Mientras la peor clase política que ha gobernado
nuestro país hace y deshace la Constitución y la sociedad peruana, dos infortunios
tocan duro contra nuestro país. Ambos muestran la indolencia de nuestro aparato
socioeconómico que deja a los ciudadanos desvalidos, abandonados, sin
oportunidades. El primero es el drama que se está viviendo en la Amazonía
peruana, tanto para las personas como para el ecosistema más rico del planeta,
considerado su pulmón. Para el ombliguismo limeño, muchas provincias peruanas
le son irrelevantes, salvo en campañas políticas como las que se avecinan. No
es nada raro que, para muchos, haber visitado la selva es un plan postergado o
nunca realizado por muchos factores, sobre todo la interconectividad. Iquitos,
por ejemplo, es una gran ciudad a la cual sólo se accede por vía aérea o
fluvial. Es un caso único en el mundo y por tal motivo muchos turistas
extranjeros son atraídos por este exotismo. Pero es una muestra de la
ineficiencia de nuestros gobiernos que no lo han tomado como prioridad para
solucionar este asunto que ahora está en una situación bastante crítica para
los residentes de esas zonas. Además, el olvido y el descuido en estas regiones
es tal que los medios de comunicación de nuestros países amazónicos vecinos
subrayan el hecho de que muchos peruanos prefieren usar los servicios básicos
(salud, sobre todo) colombianos o brasileños, ya que el Estado se los ofrece
con muchas carencias o, en el caso más extremo, ninguno. Si Tacna tiene una
gran cantidad de clínicas o servicios médicos es más por el hecho de la
rentabilidad que la del servicio en sí. Negocio. Iquitos atraviesa una crisis
de accesibilidad a servicios básicos (alimentación y transporte por escasez de
gasolina) debido a la baja del caudal de los ríos amazónicos. Este fenómeno ha
sido destacado en varios países vecinos, pero para nuestros medios de
comunicación masiva no era una prioridad alertar a los responsables de la
crisis en ciernes. ¿Existen planes de contención para poder enfrentar esta
crisis que ya se está viviendo en Iquitos y otras ciudades selváticas? Peor
aún, con un gobierno tan vinculado con la minería ilegal que contamina cuencas
acuíferas en muchas partes dudamos de que se vaya a intervenir rápida y
efectivamente contra esta crisis que nos va a afectar a todos, tarde o
temprano. Lo de Iquitos es un fuerte clarinazo y esperemos que haya una pronta
acción. Se termina de entender por qué muchos ciudadanos de zonas limítrofes no
desean pertenecer a nuestro país, con entendible razón. La segunda es más
personal: la muerte de José Antonio Mazzoti. Gran amigo desde la universidad,
emigró a USA para investigar la obra del Inca Garcilaso de la Vega y, luego,
César Vallejo. José fue un destacado peruanista que publicó libros y realizó
conferencias, destacando a estas figuras; su aporte a nuestra cultura e
identidad es mucha más relevante que el del cualquier mediocre político peruano.