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jueves, 27 de noviembre de 2008

JOHN FORD





John Ford fue uno de esos extraños directores que amó al cine con pasión, creó una escuela y consolidó el western como género serio en la historia cinematográfica. Así pues creó una leyenda, elevó mitos y desarrolló un estilo que identificó y cautivó a los cinéfilos. Sus inicios fueron en el periodo mudo, pero es en el sonoro que logra su máximo esplendor, sacando al western de su función de mero entretenimiento a un trabajo más elaborado, creando personajes que han pasado a la posterioridad.
Ford nació en 1895 en Maine, décimo tercer hijo de una familia irlandesa emigrada al nuevo mundo. Se inició en el cine en 1917 y, al igual que Huston, hizo de todo en la cinematografía, incluso hasta el terrible papel de doble (stunt man).
A lo largo de su obra, vamos a ver en ella no una preocupación por el individuo, sino por el bienestar colectivo, filosofía que no concordaba con la idea de este género como tal, con un personaje central en torno al cual giraban la o las historias.
En el ensayo agudo que escribió Bertrand Tavernier sobre su obra (The Movie, No 19, 1980) nos hace ver esa visión tan particular con los conflictos que se van generando y ese espíritu de grupo que lucha por un objetivo, por el bienestar general; el líder fordiano busca el apoyo de su entorno y sólo reacciona con violencia si éste ha sido provocado. El estereotipo que se conoce de un cowboy (el de las películas) es la de un hombre solitario, huraño, hostil y bastante agresivo. Los héroes de Ford distan de esta descripción. Son personajes que tratan de mantener sus ideales en un torbellino de pasiones, siempre luchando por una causa que en muchos casos transcienden en la historia del contexto en la que suceden los eventos.
Jean Luc Godard propone tres tipos de westerns (tomando la idea de Balzac sobre las obras literarias): de imágenes, de ideas y de imágenes e ideas. Comenta sobre la obra de nuestro director y plantea que en sus películas, la imagen es la que nos va remitiendo a la idea (Súper Mann, Jean Luc Godard por Jean Luc Godard, Barral, 1971); en este pequeño ensayo, Godard empleó tres directos clásicos de este género para tipificar su propuesta; así, para ideas, Lang; para ideas e imágenes, Mann; para imágenes, nuestro director. Para llegar a este planteamiento, Godard emplea una película que va en nuestro nuevo ciclo de cine: The Searchers.

Aquí muestro algunos de sus grandes filmes, ya otros están en el archivo que colgué sobre el western (del cual el maestro era uno de los genios)

HOW GREEN WAS MY VALLEY (¡Qué verde era mi valle!) (1941) No hay que olvidar que Ford tenía orígenes irlandeses y que tuvo una infancia rodeada de muchos hermanos y con grandes penurias económicas; es por eso que a lo largo de su carrera, y tal como enunciamos sobre su obra en general, fue siempre su preocupación, el bienestar colectivo. Dos de sus filmes de compromiso social son tanto éste como una adaptación de la obra de J. Steinbeck, LAS VIÑAS DE LA IRA. Esta película nos muestra las durezas de pequeña comunidad minera que comienza a deteriorarse. Empieza como un gran racconto de este pueblo en Gales, una familia tradicional a la que le van sucediendo desgracias que van rompiendo la unidad familiar; muestra además las rígidas costumbres de un pueblo al que le vale el dicho “pueblo chico, infierno grande” hasta que la cabeza de la familia Morgan muere. Es una obra clásica que ha arrancado muchas lágrimas por generaciones.

THE GRAPES OF WRATH (LAS VIÑA DE LA IRA) Esta es una película en la que el autor trabajó codo a codo con el director. Es una intensa novela social de los años de la Gran Depresión americana, temática abordada por muchos artistas; Ford sintió un compromiso social bastante fuerte, gracias a sus raíces irlandesas y a una familia que vivió en la miseria a su llegada a los Estados Unidos. El denso problema social muestra el maltrato a los campesinos empobrecidos por los préstamos a los bancos (muy sintomático) y expulsados de sus tierras. Las escenas son fuertes, pero en la visión gringa, la posibilidad de otros horizontes se hace presente y deciden emigrar a California. La decisión es dramática y enfrentan una serie de abusos y explotaciones muy parecidas a las que viven los braceros hoy por hoy. Es interesante que al principio del filme, la compañía cinematográfica hace un deslinde con el contenido del tema; es la primera vez que, personalmente, veo esto. Creo que la visión del filme nos deja entender por qué lo hace... Sutilezas de la vida.

THE HORSE SOLDIERS (Marcha de valientes) (1959) También centrado en John Wayne, esta película es una reconstrucción histórica de eventos durante la Guerra de Secesión. Es un encuentro de antípodas, el militar vs. El médico encarnado por William Holden, almas que las circunstancias bélicas los va a obligar a abandonar sus diferencias para lograr al objetivo común. Volvemos pues a los principales leit-motiv fordianos.

THE MAN WHO SHOOT LIBERTY BALANCE (El hombre que mató a Liberty Valance) (1962) Un verdadero filme nostálgico sobre ese Oeste que se había convertido en leyenda y lleno de mitos; además es casi un recuento de la obra de John Wayne con Ford. La historia recae sobre tres personajes: la ley, encarnado por James Stewart, la marginalidad, por Lee Marvin; y la necesidad de la fuerza para que vuelva a imperar la ley, por Wayne.

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