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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 17 de noviembre de 2019

NUEVA VISITA A GOCTA




Lunes 22 de julio. Cataratas de Gocta. El día anterior ya había hecho los arreglos con Eduardo en la agencia para ir a las cataratas. Ambos íbamos a repetir el plato, pero ahora mejores premunidos y preparados para la marcha. El bus salió temprano con muchos turistas de todas partes: había chilenos, franceses, varios peruanos. Maria había decidido quedarse en el hotel, pues estaba fatigada del día anterior y tenía, además, material pendiente de la universidad. Con nuestra mochila, las cámaras y todo lo necesario nos íbamos a recorrer este interesante lugar.
Nuestro destino era Cocachimba, un pequeño poblado que se haya a un poco más de 42 kilómetros de Chachapoyas. La carretera es asfaltada, pero tiene un tráfico intenso por lo que llegar a este lugar te puede tomar más de una hora. Cocachimba hasta hace 20 años era un poblado de 200 personas aproximadamente. Ahora con el boom de las cataratas de Gocta, el lugar ha crecido e, incluso, tiene los mejores hoteles de la Región Amazonas. Gente con mucha visión comenzó a comprar terrenos a muy bajo costo para el futuro boom que previeron. Ahora hay simpáticos hoteles, pues mucha gente prefiere este lugar para descansar, poder visitar las cataratas con calma y dedicarse al “dolce far niente”. La oferta hotelera es buena y cuando estuvimos ahí vimos que estaban llenando su capacidad. Ahora tienes más restaurantes y con variada oferta. Antes de hacer el recorrido, es importante que uno separe su almuerzo, pues íbamos a regresar con mucha hambre (como así fue). En esta oportunidad alquilamos unos bastones de madera que iban a ser de mucha utilidad tanto para el ascenso como el descenso. Nos reunimos todos los viajeros; algunos iban a ir a caballo, otros a pie; nosotros decidimos ir a pie para hacer buen ejercicio. La marcha del día anterior nos había entrenado, así que salimos a buen trote. En el viaje te das cuenta de muchos detalles; los peruanos somos turistas de poco caminar, mientras que los viajeros son de un buen y sostenido trote; en realidad, el extranjero se informa mucho sobre el lugar que va a visitar para no encontrarse con sorpresas. Muchas personas confunden Chachapoyas como una zona selvática en la que hay mucho calor y, luego, sufren las consecuencias. He ido ya varias veces a esta zona y he visto más de un pobre turista muriéndose de frío. Ya preparados y manejando nuestros tiempos, Eduardo y yo salimos a nuestra meta: la catarata. El camino fue tranquilo en un inicio, había aún energías. Casi al inicio, vimos varios fósiles. Felizmente no hacía mucho calor ni había un sol aplastante. La primera vez que estuve desconocía el trazo de este territorio, sus pendientes y lo tortuoso de algunos tramos del camino. Tras casi tres horas de caminata, llegamos a nuestra meta. La catarata es vista desde muchas partes de la ruta; pero, a medida que uno se acerca a la misma, las dimensiones sí son impresionantes. La caída de agua, nos comentan es más abundante y el ancho de la misma más visible en los meses de verano, pues hay fuertes lluvias. Nos habían indicado que este lugar tiene dos sitios a visitar, puesto que el primer “tramo” de la catarata forma un pequeño lago desde el cual cae el segundo “tramo”. Por eso hay un hotel hecho por un norteamericano que falleció sin ver culminado todo su proyecto. Creo que una próxima visita bien vale la pena hacer la marcha desde ahí. El día anterior habíamos visto la trayectoria cuando estuvimos en el Pueblo de los Muertos, que halla literalmente al frente de este notable lugar.






Al llegar al lugar, en esta oportunidad tuvimos más tiempo para disfrutar el lugar y hacer más fotos que la anterior oportunidad. Hubo algunos jóvenes que se metieron en las frías aguas, pero el caso más notable fue el de una señora madura que decidió darse un chapuzón (bueno, eso parecía). Iniciamos el camino de retorno de manera pausada, pues ahora sí había buenos tramos de ascenso. Casi a mitad de camino, nos pescó un fuerte aguacero, justo en el puesto que usan para dejar las mulas de carga. Nos quedamos un rato ahí guareciéndonos, hasta que amainando la lluvia. Continuamos con nuestra marcha y en el trayecto nos encontrábamos con más personas que iban hacia la catarata. Nuestros ponchos de plástico nos salvaron de quedar hechos una sopa. ya casi llegando, hicimos un alto para tomar un delicioso juego de caña de azúcar, tonificante, reparador. Al llegar a Cocachimba, nos fuimos a almorzar pues teníamos un hambre voraz. Lo bueno de estas zonas es la abundancia de sopas y caldos que levantan hasta el más muerto; un buen almuerzo sustancial con trucha frita. Como comentaba al inicio de esta crónica, la oferta de hoteles, restaurantes y cafés ha incrementado notablemente y es una buena señal de desarrollo para los lugareños que han encontrado nuevas formas de ingresos económicos en sus vidas. Incluso las rutas de acceso, aunque aún no asfaltadas, han mejorado ostensiblemente. El retorno fue tranquilo, muchos regresábamos dormitando por el exigente esfuerzo físico desplegado. Aquí datos del lugar: https://www.conservamospornaturaleza.org/noticia/ruta-al-valle-de-las-cataratas/. Otro más: https://www.rumbosdelperu.com/destinos/13-08-2017/travesia-a-gocta-la-catarata-que-toca-el-cielo/. Aquí en una nota del Diario El Comercio, se habla sobre esta catarata y otras en Perú: https://elcomercio.pe/vamos/peru/gocta-cataratas-viajero-debe-conocer-peru-noticia-579133-noticia/?foto=6.



Al llegar a Chachapoyas, fuimos al hotel a ver a María. Había almorzado con la señora Reyna. Muy simpática. Por la noche había quedado cenar con mi exalumno de la UPN, Leonardo Rojas y su esposa. Nos íbamos a cenar a una pizzería que resultó ser todo un descubrimiento: La Esquina Artesanal Pizzería. La carta es muy variada y ha logrado una interesante fusión de la tradicional comida italiana y los insumos de la región usando chorizos de la zona y otros deliciosos ingredientes. Muy bien. Debe de mejorar, eso sí, su infraestructura en servicios para poder satisfacer una buena demanda en una zona cuyo potencial turístico crece cada vez más. Aquí su página: https://laesquinaartesanal-pizzeria-trattoria.negocio.site/.


Luego regresamos a pie a nuestro hotel para descansar y estar listos para nuestro último día. En el camino, Leonardo nos mostró los errores de la intervención hecha en la plaza de armas y su pileta republicana. Nos contó que hay algunos pueblos abandonados que han tenido bellas piletas que datan de la colonia y que se pierden con el tiempo y desidia. Aquí más datos de esta simpática ciudad: https://www.reinadelaselva.pe/pastillitas/28/plaza-de-armas-de-la-fidelsima-ciudad-de-chachapoyas-parte-i.
Así terminamos nuestro penúltima día en Chachapoyas.





CLAROSCURO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 17 DE NOVIEMBRE)


La semana cierra con dos eventos que podríamos verlos dentro de un amplio espectro de contraste que dependen del cristal con que los veamos.
El primero lo llamaremos Lamento boliviano. Las elecciones presidenciales realizadas el 20 de octubre tuvieron un inicio turbulento, tras un cúmulo de errores que provocó una serie de suspicacias, adversas al entonces presidente, Evo Morales Ayma al variar resultados que indicaban una segunda vuelta. Un conteo irregular de votos y una suspensión de dicho conteo tenían como antecedente a una cuestionada candidatura de Evo generando malestar por la figura de reelección (tan tristemente recordada por muchos peruanos). El cambio de reglas molestó a muchos ciudadanos, incluso a aquellos a quienes la figura y liderazgo del expresidente boliviano les genera total simpatía. La reacción popular era comprensible desde el punto de vista de la ruptura del juego democrático. Dada la reacción, Evo aceptó la segunda vuelta con el fin de atenuar una escalada de violencia en una sociedad marcada por hondas diferencias sociales y una pesada carga racial que movilizan a grupos adversos al liderazgo del partido MAS y Evo. Pero se abrió la caja de Pandora. La reacción de grupos religiosos y extremadamente racistas afloraron en diversas partes del país llegando a La Paz. Ver a líderes políticos, como Jeanine Añez, con crucifijo o Biblia en mano acompañados de un lenguaje cargado de mesianismo y verticalidad despertó temores entre muchas personas e instituciones por las consecuencias que una situación como esta podría generar en Bolivia por la gran presencia de población indígena que preserva una identidad histórica en diversas manifestaciones cargadas de sincretismo que la misma iglesia católica ha respetado a lo largo de las últimas décadas. Carlos Mesa, contendor de Evo, debe exigir una posición clara en cuanto a las nuevas elecciones, sino Bolivia puede caer en una espiral de violencia incontenible.
El segundo tiene nombre propio: Casos Complejos. El miércoles 13 fue el Avant Première de este filme en Trujillo. En la ceremonia estuvieron el director de la película, Omar Forero, su equipo de actores y el equipo técnico. Y estuvo presente el fiscal William Rabanal, principal fuente de inspiración de la historia narrada, quien no dudó de dar unas palabras emotivas una vez culminada la proyección. Además, invitó a parte de su equipo con el cual trabajó para atacar la violencia del crimen organizada y la corrupción de las instituciones del Estado. El filme fue filmado casi su totalidad en Trujillo y alrededores, y nos muestra ese periodo de zozobra que envolvió a nuestra sociedad por las impunes acciones hechas por diversas bandas y sus cómplices en el Poder Judicial y la Policía Nacional. Es un justo reconocimiento a hombres y mujeres que decidieron no seguir la corriente y hacer su trabajo. Es una luz de esperanza que amerita ser vista por todos nosotros.
Entre la oscuridad y la claridad.

domingo, 10 de noviembre de 2019

CINISMO: MÁS DE LO MISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 10 DE NOVIEMBRE)


El cinismo es una “desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables” (RAE). Otra definición: “actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación”. El cinismo se ve en todos los planos de la vida humana: en los negocios, en las relaciones sociales; en fin, en todas aquellas actividades que implican interrelación con dos o más personas en las que haya algún tipo de transacción. Y en estas se incluye, obviamente, la política. Las prácticas cínicas en este campo no son tan recientes; muy por el contrario, es lo que ha permitido que la corrupción haya avanzado inexorablemente en nuestra sociedad; es más, es una característica esencial y necesaria en todo político corrupto a tal grado que se convierte en un patrón de su modo de pensar y actuar, y la aplica en su estilo de dirección. Es una verdadera máscara, aquella que los actores se colocaban con el fin de convertirse a cabalidad en el personaje que deberían de encarnar para tal o cual obra en el escenario. En este caso, es la máscara de cínico la que crea la personalidad (modo de pensar, sentir y actuar) de ciertos candidatos o gobernantes, por ejemplo.
Enero, elecciones 2020. Un nuevo equipo de congresistas deberá concluir el periodo vigente hasta las nuevas elecciones tanto para la Presidencia y un nuevo Congreso de la República.  Este escenario, en un principio negado por políticos y excongresistas del cerrado hemiciclo, ha generado calculadas reacciones de diversas personas que nos los están pintando en cuerpo entero. Sin ningún tipo de pudor o aceptación de los actos erróneos hechos, diversos excongresistas acometen una serie de acciones con el fin de retomar una curul, aquella que perdieron a causa de sus impenitentes acciones que llevaron a la clausura de dicho Congreso. Son, pues, una perfecta demostración de burdo cinismo. Las circunstancias hechas para facilitar el retorno de personas como Mauricio Mulder, Rosa Bartra o Yeni Vilcatoma; la renuncia de Fidel Tubino; la trasnochada y trunca alianza entre las izquierdas; el retorno de zombis como Martha Chávez; todas estas son evidencias de que los intereses de los políticos y de los ciudadanos de a pie están totalmente alejados, distanciados. Y hay que ver los de nuestra Región.
Valdría la pena ver, a estas alturas, una buena película mexicana, La ley de Herodes de Luis Estrada, la cual logró estrenarse a pocos días de las elecciones presidenciales en ese país. Este filme mostraba cómo un buen hombre se va convirtiendo en un cínico corrupto descarado al imbuirse totalmente en el mundo de la política. El filme acentuó el desplome del partido gobernante de entonces, el PRI. Esperemos que las reacciones populares vistas en esta parte del continente repercutan en nuestra conciencia electoral, hastiada de corruptos. Nuestro voto será, pues, decisivo.

domingo, 3 de noviembre de 2019

WILLKAWAÍN, MUSEO DE ARQUEOLOGÍA DE ÁNCASH: VISITAS OBLIGADAS



Viernes 07 de junio. Un viaje de estudio al Callejón de Huaylas nos permitió visitar los lugares clásicos que ofrece este siempre interesante lugar. El año pasado en julio del 2018, habíamos visitado los mismos lugares: Llanganuco, Caraz, Yungay, Chavín de Huántar, Pastorruri. Pero nos íbamos a visitar dos atractivos que no figuraron en mi visita con Maria en 2017, ni el año pasado: Wilkahuaín (Willkawaín) y el Museo de Arqueología de Áncash Augusto Soriano Infante. Éramos un grupo numeroso (36 chicos y 4 profesores) por lo que íbamos en dos buses. Nuestro primer objetivo era Willkawaín, que se halla al Norte de la ciudad de Huaraz (también conocida como Huarás). Luego de nuestro desayuno y haber dejado las maletas listas (regresábamos ese día a la 1 pm), salimos con dirección a nuestro objetivo que se halla a unos 7 km de la zona céntrica de la ciudad. El trayecto es tranquilo, el acceso a la zona no está asfaltado. Nuestro objetivo se halla ubicado prácticamente en el distrito de Paria, llamado así por el pequeño río que lo atraviesa. Imagino que este río era el que alimentaba a esta ancestral comunidad. Este sitio arqueológico de origen Huari o Wari está dividido en dos espacios interesantes. La cultura Wari es una de las grandes expansiones culturales que tuvimos en la región andina y muchos ubican sus orígenes en Ayacucho. El año pasado estuvimos en Piquillacta en Cuzco donde vimos una magnífica construcción de esta ciudadela según el modelo Wari y que se ve también en Pachacamac en Lima, así como en Wiracochapampa en Huamachuco. Una vez en el sitio, nos dirigimos al más lejano; pero nos encontramos con un pequeño problema: instalaciones del sistema de agua potable. Tuvimos que dejar los buses para recorrer un breve trayecto. La distancia entre Willkawaín e Ichi Willkawaín es de un kilómetro y habíamos recorrido un poco más de medio kilómetro; así, pues, nada relevante. Llegamos a Ichi Willkawaín que es un cementerio de esta cultura, en la que hay 15 chullpas, habiendo dos grandes con galerías. Todo se halla rodeado de un muro perimétrico. Me hubiera gustado escuchar con más detalle este interesante sitio, pero estar vigilante de los chicos no te permite disfrutar de este sitio que muchos de los jóvenes no apreciaban.  Una vez concluida la visita a esta necrópolis pequeña nos fuimos al templo principal. Las galerías nos hacían recordar a las que habíamos visto en Chavín de Huántar, pero estas eran más pequeñas. Trascribo literalmente la información que nos alcanza Mincetur: “Monumento arqueológico perteneciente a la Cultura Wari (700 a 1100 d.C.) proveniente de Ayacucho, está constituido por un templo o adoratorio principal hecho de grandes piedras y estructura rectangular, asentadas con mortero de barro y calzadas con piedras pequeñas; tiene tres pisos por debajo del nivel del suelo y dos sobre la superficie. Consta de galerías bajas y habitaciones pequeñas en su interior es oscuro y lúgubre, sus bóvedas están constituidas por grandes piedras asentadas sobre paredes. Desde el exterior con techo abovedado y puertas pequeñas orientadas a los cuatro puntos cardinales.” Ahora el lugar cuenta con un sitio de interpretación, una sala de exhibición que fue inaugurada el 2006, siendo Director Nacional del INC, Don Guillermo Lumbreras. El sitio es pequeño y contiene información museográfica del lugar. Un incidente protagonizado por unos alumnos terminó con la visita. Lástima. 





Subimos a nuestros buses con el fin de retornar a la ciudad a nuestro segundo destino: Museo de Arqueología de Áncash. El retorno demoró un poco, pues nos hallamos con una marcha cívica de los alumnos del poblado de Paria.
El museo se halla en plena plaza principal de la ciudad. Como el caso de Willkawaín, regreso a este Museo tras 27 años. La primera visita fue un poco desordenada, pues el Museo no tenía una buena museografía. Es un espacio que resume toda la historia precolombina de la zona, bastante rica y no menos interesante, pues los espacios Chavín y Wari fueron los grandes horizontes que conformaron una suerte de imperio a la usanza nuestra. Hay muestras Chavín, Recuay, Wari (de todas maneras), pero habla de algunas culturas costeras como Moche. Hasta el último gran horizonte que el Inca.  Además, cuenta con una gran colección de monolitos que se ubican en un patio – jardín, en el que podemos ver estas culturas muy líticas.








Aquí hay más datos:  http://www.arqueotur.org/yacimientos/museo-arqueologico-de-ancash-y-parque-litico.html.
Una vez concluida nuestra visita, nos fuimos al hotel a almorzar y de ahí retornar a Trujillo.



LOS JÓVENES Y LA ANHELADA JUSTICIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE NOVIEMBRE)


La semana pasada tuve la oportunidad de acompañar a uno de los premios Nobel de la Paz de 2015, el tunecino Ahmed Galai, quien vino de visita para participar en la Décimo Segunda Feria del Libro de Nuevo Chimbote. Fuera de haber hecho la traducción de su conferencia principal sobre el rol de los jóvenes en las transformaciones sociales y algunas rondas de prensa, tuvimos la oportunidad de conversar sobre muchas cosas de nuestros países, nuestras semejanzas (las más) y diferencias (las menos) entre nuestras sociedades; ambas habían pasado y pasan por algunos problemas en sus respectivos mundos políticos que afectan todos nuestros tejidos sociales, económicos y culturales; así como las interesantes respuestas que se generan en cada una de las realidades, distantes geográficamente, pero cercanas en los problemas cotidianos que nos aquejan y las propuestas imaginativas surgidas en el seno de cada una de ellas.
Galai vino a contar las experiencias vividas en la sociedad tunecina que estuvo al borde una turbulencia ciudadana (hubo más de 200 muertos) que pudo devenir en una cruenta guerra civil (como las que aquejaron a Libia o Siria) en el marco del gran movimiento social llamado la Primavera Árabe. Túnez salió a las calles para buscar más respeto por los DD.HH. de todos los grupos; la mejora de la economía para todos sus ciudadanos y no solo el grupo privilegiado que dominaba el país; e incrementar las expectativas de una vida decente para su juventud afectada por las secuelas del gran crac capitalista del 2008. Tras la inmolación a lo bonzo de un joven, Mohamed Bouazizi, Túnez empieza su Revolución de los Jazmines. Un grupo de ciudadanos de diversas tendencias políticas se ve en la necesidad de asumir el control social para evitar el caos definitivo. La estrategia de este grupo es escuchar y conciliar, estar atento a las propuestas integradoras e inclusivas basadas en los derechos esenciales de cada persona en tanto ser humano y ciudadano. Es por eso por lo que la sociedad tunecina se preocupa más por su educación; tiene una gran presencia de mujeres en todos los campos económicos, laborales, intelectuales y culturales; y, un punto importante, se basa en el laicismo en todos los niveles. Estuvieron atentos a todo lo que la juventud tunecina proponía o les inquietaba, quienes actuaban rápidamente y demostraron una increíble capacidad organizativa, gracias a las redes sociales que jugaron un papel importante. El diálogo directo con los jóvenes y otras fuerzas sociales permitió construir una nueva Constitución que vele realmente los derechos de todos y no proteja los privilegios de pocos.
Las exposiciones de Ahmed Galai fueron un dardo para las clases políticas peruanas y latinoamericanas. Basta ver los resultados de los partidos tradicionales, tan casquivanos y lejos de los reclamos de la sociedad peruana actual. Le pregunté a Galai si estamos frente a una Primavera Latinoamericana; su sonrisa fue una buena respuesta.

sábado, 2 de noviembre de 2019

PUEBLO DE LOS MUERTOS, LÁMUD, HUAYLLA BELÉN, LA PITAYA: JOYAS DE LA REGIÓN AMAZONAS



Domingo 21 de julio. Pueblo de los Muertos. Huaylla Belén. Dos lugares nuevos para conocer. Y vaya qué lugares. El día anterior habíamos coordinado para ir en una camioneta de uso exclusivo para los tres. Iba a ser un interesante periplo que era totalmente nuevo para nosotros. El día anterior por suerte nos habíamos encontrado con mi exalumno Leonardo Rojas, quien ya vive por varios años en esta ciudad. Él me indicó las personas con las que podía hacer las siguientes visitas. La camioneta iba a buscarnos a las 8 de la mañana. Esto nos dio tiempo para tomar un buen desayuno. Mi gripe iba in crescendo, pero eso no me amilanaba para ir a mis objetivos. Eduardo, Maria y yo nos habíamos levantado temprano y fuimos a tomar el desayuno en el lugar donde se sirve (no está en el hotel); pero también nos permitió comprar agua y algo de frutas para el camino. Chachapoyas es una zona que está sobre falda de cerros, pero tiene una abundante vegetación. Es un paraíso escondido. La camioneta fue puntual. Llegó a la plaza a las oficinas de la agencia, la cual está a media cuadra de nuestro hotel. Rápidamente nos fuimos hacia la salida regular de la ciudad con dirección hacia la carretera Bagua – Moyobamba-Tarapoto. Pero teníamos que tomar el desvío que lleva a Lamud. El camino no está asfaltado, pero tiene buen afirmado por ser una ruta muy empleada para ir diversos sitios turísticos. La carretera tiene unos bellos paisajes; los Andes Orientales son también imponentes. No son colosales como los Andes Centrales del Callejón de Huaylas, pero no hay pierde. Después de un camino de 50 minutos, llegamos a Lamud. Ahí iba a ser nuestro punto de referencia para recoger las llaves del lugar, tener los permisos de acceso y coordinar nuestro almuerzo. Lamud es un lugar simpático, estuve en este lugar por primera vez en 2008 cuando fuimos a la cueva de Kiocta y los sarcófagos de Karajía, que esta vez no visitamos (una segunda vez se hace necesario). La primera vez los servicios no eran buenos; ahora el turismo ha generado ciertos cambios positivos. Imagino que ha medida que se implementen más lugares, estos sitios como hoteles, tiendas más surtidas y restaurantes más variados y limpios irán mejorando. Como era domingo, las personas responsables de ciertas oficinas no estaban aún en sus puestos, por lo que tuvimos que esperar un rato. Primero nos fuimos al mercado en el que nos encontramos con habas. Fue motivo también para tomar un café. Luego decidimos de ir a la Plaza. Hubiéramos hecho esto primero, pues la ciudad tiene una estatua de Cristo de 12 metros y se halla en una pequeña colina. Se sube al lugar gracias a una suerte de alameda que está muy bien cuidada. Nos fuimos a ver la iglesia matriz que tiene unos escalones (3) con incrustaciones de grandes conchas. No sé por qué están ahí. Pero es un bonito detalle. Estaba cerrada. Nuestro guía nos cuenta que en el interior se halla la estatua del Señor de Gualamita, cuya imagen se hizo pesada y tuvo que quedarse en este pueblo. Cosas de las leyendas y los mitos. Aquí un buen reportaje de Sonaly Tuesta que dividió su reportaje en cuatro bloques, los cuales vale la pena seguirlos: https://www.youtube.com/watch?v=96fnad8Z_fY. Además, un texto sobre la iglesia matriz:  http://www.perutoptours.com/index01lu_iglesia_matriz_de_lamud.html. Intenté subir el paseo hasta el Cristo, pero no podíamos arriesgar en hacer una actividad que nos distrajera de nuestro objetivo. Pero sí contemplé una suerte de desfile de reinas escolares en la plaza. Creo que era por las fiestas patrias adelantadas o por otra actividad cívica dominical. Felizmente la señora responsable de nuestro objetivo llegó. En realidad, son los domingos los días más activos para el turismo como después lo íbamos a constatar. 


Compramos los boletos de acceso (5 soles cada uno) y le dieron las llaves para poder acceder al lugar. Una vez que teníamos todo en orden, nos enrumbamos hacia nuestro primer destino: Pueblo de los Muertos o Tingorbamba. Debo reconocer que había confundido la información visual del lugar, pues unas fotos anteriormente vistas las identicaba como Pueblo de los Muertos eran en realidad Revash, lugar que visitaríamos nuestro último día. De Lamud a nuestro objetivo el camino estaba regularmente tenido, pero transitable; nuestro chofer nos indicaba que en tiempos de lluvia este era difícil de recorrer, pues el suelo es arcilloso y se convierte rápidamente en lodo. En nuestro bonito recorrido vimos algunas nubes un poco amenazantes, pero solo unas cuantas gotas no terminaron por inquietarnos. El camino está rodeado de áreas cultivadas y algunos bosques. Llegamos a nuestro objetivo final. En un recodo donde íbamos a dejar la camioneta había un muro que indicaba la “entrada” al lugar; en el muro estaba escrito: Sitio Arqueológico Intangible Pueblo de los Muertos, Intermedio tardío, Horizonte tardío. Ya es patrimonio de la nación. Desde aquí comenzamos el descenso: en el camino comenzamos a distinguir las cataratas de Gocta a la cual íbamos a ir al día siguiente. El lugar es impresionante. La vista es impresionante; pronto comenzamos a distinguir la carretera a Chachapoyas y el río Utcubamba, al cual la carretera corre en paralelo. Todo pequeño, el paisaje grandioso, colosal. Descendimos hasta llegar a las ruinas, las cuales están “protegidas” por una puerta metálica cerrada con un candado. No sé si es candidez o que no se encuentre nada de valor por robar. Uno accede al lugar donde parece se preparaba el cadáver que iba a ser colocado en las tumbas colgantes que se hallan cerca, pero que son de difícil acceso. Son una decena de habitaciones en las que se realizaba, quizá la ceremonia con el cadáver. Lo que es alucinante, y se ve en Karajía y en Revash, es la arquitectura necrológica que esta cultura desarrolló en las alturas, de difícil acceso. Deja entrever la realidad que muchos de los responsables de estos tipos de entierro hayan muerto en el intento. Pese a sus estratégicas ubicaciones, las tumbas no han estado exentas de pillaje o saqueos. Aquí más datos: http://www.perutouristguide.com/translator/01am/translator_01lu_pueblo_de_muertos_02.html. El problema vino con el ascenso. Este fue lento y bastante agotador. Como aún no está del todo estudiado y trabajado, las facilidades para los visitantes son mínimas. No hay barandas o señalética para que te puedas ayudar. Felizmente nuestro guía nos indicó el camino. En varios momentos nos tuvimos que detener para hacer una buena pausa. Maria estaba muy cansada. Una vez que llegamos a nuestra movilidad, nos dirigimos hacia el restaurante donde ya estaba listo nuestro almuerzo: una suculenta sopa y trucha.
Una vez terminado nuestro buen almuerzo, nos fuimos hacia Huaylla Belén. Era un buen tramo, pues íbamos hacia el sur. Como muchas vías de la zona, esta tampoco está asfaltada. El principal problema para atraer a una buena cantidad de turistas está precisamente en su infraestructura vial deficiente; puesto que, en cuestión de riqueza arqueológica o ecológica, la Región las tiene de sobra. Cuando estuve la primera vez en Chachapoyas, varios de mis alumnos de la universidad en la que trabajaba me indicaron que este lugar es una belleza. Y no estaban lejos de la verdad. Luego de un trayecto entre colinas verdes vimos a lo lejos el verde valle surcado por el río Huaylla. Este hace unos caprichosos meandros que le dan una especial belleza a la zona. Es una zona de pastoreo. Aunque no tiene facilidades para el turismo, creo que tal como está es perfecto. Quizá una invasión de un turismo incontenible y masivo dañarían irremediablemente este paraíso en la tierra. Creo que hay dejarlo así, que siga el curso de la vida para el deleite secreto. https://pinceladasdeunamicroviajera.com/2013/07/05/huaylla-belen-un-paraiso-entre-los-andes/

Así comenzamos nuestro retorno a Chachapoyas. Antes del retorno, nuestro guía nos llevó a ver petroglifos. La zona se llama La Pitaya y se halla en plena carretera que conecta Chachapoyas con zonas como Tarapoto o Bagua. Son varios dibujos que pueden verse sin mucho problema; el problema es que se hallan tan cerca a la ruta que ya hay evidencias de daños o deterioro por la contaminación sonora o ambiental (pasa todo tipo de vehículo). Perú es un país rico de petroglifos o geoglifos. Quedé impactado con Miculla en Tacna. Estos no son muchos (una treintena), pero podrían ser parte de una tour arqueológico con el fin de preservarlos más, pues se le dan una antigüedad de 3 mil años. Hay un trabajo interesante de Arturo Ruiz Estrada sobre este lugar, texto que aparece en la revista ARKEOS número 37. Aquí un blog con esos datos: http://viajesnaturalistas.blogspot.com/2011/05/peru-23-la-pitaya-petroglifos-y.html 




Llegamos a las 6 pm. Acordamos en ir a cenar a las 8 pm al Batán del Tayta. Una anterior visita estuvimos aquí y la pasamos bien. Pero esta vez, el servicio dejó mucho qué desear. El plato de Maria demoró mucho; las chicas encargadas en el servicio fueron bastante ineficientes y el mismo dueño tuvo que venir a atendernos por la insatisfacción que mostrábamos. La comida es buena, pero el servicio, no. Es un problema que existe en todos los servicios y que debe de ser mejorada para tener mejor percepción de un sitio tan atractivo como Chachapoyas. Aquí más datos: https://www.tripadvisor.com.pe/Restaurant_Review-g799618-d5267082-Reviews-El_Batan_del_Tayta-Chachapoyas_Amazonas_Region.html.
Tras el amargón, nos fuimos nuevamente al bar de la Sra. Reyna. En este nos encontramos con un par de chicos que habían estado con nosotros en el viaje a Kuélap. Incluso la Sra. Reyna nos invitó a su casa para conocerla. Una señora simpática que dejó la docencia para hacer este simpático negocio. Aquí más detalles: http://visitamazonasperu.com/licoreslareina/.


Ya casi a las 2 de la mañana, nos fuimos a dormir. Las cataratas de Gocta nos esperaban.





domingo, 27 de octubre de 2019

ADVERTENCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 27 OCTUBRE DIARIO CORREO TRUJILLO)


Una vez una profesora alemana nos comentaba su dificultad para entender situaciones extremas (alimentación, salud, educación, seguridad, vivienda) en las que muchos peruanos vivían diariamente. Una señora ponderada que le sorprendía la capacidad de “resistencia” que muchas personas tenían ante estas, impensables en otros contextos. Pero, es necesario dar una referencia temporal de esta conversación: 1984. 
Décadas después, tras el terrible primer gobierno de AGP, la subversión de Sendero Luminoso y el Fujimorato, nuestro país tiene un rostro diferente; solo el rostro. Las situaciones básicas, muchas veces maquilladas para fingir bonanza o bienestar, no han sido del todo satisfechas. Esto se ha ido agravando más en los últimos años, alimentado por desencanto de un mundo político falaz, demagógico y cínico en el que se ha convertido el mundo político peruano. Los escándalos que involucran a excongresistas, por ejemplo, recién están estallando y no sería nada raro que los haya más, por lo que la desazón y desconfianza de la población seguirán en aumento. Muchas personas hablan de que una posible eclosión social no se dé en nuestro país, pues mucha de nuestra economía es informal, lo que “atenúa” cualquier situación de riesgo colectivo; pero no creo que sea un argumento contumaz de la posible olla de presión en la que se estén cocinando muchas frustraciones y desengaños. Pareciera que esta situación encontró una suerte de válvula de escape al clausurar el mediocre Congreso de la República.
A las reacciones de Ecuador y Chile, más lo sucedido en Bolivia, se les trata de hallar justificaciones externas a estas respuestas ciudadanas, ubicando culpables en la izquierda o en la derecha; pero, valgan verdades, ambas están siendo superadas por la realidad. Estas justificaciones son una forma de invalidar el gran malestar social generado en grupos de clase media en Chile o la mayoría en Ecuador; o en Bolivia, en un electorado cansado de la manipulación grosera como la acometida por Evo Morales para continuar en el gobierno del país del altiplano. Es también simplificar esta realidad tachando a miles de ciudadanos hartos de la situación de simples delincuentes. Lastimosamente, grupos de criminales aprovechan estas disrupciones para hacer sus fechorías. No olvidemos los grupos sediciosos “plantados” en la Marcha de los 4 Suyos, los que provocaron el incendio del edificio del Banco de la Nación causando la muerte de 6 personas. Estas sucias estrategias son empleadas por cualquiera de los grupos que están en el poder deslegitimados, sea de izquierda o derecha, con el fin de debilitar los justos reclamos de una población hastiada.
Al ver el documental La revolución y la tierra quizá uno pueda comprender la actitud pasiva y casi servil que se vivieron décadas pasadas. Quizá esa podría haber sido la respuesta adecuada a mi profesora de alemán de hace cuatro décadas. Pero, ahora esto ya no es posible. ¿Una advertencia?