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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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lunes, 15 de enero de 2024

ADIÓS AREQUIPA (CRÓNICA DE VIAJE)

  



04 de noviembre. Ya cerrando mi estadía en Arequipa. Por eso, disfrutar de la ciudad hasta el último momento de los momentos que me quedaban. Por la noche se iba a realizar la cena de gala para cerrar las actividades de nuestras bodas de oro escolares en el Club Arequipa y tenía toda la mañana y tarde para sacarle el jugo. Había quedado con Ana María de ir a ese nuevo concepto turístico creado en los últimos tiempos: la Ruta del Sillar. Había estado en Arequipa en 2017, pero no pude ir a visitar este lugar.  Con Ana María, salimos temprano luego de un buen desayuno, pues la jornada prometía ser larga. Nos enrumbamos hacia Cerro Colorado para la respectiva visita. Ana María había estado con una amistad en el lugar recientemente, pero al llegar a las aproximaciones se confundió un poco; dimos unas cuantas vueltas con el fin de poder llegar a la entrada; luego de unas preguntas a los lugareños y a unos señores que estaban pavimentando una avenida logramos dar con el acceso (hay dos vías de acceso/salida) y, como era temprano aún, logramos ingresar con el auto. Ingresamos, pues a la cantera de Añahuasco.  La puesta en valor de la piedra sillar se destaca en las numerosas esculturas, graciosas y finas, que tiene como marco las paredes de esta piedra que ha sido utilizada como material de construcción en Arequipa y le ha permitido denominarse “Ciudad Blanca”. El sillar es una piedra volcánica resistente a los sismos, fenómeno natural que ha azotado a la ciudad innumerables veces y lo hará nuevamente en el futuro (https://www.rsmp.es/que-es-el-sillar-y-para-que-sirve/). En los inicios de la ciudad, fundada a las faldas, prácticamente, de 3 volcanes (Misti, Chachani y Pichu Pichu), era un material abundante con el cual se podían hacer edificaciones diversas como las que podemos ver en su casco histórico; la ductilidad de la piedra ha permitido que haya grandes construcciones como el Complejo Santa Catalina o el complejo de la Compañía de Jesús, con su hermosa portada, verdadera joya del barroco andino peruano. Tal como se lee el artículo sobre esta piedra, el ladrillo es más resistente a la larga que el sillar, pero este último es mucho más versátil y eso se demuestra en las variadas y caprichosas formas primorosamente talladas por diversos artesanos que han hecho de este lugar una visita de rigor. Uno puede ver tallas de leones, nacimientos, corazones, hasta una cámara fotográfica. No hay pierde. 




He aquí más informaciones al respecto:  https://www.peru.travel/es/masperu/todo-lo-que-debes-saber-sobre-la-ruta-del-sillar-en-arequipa; https://tambienquieroviajar.com/destinos/peru/la-ruta-del-sillar-en-arequipa/, https://andina.pe/agencia/noticia-maravilla-geologica-asi-se-formo-sillar-roca-lleva-sello-arequipa-835813.aspx. Una cosa peculiar del lugar es que tienes una vista muy especial del Misti, el volcán tutelar de la ciudad y para muchos uno de los principales temores. A lo largo de mis más de 66 años nunca he experimentado un terremoto en mi vida, pese a haber vivido en zonas tan sísmicas como muchas de las ciudades peruanas. Llegué a vivir desde Piura a Arequipa en 1962, la ciudad estaba muy afectada cuando llegamos, pues había muchas edificaciones en ruinas como la iglesia de Santo Domingo, por ejemplo (https://elcomercio.pe/peru/arequipa/arequipa-son-sismos-fuertes-ultimas-decadas-noticia-489123-noticia/) ( https://diariocorreo.pe/peru/arequipa-a-61-anos-del-terremoto-que-devasto-arequipa-y-dejo-63-muertos-desastre-natural-sismo-nnsp-noticia/). Luego partimos hacia Trujillo, ciudad que también presentaba las huellas del catastrófico terremoto de 1970, que devastó muchas ciudades del Norte peruano; Trujillo tenía muchas iglesias colapsadas como Belén, San Agustín, la misma Catedral cuya cúpula cayó sobre el alta mayor y muchas casas, algunas de cuyas ruinas eran habitadas por diversas personas que se convirtieron en personajes de la ciudad como la famosa Loca Carlota; ese terremoto daño muchas construcciones e infraestructura de las ciudades norteñas (https://larepublica.pe/cultural/2020/05/30/terremoto-en-yungay-ancash-31-de-mayo-de-1970-el-dia-que-se-acabo-el-mundo) (https://elcomercio.pe/respuestas/donde/terremoto-de-1970-en-peru-donde-fue-que-paso-y-por-que-sera-tristemente-recordado-historias-ec-yungay-revtli-noticia/). De ese terremoto iba a entender la magnitud de la tragedia cuando hice mi primera visita a Yungay. Terrible y triste. Nunca tuve la ingrata experiencia de vivir un terremoto. Y tampoco temía al volcán, pese a que varias visitas que llegaban a nuestra casa en aquellos años nos indicaban que este era el causante de los frecuentes temblores que teníamos en la ciudad. Bueno, temblores. Los volcanes son también parte de nuestra geografía y, como decía Jorge Polar, “no en vano se nace al pie de un volcán”. El volcán es estudiado constantemente y han identificado que la última gran erupción fue hace dos mil años. Se vive con esta realidad y hay que aprovecharla y respetarla; es la naturaleza del espacio en el que se vive (https://www.igp.gob.pe/eventos/internacional/2021/erupciones_volcanicas/resources/pdf/18nov/Harpel.pdf). Es precisamente estos volcanes los que han generado esta piedra que ahora es de uso ya no tan popular (reemplazada por ladrillos), pero han creado la identidad de Arequipa. Una vez terminada esta visita fuimos a una segunda cantera que se ubica cerca de la futura autopista Arequipa- La Joya (la que vimos a lo lejos un par de días antes). La segunda es también parte de la Ruta del Sillar, pero era más pequeña. Decidimos regresar a la ciudad. La autopista no tiene problemas de tráfico hasta el cruce Las Canteras. Desde ahí sí empieza la pesadilla. Regresamos por la que es también la carretera al balneario de fuentes termales Yura. El tráfico era insoportable y una verdadera ley de la jungla se veía en la forma de conducir de los choferes, sobre todo de transporte público y el de carga pesada. No sé si una buena autopista solucionaría el problema. En realidad, no es cuestión sólo de infraestructura, lo es en cuanto el factor humano: educación vial, conciencia cívica, el respeto por las reglas, el parque automotor deteriorado. Muchos de los problemas viales se atenuarían si los conductores supieran para qué sirve un óvalo, el uso de las zonas rígidas, la señalización, el uso de intermitentes. Una vez oí una entrevista en el que un dirigente sindical de transporte pesado se quejaba de la presencia de los óvalos identificándolos como obstáculos y su conocimiento de las reglas para su uso fue lamentable y muchas veces es la ignorancia de las mismas reglas las que causan no sólo accidentes, sino el deterioro de la infraestructura en sí. De la Av. Aviación (o camino a Yura) doblamos hacia la Evitamiento pudiéndose avanzar con más rapidez hacia el centro de la ciudad. Como era sábado, el Centro tenía más espacios disponibles para estacionar. Se dejó el auto en una playa de estacionamiento en la Calle Moral y de ahí caminamos hacia la Catedral a visitar su museo y la iglesia. 







Ya había estado aquí en el 2013. Obviamente, su atrio y sus interiores fueron visitados por mí durante mis años arequipeños y las veces que tuve la oportunidad de ir a Arequipa. Pero en esta oportunidad pude tomar fotos y visité más espacios que la visita anterior (https://arequipaperu.info/lugares-turisticos/catedral-y-museo/). La iglesia tiene grandes tesoros como el gran órgano belga Loret que está totalmente reparado (hay otro en la catedral de Lima, pero inutilizado) (https://arequipatradicional2.blogspot.com/2020/03/el-organo-loret-de-la-catedral.html) (https://www.youtube.com/watch?v=QiF4zX9X3fs); también está el  púlpito que muestra un diablo aplastado en su base y el patrimonio que tiene en su museo en el que hay varias pinturas del artista tacneño Francisco Lazo (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/laso.htm) (https://artsandculture.google.com/entity/francisco-laso/m0bmbgx_?hl=es). Para cerrar la visita hay que ir a la parte superior (techo) para ver las torres y desde ahí la plaza de armas y una vista general de la ciudad. Estas torres se vieron muy afectadas por el terremoto de 2001 (https://www.losandes.com.pe/2021/06/23/23-de-junio-2001-el-terremoto-que-convirtio-a-arequipa-en-ciudad-de-luto-y-escombros/). Es una buena visita a este gran monumento religioso (https://www.youtube.com/watch?v=92dnO_Oyvhs) (https://www.museocatedralarequipa.org.pe/index.html). Así culminamos la visita y nos fuimos a ver a la momia Juanita en el Museo Santuarios Andinos, el cual no está lejos de la Plaza de Armas. Este museo, en mi segunda visita, ofrece muchas cosas interesantes del mundo precolombino arequipeño y sus alrededores. En mi primera visita del 2015, escribí una crónica al respecto (https://elrincondeschultz.blogspot.com/2015/12/cronicas-arequipenas-2.html). Aún no dejan tomar fotos, pero el guiado fue muy bueno hecho por parte de un estudiante de arqueología. Sabía su materia. Sin embargo, la novedad es que en una de las salas de la entrada han hecho la reconstrucción del rostro de la momia Juanita (https://historia.nationalgeographic.com.es/a/asi-era-rosto-juanita-momia-peru_20392) (https://www.youtube.com/watch?v=Eu6z-7f1034). Al igual que la Dama de Cao y su reconstrucción en base a los rostros de cientos de mujeres de la zona (Magdalena de Cao, La Libertad), Juanita ha sido reconstruida por el trabajo de científicos polacos y los arqueólogos de la Universidad Santa María de Arequipa. Aquí datos generales del museo: https://www.ucsm.edu.pe/museo-santuarios-andinos/.


El hambre apretaba, nos fuimos a almorzar al Tradición Arequipeña (https://www.latradi.pe/), al cual Ana María tenía ciertos “privilegios” que nos sirvieron de mucho; además aprovechó para lavar su auto. En el restaurante comimos queso frito de entrada y cauche de camarones (https://www.turistamagazine.com/v2/?p=6727). Delicia total y postre de rigor: queso helado (https://larepublica.pe/gastronomia/2023/10/18/de-que-esta-hecho-el-queso-helado-de-arequipa-los-ingredientes-que-tiene-el-mejor-helado-del-mundo-y-por-que-no-lleva-queso-atmp-1723356). Nos fuimos a descansar a casa. Barriga llena, corazón contento.

Ya por la noche, 8 pm, iba solo a la cena por nuestros 50 años. Aquí sí tuvimos oportunidad de vernos más, varios no pudieron estar en las actividades previas. Una ceremonia de gala en la que hubo discursos y reconocimientos. Nostalgia por esos 50 años vividos y que, aquí estábamos arrastrando nuestros males físicos y los que la vida nos puso por delante. Pero ahora era el momento del reencuentro, del ponerse al día; lastimosamente por mi condición de recién operado no podía hablar mucho, pero los gestos y los momentos de alegría iban creciendo a medida que el vino, el whisky y otras bebidas iban poblando las mesas del lugar. Casi a medianoche, con Miguel Valdivia nos retiramos en un mismo taxi. Él viajaba a primera hora a Argentina; mi vuelo salía casi a las 1 pm por lo que tendría oportunidad de ver más cosas.

05 de noviembre. Domingo. Regreso a Trujillo. Ana María me había comentado para ir a desayunar adobo y lo cumplió. Temprano nos dirigimos a Cayma, más exacto a la picantería La Dorita (https://es.restaurantguru.com/Picanteria-La-Dorita-Yanahuara-District). Mi reencuentro con el adobo ha sido positivo. La última vez que comí uno fue en la visita que hice para nuestros 25 años. ¡25 años que no comía este plato! Lo que sucede que en esa oportunidad me cayó bastante pesado y tuve descompensación estomacal por casi tres días. El adobo es un plato “de armas tomar”: hecho a base de chancho es un plato muy usado para las resacas https://larepublica.pe/gastronomia/2023/07/12/adobo-arequipeno-que-es-como-se-prepara-y-por-que-se-come-solo-los-domingos-arequipa-gastronomia-adobo-arequipeno-receta-historia-del-adobo-lrsd-738108  (https://www.youtube.com/watch?v=AwQO3gYMhDI&t=1s). Y todo acompañado de su pan de tres puntas (me olvidé de llevar a Trujillo) (https://larepublica.pe/sociedad/2023/08/08/arequipa-pan-de-tres-puntas-por-que-este-producto-es-tan-importante-para-los-arequipenos-pan-de-tres-puntas-en-adobo-pan-arequipeno-lrsd-333896). 


Luego de semejante desayuno, hicimos una caminata al Mirador, pues el auto de Ana María estaba estacionado en la plaza del lugar. Ya había vendedores de recuerdos y me acerqué a ver unos polos que estaban muy buenos. A lugar que he ido, siempre traigo un polo que recuerde mi visita y de Arequipa no tenía nada. Me compré unos llaveros y el dichoso polo con los petroglifos de Toro Muerto, lugar que quiero visitar (https://arqueologiadelperu.com/toro-muerto-el-mayor-complejo-de-arte-rupestre-de-america-del-sur-se-encuentra-en-el-peru/). Recogimos el auto y nos dirigimos a la plaza de armas de Cayma, uno de los lugares que recuerdo con nostalgia de esta ciudad. Cayma es muy bonita, limpia con una zona residencial que la ha vuelto en uno de los lugares más caros del Perú. Pero mantiene ese espíritu de pueblo como lo vimos en la iglesia. Ana María había dejado el auto en una cochera no muy lejos de la plaza para caminar un poco por sus calles (https://arequipaperu.info/lugares-turisticos/villa-de-cayma/). Como la iglesia aún estaba en la misa, salimos un rato a comprar los famosos barquillos (no los he visto en otro lugar); en España los rellenan de polvorones, pero en Arequipa van vacíos.  Ingresamos a la iglesia para verla después de tantos años: la iglesia parroquia de San Miguel Arcángel (https://www.iperu.org/iglesia-san-miguel-arcangel-de-cayma). Entrando en la iglesia me encuentro con uno de mis exalumnos de la UPN: grata coincidencia. Seguimos visitando el lugar y salimos para ir a cruzar el gran puente Chilina. Era la primera vez que lo iba a cruzar. Tal como había comentado Maria, es una obra hecha por una compañía portuguesa. Imponente construcción, la vi parcialmente en el 2013 (https://www.youtube.com/watch?v=Dw_FPTPLf64&t=2s). Este puente se hizo con el fin de mitigar el tránsito que sí es una pesadilla; imagino si no estuviera esta alternativa que une la zona de Selva Alegre con Cayma para no tomar los otros puentes que ya son insuficientes. Cruzamos el puente y nos fuimos a la casa de Ana María a recoger mi maleta y cosas para ir al aeropuerto, no sin antes de hacer un alto en el centro histórico. Y fue una buena decisión.




Recogí mis cosas y nos fuimos a dejar el auto en la cochera cerca a la Plaza de Armas. Nos fuimos a visita la Compañía. Ahora te permiten tomar fotos en el interior, salvo en la maravillosa capilla. La Compañía es una joya del barroco andino y es un lugar al cual he ido tantas veces que he perdido la cuenta, pero siempre hay algo nuevo por ver y aprender. Sus altares, pinturas, la edificación de su fachada principal y lateral, sus torres. Y luego están los claustros, ahora de uso público (https://www.youtube.com/watch?v=Pv95HZh7CHQ). Esta es una explicación arquitectónica (https://www.youtube.com/watch?v=DZCwmW5ceS8). Luego de esta visita, nos fuimos a la plaza y vimos una gran delegación de Puno que entraba entre diabladas, chonguinadas y sayas ocupando la plaza para presentar su espectáculo. Automáticamente me hizo recordar a Buenos Aires en el mes julio, cuando la Av. De Mayo fue ocupada por muchas delegaciones de bailarines bolivianos que recordaban a su patria en una fiesta comunal. 






Dejamos la Plaza para irnos a la iglesia de San Francisco y la Tercera Orden que se encuentran juntas (es más había un pasaje que las unía, ahora luce cerrado el pasaje). San Francisco tiene una de las más imágenes más bellas de la Dolorosa. Es conjunto religioso entorno a la Plaza del mismo nombre (https://terandes.com/es/blog/arequipa/san-francisco/). Sé que cuenta con un museo, pero esto ya será para la próxima vez. Cuando nos dirigíamos al aeropuerto, me informaron que una tía muy querida estaba muy grave. Un año cargado de viajes y reencuentro, pero también de penas y partidas.







Ana María y yo nos despedimos efusivamente, pero triste por la noticia de mi tía. Felizmente iba a hacer una breve escala en Lima para ir a Trujillo. Fin del viaje. Espero que con mis amigos de antaño nos volvamos a ver pronto, muy pronto.









sábado, 16 de diciembre de 2023

AREQUIPA, LOS PLIEGUES DE LA MEMORIA (CRÓNICA DE VIAJE AL PASADO)

  




02 de noviembre: tras una buena amanecida de varios, algunos nos fuimos levantando temprano. El lugar es muy tranquilo y el tiempo pasa lentamente. En este rico valle de La Joya han ido surgiendo espacios como Valle Hermoso y rescatando esos antiguos lagares vitivinícolas que surgen gracias a una buena producción de pisco; además se están construyendo conjuntos habitacionales y la existencia de una gran laguna de recreo artificial. Aquí información del lugar: https://destino-arequipa.com/la-joya/. Aquí información de la laguna que es un club exclusivo: https://clublagunalajoya.pe/servicios-de-calidad-arequipa/. La Joya es una zona muy rica y disputada por su potencial. Luego del suculento desayuno con panes de tres puntas y solterito de queso, un grupo de personas nos pusimos a conversar sobre la realidad de este valle, los proyectos truncos y los grandes hechos de corrupción que detuvieron el avance de este. Aquí información de los soñados proyectos (https://peruconstruye.net/2021/04/30/arequipa-proyecto-hidrico-beneficiara-a-10000-pobladores-del-valle-de-la-joya/) y las acciones corruptas que involucran a autoridades (https://elbuho.pe/2023/03/las-pampas-de-la-joya-el-sueno-de-un-proyecto-agricola-que-acabo-en-pesadilla/). La posesión de la tierra atrae a muchos inescrupulosos que se dedican a tráfico de terrenos, situación que también vemos en La Libertad. Las historias contadas en la sobremesa eran muy interesantes y, a la larga, son el lastre que impiden que esta zona se desarrolle de manera más sostenibles para todos. Además, hay una base aérea militar potente que iba a ser el pivote de la guerra trunca de 1976. Cuenta con un espacio de mantenimiento para naves aéreas de origen ruso (https://www.youtube.com/watch?v=UdRXyB-ieII). Encontré esta noticia interesante (https://www.infodefensa.com/texto-diario/mostrar/3127595/peru-alquilara-60000-m2-base-aerea-joya-empresa-minera-spcc). Hasta antes del almuerzo, hubo un grupo animado que estuvo jugando cachito y alguien vino con higos frescos: el lugar tenía varias higueras que estaban ya dando frutos. Me acerqué a ver si había más; y sí, los había ya maduros y listos para comer. En el Norte peruano no hay muchos higos, los encontramos con cierta regularidad en Cajamarca; pero Arequipa sí tiene una producción regular y sostenida. Aquí dos artículos sobre este fruto que en realidad es ¡una flor! (https://buenazo.pe/notas/2021/03/04/temporada-higos-cultivo-propiedades-usos-307) (https://www.machupicchuterra.com/es/guia/flora-fauna-arequipa/#higo). Este artículo, aunque ya antiguo, tiene información importante sobre este cultivo (https://agraria.pe/noticias/por-que-es-cada-vez-mas-dificil-encontrar-11957). Aquí la explicación de por qué el higo es una flor: https://infoagro.com.ar/higos-es-una-flor-o-una-fruta-seguro-que-a-esto-no-lo-sabias/. Entramos pocas personas a darnos un nuevo chapuzón en la piscina, pues llegaba el almuerzo: pastel de papa y rocoto relleno. De chuparse los dedos (https://www.youtube.com/watch?v=93Jtf2t6Yq0). Ya después del opíparo almuerzo se hizo una buena sobremesa y prepararnos para retornar a Arequipa. La idea es regresar temprano para evitar el tránsito pesado, pues ya no era día feriado. La llegada fue la casa de Ramiro Guillén, el punto del cual partimos el día anterior. Gracias a Miguel Pacheco, pidió a su hermano para que me lleve en su auto a la casa de Ana María. Ya en casa, cenamos algo ligero pues al día siguiente teníamos las celebraciones por nuestros 50 años en el colegio.




03 de noviembre. Me levanté temprano. Había llevado ropa formal para las ocasiones. Pedí prestado a Ana María un maletín más sencillo para llevar las cámaras. Luego de un buen desayuno, Ana María me llevó gentilmente al colegio, fui temprano para ver cómo se desenvolvía las cosas. Lentamente, iban llegando los amigos de antaño, algunos con sus esposas. Pronto nos fuimos acomodando para la entrada al Patio de Honor, lugar donde íbamos a empezar las celebraciones de ese día. Hacía un sol brillante, agresivo diría yo; no había llevado bloqueador y la calva se iba a exponer a ese sol abrasante. Felizmente, Roy Cárdenas, quien vive en Tacna, llevó unas cristinas que me sirvieron para protegerme de la radiación solar. Algunos llegaron sobre la hora. La marcha fue con algunas canciones de antaño. Lo bonito era ver a los chicos y chicas (ahora es colegio mixto) observando a estos hombres ya viejos, abuelos, con canas o calvos, con achaques, esos hombres que alguna vez corrieron por ese patio en el que jugábamos básquet, donde nos formábamos cuando oíamos la campana (¡aún estaba ahí!) u oíamos la música que se pasaba por la radio del colegio en la cual estuve en algún momento comprometido. El colegio tiene ahora una nueva construcción, pues el anterior edificio quedó muy dañado por el terremoto del 2001 (https://www.lasalle.edu.pe/) (https://www.lasalle.edu.pe/una-historia-que-contar/). La ceremonia fue simpática, evocadora; habíamos asistido varios exalumnos; a algunos los veía exactamente 50 años después. De todos nuestros profesores de antaño, sólo sobrevivía Jorge Pacheco, quien había sido también mi vecino y lo había visto alguna vez en Lima en una reunión escolar que ahora ya se extravió en mi memoria. Íbamos hablando sobre algunos profesores que ya nos dejaron. Una narración que me conmovió fue la vida del profesor Mansilla, nuestro profesor de Física; él había fallecido recientemente pasado los 100 años de edad, su hija estaba apenada, pues no había asistido nadie a su velorio o su sepelio; nadie quedaba vivo de sus amigos o colegas. Fue un momento de dolor silencioso de esos momentos que te pueden dar la vejez y la soledad. Nos quedamos un rato más en el patio para tomarnos fotos para luego ir hacia la capilla. En el camino cruzamos el salón de la entrada donde estaban los retratos de los antiguos directores y vimos los rostros de los hermanos que nos habían enseñado en nuestros tiempos escolares. Nos íbamos cargando de mucha nostalgia. Luego nos fuimos a la capilla y en la base del altar estaban los retratos de varios excompañeros que habían fallecido. Luego de la misa, se procedió a entregar los retratos consagrados a sus viudas, hijos o nietos. Este fue un momento que sí nos arrancó algunas lágrimas. Era la memoria que nos iba embargando a todos; se nos cruzaban los recuerdos de esas personas que compartieron con uno diversos momentos, buenos y malos, en las aulas, en el patio, en los paseos: Rodolfo Landa, Tucán Valencia, Manotas Álvarez, Mono Acosta, Huevo Andrade, Julio Salas, Pollo Lizárraga, Maroquito Álvarez, Velásquez… Como dice la canción Los hermanos: “y en nosotros, nuestros muertos pa´que nadie quede atrás”. De ahí salimos a dejar una ofrenda floral a los Hermanos que nos enseñaron en nuestros años mozos. Después del brindis, nos fuimos a la clase del recuerdo, un espacio en el que nuestro exprofesor Jorge Pacheco nos dedicó una bonita reflexión: empezó con un recuerdo que involucraba a Fernando Barreda, quien es un destacado oncólogo, un recuerdo que nos mostró la importancia de los vínculos humanos, esos que te rescatan de las oscuridades y que construyen los puentes necesarios para sentirse querido, tener el espacio de pertenencia, tan necesarios para cada uno de nosotros. No faltaron las chanzas; Carlos Díaz nos obsequió un texto escrito por Patricio Ricketts Rey de Castro: Arequipa. Nos tomamos las últimas fotos de rigor y salimos para ir a almorzar: algunos tenían otros compromisos, pero hubo un grupo nutrido con los que nos fuimos a almorzar a La Embajada Arequipeña. Salimos con los hermanos Zegarra Ballón y Miguel Valdivia al lugar con las indicaciones respectivas. Había un buen espacio de estacionamiento. Los platos sí son generosos. Pedí un solterito de queso y un pastel de papa. Opíparo, era necesario un anisado, pero prohibición fatal. Salimos relativamente temprano del lugar, Daniel Ríos me dio un aventón hasta casa de Ana María. Con ella acordamos salir para ir a hacer unas compras, cenar en El Turco y tomar un té en el Museo del Pisco.







Nos fuimos en su auto hacia el centro; cerca del Club Arequipa, lugar donde sería la última actividad de los 50 años, hay un estacionamiento estratégico. Arequipa ha decidido cerrar el acceso a vehículos al corazón arequipeño, la plaza de armas. Sólo se puede acceder por la calle Santo Domingo/ General Morán/ Pte. Bolognesi. Esta fue una de las medidas que se implementó para conservar el Centro Histórico de la Ciudad, tras la designación de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Este nombramiento ha impedido que su centro haya sido destruido sistemáticamente como sucede en otras ciudades, grandes y pequeñas, de nuestro país. Trujillo ha intentado varias veces esa designación, pero el deterioro es tal y la poca conciencia, incluso de sus autoridades, juegan en contra de ese logra que lo tienen Lima, Cusco y Arequipa. El año pasado que estuve en Cusco vi el lento deterioro por las construcciones inacabadas y poco armónicas que están surgiendo alrededor de las colinas que rodean el centro histórico cusqueño. Cuando estuve en 2013 se había implementado la medida de restricción para el tránsito en general y vi las intentonas de huelgas de los taxistas; felizmente no prosperaron y la ciudad puede ser visitada sin el peligro de una combi asesina, una custer manejada a la loca y taxis que están sonando su claxon persistentemente para llamar clientes. Como lo que vemos aquí en Trujillo, una verdadera pesadilla. El sentido de autoridad se impuso y bueno ahora Arequipa es una ciudad bonita y que causa envidia a los demás peruanos (https://patrimoniomundial.cultura.pe/sitiosdelpatrimoniomundial/centro-hist%C3%B3rico-de-la-ciudad-de-arequipa). Caminamos con Ana María en dirección al Puente Bolognesi a ver una tienda de cueros; ella es una asidua cliente; compré para mi esposa María varias cosas como cartera y otros detalles femeninos. En nuestro andar vi viendo las casas que recordaba de mis tiempos de niñez; es una calle en la que hay muchas tiendas de instrumentos musicales y artículos de cuero, como la tienda a la que fuimos. Luego de la compra nos fuimos por el Tambo del Solar. Entramos por la Puerta del Puente. Estos tambos fueron reconstruidos a los inicios de este siglo; en mis épocas escolares estas zonas estaban derruidas, ahora son un espacio obligatorio para visitar (https://encuentro.pe/fotorreportaje/tambos-riqueza-arquitectonica-de-arequipa/) (https://www.vivearequipa.com/tambos/) (https://argumentos-historico.iep.org.pe/articulos/los-tambos-de-arequipa/). En este tambo nos encontramos con la Capilla del Solar en la que había una ceremonia en la que participaban los feligreses y un grupo de cantantes de tuna (https://encuentro.pe/fotorreportaje/el-tradicional-barrio-del-solar/). Salimos a la calle San Agustín hasta la Plaza de Armas; fuimos por el Pasaje de la Catedral donde compré unas estampillas peruanas. Qué recuerdos filatélicos. Bajamos por el Portal de Flores y pregunté sobre el Banco de Crédito, quería sacar efectivo. Fui al cajero automático y retornamos por la calle Mercaderes que ahora es totalmente peatonal. En la esquina entre Mercaderes y San Francisco hay una tienda de Antojitos Arequipeños. La visita fue fructífera, pues compré varios regalos para casa (https://arequipa.app/pastelerias/antojitos-de-arequipa). Luego nos fuimos a cenar a El Turco (https://elturko.com.pe/). La comida es saludable, el postre que pedimos es baklava que recordaba de mi viaje a Israel. Es un lugar al que hay que ir cuando uno visita Arequipa y está en pleno centro. No van muchos extranjeros, pero sí locales, pues los precios son módicos y hay propuestas fusión como puede verse en su carta. Todo con un delicioso té. Entre las restricciones por mi operación no puedo consumir cítricos, ni alcohol, ni chocolate, ni café. Los buenos placeres de la vida me están negados… momentáneamente.

Nos fuimos a recoger el auto de Ana María e ir a casa. Al día siguiente iríamos a la Ruta del Sillar.