través de los diversos canales manejados por las personas cercanas al entonces Presidente de esa nación, Richard Nixon. Esta campaña de la negación fue desmentida paulatinamente a lo largo de dos años, hasta que las evidencias mostradas por los periodistas Woodward y Bernstein del Washington Post derrumbaron toda la maraña legal y comunicativa que había desarrollado la administración Nixon. Ante tal insostenibilidad, Nixon tuvo que renunciar el 8 de agosto de 1974 para evitar ir a juicio y tener un final más penoso del que tuvo. Ahora todo esto es historia; sin embargo, estos hechos pasados nos permiten entender gestos y acciones actuales en diversas contiendas políticas como la que estamos viviendo.
En las democracias formales, como la que trata de mantener nuestra nación, muchas estrategias son retomadas de experiencias y ensayos hechos en diversos procesos electorales en esta y otras latitudes. El poder de la negación es una estrategia frecuentemente usada por candidatos de toda talla y talante que quieren ocultar algún dolo para aparentar que todo está dentro “del marco de la ley”. En la época Nixon, las presentaciones del entonces Presidente ante radio y televisión era una retahíla de negaciones ante las preguntas o dudas formuladas por los periodistas. Se acuñó esta frase cliché: “No se ha robado. Repito: no se ha robado”. Fue casi como la frase oficial que resonaba en los medios.
En los últimos años nuestra nación ha sido remecida por una serie de acontecimientos que afectan directamente a casi todos los actuales candidatos a la Presidencia o al Congreso. Estos hechos impedirían, en otras latitudes, el retorno o el ascenso en el mundo electoral de tal o cual candidato. Oscuros negociados, evidencias contundentes de corrupción, compra de jueces y autoridades, indultos escandalosos, visitas y convivencia con personajes corruptos; son algunos de los ejemplos que han originado que las estrategias de comunicación de muchos de los partidos en la actual contienda se aboquen a una intensa campaña de negación. Frases como “pesada mochila” o “se robó menos” encierran un mensaje ambiguo que ayuda a esta desinformación. Peor aún en un país cuyos medios de comunicación masivos no son del todo independientes y marcan un sesgo por tal o cual candidato al cual ayudan a destilar o borrar “su pasado”. Sin embargo, hay periodistas y personas que trabajan en el mundo de la información que mantienen fresca la memoria para una población que carga sobre sus espaldas haber sido gobernados por el sétimo presidente más corrupto de la historia mundial. Esa sí es una pesada mochila.


martes, 19 de enero de 2016

DECADENCIA SOCIAL

Vivir en Trujillo se viene haciendo cada vez más una experiencia más frustrante. Las fiestas, lejos de haber permitido manifestaciones de solidaridad y fraternidad (que es el mensaje que encierran estas festividades) entre todos los habitantes de esta ciudad, han sido el contexto y pretexto en los cuales hemos visto flagrantes evidencias de deterioro social que pasan desapercibidas a la mayoría. Es más alarmante cuando visitantes comienzan a describir a la ciudad con rasgos más negativos que positivos. En una reunión hablaba con una persona que regresaba luego de 6 años; a pocas horas de su llegada le pedí sus impresiones citadinas, estas se redujeron a tres adjetivos: ruidosa, caótica, sucia. Estas características no se manifiestan solo en estas conmemoraciones. Es parte de nuestro panorama urbano.
Extrapolando la teoría de la “ventana rota” sobre violencia y criminalidad, elaborada por J. Wilson y G. Kelling de la Universidad de Stanford, esta explica que un contexto de desorden, suciedad y bullicio transmite a cualquier ciudadano o un simple vecino,  “una idea de deterioro, desinterés, despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia”. (http://www.cel.edu.mx/servicios/La%20teoria%20de%20las%20ventanas%20rotas.pdf). En otras palabras, las situaciones permisivas generadas en las últimas décadas han sido el caldo de cultivo en el cual los trujillanos hemos ido generando una serie de inconductas que las toleramos gracias al incremento del egoísmo y mal espíritu de competencia en nuestra sociedad: todo vale.

Ejemplificando los tres adjetivos iniciales, no faltan a la verdad.  Lo ruidoso se da no solo en el tráfico, sino en el uso comercial (léase tiendas de electrodomésticos) o cualquier manifestación cívica o religiosa. El uso de pirotécnicos ruidosos que, además de estar prohibidos (trasgresión de la ley), ha sido una clara demostración que a varios les importa un bledo el llamado a la conciencia del uso de los mismos o la tranquilidad de sus vecinos. Lo caótico se da en el tráfico, en el abuso de particulares y transporte público-privado quienes compiten entre ellos sin importarles peatones, usuarios o los otros conductores; caótica en su construcción; caótico es el uso de espacios públicos para parrandear. Y lo sucio surge en la ineficiencia de autoridades municipales de cualquier distrito y, sobre todo, en nuestra capacidad para generar basura: fiestas populares, comercio ambulatorio, el simple peatón son generadores de basura. Los desechos en el piso no son problema de la autoridad, lo es de sus habitantes: calles, parques, jardines, entidades y lugares públicos, universidades, colegios; espacios en los que no faltan botellas de plástico, descartables u otros restos.


Parafraseando a Fethullah Gülen, para tener una mejor existencia en una sociedad, requiere que cada uno ajuste y limite su libertad de acuerdo de criterios de la vida social. ¿Habrá voluntad social de cambio?