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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 8 de septiembre de 2024

OSCURIDADES PERUANAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE SEPTIEMBRE)

 

Mientras la peor clase política que ha gobernado nuestro país hace y deshace la Constitución y la sociedad peruana, dos infortunios tocan duro contra nuestro país. Ambos muestran la indolencia de nuestro aparato socioeconómico que deja a los ciudadanos desvalidos, abandonados, sin oportunidades. El primero es el drama que se está viviendo en la Amazonía peruana, tanto para las personas como para el ecosistema más rico del planeta, considerado su pulmón. Para el ombliguismo limeño, muchas provincias peruanas le son irrelevantes, salvo en campañas políticas como las que se avecinan. No es nada raro que, para muchos, haber visitado la selva es un plan postergado o nunca realizado por muchos factores, sobre todo la interconectividad. Iquitos, por ejemplo, es una gran ciudad a la cual sólo se accede por vía aérea o fluvial. Es un caso único en el mundo y por tal motivo muchos turistas extranjeros son atraídos por este exotismo. Pero es una muestra de la ineficiencia de nuestros gobiernos que no lo han tomado como prioridad para solucionar este asunto que ahora está en una situación bastante crítica para los residentes de esas zonas. Además, el olvido y el descuido en estas regiones es tal que los medios de comunicación de nuestros países amazónicos vecinos subrayan el hecho de que muchos peruanos prefieren usar los servicios básicos (salud, sobre todo) colombianos o brasileños, ya que el Estado se los ofrece con muchas carencias o, en el caso más extremo, ninguno. Si Tacna tiene una gran cantidad de clínicas o servicios médicos es más por el hecho de la rentabilidad que la del servicio en sí. Negocio. Iquitos atraviesa una crisis de accesibilidad a servicios básicos (alimentación y transporte por escasez de gasolina) debido a la baja del caudal de los ríos amazónicos. Este fenómeno ha sido destacado en varios países vecinos, pero para nuestros medios de comunicación masiva no era una prioridad alertar a los responsables de la crisis en ciernes. ¿Existen planes de contención para poder enfrentar esta crisis que ya se está viviendo en Iquitos y otras ciudades selváticas? Peor aún, con un gobierno tan vinculado con la minería ilegal que contamina cuencas acuíferas en muchas partes dudamos de que se vaya a intervenir rápida y efectivamente contra esta crisis que nos va a afectar a todos, tarde o temprano. Lo de Iquitos es un fuerte clarinazo y esperemos que haya una pronta acción. Se termina de entender por qué muchos ciudadanos de zonas limítrofes no desean pertenecer a nuestro país, con entendible razón. La segunda es más personal: la muerte de José Antonio Mazzoti. Gran amigo desde la universidad, emigró a USA para investigar la obra del Inca Garcilaso de la Vega y, luego, César Vallejo. José fue un destacado peruanista que publicó libros y realizó conferencias, destacando a estas figuras; su aporte a nuestra cultura e identidad es mucha más relevante que el del cualquier mediocre político peruano. 

domingo, 4 de febrero de 2024

Y SI ARDIERA LA CIUDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 04 DE FEBRERO)

 


Comentaba con varios amigos sobre lo inclemente que se ha tornado el clima en nuestra ciudad en las últimas décadas. Con temperaturas cada vez más extremas, fenómenos climáticos que se vuelven cada vez más frecuentes y con políticas erradas con las que se maneja no sólo la ciudad, sino casi el país entero que incrementan estas situaciones intensas que vivimos cada día; Trujillo ha ido perdiendo su condición de “ciudad primaveral” para ir convirtiéndose en “ciudad infernal” en verano y una suerte de “ciudad glacial” en invierno. Y no hay visos de que esto cambie para bien, salvo que haya acciones por parte nuestra de contener esta realidad (¿alguien la niega?) y de ir atenuando puntos críticos para mejorar la calidad de vida de todos los trujillanos. Debemos comenzar por reconocer que los dramáticos cambios que vivimos en nuestros días son dados por grandes obras hechas por la mano del hombre: Chavimochic y el molón de Salaverry. El primero ha influido dramáticamente en toda la región: mayor humedad que incrementa los extremos de sensación climática, así como una actividad pluviosa más frecuente anualmente; napa freática alta en muchas regiones que daña las bases de diversas construcciones y terrenos de cultivo, y con algunas consecuencias peligrosas como la propagación de enfermedades y pestes volviéndose algunas endémicas. En el caso del segundo, para todos es sabido que dicho molón es el principal causante del problema de la erosión costera que afecta desde Las Delicias hasta Huanchaco. Lo justo sería tener representantes de estas entidades con roles muy activos en las mesas técnicas que ven estos problemas que afectan a más de un millón de personas. Además, está el problema de la planificación urbana: muchos arquitectos son conscientes de la escasez de áreas verdes en una ciudad que bordea el millón de habitantes; más dramático lo es en barrios más populosos. La corrupción y el tráfico de terrenos han generado un grave problema al haber “habilitado” zonas de áreas verdes para convertirlos en espacios de construcción de viviendas. Las áreas verdes no son meramente decorativas; son áreas de integración social y mitigación climática, tan urgente en momentos que Trujillo va a tener fuertes olas de calor. Como áreas de integración, las áreas verdes integran más a diversos grupos etarios que una losa deportiva, centros que lastimosamente se han convertido en espacios de pandillaje y violencia verbal. En el caso de mitigación climática, las grandes ciudades del primer mundo han comenzado a reducir la presencia de autopistas para dar más cabida a áreas verdes, grandes árboles y jardines temáticos. Trujillo necesita, por lo menos, 10 jardines botánicos en sus barrios y un gran parque de la ciudad por el que los ciudadanos podamos disfrutar de grandes áreas verdes. Cada vez hay más ciudadanos que no tienen espacios vivos en sus casas. ¿Nuestras autoridades estarán a nivel de promover estos cambios?


domingo, 12 de marzo de 2023

DESASTRES HUMANOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 12 DE MARZO)

 


¿Qué habremos hecho los peruanos como sociedad que nos merecemos los desastres físicos y sociales que estamos padeciendo? Como sociedad vemos eternos déjà-vu, esos que causan destrozos en nuestra propiedad y credibilidad, así como la rampante corrupción que existe en todos los estamentos del aparato público, coludidos con varias empresas y personas privadas obviamente.

Cuando escribo este artículo, estamos a la espera de una segunda riada de agua tan fuerte como la que sufrimos el viernes por la noche. Espero que no sea así. Ojalá. Pero también es posible que sea más fuerte y que, incluso, la información sea solamente virtual vía videos de Tik Tok que pueblan las redes sociales, pues afecte a la distribución de diarios en soporte papel. Hay muchas cosas que pueden decirse sobre las desgracias que nos están pasando, muchas de ellas ya reiterativas. Corrupción, ineptitud, estafa electoral, demagogia, escasa sensibilidad social; lo mismo. Pero hay puntos que sí deben de tomarse en cuenta, elementos que han cambiado la fisonomía de nuestra sociedad. Comencemos por aceptar que el cambio climático ya es un hecho poderoso con el cual tenemos que convivir. Los negacionistas deberían de explicar a la ciudadanía por qué un fenómeno (ciclón) visto en aguas adentro o en países de Oceanía o Lejano Oriente (tifón) aparece frente a nuestras costas: ¿es casual o ya va a ser un elemento regular que debemos de tener en cuenta con el otro fenómeno irregular, a estas alturas, como lo es El Niño? De ser así, ¿movemos nuestras ciudades como en la antigüedad o hacemos sacrificios humanos para “aplacar su ira”? El sistema de alcantarillado ya es una obligación, no un lujo. Desde el Niño del 97/98 se pedía uno. Este gobierno regional debe ir creando un plan que abarque el mayor número de ciudades de la Región; lo de Pacasmayo y Chepén ha sido contundente. El otro tema tabú en Trujillo es el molón de Salaverry. Desde que vivo aquí, todos reconocen que el cambio de dirección de la corriente marina es causa de este y seguirá golpeando a Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco. No hay voluntad política de quitarlo: es un asunto económico. Pero este factor es el que ha exigido que, como parte de la protección costera, se haya construido un sistema de enrocado que fue todo un gran problema en el Niño costero del 2017. El cauce “natural” de casi todos los huaicos de esa hecatombe es hacia el océano y no pudieron desembocar al mar por el enrocado, generándose una desgracia triple para los residentes: lluvia, huaicos y empozamiento de agua (inundación). ¿Sabrán los residentes propietarios de esa zona cuánto ya han perdido por la degradación de su patrimonio inmueble? ¿Ha surgido alguna demanda legal por esto?

Este nuevo escenario debe de ser esclarecido por las personas y organismos pertinentes para ver el futuro de nuestra ciudad. ¿Veremos los consabidos parches en las novísimas calles y avenidas recientemente asfaltadas para la foto? Academia y sensatez para Trujillo.


domingo, 3 de marzo de 2019

PRIMER DÍA DE CLASES (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DOMINGO 03 DE MARZO)


Se da inicio del año escolar 2019.  
Como cada inicio del nuevo periodo escolar, este coincide con cambios climáticos drásticos que Trujillo, la Región y el país, están experimentando. Estos están afectando toda actividad humana (económica, cultural, social y la educativa) y, como desafío, tenemos que aprender a convivir con ellos. Estos son una constante que debe de incluirse ya en el calendario anual de Educación (como, imagino, ya se está haciendo en otros rubros como Salud, Producción, entre otros) que obligan a replantearnos algunas propuestas de cambios o adaptaciones con el fin de no paralizar una actividad tan importante para una nación como la educativa.
La infraestructura educativa es un primer escollo a lo largo del país. En Trujillo, muchos planteles de más de tres décadas, aunque sólidos, no fueron pensados para la tropicalización que estamos viviendo. Proyectos como Chavimochic y los cambios dramáticos vividos en las últimas décadas han motivado la presencia de mayor humedad, la que nos exige hacer una revisión sesuda de la infraestructura escolar. Ya no es necesario tener un Fenómeno del Niño en la Región para tener lluvias. Las tenemos casi todos los veranos. Hay que hacer severas modificaciones en edificios, en sus aulas y partes administrativas. Debemos de contar más con áreas verdes, una buena arborización para tener sistemas frescos naturales de ventilación que reemplacen un posible equipamiento costoso, imposible de acometer para el Estado. Es tiempo de que buenos arquitectos e ingenieros hagan suyo el reto de mejorar la infraestructura educativa innovando e implementando materiales no costosos. Lastimosamente, todo apunta a que no habrá marcha atrás en estos drásticos cambios (habrá veranos más calurosos y torrenciales, como inviernos un poco más crudos)
En medio de este duro panorama, esta realidad debe de ser incorporada, casi obligatoriamente, como parte de los contenidos educativos; la descripción de esta debe de ser incluso diversos temas escolares transversales para que los estudiantes logren un aprendizaje muy significativo y permita, entre ellos, propuestas de soluciones ante la realidad que se pueda presentar como adversa, pero que, de ser comprendida, puedes hallarse soluciones simples que atenúen estas circunstancias y que respondan a una mayor conciencia ciudadana responsable y solidaria. Por ejemplo, proyectos de arborización tanto en su propio centro educativo, como en el de sus comunidades movilizarían a estudiantes para ejercer presión a desidia y desinterés de autoridades que deberían asumir estos proyectos como suyos. Una circunstancia adversa como esta requiere respuestas colectivas coercitivas.
La educación puede aportar así, a través de sus alumnos y docentes, respuestas constructivas a la adversidad.

domingo, 24 de febrero de 2019

CUARTO MUNDO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 24 DE FEBRERO) TRUJILLO, UNA CIUDAD DEL CUARTO MUNDO


Trujillo. Febrero, 2019.  Los encabezados de las noticias de estos últimos veranos, por estos meses, ya mantienen el mismo tenor: amenazas de lluvia, riesgo de huayco, la ciudad no está preparada para enfrentar un Niño. Pasan las temporadas de lluvias y se va la ola de calor, y retornamos a nuestras rutinas. Nada nuevo bajo el sol. Basta cambiar la fecha de una noticia para “actualizarla”.
Cuando me instalé en Trujillo en 1992, muchos cambios ya venían sucediendo de manera acelerada. La presencia de CHAVIMOCHIC en la geografía física y social de la Región marcaba fuertes cambios de los que muchos investigadores alertaban, pero que, bajo el designio del boom económico de entonces, prefirieron obviarlas o silenciarlas. Los veranos son cada vez más tórridos e inviernos cada vez más gélidos bajo un manto de humedad cada vez más creciente. Las autoridades de la ciudad de la eterna primavera no vieron la necesidad de tomar precauciones para lluvias que se han ido incrementando, fuera del hecho que tengamos o no un fenómeno del Niño u otro acontecimiento parecido. Alguna vez oí que la ciudad contaba con un sencillo sistema de alcantarillado, pero que este fue desmantelado puesto que la ciudad no iba a experimentar periodos pluviosos intensos, pese a que la ciudad y Región fueron afectadas por diversos Niños. Ya no hay persona viva que nos narre el terrible fenómeno de 1925, pero crónicas periodísticas y estudios históricos describen con detalles los desastres vividos por la ciudad. Para los que vivimos el Niño del 82-83, la ciudad se vio afectada no solo por las lluvias, sino por diversos desbordes como el de la acequia Mochica, cargada de maleza, basura y restos de construcción. La naturaleza y los errores humanos te dan ingratas sorpresas.
La Historia es una ciencia humana a la cual es necesario recurrir frecuentemente para conocer a detalle las amenazas del espacio que habitas con el fin de tomar medidas y proyectar tu crecimiento ordenadamente. En diversas crónicas se habla del peligro que es Mampuesto, por ejemplo; basta leer la de Miguel de Feijóo de ¡1728! en la que narra con detalles la tromba de agua que casi se tira abajo la muralla que defendía a nuestra ciudad. Pero el escaso manejo de las autoridades competentes y el divorcio marcado entre la academia y el mundo político o el que toma decisiones pasan la cuenta socioeconómica de los errores que vivimos, ahora, con mayor frecuencia.  
Así llegamos al 2019, desprotegidos, con incertidumbre de lo que vaya a pasar con nuestros bienes y vida. Cada verano se evidencia más de la pesadilla llamada Cambio Climático; esto, empeorado por las escasas e incorrectas medidas para enfrentar el fenómeno. Y cada vez nos va a salir más caro, tendremos reconstrucciones insulsas e inútiles: reparación de casas, edificios, calles y avenidas; colapso de desagües; epidemias que debemos de tratar; reconstrucción de viviendas en zonas prohibidas; sistema de agua potable destruido.
¿Para el Bicentenario, se podrá sacar a Trujillo del cuarto mundo?

domingo, 4 de junio de 2017

TRUMP, QUEBRADAS: RECONSTRUCCIÓN (ARTÍCULO DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 04 DE JUNIO)

En una reciente visita a tres quebradas que fueron el centro de la situación desastrosa que vivimos en el mes de marzo, se constató el largo camino que le queda a nuestra ciudad para una reconstrucción cabal y coherente con el fin de atenuar cualquier nuevo desastre con el que la naturaleza nos pueda sorprender en el futuro. Se vio la penosa realidad que experimentaron y viven muchas familias de los lugares afectados, y los riesgos naturales y humanos a los que se hallan expuestos. Es tal vez los riesgos humanos los más graves con los que, de ahora en adelante, tendrán que confrontar.
Por otro lado, una alarmante noticia llegó por todos los medios: la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump, de retirar a su país del Acuerdo de París. Este Acuerdo tiene por finalidad controlar las emisiones de CO2 en el mundo, sobre todo de los países industrializados, pues cada vez es más evidente, como efecto mariposa, que la fuerte emisión de gases en el ambiente tiene una serie de repercusiones nada positivas al planeta en general. El calentamiento global es una realidad que cada vez más golpea diversos lugares del planeta y esta situación ha determinado que se vaya creando un nuevo mapa de riesgo identificando grandes zonas geográficas en diversos continentes que sufren estragos a causa del cambio climático (http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/naturaleza/2010/10/28/196784.php). Este mapa ubica al Perú entre los países en los que dichos cambios ambientales tendrán fuertes impactos que afectarán la infraestructura, la economía y hasta la vida de sus habitantes. Tal es la difusión y llamado a la conciencia por esta situación que hasta las hermanas petroleras han apoyado discretamente el Acuerdo de París y, para sus intereses, han estado promoviendo la investigación en energías limpias. La decisión del Presidente norteamericano, de manera bravucona, ha mandado al trasto años de un trabajo sostenido y tenaz sobre la emisión de gases, no exento de bemoles y errores, pero que iba por un buen camino. 

La situación mundial, ante lo sucedido, se ha vuelto adversa para nuestra realidad. El calentamiento global, de manera directa o indirecta, ha permitido que hayan discurrido agua y lodo atravesando a nuestra ciudad siete veces. La ignorancia, la corrupción, la dejadez y, ahora, decisiones políticas antojadizas agravan esa triste realidad y además atentan contra una reconstrucción que ayude a los habitantes de nuestra ciudad a atenuar las consecuencias graves contra su patrimonio, su calidad de vida o su vida misma.
Esperamos que haya un giro político, que apoye a la Academia, a trabajar en una cultura preventiva que se necesita urgentemente.