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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 6 de septiembre de 2020

PESADA HERENCIA JUVENIL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 SETIEMBRE)

Durante la semana fui invitado a conversar telefónicamente con un periodista conocido para comentar sobre la actitud de la juventud frente al retorno de la cuarentena y su respuesta indiferente e, incluso, díscola frente a toda normativa que se ha dado a medida que la pandemia y la emergencia económica se han ido desarrollando en nuestra sociedad. La estrategia del programa radial es narrar experiencias personales de todos aquellos que, por la edad, han pasado momentos sociales tensos como toques de queda en conatos de conflictos armados externos (simulacros de bombardeo nocturno en 1981) o la terrible época de los movimientos sediciosos que asolaban ciudades del país. Es una forma de invitar a la reflexión a jóvenes que no están conscientes del peligro que esta situación sanitaria significa. Se pide educar con el ejemplo.

Pero tres situaciones tiran por tierra toda buena intención de llamar al sentido común a jóvenes individualistas, escépticos y formados en una burbuja de una realidad económica que se ha venido abajo. El primer caso se suscita con la lamentable falta de la autoridad, la PNP, al haber mentido sobre el manejo de los acontecimientos de la discoteca de Los Olivos. El ocultamiento de una verdad sobre las causas de la mortal estampida humana deteriora más su credibilidad, pese a que todos los demás elementos son una clara demostración de la irresponsabilidad social: desde el funcionamiento de este inaparente local para una fiesta y los organizadores hasta las absurdas justificaciones que algunos padres dan sobre el comportamiento de sus hijos.

El segundo es sobre las condiciones dadas en diversos espacios laborales, ahora graves focos de infección. Un amigo me comentaba cómo el crecimiento de contagio de personal en zonas agroindustriales, compañías mineras o pesqueras se ha vuelto incontrolable. Los contagios en un inicio eran de 30 por ciento; ahora llega a casi 85 por ciento; uno de los infectados fue este amigo, quien a su vez contagió a su esposa e hijos. Comentaba que, en una campaña de reclutamiento para cosecha, el 100 % reclutado para el primer día retornaba solo el 12% al día siguiente. Esta información es alarmante, pues no solo afecta la productividad en general (hablando en frío), sino la cantidad de personas que se la expone al contagio, muchos de ellos jóvenes necesitados de trabajo.

Y la tercera vino de la boca de una congresista, Martha Chávez. Las opiniones vertidas, tendenciosamente racistas, sobre Vicente Zeballos dejaron atónita a la opinión pública. Tal fue el calibre de sus insidias que hasta su partido político marcó distancia. Pero la posterior respuesta a su partido ha sido peor, pues muestra una actitud de soberbia no solo con sus correligionarios, sino contra todos esos jóvenes que emitieron su voto por ella. Su desprecio nos dice lo que piensa de ellos: simple ganado que debe de seguir sus consignas.

Transparencia y respeto con ellos. Empecemos por ahí

domingo, 30 de agosto de 2020

PELIGRO: POPULISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE AGOSTO)

2021: elecciones presidenciales y generales para un nuevo periodo en el Bicentenario de nuestra independencia política. Un nuevo escenario político que comienza a regir sobre las nuevas decisiones y cambios en lo que resta del periodo del actuar poder político. En otras palabras: ya empezó la campaña electoral, comienza el populismo en acción.

El populismo no es una modalidad política muy antigua; aparece a fines del siglo XIX y, desde entonces, trata de fagocitar las democracias formales débiles y bajo una presión social y económica fuerte para existir. Sin embargo, el populista desprecia la democracia como forma de gobierno, pese a que utiliza todas las reglas del juego de aquel sistema para catapultarse al poder. Es la forma cómo se legitima ante la sociedad interna y externa de una nación; por eso, los dictadores no caben en esta categoría. Los populistas han convertido la política en un circo, puesto que en los últimos años han recurrido a las formas populares, incluso las más ramplonas, para atraer a su público objetivo. Necesitan de las masas para vivir, les succionan la mente y tratan de comportarse como ellos: por eso, los mítines son espacios para vedettes, futbolistas o grupos de música chicha, en el caso peruano. Mucha gente confunde al populista con un izquierdista: aunque dice preocuparse por el pueblo, es una posición ideológica totalmente opuesta al comunismo; es más, es un zafarrancho de ideas adecuadas a la coyuntura, como una suerte de ameba social que aparenta compromiso y sensibilidad social. En la historia los más grandes populistas, Mussolini y Hitler, fueron enemigos acérrimos de movimientos sociales pese a que sus partidos se decían llamar socialistas. Sus estrategias de movilización social, eso sí, fueron empleadas por las extremas derechas que los utilizaron como tapón. En nuestro país, tal como se ha descrito líneas arriba, hemos tenido muchos gobernantes de ese talante, con matices en sus perfiles que terminan fascinando no solo a una población desesperada de legitimidad y atención, sino por intelectuales y personas con formación personal relevante. Fujimori, por ejemplo, tuvo a varias personalidades académicas que justificaron sus atropellos contra DDHH o los opositores de su régimen, el que iba cayendo cada vez más en la corrupción. Son personas que buscan el reconocimiento de su labor y, al igual que el corrupto, justifican sus actos como una acción justa hacia el pueblo, que lo aclama y se admira de sus hechos, pese a que estos son obligaciones que le corresponden a su función.

En los próximos meses, veremos atentamente cómo ideas desfachatadas surgen en el marco de esta situación extrema de una sociedad golpeada en su economía y en su sanidad. Campo ideal para un oportunista avezado como lo es cualquier populista. Así, jugando con la necesidad de una masa electoral enceguecida y enfurecida, esta pueda poner en el sillón presidencial el pináculo de su desgracia.

domingo, 23 de agosto de 2020

CIUDAD DIGNA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE AGOSTO)

En octubre de 1994, gracias a una beca de DANKS AFS, tuve la oportunidad de hacer una residencia laboral en Dinamarca por cuatro meses. Llegar a un país reconocido por su alta calidad de vida fue un interesante aprendizaje para desaprender muchos vicios y malos hábitos adquiridos a lo largo de nuestra vida ciudadana. Uno de ellos fue la cultura de la bicicleta. No bien llegué con los responsables de mi estadía a mi primera reunión pude constatar mi desconocimiento de reglas de tránsito sistémicas que hacen que en una ciudad con más de dos millones de habitantes en ese entonces y sin ningún servicio de subterráneo las cosas marchen puntualmente como un cronómetro: al momento del descender del taxi, abrí la puerta por el lado equivocado, pues esta daba directamente a una ciclovía intensamente transitada; felizmente, no causé desgracia alguna salvo el fastidio de un ciclista el cual casi choca con la puerta que había abierto de manera intempestiva; tanto el chofer como la señora que acompañaban me llamaron la atención por lo que cerré la puerta súbitamente. Copenhague tiene todo un sistema ordenado, pulcro, preservado y respetado por toda esta sociedad que convirtió a la bicicleta en un medio de locomoción masivo e incluido en cualquier planificación urbana como lo vi no solo en esta ciudad, sino en otras ciudades grandes de este y otros países europeos. La señalización y semaforización para las bicicletas son respetadas por todos: autos, tranvías, buses e incluso los peatones. Los daneses, como los neerlandeses, muestran respeto por las reglas, que es respeto de los demás ciudadanos para tener una buena vida comunitaria y un sentido arraigado del cuidado social y ecológico como nunca lo había visto. El uso de la bicicleta ha hecho, a la larga, de este país un modelo de sostenibilidad, respeto al medio ambiente. También uno de los países con mejor calidad de vida y uno de los más felices.

¿Y Trujillo? ¿Podemos atrevernos? Muchas personas dicen que es nuestra idiosincrasia lo que impediría ese logro. Ecuador y Colombia son países que rebaten esa insostenible justificación. Sin ir muy lejos, Cuenca en Ecuador es una ciudad que nos podría servir como referencia. O Medellín, una ciudad que es 4 veces más grande que Trujillo. Pero demanda, eso sí, dos voluntades que trabajen en conjunto: ciudadanía y autoridades. La primera en ir desaprendiendo diversos errores aprendidos en la jungla que es nuestra ciudad; no solo a los conductores de transporte público, sino para aquellos que han crecido con la idea de que el espacio es suyo y no respeta a los demás: como no cuidar a los vehículos denominados menores. Por el lado de las autoridades es fajarse con este compromiso que tendrá que ejecutar acciones que serán impopulares: reglamentar, por ejemplo, el transporte público plagado de mafias que están en contra de cualquier alternativa que ponga en peligro sus monopolios privados. Veamos cuánto podemos hacer.

domingo, 16 de agosto de 2020

LO MISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE AGOSTO)

Cuarentena. ¿Inesperada? No. ¿Injusta? Quizás para muchos que viven el día a día en la burbuja en la que hemos vivido por años y que nos estalló de pronto. El modelo de país apoyado por muchos se nos vino abajo. Las críticas hacia otros llueven para zafarnos de la responsabilidad política que tenemos como sociedad. Pese a los llamados de atención de diversas personas que reclamaban por los errores ahora desnudados descarnadamente y con una virulencia que han afectado a muchas personas cercanas a muchos ciudadanos, volteamos el dedo acusador a la cabeza máxima de un estado debilitado por nuestras propias decisiones. Veamos nuestra historia electoral y veamos la lista de autoridades que hemos puesto en alcaldías, gobiernos regionales y gobiernos centrales. La democracia nos exige también que asumamos nuestra responsabilidad histórica.

En marzo cuando se entró en la primera cuarentena, la reacción de todo el mundo era obvio: pánico. No solo por la pandemia, sino por el cáncer enquistado en nosotros. Es tan grande la informalidad que cualquier plan de ayuda de directa o indirecta será insuficiente para poder asistir a ciudadanos o familias. Otro factor: la actividad bancaria es un servicio caro y, como se ha visto ahora en muchos casos, ineficiente que deja secuelas lamentables. Los bonos no funcionarán no porque sea una mala intención del Gobierno actual, sino por la escasa bancarización de una sociedad que desconfía de cualquier banco por los costos de sus servicios. Y también está el gusto de la informalidad de muchas personas que prefieren estar fuera del sistema para evitar tributar, por ejemplo. Costo y evasión son variables de un mismo drama.

También están los negacionistas y anti reglas de toda índole que surgieron desde que empezó la pandemia. Recuerdo a aquellos comentaristas que se burlaban del COVID-19 y las medidas adoptadas; y que, al final, resultaron infectados quedando en el mayor de los ridículos. Pero, lejos de aprender esa lección, vemos una nueva oleada de comunicadores, líderes religiosos (abrir los templos para el culto, por ejemplo), políticos (“todo está bien en mi ciudad”), empresarios (la actividad minera es un foco infeccioso del que poco se está hablando) y muchas personas que con sus actitudes han permitido que la pandemia se haya expandido más en las últimas semanas. Haber levantado la cuarentena fue motivo para que mucha gente haya hecho locuras. Me comentó una amiga de Huanchaco que el primer domingo libre de las restricciones, el conocido balneario recibió una visita apabullante de gente tal que la distancia social no era para nada respetada. La celebración del aniversario de un equipo de fútbol con fuegos artificiales y marchas fue una muestra infeliz en momentos como estos. El desequilibrio emocional puede ser una causante, pero la irresponsabilidad es también un factor que nos indica cuán miserable ha sido nuestra formación social por velar nuestra persona y su entorno.

domingo, 9 de agosto de 2020

EN EL LIMBO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE AGOSTO)

 Cierta vez un amigo extranjero comentaba que en el Perú era muy difícil aburrirse, pues siempre había alguna novedad que te sacaba de cuadro y rompía los esquemas cotidianos. Después de Fiestas Patrias, hemos tenido incrementos alarmantes de contagio y muertes, y pedidos desesperados para implementar medidas caprichosas, como la de Christian Rosas de volver a abrir las iglesias en plena expansión de la pandemia.

Martes 04. El entonces flamante (ahora extinto) Gabinete presidido por Pedro Cateriano fue al Congreso de la República a presentar su plan y solicitar a este el voto de confianza para empezar a trabajar. Desde que inició sus funciones, el parlamento no ha dejado de sorprendernos: el tratamiento de la inmunidad creó el primer choque no solo con el ejecutivo, sino con la ciudadanía en general. Medidas más, medidas menos; el Congreso seguía su camino desconcertante contra una población urgida de planes concretos y necesitada de recursos para mitigar su situación. Pedidos como el sesionar en Arequipa desconcertaban a la opinión pública. Por otro lado, la conformación del gabinete Cateriano con algunas personas de dudosa capacidad de gestión encendió la pradera. Un ministro de trabajo cuestionado y encubierto por el ex Premier fue comidilla de la opinión pública. La presentación de Pedro Cateriano no satisfizo a varias personas que no ven con buenos ojos, por ejemplo, la minería como el motor económico de una nación en la que ha visto desarrollar otras actividades vitales como la agricultura; el voto en contra de los congresistas del FREPAP y de izquierda era de esperarse; pero las otras votaciones sí fueron bastante sorpresivas en un principio; pero, a medida que se van desenredando los hilos turbios, todo va encajando en un engranaje tenebroso. Este Congreso, sabedor del hecho de la imposibilidad de su disolución, ha comenzado a mostrar la cara y su urgencia de no perder tiempo para lograr objetivos contrarios al bien común e interés nacional: la primera muestra la dieron cuando en el mes de julio se interpeló al Ministro de Educación. La intención es desmantelar el sistema de acreditación universitario, pesadilla para muchas universidades surgidas en los 90, que han resultado ser toda una estafa a miles de estudiantes por la calidad de enseñanza impartida. Para nadie es un secreto el hecho de que muchos partidos han surgido en torno a una universidad o clan universitario. Los procesos de acreditación han develado errores, faltas e incumplimientos básicos; y aún restan todavía. El negociado que involucra a partidos como APP, y su abstención, o Podemos han generado desconcierto en la sociedad peruana. Y otro partido que desluce cada vez más es Acción Popular, que ha resultado ser una suerte de refugio de personajes cuestionables, como antes lo solía ser FP. Una vez más ponemos en duda la naturaleza de los partidos políticos, creados más por intereses personales que el de buscar el bien común.

domingo, 2 de agosto de 2020

ZOZOBRA EDIL ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 02 DE AGOSTO)

Turbulentas fiestas patrias para los trujillanos. La pandemia se está ensañando con nuestra Región que ha visto reactivar varios sectores económicos a la par de la expansión del COVID-19. El respeto de los protocolos no está muy internalizado en la gente y muchos ciudadanos prefieren lanzarse a las calles a buscar trabajo o generar ingresos descuidando todas las medidas de seguridad sanitaria. A uno le basta salir a la calle darse una vuelta por los mercados o las interminables colas de bancos para darse cuenta de que esto no funciona, fuera del comercio ambulatorio que crece desmesuradamente ante la débil autoridad ejercida. Además, la gestión sanitaria presenta falencias que nos hacen temer que la realidad termine por agravarse a niveles insospechados. Las acciones hechas por el Gobierno central de actuar sobre Arequipa han generado clamor en otras regiones como Huánuco, Puno y, también, La Libertad.
En medio de este contexto, el jueves circulaba por redes sociales la credencial otorgada por el Jurado Nacional de Elecciones a Jorge Ruiz Vega, exalcalde de Huanchaco y hasta el último miércoles teniente alcalde de Trujillo, tras confirmarse la suspensión de Daniel Marcelo a la alcaldía por el mismo JNE. Aunque esta licencia es, teóricamente, temporal hasta que se resuelva el estado legal de Daniel Marcelo, la ciudadanía se halla desconcertada en estos momentos en los cuales, pese a todo, había una dirigencia que ya se encontraba empapada en protocolos para la emergencia que estamos viviendo. La remoción de algunos gerentes y asesores, comenzando por la gerente general, en la MPT causa una razonable preocupación en la ciudadanía. Aunque se estila este tipo de procedimientos, en momentos como estos, el aprendizaje durante una pandemia genera justificados temores, pese a que hay una suerte de carrusel de funcionarios que retornan a otras plazas. Pero, lo más lamentable de toda esta desconcertante situación es que nuestro nuevo alcalde no viene libre de un pasado muy tortuoso: sobre él pesa una resolución fiscal de apertura de investigación preliminar por delitos como falsedad, concusión, abuso de autoridad, enriquecimiento ilícito, peculado, etc. Se lo vinculó a tráfico de tierras y, en 2018, fue denunciado penalmente por el presunto delito de falsedad genérica por el ciudadano Augusto Goicochea Larco por querer apropiarse de una casona en Huanchaco, cuando Ruiz Vega era el alcalde distrital de ese conocido balneario. Muchos habitantes huanchaqueros lo tienen en una ingrata recordación por algunas obras que resultaron un fiasco y generaron dudas de peculado. Para coronar la cereza de este pastel, en los primeros días de confinamiento riguroso Ruiz fue intervenido en su hogar por haber realizado una reunión con varias personas. En fin, un sombrío historial de nuestra futura autoridad edil.
APP está cavando su tumba política. Esperemos que la ciudadanía no siga jugando a ser cómplice de sus actores.

domingo, 26 de julio de 2020

DURAS FIESTAS PATRIAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE JULIO)

Este próximo martes celebramos los 199 años de nuestra independencia formal. El ambiente festivo y popular que muchos peruanos solíamos celebrar será totalmente diferente. Será un día más de angustia para millones de peruanos que han sufrido esta pandemia de una manera u otra: un descalabro económico, un problema de salud o un familiar fallecido o en agonía. La gente, desesperada, se vuelca a la calle, sea para ganar dinero o para buscar algún tipo de remedio para los efectos del COVID-19 que está golpeando a todos los estratos sociales. Hay ciudades en las que se creía que esta enfermedad había sido controlada, pero el relajo de las medidas, la presión de actores económicos más la incapacidad de autoridades, como el ejemplo de Arequipa, han pasado una dura factura a muchos ciudadanos que se ven afectados por los demoledores efectos de la enfermedad y la indolencia de autoridades regionales o locales díscolas e incapaces de entender la real situación de esta emergencia. Pero ese comportamiento, tengámoslo en cuenta, podría agudizarse, pues ya estamos comenzando una nueva carrera electoral que ha de concluir en junio del año entrante en una hipotética segunda vuelta.

Martín Vizcarra dará su último discurso este año. Le tocó asumir riendas de un país zarandeado por la corrupción y ahora por una pandemia que está asolando no solo al nuestro, sino a todos los países del mundo. Sin embargo, el COVID-19 ha abierto, pese a todo, nuevas perspectivas para la sociedad peruana. Hay que refundar muchas cosas, desde el nuevo rol del Estado en sus funciones y el replanteamiento de la participación de la sociedad peruana. Vizcarra, ya de salida, debe de generar confianza, restablecer el sentido de autoridad y manejar los recursos que beneficien al mayor número de peruanos.

Esta realidad es, pese a todo, una oportunidad para iniciar una intensiva campaña de formalización en todos los niveles y quehaceres de la sociedad y futura responsabilidad del nuevo gobierno. La informalidad alimentada por un viciado concepto de emprendimiento debe de ser atacada como parte de las nuevas estrategias laborales; no para crear mayor burocracia, sino para que un ciudadano sea reconocido y acceda a formas de integración social, las que han sido mal vistas y manejadas en las últimas décadas. La informalidad, como un cáncer, se ha enquistado en todos los sectores y esa fue una de las poderosas razones por las cuales la sociedad en su conjunto se desplomó en los primeros meses del aislamiento social. Los rubros de Salud y Educación son los otros pilares sensibles en los cuales el Estado debe de retomar el timón. Es muy irónico que muchas personas que critican la situación sanitaria hayan estado defendiendo por décadas el debilitamiento de la presencia estatal en este rubro. En el educativo, ya se han visto los desequilibrios evidentes y las brechas por cerrar.

Veamos cuáles serán los planes de gobierno de los futuros candidatos.


domingo, 19 de julio de 2020

DUDAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE JUNIO TRUJILLO)


Un nuevo Premier. Nuevos ministros. El anterior gabinete presidido por Alfredo Zeballos sale golpeado tras haber lidiado con esta pandemia que no cesa de crecer. Del gabinete anterior se retiran varios ministros, algunos de los cuales han sido objeto de cuestionamientos por su capacidad para hacer frente a la dantesca situación; entre los salientes, son los de salud, Víctor Zamora, y de trabajo, Sylvia Cáceres, pues han sido las carteras más “calientes” durante estos últimos cuatro meses: el de salud, por la situación a la que se ha llegado y la de trabajo por el cuantioso número de puestos de trabajo perdidos tras la cuarentena. Otros como interior también reciben diversas objeciones por el manejo de diversas instituciones a su cargo como sucede con la Policía en el que se han visto numerosos casos de corrupción, incluso de altos funcionarios. Pero cabe recalcar que la situación es grave, puesto que muchos de los sistemas públicos como Salud, Seguridad y Educación fueron hasta intencionalmente debilitados por la mala política hacia lo estatal en las últimas décadas. Esta es una responsabilidad que debe recaer en el gobierno a elegirse en 2021.
Por la composición de este nuevo gabinete y las propuestas que alcanza el nuevo Premier surgen varias preguntas. No bien se anunció la designación de Pedro Cateriano, las redes sociales estallaron, tanto a favor como en contra a su elección.  Cateriano ya conoció la urdimbre barroca de palacio. Más ruido generó la designación de algunos nuevos ministros encargados de carteras pesadas en estos tiempos de crisis sanitaria. La promesa de “sudor, honestidad y conducta democrática por un Perú más justo y libre” va acompañada de muchos temores y alertas por la designación de algunos nuevos ministros. Hay temor de atropellar derechos laborales y cometer crímenes ecológicos por activar la economía. El caso de Pilar Mazzetti en Salud es interesante; varias voces clamaban su retorno a esta cartera; esperemos que sus decisiones profesionales puedan lidiar contra la posición de mucha gente que quiere poner a marchar la maquinaria económica relegando medidas para atenuar la rapidez del contagio. Se habla del retorno a una nueva cuarentena, la cual no sería nada raro, pues ya se ha visto en otras naciones. Ana Cristina Neyra, nueva ministra de Justicia y DDHH, sube en momentos en el que la Fiscal de la Nación denuncia constitucionalmente a Tomás Gálvez y otros implicados en el caso Cuellos Blancos; además, España permite la extradición de César Hinostroza. Aunque autónoma en sus funciones, la Fiscalía necesita de recursos y disposición de procesos, los cuales deben ser prioridad para luchar contra la corrupción. Pero el más intrigante es el joven ministro de trabajo, Martín Ruggiero, cuestionado por muchos por carecer de experiencia en una cartera tan sensible al haberse perdido casi millón y medio de trabajos. Su actuación será observada acuciosamente por millones de desempleados.

domingo, 12 de julio de 2020

ELECCIONES CON TSUNAMI (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 12 DE JULIO)


Qué semana. Domingo, 5 de julio. Entre tirios y troyanos, diversos congresistas de la Comisión de Constitución proponen un bodrio que levanta una polvareda en la opinión pública peruana. El despropósito de un grupo destemplado propone un proyecto amorfo con el prurito de molestar al Gobierno actual tras haberles corregido la enmienda del inicial propósito: levantar la inmunidad parlamentaria congresal, que se ha convirtió en un blindaje escandaloso de delincuentes de toda catadura para acceder a un escaño. Esta protección ha permitido que se hayan encubierto a mañosos, cutreros, estafadores, mentirosos, sospechosos de narcotráfico. Un gran etcétera. La colectividad reaccionó y empezó con el desbande del Comité Consultivo de dicha Comisión en rechazo a ese soberano engendro que nació con una intención malévola de que, al final de cuentas, este proyecto sea rechazado por ser inconstitucional.  Pues sí, todo apunta a que ese Frankenstein no pase la aprobación y vuelvan a las mismas aguas, quedando toda esa estela delincuencial en las mismas condiciones. Impunidad. Astutamente hicieron esta maniobra cuando la sociedad peruana atraviesa los momentos más graves de la pandemia que la merma en todo sentido: social, económico, cultural y, por supuesto, político.
Miércoles 08 de julio. El actual presidente, Martín Vizcarra, convoca formalmente a Elecciones Generales para el domingo 11 de abril del 2021 y una posible segunda vuelta de haber mayoría para presidente el 06 de junio. Esta convocatoria va en respuesta contra la famosa Comisión que venía estudiando la posibilidad de aplazar dichas elecciones hasta mayo del mismo año. Un verdadero contraataque que cambia muchos escenarios y, debido a los plazos, comienzan a moverse otros hilos que aparecerán dentro del próximo ambiente electoral en el marco de esta atroz epidemia. El COVID-19 ha desnudado muchos errores acumulados por décadas, fomentados por los diversos partidos políticos y sus líderes al aferrarse a un modelo que aparece, frente a esta realidad, como el causante de muchos males acentuados en los últimos 30 años: se lo ha visto en salud, en educación, en el manejo de los fondos de pensiones, en el sistema bancario, en la lucha contra la corrupción, en el crecimiento de la informalidad. Estas serán las promesas electorales de enmienda de los 24 partidos que quedan para la contienda. Por eso no es nada raro que resuciten personajes con relatos electorales que apuntan hacia una sociedad devastada con muchas necesidades. Esos serán los caballitos de batalla para estas nuevas elecciones.
Pero, los últimos sucesos debilitaron a casi todos los partidos políticos por el accionar de sus congresistas. APP y AP han protagonizado escándalos que les pasarán la factura por sus abstenciones y propuestas, así como la persistencia de FP de defender un sistema injusto moverá el sentimiento electoral. Ahora, ¿qué nos irán a prometer? Los electores debemos escuchar.