Miércoles 16 de octubre: una
visita fugaz a Piura. En este furtivo viaje iba a sacarme el clavo de las
frustradas visitas a dos lugares en esta ciudad que en mi viaje de diciembre
del 2022 no los pude visitar. Gracias a la invitación de la Alianza Francesa
para participar en la Inauguración de las actividades de Ver/Voir (https://aftrujillo.org.pe/ver-voir-2024/) en
su tercera versión, ahora en la cálida Piura. Salí el día anterior en bus ITTSA
en un viaje de casi 7 horas. Por el dolor de mi pierna izquierda, no pude dormir
mucho. Eso me permitió ver el buen sistema vial que tiene esta ciudad a diferencia
de otras ciudades como Trujillo, por ejemplo. Lo malo es ser recibido con el paisaje
general en todas las ciudades de nuestro país: basura plástica. Y un montón. Ya
es usual ver los árboles y los arbustos pelados llenos de bolsas de plástico
que reemplazan a las flores. ¿Algún día cambiaremos ese mal hábito? Llegamos
casi a las 6:30 am a la ciudad y tomamos un taxi para ir a nuestros respectivos
hoteles con Laura, la directora de la Alianza Francesa de Trujillo. Iba a estar
hospedado en el hotel Paraíso, muy cerca del malecón del río Piura (https://paraiso.hotelesenpiura.com/es/) y
del corazón del viejo Piura. Había planificado ir a dos lugares que, tal como
comenté anteriormente, no estaban abiertos en mi visita anterior. Laura me
mandó un mensaje para decirme que había un invitado francés que quería ir de
visita también: Eric Cez. Él vino a Piura como parte de los invitados
extranjeros que iban a participar en las actividades de este encuentro
internacional. Luego de un buen duchazo, preparé mis cosas para ir hacia la
Plaza de Armas de Piura, donde habíamos quedado encontrarnos. Cabe recalcar que las calles del centro viejo están como las de Trujillo: el asfalto destrozado, muestra de la corrupción de la anterior gestión edil. Con Eric, la idea era encontrarnos
frente a la catedral, un punto en común. Al reconocernos, lo primero que hicimos fue ir a una farmacia
en la misma plaza para comprar algunas cosas que ambos necesitábamos. De ahí
nos dirigimos al Museo del Banco Central de Reserva, sucursal Piura.
Este
banco ha creado tres museos fuera del que existe en Lima, el cual tiene una
interesante pinacoteca de maestros peruanos del siglo XIX. Recientemente, los museos
han tenido una serie de remodelaciones como la que se tuvo en Trujillo, el cual
reabrió sus puertas en septiembre con el préstamo de la pintura La capitulación
de Ayacucho de Daniel Hernández que estará unos meses en la ciudad primaveral.
Aquí mis reflexiones de esa reapertura: https://sites.google.com/view/paginaeldetectorwebdetrujillo/columnistas/cultura/gerardo-cailloma-mucen).
El MUCEN ofrece en cada ciudad donde se encuentra un interesante patrimonio de
la zona en la que se ubica y en Piura lo que vemos es una interesante muestra
de la cultura Vicús (https://mucen.bcrp.gob.pe/mucen/agendacultural).
Fuera de esto, hay también un par de pinturas de dos maestros piuranos: Ignacio
Merino y Felipe Cossío del Pilar. La cultura Vicús desarrolló un interesante
trabajo en cerámica y metalurgia. Hemos sido deslumbrados por las culturas como
la Moche y Nasca, pero me parece que lo que tenemos delante de nosotros es una muestra
de lo avanzado que fue este espacio cultural ubicado en la región Piura (https://historiaperuana.pe/periodo-autoctono/cultura-vicus).
El museo cuenta con un buen número de ceramios de buena factura y algunas
piezas de oro y otros metales, pero lo que íbamos a ver más tarde fue mucho mejor.
Luego de las dos pinturas que vimos es una pequeña muestra de estos dos grandes
maestros. Ignacio Merino fue un pintor nacido en Piura, pero que hizo todos sus
estudios artísticos en París, Francia. (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/merino_ignacio.htm).
Es de admirar muchas de sus pinturas que están en Piura y los que vemos en el
MALI (Museo de Arte de Lima) (https://publicacioneslima.pe/munilibro-9-ignacio-merino-pintor-de-historia-200-anos/).
Ojalá algún día se pueda hacer una gran exposición de obras de este gran pintor,
así como Luis Montero, autor del inmenso cuadro Los funerales de Atahualpa, que
se encuentra en el MALI (https://historias.pe/obras/detalle/29).
El segundo pintor es Felipe Cossío del Pomar tiene una fama interesante a nivel
internacional desarrollando su obra en México (https://www.centrolombardo.edu.mx/felipe-cossio-del-pomar-1888-1981/,
https://americanistes.hypotheses.org/1219).
Para cerrar la corta exposición, entramos a una sala numismática y que rinde homenaje
a Miguel Grau. Al salir, dos chicas muy amables me hicieron una entrevista
sobre nuestro país. A mi parecer, el banco tiene mucho más para ofrecer, pero no sé si el espacio en esta bonita casa (construida por un arquitecto francés) dé para ocupar otras salas. De ahí tomamos un taxi para ir rápidamente a nuestro segundo
objetivo: nos hubiera gustado ir a pie, pero el calor y el dolor de mi pierna izquierda
me exigieron irnos en movilidad. Llegamos al Museo Municipal Vicús. Por fin.
Tras el chasco de la última visita, en esta oportunidad el museo estaba abierto
(https://museos.cultura.pe/museos/sala-de-oro-del-museo-municipal-vic%C3%BAs).
La entrada es gratuita y el único espacio en que se pagaba era la Sala del Oro.
Se ingresa a dos salas en la que hay exposiciones itinerantes de pintores regionales
contemporáneos. En el patio techado central hay una gran escultura del artista
piurano Víctor Delfín, del cual tenemos otras obras que podemos fácilmente ver en
la parte exterior; así como los peces que se encuentran en la entrada del muelle de Huanchaco.
En el extraordinario tesoro que tienen hay algunas piezas valiosas: una de
ellas es la famosa estatuilla de la Venus de Frías (https://todosobrelahistoriadelperu.blogspot.com/2011/07/la-estatuilla-de-frias-cultura-vicus.html),
la que estuvo un buen tiempo en el Museo Brüning de Lambayeque donde la vi por
primera vez hace décadas. Esta estatuilla tiene movilidad y sus ojos son todo
un misterio. Pero, hay otros tesoros en esta sala como un ajuar funerario encontrado
en la Necrópolis Vicús de Yecalá. Luego se hace la visita de una manera
ascendente para ir viendo la evolución de este espacio geográfico a través de
la historia desde lo preinca hasta la actualidad. Vemos la presencia inca y
colonial en esta extensión geográfica equivalente a Bélgica y Luxemburgo
juntos. El museo podría tener una mejor museografía con el fin de poner en más
valor todo el patrimonio con el que cuenta. Con todos los ceramios, restos metalúrgicos y otros restos más, se podría tener una mejor visita. Al salir y ya con hambre, nos
fuimos a almorzar al restaurante El caracol azul para un buen cebiche y un
arroz con marisco. Eric ya había estado en Chiclayo y conocía las bondades de
la culinaria norteña con pescados y mariscos; hay una especialidad de cebiche,
cebiche Caracol Azul, en el que viene de todo, incluido un trozo de langosta.
Muy bueno (https://www.mimenu.pe/listing/caracol-azul-bar-restaurant/).
Para tomar un café nos fuimos a la pastelería Capuccino Baguette para un espresso
y un postrecito (https://www.bakerias.com/PE/Piura/287192958395479/Pasteler%C3%ADa-Capuccino-Baguette).
Una vez terminados nuestros cafés, nos fuimos a nuestros hoteles, pues nos
teníamos que preparar para la inauguración del encuentro en la Alianza Francesa
de Piura por la noche, que terminó en una simpática velada y luego una cena en
el Alba Rooftop (https://es.restaurantguru.com/Alba-Rooftop-Piura#google_vignette).
Este está en el último piso de un edificio. El lugar es muy simpático y ha de
ser muy fresco en verano. El único problema es que demoran mucho en servir los
platos. Así cerramos la noche.
Al día siguiente, íbamos a pasar una jornada en la Alianza Francesa de actividades y exposiciones. Retorné por la noche a Trujillo.