¿PATAS ARRIBA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 29 SETIEMBRE)

Quien haya leído el libro Ética para Amador, uno se encuentra con un texto muy didáctico y motivador para discutir con adolescentes. Uno de los capítulos más atractivo es el que se denomina “Haz lo que quieras”; en este, el autor Fernando Savater habla con su hijo Amador sobre la libertad y la condición obligada del ser humano de ser libre. Según la visión sartriana que usa el autor, el hombre es por naturaleza libre y esta se manifiesta en las decisiones que tome en su vida diaria, en cualquier plano. Y puede escoger bien o mal, pero no escapa de la acción de elegir y de las consecuencias de esta elección. No es una invitación al libertinaje, ni una justificación para incitar al desbande, ni mucho menos; es una reflexión que nos indica que nuestra naturaleza e inteligencia deben conciliarse para tomar decisiones de todos los días. Somos a la larga, pues, un constructo permanente de decisiones cotidianas elegidas por nuestros intereses, los cuales pueden ser éticamente correctos si se trata de buscar el bien común; o, todo lo contrario. Las discusiones sostenidas con mis alumnos son interesantes, ya que en estas tomamos ejemplos “sencillos” de nuestra ciudad o del país. Hay tantos. En el laberinto que se vive, los jóvenes son testigos de diferentes acciones que los adultos “racionales” hacemos contradiciendo los principios éticos que buscan el bien común: desde el apañamiento escandaloso de políticos y congresistas corruptos quienes están legislando contra el interés nacional hasta la permisión del tránsito de vehículos de transporte público a través de una avenida que soporta una carga vial atosigante que la convierte en una zona de alta contaminación ambiental y sonora. Es la elección forzosamente libre de las personas que toman decisiones que deben de buscar ese bien común; y son sus decisiones, las que los hacen responsables de esas acciones que hacen o dejan de hacer. Un político, un congresista, un empresario, un comunicador, un periodista, un abogado, un ciudadano cualquiera toman decisiones éticamente correctas o no diariamente y se atienen a sus consecuencias.

Al escribo esto, me queda en la retina la activa y festiva participación de los más de 200 jóvenes que visitaron nuestro colegio por una semana realizando actividades que buscan mejorar la calidad de vida interviniendo en diversos centros educativos en Huanchaco. Se movilizan por la búsqueda del bien común. La vapuleada Greta Thunberg ha creado diversas reacciones entre millones de adultos. Esté en lo correcto o no, nos ha dado un lanzazo incómodo contra la indiferencia de los mayores a los cuales nos ha desnudado nuestra inacción, nuestra decisión e indecisión.

Post Data: falleció Man Bok Park. Durante la terrible debacle del primer gobierno de AGP, la Selección Peruana de Vóley Femenino nos trajo la medalla de plata gracias a la mano de este maestro. Recuerdo que la gente salía a las calles a festejar y gritar “Man Bok, presidente”. Esos años. Descanse en paz.

FRANCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 14 DE JULIO)

14 de julio de 1789. La toma de la Bastilla. Este incidente cambió la historia de la humanidad. La sociedad francesa, estratificada de manera inamovible y por derecho divino, había entrado en una fase de no retorno. Entre la nobleza francesa y el pueblo llano había crecido una brecha insalvable, con derechos incuestionables y, para la actualidad, inauditos adquiridos por aquella desde el medioevo. Muchos de estos derechos rayaban con el absurdo y eran validados solo por la idea de que su estatus era certificado por la iglesia de entonces. La educación y la difusión de ideas fueron las principales herramientas que permitieron este vuelco en la humanidad. Las ideas de los hombres y mujeres del Siglo de las Luces comenzaron a calar en una sociedad insatisfecha y harta de vejámenes tolerados por un sistema legal inalterable; las ideas se expandieron como pólvora, no solo en Europa, sino en las colonias americanas que estaban bajo el yugo español. Los poderosos conceptos generados por pensadores sociales y filósofos como Rousseau o Voltaire habían rendido su fruto con la independencia de los Estados Unidos y se expandían como un rayo entre los intelectuales de las entonces inquietas colonias americanas. La nueva Constitución del nuevo Estado francés desafiaba los arcaicos conceptos de la persona y ciudadano. La base de la nueva república se asentaba en tres palabras: libertad, igualdad y fraternidad.

230 años después, muchas de las ideas engendradas en esta revolución movilizan a la humanidad en general. La libertad de todo tipo es el punto de partida de muchas sociedades y es apreciada y defendida, incluso, de manera constitucional en todo país civilizado y grupo humano que espera que esta no quede como una palabra cargada de buenas intenciones, sino una entelequia a la cual aspiran todos los hombres del planeta. La igualdad acompaña innegablemente a la libertad. No una igualdad abstracta, sino una que permita a toda persona tener acceso a todo aquello que el derecho le confiere: la salud, educación, alimentación y seguridad. Y todo esto se logra cuando se ve al próximo como un integrante de la gran familia que es la humanidad: la fraternidad. Sin embargo, si vemos los momentos por los que atraviesa nuestro país, estas tres grandes ideas están ausentes en muchos espacios y momentos de nuestra sociedad. La corrupción política y económica son algunas de las causales de su impedimento; pues, a causa de estas, se les niega a muchos ciudadanos una vida mejor en salud, en educación, en una sociedad que luche por la equidad. Están también las reivindicaciones de muchos peruanos y peruanas marginados por diversas razones: sociales, culturales, raciales, lingüísticas, religiosas, opciones sexuales. Un gran abanico de injusticias por no tratar al otro con sentido de igualdad y no respetando su libertad.

Pero, la ola que desató Francia ese 14 de julio es bastante difícil que se detenga. Y esperemos que así sea.