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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 15 de septiembre de 2024

¿Y AHORA QUÉ? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 15 DE SEPTIEMBRE)

 


Alberto Fujimori ha muerto. Con su deceso se abre una serie de conjeturas en la sociedad peruana tanto en el interno del partido que trata de llevar adelante su ideología, así como todo el panorama político que en cierta manera es su herencia por la forma cómo quebrantó toda organización partidaria en los años 90 al minar todas las asociaciones políticas de entonces permitiéndose dar un autogolpe en 1992 por lo que se convirtió en un dictador pleno. Generó una buena estabilidad económica, pero corrompió cuanta persona e institución pudo, cáncer que arrastramos hasta el día de hoy y que configura el Perú actual. El fallecimiento de AFF sucede en un contexto muy especial, con un gobierno impopular que recibió la anuencia por parte suya, tal como lo declaró en un video suyo. Dina sobrevive gracias al pulgar de Alberto y ella espera eso de Keiko de ahora en adelante. Keiko ha sido muy fría en sus cálculos, pues todo apunta que sabía todo de la enfermedad terminal de su padre y que por esas condiciones su padre no iba a estar en las lides del 2026. Maquiavélico. Pero la súbita muerte de AFF, parece, no estaba en los cálculos de Keiko. Alberto convocaba más gente por el pasado económico que lo identifica, aunque muchos se han olvidado de la fuerte recesión que vivimos en los años 97-98, agravado por el Niño de entonces; esto hizo que la dupla Fujimori/Montesinos aceleren una nueva reelección (segunda) en caprichosas interpretaciones de ley electoral, fuera de la maquinaria de corrupción de todos los poderes que había logrado la dupla en ese entonces. Si calculamos el tiempo electoral futuro, Keiko tendría que adelantar las elecciones para aprovechar el olor de popularidad y nostalgia que arrastra de su padre: dos años es mucho. Keiko quemó muchas naves por su terca actitud hasta la necedad con PPK a tal grado que no dudó desbarrancar a su hermano Kenji (quien me parece más sincero con la lealtad a su fenecido padre) y devolver a la cárcel a Alberto. Mucha gente “albertista” no se lo perdona. Y nos sumió a todos en una suerte de desgobierno que nos pasa factura. Un personaje como Pedro Castillo pudo acceder a la presidencia por la obstinación de Keiko. ¿Puede ella permitirse que otra persona vaya por el fujimorato, Kenji quizás? ¿Qué pasos ahora dará para aprovechar este momento clave? ¿Acelerará la vacancia para apurar elecciones presidenciales y congresales? Fue AFF quien dio el OK para que Dina continúe y APP asuma Congreso. Por otro lado, algunos hablan de reconciliación y olvido. Bastante osadas propuestas para un país prácticamente dividido. Hay un texto muy interesante de Rebeca Villalobos sobre las exequias de Benito Juárez y la potenciación de su imagen como símbolo unificador de una nación que arrastraba una fuerte división. Su entierro significó un momento relevante para la historia mexicana al neutralizar las rivalidades. En nuestro caso, hay muchas brechas hondas por cerrar, demasiadas.

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