04
de agosto. Nos toca ahora hacer un periplo hacia el norte, hacia Chota. Un
viaje que tenía pendiente a esta parte de la Región Cajamarca. He ido con mucha
frecuencia a esta Región desde que la visité por primera vez en 1984 en mi viaje
Cajabamba y Cajamarca. Luego he ido con cierta regularidad sobre todo a la
ciudad de Cajamarca, cuando trabajaba para una universidad trujillana que tiene
una sede allí. Y muchas vacaciones las tomaba en esta ciudad y eso me permitió
conocer más allá del entorno citadino y sus joyitas. Chota ha adquirido mucha
fama, buena o mala, en los últimos tiempos por diversos personajes políticos
que actúan en nuestra realidad. Además, algunos dichos populares como el de “al
chotano, ni la mano”, son parte de refrenaría popular. Este dicho surge (no lo
sabía) durante la Guerra con Chile (https://todosloshechos.es/que-significa-al-chotano-ni-la-mano). Además, la Región Cajamarca ha tenido
estrechos vínculos con Chiclayo y toda su región, una zona de la cual vienen
ambos padres míos y, por lo tanto, hay mucha sangre cajamarquina que recorre
por todos sus habitantes; basta ver en Chiclayo el número de vehículos (buses,
camiones, camionetas) que sale hacia esta región (Jaén, San Ignacio, Chota,
Cajamarca, Cutervo) para ver la fuerte migración que ha habido recíprocamente.
También lo mismo con Pacasmayo. Recuerdo en la propuesta de regionalización que
hubo en el primer gobierno aprista, Pacasmayo se identificaba más con Cajamarca
que con Trujillo. Lazos comerciales unen a estas ciudades y la migración ha
reforzado esos vínculos. Con todos estos antecedentes salimos, pues, en
dirección a Chota, nuestra meta final de ese día. Tomamos nuestro buen desayuno
para irnos a esta nueva ruta. César se iba esa noche hacia Tembladera y luego a
Trujillo, donde nos encontraríamos el domingo para almorzar en casa. Tomamos el
camino hacia Porcón. La granja Porcón la he visitado numerosas veces, por lo
que en este viaje no la incluimos. Pero la ruta era esa. Es más, teníamos que
pasar por el desvío del lugar hasta llegar a Porcón alto y de ahí hacia la ruta
que lleva a Hualgayoc. Al día siguiente tomaríamos la misma ruta para ir a San
Pablo y Kuntur Wasi. En el camino vimos la intervención en una gran porción del
bosque de pinos que ha sido removido por la empresa minera Yanacocha. Ahora hay
grandes montículos de relaves donde hubo bosques extensos de coníferas. Porcón,
pese a todos los problemas de liderazgo, es un modelo de cooperativa, sistema
socioeconómico que podría ser exitoso en algunas comunidades (https://turismoalperu.com/granja-porcon-el-paraiso-de-cajamarca/). Precisamente fue este extenso bosque
de pinos que generaron todo un movimiento turístico que generó (y genera)
buenos ingresos a esta cooperativa. El pino es un árbol que genera una serie de
actividades (https://agrotendencia.tv/agropedia/forestales/cultivo-de-pino/) y es mucho mejor que el eucalipto,
árbol muy bueno para lo medicinal, pero que genera más deterioro al campo y problemas
con la solidez y los recursos hídricos de la tierra (https://ecocosas.com/plantas-medicinales/eucalipto/). Aquí una interesante lectura al
respecto, que habla de sus bondades y leyendas negras de su existencia: https://ecoinventos.com/eucalipto-los-mitos-de-un-arbol-maldito/. Por lo contrario, este video tiene un
contenido nada positivo para el eucalipto: https://www.youtube.com/watch?v=o5_8oHE3ZJU. Pasamos, como ya indiqué, por la
entrada de la Cooperativa y seguimos la ruta a Hualgayoc. Pasada la bifurcación
de la ruta hacia San Pablo, entramos a la zona en la que actúa la minera
Yanacocha. La carretera está en muy buen estado, pero fuimos testigos de
grandes cerros de relaves donde antes hubo una extensión del bosque de pinos. No
sé si esto se recuperará, pues este espacio lo pasamos en el 2018 y vemos un crecimiento
de la zona intervenida. Son cerros muertos, tal como lo podíamos distinguir. Esta
zona tiene muchas empresas mineras, algunas de las cuales (creo que todas) han tenido
conflictos con las comunidades campesinas de la región. Hay un tramo de unos
cuatro kilómetros que está sin pavimentar, pues hay un conflicto que raya con
lo absurdo. Cajamarca y toda la región ha vivido fuertes conflictos entre el
mundo campesino y compañías mineras (https://conflictosmineros.org.pe/noticias/)
(https://conflictosmineros.org.pe/wp-content/uploads/2021/12/Revista-Informe-de-Conflictos-Mineros-29-3-1.pdf)
(https://www.revistamineria.com.pe/actualidad/diseccionando-los-conflictos-mineros-en-el-peru:-breve-analisis,-deficiencias,-problemas-de-gestion,-propuestas-de-mejora).
Esta ruta hacia Chota conecta algunas mineras grandes.
En el camino llegamos a
las Lagunas del Alto Perú, una zona interesante, pero en riesgo de que estos
ojos de agua sean explotados por una empresa minera que está instalada muy
cerca de estas. Este espacio tiene casi 300 lagunas, pequeñas y grandes, y
bofedales. La visión es impresionante (https://siar.regioncajamarca.gob.pe/sites/default/files/archivos/public/docs/alto_peru_.pdf)
(https://www.youtube.com/watch?v=kbkuj8SvnR8).
A pesar de ser aún temprano (no era ni mediodía), corría un viento helado
(estamos casi a 4 mil metros). Estamos en plena zona Jalca o Suni (http://infoandina.org/infoandina/sites/default/files/publication/files/La_Jalca_Peruana.pdf).
De ahí seguimos nuestro camino primero hacia Bambamarca. El camino es bastante
sinuoso hasta llegar cerca de Hualgayoc, ciudad minera por excelencia. La
carretera es penosa por este espacio. Se estrecha peligrosamente y está
demasiado deteriorada. Había autos pequeños que iban por esta vía; imagino que
estos vehículos acaban destrozados muy pronto. Y es una zona por la que pasan
muchos camiones de diversas empresas que laboran en la zona. No ingresamos la
ciudad, pues queríamos ir rápido a Bambamarca y Chota. Pasamos por una suerte
de vía de evitamiento espeluznante, tan estrecha que sólo podía pasar un
vehículo. La carretera estaba bajo reparación y había que parar cada tanto para
permitir el paso de vehículos en doble dirección.
Así llegamos a Bambamarca,
que está en las faldas de cerros por lo que sus calles tenían buenas
inclinaciones. Estacionamos en la plaza de armas para averiguar más sobre el
lugar y nos dimos con la triste realidad que la bella plaza antigua ha sido prácticamente
destrozada con moles de varios pisos llenas de vidrios de colores y las paredes
laterales de esos edificios sin enlucir. Como habíamos visto la plaza de Cajabamba
el día anterior, comenzamos a comentar el peligro que esta ciudad pueda terminar
como Bambamarca o, peor, como Chota como lo comprobaríamos luego. Estuvimos no
más de una hora; fuimos a la municipalidad para tener información turística y
hacer uso de los baños. En una oficina municipal nos comentaron de una necrópolis
como Otuzco o Combayo: Ventanillas de Bellavista. Estas las visitaríamos al
retorno.
Subimos nuevamente en la camioneta y nos enrumbamos hacia Chota. La
ruta estaba mejor, pero plagada de rompemuelles. Llegamos a Chota pasado mediodía
y nos fuimos a buscar un lugar para dejar la camioneta y ver el lugar. Al
entrar al centro en sí, nos sorprendió el gran coso que tiene esta ciudad, el
cual es visitado por diversos toreros de diversas partes del mundo a realizar
faenas (https://www.portaltaurino.net/enciclopedia/doku.php/plaza_de_chota)
(https://www.youtube.com/watch?v=pUliC42LhAE).
Logramos dejar la camioneta cerca de la plaza principal para ir a ver la plaza
y la iglesia mayor. Como ya habíamos advertido, la hermosa plaza que se veía en
fotos antiguas, se ha plagado de verdaderas moles antiestéticas. Aquí una idea
de cómo era el lugar: https://gentedechota.com/chota/historia-chota/.
La iglesia se ve nueva y estaba en proceso de restauración (https://seve126.wordpress.com/2010/12/06/datos-sobre-la-iglesia-de-chota/).
Ya estábamos hambrientos, así que preguntamos sobre algún restaurante simpático
para ir a almorzar. Un chico nos dio el dato: Chicharronería El sabor chotano
RZ. Fuimos al lugar y pedimos el plato de rigor. Fue un error para Maria, quien
aún no estaba del todo recuperada del primer día. Una vez concluido nuestro almuerzo
iniciamos el camino de retorno. Cuando salíamos de la ciudad de un más de
cincuenta mil personas, de aire rural, vimos un restaurante que tenía muchos
autos: ese, creo, era el lugar para almorzar. Chicharronería La Curva. El camino
ya era más conocido y pudimos llegar con comodidad a Bambamarca. A la salida de
este, nos fuimos a un mirador en el que había también un parque de diversiones:
Cruz Verde y Juegos Extremos. Luego descubrí este video que nos da a conocer de
más espacios atractivos del lugar: https://www.youtube.com/watch?v=MLd1hgJ6LIo.
De
ahí seguimos nuestra ruta hacia las ventanillas de Bellavista. Hay una cantera
de cal cerca y eso hace un poco riesgosa la entrada. Pero la vista es
impresionante (https://www.bambamarca.pe/turismo/2022/11/06/ventanillas-apan-bajo-bellavista-arascorgue-chulipampa-maraypampa-y-llaucan/)
(https://www.youtube.com/watch?v=74V-cRWJuZU).
Indudablemente que Cajamarca tiene muchos tesoros prehispánicos por mostrar, pero
que debe integrarlos a circuitos más extensos y crear instalaciones para facilitar
su acceso y atraer a los turistas que aman espacios; fuera de Combayo y Otuzco,
hay más sitios como Bellavista. No muy lejos de este sitio arqueológico, hay
otro: Ventanillas de Arascorgue (https://www.youtube.com/watch?v=vpsCaRjPDkg).
Una riqueza que espero pronto sea mejor difundida; pero hay que mejorar hoteles,
infraestructura vial, servicios (restaurantes, posta médicas u hospitales,
guías preparados, información simpática, sensibilización en la comunidad, un
etcétera que hay que comenzar a trabajar ya. Por ejemplo, el acceso a las
Ventanillas carece de señalización y sólo puedes llegar con una buena camioneta;
ya identificamos dos falencias. Y luego la carretera, llena de rompemuelles, la
única que se conoce aquí para controlar la velocidad. Y peor aún, grandes
tramos donde el asfalto es aún un sueño y sectores, como el cercano a Hualgayoc,
plagado de huecos en el que un pequeño auto puede desaparecer de la faz de la
tierra. Tanto por hacer. Así llegamos a Hualgayoc, esquivando huecos. Decidimos
entrar a la ciudad para evitar la carretera de evitamiento que es de terror. Hualgayoc
es un pequeño pueblo minero que tuvo su esplendor tal como se ve en el libro Hualgayoc,
riqueza y tradición de William Guillén y Pepe Chávez Tejada. En este vemos
toda la historia de este lugar, desde tiempos prehispánicos hasta poco antes de
su edición en 2019. En el texto, encuentro el nombre de ingenieros italianos apellidados
Zas Friz, apellido de un amigo de mis tiempos universitarios. También leí este
texto que da otra visión de este pueblo: https://cajamarcaaldia.com/hualgayoc-la-tragedia-de-un-pueblo-minero/.
Pasamos rápidamente por el lugar, pues ya se estaba haciendo un poco tarde y
queríamos regresar con la luz solar todavía. Los tramos cercanos a Hualgayoc
son penosos y peligrosos con tramos asfaltados y de trocha. Ya la llegar a las Lagunas
de Alto Perú hasta Porcón la ruta fue más tranquila. El descenso desde Porcón
Alto sí puede ser lento, pues la ruta de entrada/ salida de Cajamarca y sólo
hay un canal para cada dirección. Llegamos casi a las 7 pm. César iba a viajar
ese día, fue a ver sus cosas. Fuimos a cenar al restaurante del hotel Costa del
Sol en plena plaza de armas. César nos iba a dar el alcance. Primero fui a guardar
la camioneta y luego nos encontraríamos con César para despedirlo yéndonos al
Fri.to restaurante también en plena plaza (https://es.restaurantguru.com/Frito-restaurante-Cajamarca).
La pasamos muy bien, pues había una banda en vivo que se llamaba Los Banana.
Buena música cover, tan buenos que me parece que pueden estar en la próxima
Fiesta de la Música de la Alianza Francesa de Trujillo. Genial y el lugar es
simpático.
Fin
de nuestro tercer día. Al día siguiente nos íbamos a Kuntur Wasi.