Miércoles 09 de enero. Coimbra.
Un día entero dedicado a la vieja ciudad, a la ciudad que creó en cierta manera
Portugal. La ciudad cuna de la lengua portuguesa. Una vieja ciudad que vive
alrededor de su universidad. Ciudad cargada de bellas construcciones y calles
en el viejo casco urbano. La primera vez que supe de esta ciudad fue la
escuchar un fado de la cantante Amalia Rodriguez, una entidad cultural del país
lusitano. Esta ciudad está “amarrada” con una antigua ciudad romana, ahora en
ruinas, llamada Conimbriga. Coimbra desplazó su nombre original, Aeminium, por
la actual al ser un espacio más seguro y mejor ubicado. Esta zona estuvo bajo
dominio romano, luego visigodo hasta caer en las manos musulmanas, que la
convirtió en una zona de comercio activo. La ciudad fue recuperada por el rey
Fernando I de León y se convirtió en el lugar de residencia de Enrique de
Borgoña y Teresa de León, padres del primer rey portugués, Alfonso I. Coimbra
fue capital por muchas décadas hasta perder el privilegio ante Lisboa. Su
universidad data del siglo XIII y es el alma de la vieja ciudad. Esto le dedica Saramago a la vieja urbe:
Aquí donde estas piedras martilleadas
En forma de conjuro y de trampilla,
De estatuas y columnas disfrazadas,
La luz me prometieron, con el pan.
Aquí, donde el silencio más profundo
Bajo el paso del hombre se tornó:
Ni primero aquí hubo ni segundo,
Fue Dios llamado aquí y no habló.
Ese día tomamos un buen
desayuno. Sabíamos que íbamos a caminar sostenidamente. Las ciudades se
recorren a pie, y Coimbra lo amerita. Un día previo, habíamos coordinado a
través del hotel una visita a pie guiada por los principales monumentos
ubicados en el casco urbano viejo. Salimos en dirección de la iglesia de Santa
Cruz (Igreja de Santa Cruz), un bello monumento religioso, frente a la cual
está al Plaza 8 de Mayo (Plaça 8 de Maio), punto de reunión entre todos. María
y yo llegamos un poco atrasados, pues habíamos confundido la ruta; luego
descubriríamos que había un camino más corto para este destino al cual
retornaríamos al siguiente día para visitar nuevamente esta iglesia, la de la
Santa Cruz, por su belleza e historia. Un chico francés que reside en Coimbra
nos iba a guiar; nos pidió el idioma que usaría a lo largo del recorrido: iba a
ser en portugués para practicarlo; pero iríamos mezclando a lo largo del
recorrido entre francés y español también.
Como primera visita, entramos
momentáneamente a Santa Cruz. Estuvimos brevemente, pues había una misa. Como nuestro
guía hablaba bastante fuerte, uno de los feligreses se acercó a llamarle la atención.
Vimos un poco de esta iglesia; por esa razón, la visitaríamos el jueves antes
de dejar Coimbra para seguir en nuestro periplo norteño. Así que dejamos este
monumento para el jueves y dirigirnos a la antigua catedral o la Sé Velha de
Coimbra. Tomamos la rua Vizcaya de Luz hasta llegar a una portada que era la
entrada a la vieja ciudad. Subimos por la Porta de Barbacã. La ciudad estuvo
amurallada y hay muchos sectores que respetan la portada de acceso a la misma. Hay
un simpático patio en el que ves una colección de esculturas que rinden
homenaje al fado y al espíritu universitario el cual se ve bastante
influenciado por esta música popular. Esta pequeña plaza es la antesala de una
bella portada y una torre, la de Almedina. Aquí dejo algunos vínculos para
leer: https://miscastillos.blog/2017/11/18/cerca-urbana-de-coimbra/ , https://www.castillosnet.org/portugal/informacion.php?ref=PRT-CAS-0074.
Nuestro primer objetivo, luego
de ingresar a la ciudad vieja era, precisamente, su catedral vieja, la Sé Velha
de Coimbra. Caminamos por las sinuosas calles medievales, tan características
de la vieja Europa. Las veré también en la España palentina y ciudades como Carcasona
o Montpellier, en Francia. La iglesia es un sólido edificio construido por Afonso
Henriques, el primer rey portugués y el que decidió hacer de Coimbra la capital
del nuevo reino de Portugal. Un interesante blog de arte e historia da cuenta
de varios datos sobre su posible origen y el descarte de otras hipótesis que
pensaban que este edificio ocupaba una zona anteriormente empleada como lugar
de culto por los visigodos y musulmanes (http://viajarconelarte.blogspot.com/2014/04/la-se-velha-de-coimbra.html).
El pórtico occidental es monumental de estilo románico (tiene otra puerta de
ingreso a la iglesia). El interior, por lo menos durante la visita, era un poco
lúgubre. La iluminación era tenue lo que le daba una atmósfera especial. La
iglesia tiene arquería románica. En el interior hay una pintura de Santa Úrsula
y las once mil vírgenes que fueron masacradas por los hunos al mando de Atila.
La leyenda ha tenido un sinnúmero de correcciones, siendo una de ella el hecho
de que no fueron once mil, sino 11 vírgenes que acompañaban a esta noble bretona.
La pintura presenta la cruenta escena del descabezamiento de miles de vírgenes
y Santa Úrsula en primer plano. Quizá el vínculo con esta virgen y Portugal radique
en el hecho de que durante cientos de años era usual trasladar cuerpos bastante
momificados o reliquias de santos a iglesias, claustros y santuarios con el fin
de santificar el lugar y convertirlo en un lugar de peregrinaje. Este dato se
halla en este texto de Jaime Ferreiro Alemparte, La leyenda de las once mil
vírgenes, de 1991 (https://books.google.com.pe/books?id=CDSSF1uiJTkC&pg=PA161&lpg=PA161&dq=santa+ursula+y+las+mil+virgenes+vinculos+con+Portugal&source=bl&ots=npMPgABrTc&sig=ACfU3U3mlpl1D89UGzLHkPKdcD4LsD0fzg&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwielbu6yM_hAhXwxlkKHfJhBikQ6AEwDXoECAgQAQ#v=onepage&q=santa%20ursula%20y%20las%20mil%20virgenes%20vinculos%20con%20Portugal&f=false).
Esta costumbre ha sido usual en el mundo cristiano, ves en muchas iglesias
europeas restos, bastante macabro -dicho sea de paso-, de santos y santas ya
bastantes deteriorados o putrefactos. Para terminar con Santa Úrsula, el gran
poeta portugués Luis de Camões le dedicó un extenso poema que cuenta toda la
historia de esta santa (http://santaursulavirgen.blogspot.com/2012/09/poema-de-luis-de-camoes-el-martirio-de.html).
Seguimos con la vieja iglesia: los altares son sencillos, pero no por eso
bellos en su trabajo de tallado y labrado en piedra. La distribución de los
espacios corresponde a una iglesia románica con un segundo piso sostenido por
una sólida arquería (como vi en Conques) y el altar mayor es impresionante, un
trabajo en madera pintada en oro con diversas imágenes; y una notable pila
bautismal tallada en piedra. Luego nos dirigimos al adusto claustro es de
construcción posterior. Esta iglesia fue dirigida por los jesuitas hasta su
expulsión. Ahora es un monumento nacional.
Luego seguimos en nuestra
marcha hacia la nueva catedral. En nuestro andar, vimos cómo la vida universitaria
influyó de manera gravitante en el desarrollo cotidiano de esta ciudad. Tuvimos
una vista excepcional de la nueva Coimbra y el río Mondego que nace cerca a
esta ciudad y desemboca en el Atlántico, el lugar para buenas fotos es cerca de
la Torre do Anto. Coimbra se comenzó a expandir por la margen sur del río, se
creó una zona industrial y con ello nuevos barrios fuera del perímetro antiguo.
En algunos pasos, hay indicaciones o marcas de la ubicación de la antigua
muralla de la cual quedan varios restos (por ejemplo, las portadas de acceso),
pero generalmente fue demolida e, incluso, formaban parte de casas que
utilizaban sus estructuras. Eso pasó un poco en Trujillo que empleó algunas
partes de su muralla de adobe para constituir parte de la casa edificada.
Así llegamos a la Catedral
Nueva de la ciudad (Sé Nova), la cual era un templo del colegio jesuita,
dedicado –nuevamente- a las once mil vírgenes. Este es un regio edificio, según
lo leído, de estilo manierista, muy en boga en la Europa del siglo XVII. El
edificio fue oficialmente inaugurado tras casi cien años de edificación, en
1640. En ese entonces era de manejo por la congregación hasta su expulsión de
Portugal en 1759 por la gestión del marqués de Pombal (http://www.cervantesvirtual.com/portales/expulsion_jesuitas/expulsion_portugal/).
La expulsión jesuita fue dentro de un escenario sangriento que significó la
masacre la familia aristocrática de los Távora (http://salondeltrono.blogspot.com/2017/12/el-proceso-contra-los-tavoras-pombal.html).
En 1772, la administración de la
catedral (el cabildo) se traslada al edificio abandonado. La fachada tiene
cuatro estatuas de religiosos jesuitas: San Ignacio, San Luis (Aloysius)
Gonzaga, San Francisco Javier y San Francisco de Borja. El interior de la
iglesia es monumental, con bellas capillas adornadas con imponentes retablos en
pan de oro. Personalmente me gustó la capilla de la Sagrada Familia, adornada con
columnas con volutas que cargan a varios serafines. Hay otro que me parece ser
el de la Santísima Trinidad. Tiene un órgano el cual está activo y es empleado
en los servicios religiosos. Hacia la mano izquierda hay una galería que tiene un pequeño museo
con varias yeserías e imágenes de culto manieristas. En el interior de la
iglesia y en el museo hay dos imágenes interesantes que representan a la Señora
de la Buena Muerte. Aquí tienen más datos de este obligado monumento (http://www.historiadeportugal.info/se-nova-de-coimbra/)
(http://www.centerofportugal.com/es/se-nova-catedral-nueva/).
Frente a este monumento está el Museo Nacional Machado do Castro que no pudimos
visitar por el tiempo. Queda pendiente.
Desde aquí ya estábamos
prácticamente en el campus universitario. Ubicado a un paso, llegamos al
corazón de la vida de esta ciudad. Es una visita obligada ir por sus calles
llenas de estudiantes y profesores, sus monumentos y ruas peatonales. (http://www.viajeuniversal.com/portugal/coimbra/universidad/historiauniversidaddecoimbra.htm).
Una de las estatuas relevantes a visitar es la del Rey Dinis I, quien no solo
creó la universidad (en Lisboa), sino que la desplazó a Coimbra, debido a los
continuos alborotos que los estudiantes protagonizaban. Siempre los
universitarios han sido una buena piedra en el zapato, parte del intelecto. Ingresamos
a la parte antigua por la Porta Férrea para ingresar al Pátio o Paço das escolas,
Hicimos una pausa, pues ya íbamos a regresar a la parte baja. Fuimos a la
cafetería del lugar, la cual estaba muy llena. Fui a su tienda de recuerdos y
compré un libro de la ciudad, CD (ya no se estila), un cómic que explica el
origen de Coimbra.
No pudimos entrar a la
Biblioteca Joanina, ni a la capilla de San Miguel, verdaderas joyas. La verdad
es que estábamos un poco cansados. Así que dejamos estos y otros espacios más
que tendremos que visitarlos en otra oportunidad (http://www.historiayarqueologia.com/2015/04/universidad-de-coimbra-portugal.html).
Tras el almuerzo nos fuimos a
la otra orilla del río a buscar tres monumentos: la Igreja de São Francisco
(ahora convertido en un espacio de exposiciones), Santa Clara nueva y Santa
Clara vieja. Cruzamos por el puente de Santa Clara y nos dirigimos hacia San
Francisco. Estuvimos poco tiempo, para luego dirigirnos a la belleza de Santa
Clara nueva. Esta edificación se hizo para reemplazar la antigua que resultó severamente dañada por las crecidas del río Mondego. Ingresamos por un simpático
atrio que da a una plaza en la que se ubica el gran conjunto; en dicha plaza hay una
estatua de Isabel de Portugal. En el interior y en el retablo mayor, se
encuentra una urna que contiene los restos de precisamente Santa Reina Isabel
de Portugal, reina de origen español, quien es patrona de la ciudad. He aquí su biografía, según la cual, ella no
la pasó nada bien, con el maridito que se manejó. (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/i/isabel_santa.htm).
Aquí hay más detalles de este lugar (http://viajarconelarte.blogspot.com/2014/09/santa-clara-nova-en-coimbra.html).
Tras visitar este bello lugar,
nos dirigimos a Santa Clara la vieja. Este lugar es, desde el punto de vista
histórico, más relevante que la iglesia nueva. Aquí estuvieron Inés de Castro,
Juana la Beltraneja y Santa Isabel de Portugal. (https://elalmanaque.com/turismo/portugal/coimbra1.htm).
Monasterio creado para poder acoger monjas clarisas en el siglo XIII, es uno de
los monumentos más emblemáticos de Coimbra, pese a que se halla en ruinas. No
pudimos entrar, puesto que llegamos casi a golpe de 5 pm. Lo dejamos para la
próxima vez. Lo que sí hice fue tomar varias fotos del exterior. He aquí más
datos de este interesante lugar (http://viajarconelarte.blogspot.com/2013/11/la-azarosa-historia-de-santa-clara.html).
(http://www.historiayarqueologia.com/2015/04/monasterio-de-santa-clara-velha-de.html).
Es, pues, un sitio obligado a visitar. Queda en mi agenda.
Regresamos caminando al hotel.
No estábamos lejos. Luego de un buen duchazo, salimos para ir nuevamente a la
ciudad vieja para asistir a un concierto de fado interpretado por estudiantes
universitarios que lo practican. Nos fuimos al escenario de Fado ao Centro. El
concierto empezó puntual. Oímos buenas interpretaciones de diversas canciones y
diversas variaciones de las múltiples herencias que recibió esta música, producto
de los largos viajes que hizo el pueblo portugués. Este sitio es recomendado (http://www.centerofportugal.com/es/fado-ao-centro/).
Aquí la breve descripción de tan interesante forma de cantar a la cual muchos
poetas y cantantes amaron y escribieron canciones (http://www.luzdelagrima.com.ar/doc/Caracteristicas%20musicales%20del%20fado.pdf).
Este texto vincula dos formas musicales separados por un océano, pero con muchos
puntos en común (file:///C:/Users/Gerardo/Downloads/47409-1-168070-1-10-20171002.pdf)
Aquí dejo dos fados: (https://www.youtube.com/watch?v=FxqCLXdwKSY)
(https://www.youtube.com/watch?v=vdR2_Yxgrio).
Regresamos al hotel para tomar
una simple sopa. El jueves nos tocaba otra buena jornada.