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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 10 de enero de 2021

2021, INICIO TURBULENTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 10 DE ENERO)

No había pasado ni una semana del 2021 y tenemos muchas sorpresas. Estas están vinculadas al mundo político, tanto nacional como internacional. No bien terminamos con las celebraciones navideñas y del año viejo 2020, una avalancha de sucesos ha generado respuestas de sorpresa, esperanza, estupor e indignación por dichos acontecimientos. Desde las fotos del congresista liberteño Luis Valdez divirtiéndose en Miami por año nuevo, mientras nuestra Región vivía la convulsión del paro agrario; hasta la intentona de golpe de los seguidores de Trump azuzados por este con el parlamento repetido de fraude.

Cuando nuestra Región se veía envuelta en enfrentamientos a causa del descontento de la nueva Ley Agraria, situación por la que algunos congresistas se trasladaron a nuestra ciudad, Valdez brilló por su ausencia; y calentó los ánimos al ver que su inasistencia era por frivolidades. Peor fue la justificación del líder de su partido y, luego, la inocua separación de dicho personaje de la campaña de APP. Además, todo sucede en momentos que nuestro país vive una nueva emergencia sanitaria que está obligando a otros países a confinamientos más estrictos, pese a contar con vacunas para su población. El mensaje es claro hacia la sociedad civil liberteña.

Por otro lado, está lo sucedido en Estados Unidos y su todavía presidente, Donald Trump; lo que hemos visto es una de las situaciones que vivimos aquí tras las elecciones en las que salió ganador PPK. La intransigencia, la obstinación, el fanatismo e intolerancia han sido las principales razones por la que muchos ciudadanos (no son pocos) hayan reaccionado así. Ese es el peligro. Cuando un grupo de personas de tendencia fundamentalista sostiene la idea de ser dueños de la verdad, estamos ante un verdadero peligro. El pensamiento Trump no es único y se sostiene en la matonería, en el abuso del poder, en la humillación de los otros. Una cosa es cierta en ese actuar: pensamiento y actitud sí están asociados. Mucha gente lo apoya, no solo en su país; conozco varios peruanos que ven en él el adalid de una Norteamérica que recuperaba su esplendor de ser la primera potencia del mundo sin que nadie la avasalle. Son de la política del Big Stick de Theodore Roosevelt y mucha gente de la extrema derecha y la derecha lo ve como un paradigma. Esta gente, ligada a grupos religiosos extremos, o partidos fascistas y racistas permitirían sacrificar cualquier condición esencial por la cual uno aprecia a esa sociedad: ellos ven la necesidad de volver al antiguo orden. Son un peligro, pues dicen sostener la verdad gracias principios fundamentalistas.

Lo vivido con Trump no ha terminado; por el contrario, es una pesadilla que ha crecido como el virus. Salvando distancias y momentos, los peruanos lo hemos vivido en dos congresos lamentables, obstrucciones, preocupados más en sus intereses que en el bien común. En abril tenemos elecciones. ¿Qué panorama tenemos entonces? 

domingo, 3 de enero de 2021

RESPONSABILIDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE ENERO)

 2021. Bicentenario de la Independencia política de nuestro país. Elecciones generales. En este año nuevo, los peruanos tenemos dos eventos relevantes con los que debemos de estar a la altura.

Abril será un mes en el que iremos a urnas para elegir el nuevo lustro gubernamental con un nuevo Congreso que asuma funciones legislativas. El lustro anterior ha visto 4 presidentes: inició PPK y culminará la misión presidencial Fernando Sagasti, si es que no hay algún exabrupto más parecido al que generaron la caída de Martín Vizcarra y el fugaz periodo de Manuel Merino. Tendremos que escoger un nuevo parlamento conformado por 130 congresistas entre los que son propuestos por una veintena de partidos. Las recientes inscripciones y observaciones han dado muchas sorpresas tanto en cuanto planchas presidenciales como cuadros de congresistas. Los partidos políticos nuevos y tradicionales, responsables del panorama que atravesamos en la actualidad, pusieron a un grupo de personas que, según las políticas internas de cada organización, era el más idóneo para poder asumir cargos tanto legislativos como los cuadros ejecutivos aparentes para que nuestra vida nacional continúe y mejore. Hemos visto los dos recientes congresos; los resultados son deplorables, salvo pocas excepciones. Personas incapaces, egoístas, individualistas, oportunistas y demagogas han poblado nuestros congresos hace décadas; pero las últimas versiones de este periodo gubernamental han sido un lamentable panorama de lo mal que está el sistema político de nuestra nación. Aunque es un mal común que se ve en muchas democracias formales alrededor del mundo, nuestros congresos han sido un conjunto de personas que pocas veces han velado por el país asumiendo posturas que no les competen, proponiendo leyes de lo más populistas e insostenibles y velando por intereses más que reñidos con lo ético y lo social. Muchos partidos no han dejado de ser meros clanes familiares y algunos orígenes de muchos de los que están en competencia son muy oscuros, vinculados a situaciones de corrupción, lavado de dinero y otras pesadas herencias. Estuve leyendo la biografía de Pablo Escobar y la serie recreada en la biografía de Juan “Chapo” Guzmán. Los hilos del narcotráfico siguen ejerciendo su poder y las diversas formas de lavado de activos apuntan a fortalecer candidaturas de todo tipo como se ha visto a lo largo de nuestra historia y la de muchos países sudamericanos.  

2021 es nuestro Bicentenario nacional. El de Trujillo nos tocó bastante deslucido por la pandemia y otros problemas de organización. Como ciudad y región no tuvimos una gran obra que hubiera dado un realce a nuestra ciudad. Un gran sistema vial y drenaje, por ejemplo, proyectado y planificado tras los destrozos del Niño del 97-98, hubiese sido un gran regalo para la actual urbe en la que hemos convertido. Faltó visión, liderazgo. Oportunidad perdida. Trujillo es una gran ciudad. Pues, hora de despegar.

domingo, 27 de diciembre de 2020

2021 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE DICIEMBRE)

Hace un año despedíamos el 2019 con incertidumbres políticas y sociales, pero con la voluntad de que podíamos aspirar a un avenir positivo. Rumores de una enfermedad nos llegaban desde el Asia, pero nos eran lejanos en ese entonces. Nadie presagiaba que nuestro mundo, tal como lo conocíamos hasta esos momentos, iba a dar un giro sorprendente. Y a lo largo de este año hemos ido descubriendo, para bien o para mal, las capacidades e incapacidades que como humanos tenemos y que es una dura lección por enfrentar, y que es la herencia con la que entramos al 2021.

Desde los meses iniciales, cuando la pandemia azotaba ya varios países, comenzaron voces de alerta, así como las de negación y escepticismo que un evento de esta magnitud acarrea. Hemos visto líderes de opinión, políticos y personalidades de toda índole convirtiéndose de la noche a la mañana en una suerte de exégetas en una materia tan complicada y novísima como lo fue este virus. Grandes errores se fueron acumulando al haber permitido que personas que no tenían nada que ver con el tema médico aseverasen opiniones que generaban grandes desconciertos. Líderes como Bolsonaro o Trump, muy interesados en salvar otras cosas que vidas, llevaron a desastres sanitarios a sus países. En nuestro país, periodistas de diversos medios mostraban su incredulidad ante este evento y, peor aún, se mofaban del mismo. Cuando dos de ellos cayeron contagiados, su sonsonete paró. Los medios han jugado un papel tan ambiguo en las campañas realizadas por todo el mundo como en nuestro país. Y hemos visto que incluso no han sido transparente en informar todo el problema sanitario en nuestro país. Focos grandes de contagio como zonas industriales, agrarias o mineras, tanto formales como informales, no fueron difundidas del todo o lo hicieron de manera parcial más por intereses económicos que por el manejo de la verdad. Por otro lado, las marchas de noviembre eran difundidas con la advertencia de ser un caldo de cultivo para la pandemia; pero parece ser que esto no ha sucedido al no haber el temido rebrote pandémico a fines de noviembre. Más que la opinión de políticos u otros personajes, esperamos que la ciencia dé más explicaciones al respecto para poder actuar con propiedad y salvar vidas.

Pero las sociedades, como la peruana, han buscado soluciones ante esta situación. Se vio una interesante capacidad de organización y respuesta que nos queda como aprendizaje con la cual debemos de trabajar para futuro. Muchas personas han salido adelante tanto por ingenio, resiliencia; pero también de trabajo colaborativo. Son fortalezas que deben primar, de ahora en adelante, en nuestras planificaciones.  

2021 puede ser un año de reconstrucción en todos los ámbitos. Hemos sido golpeados por muchas pandemias: COVID 19, corrupción política, informalidad en todos los campos y deficiencias de un modelo incapaz de haber satisfecho pilares de nuestra sociedad: salud, educación y seguridad. ¿Seguiremos en lo mismo?

domingo, 20 de diciembre de 2020

NAVIDAD ESPECIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 20 DICIEMBRE)

Estamos próximos a una de las fiestas centrales del mundo cristiano. Una de las celebraciones que tiene un gran significado centrado en el amor hacia los demás, cuya síntesis la viene a dar la familia y que tiene más universalidad de todas conmemoraciones cristianas. Como otras grandes fiestas de origen religioso, moviliza a millones de fieles con el fin de preservar el sentido de esta o el de continuar una tradición cuyas raíces se pierden en las honduras de los tiempos. Una tradición que se adhirió a esta es la del obsequio, ahora inherentemente asociada a esta festividad; con el tiempo se “empapó” de un sentido comercial que ha estropeado el sentido inicial de amor en sus diversas formas coactando a este con la necesidad de un regalo.

Otro de los grandes significados que encierra esta fiesta es la de la Paz. Los humanos aspiran permanentemente a la búsqueda de la paz, pese a que su entorno no ha sido precisamente el que asegure esta. Hemos visto, incluso, a lo largo de la historia que bajo símbolos religiosos diversos se ha tergiversado la esencia de diversas religiones que pueblan nuestro planeta haciendo uso de la fuerza, del autoritarismo y el fanatismo para hacer proselitismo, conquistar e, incluso, desaparecer al contrincante o al “otro”. Uno es testigo frecuente de actos realizados por personas que dicen llamarse cristianas y en sus acciones distan kilómetros de la esencia de lo que predican. Me tocó la suerte de estar en Belén dos veces el siglo pasado y ambas oportunidades hubo actos de violencia que empañaron dichas visitas, actos que nos obligaron a escondernos en algunos lugares públicos no lejos de la iglesia construida en el lugar donde supuestamente había nacido Jesús, el enviado de Dios.

Ahora, enfrentamos una pandemia. Una que ha afectado todos los rincones del planeta, pues es una enfermedad que se moviliza con el humano. Estamos viviendo una plaga que goza de las facilidades de la modernidad; pues, con los hombres, recorre en menos tiempo más kilómetros y con grandes masas de portadores. Llevamos la enfermedad (cualquiera) con nosotros al lugar que vayamos; y viceversa, la traemos de los lugares que anduvimos. Somos, pues, una amenaza potencial, más aún aquellos que no son conscientes del peligro latente que nos rodea. Diversas medidas se han tomado alrededor del mundo y poco se ha logrado para conseguir el avance de esta pandemia, pues vemos que algunas sociedades que fueron exitosas en un principio ahora se ven envueltas en dramas sanitarios y sociales. Queremos volver a la normalidad y esta navidad ha sido la prueba para muchos. Pero, muchos hogares lamentarán las pérdidas de familiares o pasarán en vela por salud de uno de los suyos. El dramático mensaje enviado por Angela Merkel a sus connacionales es un llamado de atención para todos nosotros. En nuestras manos está el hecho de que el año entrante podamos estar con todos los nuestros sin haber sido cómplices de la muerte de uno de ellos.

domingo, 13 de diciembre de 2020

NEUROSIS BICENTENARIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DICIEMBRE)

Calles y avenidas cerradas, tráfico sin rutas alternativas. Choques entre ambulantes y la policía municipal. Vecindarios con pistas destrozadas. Hospitales que colapsan. Radiografía diaria de una ciudad neurótica.

Este es el retrato de una urbe que, de pronto, se ha visto sometida a situaciones caóticas que atormentan a los preocupados y sufridos trujillanos. En medio de la crisis sanitaria y económica que muchos estamos pasando, hemos sido testigos de fuertes reacciones como lo fueron las protestas sociales contra la asonada provocada por congresistas de móviles oscuros y, por otro lado, el problema agrario que causó zozobra en la ciudadanía al haber mucha población laboral involucrada en esta modalidad. Cada vez es más frecuente ver negocios que se ven forzados a cerrar sus puertas o ver por muchas partes carteles que alquilan o venden inmuebles. Los intentos de retornar a una suerte de resurgimiento económico chocan con otras veleidades del mundo político que genera desconfianza e incertidumbre. Las acciones populistas y ramplonas, y el doble lenguaje empleado por parlamentarios y líderes de partidos políticos han generado un fuerte resentimiento en la población que va a ser difícil de ser olvidado; y esperemos que así sea, pues hay tristes evidencias de amnesia colectiva política como lo podemos ver a lo largo de nuestra historia electoral. En cuanto al panorama sanitario, no deja de causar grandes temores. Se habla de una segunda ola, mientras muchos ciudadanos se vuelcan a las calles para satisfacer sus ansias de consumo o para disipar las tensiones vividas en nuestro forzado encierro. Mucha gente clama por libertades individuales y exigen libre circulación. Tras la amarga experiencia que vivimos entre los meses de junio a septiembre nos debería invitar a la reflexión y no convertirnos en portadores de la desgracia para sus familiares o para uno mismo.

En este complicado escenario, surgen acciones desatinadas que obedecen a un prurito proselitista más que el bien cívico. De haber pensado en este último, no nos veríamos en la estresante situación que ahora estamos viviendo: mientras cientos de ciudadanos reclaman el asfaltado de calles que fueron abandonadas por la gestión edil (otro caos que raya con la hilaridad), se abocan a romper otras sin haber generado rutas alternativas y causando molestias en momentos como estos. El desatino cunde por la ciudad que pareciera ser golpeada por diversas plagas, muchas de ellas evitables si hubiera la coordinación correcta, el criterio técnico más que el político, una visión más global de la ciudad y una comunicación más efectiva; realidades bastante escasas por las evidencias que estamos sufriendo.

Si todo esto obedece como parte de una campaña electoral de un debilitado líder identificado como mendaz y traicionero, dudo que la población se sienta agradecida por esto. Salvo que el lema “Sufre, peruano, sufre” sea parte de nuestra compleja identidad.

domingo, 6 de diciembre de 2020

DESANGRÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 DICIEMBRE)

Bicentenario doloroso. Sangriento. Polarizado. Las marchas que salieron a las calles para protestar contra la intención golpista salen a las carreteras para reclamar saldos pendientes en diversas partes de nuestro vasto territorio. La falta de claros interlocutores para tratar los problemas, los más de índole agrario, es un necesario pendiente a resolver para evitar esta situación extremadamente grave por las fisuras que se están abriendo en nuestra sociedad. Los hechos de violencia no son una eclosión surgida de la nada. Es una suma de silencios, errores y ausencias que comienzan a estallar en momentos duros como los que estamos pasando en todo el país. Tras la dura pandemia que abatió a muchos peruanos, la crisis económica que trata de ser menguada por ciudadanos trabajadores; a todo esto, se suma la indiferencia de las elites de poder que no han sintonizado con los problemas que hay en todo el territorio. Se identifican más de doscientos conflictos latentes en los que encontramos los laborales, ecológicos o medioambientales, políticos. La Defensoría del Pueblo ofrece un mapa interactivo (https://www.defensoria.gob.pe/mapa-de-conflictos-sociales/) en el que se muestra una realidad latente que pueda estallar en cualquier. Pero, dicho documento virtual, actualizado a octubre de este año, debe de agregar estos nuevos escenarios.

Además de estos datos disponibles para todos y los que deberían de ser revisados permanentemente por las personas interesadas, la observación directa viene sobre los responsables políticos de cada región en las que hay estos conflictos. La falta de información por parte de los partidos políticos y sus representantes (gobiernos regionales o congresistas) es lamentable. En cuanto a los congresistas, es bueno recordar dos de sus funciones: “[..] se debe a todos los peruanos, por lo que debe escuchar sus demandas” y “A través del debate consigue acuerdos con el resto de sus colegas para proponer, revisar y aprobar leyes que beneficien a todos los peruanos”. Veamos si es válido en los 130 congresistas (7 por La Libertad) que representan a más de treinta millones de peruanos. Hemos visto su triste y decepcionante accionar en el anterior y actual Congreso, el cual reúne gente cuyo interés dista de las verdaderas funciones. La derogación de la Ley Agraria ha sido un acto más por la reacción social que por otra capacidad de encontrar soluciones consensuadas a los problemas álgidos dejándonos sin marcos legales. Su labor se ha centrado más en crear zozobra y protegerse entre ellos (hasta ahora siguen cubiertos Edgar Alarcón y Humberto Acuña) que en actuar por el bien de la sociedad. Muchos de ellos residentes en Lima por años, se lanzan a postular por regiones cuya realidad desconocen. En el caso de nuestros legisladores, ¿habrán percibido antes el malestar de los trabajadores agrarios o ahora se suben a la ola con el fin de quedar bien ante ellos? Estamos aprendiendo a golpes.

domingo, 29 de noviembre de 2020

RANCIOS CINISMOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 29 DE NOVIEMBRE)

Las aguas no están para nada quietas. A río revuelto, ganancia de “pescadores”. Y qué pescadores. En el hemiciclo que reúne una variopinta cantidad de personajes con problemas judiciales, los congresistas siguen en su fanfarria como si lo sucedido hace una semana no hubiera nunca ocurrido. Mientras miles de ciudadanos de todas las edades, sobre todo jóvenes, salen a las calles a protestar hastiados de la política y del nada prestigioso privilegio de haber tenido tres presidentes en menos de una semana; nuestra casta política hace diversos contubernios amañados sin ningún tipo de escrúpulos buscando cómo ganar réditos a como dé lugar. Las reuniones del actual presidente Sagasti con personajes arteros como Keiko Fujimori o César Acuña genera mucho escepticismo en la sociedad, pese a los drásticos cambios necesarios en una cúpula de la PNP cuestionada por muchos actos de corrupción durante la pandemia (recordemos los casos del material sobrevaluado o de pésima calidad) y, peor aún, por los acontecimientos represivos y luctuosos en las últimas protestas callejeras con la suma de dos muertos, ciudadanos heridos e, incluso, secuestrados. Las humillantes declaraciones de un cínico Manuel Merino colmaron la paciencia de muchas personas y, en un arranque de populismo, los congresistas decidieron levantar la pensión vitalicia de los numerosos expresidentes vivos (prófugo, con arresto domiciliario, golpista, con sentencia suspendida). Pero nuestros parlamentarios olvidaron un reclamo pendiente: la inmunidad. De pronto, nos viene una sorpresa: el lanzamiento de Martín Vizcarra al Congreso por el partido Somos Perú. El apoyo masivo (no sé si le quedará este hasta las elecciones en abril del 2021), sin duda, cambia todo el panorama electoral. Muchos de los actuales candidatos cuyos partidos participaron en la asonada de hace dos semanas ven con mucho temor esta candidatura. Muchos han salido mal parados como golpistas, mentirosos y traicioneros. Personajes como KFF o Acuña Peralta enfrentan el dilema de promover la vacancia para evitar el posible acaparamiento de curules por parte de Somos Perú, o se hacen literalmente los locos con el posible riesgo de que varias agrupaciones desaparezcan del mapa electoral. La primera posibilidad nos hace recordar la pesadilla que experimentamos con una mayoría parlamentaria confrontacional plagada de fujimoristas aviesos que tumbaron a PPK y volvieron ingobernable al país. Vizcarra, como candidato, pone a los políticos contra las cuerdas.  A todas luces, es la cerecita de la torta.

¿Somos el país de las maravillas?, ¿qué hacer? Pues informarnos. Saber qué nos van a ofrecer los numerosos partidos que, de hecho, vienen con posibles delincuentes como candidatos. Nuestro voto es clave para seguir poniendo límites a la corrupción. Es momento de construir ideas, argumentos para desarticular cuanto payaso populista se ponga delante de un estrado o cámaras. Ahí está nuestro poder. 

domingo, 22 de noviembre de 2020

TERRUQUEO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE NOVIEMBRE)

Para empezar este artículo, tomo prestado un pequeño extracto del ensayo “Estética de la derecha peruana: una breve indagación sobre sus formas” de Mijail Mitrovic: “[..] El fujimorismo en el poder apostó por la cultura de masas como mecanismo de dominación y en ella la imagen documental operaba de dos modos: por un lado, atiborraba la prensa chicha del mórbido realismo de la catástrofe y el crimen, mientras la cuidadosa puesta en escena de las capturas de líderes de Sendero y el MRTA apuntaba no tanto a la lucha contra la subversión sino a desalentar cualquier disenso mediante el estigma del terruqueo [..]”. El resaltado y subrayado son míos.

Tenemos un nuevo presidente. Uno nuevo surgido en el marco de una ola de descontento contra la clase política vergonzosa y descarada. Los que recordamos los años 80 desde inicios de las acciones sangrientas de SL, los gobiernos de entonces no fueron capaces de enfrentar el crecimiento de este cáncer que prosperó por incapacidad de no ver al monstruo que tenían delante de sí, por el crecimiento de una galopante corrupción, una inflación desastrosa, escasez e ingobernabilidad como lo fue el primer gobierno de Alan García. Los entonces partidos de izquierda, corroídos por la inacción y el avance senderista abrumador, no trazaron una frontera con los movimientos terroristas, salvo excepciones. El ascenso de Fujimori fue acompañado de un aparato mediático que aplastaba sistemáticamente a opositores sociales y políticos de manera escandalosa. Así surgió el término terruco y sus diversas variables como "terruqueo" o “terruquear”. Esta palabra sirvió para encasillar, como una suerte de cajón de sastre, toda acción que implicaba reclamos por trasgresión de los derechos sociales y humanos. Ejemplos sobran. Cualquier resquicio de malestar contra el régimen o contra el modelo y las personas que sustentaban ciegamente al gobierno de turno, era acallado no solo a través de los medios, sino por la sociedad misma que vio con temor un posible rebrote de SL o cualquier variante de terrorismo. Tres generaciones de peruanos hemos crecido y reaccionado con el prejuicio que estigmatizaba personas y acciones. Esto también, en cierta manera, desalentó a muchas personas que querían hacer política, pues el fujimorato desmanteló toda forma de institucionalidad política: los Vladiveos son las más claras evidencias de ello. Prensa, farándula y algunos partidos políticos eran ignominiosos vasallos de una campaña escandalosa. Pero el daño causado en la sociedad aún persiste en las percepciones de la gente. Son respuestas automáticas, aprendidas por el sonsonete reiterado no solo en esa década, sino en los gobiernos siguientes. Una extensión a estas palabras es “caviar”, dada a aquellas personas que, pese a su condición socioeconómica, se adhieren a reclamos sociales justos.

La gente - los “terrucos” - salió a la calle a protestar. Una barrera ha comenzado a caer. Es tiempo de desaprender prejuicios y poner las cosas en orden.

domingo, 15 de noviembre de 2020

NO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 15 DE NOVIEMBRE)


Cuando publico este artículo la suerte del gobierno interino de Merino se tambalea y cae a pedazos por la acción luctuosa del día de ayer sábado 14 de noviembre. Hasta la fecha hay dos jóvenes muertos y las renuncias masivas de ministros y miembros de diversos poderes del Estado, totalmente deslegitimado ante la sociedad peruana e, incluso, internacional. Ahora nos toca un camino difícil, pero no imposible para aspirar a reformas profundas en mejora de la gobernabilidad de nuestra nación. Que las muertes injustas de estos jóvenes no sea en vano.

Lunes 09 de noviembre. Un día de los más oscuros para la política y sociedad peruanas. En un acto alevoso y premeditado de la manera más maquiavélica posible, Martín Vizcarra es vacado gracias a una interpretación aún antojadiza de esa caterva de mezquinos angurrientos en la que se ha convertido el Congreso de la República. Y, desde entonces, entramos en el limbo total. Algunas personas aplaudieron inmediatamente el acto y se sumaron discretamente a la algarabía insana de estos facinerosos que comenzaron a tramar la repartija de todo el poder político actual: una forma velada de golpe disfrazada de un proceso democrático para legalizarse ante la sociedad nacional e internacional. Pero estos mequetrefes, lejos de haber percibido el sentir social, avanzaron con sus planes para dejarnos ahora en una situación extrema que, estas alturas que redacto este artículo, no ha quedado para nada aclarada. Las primeras reacciones fueron el primer campanazo que puso en alerta a los peleles que se sumaron a la votación: de pronto, sus cálculos políticos no comenzaron a cuadrar y, a medida que la indignación ha ido creciendo, han ido, literalmente, “zafando cuerpo”. Es tanta la indignación popular que uno de los principales gestores de este zafarrancho, Edgar Alarcón, brilla por su ausencia en medios y comunicaciones. El gabinete formado por Ántero Flores Aráoz es, por demás, una demostración del abandono y desesperación que rodean a este pseudo gobierno, y ha rebuscado por los rincones olvidados de los desvanes políticos para sacar a personajes tan cuestionados como D´Alessio, ¡Sheput! (por fin lo sacan de las cavernas) o el cuestionado Gastón Rodríguez, quien empezó bastante mal por las acciones hechas por la PN en las manifestaciones masivas contra los ciudadanos: el uso de perdigones y gases lacrimógenos ha causado rechazo nacional e internacional. Y desde el punto de vista internacional, muchos países esperan el pronunciamiento del TC para reconocer la validez de este; hasta la fecha solo cuatro países han reconocido al mismo. La OEA y varios organismos internacionales están a la espera.  

¿Los partidos, en qué se han convertido? Los casos de AP y APP han provocado la repulsa general; César Acuña dio unas declaraciones días antes sobre la posición partidaria y, sin embargo, ese lunes negro sucedió lo contrario. Cálculos políticos que pasarán facturas políticas que no deben ser olvidadas por la población. Los reclamos de los trujillanos frente a las puertas de APP en la marcha del jueves es un claro indicio del daño causado a la escasa fiabilidad de estos. Muchos arguyen que no deberíamos quejarnos, puesto que hemos elegido a esas patrañas. No. La responsabilidad cae sobre un partido político: estos escogen a su gente y ofrecen una lista a una población que debe ejercer el voto obligatorio. Si tenemos congresistas delincuentes, es gracias a esas agrupaciones que los empoderan y avalan para que nos dirijan como sociedad.