Frecuente es ver u oír noticias que muestran el lado oscuro
de nuestra sociedad. Los medios de comunicación masiva, en cualquier soporte
que este emplee, llena sus titulares con malas nuevas que
causan zozobra en la población, la insensibilizan por el excesivo manoseo de
las circunstancias en las que ocurrieron y, a la larga, han desarrollado morbos
y prejuicios en la sociedad urbana que le permiten crear estereotipos
determinantes con los cuales identifican y se autoidentifican ciertos grupos
humanos, sea por condición social, ubicación geográfica, género, edad,
estudios, un largo etcétera. Estas observaciones fueron obtenidas gracias al
estudio descriptivo y analítico sobre la criminalidad juvenil realizado en El
Porvenir (http://juventud.gob.pe/publicaciones/102-criminalidad-y-violencia-juvenil-en-trujillo/).
A raíz de este estudio, la ONU se interesó en llevar a cabo un
programa de fortalecimiento de la seguridad humana con el fin de apoyar,
difundir y sistematizar aquellos proyectos que apunten, de manera desinteresada
pero autosostenible, a fortalecer la prevención y la educación en áreas
críticas en nuestra ciudad con el fin de atender a los grupos sociales más
vulnerables y bastante desatendidos por los sectores público y privado. En
Trujillo hay varias instituciones que trabajan más allá del carácter
asistencialista a los que nos hemos acostumbrado para paliar momentáneamente un
problema que necesita ser atacado más de fondo. Estuve visitando algunas de
estas instituciones que han generado cambios en jóvenes y sus familias y, a
través de ellos, el entorno social en el que se hallan. Algunas pequeñas aún
como la asociación francesa Pour Les bébés que trabaja en Río
Seco; la británico-norteamericana SKIP (https://www.facebook.com/SKIPPeru/) en el mismo Río Seco (https://www.youtube.com/watch?v=O84PqHm_dvk); o la
asociación alemana El Puente, localizada en El Milagro; son algunas que tienen proyectos
que fomentan la política de ayudar a esos estratos sociales generalmente en el
área educativa (http://www.puente-trujillo-peru.com/). Por el lado peruano también hay algunos interesantes, uno de
los cuales espera pronto implementarse en nuestra ciudad, como D1, el cual
fomenta la danza entre la juventud y ha tenido buenos resultados en Lima. El
camino para lograr sus metas no está exento de diversos problemas: desconfianza
de la población, provecho político (algunos bastante descarados), engaños y
criolladas, desinterés e inconstancia por parte de los invitados a participar
en estas interesantes propuestas que buscan mejorar sus vidas, no bajo el
concepto de dádivas, sino en base a un compromiso sólido que exige disciplina y
aprecio al trabajo. También está la desinformación y desconocimiento del grueso
de la población de la labor hecha por estos ciudadanos que han abandonado su
zona de confort para aportar en hacer de esta ciudad un lugar más agradable y
lleno de oportunidades a sus habitantes.