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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 7 de enero de 2018

DESPROPORCIÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 07 DE ENERO=

La primera semana del 2018 cierra con dos hechos luctuosos para la sociedad peruana: un grave accidente en el serpentín de Pasamayo y una alta médica de Alberto Fujimori. Ambos sucesos han golpeado la sensibilidad, tranquilidad y confianza de nuestra sociedad en el año de “El Diálogo y Reconciliación Nacional”.
El primer lamentable caso fue la estrepitosa caída de un bus en la fatídica Curva del Diablo en el temido Pasamayo. Este hecho es la conjunción de toda la informalidad del transporte terrestre de nuestro país: exceso de velocidad, mayor número de pasajeros del que figura en el registro oficial, uso de una zona de tránsito restringido cierto tipo de transporte, cobro inadecuado de peajes, escaso control de carretera y la cúspide de la viveza criolla que toma, de vez en cuando, vidas humanas. La informalidad empieza en comparar la lista de fallecidos con la cantidad “oficial” de pasajeros: 52 fallecidos y 5 heridos vs. 50 pasajeros y tripulación que deberían haber estado en el bus accidentado. Luego de este accidente surgen como culpables autoridades, pero la empresa y los usuarios (como siempre) tratan de pasar desapercibidos, pese a ser trasgresores de normas establecidas; por ejemplo, el exceso de velocidad y el ingreso informal de pasajeros no dependen de factores externos, sino de personas que van dentro de un vehículo dirigido por un vivazo chofer irresponsable, sojuzgado por una empresa que quiere abaratar costos y pasajeros que no saben cómo o no quieren hacer cumplir sus derechos. Nuestras inacciones nos pasan factura también.
El segundo caso es un golpe más a la graciosa denominación del año 2018: reconciliación nacional. El cuestionado indulto humanitario ha causado el rechazo del mundo jurídico internacional y ha sido motivo de columnas de diarios internacionales de derecha, como The Economist, que lamentan la absurda situación de polarización en la que PPK está dejando a la sociedad peruana. Parias internacionales. La reciente alta médica de la clínica del ex Reo, tras un súbito restablecimiento, y su traslado a una suntuosa casa en La Molina acentúan el sentido irregular de este arbitrario indulto. La reconciliación tiene un largo camino por delante en nuestra sociedad. Por otro lado, los hermanos Fujimori y sus seguidores se encuentran medio enfrentados. Fortalecido Kenji frente a su hermana Keiko, ahora es visto como un héroe salvador para muchos y esto hará, para el grueso de sociedad civil, que ciertas situaciones aún nada esclarecidas pasen al olvido colectivo como el caso Limasa, la conexión con Joaquín Ramírez y los tentáculos del narcotráfico en ese partido, cayendo en la impunidad. Y por otro lado, los petardos de Marcelo Odebrecht reducen la cada vez más delicada situación de Keiko frente a la Fiscalía; de ser así, ¿será enviada a prisión preventiva para el velado beneplácito de los “fujimoristas rebeldes”? ¿Papá permitirá eso durante la visita del Papa?

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