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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 30 de junio de 2024

CIRCO LETAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE JUNIO)

 


Mientras los políticos peruanos hacen toda una actuación circense bastante nociva e inútil, sólo con la intención de su beneficio y sus oscuros intereses; la ciudadanía sigue desprotegida y en cierto estado de abandono en momentos en los que proliferan manifestaciones cada vez más violentas contra personas e instituciones que luchan por salir adelante. Pareciera que las autoridades nacionales y locales han ido perdiendo el rumbo de la seguridad y ordenamiento, o existiera una complicidad tácita entre el mundo hampón y varios políticos; y una anomia social crece incontenible contra la cual juzgamos que ya no hay solución. Casos penosos y violentos han sido difundidos en las últimas semanas generados por la presencia cada más vez más apabullante de la ilegalidad, sobre todo de la minería, la tala y el narcotráfico. La semana pasada había escrito sobre las llamadas de atención de diversos organismos internacionales a causa de la burda injerencia que los congresistas han hecho con la colaboración eficaz y la permisividad para que diversas personas y pseudo empresas fomenten la explotación en lugares protegidos o de alto riesgo con todo lo que esto conlleva, desde contaminación ambiental hasta la trata de personas y lavado de dinero. Se lee y oye en las noticias que las empresas formales instaladas en Pataz han sido amenazadas nuevamente. El año pasado se atacó las instalaciones de la Minería Poderosa y 9 empleados fueron asesinados a mansalva, acción que generó una declaratoria de emergencia que no está dando los resultados esperados, pues los ataques y amenazas siguen viento en popa. Estamos culminando medio año y ante las situaciones críticas no ha habido una respuesta asertiva por parte del aparato político, más preocupado en sus contubernios que en velar por la sociedad en su conjunto. Se habla de inversión formal potencial en la minería, pero el sólo hecho de ver cómo prospera impunemente las diversas modalidades ilegales no hacen sino desalentar un capital que urge para la estabilidad del país y del conjunto de sus habitantes, y no para una gavilla de personajes cuestionables que lucran de la marginalidad. Escuchaba un podcast de una conversación entre un periodista y un especialista en seguridad sobre la urgencia de tener planes de contención extrema con el novísimo puerto de Chancay, el cual debe estar en la mira de las fuerzas delincuenciales en nuestro país. Ya estamos cerca de nuestras fiestas patrias, esperando como de costumbre ver qué mensaje tendremos a nuestra nación; quizás la dignataria se refiera a refritos que están pronto a inaugurarse como el mencionado puerto y el nuevo aeropuerto de Lima, obras gestionadas en gobiernos anteriores, y que quieren ser mostradas como logros de esta gestión. Espero que no haya tanto cinismo.  Esperamos, eso sí, que haya planes concretos y agresivos para mejorar la seguridad, punto clave para la economía y el bienestar general. ¿Habrá algo positivo?


domingo, 19 de septiembre de 2021

TOTORALES Y RÍO MOCHE, FIN DE NUESTROS RECURSOS NATURALES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 19 SEPTIEMBRE)



En las últimas semanas participé en diversas actividades que han abordado dos puntos álgidos: la situación crítica del río Moche y los totorales de Huanchaco. Ambos recursos, vitales para la población trujillana, están al borde de una calamidad ecológica que tendrán, obviamente, repercusiones negativas para la ciudadanía. Y, en cierta manera, esta desconoce el alcance de esta gravedad, sea por indiferencia, ignorancia o complicidad.

El Moche es, literalmente, un río muerto. La cantidad de elementos contaminantes que lleva en sus aguas o están en su cauce lo hacen un peligro, pues sus aguas son usadas para cultivar sembríos de panllevar que hay en los mercados de nuestra ciudad. A lo largo de su extensión hay minas en actividad o abandonadas que han usado sus aguas como lugar de desecho: sus orillas son repositorios de relaves, muchos de los cuales pueden verse a simple vista. Toda forma de vida ha sido eliminada por este tipo de contaminación, agravada en las cercanías de nuestra ciudad, pues sus orillas son vertederos de basura de todo tipo o de desechos de construcción. Al igual que algunas zonas del litoral costero entre Buenos Aires y Huanchaquito, el Moche es un “relleno sanitario” más. Por otro lado, los totorales son un espacio natural cuya existencia permite la construcción de la identidad huanchaquera y, como todos lo sabemos ahora, es la que ha generado toda la industria turística alrededor de los caballitos de totora que usan estos totorales en riesgo. Parte de un gran conjunto ecológico que incluye al cerro Campana, este espacio ha sufrido invasiones, intervenciones funestas y, como el Moche, tiene desmontes en su territorio. La desaparición de estos significará la extinción del espíritu de un espacio geográfico apreciado por su historia viva y sus aparejos históricos que llaman la atención a foráneos y locales. Su extinción significará, a la larga, la muerte lenta de un balneario que ya tiene graves problemas con la erosión que va acabando con sus playas. Huanchaco está cavando así su tumba. Ambos recursos han tenido diversas propuestas de solución; algunas viables, otras no. Sin embargo, algunas medidas fueron tomadas más por criterios políticos o económicos que científicos. Hay realidades inevitables, pero hay otras posibles que podrían abordar estos problemas con más transparencia y eficiencia. Pero depende, también, del criterio político. Las propuestas chocan, también, con fuertes intereses económicos, los que usan todas las estrategias posibles para comprar conciencias ciudadanas y, sobre todo, a algunos políticos cuyas billeteras están ávidas de ser engordadas.

En 2022 tendremos elecciones municipales y regionales. Cantos de sirena empezarán a sonar para que los ciudadanos dirijan su voto: ¿estos serán al “mejor postor”? Hemos visto cuán frágil es la memoria ciudadana al votar. “Grandes” soluciones ahora, grandes problemas del mañana.