La aseveración de un amigo
sobre vivir en el Perú: nunca hay motivo de aburrimiento. En un ambiente casi circense
nocivo, entran a tallar tres audios en un momento en el que nuestra sociedad
sale lentamente de una terrible pandemia y una fuerte recesión económica como
consecuencia de ello, y mientras vemos cómo algunos personajes de todo calibre
realizan actividades reñidas a la ley bajo el manto de la ansiada reactivación.
Al momento de escribir este
artículo, los procesos y protocolos para dar el paso al pedido de vacancia
contra Martín Vizcarra han ido tomando senderos barrocos dignos de nuestra
realidad política. Un día antes de la emisión de los audios, Martín Vizcarra había
emplazado al Congreso a agilizar dos leyes con el fin de evitar que las
elecciones sean el espacio en el que potenciales delincuentes asciendan al
poder y se encumbran con la inmunidad parlamentaria. Pero hay otros pendientes: la misma inmunidad y el financiamiento de
dichos partidos, muchos de los cuales son verdaderas lavanderías no solo es del
dinero de varias modalidades de corrupción, sino un movimiento siniestro que
permanece en silencio hasta la fecha: narcotráfico. Tras la emplazada, de una manera
casual, aparecen los audios que involucran a Vizcarra con el asunto Richard
Swing, el cual se ha convertido una suerte de karma para el gobernante. Hablaba
con personas ligadas a la comunicación social y protocolar sobre lo acontecido
y me explican que es un proceso estándar para las respuestas protocolares a los
medios de comunicación; esto generó la acusación para tacha moral del
presidente. Pero, el proceso demandado de vacancia por varios congresistas (algunos
en procesos legales o cuyos partidos tienen líderes en esa situación como el
caso de APP y Humberto Acuña) corría sin seguir los protocolos de rigor. El
viernes, durante sus descargos, Karem Roca (raro personal de confianza, por
obvias razones) daba información confusa sobre dichos audios e hizo unas declaraciones
comprometidas contra la Marina de Guerra del Perú para no verse involucrada,
quizás, en el laberinto generado en estos últimos días. Además, algunas
llamadas hechas por Merino a personas ligadas a las FFAA peruanas han terminado
por envolver a dichas entidades. Una peligrosa caja de Pandora de muchas
lecturas se ha abierto de ser cierto todo lo que estamos viendo.
La presión social ha sido fuerte y ha generado situaciones embarazosas en muchos partidos: en APP, mientras los legisladores han apurado su firma para pedido de vacancia, la máxima autoridad de nuestra Región ha comunicado su desacuerdo al pedido de vacancia. Las bases de AP han reaccionado molestas contra la posición de los cuestionados personajes puestos en las curules por sus votos. Uno se pregunta: ¿están los partidos políticos cocinando complots contra Vizcarra o es un real ejercicio democrático? La sociedad tiene que ir separando grano de polvo nocivo a la salud social.