Nací en Piura hace casi 60 años.
Nací un mes después y el mismo año en que los soviéticos pusieron el primer
artefacto humano en órbita fuera de la atmósfera. La era espacial había
empezado. El hombre comenzaba a irse más allá de nuestros confines para dominar
(esa es nuestra filosofía) otros lugares allende nuestro planeta. Piura fue mi
lugar natural durante mis tres primeros años. Cálida, recuerdo dos hechos
memorables de mi niñez: mi primer film en algún cine de la ciudad (un film de
Chaplin) y ver a Xiomara Alfaro, quien había impuesto dos canciones de moda en
esa época (Nunca en domingo y Moliendo café). La mudanza familiar a Arequipa
hizo que me alejase de Piura. Retorné en 1967 a recoger una simpática herencia
que incluía un piano de cola, el cual nunca pudimos trasladar a Arequipa. Sí
recuerdo el problema del agua: riesgo de insalubridad. El agua de Piura,
extraída de subsuelo, era muy salobre.
Por muchos años solo sabía que
cosas que sucedían en Piura por noticieros o diarios. Por mis tíos escuchaba
todo lo que había sucedido en la inundación de 1972, cuando las aguas del río
Piura llegaron más allá de la plaza de armas. Recuerdo lo de la Represa Poechos,
toda la construcción hasta su inauguración en 1976. Ese año con un amigo
decidimos ir a Ecuador y visitamos Piura tras una ausencia personal de 9 años.
Piura había crecido, pero desordenadamente. Lo del Niño del 82-83 fue un golpe
mortal para la ciudad y región; recuerdo situaciones como la de encontrarme con
muchos piuranos en Lima (estudiaba en ese entonces en esa ciudad), familias de
clase media, quienes habían dejado Piura para instalarse en la capital; los
identificaba en los micros y era difícil para ellos: gente mayor a la cual le
iban enseñando cómo desenvolverse en una ciudad nueva y grande, por ejemplo,
para tomar un micro. Era fácil reconocerlos por su hablar y su desplazamiento
tímido en una ciudad que no manejaban. En el 85 retorné a Piura. Ciudad que se
levantaba, fue el año que conocí Canchaque y la bella sierra de esta Región; y
la zona de Sechura con la impresionante iglesia mandada a construir por
Martínez de Compagnon. Piura aún mostraba las heridas de ese duro Niño que le
tocó vivir. Calles en mantenimiento, cambios de tuberías, reparación de
edificios. En el 93 regresé nuevamente a la ciudad y había signos de progreso.
Hasta el 98. Después estuve visitando a un amigo, ya que se había mudado a
Piura y pude conocer la vastedad y riqueza, con mayor presencia. Vi el puente
caído y la placa que recordaba a todos los que murieron ahogados o arrastrados
por las aguas. Ese 2000 hice un viaje alucinante a las lagunas de las
Huaringas. Para cruzar un tramo de la trocha, tenías que ir vadeando un río. Le pregunté al chofer cómo lo hacían en temporadas de lluvias a lo cual me respondió tranquilamente que se quedaban aislados hasta dos semanas. También veías cómo la ciudad
vieja iba siendo demolida para dar paso a la modernidad: el viejo Piura caía para permitir que edificios reemplacen bellas casas semiabandonadas o semiderruidas.
Estuve por Piura llevando a amigos para que conozcan
Paita, Parachique, Sullana, Talara, Negritos, Cabo Blanco, Narihualá, Colán,
Máncora, Chulucanas, Manglar de San Pedro, playa Cangrejos, Yacila, Yapatera,
etc. Hemos cruzado por un bosque de postes de energía eólica inactivo aún cerca
de Talara; hemos visto la nueva planta de fosfatos y la que estaba en
construcción de Cementos Pacasmayo, empresa que se está mudando a esta Región.
He visto Poechos, que acompaña a otra represa más pequeña: San Lorenzo. La ciudad
se ha plagado de nuevas edificaciones, crecen malls por todas partes, algunos
mucho más grandes que los que Trujillo o Chiclayo, ciudades más grandes
poblacionalmente hablando; la ciudad y la Región son ricas. Pero, ¿qué ha
pasado con toda esa riqueza? ¿Para qué ha servido este boom de todo nivel para
una zona que ha sido doblegada por este último Niño? Como de costumbre, se han
construido edificaciones sin criterios ni orden, se han zonificado espacios de
alto riesgo sin medios de amortiguación (como bosques o grandes parques, por
ejemplo)
El Gobierno Central, en 2015,
destinó mucho dinero para esta Región pues se sabe que es una de las afectadas.
¿En qué se ha invertido el mismo siendo responsable del mismo el Gobierno
Regional de entonces? Se está difundiendo por redes que en el 2007 se rechazó
un proyecto de prevención para ser aplicado al río Piura y todo su cauce, y fue
rechazado por no tener retorno económico (como pasó, en cierta forma, con el rechazo al
pedido para la zona de El Porvenir).
La gente comenta la ira divina
para apuntar los ojos hacia el lado incorrecto; lo que debe de entenderse que
más grande y peligroso es la estupidez humana o, lo que me parece más viable,
la corrupción de esas personas que a la larga son las causantes de pérdidas
humanas y materiales que ahora estamos sufriendo. ¿Prescripción para estos
casos? Si el asesinato intencional está incluido ahora dentro de los delitos
que pueden prescribir, bueno. La sociedad civil tiene la palabra.