2025 empieza. Todas las personas ponemos mucho entusiasmo par un nuevo año, aunque el contexto no sea tan prometedor desde muchos aspectos. A lo largo del 2024, muchos eventos a nivel nacional e internacional han puesto en tela de juicio nuestras valores y creencias. Y la corrupción ha avanzado en diversas áreas de nuestro quehacer por los que uno se plantea si en verdad lo que tomo como correcto camino a seguir en verdad no lo es tanto. Dos eventos nacionales han cuestionado cualquier escala de valores en nuestra sociedad: la huelga de los llamados “mineros artesanales” y la posible red de prostitución en el Congreso de la República, un antro de polendas. Destaco estos dos, puesto que, a mi modo de ver, es la culminación del paulatino deterioro de la sociedad peruana. El caso de la huelga de los mineros informales, en su mayoría, es el que más ha llamado la atención por los cambios que se están generando en la mentalidad de la sociedad peruana. Para nadie es un misterio todo el poder económico que trae este grupo, poder oscuro muy bien explicado por la investigadora periodística Gabriela Villasís en La Mula TV. Con lujo de detalles, explicó todo el poder económico y de corrupción que ha establecido determinadas reglas de juego en ciudades como Trujillo, por ejemplo. El tratamiento recibido por diversas autoridades contra los “revoltosos” mineros dejó mucho qué pensar. Sus “improvisados” campamentos recibieron asistencia de las autoridades edilicias limeñas. Pocos han sido los medios de comunicación que resaltaron este detalle que pone en entredicho la comunicación oficial de algunos políticos contra la informalidad (sobre todo a la ligada a la violencia) y su comportamiento laxo y hasta colaborativo durante las protestas que causaron la dimisión del entonces ministro de energía y minas, Rómulo Mucho, y la posterior ampliación del REINFO por parte del Congreso. Y el segundo caso, se da precisamente en las funciones extraoficiales de dicha impopular institución: la posible red de proxenetismo. Hablaba al respecto con varias personas, muchas de las cuales no cuestionan la misma. Interesante. Hay casos en la historia al respecto. Recuerdo el escándalo en la corona inglesa con el caso Profumo que hizo tambalear a la monarquía. En el caso nuestro, ya hay dos personas muertas de por medio. Y causa desazón el hecho de ver a personas involucradas en este contubernio que fueron alumnos de uno. Como docente uno resiente esta situación al ver un exestudiante tuyo bastante involucrado en este delito con el cual se conversó e intercambió puntos éticos sobre las acciones en su carrera. Al oír comentarios diversos sobre lo pragmático y el manejo oscuro del poder, no queda otra que cuestionar si lo que se imparte como estilo de vida ya está totalmente desfasado en nueva moral que es compartida por millones de compatriotas. ¿Entonces, hay que hacer un reajuste de nuestra escala de valores desde las aulas escolares?
Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
lunes, 6 de enero de 2025
domingo, 1 de diciembre de 2024
¿TRUJILLO, CIUDAD MINERA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 01 DE DICIEMBRE)
Este artículo surge tras varias conversaciones en diversos círculos de amigos, preocupados por el deterioro acelerado de nuestra ciudad. Concluimos coincidentemente que este deterioro tiene sus orígenes en ciertas condiciones que se han ido acentuando en las últimas décadas y que son, también, el reflejo de nuestro país que tiene su máxima expresión en el congreso actual. Hace varios años se hablaba de La Rinconada, una suerte de ciudad ubicada en Puno, y que es considerada la ciudad más alta del mundo, pese a las condiciones infrahumanas de todo tipo en las que se vive por la minería ilegal. Por un momento, esta clasificación se volvió motivo de orgullo e, incluso, se hacían videos comparativos para ubicar a este lugar contra otras ciudades de China, Bolivia o el mismo Perú. Pero, luego, tras varias visitas de viajeros, comunicadores y personas de todas las ramas sociales y del derecho, esta fama se “despintó” para mostrarnos el nuevo rostro que invade todas las ciudades, regiones, espacios geográficos de nuestra nación (https://www.youtube.com/watch?v=azDeltdy9-E, https://www.youtube.com/watch?v=WSXAlyYmJ6k). El modus vivendi (ley de la selva) lleva consigo lacras sociales y ambientales como se ven en los videos. Ese estilo de trabajo y vida, más las abundantes ganancias obtenidas han cambiado el panorama social de nuestras ciudades y generan grandes amenazas no sólo por la violencia que la acompaña (sicariato, por ejemplo), sino por las distorsiones generadas en la vida económica de cualquier ciudad como Trujillo. En las conversaciones sostenidas con mis amigos, me comentaban que Trujillo tiene algunos centros en los cuales el consumo de licores de alta gama es el más alto en todo el país; pero en los cuadros de desarrollo social, La Libertad tiene regiones con alto índice de analfabetismo y riesgo alimenticio. Estas distorsiones en el consumo han hecho que nuestra ciudad se haya convertido en una de las más caras de la nación, encareciendo servicios y la adquisición de bienes, así como el manejo nada transparente de dinero que ingresa al mercado sin bancarización. Cada vez más escucho historias sobre adquisición de inmuebles con el dinero en efectivo en maletas o bolsas. La apertura de diversos tipos de locales y la oferta de cierto tipo de espectáculos con escaso público (a la pérdida) es una competencia desleal contra los negocios formalmente establecidos que se ven en la necesidad de limitar sus servicios o, en el peor de los casos, cerrarlos. Las personas involucradas en ese tipo de actividades ilícitas han logrado colocar a muchos congresistas gracias a los partidos políticos que han surgido con ese veleidoso propósito en procura de leyes a favor de ellos y abiertamente en contra de la ciudadanía. En situaciones tan complejas que han deteriorado a nuestra ciudad plagada de informalidad y violencia, el eslogan “Perú, país minero”, a la larga, es una pesadilla más que un bien para nuestro bienestar. Lástima.
domingo, 30 de junio de 2024
CIRCO LETAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE JUNIO)
Mientras los políticos peruanos hacen toda una actuación circense bastante nociva e inútil, sólo con la intención de su beneficio y sus oscuros intereses; la ciudadanía sigue desprotegida y en cierto estado de abandono en momentos en los que proliferan manifestaciones cada vez más violentas contra personas e instituciones que luchan por salir adelante. Pareciera que las autoridades nacionales y locales han ido perdiendo el rumbo de la seguridad y ordenamiento, o existiera una complicidad tácita entre el mundo hampón y varios políticos; y una anomia social crece incontenible contra la cual juzgamos que ya no hay solución. Casos penosos y violentos han sido difundidos en las últimas semanas generados por la presencia cada más vez más apabullante de la ilegalidad, sobre todo de la minería, la tala y el narcotráfico. La semana pasada había escrito sobre las llamadas de atención de diversos organismos internacionales a causa de la burda injerencia que los congresistas han hecho con la colaboración eficaz y la permisividad para que diversas personas y pseudo empresas fomenten la explotación en lugares protegidos o de alto riesgo con todo lo que esto conlleva, desde contaminación ambiental hasta la trata de personas y lavado de dinero. Se lee y oye en las noticias que las empresas formales instaladas en Pataz han sido amenazadas nuevamente. El año pasado se atacó las instalaciones de la Minería Poderosa y 9 empleados fueron asesinados a mansalva, acción que generó una declaratoria de emergencia que no está dando los resultados esperados, pues los ataques y amenazas siguen viento en popa. Estamos culminando medio año y ante las situaciones críticas no ha habido una respuesta asertiva por parte del aparato político, más preocupado en sus contubernios que en velar por la sociedad en su conjunto. Se habla de inversión formal potencial en la minería, pero el sólo hecho de ver cómo prospera impunemente las diversas modalidades ilegales no hacen sino desalentar un capital que urge para la estabilidad del país y del conjunto de sus habitantes, y no para una gavilla de personajes cuestionables que lucran de la marginalidad. Escuchaba un podcast de una conversación entre un periodista y un especialista en seguridad sobre la urgencia de tener planes de contención extrema con el novísimo puerto de Chancay, el cual debe estar en la mira de las fuerzas delincuenciales en nuestro país. Ya estamos cerca de nuestras fiestas patrias, esperando como de costumbre ver qué mensaje tendremos a nuestra nación; quizás la dignataria se refiera a refritos que están pronto a inaugurarse como el mencionado puerto y el nuevo aeropuerto de Lima, obras gestionadas en gobiernos anteriores, y que quieren ser mostradas como logros de esta gestión. Espero que no haya tanto cinismo. Esperamos, eso sí, que haya planes concretos y agresivos para mejorar la seguridad, punto clave para la economía y el bienestar general. ¿Habrá algo positivo?
domingo, 19 de septiembre de 2021
TOTORALES Y RÍO MOCHE, FIN DE NUESTROS RECURSOS NATURALES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 19 SEPTIEMBRE)
En las últimas semanas participé en diversas actividades que han abordado dos puntos álgidos: la situación crítica del río Moche y los totorales de Huanchaco. Ambos recursos, vitales para la población trujillana, están al borde de una calamidad ecológica que tendrán, obviamente, repercusiones negativas para la ciudadanía. Y, en cierta manera, esta desconoce el alcance de esta gravedad, sea por indiferencia, ignorancia o complicidad.
El Moche es, literalmente, un
río muerto. La cantidad de elementos contaminantes que lleva en sus aguas o
están en su cauce lo hacen un peligro, pues sus aguas son usadas para cultivar
sembríos de panllevar que hay en los mercados de nuestra ciudad. A lo largo de
su extensión hay minas en actividad o abandonadas que han usado sus aguas como
lugar de desecho: sus orillas son repositorios de relaves, muchos de los cuales
pueden verse a simple vista. Toda forma de vida ha sido eliminada por este tipo
de contaminación, agravada en las cercanías de nuestra ciudad, pues sus orillas
son vertederos de basura de todo tipo o de desechos de construcción. Al igual
que algunas zonas del litoral costero entre Buenos Aires y Huanchaquito, el
Moche es un “relleno sanitario” más. Por otro lado, los totorales son un
espacio natural cuya existencia permite la construcción de la identidad
huanchaquera y, como todos lo sabemos ahora, es la que ha generado toda la
industria turística alrededor de los caballitos de totora que usan estos
totorales en riesgo. Parte de un gran conjunto ecológico que incluye al cerro
Campana, este espacio ha sufrido invasiones, intervenciones funestas y, como el
Moche, tiene desmontes en su territorio. La desaparición de estos significará
la extinción del espíritu de un espacio geográfico apreciado por su historia
viva y sus aparejos históricos que llaman la atención a foráneos y locales. Su extinción
significará, a la larga, la muerte lenta de un balneario que ya tiene graves
problemas con la erosión que va acabando con sus playas. Huanchaco está cavando
así su tumba. Ambos recursos han tenido diversas propuestas de solución;
algunas viables, otras no. Sin embargo, algunas medidas fueron tomadas más por
criterios políticos o económicos que científicos. Hay realidades inevitables,
pero hay otras posibles que podrían abordar estos problemas con más
transparencia y eficiencia. Pero depende, también, del criterio político. Las
propuestas chocan, también, con fuertes intereses económicos, los que usan
todas las estrategias posibles para comprar conciencias ciudadanas y, sobre
todo, a algunos políticos cuyas billeteras están ávidas de ser engordadas.
En 2022 tendremos elecciones
municipales y regionales. Cantos de sirena empezarán a sonar para que los
ciudadanos dirijan su voto: ¿estos serán al “mejor postor”? Hemos visto cuán
frágil es la memoria ciudadana al votar. “Grandes” soluciones ahora, grandes
problemas del mañana.