Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

martes, 29 de marzo de 2016

TEATRO Y SU FUNCIÓN EN NUESTRA SOCIEDAD (LA INDUSTRIA DOMINGO 27)

Teatro, una de las grandes artes clásicas de la humanidad, tiene entre sus funciones las de enseñar, sensibilizar y divertir a los hombres. Acompaña a la humanidad desde tiempos ancestrales y estuvo muy ligada a los ritos litúrgicos de los antiguos pueblos hasta las primeras manifestaciones en su propio lenguaje en la Grecia clásica con la que comienza a “caminar solo”.  El teatro ha sido además un instrumento poderoso de comunicación de grupos interesados que, como lo será el cine después, buscaban en este el medio para desarrollar una ideología, un mensaje, una enseñanza e, incluso, una amenaza. Por siglos, el teatro fue un arte masiva, capacidad que va a ser “asumida” por el cine como bien lo había vislumbrado Lenin y los grandes creadores de las escuelas del cine mudo (Chaplin, Eisenstein, Griffith). El teatro era popular, la gente conocía a los actores y asistían a diversas presentaciones en diversos escenarios o corrales de comedia. España tuvo un siglo esplendoroso con hombres de la talla de Lope de Vega o Calderón de la Barca. Inglaterra con Shakespeare o Marlowe; Francia, con Racine o Molière. Las cortes reales mantenían un séquito de artistas, entre ellos a los mejores dramaturgos. Las revoluciones posteriores cambiarán el sentido del teatro, pero no deja de ser masivo. Toda ciudad tiene su escenario oficial, como los tuvieron los griegos y romanos. En pleno era de la tecnología, los escenarios se han sofisticado, pero siguen vigentes y, en países de gran desarrollo cultural, sus carteleras son frondosas. Muchas ciudades del mundo, para llamarse tales, sostienen incluso compañías de teatro con las cuales miden sus estándares de calidad de vida. No necesariamente una ciudad con mucho dinero signifique una ciudad desarrollada, puesto que la cultura es un barómetro importante y, de eso, nuestro país aún tiene grandes carencias y deficiencias.

En el Perú, el teatro incluso ha abierto venas económicas que hasta una década antes no se pensaba que se podía dar. También se ha visto el rico vínculo entre la educación y el teatro, el cual encierra un enorme potencial para el desarrollo sinérgico de ambos. Se apostó por una extraordinaria experiencia lograda entre varios grupos trujillanos de teatro y una universidad local, con resultados insospechados. La jefatura de un Departamento de la misma coordinaba con promotores culturales para preparar una agenda anual de obras que estuvieran vinculadas a un tema que la universidad tomaba en sentido transversal para los cursos que incluía este departamento. Hubo temas centrados en violencia, género, inclusión, identidad, entre otros. Los estudiantes asistían a diversos escenarios de nuestra ciudad. El teatro se movía. Un año se puso en escena a 14 obras desde clásicos hasta adaptaciones modernas. Se llegó a un momento en que no había escenario disponible o había dos obras en simultáneo.
La experiencia permitió que se generase una disciplina teatral para respetar tiempos y compromisos. Además, permitió la aparición de nuevos grupos para incrementar las propuestas. Otros apostaron por traer actores y grupos desde Lima, Chiclayo y Cajamarca. E incluso de Brasil y Colombia. La ciudad se enriqueció con una variada cartelera, pero el problema fue que los mismos grupos no apostaron a crear una temporada. Hubo varias personas con las que comentaba estas actividades y se sorprendían que no se haya habido difusión alguna para que el público en general asistiese. Se limitaron a hacer la obra para los estudiantes. De haber apostado a una temporada, el público hubiera respondido. Faltó audacia.
Ahora la universidad en cuestión ya no ve relevante esta experiencia para la educación de los jóvenes. Es inaudito que las casas de estudios superiores no hayan incorporado al teatro como una estrategia de aprendizaje que volvería a Trujillo en la ciudad cultural a la que aspira retornar. Cuando la ciudad tenía menos de cien mil habitantes había compañía de zarzuela, un teatro activo, una orquesta sinfónica de buen nivel, una compañía de ballet activa, un movimiento cultural promovido por la Universidad Nacional y otros centros culturales. Ahora la ciudad tiene casi un millón de habitantes y se habla de un sorprendente boom económico; tiene más de cinco grandes universidades y muchos colegios que se jactan de promover la cultura. Comparativamente hablando, no somos ni siquiera un pálido reflejo de lo que fue el boom cultural de los 60 y 70. ¿Qué se puede hacer para achicar esa honda brecha cuando las mismas autoridades académicas y económicas no apuestan por la cultura? No solo basta tener escenarios fastuosos o remodelados, sino políticas claras que demuestren que hay una intención clara de aportar en ese proyecto de volver a hacer la ciudad de Trujillo un foco de cultura en el Norte peruano. ¿Hay alguno? 

LA ESTRATEGIA DEL MIEDO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 27 DE MARZO)

Un lamentable suceso acaecido esta semana en Bélgica ha movilizado ciertos temores en ambos lados del continente y que suelen ser incorporados durante las campañas electorales como la que estamos viviendo los peruanos. La detonación de tres bombas en Bruselas ha repercutido en la memoria de varios peruanos a quienes los temores y recuerdos de los años 80 han retornado con temor. En situaciones como estas, la mayoría opta por la política de la verticalidad, el endurecimiento de las leyes, las acciones punitivas y la presencia de un Estado sancionador. En Europa las candidaturas de partidos de extrema derecha, muy racistas y aislacionistas, han tenido “un golpe de suerte” para seguir promoviendo este tipo de políticas, pese a que la sociedad europea tiene ya experiencias históricas que frenan “en seco”, todavía, algunas descabelladas propuestas legales para evitar repetir la última experiencia que originó una guerra mundial y costó 80 millones de vidas.
En el Perú, algunos de los candidatos peregrinan la idea de aplicar políticas fuertes para contrarrestar la violencia urbana así como la violencia de grupos sediciosos. Están aplicando la estrategia del miedo en el electorado. Esto se oye en entrevistas y las redes difunden estas insidiosas noticias. Se prometen leyes que serían difíciles de aplicar por una serie de “candados” constitucionales que, de romperlos, colocarían a nuestro país en una situación delicada internacionalmente hablando. Además, las propuestas chocan con una triste realidad: un Estado débil y golpeado por la corrupción en casi todas sus entidades que lo conforman. Uno de los candidatos recuerda la estabilidad generada en la última década del siglo pasado, pero esa estabilidad fue a coste de debilitar la presencia del Estado hasta volverla prácticamente nula en muchas partes de la nación y en diversos sectores de nuestra estructura social. Se lo degradó y se lo convirtió en una rémora. A esto hay que agregar la gangrena de la corrupción que infestó todos los niveles de los organismos y poderes estatales como sucedió con el Ejército y el Poder Judicial.  De querer aplicar medidas para la seguridad de la Nación, estas deben empezar con una reforma cabal del Estado para hacerlo sólido y eficaz,  y un combate cerrado contra la corrupción, la cual fue fomentada, precisamente, en los gobiernos anteriores de algunos partidos que están candidateando en esta contienda y que usan, contradictoriamente, argumentos basados en el miedo histórico.
Esta contienda dista de ofrecer debates serenos sobre estos dos puntos. Sus planes son inmediatistas y eso es peligroso. Ideas absurdas como política de “tierra arrasada” vieron su fracaso en la campaña contra SL, por ejemplo. Por eso, es bueno darse una vuelta por el libro Sendero de Gustavo Gorriti para comparar lo que se promete y lo que puede suceder de seguir con esas promesas ante estas realidades.


jueves, 24 de marzo de 2016

EL PODER DE LA NEGACIÓN (ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO CORREO DOMINGO 20)

En 1972 estalla el famoso escándalo Watergate en los Estados Unidos. Una interesante campaña desinformativa se comenzó a desarrollar a través de los diversos canales manejados por las personas cercanas al entonces Presidente de esa nación, Richard Nixon. Esta campaña de la negación fue desmentida paulatinamente a lo largo de dos años, hasta que las evidencias mostradas por los periodistas Woodward y Bernstein del Washington Post derrumbaron toda la maraña legal y comunicativa que había desarrollado la administración Nixon. Ante tal insostenibilidad, Nixon tuvo que renunciar el 8 de agosto de 1974 para evitar ir a juicio y tener un final más penoso del que tuvo. Ahora todo esto es historia; sin embargo, estos hechos pasados nos permiten entender gestos y acciones actuales en diversas contiendas políticas como la que estamos viviendo.
En las democracias formales, como la que trata de mantener nuestra nación, muchas estrategias son retomadas de experiencias y ensayos hechos en diversos procesos electorales en esta y otras latitudes. El poder de la negación es una estrategia frecuentemente usada por candidatos de toda talla y talante que quieren ocultar algún dolo para aparentar que todo está dentro “del marco de la ley”. En la época Nixon, las presentaciones del entonces Presidente ante radio y televisión era una retahíla de negaciones ante las preguntas o dudas formuladas por los periodistas. Se acuñó esta frase cliché: “No se ha robado. Repito: no se ha robado”. Fue casi como la frase oficial que resonaba en los medios.
En los últimos años nuestra nación ha sido remecida por una serie de acontecimientos que afectan directamente a casi todos los actuales candidatos a la Presidencia o al Congreso. Estos hechos impedirían, en otras latitudes, el retorno o el ascenso en el mundo electoral de tal o cual candidato. Oscuros negociados, evidencias contundentes de corrupción, compra de jueces y autoridades, indultos escandalosos, visitas y convivencia con personajes corruptos; son algunos de los ejemplos que han originado que las estrategias de comunicación de muchos de los partidos en la actual contienda se aboquen a una intensa campaña de negación. Frases como “pesada mochila” o “se robó menos” encierran un mensaje ambiguo que ayuda a esta desinformación. Peor aún en un país cuyos medios de comunicación masivos no son del todo independientes y marcan un sesgo por tal o cual candidato al cual ayudan a destilar o borrar “su pasado”. Sin embargo, hay periodistas y personas que trabajan en el mundo de la información que mantienen fresca la memoria para una población que carga sobre sus espaldas haber sido gobernados por el sétimo presidente más corrupto de la historia mundial. Esa sí es una pesada mochila.


domingo, 13 de marzo de 2016

EL PAÍS DE LA INCERTIDUMBRE

En los últimos días, el ambiente electoral ha pasado a ser una verdadera incógnita en la que el electorado peruano se encuentra sumido en el aturdimiento. A casi un mes de las elecciones presidenciales y congresales, la lista de 18 candidatos que iniciaron la carrera electoral ha quedado reducida a 14; uno por retiro voluntario, otro por decisiones gubernamentales, y otros dos por tachas a sus candidaturas. La primera es una sana ocurrencia que se da cuando un candidato pulsa la realidad y ve que sus oportunidades son bastante magras. En versiones anteriores, algunos candidatos han hecho lo mismo y lo más coherente es retirarse de unas justas en la que ya no vale la pena hacer una inversión de energías y dinero tanto para el candidato como para sus seguidores y partido. La de Urresti es una acción de sacrificio del candidato hecha para salvar la existencia del partido. Las otras tienen otra razón. Las tachas, salvo caso de gravedad evidenciada como puede ser esta coyuntura, suelen darse al inicio de cualquier periodo electoral para que esta situación no enturbie la transparencia institucional de un proceso bastante sensible en una sociedad que muestra bastante escepticismo con organismos públicos, como es el caso del Jurado Nacional de Elecciones. Ya esta entidad se ha visto involucrada en situaciones bastante escandalosas como las famosas reelecciones de Alberto Fujimori, la última bastante cuestionada por los organismos inspectores internacionales que supervisaron todo el proceso.
Estos acontecimientos están acentuando en nuestra sociedad una suerte de caos social y político heredado en las últimas décadas, generados por una “desorganización moral”. Las marchas y contramarchas de JNE y el JEE han dado la sensación de improvisación, de parcialización y dubitación que no hacen nada bien al periodo electoral. Nuestra madurez política es una utopía, estamos bastante lejanos a ello. Por lo contrario, nuestra sociedad manifiesta rasgos peligrosos desarrollados en las últimas décadas. La sensación de desorden está calando todos los niveles del tejido político hacia una anomia. Tomando como fuente al analista chileno Rodolfo Leiva, quien hace un estudio sobre la anomia política, esta se produce en condiciones de debilitamiento del aparato institucional y el alejamiento de la ciudadanía en la participación política originando “una escasa cohesión de la sociedad con baja integración de los individuos, sumado a la ilegitimidad, la corrupción y la escasa justicia. Lo que genera la llamada crisis de participación, de representación, la desafección política, la escasa ciudadanía y la consolidación del poder en  base a minorías. Es decir, una apatía política”. La coyuntura actual está alimentando esta situación tan generalizada en el electorado, inmaduro, volátil y manipulable por una serie de personajes que, lejos de consolidar principios políticos necesarios para cualquier sociedad, hacen de la masa votante un grupo de incondicionales nada leales e irresponsables de las decisiones que tomen (o no) una vez hayan sido elegidos. Los lamentables ejemplos de congresistas improvisados y tránsfugas validan.
Futuro nada auspicio para nuestra política nacional.

Gerardo Cailloma

(Publicado por extractos en el Diario La industria 13 de marzo)

¿LA MISMA VARA? ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE MARZO

César Acuña y Julio Guzmán están fuera de la carrera a la Presidencia. La decisión tomada por el JEE el miércoles 9 cierra un capítulo más de esta contienda electoral. De más está decir que las repercusiones han comenzado para ambos, sobre todo para nuestro ex alcalde cuyas instituciones académicas han sufrido una remecida que está causando “muertos y heridos”.
Una de las razones esgrimidas para sacar a al ex candidato Acuña, fuera de las graves e irrefutables pruebas de plagio, es la de entrega de dádivas, acción prohibida durante cualquier proceso electoral.  Las gruesas evidencias de entrega de dinero en Piura y Chosica han sido la causa contundente de su exclusión. Lo realizado por los jefes de campaña del fallido candidato era práctica común de su partido, como lo mostraron antiguas campañas electorales para la Alcaldía o la Gubernatura regional; además de utilizar sus centros universitarios como cantera barata en la cual ejercía un proselitismo evidente bajo el cual sus estudiantes y profesores tienen que “alinearse”. Varias veces se han denunciado casos de docentes cuyos contratos eran condicionados por una velada lealtad exigida que trasgrede el concepto de universidad como tal. Todo esto ha sido siempre alimentado por un acentuado asistencialismo, el cual es justificado como la forma cómo ganar presencia (y votos) en diversos sectores sociales sensibles económicamente. Bolsas de arroz o azúcar equivalían a votos potenciales. Esta práctica viene desde los inicios del siglo XX desde Leguía hasta nuestros días.
La práctica asistencialista paternalista apunta precisamente a necesidades básicas descuidadas por el Estado o instituciones para las cuales fueron creadas.  Salud, alimentación o seguridad han sido cubiertas en diversas campañas electorales  por diversos candidatos (Acuña no es el único) que, en cierta forma, agradecen esta realidad, porque obedece a una costumbre fácil de captar votos. La pobreza es una extraordinaria oportunidad de negocios y genera una forma peculiar de seguridad colectiva o de “cubrirse las espaldas”, como bien lo saben la mafia y el narcotráfico. Son los nuevos héroes sociales. Esta práctica no la ha hecho solo Acuña y sus seguidores. Debemos recordar los famosos panetones de la Casa del Pueblo de antaño o los de Keiko durante la campaña navideña del 2015. Pero en los últimos días, la tentación de ser dadivoso coincide con la angustia de una posible segunda vuelta electoral y todo lo invertido en la presente campaña se vaya al agua.  Eso parece que ha pasado por la cabeza de Vladimir Huaroc en Satipo. Si humanitaria fue la justificación que esgrimió Acuña, la que costó su salida electoral, ergo, ¿qué se está esperando con el candidato a la segunda vicepresidencia de Fuerza Popular para sancionarlo como al ex alcalde trujillano? ¿O son medidos todos con diferentes varas? La salud política nacional espera que el JNE y JEE actúen prontamente con esta acción o la gente seguirá viendo en este proceso algo tan turbio que ya muchos hablan, irresponsablemente, de fraude.

Gerardo Cailloma

DAÑOS COLATERALES (PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 06 MARZO)

La exclusión de la candidatura de César Acuña a la Presidencia causará una serie de repercusiones que  ya se han venido sintiendo y cuyas consecuencias no son del todo previsibles, aunque sí estimadas. Los impactos de su nueva situación se pueden identificar en tres niveles: académico, ciudadano y político.
Lo académico afectará más a un sinnúmero de instituciones, docentes y estudiantes de las mismas. Acuña creó un emporio educativo a nivel nacional que ha sido remecido por los últimos acontecimientos, pues este fue empleado sin descaro por el candidato para su proselitismo. Además, en plena campaña, las evidencias del plagio impactaron sobre otras universidades tanto en el país como en el exterior. Estos impactos causaron una fuerte merma en la imagen académica de las mismas y una gran duda en el imaginario de una población que apuesta ciegamente en la educación superior, la cual  ha sido el espacio para acciones inescrupulosas que generan un fuerte engranaje no muy transparente en el mundo de la profesionalización. El libre mercado en este campo ha generado distorsiones y aberraciones que ahora estamos pagando. ¿Cómo quedará su Universidad luego de su penosa campaña? Las aulas tienen su retrato y su nombre aparece en la segunda estrofa del himno de la Universidad. ¿Cuánto está afectando a sus estudiantes, docentes y graduados este escándalo?  Y de paso, ¿cuál es la factura que se le puede pasar a universidades como la Complutense con este ruido? El mundo académico es muy estricto y, en diversos casos de plagios, no es nada indulgente. Casos abundan y las respuestas son severas. Imagino que los jurados académicos españoles habrán “puesto sus barbas en remojo”.
Lo ciudadano es un bumerán para Trujillo, ciudad que le otorgó el derecho de gobernarnos por dos periodos ediles. Utilizó nuestros votos al Gobierno Regional como trampolín para lanzarse a la Presidencia. Durante su permanencia en el sillón edil fue sordo a diversas observaciones de su gestión y hubo un manejo nada transparente de los recursos municipales. El famoso video de “plata como cancha” durante su campaña para la reelección no fue impedimento para que la masa electoral apostara por él. Hizo a toda una población cómplice.

Y en lo político ha logrado el entierro de varios personajes de nuestra política. Lo de Humberto Lay y Anel Townsend han sido los primeros náufragos de este descalabro. Aunque, las cataduras morales no son prioridad en este ambiente. Las llamadas “ñustas” de Acuña quizá vayan a sobrevivir como las famosas geishas de Fujimori, quienes defendieron y defienden a ojos cerrados a este personaje fuertemente cuestionado por la corrupción. En un país de escasa memoria, todo puede pasar.

lunes, 8 de febrero de 2016

BUENOS EJEMPLOS EN TRUJILLO

Frecuente es ver u oír noticias que muestran el lado oscuro de nuestra sociedad. Los medios de comunicación masiva, en cualquier soporte que este emplee, llena sus titulares con malas nuevas que causan zozobra en la población, la insensibilizan por el excesivo manoseo de las circunstancias en las que ocurrieron y, a la larga, han desarrollado morbos y prejuicios en la sociedad urbana que le permiten crear estereotipos determinantes con los cuales identifican y se autoidentifican ciertos grupos humanos, sea por condición social, ubicación geográfica, género, edad, estudios, un largo etcétera. Estas observaciones fueron obtenidas gracias al estudio descriptivo y analítico sobre la criminalidad juvenil realizado en El Porvenir (http://juventud.gob.pe/publicaciones/102-criminalidad-y-violencia-juvenil-en-trujillo/).
A raíz de este estudio, la ONU se interesó en llevar a cabo un programa de fortalecimiento de la seguridad humana con el fin de apoyar, difundir y sistematizar aquellos proyectos que apunten, de manera desinteresada pero autosostenible, a fortalecer la prevención y la educación en áreas críticas en nuestra ciudad con el fin de atender a los grupos sociales más vulnerables y bastante desatendidos por los sectores público y privado. En Trujillo hay varias instituciones que trabajan más allá del carácter asistencialista a los que nos hemos acostumbrado para paliar momentáneamente un problema que necesita ser atacado más de fondo. Estuve visitando algunas de estas instituciones que han generado cambios en jóvenes y sus familias y, a través de ellos, el entorno social en el que se hallan. Algunas pequeñas aún como la asociación francesa Pour Les bébés que trabaja en Río Seco; la británico-norteamericana SKIP (https://www.facebook.com/SKIPPeru/) en el mismo Río Seco (https://www.youtube.com/watch?v=O84PqHm_dvk); o la asociación alemana El Puente, localizada en El Milagro; son algunas que tienen proyectos que fomentan la política de ayudar a esos estratos sociales generalmente en el área educativa (http://www.puente-trujillo-peru.com/). Por el lado peruano también hay algunos interesantes, uno de los cuales espera pronto implementarse en nuestra ciudad, como D1, el cual fomenta la danza entre la juventud y ha tenido buenos resultados en Lima. El camino para lograr sus metas no está exento de diversos problemas: desconfianza de la población, provecho político (algunos bastante descarados), engaños y criolladas, desinterés e inconstancia por parte de los invitados a participar en estas interesantes propuestas que buscan mejorar sus vidas, no bajo el concepto de dádivas, sino en base a un compromiso sólido que exige disciplina y aprecio al trabajo. También está la desinformación y desconocimiento del grueso de la población de la labor hecha por estos ciudadanos que han abandonado su zona de confort para aportar en hacer de esta ciudad un lugar más agradable y lleno de oportunidades a sus habitantes.

martes, 19 de enero de 2016

DECADENCIA SOCIAL

Vivir en Trujillo se viene haciendo cada vez más una experiencia más frustrante. Las fiestas, lejos de haber permitido manifestaciones de solidaridad y fraternidad (que es el mensaje que encierran estas festividades) entre todos los habitantes de esta ciudad, han sido el contexto y pretexto en los cuales hemos visto flagrantes evidencias de deterioro social que pasan desapercibidas a la mayoría. Es más alarmante cuando visitantes comienzan a describir a la ciudad con rasgos más negativos que positivos. En una reunión hablaba con una persona que regresaba luego de 6 años; a pocas horas de su llegada le pedí sus impresiones citadinas, estas se redujeron a tres adjetivos: ruidosa, caótica, sucia. Estas características no se manifiestan solo en estas conmemoraciones. Es parte de nuestro panorama urbano.
Extrapolando la teoría de la “ventana rota” sobre violencia y criminalidad, elaborada por J. Wilson y G. Kelling de la Universidad de Stanford, esta explica que un contexto de desorden, suciedad y bullicio transmite a cualquier ciudadano o un simple vecino,  “una idea de deterioro, desinterés, despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia”. (http://www.cel.edu.mx/servicios/La%20teoria%20de%20las%20ventanas%20rotas.pdf). En otras palabras, las situaciones permisivas generadas en las últimas décadas han sido el caldo de cultivo en el cual los trujillanos hemos ido generando una serie de inconductas que las toleramos gracias al incremento del egoísmo y mal espíritu de competencia en nuestra sociedad: todo vale.

Ejemplificando los tres adjetivos iniciales, no faltan a la verdad.  Lo ruidoso se da no solo en el tráfico, sino en el uso comercial (léase tiendas de electrodomésticos) o cualquier manifestación cívica o religiosa. El uso de pirotécnicos ruidosos que, además de estar prohibidos (trasgresión de la ley), ha sido una clara demostración que a varios les importa un bledo el llamado a la conciencia del uso de los mismos o la tranquilidad de sus vecinos. Lo caótico se da en el tráfico, en el abuso de particulares y transporte público-privado quienes compiten entre ellos sin importarles peatones, usuarios o los otros conductores; caótica en su construcción; caótico es el uso de espacios públicos para parrandear. Y lo sucio surge en la ineficiencia de autoridades municipales de cualquier distrito y, sobre todo, en nuestra capacidad para generar basura: fiestas populares, comercio ambulatorio, el simple peatón son generadores de basura. Los desechos en el piso no son problema de la autoridad, lo es de sus habitantes: calles, parques, jardines, entidades y lugares públicos, universidades, colegios; espacios en los que no faltan botellas de plástico, descartables u otros restos.


Parafraseando a Fethullah Gülen, para tener una mejor existencia en una sociedad, requiere que cada uno ajuste y limite su libertad de acuerdo de criterios de la vida social. ¿Habrá voluntad social de cambio?

martes, 12 de enero de 2016

TRES SEMBLANZAS DE LA FERIA

Ya han pasado varias semanas de clausurada de Cuarta Feria Internacional del Libro en la Plazuela del Recreo. En diversos conversatorios, conferencias, presentaciones pude conocer a tres mujeres que están haciendo obra transcendental contra la indiferencia, contra la desidia y contra la animadversión masculina, en muchos casos. Ellas han ganado espacios valiosos con sus propuestas y trabajos, algunas veces silenciosos, y, en la mayoría de los casos, desconocidos por el grueso del público.
La primera es la escritora libanesa Joumana Haddad, uno de los invitados extranjeros de relevancia. Más allá de su obra poética y novelística, hallamos una mujer que se ha vuelto el portavoz de los derechos femeninos en nuestras conservadoras sociedades. En las conversaciones sostenidas, reflexionaba sobre la sociedad latinoamericana, en  la cual la mujer carga no velos físicos, sino sociales, culturales y psicológicos. Joumana vive en un país desangrado en una interminable guerra civil y ha visto con escepticismo las posibilidades de cambio en nuestras actuales sociedades por las intolerancias, incomprensiones y el acuciante analfabetismo de sus integrantes. Como triste testimonio queda el hecho de que ha pedido a sus hijos partir lejos de su patria,  como  nuestros jóvenes que se ven compelidos a buscar un mundo mejor. Sin embargo, ella sigue luchando, sigue alzando su voz; otros verán los cambios. Como me dijo: “ni tú, ni yo gozaremos de esos cambios; pero otros lo harán”.
Luego, Vania Masías contó su experiencia y su decisión de dejar su comodidad personal en un país europeo para trabajar en zonas marginales de Lima. Su proyecto D1 ha rescatado a jóvenes en extremo riesgo social y cumple este año una década; se presentó en el marco de conferencias ofrecidas por la oficina de Programa Conjunto de la ONU. D1. Es el inmenso aporte de esta mujer quien fue incomprendida inicialmente por su grupo social, así como los jóvenes quienes dudaban de esta “pituquita” que los visitaba en sus barrios de alto riesgo. El cambio de estos jóvenes a través de la danza ha sido un gran aporte para su autopercepción y ha abierto grandes oportunidades a una juventud a la cual le asignamos etiquetas injustas sin crearles espacios para su realización. Esperemos que D1 se extienda por Trujillo y sus distritos.
Finalmente, Claudia Coca expuso sus propuestas artísticas que viene desarrollando como Directora Académica de la escuela de arte y diseño Corriente Alterna. Se preocupa por la promoción educativa artística a todos los segmentos sociales, sobre todo niños; el arte cual generará una revolución silente en una sociedad cada vez más individualista, intolerante, trasgresoras de normas y leyes. El arte da libertad y educación, pilares de una sociedad moderna; genera el diálogo y la discusión, tan necesarios para la construcción de la civilidad en democracia.


Tres experiencias, tres esperanzas.

jueves, 24 de diciembre de 2015

CRÓNICAS DE LAMBAYEQUE 2


Luego de Mórrope, nos dirigimos hacia Ventarrón. La primera vez, en el 2008, recuerdo que el espacio investigado era pequeño. En ese entonces también fui a la huaca Cullup. Ahora Ventarrón dispone de mejores instalaciones, hay señalética y ha crecido el espacio investigado. Ya se acerca a las pequeñas colinas de alrededores. Para hacer una buena visita, un medio día sería ideal. Lo de Ventarrón sí es interesante y, de prosperar, la historia arqueológica peruana tendrá que cambiar nuevamente. Desde el hallazgo de la tumba del Señor de Sipán hasta Caral, nuestra historia prehispánica ha estado dando tumbos positivos. La presencia de murales de más de 4 mil quinientos años en Ventarrón obliga a plantearse nuevas hipótesis. Además, desde la Dama de Cao, la presencia de la mujer en el mundo del poder ha cambiado igualmente; y parece que este lugar también demostró esa tendencia (http://larepublica.pe/07-06-2014/ventarron-el-peso-de-la-mujer-en-el-antiguo-peru). De prosperar el proyecto, el cual ha cambiado la vida de todos los pobladores de la zona, pronto estarán construyendo otro museo de sitio más, fuera de los cinco grandes que existen en la actualidad: Túcume, Tumbas Reales, Sicán, Brüning y Huaca Rajada. Hay en Huaca Chotuna, pero está esperando aprobación para tener un museo más digno para el sitio arqueológico que tiene. Nuestra guía en Ventarrón fue una joven del lugar, con buena información.  En el poblado vimos a varios estudiantes de turismo haciendo limpieza de la plaza principal.






Luego nos dirigimos a Huaca Rajada, el verdadero hogar del Señor de Sipán; bueno, uno de los tantos. En esta huaca-cementerio vemos las otras tumbas en réplicas para hacernos una idea de cómo fueron enterrados. El guía del monumento estuvo un poco exaltado con sus observaciones, menospreciando otras culturas tan o más viejas que Sipán. En este campo, del guía turístico, se necesita gente que sea más preparada, menos chauvinista y más lógica en su exposición. Decir que la era del bronce empezó en Sipán es una exageración y una falta de respeto a otros visitantes. Recuerdo cuando en 1988 hubo el revuelo del descubrimiento. También todos los problemas que se generaron con la población. Incluso hubo un huaquero asesinado. Hay muchas piezas saqueadas que circulan por el mundo impunemente, rematadas en galerías de arte o expuestas en museos a los que llegaron de manera muy oscura. Algunos gobiernos han cumplido con el gesto de devolver algunas piezas, pero faltan muchas. El robo y comercio de piezas arqueológicas o de arte es, después del narcotráfico, el movimiento de dinero ilícito más desarrollado y poderoso. Incluso hay pedidos a catálogo el patrimonio arqueológico y artístico de nuestro país es bastante codiciado. Pinturas, huacos, textiles, esculturas religiosas, estatuas mortuorias, libros incunables; todos han sido objeto de saqueos a iglesias, cementerios, huacas, casas antiguas o museos. Y las leyes son benévolas o no pueden alcanzar a gente poderosa que acuña dinero gracias a este oscuro negocio que hasta asesinatos o líos diplomáticos han causado. Se habla de una tumba anterior un poco antes hallada del joven Señor de Sipán, la cual fue saqueada y algunas piezas han sido encontradas. Se comenta que el tesoro hallado era más impresionante que las tumbas posteriormente descubiertas. Hay todo un velo de misterio que ha generado un fuerte rencor en la población. Si el río suena..






Nuestro último destino fue Zaña o Saña, la ciudad española derruida por un fenómeno del niño de 1720. Esta ciudad fue poderosa y rica. Acogió a muchas familias ricas que huían de Trujillo, luego del devastador terremoto de 1616. Ligada a la agricultura, tuvo una gran población negra por la esclavitud. Y fueron ellos los que se quedaron luego del abandono “oficial” de esta ciudad “maldita”. Esta ciudad acogió muchas iglesias y conventos, los cuales quedaron totalmente arruinados por el desborde del río del mismo nombre. De algunas queda la fachada como La Merced. De otras, la estructura como la Iglesia Matriz; de San Francisco quedan arcos; pero la que tiene mejores restos es el convento de San Agustín, una verdadera joya. Al llegar una señora nos declamó una décima sobre Zaña. Ahora hay una preocupación por preservar el monumento y trabajar por la identidad negra de la ciudad. Visitamos las instalaciones, ya hay más protección a los restos y ahora han recuperado algunos espacios que no había visto en mis anteriores. El claustro es siempre un lugar digno de ver y reflexionar. Luego de esta visita (la primera vez fue en 1984), nos dirigimos al Museo Afroperuano. Abierto en 2005, tiene una valiosa colección de la presencia negra en el Perú y en el mundo (http://www.lambayeque.info/pueblos/el-museo-afroperuano-de-zana/). Casi tuvimos la oportunidad de conversar con Luis Rocca Torres, autor de varios libros sobre la negritud peruana. En verdad, la herencia negra en nuestro país no sido profundamente estudiada y ha sido una minoría despreciada y maltratada. Por parte de mis raíces maternas descendemos de negros, pero no sabemos cuál es la herencia real. Fueron traídos desde diversos lugares de África para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y suplantar a la mano indígena que fue bastante diezmada por las epidemias que trajeron los conquistadores. En las salas y la exposición de carretas uno puede ver cómo vivieron y cómo fueron tratados la mayoría (hay un libro interesante de José Ramón Jouve sobre el trato que se hacía con ciertos esclavos que se volvieron letrados y trabajaron en diversos oficios: Esclavos de la ciudad letrada del IEP-2005). Pero la suerte no sonreía mucho a los demás. Fue en los 70, bajo el gobierno de Velasco que comenzaron a hacerse las investigaciones históricas y sociales de esta antigua emigración.  (https://www.facebook.com/jesusgerardo.caillomanavarrete/media_set?set=a.1229411173755568.1073742051.100000600914417&type=3). Por esa época surgen personas como los hermanos Santa Cruz y grupos como Perú Negro, que comenzaron a abrir un espacio para esta minoría, de gran presencia cultural en nuestra nación: gastronomía, ritmos musicales, cantos, tradiciones religiosas y presencia en el deporte de masas como el fútbol o vóley. Pero falta mucho. Tan solo hay que oír a Victoria Santa Cruz y su poema “Me gritaron negra” para entenderlo todo (https://www.youtube.com/watch?v=lN5M0jehU7s). 









Un viaje a la historia como siempre debe ser un viaje. 

CRÓNICAS DE LAMBAYEQUE 1

Sábado 21 y domingo 22 de noviembre. La visita de Isabel a Trujillo propició otra salida a la Región Lambayeque. Un par de días antes, el miércoles 18 había ido de visita a dos museos de la Región: Sicán y Tumbas Reales de Sipán. Esta visita de un día fue demoledora, ya que era una jornada intensa que, pese a todo, no logró concretarse la visita al Museo de Sitio de Túcume, que era otro de los museos a visitar. Siempre es bueno volver a estos museos, pues muchas veces en las anteriores visitas realizadas vas perdiendo detalles por diversas razones o apuros. Un detalle: en el Museo Nacional de Sicán, ubicado en Ferreñafe, uno visita la reconstrucción de las tumbas de dos grandes soberanos de esta cultura (http://www.go2peru.com/spa/guia_viajes/chiclayo/chiclayo_sican.htm).  Desde el 2001, año de su inauguración, se muestra una tumba (la occidental) que tiene, desde su origen, una hipótesis errada. Pareciera que este señor hubiese sido enterrado de tal forma que replicase el acto del nacimiento. Pero, según me han comentado varios arqueólogos, esta tumba sufrió antaño un deslizamiento y por tal motivo quedó en una posición que hizo suponer un entierro bastante peculiar y nunca visto en el mundo, cuando todo indica que estuvo enterrado como el otro gran señor cuyo entierro visitamos en la sala contigua. (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1226909850672367&set=pb.100000600914417.-2207520000.1450963229.&type=3&theater). Ojalá se corrija esto, puesto que, como se indica, los mismos guías destacan esta modalidad supuesta. Este viaje sí te permite descubrir situaciones de nuestra educación. Muchos de los chicos no conocían estos lugares, pese a que ya habían estado en otros lugares del Perú e, incluso, de América, pese a ser casi vecinos.
Volvamos a nuestro viaje de dos días. En realidad, nuestra meta era Laquipampa, un refugio de silvestre que queda cerca de Íllimo, en la ruta entre Chiclayo y Olmos (http://www.rutasdelperu.org/rvs-laquipampa/).  Habíamos hecho todas las coordinaciones previas para quedarnos una noche y un par de días en el albergue de este refugio. Viajamos el sábado por la mañana. La expedición estaba conformada por Isabel, María, Lorena y yo. El paquete incluía el recojo, el hospedaje, un desayuno, almuerzo el domingo, pago de entradas y la visita a todo el santuario (lo accesible). Llegamos casi a mediodía, pero hubo un incidente con los lentes de Isabel por lo que al llegar tuvimos que buscar un lugar para poder repararlos. Una vez concluida la misión y haber cancelado lo que faltaba para pagar los servicios de los cuatro viajeros, salimos con destino a Lambayeque para almorzar ahí. Como el miércoles estuve en el lugar y había sugerido un restaurante al cual fuimos hace un par de años, nos dirigimos ahí por la variedad de precios y diversas alternativas. No hay pierde. Se llama El Pacífico (https://www.tripadvisor.com.pe/Restaurant_Review-g1926372-d6966971-Reviews-El_Pacifico_Lambayeque-Lambayeque_Lambayeque_Region.html) y tiene precios imbatibles para la calidad y cantidad de los platos ofrecidos en la carta. Una vez concluido nuestro opíparo almuerzo nos fuimos a Íllimo. La carretera es fatal, es bastante estrecha y en los pequeños pueblos de la ruta, el tránsito se hace pesado y peligroso. Esta carretera a Olmos se ve cargada de vehículos pesados (ómnibus, camiones de todo tipo de carga y dimensiones) y he visto a varios turistas aterrados, no solo por ello, sino por la velocidad en la que van los mismos transportes turísticos. El nuevo museo de Túcume atrae un interesante tráfico de turistas, pero si no mejorar la infraestructura vial, estos se van a pasar la voz sobre los riesgos que esto conlleva. Ya en el 2014, en otra visita, la ciudad de Ferreñafe era una polvareda. Y la carretera a Olmos debe ser ensanchada, señalizada y con permanente conservación. Llegamos con cierta comodidad a nuestro albergue, donde ya nos estaban esperando. Atravesamos un cementerio abandonado de la ciudad. Ha caído en el olvido luego del último Niño de 1998 y el saqueo hecho por los brujos de la zona.



Como habíamos disfrutado un par de cervezas, decidimos descansar un poco y luego ir a la piscina del lugar. En el local había un chileno que estaba por negocios ahí. Se hospedaba desde hacía un mes. Iba por la agricultura de Olmos. Salimos a la pequeña alberca; las chicas decidieron no bañarse, así que entré solo. El agua tibia y rodeados de árboles y aves. Cenamos algo ligero y nos preparamos, ya que salíamos temprano a la reserva y nos llevábamos nuestro equipaje. Las historias que nos contaba el señor que cuidaba el albergue eran interesantes. Él fue un sobreviviente del terrible Niño que tuvimos en 1982-83. Estuvo aislado por casi tres meses sobre una colina con su hermano menor por el desborde del río La Leche. Pensaba que sus padres se habían ahogado, pero sobrevivieron. Esta zona vive el trauma de un posible nuevo mega Niño.

Sin embargo, los planes cambiaron. Toda la noche llovió y las carreteras de trocha que tiene la Reserva quedaron hechas un lodazal. Así pues, nuestro guía nos propuso dos opciones: devolvernos el dinero o hacer un plan alterno de lugares que no habíamos visitado. En general, había visitado todo lo posible de Lambayeque, pero las chicas no. Propuse Mórrope y su iglesia, Ventarrón, Huaca Rajada y el museo de sitio, y Saña. Iba a ser un bonito viaje. Comenzamos con San Pedro de Mórrope. Originalmente era una reducción indígena creada en el siglo XVI (1566-67). La iglesia se comenzó a construir por esos años, pero fue muy afectada, según  los datos del libro Templos virreinales de los valles de Lambayeque de Castañeda, Espinoza y Pimentel (edición 2015) (http://libros.fcctp.usmp.edu.pe/templos-virreinales-de-los-valles-de-lambayeque/).  Luego de diversos avatares, en 1751 se logró la bendición por parte de un arzobispo limeño que se hallaba en tránsito. Y se logró que el interior estuviese cubierto de una extensa pintura mural, de la cual quedan interesantes restos en diferentes muros de la iglesia. Esra la visitamos como última lugar, pero el párroco nos atendió de manera amable y muy honesto en sus observaciones sobre el trato de estos espacios históricos. Además, a la mano derecha hay una capilla doctrinal que fue utilizada como cementerio hasta entrada la República. Esta capilla, la de la Ramada, recibió una atención especial por parte del equipo de la revista National Geographic que sacó una edición especial para “presentar” las investigaciones hechas sobre el descubrimiento del Señor de Sipán y todo el entorno lambayecano (junio 1990, vol. 177, No 6). Lo que llama poderosamente la atención es el tramado del techo y las columnas que lo sostienen, hecho en troncos de algarrobo; según la revista, esta capilla se construyó siguiendo el estilo arquitectónico moche, como se puede ver en su cerámica. Para entrar nos acompañó un grupo numeroso de niños que iban al catecismo. Uno de ellos nos trajo la inmensa llave que aún se emplea para abrir las puertas de la capilla. En esta vimos una excavación que, de acuerdo al párroco que nos acogió en la visita a su iglesia, no estaba permitida. Cosas que se ven en nuestro país. La capilla también es el lugar para un pequeño centro de interpretación donde vimos cómo manufacturan flores de papel o trabajan con el algodón original de la zona y que casi fue extinto por la campaña que se hizo para difundir el de calidad Pima. En realidad, luego de visitar esta iglesia y haber visto las muchas que hay en los pequeños pueblos, una ruta interesante sería esta: tour eclesiástico. Incluso visitar aquellas que la desidia han dejado caer en el olvido y en el desastre (como Eten o los abandonados restos de varias iglesias de Saña). 







martes, 22 de diciembre de 2015

CRÓNICAS CAJACHAS

Domingo 25. Cajamarca se levantaba, luego de haber celebrado fiestas religiosas (como nos había tocado en Arequipa). El día anterior habíamos arreglado con un señor, quien nos llevaría a un paraíso: Porcón. Con la facilidad de movernos por nuestra cuenta, acordamos ir temprano a nuestro objetivo. Tomamos un buen desayuno y salimos casi a las 8 a.m. El trayecto a esa hora no es tan pesado, pues hay poco tráfico hacia esta cooperativa que contradice a todos aquellos que no gustan de este modelo de producción colectiva. La religión, con todo el sentido vertical que esta tiene, puede haber sido un factor positivo para este modelo de éxito (me “gusta” taaanto esta palabra) económico, que permite a toda esta comunidad vivir bien. La carretera está bien tenida por lo que el ascenso es fácil y seguro (relativamente, puesto que también aquí hay locos al volante). En casi 35 minutos llegamos al cruce para descender hacia las instalaciones de la cooperativa. Llegamos al lugar que se halla enclavado entre colinas de poca altura. Previamente en la ruta te encuentras rodeado por un bosque de pinos que se ubican en una buena extensión.  Este bosque no lo pudo apreciar Soraia, pues dormía profundamente por los diversos cambios de horarios y alturas. Es otro de los medios que usa esta granja para generar recursos sostenidos. Aparte de agricultura, carnes y lácteos, la gente de Porcón ha hallado en el turismo un recursos inagotable y permanente que genera buenos ingresos a la comunidad cooperativa (http://www.micajamarca.com/Default.aspx?tabid=56). Y para esto, comenzó instalando un pequeño albergue y en la actualidad, ya vemos que le ha dado réditos y van construyendo más instalaciones. Esta tranquilidad me hace recordar a esos albergues católicos en los que me hospedé en Israel, que eran muy baratos y tenían reglas muy estrictas (toque de queda a las 10 a.m., por ejemplo). No es un lugar para ir a emborracharse o escuchar música a todo volumen; es un espacio para estar tranquilo, caminar, leer, para estar contigo mismo, cosa muy complicada en estos días. Lástima que ya tiene internet.




Una vez pagada la entrada, compramos nuestros quesos y hongos previamente para dejarlos en el auto. Así nos íbamos a evitar el tumulto que íbamos a encontrar más tarde cuando llegasen los buses y otras movilidades con paquetes de turistas. Interesante, había algunos chicos que habían venido de la selva como parte de sus viajes de promoción. Tenía entendido que estaba prohibido el Norte peruano; creo que esta no comprendía a Cajamarca. El cielo estaba escampado, pero algunas nubes amenazaban con lanzarnos torrentes de agua. Pese a todo, aunque premunidos de casacas y cortavientos y un par de paraguas, comenzamos nuestra visita al simpático zoológico que hay en la granja. Además es una suerte de vivero por la inmensa variedad de flores que puedes ver. De estar uno solo en el lugar, es el paraíso total. Luego de cruzar un pequeño puente, comenzamos a ascender hacia el lugar donde pastan muchas vicuñas en libertad y en cierta vecindad con los humanos. Antes de llegar a ello,  cruzamos la zona donde se hallan los venados, los cuales se acercaban por comida. Este tema es muy sensible y es el momento de educar a la gente de lo que quiere y no puede hacer: muchos les llevan comida chatarra, pero con llevar alimentos naturales (granos como maíz) sería lo ideal. Además hay que evitar los plásticos y chicles que algunos llevan y lanzan sin el menor remordimiento; además están las benditas botellas de plástico de agua o gaseosa que plagan cualquier lugar del planeta, y este no era la excepción. En nuestro caminar vimos a una señora que se dedicaba a recoger esas botellas o bolsas de plástico lanzadas al piso, a pesar de haber basureros por diversos lugares. Oí varias veces a imbéciles (con buen nivel económico; no intelectual, por supuesto) que decían que no importasen que ensuciasen, puesto que había gente encargada de hacerlo. Razonamiento del más bruto que invade nuestra sociedad tan poco educada en estos menesteres. Y me he topado con gente que se llena la boca de haber vivido en el extranjero y una vez aquí se olvidan de esas sanas y correctas costumbres: la más imbécil de todas que oí era que en el extranjero no botaba papeles a la calle o no se cruzaba la luz roja, u otros detalles; pero como estaba aquí, podía hacer lo que le daba la regalada gana. Un perfecto idiota.
Dejemos cosas hepáticas y sigamos con nuestra visita a Porcón. En las vicuñas  nos detuvimos para hacer varias fotos. Soraia estaba contenta de ver estos animales tan cerca, y las fotos iban de un lado a otro. Ya el ascenso nos calentó un poco, por lo que decidimos sacarnos un poco de carga; como iba con mochila, ahí llevamos las chompas o casacas. Sin embargo, pronto nos amenazó un chapuzón. Cielo serrano, como dice la tradición, del cual no que confiar. Caminamos una trocha para ver los ñandúes y los emúes. Luego, al comenzar a bajar a las jaulas de aves y felinos, vimos los primeros grupos que llegaban gritando y corriendo, perturbando la calma del lugar. Bajaban los chicos de diversos colegios en su viaje de promoción. Da pena también ver a varios grandes animales que no tienen mucho espacio para desplazarse. Luego de las aves y felinos (una hembra estaba preñada y bastante irritada, dio un salto que asustó a varias personas), pasamos a una pequeña isla donde estaban los simios y una gran bandada de gansos (hacían más ruido que todos los grupos juntos). De ahí nos fuimos a ver los osos, desde donde divisamos al conductor; le hicimos señales para que nos recogiese en la salida, en un pasadizo donde veríamos más aves y algo que nos llenó la visita: el baile de cortejo de dos pavos reales machos con una hembra. El espectáculo nos cautivó, nos “ganamos” el momento. Así terminamos nuestra visita al lugar y nos enrumbamos a la ciudad, ahora sí más despabilados. La vista del descenso es una cosa impresionante. A lo lejos divisas el cerro Quilish que fue motivo de una fuerte disputa de diversos ciudadanos con la compañía minera de la zona.







Ya en la ciudad, nos fuimos a almorzar al Costa del Sol, un suculento almuerzo. Allí me encontré con una persona que no veía en años. En realidad, el almuerzo estuvo extraordinario por estas fusiones que algunos osados se atreven en preparar y también en comer, como nosotros. Fuimos a dejar algunas cosas al hotel y salir a ver la ciudad. Lastimosamente, ya habían cerrado todos los lugares de visita como el Cuarto del Rescate o el Museo del Complejo Belén; incluso el Museo de San Francisco estaba cerrado. Sin embargo, decidimos hacer una caminata por la ciudad. Cajamarca tiene bellos rincones, puertas, ventanas, pasajes, calles. Deben apostar por la ciudad como un producto turístico y explotar todo aquello por lo cual era famosa: su ganadería y mundo agrario. Cenamos con César en el Querubino para despedirnos de Cajamarca hasta una nueva oportunidad.