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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 17 de julio de 2022

LA CAVERNA (ARTÍCULO DE OPINIÓN) TRUJILLO 17 DE JULIO 2022

 


Había escrito hace tres semanas sobre varios personajes de  nuestro decadente mundillo político; enumeré a varios congresistas como Valdemar Cerrón, Guido Bellido, Patricia Chirinos, José Luna, Patricia Juárez, Jorge Montoya, Enrique Wong, entre otros; los que representan a diversos partidos políticos, supuestamente adversos ideológicamente, pero tan símiles en sus acciones que demuelen diariamente la escasa pizca de credibilidad que les queda (¿alguien a estas alturas les cree literalmente?) y vemos con qué impunidad cometen atropello tras atropello en sus propuestas, acciones y negaciones.  Con un gobierno tan mediocre como el que tenemos y que negocia abiertamente para poder subsistir, el poder legislativo y el poder ejecutivo conviven en una suerte de insano contubernio; arreglos que permiten que muchos cuestionados ministros, como el ahora prófugo y cuestionado Juan Silva jamás censurado por el actual Congreso pese a las escandalosas evidencias; y, por otro lado, los avances de propuestas legislativas contra la Constitución, esa que querían defender hasta con los dientes. Vemos a un presidente enredado en sus mentiras y anuncios absurdos, y un círculo parental que se comporta como los círculos cercanos de presidentes anteriores, pero con un accionar más burdo y con un seguimiento a muerte de muchos medios de comunicación como no lo hubo con tanta intensidad anteriormente. Tenemos un gabinete ministerial poblado por algunos personajes con currículo bastante preocupante. Y, por último, pero no peor, la pléyade de congresistas ansiosos de buscar cómo “jalar agua para su molino”. Para ello no dudan en actuar con todo desparpajo para justificar sus acciones totalmente reñidas en desmedro de nuestra sociedad: el ataque abierto contra la SUNEDU es una de las tantas perlas que estamos viendo. Pese a que un congresista gana poco (Enrique Wong dixit) y tengan que trabajar atentando contra la integridad familiar como lo explicó Nano Guerra García, estos inefables personajes quieren aferrarse a algún organismo del Estado (Congreso), al que tanto defenestran y boicotean; la promoción intensa del retorno a la Bicameralidad con la posibilidad de reelección fue rechazada abrumadoramente en el referéndum del diciembre del 2018. Obstinados varios de ellos, con la fujimorista Patricia Juárez a la cabeza, no cejan en su propuesta; pero todo parece que no prosperará sino, de tratar de serlo, tendría que ser sometido a nuevo referéndum. Y para cerrar la mediocridad de la casta política que nos desgobierna, un baño neutro ha sido motivo de que nuestro país le haya podido darle las espaldas a realizar la asamblea de la OEA en Lima. Tan ridícula ha sido la argumentación para justificar esta negativa que esta noticia ha sido expuesta en la prensa internacional que desnuda la mediocridad de las personas que tienen en sus manos la política de nuestra nación. En octubre hay elecciones, ¿con lo que que estamos presenciando, saldremos de las profundidades?




domingo, 15 de septiembre de 2019

COHERENCIA, COMPRENSIÓN LECTORA, CODINOMES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 15 SETIEMBRE)


En clases de lengua durante la preparación de varios estudiantes míos con el fin de hacer un buen discurso sobre un tema libre de su preferencia, les pedía que fuesen muy cuidadosos en la selección de sus argumentos, en la construcción textual escrita (términos adecuados, orden argumental, estructura) y en la expresión oral que tenía por finalidad no solo exponer sus ideas, sino acompañarlas con todos los recursos paralingüísticos que apoyasen su tema, que enriqueciesen su capacidad de persuasión. Durante la preparación abordamos todos estos puntos con ejemplos que mostrasen las buenas, así como las malas prácticas en la construcción de uno. Generalmente se recurre a ejemplos tanto de mala estructuración de ideas como de un vocabulario de infeliz uso que terminaban por derrumbar un tema interesante para cualquier público; pero también tenemos algunos ejemplos simpáticos de creaciones textuales muy bien estructuradas sintácticamente, pero son incomprensibles. Tal es el caso del famoso glíglico, una suerte de lengua inventada por Julio Cortázar con la que escribe todo el capítulo 68 de su famosa novela Rayuela. Al leerlo, hay una identidad sintáctica, capacidad lograda por una persona que maneja la lengua con brillantez. Otro personaje capaz de construir textos vacuos reforzados por una verborrea proverbial era Cantinflas. Ambos personajes fueron utilizados con un propósito de contraejemplo de un buen texto para un discurso. Estos genios artísticos estiraron la capacidad lingüística para demostrarnos, por oposición, usos y abusos de nuestro idioma. Sin embargo, Karina Beteta, vicepresidente del Congreso, dio un discurso al mejor estilo cantinflesco, obviamente no con la intención de parodiar aberraciones discursivas. Lo peor de todo es que este discurso fue pronunciado durante la inauguración de un curso de formación para escolares, que en su conjunto reciben críticas veladas por su baja compresión lectora y razonamiento verbal. Espero que a estos alumnos no se les evalúe semejante ridiculez. Irónica e desopilante situación.
En la búsqueda de un vocabulario adecuado para el discurso de mis alumnos, discutíamos el uso de diversos términos de manera apropiada para un contexto u otro; comentábamos sobre el éxito de un término u otro, caso los apodos, tan frecuentes en la sociedad peruana, a tal grado que reemplaza al verdadero significante que se le otorga a uno en la sociedad (ergo, nombre de pila) hasta reemplazarlo en su totalidad. Eso sucede, por ejemplo, con el famoso Pichulita Cuéllar, cuyo nombre nunca lo conoceremos durante la breve novela de Mario Vargas Llosa, Los cachorros. Lo interesante es la evolución de un determinado apodo en ciertos contextos, como está pasando en el mundo político peruano. Los Codinomes, nuevo término surgido por las circunstancias, es la nueva caja de sorpresas que tenemos.
Estamos recibiendo, pues, motivadoras clases de lengua gratuitas.

domingo, 31 de marzo de 2019

RECLAMOS Y DISCUSIONES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 31 MARZO)



El 20 de marzo, en el marco de las actividades de la Francofonía, se realizaba en la Alianza Francesa de Trujillo un interesante conversatorio entre algunas personas que habíamos estado o vivido en Francia. Uno de los puntos positivos en el cual todos coincidimos era la cultura del intercambio de ideas que permitía a sus ciudadanos la construcción de espacios de discusión con el fin de construir una mejor sociedad. Además, la conversación se volvió interesante, puesto que, en la actualidad, Francia es remecida por una serie de acontecimientos que son mostrados en algunos medios más por su espectacularidad que por sus razones o explicaciones. Francia ha sido uno de los países en el que más movimientos y revoluciones civiles surgieron desde sus propios ciudadanos casi de manera espontánea. Así tenemos las Revoluciones de 1828 y la Revolución de la Comuna de 1871; pero, sobre todo, el famoso Mayo del 68 y los sucesos de los Gilets Jaunes (Chalecos Amarillos). Estos últimos movimientos obligaron al gobierno de turno y la sociedad civil a sentarse a discutir para hallar soluciones a las numerosas insatisfacciones que aquejaban a la sociedad de entonces. Esta situación les permite hallar puntos en común y tratar de beneficiar a todas las partes involucradas en la medida de lo posible con argumentos razonables y sostenibles.
En la sociedad peruana queda aún pendiente la cultura de la discusión. Esta surge inicialmente de un reclamo. Pero por siglos, el reclamo fue visto como un acto incorrecto; algunas personas y medios identificaron el reclamo como una acción lesiva contra una persona, una institución, la sociedad, hasta el extremo de llamarlo “acto terrorista”. Esta tipificación ha hecho que la sociedad peruana aún vea esta actividad solo reservada para los más revoltosos e, incluso, desadaptados. Además, la educación y algunas instituciones dedicadas a la formación ciudadana en general alimentaron esta idea, fuera del hecho de que la argumentación de todo tipo era una herramienta poco tratada en un sistema educativo basado en la memoria repetitiva, sin cuestionamiento alguno. Ha debilitado la construcción del reclamo correcto y argumentado. Así, muchos reclamos se vuelven una acción ilógica y caprichosa, carente de asideros coherentes, viables y justos.
La discusión surge del válido reclamo de alguna situación anómala o injusta que perturba a una persona, un grupo de ciudadanos o la sociedad en sí misma. Es una cultura positiva que ha sido asimilada, incluso, en algunos procesos del mundo empresarial que les permite mejorar su producto o la calidad de sus servicios.
Sin embargo, hay espacios en nuestra sociedad que esta herramienta de beneficio común sigue ausente por ambas partes. Los últimos sucesos evidencian esta carencia; además, está la visión parcializada de los medios sobre los motivos de estos que generan una visión sesgada de los acontecimientos en desmedro de la ciudadanía.