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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 9 de julio de 2023

LA CIUDAD Y EL NIÑO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 09 DE JULIO)

 



Parece que se nos viene con fuerza El Niño. Y por partida doble, tal como anuncian los servicios meteorológicos nacional e internacionales. Y todo parece indicar que volveremos a lamentarnos y comentando, posteriormente, de las medidas que debemos tomar para prevenir. Una cultura de la prevención tan asimilada en nuestra cultura, así como la de la puntualidad. Desde que mi familia se asentó en esta ciudad en 1974, he sido testigo de varios Niños que han azotado a la ciudad y que generalmente destruyen los mismos lugares o afectan sectores que luego son poblados de manera irregular hasta que alguna autoridad municipal otorga títulos de propiedad a cientos de familias que ocuparon estos territorios considerados no aptos para viviendas. Hay dos factores que entran en juego y que son causa de la rampante corrupción que corroe el sistema peruano de la construcción: tráfico de terrenos y autorizaciones o licencias a construcciones reñidas con el sentido común. El reciente caso de corrupción de alto nivel que involucra a ciudadanos trujillanos del campo de la construcción es reflejo de ello. Recuerdo en una conversación informal con un arquitecto que me comentaba que había autorizado el uso destinado a áreas públicas (por ejemplo, parques) para la construcción de viviendas; por esa razón, no es raro ver ciertas casas que están construidas cercanas a postes de alumbrado e, incluso, es parte del territorio hogareño. Simpático. El caos urbano que muestra Trujillo en sus trazados de manzanas, calles, avenidas y parques es una muestra de ello. Algunas soluciones propuestas por expertos para mitigar los efectos de El Niño han sido rechazadas por otras que recurren a otras que pueden agravar los daños. Viendo todo de manera holística tenemos soluciones peligrosas. El fallecido arquitecto Jorge Saito proponía soluciones naturales como la arborización masiva y la hechura de grandes parques mitigantes en la ciudad que podrían atenuar los efectos. Recuerdo que en los 70, el Parque Industrial tenía un cerco vivo de árboles que detenía el avance de la arena sobre la ciudad hasta que los migrantes informales comenzaron a talar estos árboles para conseguir leña y el desierto comenzó a avanzar sobre la ciudad. Ahora tenemos la presencia de Chavimochic, proyecto que ha generado grandes cambios en la ciudad como el clima y la napa freática, incrementando la humedad. Y esto agravado con el problema generado por el molón de Salaverry que exigió la construcción de una barrera rocosa en Buenos Aires. Recordemos lo que pasó en esta zona en el Niño Costero del 2017. Sin comentarios. Hay silencios que han sido nocivos para nosotros, silencios que favorecen a oscuros intereses. ¿Nuestras autoridades estarán al nivel de poder exigir a sus ciudadanos un orden urbano necesario, fiscalizar las construcciones, erradicar y reubicar lugares poblados en zonas de alto riesgo como las quebradas? ¿O serán simples cómplices y acentuarán el deterioro en el que está sumido Trujillo desde hace décadas? Ojalá tengamos autoridades que den la talla.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

sobrino Gerardo el fenómeno del niño, siempre está allí Peró no tenemos autoridades con la mentalidad de protección hacia la población (todos son rateros) Saludos Con Mucho Cariño Un Fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Es cierto que la corrupción es mas destructiva que el niño, ya que de haber querido solucionar las falencias que destruyen y contaminan la ciudad, ya lo hubieran hecho; pero como es más negocio declarar en emergencia la región, entonces el festín está servido para las autoridades que vuelven ha hacer nuevos estudios para los "canales de defogue de las aguas de los huaicos, la reconstrucción con pésimos materiales de las pistas, amén de todas las compras para limpieza, protección de trabajadores, maquinaria de todo tipo, etc etc; todo es muy claro, el niño es el mejor negocio y la excusa perfecta para llenarse los bolsillos. LA MESA ESTÁ SERVIDA.

Anónimo dijo...

Lo que nos queda es la auto protección familiar y la auto protección de cada barrio ... pero ojo en esta última se tiene que cuidar que no caiga en manos de ignorantes y oportunistas que verán la oportunidad de sacar beneficio propio. Hay muchos ejemplos especialmente en las urbanizaciones entre gente de clase media.