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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

sábado, 10 de agosto de 2019

CUÉLLAR Y SEGOVIA: EN EL CORAZÓN DE ESPAÑA





Domingo 27 de enero. Cuéllar y Segovia. Carmen había preparado dos propuestas posibles para aprovechar ese día. Carmen había tratado de ajustar a sus tiempos, pues ella continuaba con su trabajo en la dirección de un colegio en su natal Palencia. Era Salamanca o Segovia; se decidió por esta última y la visita iba a ser todo un viaje hacia el pasado visigodo, musulmán y cristiano de España, al mundo mozárabe y nazarí en la transición que fue la península ibérica y del cual, los americanos íbamos a recibir toda una herencia. Una vez en El Cairo fotografié una calle con balcones, la pasé a digital y la colgué en redes sociales; muchos amigos pusieron muchas observaciones, pero recuerdo una que me causó gracia y, a la vez, reflexión: el comentario decía “Es Cinco Esquinas de Lima”, igual, idéntico. España trajo mujeres moras en la conquista, quienes conformaron las nuevas identidades en esta parte del mundo. Si se dice que hasta el cebiche es una mezcla de sazón árabe con ingredientes americanos. También el mundo de los postres y que se enriquecería con el mundo negro. En fin.
Luego del desayuno castellano que preparó Carmen, nos fuimos hacia Cuéllar. Tomamos el camino para Valladolid. Tomamos la autopista VA-30 y desde Valladolid, la A-601. Estábamos atravesando el espacio castellano, plano y vacío, agrícola y amplio. Y llegamos a Cuéllar, una bella ciudad medieval amurallada, con antiguas iglesias de piedra y que posee un pequeño bello castillo, todo rodeado por un extenso pinar el cual iba a contemplar desde lo alto de dicho castillo. Este fue mi primer contacto con la belleza del arte mudéjar, el practicado por los árabes musulmanes que se habían quedado en territorios conquistados por los cristianos y que era empleados por los católicos para construir sus castillos, iglesias o palacios, dándoles el toque del rico arte musulmán. Como llegamos un poco temprano, nos fuimos a dar una vuelta por la vieja ciudad amurallada. Nos enrumbamos hacia la Puerta de San Basilio para “ingresar al sector viejo. Esta pequeña ciudad tiene joyas arquitectónicas invalorables: San Esteban, la cual estaba cerrada, pero el edificio exterior es imponente y muestra digna de este tipo de arte; San Martín, en donde veremos una exhibición de la historia de la ciudad y del arte mudéjar; San Andrés, la cual también estaba cerrada; y una joyita, la capilla de la Magdalena. Esta última sí pudimos visitarla, luego de caminar por las calles de la vieja judería y atravesar la bella puerta que no ha sido demolida. La judería no tuvo tanta relevancia como sí las tuvieron varias aljamas en España y Portugal; en el caso de los alrededores, fueron las de Segovia, Palencia, Frómista y Valladolid. En la capilla, una señora amable nos atendió vivamente, pues en esta parte del año pocos turistas llegan a la zona. Cuéllar está considerada en una zona muy fría. La capilla es una construcción gótica discreta, pero su interior está cargado de arte e historia medieval. No pudimos ver el parque arqueológico de San Esteban, pues el turno para ingresar al castillo ya era pronto. Aquí más datos de este interesante ciudad (http://www.eladelantado.com/provincia-de-segovia/cuellar-historia-y-toros-entre-colinas/) (https://www.uv.es/charco/documentos/cuellar.htm). El castillo de los duques de Alburquerque nos permite ver diversos periodos de esa España gloriosa. Aquí fue capturado el valido Álvaro de Luna. Y luego vimos la iglesia de San Martín que se ha convertido en un centro de interpretación del arte mudéjar. La exhibición audiovisual es didáctica y muy atractiva, y te explica detalladamente lo que es este arte y lo vinculado que está con la historia de la ciudad en su conjunto. En esta página se puede encontrar más información: https://www.cuellar.es/.








Nuestra visita había terminado y nos enrumbamos hacia Segovia. Esta no es una gran ciudad muy poblada, pero encierra tesoros invalorables en dos grandes espacios: su Alcázar y su Catedral. Ambos monumentos son perceptibles a la distancia y luego otro gran monumento: su Acueducto. Al llegar a la ciudad, buscamos un lugar para dejar la camioneta. Como ya era hora de almorzar, nos fuimos a un lugar famoso: Restaurante Mesón de Cándido. Felizmente sí había un sitio para nosotros y pudimos comer un buen lechoncito. Pero no solo la comida era deliciosa, sino que pudimos ver el espectáculo para demostrar la calidad del lechón recién preparado; el dueño de casa lo cortaba como un plato y una vez concluida su acción, las piezas eran servidas a los comensales. Todo un show. Carmen había hecho una buena elección. Una vez concluida, nuestro almuerzo y con la barriga llena y el corazón contento, nos pusimos a caminar. Nuestro objetivo: el alcázar. Tomamos la calle Juan Bravo, en la cual hay numerosas casas y palacios destacados como la de los picos. En el camino nos encontramos con la bella iglesia de San Martín, un imponente monumento de arquitectura románica que se construyó sobre unas termas de origen romano, el corazón de la ciudad en aquellos tiempos. También la iglesia de San Andrés, otro bello monumento que mezcla lo románico con lo gótico. Llegamos a la plaza mayor, pasamos al lado de la catedral y seguimos en dirección al Alcázar.
El Alcázar es un monumento regio cuyos orígenes datan del siglo XII. Se construyó momentos que estos reinos (aún no existía España como tal) pasaban zozobras no solo con los musulmanes, sino con sus vecinos también. El principal rey que lo enriqueció en construcciones fue el mismo Felipe II, aquel que había mandado a construir El Escorial. Antes de ingresar al complejo arquitectónico, hay una plaza simpática en la que se encuentra una casa denominada De la Química y un monumento a los héroes Daoíz y Velarde que lucharon contra los invasores franceses un 02 de mayo de 1808. El edificio tiene dos grandes patios, el de Armas y el del Reloj, y una serie de salas y cámaras a cuál más decorada y esplendorosa. Me gustaron la Sala del Trono, la de la Galera y la de las Piñas; pero la mejor es la de los Reyes, en la que hay una serie de bustos de reyes de las dinastías Trastámara y Habsburgo. Este monumento tuvo un gran incendio en 1862, que lo dañó por completo. Es interesante ver el foso que tiene en la entrada. Desde lo alto puedes ver la ciudad y su gran catedral, que era nuestro siguiente objetivo. Aquí dejo su página oficial: https://www.alcazardesegovia.com/.







Salimos con rumbo a la catedral, la Catedral de Santa María y San Frutos. Las calles de Segovia son sinuosas y estrechas, la herencia medieval. Subimos por la calle Daoíz hasta nuestro objetivo, vimos nuevamente la iglesia de San Andrés, pero no entramos. Nos quedaba poco tiempo. Además, la catedral fue otro regalo a la vista. La historia de esta iglesia como institución es bastante movida. Este edificio es el tercero para una catedral que sufrió dos destrucciones previas en otros lugares, la segunda al costado del actual Alcázar. Se la ubica como una construcción gótica tardía, cuando ya este movimiento artístico iba siendo “reemplazado” por el Renacimiento. Está ubicada en la parte más alta de la ciudad antigua, esa es la razón por la que es bastante visible a la distancia, fuera de su considerable volumen, ya que mide 33 metros de alto, 50 de ancho y 105 de longitud. En realidad, es difícil indicar qué es lo más bello en su interior: el entierro de Cristo de Juan de Juni en la capilla de la Piedad; el Cristo yacente de Gregorio Fernández (impresionante); el claustro. Aquí más detalles: http://www.jdiezarnal.com/catedraldesegovia.html y un video para disfrutar del lugar como visita guiada visualmente: https://www.youtube.com/watch?v=7yer103A5fo, donde la llaman la Dama de las catedrales. No pude subir a la torre, pues ya era casi hora de cerrar. Con Carmen habíamos caminado bastante y nos dimos nuestra pausa para tomar un rico café y comer un postre para el tramo de retorno. Nos fuimos a un café, Las Tres Bbb. Luego de esta pausa, comenzamos el retorno hacia la camioneta y luego a casa. Cruzamos las calles medio festivas de la ciudad. Y llegamos al Acueducto, al cual subí para tener una vista nocturna del mismo y del barrio. Perfecta iluminación.








Nos fuimos a la camioneta para partir a Palencia. Ya era un poco tarde. Habíamos hecho una jornada fantástica, gracias a Carmen. Los siguientes días nos íbamos a hundir más en el románico palentino.






domingo, 4 de agosto de 2019

SE IRÍAN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 04 DE AGOSTO)



“Se van todos”.
Durante la hora que duró su discurso de orden por las celebraciones de fiestas patrias, el presidente Martín Vizcarra se refirió de manera general a todos los grandes rubros del quehacer peruano. En salud, educación, economía, entre otros. Pero viendo a la larga su discurso, este no podía escapar a lo que ha enlodado y entorpecido nuestro desarrollo en las últimas décadas: la corrupción. Cualquier rubro que pueda mencionarse, está presente esta de manera subyacente. Por ejemplo, la continuidad del SUNEDU es necesaria, pese a sus bemoles; recientemente, una universidad en Chiclayo ha sido cerrada por esta institución debido a malos manejos de corrupción hechos por su rector vinculado al mundo político de esa ciudad. O el caso de Odebrecht y la tercera etapa del proyecto Chavimochic que ha generado división sobre su continuidad en el mismo. Esta empresa removió los cimientos de la clase política peruana y premiarla con su licenciamiento es entrar en una grave contradicción. La corrupción ha minado todos los campos de la vida peruana, desde las esferas económicas, políticas y sociales más altas hasta el quehacer cotidiano de todos los peruanos. La vemos en actividades comerciales, en actividades judiciales, un largo etcétera que coparían páginas con ejemplos y testimonios. Pero el enquistamiento de la corrupción es escandaloso en el Congreso del Perú. Bajo el manto de su inmunidad, ahora llamado impunidad, muchos congresistas han ido minando cualquier intento de lucha contra mecanismos y personajes corruptos. La palabra “blindar” era frecuente en todos los medios de comunicación y la ciudadanía veía con impotencia cómo estos personajes iban encubriendo por propios intereses a individuos de baja catadura, entre ladrones de combustible, maniáticos sexuales, extorsionadores laborales, falseadores de información, entre tantas otras perlas. E, incluso, permitir la fuga de algunos de ellos gracias a la rémora de su accionar en diversos procesos que implicaban su celeridad.
Y vino la estocada, la que ellos pensaban que nunca llegaría, salvo usando los artilugios dictatoriales alguna vez usados por Alberto Fujimori. La parte final del anuncio presidencial del 28 de Julio ha dejado boquiabiertos a esos malcriados e indolentes miembros del Congreso, no sin antes haber recibido por parte del presidente muchas frases y palabras que han cruzado por la mente de millones de peruanos cuando encubrían a César Hinostroza o a Pedro Chávarry; o cuando cambiaban el sentido de las reformas necesarias para limpiar la alicaída política peruana. El anuncio de adelanto de elecciones generales para el 2020 tiene dos salidas y ambas podrían conducir legalmente a una esperada solución: convocatoria general.
La encrucijada en la que se halla este inefable Congreso es definitiva para su suerte. Tuvimos congresos malos, pero nunca uno tan plagado de mediocridad y delincuencia. ¿Tendremos una respuesta a su altura?

domingo, 28 de julio de 2019

HERMOSO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 28 DE JULIO TRUJILLO)


“Tienes un país hermoso, macho”; esta fue la frase que un egipcio me comentó en una reunión informal de turistas allá en El Cairo en 1988. Había ido por razones de trabajo hasta el Medio Oriente y, en un alto a mis labores, estuve en la tierra de faraones. Eran años aciagos para los peruanos, quienes veíamos nuestra economía destruida día a día; muchos compatriotas asesinados o mutilados; ciudades amenazadas por violencia; una inflación y corrupción galopantes; y un liderazgo presidencial cínico. Ese mismo año, en medio de esas honduras, había leído el libro Historia del Tahuantinsuyu de María Rostworowski, cuyas líneas finales de su introducción me hundieron en el desasosiego, pero daban luces preclaras para construir un país mejor.
Ad portas de recibir nuestra mayoría de edad, los peruanos vivimos otro panorama; cierto es que algunas cosas de nuestra macro realidad se han enmendado en estas últimas décadas. Se vivió un boom de crecimiento, pero no de desarrollo que era lo más importante para evitar las situaciones críticas que estamos viviendo en la actualidad: la violencia que nos atemoriza no solo en las calles; el sentido de impunidad de aquellos que ejercen la corrupción y el abuso del poder en todos los niveles del tejido social peruano; el caos y desorden de nuestras ciudades; las brechas sociales, culturales, económicas, educativas y raciales que persisten y que, en algunos casos, se han acentuado. Somos testigos de grupos de poder social, económico y político que actúan a espaldas de la sociedad peruana, recurriendo a artimañas y juegos sucios con el fin de perpetuar sus crímenes y gollerías como nunca se había visto en nuestra historia; así como líderes que se recubren con banderas de lides sociales dogmáticas solo para acrecentar sus ansias de poder y vivir bajo cierto culto a la personalidad (historia harto conocida por millones de nosotros). Y vemos cómo descaradamente se trata de deslegitimar cualquier reclamo o lucha de miles de peruanos ante groseras evidencias de inmoralidad hechas por diversos individuos, que solo velan por sus intereses egoístas o partidarios.
Sin embargo, nuestra joven república (en dos años cumplimos nuestro bicentenario como nación) trata de buscar caminos como sociedad integrada, inclusiva, justa, educada y orgullosa de su pasado, el cual nos sirve como simiente para nuestro futuro. En dos visitas recientes lo comprobé: en el Complejo Arqueológico de El Brujo, precisamente en el Museo de la Dama de Cao, hay diversas fotos de hermosas mujeres de todas las edades de Magdalena de Cao, cuyos rostros ayudaron a reconstruir el de la dama, muerta hace 1.700 años. Y la sonrisa tímida de un niño chachapoyano de unos 3 años que llamaba la atención de su madre en su humilde tienda quien nos regaló su picardía y su voluntad de vivir. O haber visto miles de peruanos gritar y bailar Cariñito en la inauguración de los Panamericanos durante el ingreso de nuestros deportistas.
Feliz 28.

miércoles, 24 de julio de 2019

MONSTRUOS TRUJILLANOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 21 DE JULIO)



La venida de amigos de otras latitudes nos permite refrescar situaciones comunes entre nosotros, pero que no serían toleradas en otras partes, incluidos nuestros vecinos del Norte o del Sur. Incluso en algunas ciudades del Perú. Los errores de gestiones y gobiernos anteriores; más el sentido de impunidad, escaso o nulo respeto por el otro y la deficiente educación cívica han hecho que muchas ciudades peruanas se hayan convirtiendo en lugares insufribles e, incluso, con pocas esperanzas de mejora. Lentamente, Trujillo va convirtiéndose en una ciudad dentro de este rango.
Tanto sus habitantes como autoridades elegidas por nuestros votos en democracia formal hemos generado situaciones de deterioro que nos hacen ver con pesimismo la disposición de la ciudad para las próximas fiestas de independencia tanto de Trujillo como la del país. En un pasado artículo mío publicado en este medio hablaba del deterioro de la calidad de vida del trujillano, en el caso concreto del manejo del ruido en nuestra ciudad. Ha cesado un poco el escándalo generado por diversas empresas de ventas de artículos eléctricos en diversos puntos de la ciudad, pero bandas escolares, polladas y discotecas son los nuevos elementos perturbadores. Pero se yerguen otros monstruos que deterioran la ciudad: la violencia, comercio informal, el tráfico y la manipulación de la basura son verdaderas pesadillas. De la violencia y la informalidad se ha vertido mucha tinta y están estrechamente vinculados con los otros dos.
El incremento exponencial del tráfico privado y público se da por la significativa presencia de vehículos nuevos, pero también por el nulo control para retirar vehículos en estado lamentable y de alto riesgo para la población. La crisis se acentuó con el populismo del fujimorismo que permitió el ingreso de autos usados o no aptos para circulación urbana, menos para uso público. Así aparecen los ticos, los colectivos y los mototaxis. Lo que en un momento fue una rápida solución para los miles de desempleados públicos, se convirtió ahora en una franca pesadilla compleja de solucionar. Un solo gran bus acoplado sustituiría a varios micros y combis, gran parte del gran problema. Pero generaría el desempleo de muchas personas (varios informales) que viven de esto. El retiro masivo de estos vehículos menores significaría una solución con dos rostros.
El problema de la basura tiene un amplio espectro: desde el económico (negocio redondo y mafias) hasta la escasa educación cívica. Se habla de un nuevo relleno sanitario, pero no hay plan global para la solución integral, incluido lo educativo, que pueda generar muchas oportunidades como energía, por ejemplo. El cobro de bolsas plásticas es algo. El sueño de una planta de residuos sólidos se aleja más de una ciudad que bota 330 toneladas diarias y es benevolente con sus agentes que ensucian más, tipo La Hermelinda o las compañías constructoras.
¿Quién le pone el cascabel al gato?

viernes, 19 de julio de 2019

EL ESCORIAL, ESPLENDOR DE ESPAÑA DEL SIGLO DE ORO




Sábado 26 de enero. Despidiéndome de Toulouse. Me levanté temprano y tomamos un rápido desayuno. Desconocía la ubicación del aeropuerto y eso me preocupaba un poco. Sin embargo, los dueños de casa conocían las distancias e íbamos con buen tiempo. Estaba un poco preocupado, pues en mi viaje de venida había tenido que pagar 60 euros, casi 240 soles. Felizmente no pasó lo mismo en el vuelo de retorno, ni tampoco hubo necesidad de que mi equipaje de mano sea enviado a equipaje. Ya en el bonito aeropuerto de esta ciudad, tuvimos tiempo para despedirnos tranquilamente. Isabelle es una mujer con mucho temple; pese a su salud, ella ha encontrado una fuerte razón de vivir en sus proyectos que desarrolla en el Perú, específicamente en El Porvenir, Trujillo. Ella tuvo esa idea en la cabeza desde una primera vez que vino por nuestra ciudad: el poder crear una conexión de su grupo de amigos comprometidos con la ayuda social en diversas partes del mundo. Ella, como habla español, identificó esta oportunidad de crear un centro para niños en una zona deprimida. Pero eso no queda ahí, su persistencia y visión de las cosas le han permitido ir creciendo en su proyecto y en Francia es una activa organizadora de actividades para venta de objetos donados y cenas que venden no solo a sus amigos, sino a la ciudadanía. Por eso, ella había logrado este apoyo de los chicos del Liceo de Rodez al darle un fondo significativo para su proyecto. Ojalá tuviera el mismo apoyo en nuestra ciudad; muchas personas creen que hay una obligación para pobladores en riesgo y se genera un círculo vicioso llamado asistencialismo que no beneficia a ninguna de las partes: el asistido ve como un derecho adquirido y exige a su asistente que lo mantenga en todo; y el asistente, de pronto, cae en ese sentimiento de culpa que lo obliga a tener que darle dinero, ropa o alimentos, coactando las capacidades a desarrollar de una persona para poder resolver sus problemas y hacerse autónomo. Es un vicio peligroso que se ha extendido en muchas ONG e instituciones benéficas. Fuera del hecho de que varios de los organizadores de dichas instituciones han visto una forma de lucro con esos sentimientos. Conversamos por un buen tiempo, pero ya era momento para ellas a retornar, pues Isabelle todavía debía de retornar a Rodez. Nos dimos grandes abrazos y besos, y me despedí de ambas, de Dominique e Isabelle. Ella me dijo que iba a Perú en mayo…y cumplió.

El vuelo era corto, se hacía un poco más largo pues era un avión más pequeño con capacidad para solo 120 pasajeros y con una cabina bastante estrecha; para las personas altas es bastante complicado, peor una persona gorda y alta. Felizmente llegamos a Barajas sin ningún problema. Este aeropuerto ya me era familiar, era la tercera vez que tocaba este aeropuerto en menos de un mes. Todas las gestiones las hice rápido, pues me esperaba Carmen Ortega. Saliendo me encuentro con ella, nos dimos un extenso abrazo, pues era la primera vez que iba a ver España con su ayuda, su explicación, sus ojos. Nos dirigimos a su camioneta para irnos no directamente a Palencia, su hogar, sino a ¡El Escorial! Gran regalo. Tomamos la salida de Madrid para irnos en dirección a este impresionante monumento. Pero antes de ir tienes que haber conocido a su gestor: Felipe II. En la historia que leí de esta construcción, Felipe II la ideó como un recuerdo de la batalla de San Quintín en la cual los españoles, aliados de ingleses y flamencos, vencieron a los franceses, el 10 de agosto de 1557. Lo interesante es que este rey quiso recordar ese triunfo recordando al santo de dicha fecha, San Lorenzo, quien fue ejecutado sobre una parrilla. Por tal motivo, la construcción está ideada de esa forma. Pero hay que hacer un poco de historia sobre Felipe II, quien en su juventud fue un hombre simpático y con alto sentido de gobernar. Lo irónico de la vida es que este se casó en segundas nupcias con su prima María Tudor, mayor que él, matrimonio de conveniencia. La idea era conseguir el apoyo de Inglaterra en su lucha contra Francia. El matrimonio fue un desastre; pero era conveniente. Lo interesante es que Felipe logró que la hermanastra de su esposa, la que sería Isabel I, sea salvada de los celos y las locuras de su esposa. Quién iba a imaginar que Isabel iba a convertirse en su más fiera rival. María Tudor estaba muy enamorada de Felipe, pese a que este ya había perdido toda esperanza de un heredero. Cuentan que la última vez que partió este, María lloraba tan desconsoladamente que inspiró muchos cantos lastimeros en la música popular y que quizá haya sido la inspiración de la más triste aria de la ópera Dido y Eneas de Purcell. Por otro lado, la batalla de San Quintín fue el corolario de un asedio violento sobre la ciudad y una matanza sistemática entre franceses y españoles tal que pasó al lenguaje popular con el dicho: “se va a armar las de San Quintín”. A mi padre le pusieron ese nombre mis abuelos, pues él nació el 30 de octubre: Gerardo Quintín. Aquí algunos datos curiosos de esa batalla (https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-recuerda-a-san-quintin-conocido-por-la-frase-se-armo-la-de-san-quintin-48142). Me comentaba Carmen en el trayecto que el conducir en España se había tornado en un problema, pues había muchas acciones que podían costar una multa. Pero Carmen también sabe cómo es el tráfico en Perú. Si varios de nuestros choferes fueran a Europa, Chile u otros países de un tráfico estricto; muchos de los nuestros estarían en la cárcel por años. En el camino pasamos por la gran iglesia construida por los prisioneros de la dictadura franquista, el Valle de los Caídos. Justo por esos días se estaba viviendo en España la polémica de la exhumación y traslado de los restos del Franco a un nuevo destino. Fue todo un movimiento que removió las heridas de la Guerra Civil que aún no cierran. 


Antes de llegar al lugar, puedes distinguir las torres de tan magnífico monumento. Carmen halló un lugar donde dejar el auto. Lentamente nos dirigimos a nuestro objetivo. El Escorial es inmenso. Datos de una revista de historia: 33.327 metros cuadrados, 4 mil estancias, 2.673 ventanas, 1.250 puertas, 15 claustros, 16 patios, 15 fuentes, 89 escaleras, etc. Es inmensa y algunos sectores no tienen acceso al público. Es un lugar que encierra muchos enigmas, siempre bajo la rígida perspectiva católica de este hombre que vivió una rara austeridad. Se dice que se construyó allí para cerrar el acceso a una cueva cercaba que era la entrada y salida al infierno; pero también era la moda de construir palacios fuera de las ciudades centrales, como el caso de Versailles que se construyó al mismo tiempo de El Escorial. El arquitecto que lo empezó fue Juan Bautista de Toledo, quien había trabajado bajo las órdenes de Miguel Ángel. El rey Felipe II había decidido construir un monumento regio a su padre, Carlos I de España y V de Austria, el que inició la dinastía Habsburgo en el trono español. Felipe II amaba cierto tipo de arte como la pintura, por eso este convento-palacio es también un gran museo de varias pinturas todas de motivo religioso. Pero además acoge en su gran bella biblioteca libros prohibidos por la Inquisición. Felipe era apasionado de la alquimia, actividad mal vista en ese entonces por estar asociada a la brujería. Pero él, siendo rey, tenía su corona bien puesta. Entre los muros de este local se ve obras de El Bosco, Durero, El Greco, Roger van der Weyden, de quien vimos un cuadro suyo recién restaurado: el Calvario. Además, vimos una exposición de las obras de Juan Fernández de Navarrete, llamado el mudo (era sordomudo). Genial. Otro de los momentos estelares fue la visita a la cripta real. Me hizo recordar a las visitas que hice a la catedral de Berlín, en la que vi la familia Hohenzollern, siendo su último representante el Kaiser Guillermo II, quien renunció a la corona germana y Alemania pasó a ser un estado; o la iglesia de Roskilde en Dinamarca donde los reyes y reinas daneses se encuentran enterrados. Allí hay dos lugares especiales: uno para enterrar los cuerpos de niños que aún no han recibido los sacramentos importantes como bautizo o comunión; y otro llamado pudridero real, para tener los restos de reyes y reinas por 25 años para quedar solo con restos y colocarlos en pequeñas cajas de un poco más de un metro. Aquí más datos (https://sites.google.com/site/obrasdestacadas/el-escorial). La visita fue todo un placer y, debido a la larga marcha, nos fuimos a almorzar comida típica de la zona. El restaurante de Carmen estaba totalmente lleno, escogimos otro: la Jarana, nombre sugerente. Nuestras conversaciones fueron largas, recordando diversos momentos entre nosotros y nuestra amiga Orietta, los planes de ella y mi nueva vida. Nos tomamos unas últimas fotos ya en camino de retorno en la puerta de salida de la gran iglesia. 








Poco después, nos fuimos a Palencia, a la cual llegamos tras dos horas de viaje. En la ruta cruzamos lugares y ciudades que recordaba por mis estudios escolares o universitario: Medina del Campo, Tordesillas, Valladolid. Este viaje a España iba a ser otro buceo de la historia. Por la noche nos fuimos a cenar al restaurante La traserilla, buena opción. Así cerré mi primer día en España. Al día siguiente, iríamos a Cuéllar y Segovia.





miércoles, 17 de julio de 2019

TOULOUSE, UNA SEGUNDA VEZ





Viernes 25 de enero. Toulouse. Ya me estaba despidiendo nuevamente de Francia. Isabelle había arreglado con su sobrina para quedar en su casa y de ahí nos íbamos al aeropuerto. El día anterior había enviado una caja de libros, revistas y estampillas para aligerar el peso. Salí de Perú con 19 kilos y quería regresar con esa cantidad: pero los libros, las revistas de historia…más las películas, los CD de música bella. Ah. Pude mandar una caja con 23 kilos, demasiado peso. Pero esa es otra historia. Preparé mi maleta el día anterior, algunas cosas iba a llevarlas en una bolsa. Salimos temprano de La Primaube. Habíamos dejado todo en orden. En Francia, la gente se moviliza mucho; además con esa magníficas carreteras y autopistas, yo lo haría también. Tomamos la ruta que lleva a Albi, cruzando Baraqueville. Felizmente el día anterior no había nevado. Manejar ahí, como en Portugal o España es un placer. Pasado Albi, tomé el timón y un poco antes de llegar a Toulouse volvimos a nuestras posiciones iniciales. Dejamos el auto en un estacionamiento. De todas maneras, hay mucha más seguridad en Francia que en Perú. Teníamos que tomar el metro para ir al centro donde se encontraban nuestros objetivos. Lo simpático del metro de Toulouse es que anuncian los lugares de las estaciones, sean plazas o calles, primero en occitano y luego en francés. Me hace recordar al de Barcelona que primero es en catalán y luego en español (no sé cómo será ahora con todo este jaleo que se ha hecho con el movimiento independentista. Llegamos a la Place Esquirol y de ahí nos echamos a andar en la búsqueda de la Fundación Bemberg, donde íbamos a hallar bellezas. En el camino, fuimos viendo algunos estragos causados por algunos encuentros violentos callejeros con los chalecos amarillos. Francia estaba alterada en esos días y ya lo había visto en Montpellier. En nuestra caminata nos fuimos alejando un poco de nuestro destino final. Isabelle preguntó a un transeúnte y nos indicó el camino correcto. Llegamos a nuestro destino. Rue de l’ Écharpe. Este lugar solía ser un hotel de lujo en el siglo XIX hasta que se convirtió en el espacio que acoge esta bella colección de una familia judeo-argentina que, en forma de agradecimiento a la ciudad, dio esta magnífica colección de arte y un fino mobiliario. El edificio se construyó en el siglo XVI y este alberga pinturas de Pierre Bonnard, 30 en total, y de Canaletto, Francesco Guardi, Tièpolo, François Boucher, Elisabeth Vigée-Lebrun, Hubert Robert, Pieter de Hooch, Jean Clouet, François Clouet, bocetos y estudios de Rogier Van der Weyden, Lucas Cranach, Gérard David, Adriaen Isenbrandt, Pieter Brueghel el joven, Tiziano, Paolo Veronese, Tintoretto, Henri de Toulouse-Lautrec, Eugène Boudin, Claude Monet, Henri Fantin-Latour, Edgar Degas, Edouard Vuillard, Odilon Redon, Paul Gauguin, Louis Valtat, Alfred Sisley, Camille Pissaro, Berthe Morisot (una pintora impresionista opacada por el mundo masculino de entonces, así como la escultora Camille Claudel), Paul Signac, Paul Cézanne, Georges Rouault, André Derain, Henri Matisse, Raoul Dufy, Albert Marquet, Maurice de Vlaminck, Kees Van Dongen, Pablo Picasso, Georges Braque, Othon Friesz, Amedeo Modigliani, Maurice Utrillo, entre otros más. Las salas se denominan de acuerdo a las obras que se ubican ahí: Los antiguos venecianos, Luis XVI, Los antiguos: Europa, Los antiguos: retratos, Sala de la Coursière, Los modernos: los puntillistas, Los modernos: Henri Fantin-Latour, Los modernos: fauvismo, Los modernos: los impresionistas, Los modernos: Pierre Bonnard, Sala de los diseños. Aquí más datos (https://elviajero.elpais.com/elviajero/2016/02/17/actualidad/1455707262_196688.html) (http://www.fondation-bemberg.fr/fr/gbemberg/oeuvres.html). Una buena visita. Además, la gente es muy amable. La tentación era comprar libros de arte…






De ahí salimos en dirección de la Basílica de la Dorada de la ciudad, a orillas del Garona, río que cruza a la ciudad. La primera que estuve en esta ciudad, en 2013, no alcancé a verla. Pero esta vez también la mala suerte nos lo impidió: estaba en reparación. Queda para una próxima vez. Aquí algo de datos (https://www.fotonazos.es/2013/07/la-basilica-de-nuestra-senora-de-la-dorada-de-toulouse-y-la-virgen-negra/). El hambre apretaba, pues ya era hora de almuerzo. En el camino a nuestro destino cruzamos la Plaza del Capitolio, es bella. Pero vi un escena que me llamó mucho la atención: vi un hombre sin camisa y sin zapatos sentado en el piso; la gente no le dejaba nada y me preocupaba su situación. Luego Isabelle me contó que son mafias de Rumanía o Rusia que tiene a esta gente así para recaudar dinero a través de la pena y el sentimiento. Y están atentos, pues al llegar la policía, estos corren. Isabelle me llevó a un lugar donde se comen mejillones y te los traen en un inmenso cubil que puedes repetir (obvio que lo hice). Isabelle me contaba que ella iba de joven ahí, cuando estudiaba en la universidad: el Huguette Café Bar du Bon Vivant. Perfecto.
Ya con la barriga llena y el corazón contento buceamos un lugar más: iglesia de San Saturnino (San Sernín) o Sant Sernain. Regresamos nuevamente hasta la Plaza del Capitolio e ir por la calle tradicional del Toro. Hay una pequeña iglesia que recuerda el martirio de San Saturnino (Sernín), el cual por negarse a hacer sacrificios a los dioses romanos fue atado a un toro y destrozado. Esa calle fue la ruta que tomó el toro. Su cuerpo fue recuperado y enterrado en esa pequeña iglesia (Notre Dame de Taur) y después fue llevado a excelente basílica que fue mi objetivo final. Estuve aquí en 2013. Recuerdo que ese día llovía un poco y otro detalle: me había comprado un Astérix en occitano. La iglesia es grande, su torre se puede divisar a los lejos. Esta iglesia tiene un interesante tesoro, que obviamente visité nuevamente mientras Isabelle me esperaba. La iglesia es una de las más antiguas de Francia, ser una de las iglesias románicas más grandes del Sur y ser la iglesia que, después del Vaticano, tiene el mayor número de reliquias de santos y santas; por esa razón, era un alto obligado en el peregrinaje a Santiago de Compostela. Es una visita imprescindible en esta ciudad llena de sorpresas (https://es.aleteia.org/2018/12/06/esta-basilica-alberga-la-mayor-concentracion-de-reliquias-despues-del-vaticano/). 





Tras nuestra visita y antes de partir a casa de su sobrina, decidimos ir al FNAC a comprar películas o libros. Me encontré con dos joyas que estuve buscando siempre: Venga a tomar café con nosotros y Yo acuso. Una cacería perfecta.
Nos fuimos a buscar el auto para ir a la gran casa en la que habitan sus sobrinos. Es inmensa, cómoda. Antes de dormir, arreglé mis cosas para mi viaje a Madrid. Mis últimas horas en Francia.