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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 16 de octubre de 2022

DIALOGANDO CON RAFAEL DUMETT (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE OCTUBRE)

 


El viernes 14 tuve la oportunidad de tener diversas conversaciones con Rafael Dumett, quien vino a Trujillo como jurado a iniciativa de los organizadores del Festival de Cine Peruano de Trujillo (FECIT). Rafael tuvo una recargada agenda y se dio un tiempo para poder presentar su libro El espía del Inca. Todas las conversaciones se centraron en un solo gran tema: el manejo de la información. Su novela, a pesar de ser una obra de ficción, tiene una serie de datos cruzados y verificados, fuentes e información obtenidas gracias a la constancia y disciplina del autor, el respeto que él tiene hacia el lector y el asumir las consecuencias que se están generando a raíz de la lectura propuesta. Dumett expuso claramente en sus presentaciones sobre la falta de atención hacia la verdad, el conformismo social y la negación de muchas personas y sectores de aceptar hechos oscuros que ocurrieron a lo largo de nuestra historia y que nos describen tal como somos. Muchos conceptos e ideas culturales formados por décadas han sido cuestionados gracias al avance de las ciencias sociales complementado con el desarrollo de otras ramas de la ciencia en búsqueda de la verdad, esa que muchas veces no queremos aceptar. La oficialidad difunde muchas “afirmaciones” a través de diversos medios y sistemas que son poco cuestionadas con el fin de evitar confrontaciones e incomodidades y mantener una suerte de statu quo. Dumett habló de la honestidad en la construcción de la información, de la disciplina en la verificación y exposición de datos y fuentes. Hablando con un grupo de jóvenes, él les demandó ser más cuestionadores de todo lo que ellos ven, leen u oyen en una sociedad cada vez más apabullada por medios de comunicación sesgados y una cultura informativa ligera e irrespetuosa, carente de fundamentos frecuentemente. Por ejemplo: la visión que se tenía del Imperio Inca, “un imperio sólido, con ciudadanos felices” y una probidad ensalzada por el Inca Garcilaso de la Vega se derrumba ante los escenarios que nos muestra Rafael en su novela. Extrapolando, la idea de una sola nación se ve cada vez más complicada al ver los resultados de estas últimas elecciones, en las que vemos una sociedad fragmentada, disociada. Se hacen necesarias la honestidad y seriedad informativa, las que se ven todos los días melladas por posición aviesa, torcida de intereses que buscan destruir más que construir un ideario más real, propositivo para nuestra sociedad que está atravesando esta grave crisis de gobernabilidad y credibilidad en las instituciones y personas que dirigen la nación en su conjunto. Comencemos leyendo bien los resultados del 03 de octubre para tener claro el panorama y no construir ilusiones en desmedro de las evidencias. Ni líderes ni partidos políticos han estado a la altura de las circunstancias. Negarlas es escindir más a la sociedad. Una dosis de humildad y sentido común serían puentes para nuestra dañada ciudadanía.



domingo, 22 de agosto de 2021

TRAPITOS AL SOL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE AGOSTO)


Hay dos obras literarias que inspiran este artículo: El retablo de las maravillas de Miguel de Cervantes y El traje del emperador de H.C. Andersen. Los principales móviles que subyacen en el desarrollo de ambas obras es la hipocresía y el temor al qué dirán. Estafadores amedrentan a sus comunidades con las amenazas de entonces: la pureza de sangre, por ejemplo. Así, a lo largo de la historia, estos temas tienen sus émulos en diferentes sociedades en diferentes tiempos y espacios. El arte siempre, a la larga, ha sido incómodo; no solo en la literatura lo vemos; ahí están el teatro, cine, música, pintura, el cómic. Tantos ejemplos. Quino con su Mafalda tuvieron que irse de la Argentina de los militares. La película peruana La boca del lobo no sólo es incómoda a Sendero Luminoso, sino para la Marina, pues se inspira en la masacre de Cayara.

Por su lado, las ciencias de toda índole han jugado esos roles develadores que demuelen construcciones falsas en torno a mitos o acontecimientos que se dan por correctos o verdaderos. Varios científicos renacentistas como Giordano Bruno pagaron con su vida la expansión del conocimiento. Galileo fue sometido bajo amenazas para que cambie su posición heliocéntrica frente a la Inquisición; aunque, al momento de dejar el tribunal declaró “e pur si muove” (pero se mueve) reafirmando su teoría de que la tierra se movía en torno al sol. Así como las ciencias físicas van descubriendo y cambiando el conocimiento actual, lo mismo se da en las ciencias sociales y humanas. El espíritu de la investigación devela conocimientos incómodos e insólitos. La historia peruana va conociendo, por ejemplo, con más rigurosidad hechos que dábamos por sentados. La ciencia escudriña documentos, archivos, libros, declaraciones que van contrastando con los registros oficiales para validar la veracidad de los hechos. Aún recuerdo mis estudios escolares que nos mostraban un imperio incaico afiatado, justo, sin sacrificios humanos. Cuánta agua ha corrido bajo el puente. El investigador social bucea en la información más minuciosa y emite su propuesta en base a documentación. Y esta no deja de ser pertinente para replantear la historia, la nuestra. Y la de nuestras instituciones. Las investigaciones de Héctor Béjar, como la de cualquier investigador serio, se fundamenta en esas fuentes. Muchas personas lo han juzgado por su pasado guerrillero, pero se han olvidado de que también es un riguroso investigador. Su pasado lo condena como persona, pero no como científico social. Gracias a sus investigaciones, incómodas para varios, podemos llegar a verdades necesarias para una sociedad necesitada de respuestas válidas y trasparentes. Leía el interesante texto Los talibanes peruanos de Sharún González sobre la hipócrita visión machista de nuestra sociedad que negamos aceptar. Extrapolemos esa posición frente a toda forma de pensar y el término talibán encajará en muchos sectores de nuestra conflictuada sociedad.


domingo, 28 de julio de 2019

HERMOSO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 28 DE JULIO TRUJILLO)


“Tienes un país hermoso, macho”; esta fue la frase que un egipcio me comentó en una reunión informal de turistas allá en El Cairo en 1988. Había ido por razones de trabajo hasta el Medio Oriente y, en un alto a mis labores, estuve en la tierra de faraones. Eran años aciagos para los peruanos, quienes veíamos nuestra economía destruida día a día; muchos compatriotas asesinados o mutilados; ciudades amenazadas por violencia; una inflación y corrupción galopantes; y un liderazgo presidencial cínico. Ese mismo año, en medio de esas honduras, había leído el libro Historia del Tahuantinsuyu de María Rostworowski, cuyas líneas finales de su introducción me hundieron en el desasosiego, pero daban luces preclaras para construir un país mejor.
Ad portas de recibir nuestra mayoría de edad, los peruanos vivimos otro panorama; cierto es que algunas cosas de nuestra macro realidad se han enmendado en estas últimas décadas. Se vivió un boom de crecimiento, pero no de desarrollo que era lo más importante para evitar las situaciones críticas que estamos viviendo en la actualidad: la violencia que nos atemoriza no solo en las calles; el sentido de impunidad de aquellos que ejercen la corrupción y el abuso del poder en todos los niveles del tejido social peruano; el caos y desorden de nuestras ciudades; las brechas sociales, culturales, económicas, educativas y raciales que persisten y que, en algunos casos, se han acentuado. Somos testigos de grupos de poder social, económico y político que actúan a espaldas de la sociedad peruana, recurriendo a artimañas y juegos sucios con el fin de perpetuar sus crímenes y gollerías como nunca se había visto en nuestra historia; así como líderes que se recubren con banderas de lides sociales dogmáticas solo para acrecentar sus ansias de poder y vivir bajo cierto culto a la personalidad (historia harto conocida por millones de nosotros). Y vemos cómo descaradamente se trata de deslegitimar cualquier reclamo o lucha de miles de peruanos ante groseras evidencias de inmoralidad hechas por diversos individuos, que solo velan por sus intereses egoístas o partidarios.
Sin embargo, nuestra joven república (en dos años cumplimos nuestro bicentenario como nación) trata de buscar caminos como sociedad integrada, inclusiva, justa, educada y orgullosa de su pasado, el cual nos sirve como simiente para nuestro futuro. En dos visitas recientes lo comprobé: en el Complejo Arqueológico de El Brujo, precisamente en el Museo de la Dama de Cao, hay diversas fotos de hermosas mujeres de todas las edades de Magdalena de Cao, cuyos rostros ayudaron a reconstruir el de la dama, muerta hace 1.700 años. Y la sonrisa tímida de un niño chachapoyano de unos 3 años que llamaba la atención de su madre en su humilde tienda quien nos regaló su picardía y su voluntad de vivir. O haber visto miles de peruanos gritar y bailar Cariñito en la inauguración de los Panamericanos durante el ingreso de nuestros deportistas.
Feliz 28.

domingo, 24 de febrero de 2019

CUARTO MUNDO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 24 DE FEBRERO) TRUJILLO, UNA CIUDAD DEL CUARTO MUNDO


Trujillo. Febrero, 2019.  Los encabezados de las noticias de estos últimos veranos, por estos meses, ya mantienen el mismo tenor: amenazas de lluvia, riesgo de huayco, la ciudad no está preparada para enfrentar un Niño. Pasan las temporadas de lluvias y se va la ola de calor, y retornamos a nuestras rutinas. Nada nuevo bajo el sol. Basta cambiar la fecha de una noticia para “actualizarla”.
Cuando me instalé en Trujillo en 1992, muchos cambios ya venían sucediendo de manera acelerada. La presencia de CHAVIMOCHIC en la geografía física y social de la Región marcaba fuertes cambios de los que muchos investigadores alertaban, pero que, bajo el designio del boom económico de entonces, prefirieron obviarlas o silenciarlas. Los veranos son cada vez más tórridos e inviernos cada vez más gélidos bajo un manto de humedad cada vez más creciente. Las autoridades de la ciudad de la eterna primavera no vieron la necesidad de tomar precauciones para lluvias que se han ido incrementando, fuera del hecho que tengamos o no un fenómeno del Niño u otro acontecimiento parecido. Alguna vez oí que la ciudad contaba con un sencillo sistema de alcantarillado, pero que este fue desmantelado puesto que la ciudad no iba a experimentar periodos pluviosos intensos, pese a que la ciudad y Región fueron afectadas por diversos Niños. Ya no hay persona viva que nos narre el terrible fenómeno de 1925, pero crónicas periodísticas y estudios históricos describen con detalles los desastres vividos por la ciudad. Para los que vivimos el Niño del 82-83, la ciudad se vio afectada no solo por las lluvias, sino por diversos desbordes como el de la acequia Mochica, cargada de maleza, basura y restos de construcción. La naturaleza y los errores humanos te dan ingratas sorpresas.
La Historia es una ciencia humana a la cual es necesario recurrir frecuentemente para conocer a detalle las amenazas del espacio que habitas con el fin de tomar medidas y proyectar tu crecimiento ordenadamente. En diversas crónicas se habla del peligro que es Mampuesto, por ejemplo; basta leer la de Miguel de Feijóo de ¡1728! en la que narra con detalles la tromba de agua que casi se tira abajo la muralla que defendía a nuestra ciudad. Pero el escaso manejo de las autoridades competentes y el divorcio marcado entre la academia y el mundo político o el que toma decisiones pasan la cuenta socioeconómica de los errores que vivimos, ahora, con mayor frecuencia.  
Así llegamos al 2019, desprotegidos, con incertidumbre de lo que vaya a pasar con nuestros bienes y vida. Cada verano se evidencia más de la pesadilla llamada Cambio Climático; esto, empeorado por las escasas e incorrectas medidas para enfrentar el fenómeno. Y cada vez nos va a salir más caro, tendremos reconstrucciones insulsas e inútiles: reparación de casas, edificios, calles y avenidas; colapso de desagües; epidemias que debemos de tratar; reconstrucción de viviendas en zonas prohibidas; sistema de agua potable destruido.
¿Para el Bicentenario, se podrá sacar a Trujillo del cuarto mundo?

domingo, 8 de octubre de 2017

0 CREDIBILIDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 08 DE OCTUBRE)

En un reciente viaje por la Amazonía peruana, me topé en la ciudad de Nauta con una notable exposición que inspira este artículo. Al llegar a esta pequeña ciudad portuaria, decidimos dar una vuelta por sus principales atractivos; en su plaza de armas vimos un mural muy interesante que refleja la desconfianza atávica de las numerosas etnias que pueblan la selva con la “civilización” y los hombres blancos (civiles, religiosos o militares) que la llevaban y llevan consigo. Para redondear la jornada, en su Municipalidad se clausuraba una interesante exposición sobre la vida y contexto histórico de Roger Casement, un irlandés que luchó contra la esclavitud moderna que se dio en el Congo belga y en la selva amazónica por el caucho. Este personaje fue testigo de cómo, a través de artilugios y mañas, fueron captando y deshaciendo comunidades íntegras de aborígenes, usados como esclavos y tratados como tal. En esta “empresa” de inicios de los XX, actuaron colonizadores, caucheros, autoridades civiles y militares, empresarios oriundos de la zona. Siglos anteriores, la evangelización de muchas de estas etnias fue un proceso doloroso que terminó con muertes numerosas en sendos bandos. Las instituciones del Estado, débiles y corruptas, lejos de apoyar a los aborígenes, se coludían con estas para facilitarles la masacre que hicieron en la selva peruana. Algunas familias pudientes actuales construyeron su fortuna con la sangre blanca del látex y la roja de los miles de indígenas, hombres, mujeres y niños, asesinados, mutilados, azotados, esclavizados. Ahora ya no es el caucho. Ahora es el petróleo y la coca. La selva no sigue creyendo en el Estado ni en los hombres que prometen progreso.

La credibilidad se construye no solo con buenas intenciones, sino con verdaderas acciones que permitan establecer puentes de confianza entre las partes interesadas. Y en eso estamos fallando de forma grosera. Solo basta ver los índices de percepción de corrupción en nuestra sociedad y es lamentable ver que los entes estatales encargados de la protección y justicia de nuestro país cargan sobre sí la fama de ser los más corruptos, encabezados por el Poder Judicial. Este organismo, en su conjunto, no hace sino corroborar con diversas acciones de sus miembros en validar dicha percepción: lo sucedido con Riera y el archivamiento del caso Joaquín Ramírez acrecientan nuestras dudas. Lo de Lava Jato, un poco desapercibido por el eufórico momento deportivo, es una verdadera prueba de fuego para los organismos y personas responsables de sancionar severamente estos hechos de corrupción. Lo lamentable es que instituciones foráneas le están dictando la agenda tanto al Congreso (con sus numerosas e inoperantes comisiones) así como al alicaído sistema judicial. Se habla ahora de 55 empresas asociadas a Odebrecht que deberán pagar reparación civil al Estado: ¿se hará efectiva y transparente la sanción?  ¿0 credibilidad?

domingo, 2 de abril de 2017

PREVENCIÓN A LA PERUANA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DOMINGO 02 DE ABRIL)

Estamos viviendo una nueva catástrofe natural con las consabidas consecuencias sociales. Una raya más al tigre. Desde que tengo uso de razón, nuestro país ha ido acumulando una serie de medidas para atenuar la desgracia que genera cualquiera de estas catástrofes. Terremotos, aluviones, inundaciones, epidemias han desnudado nuestra informalidad, la cual puede obedecer a la ignorancia, a la desidia o, la más grave, a la corrupción.
Los antiguos habitantes del actual territorio peruano usaron diversas estrategias para poder convivir con estos desastres. Era una forma de supervivencia, pues está demostrado en la historia que grandes catástrofes fueron la causa de la desaparición parcial o total de algún pueblo, ciudad e, incluso, cultura. Es regla universal: grandes sequías derrumbaron al Imperio Egipcio. La hambruna hizo que grandes pueblos nómadas rebalsaran el Imperio Romano. La peste bubónica devastó un tercio de la población europea y significó el debilitamiento de ciudades, reinos o familias reales; con solo indicar que es uno de los factores importantes del fin de una edad, la Edad Media. Cautos de esto, muchos estadistas planificaron sus ciudades, vías de comunicación, zonas de producción agrícola con el fin de prevenir cualquier desastre. La naturaleza es poderosa, pero enseña a todos cómo saber llevarla. Un animal, sufrida una primera experiencia con un elemento natural, no acomete el mismo error. Pareciera que el hombre carece de este don. Sin embargo, tenemos ejemplos notables del antiguo Perú que trataron de domeñar el territorio: los tambos cumplían esas funciones, grandes almacenes de alimentos no perecibles que podían soportar heladas, sequías o riadas. Hay que destacar la función de la andenería, que no era un capricho estético, sino un uso racional de tierra y agua. Las ubicaciones de palacios, templos e, incluso, ciudades obedecen a una serie de medidas de prevención que, en su conjunto, no se presentan en la actual sociedad peruana. Es de destacar que Chan Chan, vista del aire, no se halla ubicada en lecho de ríos secos alimentados por diversas quebradas que rodean a la ciudad, a diferencia de Trujillo que ha sufrido hasta siete riadas de lodo y basura. Y, además, el reservorio natural llamado Mampuesto ha sido una muestra de cómo la planificación de la sociedad actual ha sido pobre y desorganizada.
La prevención evita pérdidas económicas y de vidas. Es un cambio de actitud que la sociedad trujillana, en particular, y la peruana, en general, debe de tomar. Parte de la educación y de la percepción que se tiene por los demás. Son las bases desde las cuales se debe de atacar el problema: mucha gente siente que las medidas de prevención significan un gasto no justificado, pues no hay retorno (así fue la respuesta que el Ministerio de Economía dio para las medidas de contención del río Piura que hubieran sido de utilidad en la actualidad). Esa es la justificación que demuestra que los demás son irrelevantes en su dinámica económica. Solo basta ver cuántos incendios ya se han dado en los famosos malls peruanos, paradigmas de la construcción segura moderna, para tener una idea de la forma de pensar de los responsables de crear los espacios, las medidas, las estrategias y los protocolos de seguridad. En esto subyace la corrupción, pues distraer recursos para beneficio propio significa deteriorar la calidad de materiales a usar, autorizar el uso de otros materiales riesgosos (recordar el incendio de Utopía y otras discotecas), construir aberraciones o en lugares no apropiados, usurpar zonas que tienen un fin de seguridad (por ejemplo, áreas verdes que hubieran amortiguado las recientes inundaciones), dejar de construir medios de seguridad (los famosos drenes que Chavimochic no hizo a lo largo del proyecto). Tanto lo económico como lo político, si vemos el actual panorama, son grandes escollos de un buen plan de prevención global de cualquier ciudad del país. Y por lo todo sucedido, Trujillo ha sido una víctima más de ello.
Ahora ya hablan de prevención, pues ya hay bastante presión ciudadana, la cual espero que no se disperse o se relaje una vez pasada esta situación de catástrofe. Los ciudadanos deben de tener el poder para exigir a las personas responsables para llamar a los expertos y personas competentes a trabajar en eso: planificación holística. Para eso los elegimos.
En la antigüedad, los moche sacrificaron a varios jóvenes para aplacar la ira de un Mega Niño. En otras circunstancias, la zona era arrasada como Túcume, pues sus dioses no “funcionaron” o la ciudad era abandonada como fue el caso de Zaña, pese a que las iglesias se plagaron de feligreses para pedir perdón. Ambas son medidas extremas, pero el hecho de pedir destitución de tal o cual autoridad no deja de tener un tufillo histórico. Ahora tenemos la palabra y la oportunidad para una verdadera cultura de la prevención

viernes, 17 de marzo de 2017

¿PREPARADOS PARA LA ADVERSIDAD? (ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA CONSTRUYENDO 13 DE NOVIEMBRE 1998, HACE 19 AÑOS). SIGUE VIGENTE.

Artículo publicado el 13 de noviembre 1998, Revista Construyendo Diario La industria

Los últimos acontecimientos que abatieron a nuestro país deben de invitarnos a una reflexión sobre nuestra actitud y planificación de todas las actividades que desarrollamos, empezando por una de las más básicas y prioritarias: la educación.
Hemos sido testigos de un cambio de actitud general hacia muchos cursos escolares, desplazados unos por otros, los últimos magnificados por una serie de cambios que han venido sucediendo en los últimos años. Esta actitud, sin embargo, no solo es ajena a los PPFF o estudiantes, sino a los mismos docentes de los cursos en cuestión, lo que agrava esa dejadez traslucida en poca innovación, escasa motivación y débil capacitación que se da los docentes de esas áreas. Me estoy refiriendo a los cursos de Geografía, Historia y Educación Cívica.
Vamos paso por paso. El reciente fenómeno del Niño (1998) es un acontecimiento evidentemente geográfico, cuya repercusión se hará sentir por varios años, en un principio, negativos; y, de ser bien canalizados, en positivos. Este acontecimiento ha sido estudiado por mucho tiempo por los científicos especializados en geografía física y climatología. Los instrumentos cada vez más sofisticados permiten obtener datos más exactos, corroborando o corrigiendo observaciones hechas hace varios años e incluso siglos.
Es, también, un  fenómeno histórico, de marcada preocupación por todos aquellos que han sido, son y serán afectados por este acontecimiento de envergadura que causó, incluso, la desaparición o casi extinción de culturas ancestrales. Por lo tanto, las preocupaciones centradas en la visión real de que dicho fenómeno es inevitable han desarrollado, a lo largo de la historia, respuesta para poder sobrellevarlo. En algunos casos, los antiguos peruanos lograron armonizar y sobrevivir al fenómeno; en otros, significó la extinción de esa civilización.
El desarrollo silencioso de la Historia y Geografía permite entender mucho mejor por qué muchas culturas se hubieron extinguido sin que haya mediado participación externa humana (invasión, guerra). Algunos misterios comienzan a ser comprendidos en su real magnitud gracias a la necesaria interrelación disciplinaria, acción aún no del todo planteada en aulas escolares o universitarias, más por prejuicio o celos desarrollados en las últimas generaciones. Este conocimiento es necesario para cualquier sociedad, pues le permite buscar medidas preventivas y a desarrollar estrategias que nos permitan continuar existiendo evitando el colapso. Y este conocimiento, básico o profundo, se accede por la educación de toda la población involucrada.
La población, de pronto, se encontró sorprendida por aquello que ya estaba previamente anunciado. El diario La Industria publicó mapas donde figuraban datos ya observados ¡hace siglos!, datos que la arrogancia moderna jamás los tomó en cuenta. Calles céntricas del viejo Trujillo son en realidad cauces secos. Se construyeron edificaciones –hasta de material noble-en lechos de ríos secos, los cuales se colmataron (no hay que ser un genio de ingeniería o de historia para saberlo, ¿o sí?) y volvieron a su esencia natural. ¿Qué pasó con todos los sofisticados conocimientos de ciencia y tecnología frente a lo de Mampuesto? ¿Se consultó a los anales de la historia que fue un RESERVORIO creado para aprovechar las aguas de las quebradas? Otros datos, desde el aire se ve cómo estuvieron afectados, Huanchaco, Huanchaquito, Trujillo y sus numerosos barrios, el cauce del río Moche, todos anegados; pero Chan Chan no muestra amenazas de este desembalse.
¿Qué pasó con Defensa Civil, la cual TODOS integramos? ¿Qué pasó con nuestro sentido de colaboración, solidaridad y orden durante el desastre? ¿Por qué la gente se dedicaba a crear sus propias protecciones sin orden y coordinación alguna para crear una suerte de canal para canalizar las aguas que venían? ¿Dónde aprendemos esto? ¿Hay cursos destinado para esto? ¿Matemáticas, Química, IT? De aquí vienen más preguntas: ¿cuántas horas gastan nuestros estudiantes en marchar por las calles de Trujillo, las cuales no saben proteger en caso de desastre? De haber capacitado mejor a nuestros jóvenes, ¿hubiesen sido más efectivos en hallar respuestas a padres desesperados ante una casa inundada? ¿Qué les estamos negando, pues, a nuestros estudiantes en nuestros centros educativos?
De ahí vienen más dudas sobre las universidades, ¿estas instituciones que forman a los futuros dirigentes (creo) de su región, ciudad y barrio incluyen en sus estudios de la realidad, si es que los hay, la presencia de este Fenómeno? Ingenieros civiles, arquitectos, economistas, comunicadores, ¿saben lo que es el Niño y lo que debe de hacerse para atenuar sus consecuencias? Entonces, ¿es el Fenómeno del Niño un acontecimiento importante a tomar en cuenta o nos lo pasamos por alto?

En nosotros, como docentes, están las respuestas.

domingo, 29 de enero de 2017

MIGRACIÓN Y FIJACIÓN DE IDEAS (DEBATE EN LA ALIANZA FRANCESA DE TRUJILLO)

El jueves 26 se realizó en las instalaciones de la Alianza Francesa de Trujillo un interesante debate sobre la migración de ideas y personas europeas (y de otras latitudes) que llegaron a nuestro país y, en especial, a nuestra ciudad a finales del siglo XIX e inicios del XX. Se centró en tres derroteros: sociología, filosofía y arte, todas vistas desde la perspectiva histórica. Por más de dos horas, Juan Gamarra Nieto, Alfredo Alegría y Hugo Florián Orchessi, integrantes de la mesa, expusieron ese interesante caudal de ideas y hechos que marcaron la vida social, política y cultural de nuestro país durante el siglo XX en adelante. Hechos como la Guerra con Chile, la segunda Revolución Industrial, la Revolución Rusa (este año cumple su primer centenario), la Primera y Segunda Guerras Mundiales desencadenarán cambios violentos en la aletargada Trujillo de esos años. La expansión productiva capitalista reflejada en las haciendas azucareras que agobiaban el crecimiento físico de la ciudad encontraban su justificación en clases sociales arraigadas en la posesión de la tierra y sus especiales relaciones laborales; como lo dijo un espontáneo espectador del público durante el debate, un espíritu gamonal de hacendado marcaba a la ciudad y al país entero. Así surgen los movimientos políticos como el APRA y el Partido Comunista que tratarán de remover al país desde sus cimientos. No en vano la Revolución del 32 marcará al Sólido Norte, aunque ese espíritu inicial haya cambiado tanto. Las migraciones trajeron varios cambios positivos: desarrollo industrial (dirigido principalmente en los ingenios azucareros) y comercio, ingreso de tecnología en un mercado muy virgen, desarrollo del intelecto y nuevos movimientos artísticos (llega la fotografía, el cine, importación de libros y obras de arte), continuidad de corrientes literarias europeas o nuevas propuestas como las hechas por el Grupo Norte o el Indigenismo. Perú entraba, quiérase o no, en el concierto mundial; pero también acentuaron algunas lastras y taras que marcan a la sociedad peruana hasta nuestros días: una de ellas, el racismo.
La migración de ciudadanos hacia una sociedad no tan xenófoba como la nuestra fue positiva en su gestión, pero un fracaso en cuanto a planificación estatal. La emigración europea fue una migración voluntaria, pero no halló un Estado organizado y con capacidad de respuesta ante la llegada de los foráneos; muchos emigrantes fueron abandonados a su suerte, como sucedió con los alemanes de Oxapampa y Pozuzo. Las migraciones japonesa y, sobre todo, china fueron promovidas por enganches laborales que rayaban con la esclavitud. Durante la IIGM, hubo un movimiento xenófobo y racista contra la comunidad japonesa. La historia está llena de sorpresas y nos permite entender la realidad que nos rodea.

Aunque pasado más de un siglo, las ideas siguen vigentes y se sofistican. Se usan para excluir e incluso construir barreras y muros, no solo mentales, sino físicos. Las ideas se convierten en herramientas o armas, depende cómo las usemos: para construir o destruir. Al concluir el debate y con las reflexiones finales de los participantes, pese a las perspectivas sombrías actuales, se otorgó la esperanza de una vida mejor para nuestras sociedades. Depende de nosotros.

domingo, 9 de octubre de 2016

LAS GENERACIONES DEL VELASCATO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE OCTUBRE)

Este pasado 03 de octubre hubo por las redes sociales un interesante intercambio de ideas, opiniones y memes sobre lo sucedido hace 47 años: el golpe de Velasco Alvarado que sacó del poder al Presidente Belaunde Terry. Entre odios y amores, el periodo histórico llamado la primera Fase del Gobierno Revolucionario o Velascato marcó la sociedad peruana por sus cambios estructurales; todos los que éramos bastante jóvenes tuvimos una propia experiencia que hasta la fecha no ha podido ser del todo bien cotejada, ya que los estudios académicos aún carecen de una objetividad necesaria para ver el docenio militar de manera desapasionada. Las generaciones de académicos más jóvenes lo abordan con menos prejuicios para entender la etapa que transformó la estructura social peruana en crisis en los 60 y contuvo la violencia social y política que se nos vino encima en los 80, con Sendero y MRTA; estos estudios complementan los de Julio Cotler, Luis Pásara o de Henry Pease, además de las reflexiones de Matos Mar y Alberto Flores Galindo hechas en sendos libros publicados en los 80 también; las investigaciones del historiador y columnista Antonio Zapata, y el trabajo académico que realizan diversos profesores de Historia y Economía en el blog del PUCP (http://blog.pucp.edu.pe/blog/historiamaestros/2014/02/10/el-gobierno-revolucionario-de-la-fuerza-armada-1968-1980/) tienen que ser leídas con detenimiento.
Las condiciones dadas para el golpe nos traen a la memoria la ingobernabilidad propiciada por el inefable pacto APRA-UNO y el incumplimiento con la IPC, agravado con el famoso extravío de la famosa Página 11, situación por la cual Belaunde perdió el apoyo hasta de su propio partido. La nación le dio las espaldas; el ambiente social y político en muchas partes del Perú era violento; solo basta recordar los movimientos guerrilleros de Mesa Pelada y nos viene a la mente Luis de la Puente Uceda; o el sur y evocamos a Hugo Blanco. Un año antes del golpe el Sol sufrió una fuerte devaluación. Velasco, como todos los militares que lo acompañaron en su proyecto, era egresado del CAEM, centro de estudios militar, cuyas promociones idearon estrategias de prevención de conflictos y focos inestables en el país. El gobierno militar quitó el discurso de las izquierdas al nacionalizar Talara y aplicar diversas reformas, como la agraria; algunas con resultados económicos desastrosos. Sin embargo, bajo la política de compensación agraria va a surgir una de las familias más ricas del Perú: el clan Romero. Su nacionalismo lo llevó a intentar crear una industria nacional que no estuvo a la altura y muchos industriales se escudaron en el proteccionismo aprovechándose de la limitada importación que había en ese entonces. 
Quedan por verse temas como la extraña muerte de Banchero Rossi; la interesante y boicoteada Reforma Educativa liderada por Augusto Salazar Bondy; el mal manejo de la minería, aunque dos grandes proyectos se empezaron entonces (uno de ellos, Cuajone); la crisis dolorosa que devino en suicidio de José María Arguedas y la oficialización del mundo quechua y las minorías étnicas (Perú Negro, por ejemplo); el origen de una casta militar; el agresivo liderazgo diplomático de la época como nunca lo tuvimos con Mercado Jarrín a la cabeza de la Cancillería. Tras varios años, el Perú tuvo rostro diferente, para bien o para mal.

domingo, 24 de abril de 2016

¿PARA QUÉ CUATRICENTENARIOS? (ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO CORREO DOMINGO 23 DE ABRIL)

Abril ha sido un mes generoso en celebraciones relevantes para las artes y cultura locales, nacionales y mundiales. Abril es mes de las letras y obituario perenne de César Vallejo. Pero este año, las letras recuerdan los cuatrocientos años de la muerte, asombrosamente coincidente, de tres grandes escritores: William Shakespeare, Don Miguel de Cervantes y Saavedra, y el Inca Garcilaso de la Vega. A pesar de que en nuestra sociedad hemos ido perdiendo el respeto por los elementos culturales constructores de la identidad y las personas que forjaron las simientes de lo que somos, es necesario rescatar del olvido general a personajes que elevaron, en este caso el idioma, las herramientas humanas para dignificarlas y hacerlas vehículo de cultura y desarrollo. Shakespeare y Cervantes son para sus respectivos idiomas el momento cumbre de su expansión y empoderamiento. Volvieron cultas sendas lenguas en ese camino que fue el Renacimiento para los idiomas modernos que se hablan en casi todo el planeta. Los consolidaron y, además, los convirtieron en inagotable y esplendorosa fuente artística y de identidad. Sus países natales han preparado diversas celebraciones, puesto que son conscientes de la relevancia de estos escritores que retrataron la psique humana. Y sus personajes se convirtieron parte de la cotidianidad de los hombres e ingresaron a nuestro vocabulario; por eso tenemos actos quijotescos o dudas hamletianas.

Para los peruanos y americanos, en general, surge la figura de Garcilaso, el primer mestizo cultural, el primer hombre que, a decir del músico francés Manú Chao, comenzó una era de la que no hay marcha atrás: el mestizaje. Garcilaso condesó los primeros demonios que arrastraron a todos los hombres y mujeres que no se adecuaban a modelos sociales, religiosos, culturales; esa suerte de parias que andaban por las colonias sin poder ubicarse en el inconsciente de la época. Se desarrollaron complejos que, 400 años después, cargamos sobre nuestras espaldas e impiden que palabras como “inclusión” y “derechos humanos” sean difíciles de aplicar en una nación que cada cierto tiempo saca esos lastres oscuros para prejuzgar al otro, a los demás, para aplastarlos. Garcilaso tendió puentes y le fue difícil. Sin embargo, dio el primer paso para unir dos realidades tan distintas, pero que convivían en él. Idealizó su pasado, sí. Pero en el contexto de su época, frente a las humillaciones que eran objeto sus medio hermanos, tuvo el valor de rescatar todo aquello que fue vilipendiado y visto como salvaje y atrasado. Así muchos continúan pensando; solo basta ver los comentarios de muchos en las redes sociales para ver qué poco hemos cambiado desde aquel encuentro de dos mundos un doce de octubre de 1492. Quisiera retomar las opiniones de Manú Chao; en una entrevista hecha en un diario limeño, dijo que estaba maravillado de Latinoamérica puesto que llevábamos muchos años de ventaja con lo del mestizaje. Espero que algún día sea cierto plenamente.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

CRÓNICA PIURANAS V: CON HEMINGWAY

Domingo 27 de julio. El trío viajero durmió como se debe. Nos levantamos a tomar un buen desayuno y ya el sol reventaba por todas partes. Queríamos salir temprano para evitar un pesado tráfico, ya que nos íbamos hacia el norte soleado. Hora de pagar nuestro hotel. Por una mala lectura de nuestra parte, no nos percatamos de la cantidad total, lo que generó una demora y una molestia. Un mal momento producto de nuestra terquedad. Sin embargo, hacer transacciones por internet puede ser un poco engañoso. De todas maneras, procedimos a enmendar nuestro error y evitar que el empleado vaya a pagar una deuda que no le correspondía. Con las mismas salimos de Talara para dirigirnos nuevamente a Máncora como destino final de ascenso,
En la ruta a Máncora se podía percibir el gran número de torres de extracción de gas y el abundante tráfico que se dirigía hacia ese destino. No hay que olvidar que estábamos en fiestas patrias, detalle que nos iba a pesar a nuestra llegada a ese balneario. La carretera-calle estaba totalmente abarrotada, cientos de vehículos pasaban lentamente con el fin de hallar un espacio para parquear. Un destello divino nos dio un regalito. Dejamos el auto y fuimos a caminar un poco. El lugar más parecía un calle comercial de una ciudad con la diferencia que la vestimenta era la ropa de baño. Flujos de peatones iban y venían. Tomamos un café antes de iniciar el retorno hacia alguna playa menos bulliciosa. Entramos a Los Órganos y vimos con mucha pena que, al igual que Puerto Eten en Lambayeque, han hecho un malecón de poco uso y en permanente deterioro por la erosión marina y eólica. Muchas partes ya están cubiertas de arena. Así que decidimos dejar el lugar e irnos al pueblo El Alto para de ahí descender a un lugar de leyenda: Cabo Blanco.

El descenso hacia Cabo Blanco es alucinante. En el pueblo El Alto pedimos señas de cómo llegar, no es complicado. Hay zonas bastante empinadas y puedes ver un paisaje alucinante, una lástima que se esté “poblando” el lugar con torres de extracción de gas. La carretera es muy buena, bien tenida; sin embargo, hay que ser muy cuidadosos con el descenso. No habrá más de uno que quiera meter “fierro a fondo” con el riesgo de que termine hecho chatarra en el fondo de uno de los abismos. Cabo Blanco no tiene grandes hoteles, ni lujosos restaurantes; pero sí tiene tranquilidad, silencio. Espacio no tocado por el tráfago de gente que quiere venir a emborracharse y traer todas sus malas costumbres a esta suerte de santuario. Hay un equilibrio entre los que viven en este balneario-caleta y su espacio. Pescadores y bañistas conviven en relativa paz. No había (no sé si será eso en verano) estridencias de equipos de sonidos de autos o de hoteles que ofrecen servicios de comida a los transeúntes. La moda peruana de llamar la atención a su posible cliente es reventarnos el tímpano.

Con las chicas quedamos en almorzar aquí. Extrajimos nuestra humilde cesta para hacer unos frugales emparedados de salame húngaro, quesos franceses, pan integral, algunas cervezas ligeras, jugos y mucha fruta como mango, uva, coco. Muy sencillo. Sentados a la sombra de una sombrilla fija, procedimos a nuestro ritual mientras veíamos las olas, los bañistas, las lanchas con sus pescadores. Pese a ser área de pesca, las arenas están bastante limpias. Cabo Blanco es un lugar que tuvo su fama internacional. Gente como Hemingway, Marilyn Monroe, James Stewart, Cantinflas, entre otros, estuvieron en este ex balneario exclusivo. Ver más datos en esta página: http://www.puntafarallon.com/caboblanco/index.html.

Dejamos Cabo Blanco en dirección a Sullana otra vez. Ya regresábamos con nuestras maletas para quedarnos en Piura que iba a ser nuestro lugar de operaciones. Llegamos a nuestro destino alrededor de las 6 pm. Instalados en nuestro hotel nos fuimos a cenar y celebrar nuestra mitad de viaje. Al día siguiente nos íbamos a internar hacia Chulucanas. 

CRÓNICAS PIURANAS IV: HACIA LA HISTORIA

La segunda visita a Piura fue en el mes de julio. En esta oportunidad viajamos María, Orietta y yo, el trío que decidió ir a buscar el sol. Salimos de Trujillo la tarde del viernes 25 para aprovechar las fiestas patrias. Llegamos a instalarnos en el hotel en el cual habíamos estado en nuestra visita en mayo. Pero eran las vísperas de fiestas y la avenida Grau estaba cerrada, ya que se había instalado un inmenso escenario para la serenata a la patria. Dejamos nuestras maletas y nos fuimos a cenar a un “patio de comidas” (así le llaman) para comenzar nuestro viaje gastronómico también. Y nos fuimos a la cama temprano para aprovechar nuestro viaje el sábado 26. Nos íbamos a instalar en Talara, ya que no había más hoteles en otras zonas. Con nuestro auto alquilado, salimos rumbo a Sullana.

Conocedores de la ruta, íbamos viendo más detalles que en nuestro primer viaje habíamos obviado. Nos detuvimos nuevamente en Marcavelica para comprar alguna fruta. Antes de salir de Piura, ya habíamos comprado todos nuestros pertrechos. Salame, fruta, atún, deliciosos quesos. Nos íbamos a una pequeña orgía de sabores. Nos detuvimos en el puente sobre el río Chira, desde el cual tienes un bello paisaje. Lastimosamente, era una zona muy peligrosa y, como dijo Orietta riendo, un alma piadosa se detuvo para advertirnos que nos podían asaltar en cualquier momento y despojarnos de nuestras cámaras fotográficas. En realidad, estábamos muy concentrados con el paisaje. Creo que varios ángeles de la guarda nos acompañaron en este viaje. Tras la pascana en Marcavelica sí seguimos viaje hacia Talara, al hotel en el cual íbamos a pasar nuestra única noche para seguir otra vez un ascenso más holgado hasta Máncora.
El viaje fue tranquilo. Antes de llegar a Talara hay un inmenso campo de postes de energía eólica, el cual está parado. Es un monumento al derroche, ya que estas estructuras se están deteriorando lentamente. Elefante blanco y ganancias inescrupulosas de bolsillos oscuros. La entrada a Talara es bastante especial, si cabe el término. Debido a la pista de aterrizaje del aeropuerto, la carretera de entrada bordea literalmente dicha pista. Premuras fisiológicas nos exigían llegar a nuestro destino lo más pronto posible, pero llegar a una ciudad nueva siempre te demanda mucha paciencia. Talara no es grande, pero el orden de las calles es extraño; imaginar que sus orígenes se remontan a ser un campamento petrolero. Felizmente llegamos a nuestro hotel, hostal Oro Negro, y nos instalamos. Almorzamos algo y preguntamos acerca de lugares de interés para visitar; además nos comentaron que nos podían preparar una langosta por persona. Decidimos hacer una breve siesta y nos preparamos para visitar los alrededores de Talara: Negritos y Punta Pariñas. Este último lo recuerdo de mis clases de geografía del colegio: es el lugar más occidental de América del Sur.

Salimos en dirección a todas las localidades que también tienen su origen en la explotación petrolera. Previamente, durante el almuerzo, el dueño del hotel nos comentaba que Talara iba a sufrir una crisis por la escasez de servicios que iba a afrontar ante la eminente llegada de una gran masa poblacional con cierta calificación y cierto poder adquisitivo, muy frecuente en el mundo del petróleo. Tienen que crear nuevos servicios de buen nivel de todo tipo: educativos, médicos, restaurantes, esparcimiento, etc. Es una inmensa oportunidad de negocio para unos diez años, por lo menos. Talara tendrá que cambiar su fisonomía de pueblo a una pequeña ciudad con servicios de calidad. De ofrecer buenos hoteles y otros servicios vinculados, vendría un turismo nada despreciable a la zona. Quedamos muy interesados en todo lo que habíamos oído. Pero el recurso humano es el que va a tener más problemas. Puede ser la oportunidad para toda esta zona de salir adelante en diversos planos. Ojalá se focalicen en educación y capaciten a las personas, puesto que ese recurso natural es limitado y se deben crear condiciones opcionales para mantener su crecimiento. Con la actitud de ganar todo rápido, no se planifican proyectos que tengan una vida de largo plazo. Cultura de la extracción, como pasa con la minería en la actualidad.
Históricamente, esta zona es muy sensible y los que tenemos nuestros años recordamos el famoso escándalo de la IPC, la extraviada página 13 de ese famoso contrato y el derrocamiento de Belaunde. Esto en el 03 de octubre de1968. Este lugar fue nacionalizado (09 de octubre del mismo año) y como tal se mantuvo hasta entrado el gobierno de Fujimori. Ahora hay planes de privatización, pero esto sigue siendo muy sensible. Es un recurso estratégico de la nación y países que han sido considerados paradigmas del liberalismo económico mantienen algunos estratégicos en condición de estatales. Sin ir muy lejos, Chile no tuvo intención de privatizar sus grandes minas de cobre; es más, son fuentes indirectas para llenar las arcas del Estado. He oído exponer sobre este tema y sobre otros (los puertos y aeropuertos, por ejemplo) a muchas personas, sobre todo a militares que ven con malos ojos el desprendimiento de nuestros bienes naturales y zonas estratégicas (seguridad, por ejemplo) por parte de personas que quieren privatizar todo. Esta reflexión es para enmarcar las sensaciones que yo iba teniendo al recorrer estos lugares. Tanto a Orietta como a María, este contexto les es extraño. Pero muchos nombres, La Brea y Pariñas, Lobitos, la misma Talara, me traían recuerdos de mis años de colegio. Años en los que los curas de La Salle, los profesores, los diarios, mis padres, los vecinos, hablábamos de política, la respirábamos. Debates en revistas, la televisión (aunque era diferida y luego controlada), espacios de discusión. ¿Adónde se fue todo eso?

En la ruta hacia estos poblados, íbamos a tener un compañero paisajístico frecuente en el mar: las plataformas petroleras. Lo mismo por las carreteras, esas famosas torres de extracción de gas, muy frecuentes en la Panamericana. En Negritos vimos con nostalgia un espacio que pronto será demolido. El viejo cine del pueblo; me imagino que en las matinés de años pasados se iba al cine en grupo, con los amigos, a hacer bulla. Como en Cinema Paradiso, veía una antigua construcción que se iba a ir para siempre.

La visita a Pariñas y Negritos fue muy interesante por las observaciones de María. Como arquitecta, nos deteníamos a ver las construcciones hechas en madera, algunas sobre palafitos. Muchas eran estándar, puesto que fueron construidos como campamentos y que se fueron convirtiendo en pueblos. Algunas casas son magníficas y han sido mantenidas por sus propietarios, las ha preservado y restaurado bien, no tienen intervenciones “traumáticas” como suele suceder cuando un inexperto funge el papel de arquitecto o restaurador. Zapatero a su zapato.
Regresamos a Talara a hacer algunas compras (por ejemplo, más quesos, buen vino blanco para las langostas, fruta para nuestra jornada, pan), ya que partíamos temprano el domingo 27 hacia las playas con historia. Vimos algo de la ciudad, fuimos a su plaza de armas. Esa noche cenamos con los dioses. Además el vino blanco que habíamos mandar a helar nos abrió la mente con sus burbujas. Tuvimos una grata conversación que encandiló a otros comensales. Pensábamos que el hotel estaba vacío, pero no era así. Lo que sí me pareció un poca bizarra la situación fue la presencia de una joven pareja que venían a pasar su noche de amor y se hallaron con tres “loros” que reíamos a carcajada batiente. Pobres.


Nos fuimos a buen sueño reparador. Las playas nos esperaban