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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 14 de enero de 2018

VISITA DEL PAPA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN LA INDUSTRIA) DOMINGO 14 ENERO

Entre el 18 y 21 de enero el papa Francisco estará visitando nuestro país. En esta tercera oportunidad de la visita de un máximo jerarca de la iglesia católica, Francisco estará en solo tres ciudades peruanas, siendo una de ellas, Trujillo. Su llegada coincide con un ambiente social y político bastante movido en el país, en general, y en nuestra ciudad, en particular. En medio de un indulto otorgado por el Presidente, que ha polarizado al país, el Papa se va a encontrar con un panorama no muy armónico que digamos, pese a que el Gobierno ha designado a este año como el del Diálogo y Reconciliación.
Este viaje a Sudamérica (visitará Chile también) fue bastante esperado; ha visitado, en nuestro continente, Brasil, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Cuba, Estados Unidos y México. Siendo esta parte del mundo una de las canteras más fuertes del catolicismo, este viaje era bastante anunciado y anhelado por la grey católica. Hubo una serie de especulaciones por las cuales el papa Francisco no ha incluido a nuestro país en visitas anteriores, siendo la más fuerte la de las posiciones divergentes de nuestro actual cardenal y la del Romano Pontífice. Luego de 33 años (casi como los años que la Selección Peruana no participaba en un Mundial de Fútbol), nuestro país será visitado por un pontífice en un contexto totalmente diferente, aunque en esencia los móviles son casi los mismos: conflictos sociales y culturales.
La forma cómo se abordaron estos agudos temas por el papa Juan Pablo II fue bastante moderada y hasta conservadora. Aunque el mundo aún no era consciente del daño que como especie estamos infligiendo al planeta debido a nuestro estilo y al modelo económico que impera por todas partes, en la actualidad esas repercusiones sí están afectando zonas de alto riesgo, entre ellas la franja costera del Pacífico sur; en otras palabras, Ecuador, Perú y Chile. Francisco I se preocupa por esta grave situación, que pareciera irreversible. El reciente Fenómeno del Niño costero golpeó duramente el Norte peruano y nuestra ciudad fue atravesada de este a oeste por siete huaicos. Para cualquier persona informada nuestra frágil costa es una zona en permanente amenaza y el factor climático (de manera externa o interna) nos pasa una fuerte factura. No creo que, salvo para los consabidos especuladores e inescrupulosos de todo tipo, lo vivido en marzo del año pasado vaya a ser de feliz recordación para el grueso de la población. Me parece que la buena voluntad de Francisco va a chocar con los intereses económicos de muchas empresas y personas inescrupulosas (de todo tipo) que permanentemente están atentando contra el planeta y contra la integridad física (es nuestro hábitat natural). Hay que ver lo que hacen la minería ilegal, las industrias de extracción (como la pesca), el uso de aguas, un largo etcétera que ojalá entre en reflexión. Además, llega en los preámbulos de una pronta campaña política en la que los candidatos electorales se presentarán como salvadores y hombres probos que velarán por el bienestar social. Muchos quizá se cuelguen de su imagen, es cuestión de ver qué sucede en esos días para ver quiénes se “suben al carro” para “bendecir su candidatura”.
Desde los inicios de su investidura, Francisco ha querido arreglar, enmendar algunos entuertos de una vasta institución en la que han sucedido una serie de irregularidades y crímenes que han atentado contra la integridad física de muchos feligreses. Algunas gestiones económicas no han sido nada transparentes y la sombra del Banco Ambrosiano, cuyos tentáculos llegaron hasta Argentina y nuestro país, permanece hasta nuestros días. Otra es la gran mácula de la pederastia, algunos de cuyos graves incidentes sucedieron en nuestro país y las víctimas fueron niños o adolescentes de toda condición social. Los nombres de Luis Fernando Figari y Sodalicio aún están latentes entre muchos varones de clase alta que sufrieron abusos sexuales, por los cuales la misma institución decidió separarlo. Sin embargo, por razones ilógicas de la ley (prescripción, también claramente utilizados por cuestionados líderes políticos), Figari no ha sido tocado; peor aún, en febrero del año pasado (2017) la Santa Sede declaró que sus actos no fueron crímenes. Lo ha mandado a una suerte de exilio dorado para que en silencio reflexione por sus actos.  (Cuando envié este artículo aún Francisco no había pedido la intervención del Sodalicio).
Mientras, recientemente un hombre acusado de haber violado a su sobrina menor de edad lo enviaron a cadena perpetua, Figari sale libre de polvo y paja. Desproporción que la sociedad no puede aceptar si ellos predican la justicia y el respeto de la integridad física.

Por otro lado, es un gusto ver que la ciudad se organice para recibir a tan alta autoridad; es ejemplo debería de ser permanente para tener una ciudad más limpia (no solo depende de las autoridades, sino del ciudadano de a pie) y contribuir con el buen funcionamiento de los procesos de la visita. Sin embargo, la paralización y obstrucción de muchos sectores de la ciudad implican algunos riesgos. Individuales, al posible entorpecimiento del libre tránsito de vehículos particulares (esperamos que haya incidentes como partos, enfermedades súbitas u otras emergencias) o colectivas: fui testigo de pequeño de una turbamulta originada en una procesión a raíz de una quemada de pelo; muchos niños quedaron sofocados o mal heridos (con fracturas) producto del pánico originado. Cualquier incidente originado puede acarrear desgracias mayores, habida cuenta que muchas familias llevan a sus menores hijos e, incluso, niños lactantes que van a estar expuestos a rayos solares (deshidratación) y un calor veraniego. Detalles que debemos de tener muy en cuenta para hacer de esta visita un buen recuerdo para los habitantes y visitantes de nuestra ciudad.

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