Miércoles 16 de enero. Nos
íbamos a hundir más en la historia lisboeta. Mis últimos días en Lisboa y
Portugal. Este día estuvo nublado, con varios conatos de lluvia. Tuvimos que
llevar nuestro paraguas. Nos íbamos a visitar el impresionante Monasterio de
los Jerónimos, el Monumento a los descubrimientos, Palacio de Ayuda y el
Cementerio de los Placeres.
Salimos temprano con el fin de
visitar el Monasterio de los Jerónimos (Mosteiro dos Jerónimos) a conocer esta
bella construcción de estilo manuelino. Manuel I quiso convertir a Lisboa en la
capital de un extenso reino que se había desarrollado gracias a los descubrimientos
de sus navegantes. Su corte se volvió rica y poderosa, y se codeaba con sus suegros,
los Reyes Católicos, Maximiliano de Austria y Enrique VIII de Inglaterra en
cuanto a la importancia en la Europa expansiva. Los descubrimientos allende las
mares le permitieron la riqueza necesaria y también el giro que va a tener
Portugal frente a estos cambios tan brusco que dan impulso al Renacimiento
europeo. Los reyes portugueses apostaron por el mar, luego de que Constantinopla
había caído bajo las huestes turcas. El descubrimiento de nuevas rutas fortaleció
la presencia portuguesa en los océanos como el Atlántico y el Índico, y vio expandir
su territorio en otras partes del mundo. Además, abrió la mentalidad de la
corte antes los descubrimientos y las nuevas culturas. La corte se pobló de
animales extraños y el rey solía pasear por las calles de Lisboa sobre un
elefante vestido de sedas traídas de Oriente. Este rey, Manuel I, comenzó a engrandecer
Lisboa como capital, ya no de una nación, sino de un imperio. Ligado a la
iglesia, confió en los jerónimos para llevar a cabo esta gran construcción
asemejándose a una gran nave marina. Se escogió el lugar que era una ermita en
la cual pasó toda la noche orando Vasco da Gama antes de salir en su viaje a la
India. El artífice de tan impresionante obra es el arquitecto español Juan del
Castillo, a quien en Portugal lo conocen como João de Castilho. Es un monumento
que hay que visitar sí o sí en un viaje a Lisboa, así sea por una única vez. Hay
una colección arqueológica notable del viejo pasado luso. El convento es toda una
visita que te transporta a los años dorados de esta nación. Su convento es la obra
maestra del arte manuelino, estilo como se le conoce a este movimiento.
Cuando llegamos al lugar aún
no habían abierto el lugar, así que decidimos ir a ver el Palacio de Ajuda. Este
palacio fue construido para sustituir a aquel que había sido destruido en el
terremoto del 01 de noviembre de 1755, el que arrasó a Lisboa. La historia es
muy accidentada y no pudo ser del todo concluido por una serie de avatares: un
incendio, la invasión napoleónica y el desplazamiento de la corte portuguesa a
Rio de Janeiro en Brasil hasta la partida al exilio de la realeza portuguesa en
1901 que se inicia la República. (http://www.palacioajuda.gov.pt/pt-PT/palacio/historia/ContentDetail.aspx).
Para mala suerte, el día que escogimos, el palacio no estaba abierto. Pese a
todo pude apreciar las dimensiones de semejante construcción. El palacio se llama
así, pues se construyó al lado de las ruinas de lo que quedó del convento de
Nuestra Señora de la Ayuda, del cual queda una torre. Aquí más datos (http://meusroteiros.com/palacio-da-ajuda-lisboa/).
Terminada la visita nos
dirigimos a los Jerónimos. Antes de ingresar al gran complejo, fuimos a ver el Monumento
de los Descubrimientos, elevado a orillas del río Tajo, cerca de la torre de
Belem, de la cual salían los navegantes en el siglo XVI y XVII. Dedicado al rey
que impulsó el espíritu marino de su nación, Enrique el Navegante, fue
construido en 1960 a 500 años de su muerte. Tiene 33 figuras mirando al Tajo,
la ruta natural de los navegantes; entre ellos, destacan Alfonso V, Vasco da Gama,
Fernando de Magalhães, Alvares Cabral, entre otros como el escritor Luis de Camões.
Es la historia de una nación que vive del mar, por eso el diseño de la proa de
un barco (https://arte.laguia2000.com/escultura/el-monumento-de-los-descubrimientos-en-lisboa).
No pudimos visitar sus instalaciones internas, ni tampoco la Torre de Belem,
pues el tiempo nos era apretado. Nos quedaba aún el cementerio de los Placeres.
Ahora sí. Los Jerónimos. Tanto
se ha escrito de ellos. He aquí algunos vínculos para poder conocer más sobre
este lugar: (http://www.viajeuniversal.com/portugal/lisboa/monasteriojeronimos/historiajeronimos.htm).
Lo que sí sorprende es hallar al ingresar a la iglesia, fuera de sus dimensiones,
es encontrarse con las tumbas de Luis de Camões y Vasco da Gama. En el caso del
primero, era lo menos que podía hacérsele al escritor de Os Lusiadas. He aquí
datos de su dura vida en la que las pasó negras. Y es un héroe nacional. (https://www.portalsolidario.net/ocio/visu/biografia.php?rowid=9323).
Aquí más datos del monasterio (https://rutacultural.com/monasterio-de-los-jeronimos-de-belem/).
Una vez concluida nuestra
larga y pausada visita, nos fuimos a almorzar cerca de ahí. Comida de Goa, antigua
colonia portuguesa en la India con bastante picante. Rico. De ahí nos fuimos a
ver nuestro último objetivo del día: Cementerio de los Placeres. Cemitério dos
Prazeres está ubicado en la colina de Ourique y surge por una fuerte epidemia
de cólera que devastó la ciudad en los años 30 del siglo XIX. La zona era la
Quinta dos Prazeres, por eso se quedó con Placeres. Es un camposanto que hay
que visitar para ver la arquitectura funeraria, tan en boga en nuestros días.
Además, es el lugar ideal para ver la historia de una ciudad. Esta zona acoge a
los más pudientes lisboetas y se ve por los bellos mausoleos que hay en el
lugar. No pudimos estar mucho tiempo, pues ya estaba por cerrar fuera de que
amenazaba una fuerte lluvia. Recorrimos algunas calles para ver destacadas
estatuas, así como panteones familiares, algunos ya colapsados por el paso del
tiempo. En sus instalaciones estuvieron enterrados personajes como Amalia
Rodriguez, cuyos restos fueron trasladados luego al Panteón Nacional. También
estuvo Fernando de Pessoa, pero luego sus restos fueron llevados al Monasterio
de los Jerónimos. Preguntamos por este último y nos dieron este dato. En la
visita a ese lugar no sabíamos tal hecho. Aquí más datos de este bello lugar (http://www.sietelisboas.com/cementerio-de-los-placeres-lisboa/)
(https://www.elrincondesele.com/un-paseo-en-blanco-y-negro-en-el-cementerio-de-los-placeres-de-lisboa/)
(http://www.sietelisboas.com/cementerio-de-los-placeres-museo/)
Este otro de famosos cementerios de Europa: https://www.traveler.es/experiencias/galerias/cementerios-famosos/485/image/23350.
Salimos casi a las 5 pm para
dirigirnos a casa. En el retorno, nos confundimos de camino, cosa que nos hizo
demorar un poco más la llegada a casa. Al día siguiente iba a recorrer la ciudad
vieja. Mi último día en Lisboa.