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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 25 de diciembre de 2022

TRISTES NAVIDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE DICIEMBRE 2022)

 


Un poco más de dos decenas de familias peruanas pasarán una de las más tristes navidades de sus vidas, pues tendrán la ausencia de alguno de sus integrantes (hijo, esposo, tío, abuelo), muchos de ellos bastante jóvenes. Además, habrá hogares en los que otros ciudadanos, civiles o policías, pasarán estas fiestas en clínicas, hospitales o postrados en sus casas. En una de las principales fiestas cristianas signadas por el amor y la fraternidad, estamos viviendo un duro momento en que estas palabras no tienen validez alguna.

Los pasos dados por los actores políticos han sido erráticos y poco atentos al termómetro social en ebullición. Se echa la culpa a una población cansada de ver la rampante corrupción e indiferencia de la clase política que tenemos desde hace décadas; incluso se la anatematiza con términos despectivos acuñados en las últimas décadas, “terruco”, con el que ponen en el mismo cajón a hombres y mujeres hartos del comportamiento del grupo gobernante. Para una mayoría cargada de escepticismo, los últimos gestos “correctivos” son insuficientes, pese a que puedan estar en los tiempos adecuados para su realización. Los voceros gubernamentales y las cajas de resonancia que han encontrado en diversos políticos y medios de comunicación han puesto más gasolina al fuego. El desaparecido Guillermo Thorndike, zorro viejo en manejo de medios de comunicación, alertaba cómo estos ayudan a transformar al culpable en un ciudadano probo y al inocente en todo un diablo pervertido ante la opinión pública. Las portadas de diarios que priorizaban cifras económicas en vez de vidas dicen mucho de los intereses de las personas que encabezan los mismos; insensibilizando a la población tomando distancia del drama humano que millones de compatriotas viven. Sus reclamos se vuelven acciones casi terroristas por el solo hecho de cuestionar la indiferencia de congresistas y del ejecutivo. Varios organismos internacionales han llamado la atención sobre el actuar de nuestras fuerzas del orden, obligadas a ejecutar órdenes. Veía la entrevista entre el congresista Carlos Anderson y el periodista Carlos Cornejo; el primero, durante la acalorada conversación, sostenía, parafraseando, que las FFAA respondían frente al clima de guerra actual. Dura aseveración: ¿una guerra civil? Lastimosamente, esta situación es aprovechada por inescrupulosos revoltosos, el lumpen e, incluso, personas interesadas en radicalizar el uso de la fuerza ante los reclamos reforzando la idea del terror. Uno puede estar en desacuerdo con esta situación, no concordar con la clase política que nos ha gobernado en las últimas décadas; pero eso no hace calificar al rival de terrorista. Como líderes políticos, deben moderar sus mensajes, escuchar a la ciudadanía, ser más empáticos con sus reclamos dirigidos a mejorar la calidad de vida de cada uno de los habitantes de nuestra nación tal como figuran en los artículos 1, 2 y 3 de la Constitución.


domingo, 18 de diciembre de 2022

SORDERA E INSENSATEZ (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 18 DE DICIEMBRE)

 


Este año tuvimos la visita de Rafael Dumett con quien conversamos sobre su notable novela El espía del Inca. En su libro y en la conversación que tuvimos por su obra se fue pelando una serie de mitos y creencias que se han ido construyendo en nuestra sociedad oficial que dista mucho de la real, un discurso que ha alejado una verdad cruda y engañosa, esa que se está agitando violentamente por estos días para sorpresa e incomodidad de muchos. El discurso que hemos aprendido en escuelas y medios de comunicación, aferrándose a estos y defenestrando a aquellos que lo rechazaban imputándoseles automáticamente la categoría inexorable de “terruco”, se ha resquebrajado violentamente y se han soltado muchos demonios contenidos histórico, cultural y políticamente hablando; como una suerte de Caja de Pandora. Después de que PCT iniciara una aventura golpista, las secuelas de esta acción se hubieran podido cortar rápidamente de no haberse cometido los gruesos errores por parte de la presidente reemplazante, así como el del nefasto Congreso, el espacio que concentra a las sordas fuerzas políticas de nuestro país.

En una entrevista radial comentaba del peligro que significaba el estado de emergencia en nuestro territorio; antes de que entrara en vigor, hice los comentarios de las posibles graves consecuencias de la implementación de este sin tener la capacidad de haber leído el malestar social y de no haber actuado con serenidad; todo lo contrario, reaccionaron con un triunfalismo que ha exacerbado e indignado a muchos sectores de la sociedad. Carente de una buena de respuesta, se permitió que PCT realice diversos comentarios proselitistas y demagogos contando con el apoyo de algunos gobiernos latinoamericanos; y que la presidente haya confirmado inicialmente su permanencia en el poder hasta el 2026 con la venia y aplausos congresales, lo que provocó que mucha gente se haya volcado a las calles indignada por la percepción de burla por parte del poder político. Nula capacidad de lectura social. Mientras muchos aplauden la paz de los cementerios, al momento de escribir este artículo hay 18 muertos (¿terrucos?), un gabinete que se tambalea, el juego sucio de adelantar elecciones sin cambios en la estructura de los principales culpables del panorama desastroso: los partidos políticos. El bucle degradado de nuestra política recae en ellos, en esas congregaciones civiles cuestionadas que se rehúsan a aceptar el válido rechazo ciudadano. Salvo excepciones, estos partidos congregan personajes nada cívicos, carentes de empatía y un denigrante egoísmo. ¿Podrán proponerse a hacer los cambios políticos para enderezar las cosas? ¿podrán los otorongos dejar de serlo en esta ocasión antes de que nos derrumbemos como sociedad? ¿Estarán a la altura estos personajes? Desesperados, muchos añoran tener alguien con botas en el poder, dudando del desempeño civil: un eterno estado de sitio. ¿Eso queremos para nosotros?