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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 21 de mayo de 2017

A RÍO REVUELTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 21 A PROPÓSITO DEL FANTASMA ODEBRECHT)

Hemos pasado una semana bastante movida. El fantasma Odebrecht ha vuelto a remover los cotilleos políticos tanto de palacio como de las principales tiendas políticas. Todo apunta a que la práctica empleada con la ex pareja presidencial Ollanta Humala/ Nadine Heredia era muy frecuente no solo por estos lares, sino en toda América Latina. La reciente noticia sobre el aporte de una fuerte suma de dinero a la campaña presidencial del actual presidente argentino, Mauricio Macri, ensombrece el panorama de todas las campañas electorales presidenciales en las últimas décadas allí donde la empresa ha puesto sus tentáculos.
Las recientes declaraciones directas (dos ex candidatas) o indirectas (a través de testaferros en el caso AGP) han influido en los medios para transformar un acto de corrupción hecho por el expresidente Humala y Nadine en una acción “legítima” hecha por diversas empresas que destinan fondos a, como afirmó Marcelo Odebrecht, posibles candidatos ganadores en una justa presidencial. Qué rápido cambió el tratamiento de esta acción al verse involucrados más sospechosos de estos beneficios turbios. Un matiz de sarcasmo corre por muchos medios al plantear explicaciones y justificaciones de esta interesante forma de clientelaje indirecto (abiertamente directo, diría yo). Aún queda mucho por aclarar todo el problema generado por los Panamá Papers, formas ilegales de hallar financiamiento, noticia que estalló una vez acabada la primera vuelta electoral y que comprometió tanto a la candidata a segunda vuelta Keiko Fujimori, como a nuestro actual Presidente, así como a AGP e incluso el ex candidato César Acuña. Por otro lado y esto es de interés público, en los descargos y declaraciones de todas las personas involucradas en este nuevo escándalo manifiestan siempre haber conocido a los representantes del monstruo Odebrecht en rondas empresariales. Un espacio en el que las conversaciones se vuelven dinámicas, interesantes y comprometedoras. Algo así como los lobbies. Ahí comienza un camino no muy claro para los intereses generales, salvo para las partes que llegan a un acuerdo beneficioso entre ambas

Esta semana que ha pasado nos muestra la urgencia de contar con una reforma electoral a fondo sobre las formas de financiamiento de los partidos políticos. Por un lado, vemos al narcotráfico extendiendo lentamente su poder no solo con dinero, sino ya incluso con candidatos suyos. Ahora vamos descubriendo qué otras formas de poder corrupto pueden estar colocando sus candidatos en campañas electorales de una nación como la nuestra, con escasa transparencia política, poco compromiso y cargada ignorancia de la sociedad civil que hace que los candidatos a todas las instancias políticas sirvan más a sus intereses o los de su amo, que a los intereses de las personas o colectividad que lo puso en un sillón político. 

domingo, 25 de diciembre de 2016

REGALOS IMPREVISTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 25 DE DICIEMBRE 2016)

La navidad de este año viene con interesantes regalos que han removido el ambiente político y que han poblado las redes sociales con comentarios simpáticos: desde el encuentro entre PPK y la lideresa de FP hasta el sonado caso Odebrecht que está salpicando a los tres últimos estadistas que ocuparon el sillón presidencial, temas que dieron y dan mucho de qué hablar.
El encuentro propiciado por el Cardenal Cipriani en su modesta residencia entre el electo Presidente Pedro Pablo Kuczynski y la excandidata Keiko Fujimori es bastante interesante; la candidata hasta la fecha no ha asimilado su derrota en la última contienda electoral y se resiste, cual animal herido que lame sus profundas heridas, a dar un paso al costado para que la realidad política siga su curso. Pero lo interesante de los momentos vividos y las situaciones creadas en las últimas semanas es que han permitido desnudar o destapar una serie de hechos en los que nuestros dilectos legisladores no salen del todo bien parados. Tanto ha sido el ruido político y social que la misma Luz Salgado, actual Presidenta del Congreso, salió al llano a poner, solo verbalmente, su puesto a disposición si se hallare alguna evidencia  de irregularidades en el seno de dicha Institución. Por efecto dominó, la gente sigue esperando que cumpla con su palabra.
El caso Odebrecht sí arrastra una larga e interesante cola. Si el escándalo de los Panamá Papers no modificó mucho el panorama político preelectoral, ya que se estaba en la cresta de la ola y estalló a pocos días de la primera vuelta, y se perdonó los escándalos de los dos principales candidatos involucrados (Keiko y PPK); ahora el contexto es otro. Esta onda de destapes abarca a los tres últimos gobernantes del sillón de Pizarro. Como siempre y es natural, tenemos todo el derecho a la sospecha  habida cuenta de que fue AGP quien renovó contactos con esta empresa durante su primer gobierno, sacando adelante muchos proyectos, entre ellos el de Chavimochic. El escándalo Operação Lava Jato (Autolavado), que estalló en 2014, está trayendo una estela mortal para muchos políticos y funcionarios gubernamentales peruanos; algunos paladines taciturnos han salido al frente a tratar de defender a personalidades de dudosa reputación. Quizá Mauricio Mulder, quien ha puesto su mano al fuego por su líder, pueda convertirse en el primer caso de un congresista peruano que encarne a la Antorcha humana, un personaje de los 4 Fantásticos. Es también un fuerte golpe a la deslucida  Justicia peruana, la cual se ve confrontada por la Justicia norteamericana para actuar de correcto oficio en este escándalo de corrupción, ya reconocido y evidenciado. La pelota está en su campo y es la oportunidad para que la nuestra Justicia adquiera una nueva dimensión ante la sociedad peruana.  
La duda que queda flotando en el ambiente es si estas malas artes de esa empresa solo se han circunscrito a los primeros años de este siglo o se han estado practicando en nuestro país cuando empezó sus primeras funciones en 1979 o la más importante a partir de 1988. Hay un largo e interesante camino por recorrer.

domingo, 10 de abril de 2016

CORRUPCIÓN NUESTRA DE CADA DÍA

Aunque la noticia no es tan nueva (un diario capitalino, La República, ya hablaba sobre el caso de los Panamá Papers), la corrupción cuyos hilos llegan a todos los segmentos de la sociedad ha vuelto a la boca de todos. Es un tema recurrente en todas las sociedades del planeta y, pese a ser nociva contra el bien social, se incrementa en países de acentuada pobreza o en las que las brechas económicas, como el nuestro, son bastante marcadas y escandalosas.
Para entender más este fenómeno vamos a tomar prestadas las ideas presentadas en la revista Filosofía Hoy No 21 con fecha de agosto del 2013 en dossier dedicado a la corrupción que azota a España y otros países (pág. 21-31). La crisis originada en los Estados Unidos en 2008 causó una serie de destapes (Maddock, uno de ellos) que por afán de lucro y una sed insaciable de bienes y dinero arrastraron a muchos ciudadanos a una seria debacle económica evitada por los gobiernos de turno de entonces: salvando bancos, por ejemplo. La revista dirigida por Amalia Mosquera habla de la naturaleza de la corrupción. Los seis puntos son claros y aplicables a cualquier caso, sea en entidad privada o pública (siendo esta última más grave ya que afecta la estabilidad de una sociedad y se instala como un cáncer o metástasis social. Todo parte de un agente corruptor que pervierte su entorno: 
1) este cree que lo suyo es más valioso (“sobrevaloración psicótica de lo propio”) frente a una subvaloración de lo ajeno, y lo hace sin remordimiento. 
2) Genera un clima de credibilidad de tal manera que las personas que sean víctimas de sus actos colaboren con ellos con toda pasividad; por eso detestan la violencia para no generar inestabilidad en su juego. 
3) Son hábiles y crean mecanismos que aseguran una cierta estabilidad para mantener la actividad corruptiva.  
4) El corrupto se convierte paulatimente en una persona admirada por dotes intelectuales y capacidad de “emprendimiento”.
5) El corrupto desprecia a las demás personas que, pudiendo hacer lo mismo, no son arrojados a realizar dichos actos. 
 6) Y por último, ya cayendo en los límites de la insania social, tiene una escasa percepción del riesgo y desarrolla una confianza amparada en la impunidad. 

En este texto aparece una explicación etológica al respecto: a lo largo de la historia el hombre ha demostrado: 
 a) un instinto permanente a obtener cosas de manera ilícita y desenfrenada; 
 b) ante el crecimiento social, apareció el bien común que trató de poner límites a la exagerada ambición al hombre de manera individual; 
 c) sin embargo, las sanciones y descrédito no son bastante fuertes, pese a ser un conjunto de acciones que atentan contra el bien común; y 
 d) los corruptos siguen actuando como si no fueran a ser descubiertos. Este es un vivo retrato de una persona y una sociedad corrupta. 
Para el destacado etólogo Konrad Lorenz, en su estudio de la adaptabilidad humana a lo largo de la historia se han ido acentuando algunas alteraciones que han distorsionado principios de supervivencia que respondían a la pregunta para qué. Así se ha llegado a casos casi enfermizos como la desmedida reproducción, el ansia competitiva, armamentismos, visto por el famoso etólogo austríaco como trastornos de nuestros mecanismos de comportamiento, que tuvieron una finalidad para preservar a la especie y en la actualidad son “mecanismos patológicos”,
Pero para todos es ya una verdad que la corrupción daña a la sociedad. Genera atrasos en todos los niveles del quehacer humano: tergiversa las relaciones humanas y pasamos a ser meras fichas de personas e instituciones que no tienen escrúpulo alguno.

Cerrando el informe sobre corrupción, se habla de Bertrand De Speville, abogado inglés y especialista en lucha contra la corrupción, quien plantea tres elementos muy importantes para la lucha contra la corrupción en una sociedad: la represión (penas duras sin capacidad de negociación), la prevención y la educación, eje importante y de los más descuidados en países pobres como los nuestros. Todo esto enmarcado en voluntad política. La pregunta es: ¿existió o existe voluntad política en nuestros entes gubernamentales frente a este hecho?

Publicado en La Industria de 10 de abril, suplemento Enfoque