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Trujillo, La Libertad, Peru
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viernes, 8 de diciembre de 2023

AREQUIPA, ESOS 50 AÑOS (CRÓNICA DE VIAJE)

 



Un viaje a mi historia personal, una historia compartida con casi un centenar de los entonces jóvenes que se graduaron un diciembre de 1973. Desde hace un buen tiempo, en el grupo de WhatsApp de amigos graduados en el Colegio La Salle y emigrados por diversas partes del país y del mundo, se venía organizando el reencuentro para celebrar nuestras Bodas de Oro en un programa de cuatro días en Arequipa. Gracias al tesón de Augusto Vargas y otros compañeros se armó un programa que empezaba el 01 de noviembre y culminaba el sábado 04. En octubre, por razones de salud tuve que hacerme una operación a las cuerdas vocales y comencé una lenta recuperación que consistía principalmente en una rigurosa cura de silencio. Dos semanas de descanso me ayudaron a avanzar, pero no fue suficiente. Sin embargo, esa condición no iba a impedir este ansiado encuentro al cual, incluso, había pedido a Miguel que fuera en mi reciente visita a Bs As. Como la jornada empezaba con un viaje a La Joya muy temprano el 01, decidí partir un día antes, el 31 de octubre desde Trujillo.

31 de octubre. El día empezaba con una visita a la clínica para comenzar mis muestras de sangre (a mi retorno hice las necesarias tomografías para el tratamiento que debo seguir) las hice a las 7 de la mañana. Luego fui a tomar mi buen desayuno y con María nos dirigimos al aeropuerto. Me dejó para empezar mi periplo. En Arequipa me esperaba Ana María Cuadros en cuyo departamento me iba a quedar. Retornar a Arequipa siempre es un viaje a ese pasado en el que mi núcleo familiar de 6 miembros compartimos en esa ciudad. Mi vida escolar está toda entre dos colegios: el Niño Jesús de Praga y La Salle. El colegio marca tu vida, tu memoria y muchos puntos de referencia en el tiempo. En el caso del primero, cuando estuve en Praga en 1990 durante una caminata entre a una iglesia un poco en penumbras acompañado de un amigo ocasional; a este le contaba sobre la imagen que recordaba del Niño y, de pronto, en una zona iluminada vi a la pequeña estatuilla. Le conté a mi compañero sobre mis años escolares iniciales, me acerqué a ver la placa y, para sorpresa mía, estaba escrita tanto en checo como en español, pues la imagen era un regalo del embajador del Perú en la entonces Checoslovaquia (https://deviajeapraga.com/la-iglesia-del-nino-jesus-de-praga/) (https://www.prague.eu/es/objeto/lugares/109/iglesia-de-nuestra-senora-triunfante-nino-jesus-de-praga-kostel-panny-marie-vitezne). Pasé a La Salle en segundo de primaria. Ahí iba a crear mi círculo de amigos, muchos de los cuales íbamos a vernos en estos días.

Volvamos al viaje. No hubo retrasos; en el vuelo de Trujillo a Lima me encontré con varias personas con las que tuve que conversar poco; en el aeropuerto de Lima fui a almorzar al Tanta para ver si tenía suerte con mi extraviada boina. No podía hablar mucho. El vuelo a Arequipa estaba a la hora; cuando estaba por pasar la revisión de mi boleto de abordaje me comenta el ayudante que estaba en la primera fila; empezaba bien el viaje. Llegamos puntuales a Arequipa, recogí mi equipaje y Ana María estaba esperándome. En el trayecto a su casa (cruzamos media ciudad más o menos), me iba contando todas las cosas que habían pasado. Era ponerse al día. En el trayecto pude constatar la tragedia arequipeña: su tráfico. Pese a los viaductos y el puente Chilina, el tráfico es una pesadilla. Ana María me comentó del riesgo de la exposición solar y los cambios de clima. La radiación ha ido incrementando en los últimos años (https://elbuho.pe/2022/11/arequipa-se-registran-indices-extremos-de-radiacion-en-la-ciudad-y-seguiran-en-aumento/) (https://www.radioyaravi.org.pe/noticia/Regional/arequipa-soporta-altos-%C3%ADndices-de-radiaci%C3%B3n-solar-5098). Había llevado piyamas gruesos y me sugirió comprar unos más ligeros. Así que me propuso ir de compras al Parque Lambramani, un gran complejo de tiendas. Pero iba a ser testigo de las locuras de la ciudad: la celebración de Halloween. Primero compramos pan y me instalé en su departamento y vi lo que iba a necesitar: una casaca ligera para la visita a La Joya, lentes de sol y los piyamas. Ana María es una buena compradora, husmea dónde hay cosas que tienen las tres B: buenas, bonitas y baratas. Lambramani es un mall con todo, bien surtida y con muchas tiendas de cosas que se producen en la zona como ropa de lana, chocolates, licores entre otras cosas (https://arequipa.outletarauco.pe/servicios/ascensor). Pero con la tendencia del comercio digital, ¿sobrevivirán estas grandes tiendas en el tiempo? Ya USA ve muchos de estos complejos cerrados y migrando al comercio digital, entre otras situaciones post pandemia; esto ya es un indicador a tomar en cuenta (https://www.merca20.com/problemas-marketing-walmart/) (https://www.youtube.com/watch?v=8A6Eqz370M0). Salimos temprano para ir a su colegio (es directora del colegio Innova) y ver las compras de lentes en el Mall Porongoche, lugar donde antaño estaba el hipódromo de esta ciudad. También es un inmenso complejo de tiendas (https://mallaventura.pe/arequipa) y nos topamos con una ruidosa celebración de Noche de Brujas. Veías no sólo a niños disfrazados, sino a familias completas. Pero el colmo lo íbamos a experimentar en la cena. Ana María había hecho la reserva para nosotros en el Zigzag, lugar al que ido cada vez que he venido a esta ciudad. Nos cambiamos rápidamente para ir al centro histórico. El trayecto fue una locura; no sólo el tráfico sino la cantidad de gente que iba por las calles disfrazadas con indumentarias extravagantes. Me sorprendió ver gente mayor que iba disfrazada, una suerte de carnaval en el que todos se visten como les dé la gana. Por esta razón hubo muchos policías para evitar que cualquier facineroso no aproveche la ocasión para hacer de las suyas. Entre las personas disfrazadas y los policías, las calles, bares, clubes, restaurantes estaban a reventar. Una locura. Tan loco que Ana María me tuvo que dejar cerca del Zigzag para no perder la reserva. Tuve que esperarla más de 35 minutos para que llegue al restaurante. El Zigzag es un restaurante que no ha perdido su calidad (https://zigzagrestaurant.com/). Por esta operación y mi tratamiento por mis cuerdas vocales no puedo comer chocolate, ají, ni ingerir ácidos, ni alcohol. No puedo comer cebiche, ni tomar vino ni un delicioso chocolate de La Ibérica. Pero puedo darme otros gustos como carne y pescado. El menú te ofrece buenas alternativas. Recomendable (y lo que pedimos): Antipasto alpandino, el trío clásico de carnes para ella y para mí, un generoso filete de trucha. Me limité a mis infusiones…Oh, frustración. Terminamos de cenar y salimos para tomar un taxi con el fin de recoger el auto. Estaba estacionado bastante lejos del centro. Nos fuimos a casa a descansar. Aunque al día siguiente, era feriado por los planes teníamos que ir temprano a la casa de los padres de uno de la promoción, pues era el punto de reunión que llevaría a los 18 muchachos a La Joya.




01 de noviembre: nos levantamos temprano. Según la comisión organizadora del reencuentro, nos deberíamos reunir a las 7:15 am en casa de los padres de Ramiro Guillén en Umacollo.  Ana María pidió un taxi para poder ir al lugar referido. Como era día feriado, cruzar la ciudad no era tan penoso que si hubiera sido un día regular. La casa de nuestro amigo queda cerca del Parque del Maestro. Llegué a una hora prudencial y, al bajar, veo a Augusto “Negro” Vargas y otros más ya preparando las cosas para la partida: íbamos prácticamente por dos días a escapar lejos del mundanal ruido. Algunos tuvieron que desistir a última hora por problemas de salud, sea de ellos o de sus familiares, o por otras razones. Hacía pocos días, dos amigos nuestros fueron intervenidos y su estado de salud estaba en el umbral de la estabilidad. Así que el encuentro fue bastante emotivo, pues muchos hicieron un alto en sus trabajos y responsabilidades para dar espacio a la memoria, a la nostalgia, a la alegría de estar vivos y poder reírnos de las anécdotas y todo lo que compartimos en las aulas lasallanas hacía más de 50 años. Ya todos sabían de mi operación, así que me decían a cada rato que no hablase, pero la emoción era más. Tenía que comprar un cortaúñas, mientras muchos iban a comprar el famoso pan de tres puntas, toda una especialidad que mi familia lleva en la memoria. Ese pan le gustaba a mi padre y madre. Me dirigí hacia la Av. Víctor Andrés Belaunde donde había una farmacia abierta. También quería enjuague bucal. Una vez hecha mi diligencia me fui nuevamente hacia el grupo. Ya cargando todos los maletines y un parlante para la noche de fogata, nos fuimos a nuestro destino. Personalmente, era la primera vez que iba a La Joya, era todo un descubrimiento personal. Comenzamos con algunos cánticos recordando nuestra vida escolar. ¡Nos acordábamos de todos! En el camino pasamos al lado de un restaurante al cual iríamos al día siguiente. Arequipa es una ciudad grande y toma tiempo salir de la misma: nos íbamos hacia la Variante de Uchumayo, ruta por la cual no pasaba desde 1970. Años. La Variante ha mitigado un poco el tráfico de entrada/salida de la ciudad, pero ya está insuficiente, habida cuenta de que no la han concluido. Esta debe extenderse como una verdadera autopista hasta el peaje y mucho más allá ¿Será suficiente para la ciudad y el nudo vial que es también entrada hacia Cusco y Puno? Aquí notas de diversos diarios en diversos años dando cuenta de este problema: https://diariocorreo.pe/edicion/arequipa/la-variante-de-uchumayo-un-monumento-a-la-desidia-noticia/, https://encuentro.pe/actualidad/destacadas/los-excesos-que-deja-la-variante-de-uchumayo/. Aquí un video que muestra diversas partes, aunque data de hace 4 años (https://www.youtube.com/watch?v=iZAYiWuDpYg&t=5s). Una de las cosas que uno ve con frecuencia en las rutas peruanas y en otros países latinoamericanos es la cantidad de cruces que marcan el lugar donde una o más personas murieron en un accidente de tránsito; había muchísimas cruces. Este texto es mexicano y explica el vínculo de los deudos con el fallecido (https://www.digitalmex.mx/municipios/story/10162/cruces-de-carretera-el-recuerdo-de-la-muerte). Aquí un texto sobre la realidad brasileña: https://pairevistaetnografia.wordpress.com/numeros-anteriores/122021-2-lo-invisible-es-cotidiano/las-cruces-en-las-carreteras-un-ejemplo-de-relacion-con-la-muerte/. Estos textos abordan el tema desde otra perspectiva sociológica en la que no salimos tan bien parados (https://elcomercio.pe/somos/historias/dia-mundial-en-recuerdo-de-las-victimas-de-accidentes-de-transito-por-que-los-peruanos-son-considerados-tan-malos-conductores-noticia/?ref=ecr#google_vignette) (https://www.infobae.com/peru/2023/08/14/menos-cruces-en-las-carreteras/).  Seguimos nuestro camino hasta llegar una zona que se llama Repartición, una vía que es el acceso a la mina Cerro Verde y que también sirve para llegar a Arequipa, pero para vehículos menores. Cerro Verde es una mina que produce cobre y molibdeno (casi el 34 % de la producción nacional). Aquí su página virtual: https://www.cerroverde.pe/mineria-cobre-molibdeno-arequipa-minera-nosotros. Navegando en internet encontré esta página que habla sobre el cobre:  https://larutadelcobre.com/tabla-periodica-de-los-elementos/. Perú y Chile son los grandes productores de este mineral en el mundo. En cuanto al molibdeno, pues sí, había oído de este metal, pero no sabía nada más que de su existencia. He aquí información al respecto (https://www.lifeder.com/molibdeno/). Perú es el cuarto productor mundial de este metal: https://es.metallirari.com/10-paises-mas-importantes-productores-molibdeno/. Sigamos nuestro periplo. Nos íbamos a la panadería El Hornito, que se encuentra en el km. 48 de la Panamericana Sur, zona llamada La Repartición. Aquí sí hubo un problema logístico, por lo que decidimos partir sin comprar los famosos panes; lo que sí compramos fue chicharrones de las vivanderas. En el trayecto varios iban contando ese último año en el que varios de los chicos habían estado participando en el ejército u otra arma como parte de las actividades del servicio militar; eran años tensos y Arequipa era un centro desde el cual se armaba una posible campaña bélica contra Chile; los años de Velasco y un sentimiento revanchista. Este es un breve documental con la versión chilena (https://www.youtube.com/watch?v=QX0ySWlj0BI); y esta es la entrevista de un excapitán peruano, Eloy Villacrez Riquelme; parte de este material fue usado en el video anterior (https://www.youtube.com/watch?v=vG-I6XcitPQ). Ese año estuvimos al borde de la guerra. 






Ahora sí nos íbamos primero al Viñedo Casta de León o también conocida como la bodega El Socabón (así con b larga). Esta está en la famosa ruta del pisco, una de las tantas (cuando estuve en Tacna quise hacer una que iba desde la misma ciudad). Esta se denomina la Ruta Sur de un proyecto que se denomina La ruta del pisco de Arequipa (https://skyperu.com/ruta-del-pisco-arequipa/) (https://destino-arequipa.com/ruta-del-pisco/).  Se escogió la bodega El Socabón, la que se encuentra en el Valle de la Concepción de Vítor, aunque hay muchas más. En un principio, el conductor se había extraviado, pero luego nos encaminamos. La ruta es muy interesante, pues vamos entre valles rodeados por dunas. La bodega es considera un patrimonio histórico, pues tiene tinajas desde la época de la colonia. En estas se almacenaba el vino que era consumido en varias ciudades de entonces y en la actualidad produce un pisco de buena calidad (https://encuentro.pe/deportes/bodega-el-socavon-y-sus-tinajas-las-mas-antiguas-de-america/) (https://www.youtube.com/watch?v=HQ_q8o_t2Dw), así como vino. Comenzamos con una visita guiada a las bodegas y las preguntas, sobre todo de Fernando Ballón, iban y venían. Luego del guiado por tinajas (tienen 32, siendo la más antigua del año 1681), lagares y alambiques, fuimos a catar el pisco y el vino (https://www.youtube.com/watch?v=wiBm4oO5hBU) y también el maridaje necesario con quesos, uva, frutos secos y pan. Personalmente sólo podía oler y apreciar visualmente el pisco y los vinos que ofrece bajo la marca Casta de León. Ahí almorzamos todos con deliciosas chuletas de chancho con ensaladas, papas. Comer ese delicioso ají molido era una tentación, pero todo eso estaba prohibido para mí, sólo tomar agua y comer frugalmente. Ni modo. 




Terminado nuestro almuerzo, nos fuimos al Fundo Valle Hermoso. Lugar simpático para reposo, descanso y olvidándonos de todo. Tuvimos un percance para ingresar al fundo. La ruta no permitía el acceso del bus; ubicamos nuestras cosas y luego bajamos para ayudar a sacar el bus que se había estancado en la entrada. Una vez terminado esto, nos fuimos a cambiar. No había llevado traje de baño, pero gracias a Ramiro Guillén, prevenido él, había llevado dos truzas y así pude entrar a la piscina. Muchos estuvimos divirtiéndonos en el agua, aunque fría, lo suficientemente agradable para disfrutar una tarde simpática. Luego vendría la parrillada y, por último, la música. Algunos de mis amigos comentaban en broma que los iba a acompañar en el canto, pero me era imposible. Ya la euforia los estaba ganando, pero mi condición me impedía participar activamente en la música y la celebración. Me retiré a dormir temprano, el grupo se quedó hasta las 3 de la mañana. Habíamos venido para volver a esos bellos años cuando éramos imberbes y despreocupados. Fin de nuestro primer día de celebraciones.







4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gerardo esta muy bien platicado y escrita la crónica de los 50 años, con todo y datos complementarios felicidades esperamos los demás días, gracias y saludos yes

Anónimo dijo...

Volver a reunirse, amigos de la juventud, es revivir lo que nunca murió. Lindo Gerardo!

Anónimo dijo...

¡Felicitaciones por tan bella trayectoria y sobre todo por la forma de plasmar sus recuerdos ! Estos reflejan emoción y algarabía.Éxitos para usted siempre.

Anónimo dijo...

Excelente narracion que hace vivir los momentos experimentados.