Jueves 21 de diciembre 2018.
¿Un día más del año que se va? No, no lo es. Este último jueves pasará al
calendario de fechas relevantes en la que los peruanos fuimos testigos del punto
de quiebre del choque de dos posiciones en torno a la gobernabilidad peruana.
Los preámbulos de ambas posiciones fueron muestras de gestos y acciones
desesperadas para lograr o evitar el objetivo principal: la vacancia
presidencial. Muchos de los gestos y acciones, en vez de aclarar el panorama, sembraron
más dudas e incertidumbres como la rueda periodística de PPK o la intervención
accidentada de Daniel Salaverry, actual vocero oficial del partido naranja, en
un programa televisivo.
Los resultados del jueves han
cambiado el panorama político peruano que da un buen respiro a nuestro actual
Presidente así como replantea el liderazgo de Keiko Fujimori y una fisura
notable en el APRA, aparte de haber desdibujado a diversos personajes como Yeni
Vilcatoma con su risible intervención y evocación de Condorito. Los resultados han dañado cimientos de
FP al cuestionar la supuesta posición monolítica de este partido en este asunto.
El hecho de que Kenji Fujimori y 9 congresistas no hayan dado su voto a favor
de la vacancia presidencial, y el posterior llamado de atención por parte de
los congresistas fujimoristas Miguel Torres y Héctor Becerril contra Kenji; así
como las duras observaciones hechas por Mauricio Mulder contra Jorge Del
Castillo por no haber apoyado la moción que el primero apoyaba, ambos hechos
han abierto una puerta demasiado pesada para cerrar. El nuevo panorama presenta
a dos perdedores evidentes: Keiko Fujimori (pareciera una karma especial con el
poder) y AGP. El partido naranja muestra fisuras irremediables. Kenji contempla
destemplados mensajes de algunos miembros de su partido y la amenaza de la
expulsión. Kenji tiene en sus manos la posibilidad de debilitar definitivamente
(con sus nueve congresistas) a FP como mayoría congresal; y la oportunidad que
algunos otros más se unan a un hipotético partido de Kenji. Los keikistas
pasarían de abusivos a mendicantes para que sus proyectos de ley prosperen. El
otro golpe ha sido el APRA. El enfrentamiento entre el “fiel” Mulder y el
disidente Del Castillo pone en aprietos al partido de la estrella. Aquí vamos a
ver cómo se manejan estos asuntos ad portas de elecciones municipales en el
2018. Otra posición ha sido la APP, partido con el que PPK realizó una alianza
en las elecciones del 2011. La consigna era la abstención. Su esmirriada bancada perdió al polémico Julio
Rosas, de cantera fujimorista. Nada será como antes.
Pese al salvavidas, PPK ha
tenido una victoria pírrica, pues anteriormente dejó caer a buenos ministros
hasta haber llegado a esta situación insospechada. La sombra de un cuestionado
indulto se levanta inquietantemente. Incluso una junta médica se ha pronunciado
indicando la necesidad de indulto humanitario. PPK no la tiene fácil. Debe de trazar
pasos seguros.
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