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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 20 de agosto de 2023

BUENOS AIRES Y SUS RINCONES (CRÓNICA DE VIAJE POR BUENOS AIRES Y MONTEVIDEO)

 


Terminamos la visita al Museo de Armas de la Nación Tte. Gral. Pablo Riccheri y seguimos nuestra caminata. Estábamos en el barrio Retiro. Antes de dejar la belleza del edificio Paz, preguntamos sobre las visitas que se hacen a la casa y nos comentó el guardián que la reserva se hacía vía internet y que las visitas eran por las tardes. Los siguientes días iban de ser, tanto en Montevideo como en Bs As, de caminata pura. Sólo un par de veces iría a tomar taxi (por las distancias) y no tomé Metro o Buses (buen servicio y en muy buen estado).  Bs As es una ciudad extensa. Sólo la zona autónoma (el corazón de la ciudad) es de un poco más de 200 km2 de área y un perímetro de 60 km. Es bastante expandida y está levantada al margen occidental del Río de la Plata; Bs As tiene un gran puerto pluvial, Puerto Madero, que iría a conocer al día siguiente.



Con Miguel nos enrumbamos a un rincón vital para la historia argentina, de la emancipación y de las últimas décadas: la Plaza San Martín. Este espacio tiene varios edificios interesantes. Comenzando por la Casa Anchorena, actual Cancillería Argentina. Bello edificio del arquitecto Alejandro Christophersen. Arquitecto muy en boga a fines del siglo XIX e inicios del XX (hizo también la fachada del Café Tortoni). El palacio Anchorena es deslumbrante (https://www.cancilleria.gob.ar/es/institucional/patrimonio/palacio-san-martin) y muestra todo el poder concreto y sutil de las familias ricas de fines del siglo XIX. Frente al Palacio Paz, el Palacio Anchorena. Semiótica del poder (https://www.lanacion.com.ar/sociedad/palacio-san-martin-anchorena-sus-tres-casas-nid2170708/). Aquí una visión arquitectónica (http://arqi.com.ar/edificio/palacio-anchorena/). Pero, como todo en la vida, hay siempre algo de picante, mucho diría yo, en la historia de cada ciudad. Y los que me contó Miguel es parte de la historia/leyenda urbana de la disputa entre familias poderosas, el choque entre los antiguos y los nuevos ricos. Esta disputa fue evidente y dio como resultado un tremendo edificio: el Kavanagh.


Este fue construido por un despecho y venganza. La historia para entender el porqué de esta edificación en cuanto a su lugar y dimensión sólo puede darse en explicaciones de venganza que se come lentamente y en plato frío:  https://historiaybiografias.com/amor_vengativo/. Aquí más detalles de este gran edificio que en sus primeros años era el más alto de Sudamérica (https://www.infobae.com/sociedad/2022/04/14/las-increibles-historias-del-kavanagh-el-lujoso-edificio-donde-no-podra-filmar-de-niro/). Y luego nos fuimos al corazón de la plaza: el monumento de San Martín. Esta plaza tiene una larga historia que está muy ligada a la de la ciudad y de la nación: https://www.lanacion.com.ar/revista-lugares/mas-de-dos-siglos-de-historia-en-la-plaza-san-martin-nid28072021/. Debido a unos actos vandálicos de robos en los últimos años han tenido que enrejar y encerrar a la estatua ecuestre de San Martín, hecha por un escultor francés. Esta estatua también tiene su historia: https://sanmartiniano.cultura.gob.ar/noticia/la-estatua-a-san-martin-en-la-plaza-de-marte-1862/. Mientras tomaba fotos del interesante monumento comentábamos cómo la historia, o mejor dicho los historiadores, iban cambiando de posiciones a medida que se ahondan las investigaciones y se abren otros filones. Miguel me habló de un autor, Agustín Pérez Pardella, quien hace un trabajo biográfico interesante. Miguel tuvo a bien en conseguirme este libro, El Libertador cabalga, y me lo regaló días después. Pérez Pardella fue un prolífero escritor entre cuyas obras está el clásico Camila, obra que fue llevada al cine por la directora argentina María Luisa Bemberg, directora de otro gran filme Mujer de nadie. Pérez Pardella falleció en 2004 (https://www.lanacion.com.ar/cultura/agustin-perez-pardella-nid624077/). Obra que ahora queda en mi colección. Lectura pendiente. Tras ver el monumento del libertador, nos fuimos a otro espacio interesante en esta plaza: el Monumento o Cenotafio a los caídos en Las Malvinas. 


Recuerdo que en la capital de Upsala en Suecia en la catedral hay un rincón casi entrando a esta en el que hay una inmensa placa en la que figuran todas las personas que se ahogaron en el ferry Estonia en 1994. (https://www.youtube.com/watch?v=4LUsdCnGxdo) (https://www.youtube.com/watch?v=e437G57qig0). Una placa con todos esos nombres conmueve, pues encierra errores, injusticias y frustraciones de vidas que pudieron salvarse. Y el Cenotafio en la Plaza San Martín recuerda a la larga eso; es un conjunto de placas que recuerdan a 649 muertos, algunos cuyos cuerpos se fueron en el Crucero Belgrano (https://www.youtube.com/watch?v=M_oL0eLkJhA).  Tal como comentábamos en la anterior crónica, hay mucho por investigar y seguir abriendo archivos y heridas para una sociedad que vio su orgullo golpeado y mató a muchos jóvenes inexpertos de diversas regiones de este vasto país, verdadera carne de cañón; también está la reacción británica, el ataque al Belgrano, el apoyo de varios países y el fin del TIAR, una suerte de OTAN americana utilizada, como siempre, a conveniencia de los EE.UU. Las Malvinas están en la mente de la sociedad argentina (https://www.educ.ar/recursos/103495/la-construccion-de-la-memoria). Luego de tomar las fotos de rigor y ver a la distancia la Basílica del Santísimo Sacramento, móvil de la venganza de los Kavanagh, nos dirigimos a la Estación Retiro Bartolomé Mitre, un bello edificio construido a inicios del siglo XX e inaugurado en 1915 (https://arteyaires.wordpress.com/2013/09/20/la-estacion-de-retiro/). En el momento de cruzar la Av. Del Libertador, Miguel me contaba de por qué la ciudad tiene por nombre de Buenos Aires: todo surge desde las fundaciones de la ciudad (tuvo dos). Aquí un texto que explica su nombre: https://www.revistawacho.com/por-que-buenos-aires-se-llama-buenos-aires/.  Aquí otro interesante, que no dista de lo dicho en el anterior: https://blogs.elpais.com/juan_cruz/2011/10/por-qu%C3%A9-se-llama-buenos-aires.html.



Llegamos a la estación, vimos diversos detalles, según me contaba Miguel, se había inspirado en las estaciones inglesas de la India. El espacio de los rieles y andenería son inmensos. En sus momentos, fue una de las estaciones más grandes y bellas del mundo. La opulencia de inicios del siglo XX. En cuanto al sistema ferroviario, ojalá algún día veamos el sueño de tener trenes surcando nuestro territorio de Norte a Sur y de Oeste a Este. El sistema ferroviario peruano es deplorable en comparación con la de nuestros vecinos del Sur. Y no hay una política de fomento en AL de este transporte limpio, masivo y seguro (https://www.il-latam.com/blog/southamerica-logistics/infraestructura-ferroviaria-en-america-latina/). Luego pasamos al frente en el que se halla la Torre de los Ingleses, ahora llamada Torre Monumental. 

Este fue el regalo de la colonia británica residente en Argentina por su centenario de independencia; una torre con un gran reloj (https://buenosaires.gob.ar/torre-monumental). Cuando se hizo el Cenotafio para los caídos en Las Malvinas molestó a la sociedad argentina que se haga este memorial frente a esta torre. Seguimos en nuestro camino, tomamos la Av. Leandro Alem hasta llegar a una farmacia para comprar un par de cremas que había olvidado en Trujillo. El hambre apretaba un poco. Miguel me propone ir a la Av. Corrientes para ir a almorzar a El Palacio de la Papa Frita. Tomamos un taxi para ganar tiempo. El estómago reclamaba y con este no se juega. Además, habíamos caminado bastante. En Corrientes hay numerosos restaurantes y ¡teatros! Y grandes colas para ingresar. Llegamos, después de merodear un poco por algunas opciones nos decidimos por el Palacio; había sitio para nosotros dos (de haber sido más, hubiéramos tenido que esperar un buen rato). Un bife chorizo generoso con una inmensa guarnición de papas y vegetales iba a saciar mi apetito (https://es.wikihow.com/cocinar-un-bife-de-chorizo). Una de las razones por las cuales me gusta una nación es su comida y Argentina es famosa por sus carnes. Y mi colesterol y triglicéridos se lo han agradecido. Pero ¡a disfrutar! (https://www.gastroactitud.com/pista/parrilla-argentina-cortes-de-carne/). Una vez concluido el almuerzo, nos fuimos a mi hotel a dejar los libros que había comprado y recoger las cosas que había traído de regalo a Miguel. Luego nos fuimos a recoger su auto que estaba en un estacionamiento cerca del Gran Teatro Colón. Nos acercamos y conversamos con las personas que ofrecen las entradas para ver las opciones de visita, cosa que haría días después. Recogimos el auto de Miguel y nos fuimos en dirección del cementerio La Recoleta. En el trayecto, Miguel me iba explicando sobre las nuevas construcciones y el interés por incrementar áreas verdes, árboles, jardines, parques abiertos al público. Mientras en Trujillo la gente se preocupa en llenar áreas habitables en losetas deportivas con cemento a reventar y talar árboles para que no tapen su fachada o no permitan que lleguen aves, los bonaerenses han encontrado en esta nueva modalidad una mejor calidad de vida; la gente sale a trotar, a bicicletear, a caminar con los amigos. Otra visión de tu ciudad. Recuerdo las fallidas ciclovías de la gestión edil anterior, ciclovías erradas cuyas varas de madera eran desmanteladas por delincuentes taxistas que se las llevaban a vista y paciencia de la gente. Hay una gran distancia entre el trujillano y el bonaerense en cuanto al dominio del espacio público de su ciudad. Kilómetros de distancia. No es cuestión de dinero, es cuestión de educación cívica. Por el tiempo que había tomado para visitar Buenos Aires y Montevideo, no iba a poder visitar a pie zonas tan interesantes y bellas como el Jardín Japonés (https://jardinjapones.org.ar/) o el Planetario Galileo Galilei (https://planetario.buenosaires.gob.ar/), situación que me obliga a retornar nuevamente. A lo lejos pude contemplar esas bellezas tentadoras y también el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, el famoso MALBA, que contiene una de las colecciones de arte contemporáneo de esta parte del mundo (https://www.malba.org.ar/). Todo está relativamente cerca, un vecindario para visitar un día completo. Miguel buscaba un lugar para estacionar su auto. Bs As es una ciudad con millones de autos; con un buen sistema público de transporte puedes ahorrar mucho, pero también va a ser mejor caminar; y eso es lo que haría los días posteriores. Pero haberme desplazado en vehículo con Miguel te permite ver cuán lejos estamos en nuestro país en cuanto a reglas de tránsito y evocas, además, la terrible calidad del pavimento de ciudades como Trujillo. Uno no puede escapar de las odiosas comparaciones. Miguel encontró un espacio para aparcar. Luego nos fuimos caminando en dirección del cementerio Recoleta. Por la hora, casi las 5 pm, ya estaban por cerrar. Sí vimos la iglesia que colinda, la basílica Nuestra Señora del Pilar (https://historiaybiografias.com/historia_basilica_pilar/).



En realidad, es la ubicación de esta la que va a originar con el tiempo que el cementerio se halla creado en su entorno. Es una pequeña iglesia dedicada al culto de la virgen del Pilar de Zaragoza. Recuerdo en esta ciudad cuando visité su santuario me impresionó el tamaño de este y la pequeñez de imagen que tiene, una suerte de desproporción entre el culto y la estatuilla en sí. Mi recuerdo de ese viaje y encuentro con la inmensa iglesia: https://elrincondeschultz.blogspot.com/2014/04/zaragoza-la-ciudad-de-augusto.html. La basílica tiene algunas reliquias. Personalmente, es una de las cosas más macabras que todavía se veneran en nuestras religiones: partes del cuerpo de un santo o santa, cráneos, brazos, dedos. Cuando en Saint Sernain de Toulouse el espectáculo es impresionante (https://elrincondeschultz.blogspot.com/2019/07/toulouse-una-segunda-vez.html). La costumbre de las reliquias no sólo se da en la cristiandad, como vemos a continuación: https://culturacolectiva.com/historia/reliquias-importantes-de-la-historia-humanidad/. Hay las reliquias de un joven, Carlo Acutis, quien murió de leucemia y ha sido beatificado (https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2021-01/argentina-reliquia-beato-carlos-acutis-conservada-basilica-pilar.html). Pero hay un altar de reliquias, ubicado cerca de la entrada a la mano derecha. La iglesia tiene bellos altares coloniales, de los pocos que tiene Baires. Al salir, preguntamos sobre los servicios del cementerio, al cual regresaría unos días después. Y para cerrar esta primera jornada intensa, nos fuimos caminando a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, un edificio impresionante y que alberga diversas exposiciones (https://www.bn.gov.ar/). Y nos íbamos a encontrar con una vinculada a ese espíritu que vincula las reliquias con las nuevas creencias, los nuevos santos, y también con el mundo mágico del terror: Devociones Populares Argentinas (https://www.bn.gov.ar/agenda-cultural/devociones-populares-argentinas-1) y Bestiario Nacional (https://www.bn.gov.ar/agenda-cultural/bestiario-nacional-criaturas-del-imaginario-argentino-1). 



Dos exposiciones en un lugar adecuado. Ahí pasamos más de una hora, viendo las imágenes idolatradas de Eva Perón y Maradona con otros santos que pueblan el imaginario popular argentino que traspasa las fronteras sociales. Así como los peruanos tenemos a Sarita Colonia o la Beatita de Humay, la Argentina carga también con una buena cantidad de santos populares que esperan su momento de beatificación y canonización. Un largo camino por recorrer que impone la iglesia que han impedido que Sarita Colonia, por ejemplo, accede a los altares oficiales. Hay un interesante documental de Javier Ponce, La tregua moral, que hay que ver: https://www.youtube.com/watch?v=n13CgLc6uDU. Una vez terminada esta visita le pedí a Miguel para que me deje en el hotel, pues al día siguiente me iba muy temprano a Montevideo a cumplir una promesa, después de tantos años. En el camino de retorno, Miguel me mostró un bello palacio que en la actualidad es sede de la delegación francesa: el palacio Ortiz Basualdo. Gracias a que fue comprada por los franceses se evitó su demolición cuando la Av. 9 de Julio se amplió. Es una maravilla que se salvó de milagro. (https://www.infobae.com/fotos/2022/09/17/25-fotos-del-majestuoso-palacio-ortiz-basualdo-sede-de-la-embajada-de-francia-en-argentina/) (https://www.parati.com.ar/deco/historiasdecemento-palacio-ortiz-basualdo-la-actual-embajada-de-francia-que-es-una-joya-del-beaux-arts-en-buenos-aires/).

Me dejó cerca del hotel en la Av. De Mayo. Fui a dejar mis cosas y salí a buscar algo ligero para comer, me fui al Carrefour a comprar algo muy ligero.

Así terminé mi segundo día en Buenos Aires.






INFRACIUDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 20 DE AGOSTO)

 


En los clásicos filmes de western, veíamos ciudades empolvadas en las que el viento arrastraba arena, polvo y arbustos (aún no había las benditas bolsas de plástico) en las que imperaba la ley del más fuerte, del bravucón. Calles polvorientas por las que circulaban carretas y caballos que establecían ciertas reglas de desplazamiento colectivo en ese momento. Una ciudad del siglo XIX. Las calles no conocían el asfalto y eran pobladas por vehículos de diversas dimensiones que se desplazaban por la fuerza de caballos. Esa era la imagen de una ciudad del Lejano Oeste norteamericano. Dos siglos después, a muchos kilómetros al sur del mismo continente, hay varias ciudades peruanas que se asemejan a esta descripción con algunas variantes y con una conglomeración humana más grande y una presencia vehicular mayor. Pero la descripción calza en muchos aspectos: sucias, con afirmado (carente de pavimentación) y con un comportamiento de jungla de sus habitantes que conducen los vehículos. En este conjunto de ciudades está Trujillo incluida.

Fuera del problema del comportamiento de la población que se desplaza en cualquier vehículo, las condiciones del sistema vial en las que se encuentran casi todas las calles, avenidas y pasajes de nuestra ciudad son deplorables. Una ciudad en decadencia en muchos aspectos. Ya se ha denunciado muchas veces la cuantiosa pérdida que provoca el estado del “pavimento” empleado. Tras la última lluvia de marzo de este año que duró casi tres horas desnudó la calidad (y corrupción) del material empleado en reparaciones que se hicieron apresuradamente como parte del cierre de la campaña electoral de la anterior gestión edil. Calles y avenidas con asfalto novísimo quedaron con grietas y cráteres que son la pesadilla de conductores de todo tipo de vehículos. Lo más indignante es que los usuarios están aceptando esta realidad y afirmación: después de cada lluvia las calles deben quedar dañadas. Es casi una tautología irrefutable: lluvias = huecos. Así vehículos, conductores y pasajeros experimentan una verdad irrefutable en la realidad trujillana. No es una evidencia que no cuestionamos y que esperamos. Como el mito de Sísifo, los trujillanos sabemos que la lluvia debe destruir el asfalto. Y los elementos corruptos involucrados, públicos y privados, alimentan esta idea, pues es negocio lucrativo para ellos. Carentes de drenajes, se construyen rompemuelles en los que las aguas se acumulan que generan más deterioro del ralo pavimento de la calle o avenida que lo tiene. Nuestro sistema vial es totalmente ilógico. La “Autopista” del Sol tiene la aberración de contener rompemuelles: ¡una autopista con rompemuelles! De lo más insano como sistema vial. Cuando comento esto con amigos que nos visitan me explican que, por estas condiciones, esa vía no es una autopista. Trujillo es una ciudad que va perdiendo su calidad de urbe rápidamente. Una ciudad que es cada vez menos atractiva para vivir.



domingo, 13 de agosto de 2023

VIAJE A LA ARGENTINA, VIAJE A LA HISTORIA

 


Este es un viaje que había postergado por décadas. Ya casi cumpliendo 50 años de haber salido del colegio y habernos separado de un buen amigo mío argentino, Miguel Valdivia, tomando los rumbos por los que nos llevó la vida, decidí dar el paso necesario para un reencuentro con Miguel en la ciudad que vive: Buenos Aires. Había escuchado a tantas personas hablar sobre esta ciudad, he leído tantas obras de autores argentinos como Borges, Cortázar (aunque nació en Bélgica), Storni, Arlt y ese autor tan interesante como Tomás Eloy Martínez y su descomunal Santa Evita; haber oído a la Rinaldi y Gardel, que cada vez canta mejor, haber oído a Sui Generis. Entre Mi Buenos Aires querido de Gardel y No bombardeen Buenos Aires de Charly García me iba mentalizando.

Domingo 23 de julio. Compré un solo paquete con salida desde Trujillo por lo que me embarqué en un vuelo madrugador. En el mismo vuelo de Trujillo a Lima nos encontramos varias personas de mi centro de trabajo, quienes también salían del país (Alemania y Costa Rica). Estuve en el aeropuerto de Lima desde las 7:30 de la mañana con bastante sueño. Ya había coordinado el recojo de un taxi en el aeropuerto de Ezeiza; el vuelo estaba previsto para casi el mediodía. Sin embargo, la partida se demoró una hora; esto me obligó a coordinar la nueva hora con la gente que me iba a recoger. En el aeropuerto, mientras esperaba mi vuelo compré algunos regalos para mis amigos y un par de libros, uno de ellos lo terminé prácticamente en el vuelo y en mi noche de hotel, La voluntad del molle de Karina Pacheco Medrano (https://leeporgusto.com/2016/08/15/la-voluntad-del-molle-novela-karina-pacheco/) (https://elmontonero.pe/columnas/la-voluntad-del-molle). El otro, El tiempo es nuestro, cuentos peruanos post-2000; un libro que se ha ido postergando, pues en este viaje iba a comprar muchos más, de ficción y de investigación histórica. Una vez acomodado en el avión, iba imaginando los días que iba a experimentar en esta ansiada visita. El vuelo transcurrió con normalidad, salvo en un momento en que sobrevolamos los Andes argentinos. Llegamos a las 8:00 PM aproximadamente, hora de Argentina. Personalmente esperaba ser recibido con un buen frío, pues estaba cansado del excesivo calor que nos ha azotado desde el año pasado. Nuestro invierno se ha esfumado y Buenos Aires estaba con una temperatura de 11 grados. Increíblemente me sentía a gusto; había viajado con lo adecuado para hacer visitas a pie. Y lo iba a hacer. Tomé el taxi que la empresa Booking me había ofrecido de manera gratuita por usar sus servicios de haber elegido el hotel Gran Hotel Ailén de sus contactos. Este hotel está perfectamente ubicado: calle Suipacha, a unas cuantas cuadras de las Avenidas 9 de Julio y de Mayo, el corazón de Bs.As. Llegué para descansar, pero tenía que cambiar dinero. Me habían aconsejado que llevase dinero en efectivo, sean dólares, euros e, incluso, soles para ser cambiados en otros lugares que no sean bancos o casas de cambios oficiales. Fui a cenar algo (la comida en el avión era muy liviana) y tratar de cambiar dinero. Pero la cantidad de billetes que uno recibe por 100 dólares deja tu billetera abultada. Fui a un restaurante a probar suerte, este se hallaba frente a una tienda Carrefour sobre la 9 de Julio/ Pellegrini. Pude cambiar cien dólares, pero me sentí un poco timado. Mi pago como inexperto. Regresé al hotel que estaba a una cuadra para dormir: había pasado un domingo entre aviones y aeropuertos.

Lunes 24 de julio. Me levanté temprano. Miguel iba a venir por mí a las 9 am. Bajé a tomar un ligero desayuno y tener todo listo para poder caminar; había traído dos cámaras fotográficas que estaban en una mochila especial para su desplazamiento. Esta fue parte de mi equipaje de mano en el vuelo. Bajé a la hora y Miguel llegaba a la recepción del hotel. Fue un encuentro tan especial tras casi 50 años de no vernos. Este viaje encerraba mis deseos de reencontrarme con viejos amigos y que en noviembre de este año se completará, en cierta manera, cuando nos reunamos todos los que graduamos en el Colegio La Salle de Arequipa aquel diciembre de 1973. A Miguel no lo veía desde ese diciembre y por tal motivo teníamos mucho por hablar. Miguel había dejado su auto para ir a verme y caminar un poco por la ciudad, su ciudad, la que iba a explicarme como arquitecto que es. Tomamos la avenida de Mayo para ir hacia la Casa Rosada. Pero teníamos que hacer un alto en el camino para entrar a esos bellos cafés que Bs. As. Tiene. Como las librerías, los cafés y confiterías son un gran distintivo de la ciudad (https://www.tangol.com/blog/esp/8-cafes-historicos-de-buenos-aires_nota_132). Pasamos por el Tortoni, cafetería tradicional que siempre tenía una extensa cola cuando pasaba, seguimos hacia el London City (https://londoncity.com.ar/). Miguel pidió dos tés con leche, recordando aquellas memorables tardes en su casa en Arequipa donde tomábamos esa excelente combinación que su madre, doña Elsa, preparaba. Y pidió tres medialunas para comer. Y conversamos, conversamos, conversamos. 50 años es bastante tiempo. Su vida, estudios, matrimonio, su familia, los que se fueron. Recordando y riendo, cargarse de nostalgia y recuerdos, buenos y malos. Miguel pidió la cuenta y salimos, ahora sí, en dirección de la Plaza de Mayo (a una cuadra del café). Buenos Aires es una ciudad europea en su construcción, en los hábitos de sus habitantes, en sus diversiones, en su vida cotidiana. Lo ve uno en su gente, los escaparates de sus tiendas, en sus modas, en el transporte público, en sus cafés y restaurantes. Pero sí se ve mucha mendicidad (situación crítica en casi toda Latinoamérica) y comercio ambulatorio, pero ordenado. Hay días dedicados a la venta callejera en la que la ciudad se vuelve muy pintoresca. Y el frío ayuda a que uno se vista con más gusto. La ciudad invita a ello gracias a su monumentalidad, a sus construcciones que mostraban el poder de los ricos emigrantes que hicieron de Argentina su nueva patria. Y eso lo íbamos a ver. Buenos Aires es prácticamente una ciudad hecha durante el siglo XIX y, sobre todo, el XX. Su trazado la hace equiparar con Barcelona, pero por sus calles uno parece encontrarse en Madrid o París (https://www.youtube.com/watch?v=fsSNdn8ZqXc&t=4s). 




El primer objetivo de nuestra visita: Catedral Metropolitana de Buenos Aires. La iglesia es muy parecida a la iglesia de la Madelaine de París, tuvo un largo proceso de construcción y terminó su decoración a inicios del siglo XX; alberga en su interior el mausoleo del General José de San Martín. Se encuentra en plena Plaza de Mayo (https://www.youtube.com/watch?v=Vz5CPENlOjA&t=6s) (https://www.youtube.com/watch?v=YbQOUx-Qs58) y ha tenido una historia muy interesante (https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/otros-establecimientos/catedral-metropolitana) (https://www.arkiplus.com/catedral-metropolitana-de-buenos-aires/). La iglesia tiene un interesante altar principal y el mausoleo es, sin duda, la atracción del lugar. Este no se encuentra ubicado en la nave principal de la iglesia, sino se ha complementado un espacio lateral. Esto generó toda una serie de conjeturas sobre la posición de la curia católica con la memoria de San Martín, quien era masón. Incluso la forma como se halla enterrado también genera muchas especulaciones. Aquí su biografía (https://surdelsur.com/es/jose-de-san-martin-vida-y-obra/) y su campaña por nuestro país (https://www.youtube.com/watch?v=XAWXk5q5KCA); aquí un video que tiene una visión crítica muy puntual de la historia (https://www.youtube.com/watch?v=nxMOYCUjFUw). Luego hicimos una visita a la Plaza de Mayo, la historia de esta nación. Es el inicio (o fin) de la Avenida de Mayo que termina con el impresionante Congreso, sitio que visitaría posteriormente. 



La Plaza de Mayo es el epicentro de la historia de esta ciudad y del país (https://deviajeenlavida.com/plaza-de-mayo-historia-y-monumentos/) (https://www.youtube.com/watch?v=MNuPBgggwNU). Lleva el nombre de Mayo por la Revolución de Mayo de 1810. He aquí la historia de esta plaza (https://www.iprofesional.com/actualidad/381551-que-paso-el-25-de-mayo-de-1810-y-que-se-celebra-resumen). Esta plaza sufrió un fuerte bombardeo por un intento golpista contra Perón en 1956 (https://www.youtube.com/watch?v=nvk9CnAJ9bY). En el monumento a Belgrano muchas personas han dejado fotos de personas que fallecieron en la última pandemia. En vez de flores, ves piedras que simbolizan la memoria de los que se fueron; además ves unos mosaicos que evocan al movimiento realizado por las madres o esposas de los “desaparecidos”: las “locas de Mayo”. Es una situación polémica que late en la sociedad argentina. También hay otro monumento, un obelisco que se comenzó a edificar para conmemorar el primer aniversario de la Revolución de Mayo. He aquí una anécdota de esta edificación:  https://www.clarin.com/urbano/origen-indio-obelisco-mayo_0_rkXV7z39wQe.html. Antes de retirarnos y seguir nuestro camino vimos a la bella edificación del Banco de la Nación Argentina que inicialmente era la Ópera hasta trasladarse al bello Teatro Colón. Nos fuimos por Av. Roque Sáenz Peña hasta tomar la famosa calle Florida, la calle que nunca duerme. En el trayecto le iba comentando sobre comida y libros, y Miguel me invitó un Mantecol, un postre argentino (https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/mantecol-como-hacerlo-casa-historia-del-tradicional-nid2548608/); tiene todo el origen del Mediterráneo. Delicia pura, pero nefasto para mi colesterol y triglicéridos. Ni modo. Seguimos por Florida y justo cuando le comentaba sobre mis gustos por los cómics, nos encontramos con una de las sucursales de la cadena El Ateneo. Bs As tiene cientos de librerías, un paraíso frente a la pobreza de nuestras ciudades. Y luego haría un paseo por algunas de ellas días posteriores. Entramos a esta gran librería para buscar cómics. Miguel me comentaba de uno muy cómico: Gaturro (https://historietas.net/historietas-de-gaturro/). Con todo ese problema de los billetes (son tantos), no quería pagar con débito o crédito, pues se usa el dólar oficial y el blue es mucho más beneficioso para uno (https://argentina.as.com/actualidad/dolar-blue-hoy-11-de-agosto-a-cuanto-cotiza-la-compra-y-venta-en-argentina-n-2/). Lo malo es que tienes que cambiarlo en la calle. Había intentado hacerlo en Western Union, pero es para enviar dinero. Como tenía efectivo, quise limitar el gasto, pues cambiar un billete de 100 dólares era un grueso fajo de billetes de mil pesos. Me informaron que había en circulación uno de dos mil pesos, pero que era muy raro (https://www.bcra.gob.ar/MediosPago/Nueva_familia_billetes.asp). Así que limité a comprar un solo cómic y un plano de Bs As. 




Al salir nos fuimos en dirección de Galerías Pacífico. Este lugar fue diseñado como las famosas galerías europeas, como Lafayette de París. Tuvo una historia un poco azarosa, hasta que fue rescatado y ahora es un centro comercial que ofrece la visita a ver estos grandes murales de la cúpula que se encuentra en su patio central (https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/otros-establecimientos/galerias-pac%C3%ADfico). De ahí seguimos por la Florida en dirección a la Plaza General San Martín. La ciudad iba mostrando sus bellezas y muchos edificios mostraban el esplendor de los buenos años de las primeras décadas del siglo pasado, décadas en la que la Argentina era una potencia mundial. Por diversos lados se construían bellos edificios que son verdaderos palacios del siglo XX. Así nos topamos con el Palacio Paz, en el que se encuentra el Museo de Armas de la Nación Tte. Gral. Pablo Riccheri. 



El museo contiene una excelente colección de armas, panoplias, mapas y pinturas de diversos periodos de la historia bélica de esta nación hasta llegar al conflicto de Las Malvinas. El palacio fue comprado por el Círculo Militar en 1938 con condición de crear este museo y una biblioteca, la cual publica una gran variedad de textos relacionados con el mundo militar (https://www.welcomeargentina.com/ciudadbuenosaires/museo-armas-nacion.html). Precisamente en la tienda de recuerdos y librería me compré dos textos para entender la historia: “Lo que no se sabe de Malvinas” del coronel (R) VGM Esteban Alberto Solís y “Juan Bautista Túpac Amaru y el misterio de la Orden del Sol” de José Bilbao Richter. El tema de Malvinas es aún latente (https://www.iprofesional.com/actualidad/339840-guerra-de-malvinas-resumen-que-paso-el-2-de-abril-de-1982). En el museo emitían un documental sobre el tema, pero este es de History Channel. Sería bueno que hubiera uno realizado por los mismos historiadores argentinos de manera desapasionada sobre este tema. Recuerdo en los 80 conocí a un chico argentino que se hallaba de paso por Trujillo; su meta era USA, huyendo de la Argentina y de los malos recuerdos de haber estado en esa conflagración. Precisamente Galtieri, luego de la ocupación/invasión/recuperación de Las Malvinas, hizo un gran mitin en la Plaza de Mayo. La historia. Y recuerdo la inmensa marcha que cruzaba La Colmena de Lima, mientras hablaba con el profesor Gatti y comentábamos cómo esta guerra había unido a tanta diversidad de peruanos: había cadetes de escuelas militares, sindicatos, estudiantes universitarios, colegios con alumnos que llevaban banderitas de Argentina y Perú, espontáneos. Creo que de eso no se enteraron los argentinos. Todo se te viene a la memoria. Todo un tema delicado que se ha visto en documentales (https://www.youtube.com/watch?v=tjE0tPLnI0c), filmes como la Dama de Hierro (https://www.youtube.com/watch?v=y-Gjm8-BdZA), y hasta en la serie británica The Crown. Aquí un texto sobre la participación peruana en este conflicto (https://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/2361867). Y el otro libro aborda un tema que los peruanos generalmente desconocemos sobre el hermano de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru. Este personaje muy importante hasta el grado de haber contribuido en la bandera de Uruguay y la posibilidad de crear un reino o imperio con raíces incaicas (https://www.youtube.com/watch?v=cBdW9aoBlmU). Cosas de la vida. 





DESTRUYENDO CIUDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE AGOSTO)

 



Salir de la rutina para conocer nuevos lugares hace ver con criterios más amplios el lugar en el que se vive: la infraestructura, el tejido social y sus manifestaciones, la historia de sus habitantes y sus proyecciones hacia el futuro. Estas vacaciones me permitieron visitar varios lugares de la Región Cajamarca.

Esta visita fue una buena oportunidad de ver lo bueno y también los males que acogen a todas las ciudades peruanas, en unas más que en otras, incluida Trujillo. Viajar con amigos que saben de arquitectura y la historia de la región me dio más luces. El centro histórico de la ciudad de Cajamarca lo ha salvado la acción tanto de historiadores y arquitectos, como de operadores turísticos; sin embargo, se ve un acelerado deterioro de varias bellas casonas (como en Trujillo) que son carcomidas por el interior para convertirse en cocheras o tugurios comerciales. Los alrededores de la ciudad sí son clara evidencia del desorden y peligro de cientos de edificaciones que surgen sin ningún criterio técnico producto de invasiones, tráfico de terrenos y corrupción rampante que corroen nuestra sociedad. Ya no sólo es criterio estético, es la seguridad de cada uno de las personas que las habitan y el de la ciudadanía en general. Además, el boom de la construcción en zonas en las que hay poca regulación municipal y profesional hace permisible la construcción en zonas de alto riesgo (faldas de colinas y cerros), tala indiscriminada y ocupación de áreas verdes que son el sustento y, a la larga, la sostenibilidad de cualquier ciudad. Estuve, también, en Bambamarca, Chota (con un inmenso coso de toros), Hualgayoc, Cajabamba, Namora, San Marcos, entre otros lugares. Salvo excepciones como Cajabamba y Namora que tratan de cuidar su centro histórico a duras penas, las demás ciudades ven su antiguo centro sometido a un estrés de construcciones de cemento y ladrillo desafortunadas y riesgosas, cuyas medidas de seguridad deben ser dudosas. Algunas edificaciones con numerosos pisos y vidrios multicolores rompen la armonía de lo que solían ser las plazas cajamarquinas de antaño; y para acentuar la crisis estética, estos monstruos tienen sólo la fachada enlucida. Un mal hábito arraigado en todos los estamentos de la construcción. Comentábamos que, por suerte, no se generaban tantos incendios provocados como suele suceder en otros países; pero la explicación fue triste: como hay tanta permisividad en la invasión de tierras (veamos el ejemplo de Trujillo sin ir muy lejos) no es necesario recurrir a “medidas extremas”. La corrupción lo permite. La proliferación de nuevos barrios residenciales en zonas de cultivo es, como ya he resaltado, una cuestionable decisión que afecta la seguridad alimentaria de la zona, concepto que parece no ser muy relevante para muchas personas, fuera del hecho de que muchas áreas verdes son afectadas por la minería formal (lo vimos en el camino a San Pablo) y, peor aún, la informal.


sábado, 12 de agosto de 2023

SOCIEDAD DE NIÑOS VS. LOS ADULTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE JULIO)

 


Por estos días, millones de niños de jóvenes han celebrado las próximas Fiestas Patrias o lo están haciendo. A lo largo y ancho de nuestra nación, y contra todas las dificultades, miles de docentes y padres de familia se aúnan para que los niños y adolescentes en edad escolar conmemoren un aniversario más de nuestras fiestas que nos recuerdan la oficialización de la ruptura con la Metrópoli. De manera puntual, se ha tomado la declaración de la Independencia en Lima como el corolario del largo proceso que, en realidad, culmina en la Batalla de Ayacucho en 1824. Como decía un amigo historiador, detalles sutiles del centralismo peruano.

Pero centrémonos en estas conmemoraciones que movilizan a todo nuestro país para celebrarlas. Los niños, sobre todo, asumen estas festividades con mucho entusiasmo: ellos reciben mensajes a través de sus profesores, publicidad y propaganda de todos los medios que celebramos la libertad, la diversidad, la justicia, el honor, el orgullo de pertenencia, la identidad, la verdad, el civismo, un largo etcétera de cualidades y valores que se van a destacar a través de discursos, pancartas, folletos, maquetas, un sinfín de material visual que veremos pegado en las aulas o exhibidos en las ferias de fin de segundo bimestre escolar. Los entusiastas niños aprenden bailes, hacen dibujos y recitan poemas que hablan de héroes, de una patria ideal, de una sociedad justa, inclusiva y llena de derechos, de personas cívicas que respetan a los demás ciudadanos, que asumen una mayor conciencia ecológica y que vela por el bienestar de los demás. Sin embargo, los rostros de jóvenes de años superiores distan mucho de ese entusiasmo que vemos insuflado en los niños. Escépticos, dudan de las palabras que escriben, pronuncian o leen. Están orgullosos de su país, pero quieren irse lo más lejos posible de este; aman a su patria, pero no es un lugar en el que esperan vivir; hablan de la inclusión y justicia, pero el choleo y racismo son parte esencial de su vocabulario. Cierto es que la adolescencia, periodo crítico en el desarrollo personal, es confrontacional; pero, ¿qué los hace tan escépticos de nuestras palabras, de nuestros actos y nuestras propuestas? Pues, nosotros, los adultos. Desde el mundo político hasta nuestro accionar cotidiano, creamos en nuestros jóvenes un doble discurso en el que nuestras acciones y comentarios deterioran la credibilidad de un orden, seguridad y las bases de una estabilidad tanto personal como social. Los docentes se hallan, muchas veces, en una franca desventaja frente a estas situaciones; la palabra justicia tiene tan poco sentido para muchos jóvenes que ven hechos y planteamientos basados en el abuso del poder, así como el facilismo; y en nuestra sociedad, el escaso respeto a la ley y la impunidad, espacios en los que la corrupción es la moneda de todos los días, ingrediente clave. Los chicos crecen en una triste disyuntiva creada por nosotros. Para reflexionar.



domingo, 16 de julio de 2023

PETARDEANDO LA DEMOCRACIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE JULIO)

 



Las acciones que uno realiza traen consecuencias. Siguiendo el principio sartriano, una persona siempre es responsable de los actos que realice o deje de hacerlos. Son los actos que acometemos los que nos describen ante los demás como entidades sociales que somos. Las palabras son también actos en potencia como lo son, por ejemplo, las promesas electorales, tan venidas a menos. En los últimos días, hemos visto acciones y anuncios que son un verdadero detrimento de las bases de la débil democracia peruana. ¿Qué es la democracia? Es un “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de este a elegir y controlar a sus gobernantes”. Es un sistema político imperfecto, pero que destaca sobre las otras formas, por ser de carácter participativo e inclusivo. Esa debe ser su naturaleza y no desligarse de donde emana su fuerza: la voluntad popular. Esta última se ve reflejada por una serie de medios sociales desde encuestas hasta mítines de apoyo o en contra. Lo que hemos estado viendo en estos últimos días es alarmante, pues son acciones que vienen desde el mismo gobierno en todos sus poderes, bastante impopulares y que viven en un mundo paralelo a la sociedad peruana. Ante el descontento social por el descaro evidente del poder central y el congreso, recurren a medidas peligrosas que dinamitan nuestro sistema democrático y acentúan la peligrosa vorágine de confrontamiento que estamos viviendo ya hace casi una década. En momentos como estos, las medidas extremas deben ser controladas para evitar acentuar esa brecha sociopolítica en la que la sociedad peruana se está hundiendo. El haber recibido al grupo denominado La Resistencia (o La Pestilencia), por parte de la gestión de la cuestionable ministra de Cultura es inaceptable; bajo esa perspectiva, movimientos de extrema izquierda entrarían también en esa promoción de “diálogo” con grupos lumpen en cuya naturaleza el concepto diálogo les es desconocido. Las renuncias y detracciones posteriores son una clara evidencia de la gruesa metida de pata que calza con la impopularidad gubernamental. Pero es lamentable que muchos medios de comunicación no hayan hecho comentarios al respecto. Era urgente parar esto. Los medios alemanes hablan, alarmados, de la elección a la alcaldía de Hannes Loth, candidato del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), xenófobo, nacionalista y cuyos objetivos explícitos ocultos son "eliminar el orden básico democrático libre" y "abolir la garantía de la dignidad humana". La democracia como tal debe crear “candados políticos” para evitar estos juegos peligrosos que permitieron en diversos momentos de la historia que personajes cuestionables como Hitler y varios de los que hemos visto en este siglo hayan subido al poder por su populismo, violencia y bravuconería. Eso debió entender la ¿irresponsable? ministra de Cultura al autorizar tan grueso error que empodera a violentistas y legitima sus trasnochadas ideas. El puesto le quedó grande. Pero sus acciones dejan muchas dudas, muchísimas.


domingo, 9 de julio de 2023

LA CIUDAD Y EL NIÑO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 09 DE JULIO)

 



Parece que se nos viene con fuerza El Niño. Y por partida doble, tal como anuncian los servicios meteorológicos nacional e internacionales. Y todo parece indicar que volveremos a lamentarnos y comentando, posteriormente, de las medidas que debemos tomar para prevenir. Una cultura de la prevención tan asimilada en nuestra cultura, así como la de la puntualidad. Desde que mi familia se asentó en esta ciudad en 1974, he sido testigo de varios Niños que han azotado a la ciudad y que generalmente destruyen los mismos lugares o afectan sectores que luego son poblados de manera irregular hasta que alguna autoridad municipal otorga títulos de propiedad a cientos de familias que ocuparon estos territorios considerados no aptos para viviendas. Hay dos factores que entran en juego y que son causa de la rampante corrupción que corroe el sistema peruano de la construcción: tráfico de terrenos y autorizaciones o licencias a construcciones reñidas con el sentido común. El reciente caso de corrupción de alto nivel que involucra a ciudadanos trujillanos del campo de la construcción es reflejo de ello. Recuerdo en una conversación informal con un arquitecto que me comentaba que había autorizado el uso destinado a áreas públicas (por ejemplo, parques) para la construcción de viviendas; por esa razón, no es raro ver ciertas casas que están construidas cercanas a postes de alumbrado e, incluso, es parte del territorio hogareño. Simpático. El caos urbano que muestra Trujillo en sus trazados de manzanas, calles, avenidas y parques es una muestra de ello. Algunas soluciones propuestas por expertos para mitigar los efectos de El Niño han sido rechazadas por otras que recurren a otras que pueden agravar los daños. Viendo todo de manera holística tenemos soluciones peligrosas. El fallecido arquitecto Jorge Saito proponía soluciones naturales como la arborización masiva y la hechura de grandes parques mitigantes en la ciudad que podrían atenuar los efectos. Recuerdo que en los 70, el Parque Industrial tenía un cerco vivo de árboles que detenía el avance de la arena sobre la ciudad hasta que los migrantes informales comenzaron a talar estos árboles para conseguir leña y el desierto comenzó a avanzar sobre la ciudad. Ahora tenemos la presencia de Chavimochic, proyecto que ha generado grandes cambios en la ciudad como el clima y la napa freática, incrementando la humedad. Y esto agravado con el problema generado por el molón de Salaverry que exigió la construcción de una barrera rocosa en Buenos Aires. Recordemos lo que pasó en esta zona en el Niño Costero del 2017. Sin comentarios. Hay silencios que han sido nocivos para nosotros, silencios que favorecen a oscuros intereses. ¿Nuestras autoridades estarán al nivel de poder exigir a sus ciudadanos un orden urbano necesario, fiscalizar las construcciones, erradicar y reubicar lugares poblados en zonas de alto riesgo como las quebradas? ¿O serán simples cómplices y acentuarán el deterioro en el que está sumido Trujillo desde hace décadas? Ojalá tengamos autoridades que den la talla.