..no veo la necesidad de prescindir de uno en nombre
del otro, pues los dos son grandes actores y cineastas, y conviene quedarse con ambos.
MIGUEL MARÍAS, BUSTER KEATON O LA ACTITUD DEL HÉROE
El lado amable de la vida ha sido siempre un campo infinito de posibilidades para la creación en cualquiera arte. El hombre ha encontrado, además, en la risa y el buen humor una extraordinaria forma tanto de reflejar la vida con agudeza como una excelente forma de catarsis de nuestros conflictos. Muy cercana a lo descriptivo, la comedia extrae sendos trozos de la cotidianeidad para escudriñarla en sus detalles y redimensionarlos en situaciones hilarantes para resaltar eventos, gestos, acciones de todos los hombres en su accionar diario; y esto es relevante, primordial, en un comediante: un extraordinario poder de observación, casi congelando detalles mínimos, aquellos que han de formar parte de la creación, sea de su historia o de su personaje.
De esta última observación entenderemos a dos grandes genios de la comedia muda. Mientras Chaplin iba a construir un personaje (Charlot) que lo vamos a encontrar en diversas películas de su factura, Keaton va a trabajar en crear historias de lo más disparatadas que lo hicieron el genio del Gag, del Slapstick. Es interesante cómo estos dos grandes genios van a tener sus propios dominios y, como dice Miguel Marías, es una necedad relevar a uno en desmedro del otro.
En el ensayo de Marías, del cual hemos extraído un enunciado que encabeza este artículo, Keaton es mostrado como un genio que tuvo una existencia fugaz en el celuloide (10 años) y quizá sea esta una de las fuertes razones por la que este genio haya caído en el olvido para mucha gente, incluso conocedora de cine. Sorprendente manejo de su cuerpo, es un hombre tenaz que fue mostrando en cada uno de sus personajes una voluntad hecha acción, dinámica, siempre en movimiento. Claro en sus propósitos, no ceja ante la adversidad, es más la aprovecha para hacerla un ingrediente más de su camino hacia la meta; cada personaje se muestra tímido en un inicio y de pronto, cual embrión, se transforma en un movimiento casi perpetuo; nada lo detiene, ni balas, ni tormentas, ni guerras. Dicho ensayo plantea la posibilidad que debido a la edición más compleja del cine sonoro, Keaton perdió la libertad de hacer un cine fluido centrado en ver más que el oír o explicar a través del diálogo; cierto es, su cine es sencillo, sin tantas complicaciones, casi como un documental. El encuadrar las escenas con sonido lo limitó; y esto también pasó con Chaplin, del cual su mejor cine queda en el mudo más que el sonoro. Algunos detractores de Keaton dicen que los personajes encarnados por él eran muy glaciares, no había sentimiento; y cierto es que se le prohibió reír en escenas en las cuales hasta el más grávido se hubiera desternillado de risa.
Sobre Charles Chaplin se ha escrito ríos de ensayos, libros, tratados, etc. Su cine se circunscribe al drama social, pero viéndolo con sorna, una sátira de las personas y las situaciones que estas provocan con sus actitudes. Chaplin fue un hombre que causó polémica con su cine: como genio que era nunca lo sometió a los designios de los intereses de otros ajenos a sus ideales; no obedeció al establishment lo que le valió ser declarado enemigo del pueblo americano por defender a amigos suyos que fueron acusados durante esa terrible caza de brujas que fue la era McCarthy. Su cine es una visión crítica y aguda de la vida que le ocurrió vivir en esa pujante nación. La creación de su personaje lo acompañó hasta que cambió hacia el sonoro, lo despidió pero queda todo ese valioso testimonio que lo han hecho ya parte del patrimonio artística de la humanidad.
He aquí un grupo de filmes representativos de ambos actores:
del otro, pues los dos son grandes actores y cineastas, y conviene quedarse con ambos.
MIGUEL MARÍAS, BUSTER KEATON O LA ACTITUD DEL HÉROE
El lado amable de la vida ha sido siempre un campo infinito de posibilidades para la creación en cualquiera arte. El hombre ha encontrado, además, en la risa y el buen humor una extraordinaria forma tanto de reflejar la vida con agudeza como una excelente forma de catarsis de nuestros conflictos. Muy cercana a lo descriptivo, la comedia extrae sendos trozos de la cotidianeidad para escudriñarla en sus detalles y redimensionarlos en situaciones hilarantes para resaltar eventos, gestos, acciones de todos los hombres en su accionar diario; y esto es relevante, primordial, en un comediante: un extraordinario poder de observación, casi congelando detalles mínimos, aquellos que han de formar parte de la creación, sea de su historia o de su personaje.
De esta última observación entenderemos a dos grandes genios de la comedia muda. Mientras Chaplin iba a construir un personaje (Charlot) que lo vamos a encontrar en diversas películas de su factura, Keaton va a trabajar en crear historias de lo más disparatadas que lo hicieron el genio del Gag, del Slapstick. Es interesante cómo estos dos grandes genios van a tener sus propios dominios y, como dice Miguel Marías, es una necedad relevar a uno en desmedro del otro.
En el ensayo de Marías, del cual hemos extraído un enunciado que encabeza este artículo, Keaton es mostrado como un genio que tuvo una existencia fugaz en el celuloide (10 años) y quizá sea esta una de las fuertes razones por la que este genio haya caído en el olvido para mucha gente, incluso conocedora de cine. Sorprendente manejo de su cuerpo, es un hombre tenaz que fue mostrando en cada uno de sus personajes una voluntad hecha acción, dinámica, siempre en movimiento. Claro en sus propósitos, no ceja ante la adversidad, es más la aprovecha para hacerla un ingrediente más de su camino hacia la meta; cada personaje se muestra tímido en un inicio y de pronto, cual embrión, se transforma en un movimiento casi perpetuo; nada lo detiene, ni balas, ni tormentas, ni guerras. Dicho ensayo plantea la posibilidad que debido a la edición más compleja del cine sonoro, Keaton perdió la libertad de hacer un cine fluido centrado en ver más que el oír o explicar a través del diálogo; cierto es, su cine es sencillo, sin tantas complicaciones, casi como un documental. El encuadrar las escenas con sonido lo limitó; y esto también pasó con Chaplin, del cual su mejor cine queda en el mudo más que el sonoro. Algunos detractores de Keaton dicen que los personajes encarnados por él eran muy glaciares, no había sentimiento; y cierto es que se le prohibió reír en escenas en las cuales hasta el más grávido se hubiera desternillado de risa.
Sobre Charles Chaplin se ha escrito ríos de ensayos, libros, tratados, etc. Su cine se circunscribe al drama social, pero viéndolo con sorna, una sátira de las personas y las situaciones que estas provocan con sus actitudes. Chaplin fue un hombre que causó polémica con su cine: como genio que era nunca lo sometió a los designios de los intereses de otros ajenos a sus ideales; no obedeció al establishment lo que le valió ser declarado enemigo del pueblo americano por defender a amigos suyos que fueron acusados durante esa terrible caza de brujas que fue la era McCarthy. Su cine es una visión crítica y aguda de la vida que le ocurrió vivir en esa pujante nación. La creación de su personaje lo acompañó hasta que cambió hacia el sonoro, lo despidió pero queda todo ese valioso testimonio que lo han hecho ya parte del patrimonio artística de la humanidad.
He aquí un grupo de filmes representativos de ambos actores:
MODERN TIMES (TIEMPOS MODERNOS) 1935 Es, creo yo, la obra maestra de nuestro director, y una obra maestra de todos los tiempos. En esta película ya vamos identificando lo que vendría a ser la causa de su desgracia en la sociedad americana: la crítica social mordaz y aguda del mundo que vivía. Y peor aún, en una era sonora, el hacer una película todavía muda, en la cual algunos efectos sonoros están presentes a lo largo de ésta era demasiada audacia. La visión satírica del maquinismo al cual el mundo marcha inexorablemente nunca fue mejor vista que con este filme, con algunas escenas que han quedado para la posterioridad, sobre todo la mecanización del trabajo, el estrés y la depresión de la sociedad angustiada. Es una película entrañable y obligada.
THE CAMERAMAN (EL CAMARÓGRAFO) BUSTER KEATON 1928 Este es un filme casi de corte documental de eventos que podríamos denominar como meta fotográficos. Keaton quiere impresionar a una bella chica y decide dejar su cámara fotográfica callejera para enrolarse como reportero documentalista del diario donde ella trabaja. Hay escenas notables como la del baño en una piscina pública y la filmación de la masacre entre pandillas de la guerra Tong. Nuestro héroe ya aparecía como un perdedor, pero circunstancias varias le permiten volver a ver a su chica.
CITY LIGHTS (LUCES DE LA CIUDAD) CHARLES CHAPLIN 1931 Esta es una de las más bellas películas de Chaplin, con todos los elementos que caracterizaron la obra de nuestro actor: una crítica al sistema social, la diferencia de clases. Otro dato más: pese a la irrupción del sonoro, sigue trabajando en películas mudas (va a hacer TIEMPOS MODERNOS en 1935, casi toda muda). Chaplin, como director, siempre se preocupó por la caracterización de los personajes de sus filmes; cuentan que un momento del rodaje, él encarna, de pronto, a dos vendedores de periódicos, dos bellacos que molestan al vagabundo con dos cañitas; así quería él mostrar a sus actores lo que deseaba de cada uno de ellos. La escena final es, en cierta manera, una interrogante.
THE GENERAL (EL MAQUINISTA DE LA GENERAL) BUSTER KEATON 1927 La obra maestra de Keaton, un clásico. Es, además, la obra maestra de la comedia muda. Está basada en un hecho de la vida real, narrado por William Pittinger, quien fue enviado con un grupo de veinte hombres a capturar una locomotora que tenía por nombre La General. La historia fue cambiada para convertir a nuestro actor en héroe de la captura de la misma que estaba en manos de los yanquis; una vez capturada regresa a las tropas sureñas, a las cuales él pertenecía; además regresa con un botín valioso: su amada. Tiene un final feliz, totalmente diferente al hecho de la vida real.
THE KID (EL PIBE) CHARLES CHAPLIN 1921 Si alguien cree que el melodrama no puede dar alguna obra maestra, uno tiene que ver este filme. Con la extraordinaria actuación de un niño genio, Jackie Coogan, un culebrón se eleva a la categoría de obra maestra de las emociones humanas; con una historia tan sencilla, de un niño abandonado y un desempleado se suceden una serie de escenas que nos van conmoviendo. Es que en manos de un genio como Chaplin, cualquier cosa cotidiana solía brillar en la pantalla. Nuestro director tenía un excelente poder de observación y hacía de lo más trivial algo hilarante. Arrastró al cine no sólo a la diversión sino a una visión de la cruda realidad, tanto así que con el tiempo le fue acarreando problemas con los productores y el sistema; hasta que tuvo que irse del país que en un principio lo adoptó.
STEAMBOAT BILL JR. (EL HÉROE DEL RÍO) BUSTER KEATON 1928 Genial comedia, disparatada con un Keaton agudo, vehemente, entrañable. Pero, como ya habíamos comentado anteriormente, su papel no es el de querer a tocar las fibras de nuestros sentimientos, eso pasa rápido y se centra en lo cómico, en lo slapstick. Hay escenas memorables, con una calidad de recursos sorprendentes para la época, sobre todo las escenas de la tormenta que destruye el pueblo River Juction. Esa era la capacidad de Keaton, lo trágico puede ser lo más hilarante de una historia. Según cuentan, esta historia tiene como referente un acontecimiento parecido: Keaton, siendo bebé, fue desplazado de su cuna en un ciclón y terminó en otro lado.
THE CAMERAMAN (EL CAMARÓGRAFO) BUSTER KEATON 1928 Este es un filme casi de corte documental de eventos que podríamos denominar como meta fotográficos. Keaton quiere impresionar a una bella chica y decide dejar su cámara fotográfica callejera para enrolarse como reportero documentalista del diario donde ella trabaja. Hay escenas notables como la del baño en una piscina pública y la filmación de la masacre entre pandillas de la guerra Tong. Nuestro héroe ya aparecía como un perdedor, pero circunstancias varias le permiten volver a ver a su chica.
CITY LIGHTS (LUCES DE LA CIUDAD) CHARLES CHAPLIN 1931 Esta es una de las más bellas películas de Chaplin, con todos los elementos que caracterizaron la obra de nuestro actor: una crítica al sistema social, la diferencia de clases. Otro dato más: pese a la irrupción del sonoro, sigue trabajando en películas mudas (va a hacer TIEMPOS MODERNOS en 1935, casi toda muda). Chaplin, como director, siempre se preocupó por la caracterización de los personajes de sus filmes; cuentan que un momento del rodaje, él encarna, de pronto, a dos vendedores de periódicos, dos bellacos que molestan al vagabundo con dos cañitas; así quería él mostrar a sus actores lo que deseaba de cada uno de ellos. La escena final es, en cierta manera, una interrogante.
THE GENERAL (EL MAQUINISTA DE LA GENERAL) BUSTER KEATON 1927 La obra maestra de Keaton, un clásico. Es, además, la obra maestra de la comedia muda. Está basada en un hecho de la vida real, narrado por William Pittinger, quien fue enviado con un grupo de veinte hombres a capturar una locomotora que tenía por nombre La General. La historia fue cambiada para convertir a nuestro actor en héroe de la captura de la misma que estaba en manos de los yanquis; una vez capturada regresa a las tropas sureñas, a las cuales él pertenecía; además regresa con un botín valioso: su amada. Tiene un final feliz, totalmente diferente al hecho de la vida real.
THE KID (EL PIBE) CHARLES CHAPLIN 1921 Si alguien cree que el melodrama no puede dar alguna obra maestra, uno tiene que ver este filme. Con la extraordinaria actuación de un niño genio, Jackie Coogan, un culebrón se eleva a la categoría de obra maestra de las emociones humanas; con una historia tan sencilla, de un niño abandonado y un desempleado se suceden una serie de escenas que nos van conmoviendo. Es que en manos de un genio como Chaplin, cualquier cosa cotidiana solía brillar en la pantalla. Nuestro director tenía un excelente poder de observación y hacía de lo más trivial algo hilarante. Arrastró al cine no sólo a la diversión sino a una visión de la cruda realidad, tanto así que con el tiempo le fue acarreando problemas con los productores y el sistema; hasta que tuvo que irse del país que en un principio lo adoptó.
STEAMBOAT BILL JR. (EL HÉROE DEL RÍO) BUSTER KEATON 1928 Genial comedia, disparatada con un Keaton agudo, vehemente, entrañable. Pero, como ya habíamos comentado anteriormente, su papel no es el de querer a tocar las fibras de nuestros sentimientos, eso pasa rápido y se centra en lo cómico, en lo slapstick. Hay escenas memorables, con una calidad de recursos sorprendentes para la época, sobre todo las escenas de la tormenta que destruye el pueblo River Juction. Esa era la capacidad de Keaton, lo trágico puede ser lo más hilarante de una historia. Según cuentan, esta historia tiene como referente un acontecimiento parecido: Keaton, siendo bebé, fue desplazado de su cuna en un ciclón y terminó en otro lado.
THE GOLD RUSH LA QUIMERA DE ORO es la primera obra maestra de Chaplin; es una película de 1925, en la que él es actor, guionista, productor y director de la misma, y está basada en una hecho de la vida real, una macabra historia (el grupo Donner) que terminaron comiéndose uno a otro. El escenario “virtual” reproduce Alaska y es en el plateau que tiene que hacer toda una descripción alucinante de tormentas de nieves y una cadena de rocas montañosas. Esta película tiene un sinfín de escenas que se han vuelto en paradigmas en la historia del cine. Según cuenta la historia, la escena en que se ve la danza de los panecillos, en un cine de Berlín, hubo de ser repetida algunas veces para delirio del público; ahora bien, habría que recordar que para ese entonces se contaba con una orquesta en vivo y había que rebobinar el filme, pues estamos hablando de una película muda..... Para él, “...había hecho la película tal y como quería”.
2 comentarios:
gran post de 2 genios indiscutibles... quizas los 2 mas grandes...
el hecho q con el tiempo la obra de Keaton se torna mas moderna por su estilo...
en suma, Chaplin es un genio pero Keaton es Dios... jaja...
el primer comentario y divide mas q sumar... pero no, tienes razon, 2 genios sin par...
salu2 mudos...
Cierto, los dos grandes se complemetan y había espacio para ambos en su genialidad. Pero hay algunos otros que se perdieron en la vorágine del crecimiento como Harold Lloyd o el grande Max Linder. Muchos de mis alumnos aún se sorprenden de la calidad de un Mack Sennet o Rosco Artbuckle, y todos los genios del lapstick.
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