Un
viaje a mi historia personal, una historia compartida con casi un centenar de
los entonces jóvenes que se graduaron un diciembre de 1973. Desde hace un buen
tiempo, en el grupo de WhatsApp de amigos graduados en el Colegio La Salle y
emigrados por diversas partes del país y del mundo, se venía organizando el
reencuentro para celebrar nuestras Bodas de Oro en un programa de cuatro días
en Arequipa. Gracias al tesón de Augusto Vargas y otros compañeros se armó un
programa que empezaba el 01 de noviembre y culminaba el sábado 04. En octubre,
por razones de salud tuve que hacerme una operación a las cuerdas vocales y
comencé una lenta recuperación que consistía principalmente en una rigurosa
cura de silencio. Dos semanas de descanso me ayudaron a avanzar, pero no fue
suficiente. Sin embargo, esa condición no iba a impedir este ansiado encuentro
al cual, incluso, había pedido a Miguel que fuera a este encuentro cunado lo fui a visitar en Bs
As. Como la jornada empezaba con un viaje a La Joya muy temprano el 01, decidí
partir un día antes, el 31 de octubre desde Trujillo.
31
de octubre. El día empezaba con una visita a la clínica para comenzar mis
muestras de sangre (a mi retorno hice las necesarias tomografías para el
tratamiento que debo seguir) las hice a las 7 de la mañana. Luego fui a tomar
mi buen desayuno y con María nos dirigimos al aeropuerto. Me dejó para empezar
mi periplo. En Arequipa me esperaba Ana María Cuadros en cuyo departamento me
iba a quedar. Retornar a Arequipa siempre es un viaje a ese pasado en el que mi
núcleo familiar de 6 miembros compartió esta ciudad. Mi vida escolar está
toda entre dos colegios: el Niño Jesús de Praga y La Salle. El colegio marca tu
vida, tu memoria y muchos puntos de referencia en el tiempo. En el caso del
primero, cuando estuve en Praga en 1990 durante una caminata entré a una
iglesia un poco en penumbras acompañado de un amigo ocasional; a este le
contaba sobre la imagen que recordaba del Niño y, de pronto, en una zona
iluminada vi la pequeña estatuilla. Le conté a mi compañero sobre mis años
escolares iniciales, me acerqué a ver la placa y, para sorpresa mía, estaba
escrita tanto en checo como en español, pues la imagen era un regalo del
embajador del Perú en la entonces Checoslovaquia (https://deviajeapraga.com/la-iglesia-del-nino-jesus-de-praga/) (https://www.prague.eu/es/objeto/lugares/109/iglesia-de-nuestra-senora-triunfante-nino-jesus-de-praga-kostel-panny-marie-vitezne). Pasé a La Salle en segundo de
primaria. Ahí iba a crear mi círculo de amigos, muchos de los cuales íbamos a
vernos en estos días.
Volvamos
al viaje. No hubo retrasos; en el vuelo de Trujillo a Lima me encontré con
varias personas con las que tuve que conversar poco; en el aeropuerto de Lima
fui a almorzar al Tanta para ver si tenía suerte con mi extraviada boina. No
podía hablar mucho. El vuelo a Arequipa estaba a la hora; cuando estaba por
pasar la revisión de mi boleto de abordaje me comenta el ayudante que tenía un cambio y ahora estaba en
la primera fila; empezaba bien el viaje. Llegamos puntuales a Arequipa, recogí
mi equipaje y Ana María estaba esperándome. En el trayecto a su casa (cruzamos
media ciudad más o menos), me iba contando todas las cosas que habían pasado.
Era ponerse al día. En el trayecto pude constatar la tragedia arequipeña: su
tráfico. Pese a los viaductos y el puente Chilina, el tráfico es una pesadilla.
Ana María me comentó del riesgo de la exposición solar y los cambios de clima. La
radiación ha ido incrementando en los últimos años (https://elbuho.pe/2022/11/arequipa-se-registran-indices-extremos-de-radiacion-en-la-ciudad-y-seguiran-en-aumento/) (https://www.radioyaravi.org.pe/noticia/Regional/arequipa-soporta-altos-%C3%ADndices-de-radiaci%C3%B3n-solar-5098). Había llevado piyamas gruesos y me
sugirió comprar unos más ligeros. Así que me propuso ir de compras al Parque
Lambramani, un gran complejo de tiendas. Pero iba a ser testigo de las locuras
de la ciudad: la celebración de Halloween. Primero compramos pan y me instalé
en su departamento y vi lo que iba a necesitar: una casaca ligera para la
visita a La Joya, lentes de sol y los piyamas. Ana María es una buena
compradora, husmea dónde hay cosas que tienen las tres B: buenas, bonitas y
baratas. Lambramani es un mall con todo, bien surtido y con muchas tiendas
de cosas que se producen en la zona como ropa de lana, chocolates, licores entre
otras cosas (https://arequipa.outletarauco.pe/servicios/ascensor). Pero con la tendencia del comercio
digital, ¿sobrevivirán estas grandes tiendas en el tiempo? Ya USA ve muchos de
estos complejos cerrados y migrando al comercio digital, entre otras
situaciones post pandemia; esto ya es un indicador a tomar en cuenta (https://www.merca20.com/problemas-marketing-walmart/) (https://www.youtube.com/watch?v=8A6Eqz370M0). Salimos temprano para ir a su colegio
(es directora del colegio Innova) y ver las compras de lentes en el Mall
Porongoche, lugar donde antaño estaba el hipódromo de esta ciudad. También es
un inmenso complejo de tiendas (https://mallaventura.pe/arequipa) y nos topamos con una ruidosa
celebración de Noche de Brujas. Veías no sólo a niños disfrazados, sino a
familias completas. Pero el colmo lo íbamos a experimentar en la cena. Ana
María había hecho la reserva para nosotros en el Zigzag, lugar al que he ido cada
vez que he estado en esta ciudad. Nos cambiamos rápidamente para ir al centro
histórico. El trayecto fue una locura; no sólo el tráfico sino la cantidad de
gente que iba por las calles disfrazadas con indumentarias extravagantes. Me
sorprendió ver gente mayor que iba disfrazada, una suerte de carnaval en el que
todos se visten como les dé la gana. Por esta razón hubo muchos policías para
evitar que cualquier facineroso no aproveche la ocasión para hacer de las
suyas. Entre las personas disfrazadas y los policías, las calles, bares,
clubes, restaurantes estaban a reventar. Una locura. Tan loco que Ana María me
tuvo que dejar cerca del Zigzag para no perder la reserva. Tuve que esperarla
más de 35 minutos para que llegue al restaurante. El Zigzag es un restaurante
que no ha perdido su calidad (https://zigzagrestaurant.com/). Por esta operación y mi tratamiento
por mis cuerdas vocales no puedo comer chocolate, ají, ni ingerir ácidos, ni
alcohol. No puedo comer cebiche, ni tomar vino ni un delicioso chocolate de La
Ibérica. Pero puedo darme otros gustos como carne y pescado. El menú te ofrece
buenas alternativas. Recomendable (y lo que pedimos): Antipasto alpandino, el
trío clásico de carnes para ella y para mí, un generoso filete de trucha. Me
limité a mis infusiones…Oh, frustración. Terminamos de cenar y salimos para
tomar un taxi con el fin de recoger el auto. Estaba estacionado bastante lejos
del centro. Nos fuimos a casa a descansar. Aunque al día siguiente, era feriado
por los planes teníamos que ir temprano a la casa de los padres de uno de la
promoción, pues era el punto de reunión que llevaría a los 18 muchachos a La
Joya.
01
de noviembre: nos levantamos temprano. Según la comisión organizadora del
reencuentro, nos deberíamos reunir a las 7:15 am en casa de los padres de
Ramiro Guillén en Umacollo. Ana María
pidió un taxi para poder ir al lugar referido. Como era día feriado, cruzar la
ciudad no era tan penoso que si hubiera sido un día regular. La casa de nuestro
amigo queda cerca del Parque del Maestro. Llegué a una hora prudencial y, al
bajar, veo a Augusto “Negro” Vargas y otros más ya preparando las cosas para la
partida: íbamos prácticamente por dos días a escapar lejos del mundanal ruido.
Algunos tuvieron que desistir a última hora por problemas de salud, sea de
ellos o de sus familiares, o por otras razones. Hacía pocos días, dos amigos nuestros
fueron intervenidos y su estado de salud estaba en el umbral de la estabilidad.
Así que el encuentro fue bastante emotivo, pues muchos hicieron un alto en sus
trabajos y responsabilidades para dar espacio a la memoria, a la nostalgia, a
la alegría de estar vivos y poder reírnos de las anécdotas y todo lo que
compartimos en las aulas lasallanas hacía más de 50 años. Ya todos sabían de mi
operación, así que me decían a cada rato que no hablase, pero la emoción era
más. Tenía que comprar un cortaúñas, mientras muchos iban a comprar el famoso
pan de tres puntas, toda una especialidad que mi familia lleva en la memoria.
Ese pan le gustaba a mi padre y madre. Me dirigí hacia la Av. Víctor Andrés
Belaunde donde había una farmacia abierta. También quería enjuague bucal. Una
vez hecha mi diligencia me fui nuevamente hacia el grupo. Ya cargando todos los
maletines y un parlante para la noche de fogata, nos fuimos a nuestro destino.
Personalmente, era la primera vez que iba a La Joya, era todo un descubrimiento
personal. Comenzamos con algunos cánticos recordando nuestra vida escolar. ¡Nos
acordábamos de todos! En el camino pasamos al lado de un restaurante al cual
iríamos al día siguiente. Arequipa es una ciudad grande y toma tiempo salir de
la misma: nos íbamos hacia la Variante de Uchumayo, ruta por la cual no pasaba
desde 1970. Años. La Variante ha mitigado un poco el tráfico de entrada/salida
de la ciudad, pero ya está insuficiente, habida cuenta de que no la han
concluido. Esta debe extenderse como una verdadera autopista hasta el peaje y
mucho más allá ¿Será suficiente para la ciudad y el nudo vial que es también
entrada hacia Cusco y Puno? Aquí notas de diversos diarios en diversos años
dando cuenta de este problema: https://diariocorreo.pe/edicion/arequipa/la-variante-de-uchumayo-un-monumento-a-la-desidia-noticia/, https://encuentro.pe/actualidad/destacadas/los-excesos-que-deja-la-variante-de-uchumayo/. Aquí un video que muestra diversas
partes, aunque data de hace 4 años (https://www.youtube.com/watch?v=iZAYiWuDpYg&t=5s). Una de las cosas que uno ve con
frecuencia en las rutas peruanas y en otros países latinoamericanos es la
cantidad de cruces que marcan el lugar donde una o más personas murieron en un
accidente de tránsito; había muchísimas cruces. Este texto es mexicano y explica
el vínculo de los deudos con el fallecido (https://www.digitalmex.mx/municipios/story/10162/cruces-de-carretera-el-recuerdo-de-la-muerte). Aquí un texto sobre la realidad
brasileña: https://pairevistaetnografia.wordpress.com/numeros-anteriores/122021-2-lo-invisible-es-cotidiano/las-cruces-en-las-carreteras-un-ejemplo-de-relacion-con-la-muerte/. Estos textos abordan el tema desde
otra perspectiva sociológica en la que no salimos tan bien parados (https://elcomercio.pe/somos/historias/dia-mundial-en-recuerdo-de-las-victimas-de-accidentes-de-transito-por-que-los-peruanos-son-considerados-tan-malos-conductores-noticia/?ref=ecr#google_vignette) (https://www.infobae.com/peru/2023/08/14/menos-cruces-en-las-carreteras/). Seguimos nuestro camino hasta llegar una zona
que se llama Repartición, una vía que es el acceso a la mina Cerro Verde y que
también sirve para llegar a Arequipa, pero para vehículos menores. Cerro Verde
es una mina que produce cobre y molibdeno (casi el 34 % de la producción
nacional). Aquí su página virtual: https://www.cerroverde.pe/mineria-cobre-molibdeno-arequipa-minera-nosotros. Navegando en internet encontré esta
página que habla sobre el cobre: https://larutadelcobre.com/tabla-periodica-de-los-elementos/. Perú y Chile son los grandes
productores de este mineral en el mundo. En cuanto al molibdeno, pues sí, había
oído de este metal, pero no sabía nada más que de su existencia. He aquí
información al respecto (https://www.lifeder.com/molibdeno/). Perú es el cuarto productor mundial
de este metal: https://es.metallirari.com/10-paises-mas-importantes-productores-molibdeno/. Sigamos nuestro periplo. Nos íbamos a
la panadería El Hornito, que se encuentra en el km. 48 de la Panamericana Sur,
zona llamada La Repartición. Aquí sí hubo un problema logístico, por lo que
decidimos partir sin comprar los famosos panes; lo que sí compramos fue
chicharrones de las vivanderas. En el trayecto varios iban contando ese último
año en el que varios de los chicos habían estado participando en el ejército u
otra arma como parte de las actividades del servicio militar; eran años tensos
y Arequipa era un centro desde el cual se armaba una posible campaña bélica
contra Chile; los años de Velasco y un sentimiento revanchista. Este es un breve
documental con la versión chilena (https://www.youtube.com/watch?v=QX0ySWlj0BI);
y esta es la entrevista de un excapitán peruano, Eloy Villacrez Riquelme; parte de este material fue
usado en el video anterior (https://www.youtube.com/watch?v=vG-I6XcitPQ).
Ese año estuvimos al borde de la guerra.
Ahora
sí nos íbamos primero al Viñedo Casta de León o también conocida como la bodega
El Socabón (así con b larga). Esta está en la famosa ruta del pisco, una de las
tantas (cuando estuve en Tacna quise hacer una que iba desde la misma ciudad).
Esta se denomina la Ruta Sur de un proyecto que se denomina La ruta del pisco
de Arequipa (https://skyperu.com/ruta-del-pisco-arequipa/)
(https://destino-arequipa.com/ruta-del-pisco/). Se escogió la bodega El Socabón, la que se
encuentra en el Valle de la Concepción de Vítor, aunque hay muchas más. En un principio,
el conductor se había extraviado, pero luego nos encaminamos. La ruta es muy
interesante, pues vamos entre valles rodeados por dunas. La bodega es considera
un patrimonio histórico, pues tiene tinajas desde la época de la colonia. En
estas se almacenaba el vino que era consumido en varias ciudades de entonces y
en la actualidad produce un pisco de buena calidad (https://encuentro.pe/deportes/bodega-el-socavon-y-sus-tinajas-las-mas-antiguas-de-america/)
(https://www.youtube.com/watch?v=HQ_q8o_t2Dw),
así como vino. Comenzamos con una visita guiada a las bodegas y las preguntas,
sobre todo de Fernando Ballón, iban y venían. Luego del guiado por tinajas
(tienen 32, siendo la más antigua del año 1681), lagares y alambiques, fuimos a
catar el pisco y el vino (https://www.youtube.com/watch?v=wiBm4oO5hBU)
y también el maridaje necesario con quesos, uva, frutos secos y pan. Personalmente
sólo podía oler y apreciar visualmente el pisco y los vinos que ofrece bajo la
marca Casta de León. Ahí almorzamos todos deliciosas chuletas de chancho con
ensaladas, papas. Comer ese delicioso ají molido era una tentación, pero todo eso estaba prohibido
para mí, sólo tomar agua y comer frugalmente. Ni modo.
Terminado
nuestro almuerzo, nos fuimos al Fundo Valle Hermoso. Lugar simpático para
reposo, descanso y olvidándonos de todo. Tuvimos un percance para ingresar al
fundo. La ruta no permitía el acceso del bus; ubicamos nuestras cosas y luego
bajamos para ayudar a sacar el bus que se había estancado en la entrada. Una vez terminado esto, nos fuimos a
cambiar. No había llevado traje de baño, pero gracias a Ramiro Guillén,
prevenido él, había llevado dos truzas y así pude entrar a la piscina. Muchos estuvimos divirtiéndonos en el
agua, aunque fría, lo suficientemente agradable para disfrutar una tarde
simpática. Luego vendría la parrillada y, por último, la música. Algunos de mis
amigos comentaban en broma que los iba a acompañar en el canto, pero me era
imposible. Ya la euforia los estaba ganando, pero mi condición me impedía participar
activamente en la música y la celebración. Me retiré a dormir temprano, el
grupo se quedó hasta las 3 de la mañana. Habíamos venido para volver a esos bellos
años cuando éramos imberbes y despreocupados. Fin de nuestro primer día de celebraciones.