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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

martes, 21 de enero de 2025

EL CHILE ANTES DE CHILE (CRÓNICA DE VIAJE 2)



Sábado 28, ya casi terminando el 2024. Nos levantamos temprano para aprovechar el día y preparar nuestras maletas, pues ese día dejábamos nuestro alojamiento para irnos a Concepción. Coordinamos con las personas de portería para poder dejar nuestras valijas en guardianía y enviar los regalos a casa de Sergio, donde pasaríamos el Año Nuevo 2025. Salimos a buscar algún lugar para desayunar por la Av. Nueva Providencia, pero no encontrábamos algo abierto, hasta hallar un sitio que ofrecía café y pastelería (ni modo): Krispy Kreme (https://www.krispykreme.cl/sucursales/). Algo no muy sano para desayunar, pero teníamos prisa. Como pensábamos dejar las cosas en el nuevo hospedaje y los obsequios para Sergio y Patricio, tomamos un buen tiempo en hacer la gestión. Teníamos que regresar a las 8:30 pm a recoger las cosas con el fin de dejarlas en nuestro nuevo lugar y de ahí salir al Terminal Sur de buses para viajar a Concepción a las 11:30 en Pullman Tur. Ya coordinado todo (nos faltó haber hecho todas estas operaciones el día anterior: aprendizaje de viajero), nos fuimos al centro a visitar nuestros objetivos: teníamos una buena agenda. Tomamos la línea 1 del metro desde nuestra estación, Los Leones, en dirección a San Pablo y bajamos en la estación Baquedano para tomar la 5 en dirección de Plaza de Maipú; tras una estación, ya estábamos en Plaza de Armas. Genial el servicio de Metro; así te ahorras un montón de tiempo y te evitas los atolladeros de tráfico. Santiago (y todo el país) no tiene esas pesadillas que son las combis, los mototaxis ni ticos. Hay choferes algo imprudentes como veremos en algunos taxistas, pero por lo general la gente respeta las reglas de tránsito: las cebras, usar cinturón de seguridad, el uso de direccionales (aquí la mayoría de conductores no saben para qué sirven). Desde ese punto de vista, comparado con Perú, es todo un paraíso: ¡No hacen sonar el claxon como locos! 


Ya en la Plaza de Armas, vimos un espectáculo simpático de varios percusionistas que se ubicaron en una esquina cerca de nuestra meta: el Museo Chileno de Arte Precolombino. Luego de disfrutar el trabajo de los diez músicos bailarines, nos dirigimos con varias expectativas de todo el museo. Este museo es uno de los pocos en el que íbamos a pagar entrada. Además, felizmente, tenía algunos libros del material que hay en este espacio. La optimización del uso de recursos ha hecho que muchos museos ya no publiquen libros ni folletos. Algunos espacios culturales han sido bastante inteligentes, pues no sólo incluyen esos materiales, sino estampillas, monedas y medallas. Eso lo vi en el Museo Sorolla (toda la colección de sellos que España ha impreso en una serie de pintores españoles) y en la Fortaleza San Felipe del Callao en el que te ofrecen la moneda de 1 sol que representa este monumento que es patrimonio cultural de nuestra nación. Chan Chan podría pensar en hacer eso; es también un bonito recuerdo de una visita a estos lugares emblemáticos. Volvamos a nuestro Museo. Este está cerca de la Plaza, a una cuadra en esquina entre las calles Compañía de Jesús y Bandera. Está ubicado en un edificio del siglo pasado que ha sido transformado de manera óptima con buenas intervenciones para crear tres pisos, dos con exposiciones permanentes y uno con diversos ambientes bastante amplios para las temporales. La exposición se llama Chile antes de Chile, pues habla de las culturas precolombinas que se desarrollaron en lo que es actualmente el territorio chileno, así como algunas culturas relevantes del espacio americano desde México hasta el altiplano. En el piso -1, está la muestra permanente de una exhibición que abarca 8 mil años de ocupación de diversas partes del territorio chileno, que incluye las islas Rapa Nui (Pascua) y Juan Fernández. Hay una muestra interesante de las momias de Chinchorro, ubicado en el desierto de Atacama. También es interesante la muestra de las culturas mapuche y lo que corresponde a la isla de Chiloé (un lugar pendiente para visitar en el futuro). Uno de los problemas que pudimos percibir era la débil luminosidad del lugar, salvo el rincón donde se hallan unas grandes estatuas de madera de Rapa Nui; es una forma de proteger las piezas que tienen un alto valor incalculable desde el punto de vista arqueológico. 




El piso 2 tiene una buena colección de ceramios, estelas, telares y trabajos metalúrgicos de las diversas culturas que se desarrollaron en los Andes y Mesoamérica antes de la llegada de Colón. La Sala Textil tiene una gran muestra de obras textiles de las culturas que se ubican sobre todo en el Perú actual: hay piezas de Paracas, Moche, Chancay y Tiahuanaco. Hay un manto Paracas de bella factura, así como piezas con plumas de origen Moche. En la Sala Andes Centrales, hay una buena colección de huacos retratos Moche, así como huacos Nazca. 





En la primera planta había una exposición muy interesante sobre textiles andinos virreinales acompañados de bellos cuadros de la escuela cuzqueña, uno de los cuales mostraba los matrimonios que unían españoles con damas de la nobleza inca en la ciudad de Cuzco (https://precolombino.cl/wp/, https://museo.precolombino.cl/). Demás está decir que la museografía y los servicios de esta institución eran de calidad. 



Una vez concluida la visita nos fuimos a almorzar nuevamente al Nacional que estaba cerca del Museo. Estábamos atrasados en cuanto a nuestro plan inicial de visitas, ya que nos tomó casi tres horas ver qué íbamos a hacer con algún equipaje que no llevaríamos a Concepción. Quisimos ir a pie desde el restaurante que queda en la misma calle Bandera hasta este museo que, según Google Maps, indicaba sólo 16 minutos a pie (https://maps.app.goo.gl/3fFe1uGcxaERHPEg6). Pero mi pierna ya me enviaba ondas dolorosas. Taxi (entre cuatro no es oneroso el costo). Llegamos así al Museo Nacional de Bellas Artes que contiene, también, al Museo de Arte Contemporáneo. Esta visita osciló entre la decepción y la admiración. Bellas Artes tenía una exposición interesante sobre la mujer en el arte chileno, pero con escasa información sobre todo el material expuesto, vasto, interesante (https://www.mnba.gob.cl/). Este fue uno de los pocos museos que carecía de ascensor y hay bastantes escaleras tanto para ascender como descender a las diversas salas de este buen museo. Ojalá solucionen pronto ese problema. En la segunda planta había una exposición centrada en la mujer en el arte en Chile. Algunas partes interesantes estuvieron en el comportamiento de muchas mujeres artistas durante la dictadura de Pinochet y el acercamiento de artistas fotógrafas con los pueblos originarios. 



En la primera planta se ubican varias exposiciones contemporáneas habiendo un par de ellas bastante notables y en la planta subterránea, otra de muy buen nivel. 



A la salida, hay una estatua cuya hechura se explica en la exposición por el uso del cuerpo femenino para estatuas de hombres desnudos. Frente a esta edificación del museo, hay un extenso parque, el de Rubén Darío, con una estatua interesante: La Gloria. 


Ahora sí queríamos caminar a nuestro último destino: Centro Cultural Gabriela Mistral, tan sólo 12 minutos (https://maps.app.goo.gl/WiktKcQG4mTBcnPS9). Y en nuestro camino íbamos a tener el encuentro con un barrio alucinante: el Lastarria (https://barriolastarria.cl/, https://disfrutasantiago.cl/barrio-lastarria/). Nuestro objetivo está en medio de este simpático barrio bohemio, cargado de juventud y cultura, como después me enteraría que los museos recién visitados también forman parte de este barrio. Fuimos primero a ver el centro cultural para luego meternos de lleno en sus calles. Este centro cultural es una verdadera joya: https://gam.cl/. Una verdadera sana envidia. En Santiago vimos varios centros culturales gratuitos de calidad, bien tenidos, con todos los servicios y la oferta cultura de alto nivel. 


Cosas así no he visto en cantidad en Lima, menos en provincias (como sí los tiene Valparaíso, por ejemplo). La libertad de expresión es evidente en estos espacios, como lo veríamos en las calles de Lastarria luego: parejas hetero y homosexuales caminaban libremente sin escándalos, pero libres. La coerción social hecha por esta sociedad contra los racistas y homofóbicos es notable, un camino que nuestra sociedad debe caminar en la construcción de sus valores cívicos, el respeto hacia el otro, el respeto a la diversidad, el respeto a las normas. Principios básicos de buena convivencia que hacen que un barrio, una ciudad sean lugares dignos para vivir. Y cultura, mucha cultura accesible. En este centro cultural, vimos a chicos haciendo sus danzas urbanas, sus coreografías en un espacio para ellos, no se ven forzados de buscar otros sitios desguarecidos, expuestos a malos elementos: son espacios seguros para los jóvenes. Cierto es que las últimas olas de migrantes han cambiado el rostro de esta sociedad y hay demonios que los incomoda como la violencia que los invade (ahí están los famosos Pulpos trujillanos, como los de Tren de Aragua, y otras bandas). Esos son los temas que íbamos a comentar con los taxistas, algunos venezolanos, otros peruanos, algunos chilenos en este viaje. Los tópicos que iban a ser frecuentes: el estallido social del 2019, la violencia criminal y el terremoto del 2010 (sobre todo en Concepción como veremos luego). Ojalá Chile no se deje doblegar por la violencia que ahoga a los peruanos, esa que incluso ejercen nuestros descarados políticos. Volvamos a nuestra visita: en el Centro había una exposición audiovisual y otra en montaje. Estábamos a fin de año y era una suerte de poder ver algo. 






Lo que sí encontramos fue una tienda de libros: la del centro (https://gam.cl/tu-visita/tiendas/libreria-del-gam/). Nos fuimos a bucear por libros: aquí me compré varios textos: “La Patria insospechada” de Rodrigo Lara y “Historias desconocidas de Chile” de Felipe Portales, ambos libros deliciosos de esas historias que pueblan la narrativa popular de cada nación; un libro sobre los interminables terremotos chilenos “Relatos de terremotos en Chile 1575 – 2010, bajo amenaza de lo sublime” compilación de Felipe Moreno; “Cuando hicimos historia. La experiencia de Unidad Popular”, textos compilados por Julio Pinto. Pedí un texto sobre la Guerra del Pacífico y la vendedora me dio el libro de Sergio Riquelme, “Chilenos expulsados del Perú con ocasión de la Guerra del Pacífico” que tiene por prólogo un texto de Jorge Ortiz Sotelo, un exmarino de la Marina de Guerra peruana, historiador y quien fuera designado Jefe Institucional del Archivo General de la Nación. Tantos libros que nos queríamos llevar. Al salir, las vendedoras nos indicaron de otra librería en la que había también filmes y CD. Salimos para caminar por las calles del barrio, para ver sus cafés, bares, ríos de gente que caminaban libremente por las aceras y pavimento por la restricción del tránsito en varias calles. Vimos una pequeña parroquia, de la Veracruz, en el que había un concierto en vivo de instrumentos de viento, en un escenario que mostraba los daños de esta iglesia que fue quemada en el estallido social (https://www.theclinic.cl/2024/02/04/iglesia-de-la-veracruz-del-barrio-lastarria-alista-su-restauracion-a-cuatro-anos-del-incendio-en-el-estallido-social-que-obligo-a-mantenerla-cerrada/). 




Cuando vimos nuestros relojes, nos dimos cuenta de lo rápido que había transcurrido el tiempo y la necesidad de recoger nuestros equipajes, dejarlos en el nuevo alojamiento, ir a cenar y, por último, ir a la Estación Sur para tomar nuestro bus a Concepción. Hicimos todo: recogimos nuestras cosas, dejamos varios paquetes en nuestro nuevo lugar en la calle Cano y Aponte en una zona muy bonita en el mismo barrio de Providencia. El portero, muy amable, recibió nuestras cosas, nos vestimos más abrigados para el viaje, nos fuimos a cenar al restaurante Puerto Cabulco (https://www.instagram.com/puertocalbucorestaurant/?hl=es) y tomamos el taxi para la estación. Nos advirtieron de tener mucho cuidado con nuestras cosas. El sistema es rápido, aunque pareciera un poco desordenado. Salimos puntualmente a nuestro destino a las 11:30 PM. Anteriormente, el inquilino de nuestro hospedaje había sido muy tajante con César, así que se decidió cambiar de hotel: Hotel con C. Carmen los llamó para advertirles que íbamos a llegar muy temprano al lugar. Nos dieron el OK. Fin de nuestra segunda jornada. 





domingo, 19 de enero de 2025

DISTANCIAS INSALVABLES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE ENERO 2025)


Un reciente viaje a Chile me ha permitido ver las distancias insalvables que existen entre la sociedad chilena y la nuestra. Hondas. Somos países que tenemos muchos lazos en común y una larga historia compartida, pero que hemos tomado caminos diferentes como sociedades. Chile quiso ahondar en su cultura cívica, herencia que no han perdido pese a los duros altibajos que han vivido como país; nosotros hemos decidido caminar rumbos oscuros como los que estamos viviendo en las últimas décadas y que explican la anomia actual en la que vivimos. El año pasado cerramos las conmemoraciones del Bicentenario de nuestra independencia política de España, momento en el cual nuestro país debería haber mostrado al mundo sus logros como sociedad, lo que como seres cívicos hemos alcanzado tras doscientos años de libertad. Muchos países de la región aprovecharon para saldar viejas cuentas con sus pueblos originarios, como lo hizo Chile o Guatemala; otras querían mostrar sus avances en su desarrollo social mostrando una comunidad más integradora y mejorando los índices que calidad de vida de sus habitantes; otros, mejorando sus sistemas de gobierno. ¿Qué hemos mostrado nosotros, el país en el que literalmente se logró la independencia definitiva de casi todo el continente frente a la corona y por la que muchos independistas, tanto nacionales como foráneos, lucharon? La exhibición de nuestros logros ha sido triste, pobre, deslucida y hasta vergonzosa. Las oportunidades de asumir un liderazgo relevante como nación durante estas celebraciones continentales se perdieron por la inefable casta política que nos ha estado gobernando, de tumbo en tumbo, y que se agravaron desde el 2016 en adelante: media docena de presidentes, cientos de ministros de paso sin políticas claras para el país, y deplorables congresos, cuya última versión ha mostrado su peor faceta: esa es la realidad de nuestro Bicentenario. La destrucción de la cultura cívica y política se gestó desde la acción destructora contra los partidos políticos en los 90 y ahora, dos décadas después, cosechamos esta pesadilla, la que está permitiendo que el crimen pueda institucionalizarse y defenderse frente a la debilidad de nuestro sistema judicial. Los hechos lo demuestran día a día. Ese es nuestro Bicentenario. Y eso es lo que los peruanos estamos enarbolando como nuestros principales “éxitos”. En Chile veía a la gente preocupada por la violencia que se ve en muchas ciudades grandes a las que han llegado bandas criminales. Por ahora, la sociedad se encierra hasta que se organicen y salgan a las calles para botarlos. Eso espero que hagan. Que no se acostumbren y convivan con ellos. Aquí, el panorama es otro: aquí ya aprendimos a coexistir con ello, pues es la casta política que los avala y protege. ¿O a alguien le cabe alguna duda al respecto con todas las evidencias vistas, leídas y oídas? Este es, pues sin duda, nuestro Bicentenario: ¿lo aceptamos?
Dibujante brasileño Amorím

martes, 14 de enero de 2025

TREN AL SUR, VIAJE A CHILE (CRÓNICA DE VIAJE 1)

 




Chile, un país vecino con el cual tenemos una larga y turbulenta relación. Un país con una historia interesante y con la que hay muchos puntos en común con nosotros. Durante mi vida escolar en Arequipa, ciudad cercana a Chile, tuve amigos y personas conocidas chilenas. Es más, uno de los ideales de ese entonces era ir a Arica para hacer compras, ya que esta ciudad tenía un régimen especial tributario y tenía libre importación. Estuve algunos meses vacacionando en Tacna (1971 y 1972) en casa de un amigo de mi padre que era médico; con su familia pasamos hasta en tres oportunidades a Arica para hacer compras y conocer la ciudad. Arica atraía a muchos peruanos por su casino, sus clubes nocturnos y la calidad de vida que se podía disfrutar. En el colegio, como viaje de promoción en 1973, se propuso ir a Santiago de Chile por lo barato que era para nosotros (Chile vivía una fuerte inflación); pero muchas personas, sobre todo padres de familia, no estaban de acuerdo con ello, pues había una gran crisis social como se podía leer en los diarios de entonces y que luego yo iría conociendo en material fílmico como se puede ver en el extenso documental La batalla de Chile del director Patricio Guzmán (https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-https://bitacoradecine.cl/la-batalla-de-chile-1975-no-al-olvido-si-a-la-memoria/) (https://archive.org/details/the-battle-of-chile). Jóvenes como éramos, no tomábamos en cuenta lo que estaba sucediendo en Chile. Todo estaba listo para nuestro viaje de promoción a Santiago en octubre de ese año, cuando el golpe de estado de Augusto Pinochet canceló nuestras ilusiones. Mi última visita a Arica fue en agosto de 1993, cuando hice un viaje largo a Bolivia; en ese entonces, tomé un vuelo de nuestra línea de bandera, AeroPerú, que tenía un vuelo Lima – La Paz con escala en Tacna. En mi vuelo de retorno ese año me quedé un par de días en Tacna y aproveché en visitar dos lugares emblemáticos: el Alto de la Alianza (ahora está rodeado de miles de viviendas precarias de migrantes bolivianos y puneños como lo vi en 2017) el Morro de Arica durante una permanencia por horas en esta ciudad chilena norteña.  La influencia chilena estaba presente en Arequipa, ciudad en la que viví mi niñez y todos mis años escolares: tuve una familia vecina, los Morales Durand, que tenía un restaurante en plena Plaza de Armas, el Acuarium; y un amigo de colegio, José Castro, cuya familia materna es chilena. Circulaban el cómic tradicional Condorito, la pícara Viejo Verde y varias revistas culturales como Hechos Mundiales (notable), estas últimas que extraño por la calidad del material expuesto y los temas que abordaba. Ya en mis clases universitarias me acerqué a la obra de literatos chilenos como Pablo Neruda, Gabriela Mistral, José Donoso y el fabuloso cuentista Baldomero Lillo. En las clases de Poesía Latinoamericana de inicios del siglo XX conocí a Vicente Huidobro y su obra Altazor, obra del nivel disruptivo como Trilce de César Vallejo. Luego me encontré con autores como Marcela Serrano, Alberto Fuguet, Roberto Bolaños e Isabel Allende; algunos de cuyas obras utilizamos en planes lectores en el colegio y la universidad en las que trabajé. Por diversas razones, había postergado una buena visita a este país. Con varios amigos, tanto chilenos como peruanos que residen hace muchos años en ese país, me quise sacar el clavo en esta fiesta de fin de año. No molesté a mis amigos chilenos que viven en Trujillo, como José Antonio o Marisol; coordiné con mis amigos que viven en Chile. Había conversado al respecto con César y Carmen, con quienes visité Guatemala en julio del 2024, para ir. Me ayudó Alfredo, quien organiza sus viajes para sacarle “el jugo”. En verdad, luego de la poca información que organicé para mi viaje centroamericano, Alfredo y yo nos centramos en hacer un calendario (fechas, rutas, horas) de las visitas por hacer, siempre con un margen de error y libertad del grupo. Además, hay que acotar que también viajaba con un bastón; por lo tanto, mi movilidad no era tan buena. Pero iba a permitirme conocer la educación cívica de esta sociedad como comentaré en mis crónicas. Decidimos partir luego de la Navidad.

Jueves 26 de diciembre: habíamos visto todas las opciones y optamos en irnos vía LATAM con escala en Lima, en un aeropuerto que no me gusta mucho. Felizmente no hicieron el cambio a las nuevas instalaciones. Dejamos nuestras maletas en Trujillo y las recogimos en Santiago. Por razones diversas, cancelaron nuestro vuelo Lima – Santiago y nos enviaron en uno más temprano. Estuvimos en contacto con la gente de Santiago vía WhatsApp para que nos alcancen datos diversos como cambio de moneda, transporte, clima, etc. Nadie mejor para esos datos que las personas que residen en la misma ciudad. Pero también sacamos datos de los blogs viajeros, las páginas de YouTube con consejos y el libro sobre Chile de la colección Lonely Planet. Nosotros, César, su amigo Diego y yo, íbamos a ir un día antes; Carmen, llegaba un día después. Llegamos bastante tarde, hay que tomar en cuenta que la diferencia horaria en +2 horas para Chile. Tomamos nuestras precauciones cambiando algo de dinero en una casa de cambio en el aeropuerto limeño para pagar los taxis. Previamente César se había ocupado de los hospedajes (todos eran Airbnb) y yo de los pasajes a Concepción y Valparaíso (Valpo como dicen en Chile). En Santiago nos íbamos a hospedar en las tres oportunidades en la zona de Providencia, cosa que nos iba a causar algunos inconvenientes. Cosas de viajero. Lo que sí fue toda una sorpresa este primer día en Santiago fue el hecho de tomar un taxi oficial del aeropuerto que nos cobró el equivalente de 100 soles para un tramo no tan extenso. Al día siguiente no tomaríamos sus servicios tras la llegada de Carmen. Lo que sí nos recibió fue un calorcito seco y un recorrido estupendo, pues el aeropuerto está unido por una autopista y un viaducto subterráneo de alta velocidad, fuera del buen estado del pavimento. Diferencia abismal.



Viernes 27: Nos levantamos temprano, el lugar era un poco incómodo y el calor apretaba. Nos tomamos un buen duchazo y salimos a tomar desayuno. Comí una buena empanada, una de las cosas que recuerdo con cariño de mi niñez. Llevamos agua, pues el calor prometía. Nuestro primer Airbnb estaba ubicado cerca de la Av. Nueva Providencia, zona céntrica que nos permitió tener restaurantes, metro, todo a la mano. Nuestra estación de metro: Nueva Providencia. El metro de Santiago es muy bueno y extenso, y cuenta con 6 extensas líneas y una breve. Los vagones van limpios y tienen todas las facilidades para las personas con problemas de movilidad como era mi caso (https://www.youtube.com/watch?v=T8G8oW9paq4, https://www.youtube.com/watch?v=_OfJkUi9F2c). Compré un boleto para varios viajes y lo usamos entre todos los dos primeros días. La línea principal que pasa por esta estación es la 1, aunque también pasa la línea más corta del Metro de Santiago, la 6 (https://www.metro.cl/el-viaje/plano-de-red); tomamos el metro en dirección a San Pablo y nos bajamos en la estación Los Héroes para tomar conexión línea 2 en dirección a Vespucio Norte. Nosotros bajamos en estación Cementerio, bajo la Av. Recoleta, y al salir de esta estación ya estábamos literalmente en el cementerio. Ingresamos a este lugar y un carabinero muy amable nos dijo de tener cuidado con nuestras máquinas fotográficas. Habíamos entrado por una de las entradas laterales, en la que se ubica el Memorial del Detenido, Desaparecido y Ejecutado político (https://www.instagram.com/p/DCUVbbSJ12F/), e íbamos a salir por la entrada principal, espacio con mucha historia (https://cementeriogeneral.cl/). Visitar un cementerio es poder contemplar dos elementos importantes de una sociedad, un país: el arte funerario y la historia. Y lo es más en los países con larga y compleja historia. En mi viaje a Buenos Aires, tuve la oportunidad de conocer el famoso cementerio de La Recoleta (aquí mi blog de viaje de esta visita: https://elrincondeschultz.blogspot.com/2023/09/de-las-profundidades-las-alturas.html). Había leído, por último, un libro, Funerales republicanos en las Américas, de edición de Carmen Mc Evoy en el que hay dos textos interesantes de algunos personajes chilenos, cuyos entierros fueron relevantes para el mundo oficial e histórico de Chile: José Miguel Infante, Andrés Bello y José Manuel Balmaceda, cuya tumba iba a ser una de las visitas más interesantes en este espacio funerario (https://www.planetadelibros.com/libro-funerales-republicanos-en-las-americas/390681, el libro es muy bueno). En la portería el encargado nos indicó que la parte más importante del cementerio era la “Av.” O´Higgins en la que íbamos a encontrar las tumbas de personalidades políticas chilenas, como el mismo O´Higgins, Balmaceda, Allende, Montt o Aníbal Pinto. También nos íbamos a encontrar con algunos mausoleos interesantes, como el azteca. En nuestro camino por la “Av.” Limay desde la entrada del Metro nos encontramos con una tumba llena de peluches y flores artificiales; le preguntamos a un jardinero por qué había estos objetos y nos comentó que la tumba correspondía a una niña que hacía milagros. Todos los cementerios tienen un personaje milagroso como en el de Miraflores de Trujillo. Tal como comenté líneas arriba, el mausoleo de Balmaceda es uno de los más curiosos: sus paredes están llenas de petitorios de estudiantes y futuros estudiantes de Medicina. Los pedidos son simpáticos y algunos conmovedores: historia viva (https://www.theclinic.cl/2024/07/14/las-cartas-de-los-estudiantes-a-balmaceda-cementerio-general/, https://www.tiktok.com/@meganoticias.cl/video/7403535561224391941). 


Este cementerio está tan cargado de historia. Ya en camino hacia la salida principal vimos la tumba de Eduardo Frei, Patricio Aylwin, el Patio Histórico, la Capilla Católica y el Edificio Puerta La Paz, fuera de otros mausoleos y detalles. En el Edificio logramos conseguir planos y otra información sobre este interesante espacio.



Con el fin de acelerar nuestras visitas, tomamos un taxi para ir al centro, nos íbamos a la Plaza de Armas. Cruzamos el río Mapocho para ir a nuestro objetivo. Teníamos que cambiar dinero, pues los gastos eran frecuentes y Santiago es una ciudad cara. Al llegar a la plaza, según los planes, nos íbamos al edificio de Correos de Chile. Es un edificio histórico en el que hay exposiciones filatélicas. Como en Guatemala y Montevideo, me iba a dedicar una hora (o un poco más) a hacer compras de estampillas (https://www.correos.cl/filatelia). Hay una oficina especializada en ello y la señora, muy amable, me atendió gustosa con su paciencia y consejos. César y Diego se fueron a la plaza para ir a la Catedral, mientras me imbuía en este mundo apasionante. César llegó y me hizo el comentario de la gente que esperaba fuera. Muchos por equivocación iban a esta oficina a comprar sellos para mandar cartas, cuando eso lo podían hacer en cualquier ventanilla. Espera inútil. La oficina está bien organizada y cuentan con todas las facilidades para que un filatélico se vaya contento y bien servido. 

Al salir nos fuimos a la Catedral, una construcción iniciada el siglo XVIII y concluida el XIX; las anteriores construcciones cayeron por los numerosos terremotos que han asolado este país. La visita fue sin contratiempos, hay muchos espacios de interés para visitar y bajo el atrio principal, hay una suerte de catacumbas en las que se encuentran los cuerpos de monseñores y cardenales que pertenecieron a esta iglesia.  (https://www.youtube.com/watch?v=_nBVTmxDvTI&t=4s, https://www.catedraldesantiago.cl/). 


La plaza de armas es muy bulliciosa y tiene muchos extranjeros que se dedican al negocio informal, así como artistas callejeros, algunos de muy buen nivel como unos danzarines percusionistas que vimos al día siguiente. El lugar es para visitar con cuidado, pues hay muchos amigos de lo ajeno. Esa sensación de inseguridad va a ser el comentario cotidiano en los taxis y con las personas que hablaremos en diversos espacios que íbamos a visitar.

Decidimos ir a almorzar y cambiar algo de dinero. En el camino nos encontramos con el Museo de Arte Precolombino que visitaríamos al día siguiente. Cerca de este había algunas librerías a las cuales entré para averiguar sobre libros de historia. En una de ellas estaban vendiendo una colección o selección del cómic Condorito (10 libros), los cuales compré y me regalaron una bolsa con detalles del mismo cómic. El año pasado en la Alianza Francesa se recibió una exposición itinerante de este personaje que marcó la infancia de muchos. En Arequipa, mi padre nos compraba estos llamados “chistes” (https://www.welcomechile.com/personas-y-personajes/condorito/, https://www.youtube.com/watch?v=FY4Hqv4JA58&t=1s). Fuimos a una casa de cambio y luego a almorzar en el Bar Nacional en el Paseo Bandera (https://barnacionalchile.cl/): buen salmón y buen vino blanco. Una vez concluida nuestro delicioso almuerzo, nos fuimos nuevamente a la Plaza de Armas que se encuentra al costado del edificio antiguo de Correos de Chile, está el Museo Histórico Nacional, lo que era el antiguo Palacio de la Real Audiencia. Nos íbamos a bucear en la historia de este país con el cual compartimos muchas cosas, en las buenas y en las malas. El acceso al museo, como muchos de manejo público, es gratuito. El mantenimiento de las instalaciones es impecable y, como debe de ser, tiene todas las facilidades para las personas con capacidad limitada de desplazamiento. Eso muestra mucho el nivel cívico de una sociedad. Y esta realidad la íbamos a ver en otros espacios en Santiago, Valparaíso-Viña del Mar y Concepción (https://www.mhn.gob.cl/). 





En la colección de pinturas, podemos ver la Fundación de Santiago de Pedro Lira, retratos de Pedro Valdivia, Bernardo O´Higgins, Arturo Pratt y de Vicente García Huidobro, fundador de la Casa de Moneda y cuyo retrato está en una estampilla de los 70. Todo un recuerdo. Además, hay pinturas de los combates de Iquique y Antofagasta. Arturo Pratt es el héroe central de la marina chilena, como lo veríamos en nuestra visita al Huáscar en Talcahuano. Y la última parte es todo un recuento, a través de fotografías y afiches, de las décadas del siglo XX: la moda, Pablo Neruda, huelgas y masacres, el arte chileno de entonces, el golpe y el retorno a la democracia. 



Salimos con la intención de ir a la Biblioteca. Nos dieron las indicaciones y nos fuimos en dirección de la calle Merced, donde nos encontramos con un notable museo: Casa Colorada. Este museo no lo habíamos mapeado y es muy bueno, museografía de calidad que muestra la evolución de la ciudad de Santiago. Tiene unas buenas reconstrucciones de las terribles inundaciones que sufrió esta ciudad, causadas por el río Mapocho, como vemos este video de las inundaciones de 1982 (https://www.youtube.com/watch?v=kiDZKOv53go). El museo sí merece estar incluido entre las visitas obligadas en esta ciudad (https://www.munistgo.cl/casacolorada/). Caminar con un bastón no es muy sencillo y ya estaba bastante cansado. Nos fuimos a un lugar cercano, la iglesia de la Merced, con la que cerraríamos nuestra actividad este primer día y luego iríamos a recoger a Carmen del aeropuerto.



La visita fue tranquila, apreciamos su interesante púlpito (https://www.youtube.com/watch?v=VbTm42QkEmc, https://www.monumentos.gob.cl/monumentos/monumentos-historicos/iglesia-merced-parte-queda-convento-merced), pero la hora nos iba traicionando, pues la puesta del sol es bastante tarde. A las 6 pm el centro de la ciudad enmudece, cierran muchas tiendas y oficinas, y la sensación de ser aún temprano nos jugó una buena pasada más de una vez. Nos dio tiempo para visitar la iglesia en sí y luego tomamos un taxi para nuestro hospedaje. Un buen duchazo y al aeropuerto. El día anterior demoramos un poco por los trámites que hay que hacer y no llevar frutas contigo. Carmen salió temprano felizmente, pero esta vez pedimos un taxi por plataforma. Fin de nuestro primer día.





domingo, 12 de enero de 2025

MICHAEL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 12 DE ENERO 2025)

 


Quería hablar de temas pendientes, muchos graves, sobre el mundo político nacional e internacional. Pero algunas noticias, de pronto, hacen detener el entorno de uno y nos invita a reflexionar: el deceso de Michael Exley. Michael fue una gran persona con sus amigos, sus profesores y estudiantes. Llegó a Trujillo en la última década del siglo pasado a revolucionar la educación escolar de nuestra ciudad; la sacudió de sus paradigmas para poner unos nuevos que siguen vigentes a través de los profesores que formó permanentemente y los entonces alumnos que graduó en nuestra ciudad, así como lo hizo en su breve paso por Cajamarca. Siempre se preocupó por sus docentes, su personal administrativo y de mantenimiento de manera activa. Era todo un ser humano. Un raro inglés católico que se enamoró de nuestra ciudad aquella vez que sentado frente al entonces Hotel de Turistas en nuestra Plaza de Armas enunció que iba a venir a vivir aquí abriendo un colegio. Y así fue. Recuerdo en los primeros años cuando trabajábamos en el Fleming College, colegio creado gracias a la iniciativa del promotor Daniel Rodríguez, Michael me pidió buscar la canción “Qué importa” para una charla con sus padres de familia; iba a comenzar con ellos con el estribillo “un fracaso más, qué importa” para cuestionar su determinismo y fatalidad y cambiar la percepción que se tenía de la vida, del éxito, del esfuerzo, del manejo del conocimiento, de la libertad de palabra y pensamiento, de la confianza en uno mismo y del valor de la individualidad y la sociedad. Era un perfecto provocador. Era ese tipo de personas que se hacen necesarias para destruir moldes. En cuanto Michael llegó a instalarse entre nosotros, sus ideas resultaron muy novedosas y también incómodas para muchos. Para hacer una buena tortilla, tienes que romper muchos huevos. Amaba tanto Trujillo que aprendió marinera y, pese a su pésima pronunciación del castellano, se aprendió todos los modismos trujillanos. Como buen anfitrión, gustaba tener conversaciones serias delante de buena comida y bebida; así se iba cambiando el mundo intercambiando ideas y propuestas en buen ambiente. Gracias a su empeño y compromiso, los turbulentos primeros años pasaron y el colegio se fue fortaleciendo al haber trazado una línea de trabajo. Ahora es una sólida institución de la cual egresan alumnos con buena formación educativa en todos los campos. Al enterarse de su deceso ocurrido en su Inglaterra natal, cientos de sus exalumnos y muchos padres de familia llenaron el obituario con mensajes que muestran cuán hondo este hombre pudo haber calado en ellos. Su obra se ve en hombres y mujeres, ya algunos padres de familia, que han ido alcanzando sus logros y muchos realizan labores notables fuera de nuestro país. Michael no tuvo hijos biológicos, pero sí cientos espirituales; esos que, a través de su trabajo y éxito, rememoran el pensamiento que él les ha legado para sus vidas. Michael, un buen viaje.


lunes, 6 de enero de 2025

UNA NUEVA MORAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE DICIEMBRE 2024)



2025 empieza. Todas las personas ponemos mucho entusiasmo par un nuevo año, aunque el contexto no sea tan prometedor desde muchos aspectos. A lo largo del 2024, muchos eventos a nivel nacional e internacional han puesto en tela de juicio nuestras valores y creencias. Y la corrupción ha avanzado en diversas áreas de nuestro quehacer por los que uno se plantea si en verdad lo que tomo como correcto camino a seguir en verdad no lo es tanto. Dos eventos nacionales han cuestionado cualquier escala de valores en nuestra sociedad: la huelga de los llamados “mineros artesanales” y la posible red de prostitución en el Congreso de la República, un antro de polendas. Destaco estos dos, puesto que, a mi modo de ver, es la culminación del paulatino deterioro de la sociedad peruana. El caso de la huelga de los mineros informales, en su mayoría, es el que más ha llamado la atención por los cambios que se están generando en la mentalidad de la sociedad peruana. Para nadie es un misterio todo el poder económico que trae este grupo, poder oscuro muy bien explicado por la investigadora periodística Gabriela Villasís en La Mula TV. Con lujo de detalles, explicó todo el poder económico y de corrupción que ha establecido determinadas reglas de juego en ciudades como Trujillo, por ejemplo. El tratamiento recibido por diversas autoridades contra los “revoltosos” mineros dejó mucho qué pensar. Sus “improvisados” campamentos recibieron asistencia de las autoridades edilicias limeñas. Pocos han sido los medios de comunicación que resaltaron este detalle que pone en entredicho la comunicación oficial de algunos políticos contra la informalidad (sobre todo a la ligada a la violencia) y su comportamiento laxo y hasta colaborativo durante las protestas que causaron la dimisión del entonces ministro de energía y minas, Rómulo Mucho, y la posterior ampliación del REINFO por parte del Congreso. Y el segundo caso, se da precisamente en las funciones extraoficiales de dicha impopular institución: la posible red de proxenetismo. Hablaba al respecto con varias personas, muchas de las cuales no cuestionan la misma. Interesante. Hay casos en la historia al respecto. Recuerdo el escándalo en la corona inglesa con el caso Profumo que hizo tambalear a la monarquía. En el caso nuestro, ya hay dos personas muertas de por medio. Y causa desazón el hecho de ver a personas involucradas en este contubernio que fueron alumnos de uno. Como docente uno resiente esta situación al ver un exestudiante tuyo bastante involucrado en este delito con el cual se conversó e intercambió puntos éticos sobre las acciones en su carrera. Al oír comentarios diversos sobre lo pragmático y el manejo oscuro del poder, no queda otra que cuestionar si lo que se imparte como estilo de vida ya está totalmente desfasado en nueva moral que es compartida por millones de compatriotas. ¿Entonces, hay que hacer un reajuste de nuestra escala de valores desde las aulas escolares?


domingo, 22 de diciembre de 2024

POPULISMO RAMPLÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE DICIEMBRE)

 

Cerrando el año, hemos sido testigo de una chorreada de leyes y pronunciamientos por lo demás populistas con el propósito de “cumplir con la sociedad” (según muchos de los congresistas actuales) y, por otro lado, combatir el creciente crimen organizado, ese que es fomentado y protegido por el actual Estado en todos sus poderes, del lado del Legislativo (los peores), el Ejecutivo y las díscolas decisiones del TC. Estas acciones tienen pocos asideros argumentativos y generarán consecuencias no muy positivas para la sociedad en su conjunto. Todo esto sucede en momentos que la presidente trata de justificar sus rinoplastias y otras operaciones evidentemente estéticas, y el congreso se remece por el escándalo de una posible red de prostitución, fuera de otras aberraciones que nos depara cotidianamente este poder del Estado. Me quiero centrar en un hecho: la promulgación de la ley para la creación de 20 nuevas universidades en diversas regiones de nuestro país y ¡con la posibilidad de crear 24 más! La creación de más universidades se da en un país plagado de universidades chichas, muchas de las cuales tuvieron su licencia retirada por la SUNEDU y que ahora algunas instancias del PJ o, incluso, el TC les den luz verde para volver a funcionar. En las últimas décadas, la creación de tantas universidades distorsionó todo el sistema educativo superior en desmedro de universidades públicas y las privadas de buen nivel, y de institutos superiores cuya oferta de estudios se ajustaba a una necesidad más real de las demandas laborales de una ciudad o región. La sobreoferta de carreras y de graduados en el mundo universitario es una anomalía que ha generado descompensaciones en la oferta laboral de una ciudad como Trujillo, por ejemplo; el número de profesionales que salen a laborar en mucho más de lo requerido y crean deformaciones de toda índole. Este exceso hace que muchos graduados no trabajen de acuerdo con sus estudios realizados, fuera del hecho de que muchos estudiaron en universidades de bajo nivel o presionados por el prestigio de tal o cual carrera. La apertura de estas universidades, como una cartera de carreras ofrecidas, graduará a más profesionales en las carreras más frecuentes, no necesariamente más demandadas. Sus preparaciones son deficientes y compiten con los graduados de universidades de mejor nivel. Demás está decir que estas nuevas instituciones harán presión sobre el presupuesto nacional y será cuestión de ver qué rubro se verá más afectado para asumir ese nuevo costo para su implementación y sostenimiento en medio del descontrol del manejo del dinero público por parte de este Congreso. Surgen varias preguntas: ¿Habrá un buen número de profesionales que asuman estas nuevas plazas en esas remotas regiones? ¿Se han hecho los estudios adecuados para ofrecer las carreras que se están ofertando en la población que se instala? Desde mi perspectiva, populismo ramplón y de clientelismo.


domingo, 15 de diciembre de 2024

LAS RATAS DEL BICENTENARIO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 15 DE DICIEMBRE)

 


¡Qué enunciado tan malhadado dicho por la persona responsable de la educación de nuestro país! ¡En plenas conmemoraciones de un aniversario de nuestro Bicentenario venido a menos y de los DDHH, siempre en crisis! Huelga transcribir lo dicho por este personaje, declaraciones que vienen cargadas de una visión racista, clasista y centralista que han golpeado a la mayoría de la sociedad peruana en su conjunto, puesto que el recuerdo de varios peruanos muertos tras el fallido golpe de Castillo movilizaba a muchas personas y organizaciones. Sus despectivas palabras han sido dichas en condiciones en las que Morgan Quero no tenía ningún elemento distractor ante la pregunta formulada por una periodista en Piura con toda claridad y su respuesta está registrada para vergüenza del ministro y toda la cúpula del poder. Esta situación ha tratado de ser tergiversada por el autor de tan torpe comentario, como todos los vinculados (y muy interesados) con el poder central. E imagino que también ese 3 % que apoya al poder central estará justificando esta situación. Esta metida de pata hizo que todo el equipo de comunicaciones ministeriales se haya deshecho en estrategias para evitar que este dislate se minimice los más posible desde un inicio, pero la suerte estaba echada. La creación de una narrativa posterior para justificar que no ha dicho lo que ha dicho es bastante obtusa, pues lo compromete mucho más en su calidad de ministro de educación. La descontextualización no es posible, pues la pregunta es directa y no hay nada más enunciado; al querer indicar que él había oído otro contenido lo complica más, pues nos da a entender que es capaz de responder a boca de jarro, sin confirmar y meditar lo que dice a lo oído. Por otro lado, este es un exabrupto peligroso al denigrar la condición humana de personas y pone en cuestión al mundo docente al cual dirige. Mientras en las aulas escolares se incentiva normas positivas de convivencia, la cabeza responsable de esta permanente campaña de sensibilización entre estudiantes y profesores borra de un sopetón lo andado. Soberana metida de pata. Pero, si fue consciente de que la pregunta estaba centrada en los DDHH, eso sí es muy grave al desconocer el propósito de estos, qué es un derecho humano. Ambos escenarios son, de estar en una real democracia, motivo de una automática renuncia o separación de cargo. Pero teniendo a una presidente cada vez más hundida en sus mentiras, desde los Rolex hasta su rinoplastia; y un congreso que facilita a los mismos delincuentes, como son los violadores, poder no ser capturados preventivamente y que ya está liberando a malhechores; por todo esto podemos inferir que este adalid de la Boluarte seguirá incólume en su puesto. Después tratan de negar y dudar de su impopularidad. Ahora, tomemos prestada algunas palabras dadas por ese ministro y soltemos la pregunta: ¿quiénes son las verdaderas ratas que pululan en la sociedad peruana?


domingo, 8 de diciembre de 2024

BICENTENARIO LAMENTABLE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE DICIEMBRE)


El lunes 09 de diciembre celebramos el bicentenario de la Batalla de Ayacucho en la que se sella definitivamente la independencia política de las excolonias españolas en Sudamérica y concluyen las celebraciones oficiales bicentenarias. Con el fin conmemorar el largo bicentenario iniciado en diciembre del 2020 por el grito libertario de la Intendencia de Trujillo y que culminan con la famosa batalla de la Pampa de la Quinua, se esperaba una serie de festividades, edificaciones relevantes alusivas y eventos populares masivos del nivel necesario para resaltar esta efeméride tan importante no sólo para los peruanos, sino para el mundo americano y para todos los hombres que abrazan el ideal de la libertad. Además, como sucedió con el centenario de Leguía y el sesquicentenario de Velasco, era una oportunidad para mostrar un programa oficial propagandístico que mostrase a la sociedad y al mundo una imagen positiva de la sociedad peruana y su casta política. Sin embargo, los eventos realizados en estos últimos cuatro años no son más que el reflejo del caos político y la anomia social en la que nos hemos convertido. Cierto es que la pandemia estropeó las festividades del 2020 y 2021 limitándose muchas de ellas a la virtualidad, pero la caótica situación política vivida desde el breve gobierno de PPK hasta nuestros días (¡6 presidentes desde entonces!), más una serie de factores socioeconómicos nos muestran el deterioro de la sociedad peruana en su conjunto; todas en su conjunto han dado un golpe certero a estas galas americanas. Con una economía en “piloto automático”, las celebraciones se vieron muy afectadas cuando nos enteramos de que el Perú, “puma americano”, fue herido de muerte por la grave crisis sanitaria que desnudó la vileza y errores estructurales en cuanto, sobre todo, a la salud y educación nacionales: estos pilares quedaron muy debilitados por un sistema que postergó lo público. Los “micro” gobiernos de turno estaban más preocupados por sobrevivir que trazar verdaderas políticas de toda índole. Las deficiencias y vacíos en todo campo se han acentuado mucho más por las decisiones de una casta política impopular y avezada por los fines que busca, encabezada por la presidente más impopular del orbe. Quizás este sea nuestro máximo logro para nuestro Bicentenario: mostrar la sociedad fallida que somos a través de la podredumbre de un congreso, ejecutivo y presidencia que reúne todo lo fallido de nuestra nación tras doscientos años de vida republicana. Pero, en medio de la desastrosa infraestructura de los JJ Bolivarianos de Ayacucho (Oscorima de por medio), son los jóvenes deportistas quienes rescatan nuestro orgullo como nación. Son jóvenes que llegan con escaso o nulo apoyo público o privado, se sobreponen a toda adversidad y se logran colgar una medalla en su pecho para alegría de todos. Ellos son, realmente, el verdadero Bicentenario, luces con las cuales me identifico. ¡Qué duda cabe! 


domingo, 1 de diciembre de 2024

¿TRUJILLO, CIUDAD MINERA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 01 DE DICIEMBRE)

 


Este artículo surge tras varias conversaciones en diversos círculos de amigos, preocupados por el deterioro acelerado de nuestra ciudad. Concluimos coincidentemente que este deterioro tiene sus orígenes en ciertas condiciones que se han ido acentuando en las últimas décadas y que son, también, el reflejo de nuestro país que tiene su máxima expresión en el congreso actual. Hace varios años se hablaba de La Rinconada, una suerte de ciudad ubicada en Puno, y que es considerada la ciudad más alta del mundo, pese a las condiciones infrahumanas de todo tipo en las que se vive por la minería ilegal. Por un momento, esta clasificación se volvió motivo de orgullo e, incluso, se hacían videos comparativos para ubicar a este lugar contra otras ciudades de China, Bolivia o el mismo Perú. Pero, luego, tras varias visitas de viajeros, comunicadores y personas de todas las ramas sociales y del derecho, esta fama se “despintó” para mostrarnos el nuevo rostro que invade todas las ciudades, regiones, espacios geográficos de nuestra nación (https://www.youtube.com/watch?v=azDeltdy9-E, https://www.youtube.com/watch?v=WSXAlyYmJ6k). El modus vivendi (ley de la selva) lleva consigo lacras sociales y ambientales como se ven en los videos. Ese estilo de trabajo y vida, más las abundantes ganancias obtenidas han cambiado el panorama social de nuestras ciudades y generan grandes amenazas no sólo por la violencia que la acompaña (sicariato, por ejemplo), sino por las distorsiones generadas en la vida económica de cualquier ciudad como Trujillo. En las conversaciones sostenidas con mis amigos, me comentaban que Trujillo tiene algunos centros en los cuales el consumo de licores de alta gama es el más alto en todo el país; pero en los cuadros de desarrollo social, La Libertad tiene regiones con alto índice de analfabetismo y riesgo alimenticio. Estas distorsiones en el consumo han hecho que nuestra ciudad se haya convertido en una de las más caras de la nación, encareciendo servicios y la adquisición de bienes, así como el manejo nada transparente de dinero que ingresa al mercado sin bancarización. Cada vez más escucho historias sobre adquisición de inmuebles con el dinero en efectivo en maletas o bolsas. La apertura de diversos tipos de locales y la oferta de cierto tipo de espectáculos con escaso público (a la pérdida) es una competencia desleal contra los negocios formalmente establecidos que se ven en la necesidad de limitar sus servicios o, en el peor de los casos, cerrarlos. Las personas involucradas en ese tipo de actividades ilícitas han logrado colocar a muchos congresistas gracias a los partidos políticos que han surgido con ese veleidoso propósito en procura de leyes a favor de ellos y abiertamente en contra de la ciudadanía. En situaciones tan complejas que han deteriorado a nuestra ciudad plagada de informalidad y violencia, el eslogan “Perú, país minero”, a la larga, es una pesadilla más que un bien para nuestro bienestar. Lástima.