Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
domingo, 24 de enero de 2016
martes, 19 de enero de 2016
DECADENCIA SOCIAL
Vivir en Trujillo se viene haciendo cada
vez más una experiencia más frustrante. Las fiestas, lejos de haber permitido
manifestaciones de solidaridad y fraternidad (que es el mensaje que encierran
estas festividades) entre todos los habitantes de esta ciudad, han sido el
contexto y pretexto en los cuales hemos visto flagrantes evidencias de deterioro
social que pasan desapercibidas a la mayoría. Es más alarmante cuando visitantes
comienzan a describir a la ciudad con rasgos más negativos que positivos. En
una reunión hablaba con una persona que regresaba luego de 6 años; a pocas
horas de su llegada le pedí sus impresiones citadinas, estas se redujeron a tres
adjetivos: ruidosa, caótica, sucia. Estas características no se manifiestan
solo en estas conmemoraciones. Es parte de nuestro panorama urbano.
Extrapolando la teoría de la “ventana
rota” sobre violencia y criminalidad, elaborada por J. Wilson y G. Kelling de
la Universidad de Stanford, esta explica que un contexto de desorden, suciedad
y bullicio transmite a cualquier ciudadano o un simple vecino, “una idea de deterioro, desinterés,
despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia”. (http://www.cel.edu.mx/servicios/La%20teoria%20de%20las%20ventanas%20rotas.pdf). En otras palabras, las situaciones
permisivas generadas en las últimas décadas han sido el caldo de cultivo en el
cual los trujillanos hemos ido generando una serie de inconductas que las toleramos
gracias al incremento del egoísmo y mal espíritu de competencia en nuestra
sociedad: todo vale.
Ejemplificando los tres adjetivos
iniciales, no faltan a la verdad. Lo ruidoso
se da no solo en el tráfico, sino en el uso comercial (léase tiendas de
electrodomésticos) o cualquier manifestación cívica o religiosa. El uso de
pirotécnicos ruidosos que, además de estar prohibidos (trasgresión de la ley),
ha sido una clara demostración que a varios les importa un bledo el llamado a
la conciencia del uso de los mismos o la tranquilidad de sus vecinos. Lo
caótico se da en el tráfico, en el abuso de particulares y transporte público-privado
quienes compiten entre ellos sin importarles peatones, usuarios o los otros
conductores; caótica en su construcción; caótico es el uso de espacios públicos
para parrandear. Y lo sucio surge en la ineficiencia de autoridades municipales
de cualquier distrito y, sobre todo, en nuestra capacidad para generar basura:
fiestas populares, comercio ambulatorio, el simple peatón son generadores de
basura. Los desechos en el piso no son problema de la autoridad, lo es de sus
habitantes: calles, parques, jardines, entidades y lugares públicos,
universidades, colegios; espacios en los que no faltan botellas de plástico,
descartables u otros restos.
martes, 12 de enero de 2016
TRES SEMBLANZAS DE LA FERIA
Ya han pasado varias semanas de clausurada
de Cuarta Feria Internacional del Libro en la Plazuela del Recreo. En diversos
conversatorios, conferencias, presentaciones pude conocer a tres mujeres que
están haciendo obra transcendental contra la indiferencia, contra la desidia y
contra la animadversión masculina, en muchos casos. Ellas han ganado espacios
valiosos con sus propuestas y trabajos, algunas veces silenciosos, y, en la
mayoría de los casos, desconocidos por el grueso del público.
La primera es la escritora libanesa
Joumana Haddad, uno de los invitados extranjeros de relevancia. Más allá de su
obra poética y novelística, hallamos una mujer que se ha vuelto el portavoz de
los derechos femeninos en nuestras conservadoras sociedades. En las
conversaciones sostenidas, reflexionaba sobre la sociedad latinoamericana,
en la cual la mujer carga no velos
físicos, sino sociales, culturales y psicológicos. Joumana vive en un país
desangrado en una interminable guerra civil y ha visto con escepticismo las
posibilidades de cambio en nuestras actuales sociedades por las intolerancias,
incomprensiones y el acuciante analfabetismo de sus integrantes. Como triste
testimonio queda el hecho de que ha pedido a sus hijos partir lejos de su
patria, como nuestros jóvenes que se ven compelidos a
buscar un mundo mejor. Sin embargo, ella sigue luchando, sigue alzando su voz;
otros verán los cambios. Como me dijo: “ni tú, ni yo gozaremos de esos cambios;
pero otros lo harán”.
Luego, Vania Masías contó su experiencia y
su decisión de dejar su comodidad personal en un país europeo para trabajar en
zonas marginales de Lima. Su proyecto D1 ha rescatado a jóvenes en extremo
riesgo social y cumple este año una década; se presentó en el marco de
conferencias ofrecidas por la oficina de Programa Conjunto de la ONU. D1. Es el
inmenso aporte de esta mujer quien fue incomprendida inicialmente por su grupo social,
así como los jóvenes quienes dudaban de esta “pituquita” que los visitaba en
sus barrios de alto riesgo. El cambio de estos jóvenes a través de la danza ha
sido un gran aporte para su autopercepción y ha abierto grandes oportunidades a
una juventud a la cual le asignamos etiquetas injustas sin crearles espacios
para su realización. Esperemos que D1 se extienda por Trujillo y sus distritos.
Finalmente, Claudia Coca expuso sus
propuestas artísticas que viene desarrollando como Directora Académica de la
escuela de arte y diseño Corriente Alterna. Se preocupa por la promoción
educativa artística a todos los segmentos sociales, sobre todo niños; el arte cual
generará una revolución silente en una sociedad cada vez más individualista,
intolerante, trasgresoras de normas y leyes. El arte da libertad y educación,
pilares de una sociedad moderna; genera el diálogo y la discusión, tan necesarios para la construcción de la civilidad en democracia.
Tres experiencias, tres esperanzas.
lunes, 4 de enero de 2016
jueves, 24 de diciembre de 2015
CRÓNICAS DE LAMBAYEQUE 2
Luego de Mórrope, nos dirigimos hacia
Ventarrón. La primera vez, en el 2008, recuerdo que el espacio investigado era
pequeño. En ese entonces también fui a la huaca Cullup. Ahora Ventarrón dispone
de mejores instalaciones, hay señalética y ha crecido el espacio investigado.
Ya se acerca a las pequeñas colinas de alrededores. Para hacer una buena
visita, un medio día sería ideal. Lo de Ventarrón sí es interesante y, de
prosperar, la historia arqueológica peruana tendrá que cambiar nuevamente.
Desde el hallazgo de la tumba del Señor de Sipán hasta Caral, nuestra historia
prehispánica ha estado dando tumbos positivos. La presencia de murales de más
de 4 mil quinientos años en Ventarrón obliga a plantearse nuevas hipótesis.
Además, desde la Dama de Cao, la presencia de la mujer en el mundo del poder ha
cambiado igualmente; y parece que este lugar también demostró esa tendencia (http://larepublica.pe/07-06-2014/ventarron-el-peso-de-la-mujer-en-el-antiguo-peru).
De prosperar el proyecto, el cual ha cambiado la vida de todos los pobladores
de la zona, pronto estarán construyendo otro museo de sitio más, fuera de los
cinco grandes que existen en la actualidad: Túcume, Tumbas Reales, Sicán,
Brüning y Huaca Rajada. Hay en Huaca Chotuna, pero está esperando aprobación para
tener un museo más digno para el sitio arqueológico que tiene. Nuestra guía en
Ventarrón fue una joven del lugar, con buena información. En el poblado vimos a varios estudiantes de
turismo haciendo limpieza de la plaza principal.
Luego nos dirigimos a Huaca Rajada, el
verdadero hogar del Señor de Sipán; bueno, uno de los tantos. En esta
huaca-cementerio vemos las otras tumbas en réplicas para hacernos una idea de
cómo fueron enterrados. El guía del monumento estuvo un poco exaltado con sus
observaciones, menospreciando otras culturas tan o más viejas que Sipán. En
este campo, del guía turístico, se necesita gente que sea más preparada, menos
chauvinista y más lógica en su exposición. Decir que la era del bronce empezó
en Sipán es una exageración y una falta de respeto a otros visitantes. Recuerdo
cuando en 1988 hubo el revuelo del descubrimiento. También todos los problemas
que se generaron con la población. Incluso hubo un huaquero asesinado. Hay
muchas piezas saqueadas que circulan por el mundo impunemente, rematadas en
galerías de arte o expuestas en museos a los que llegaron de manera muy oscura.
Algunos gobiernos han cumplido con el gesto de devolver algunas piezas, pero
faltan muchas. El robo y comercio de piezas arqueológicas o de arte es, después
del narcotráfico, el movimiento de dinero ilícito más desarrollado y poderoso.
Incluso hay pedidos a catálogo el patrimonio arqueológico y artístico de
nuestro país es bastante codiciado. Pinturas, huacos, textiles, esculturas
religiosas, estatuas mortuorias, libros incunables; todos han sido objeto de
saqueos a iglesias, cementerios, huacas, casas antiguas o museos. Y las leyes
son benévolas o no pueden alcanzar a gente poderosa que acuña dinero gracias a
este oscuro negocio que hasta asesinatos o líos diplomáticos han causado. Se
habla de una tumba anterior un poco antes hallada del joven Señor de Sipán, la
cual fue saqueada y algunas piezas han sido encontradas. Se comenta que el
tesoro hallado era más impresionante que las tumbas posteriormente
descubiertas. Hay todo un velo de misterio que ha generado un fuerte rencor en
la población. Si el río suena..
Nuestro último destino fue Zaña o Saña, la
ciudad española derruida por un fenómeno del niño de 1720. Esta ciudad fue
poderosa y rica. Acogió a muchas familias ricas que huían de Trujillo, luego
del devastador terremoto de 1616. Ligada a la agricultura, tuvo una gran
población negra por la esclavitud. Y fueron ellos los que se quedaron luego del
abandono “oficial” de esta ciudad “maldita”. Esta ciudad acogió muchas iglesias
y conventos, los cuales quedaron totalmente arruinados por el desborde del río
del mismo nombre. De algunas queda la fachada como La Merced. De otras, la
estructura como la Iglesia Matriz; de San Francisco quedan arcos; pero la que
tiene mejores restos es el convento de San Agustín, una verdadera joya. Al
llegar una señora nos declamó una décima sobre Zaña. Ahora hay una preocupación
por preservar el monumento y trabajar por la identidad negra de la ciudad. Visitamos
las instalaciones, ya hay más protección a los restos y ahora han recuperado
algunos espacios que no había visto en mis anteriores. El claustro es siempre
un lugar digno de ver y reflexionar. Luego de esta visita (la primera vez fue
en 1984), nos dirigimos al Museo Afroperuano. Abierto en 2005, tiene una
valiosa colección de la presencia negra en el Perú y en el mundo (http://www.lambayeque.info/pueblos/el-museo-afroperuano-de-zana/).
Casi tuvimos la oportunidad de conversar con Luis Rocca Torres, autor de varios
libros sobre la negritud peruana. En verdad, la herencia negra en nuestro país
no sido profundamente estudiada y ha sido una minoría despreciada y maltratada.
Por parte de mis raíces maternas descendemos de negros, pero no sabemos cuál es
la herencia real. Fueron traídos desde diversos lugares de África para trabajar
en las plantaciones de caña de azúcar y suplantar a la mano indígena que fue
bastante diezmada por las epidemias que trajeron los conquistadores. En las
salas y la exposición de carretas uno puede ver cómo vivieron y cómo fueron
tratados la mayoría (hay un libro interesante de José Ramón Jouve sobre el
trato que se hacía con ciertos esclavos que se volvieron letrados y trabajaron
en diversos oficios: Esclavos de la ciudad letrada del IEP-2005). Pero la
suerte no sonreía mucho a los demás. Fue en los 70, bajo el gobierno de Velasco
que comenzaron a hacerse las investigaciones históricas y sociales de esta
antigua emigración. (https://www.facebook.com/jesusgerardo.caillomanavarrete/media_set?set=a.1229411173755568.1073742051.100000600914417&type=3).
Por esa época surgen personas como los hermanos Santa Cruz y grupos como Perú
Negro, que comenzaron a abrir un espacio para esta minoría, de gran presencia
cultural en nuestra nación: gastronomía, ritmos musicales, cantos, tradiciones
religiosas y presencia en el deporte de masas como el fútbol o vóley. Pero
falta mucho. Tan solo hay que oír a Victoria Santa Cruz y su poema “Me gritaron
negra” para entenderlo todo (https://www.youtube.com/watch?v=lN5M0jehU7s).
Un viaje a la historia como siempre debe ser un viaje.
CRÓNICAS DE LAMBAYEQUE 1
Sábado 21 y domingo 22 de noviembre. La
visita de Isabel a Trujillo propició otra salida a la Región Lambayeque. Un par
de días antes, el miércoles 18 había ido de visita a dos museos de la Región:
Sicán y Tumbas Reales de Sipán. Esta visita de un día fue demoledora, ya que
era una jornada intensa que, pese a todo, no logró concretarse la visita al
Museo de Sitio de Túcume, que era otro de los museos a visitar. Siempre es
bueno volver a estos museos, pues muchas veces en las anteriores visitas
realizadas vas perdiendo detalles por diversas razones o apuros. Un detalle: en
el Museo Nacional de Sicán, ubicado en Ferreñafe, uno visita la reconstrucción
de las tumbas de dos grandes soberanos de esta cultura (http://www.go2peru.com/spa/guia_viajes/chiclayo/chiclayo_sican.htm).
Desde el 2001, año de su inauguración,
se muestra una tumba (la occidental) que tiene, desde su origen, una hipótesis
errada. Pareciera que este señor hubiese sido enterrado de tal forma que
replicase el acto del nacimiento. Pero, según me han comentado varios
arqueólogos, esta tumba sufrió antaño un deslizamiento y por tal motivo quedó
en una posición que hizo suponer un entierro bastante peculiar y nunca visto en
el mundo, cuando todo indica que estuvo enterrado como el otro gran señor cuyo
entierro visitamos en la sala contigua. (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1226909850672367&set=pb.100000600914417.-2207520000.1450963229.&type=3&theater).
Ojalá se corrija esto, puesto que, como se indica, los mismos guías destacan
esta modalidad supuesta. Este viaje sí te permite descubrir situaciones de
nuestra educación. Muchos de los chicos no conocían estos lugares, pese a que
ya habían estado en otros lugares del Perú e, incluso, de América, pese a ser
casi vecinos.
Volvamos a nuestro viaje de dos días. En
realidad, nuestra meta era Laquipampa, un refugio de silvestre que queda cerca
de Íllimo, en la ruta entre Chiclayo y Olmos (http://www.rutasdelperu.org/rvs-laquipampa/).
Habíamos hecho todas las coordinaciones
previas para quedarnos una noche y un par de días en el albergue de este
refugio. Viajamos el sábado por la mañana. La expedición estaba conformada por
Isabel, María, Lorena y yo. El paquete incluía el recojo, el hospedaje, un
desayuno, almuerzo el domingo, pago de entradas y la visita a todo el santuario
(lo accesible). Llegamos casi a mediodía, pero hubo un incidente con los lentes
de Isabel por lo que al llegar tuvimos que buscar un lugar para poder repararlos.
Una vez concluida la misión y haber cancelado lo que faltaba para pagar los
servicios de los cuatro viajeros, salimos con destino a Lambayeque para
almorzar ahí. Como el miércoles estuve en el lugar y había sugerido un
restaurante al cual fuimos hace un par de años, nos dirigimos ahí por la
variedad de precios y diversas alternativas. No hay pierde. Se llama El
Pacífico (https://www.tripadvisor.com.pe/Restaurant_Review-g1926372-d6966971-Reviews-El_Pacifico_Lambayeque-Lambayeque_Lambayeque_Region.html)
y tiene precios imbatibles para la calidad y cantidad de los platos ofrecidos
en la carta. Una vez concluido nuestro opíparo almuerzo nos fuimos a Íllimo. La
carretera es fatal, es bastante estrecha y en los pequeños pueblos de la ruta,
el tránsito se hace pesado y peligroso. Esta carretera a Olmos se ve cargada de
vehículos pesados (ómnibus, camiones de todo tipo de carga y dimensiones) y he
visto a varios turistas aterrados, no solo por ello, sino por la velocidad en
la que van los mismos transportes turísticos. El nuevo museo de Túcume atrae un
interesante tráfico de turistas, pero si no mejorar la infraestructura vial,
estos se van a pasar la voz sobre los riesgos que esto conlleva. Ya en el 2014,
en otra visita, la ciudad de Ferreñafe era una polvareda. Y la carretera a
Olmos debe ser ensanchada, señalizada y con permanente conservación. Llegamos
con cierta comodidad a nuestro albergue, donde ya nos estaban esperando. Atravesamos un cementerio abandonado de la ciudad. Ha caído en el olvido luego del último Niño de 1998 y el saqueo hecho por los brujos de la zona.
Sin
embargo, los planes cambiaron. Toda la noche llovió y las carreteras de trocha que
tiene la Reserva quedaron hechas un lodazal. Así pues, nuestro guía nos propuso
dos opciones: devolvernos el dinero o hacer un plan alterno de lugares que no
habíamos visitado. En general, había visitado todo lo posible de Lambayeque,
pero las chicas no. Propuse Mórrope y su iglesia, Ventarrón, Huaca Rajada y el
museo de sitio, y Saña. Iba a ser un bonito viaje. Comenzamos con San Pedro de Mórrope. Originalmente
era una reducción indígena creada en el siglo XVI (1566-67). La iglesia se
comenzó a construir por esos años, pero fue muy afectada, según los datos del libro Templos virreinales de
los valles de Lambayeque de Castañeda, Espinoza y Pimentel (edición 2015) (http://libros.fcctp.usmp.edu.pe/templos-virreinales-de-los-valles-de-lambayeque/).
Luego de diversos avatares, en 1751 se
logró la bendición por parte de un arzobispo limeño que se hallaba en tránsito.
Y se logró que el interior estuviese cubierto de una extensa pintura mural, de
la cual quedan interesantes restos en diferentes muros de la iglesia. Esra la visitamos como última lugar, pero el párroco nos atendió de manera amable y muy honesto en sus observaciones sobre el trato de estos espacios históricos. Además, a
la mano derecha hay una capilla doctrinal que fue utilizada como cementerio
hasta entrada la República. Esta capilla, la de la Ramada, recibió una atención
especial por parte del equipo de la revista National Geographic que sacó una
edición especial para “presentar” las investigaciones hechas sobre el
descubrimiento del Señor de Sipán y todo el entorno lambayecano (junio 1990,
vol. 177, No 6). Lo que llama poderosamente la atención es el tramado del techo
y las columnas que lo sostienen, hecho en troncos de algarrobo; según la
revista, esta capilla se construyó siguiendo el estilo arquitectónico moche,
como se puede ver en su cerámica. Para entrar nos acompañó un grupo numeroso de niños que iban al catecismo. Uno de ellos nos trajo la inmensa llave que aún se emplea para abrir las puertas de la capilla. En esta vimos una excavación que, de
acuerdo al párroco que nos acogió en la visita a su iglesia, no estaba
permitida. Cosas que se ven en nuestro país. La capilla también es el lugar para
un pequeño centro de interpretación donde vimos cómo manufacturan flores de
papel o trabajan con el algodón original de la zona y que casi fue extinto por
la campaña que se hizo para difundir el de calidad Pima. En realidad, luego de
visitar esta iglesia y haber visto las muchas que hay en los pequeños pueblos,
una ruta interesante sería esta: tour eclesiástico. Incluso visitar aquellas
que la desidia han dejado caer en el olvido y en el desastre (como Eten o los
abandonados restos de varias iglesias de Saña).
martes, 22 de diciembre de 2015
CRÓNICAS CAJACHAS
Domingo 25. Cajamarca se levantaba, luego
de haber celebrado fiestas religiosas (como nos había tocado en Arequipa). El
día anterior habíamos arreglado con un señor, quien nos llevaría a un paraíso:
Porcón. Con la facilidad de movernos por nuestra cuenta, acordamos ir temprano a
nuestro objetivo. Tomamos un buen desayuno y salimos casi a las 8 a.m. El
trayecto a esa hora no es tan pesado, pues hay poco tráfico hacia esta
cooperativa que contradice a todos aquellos que no gustan de este modelo de
producción colectiva. La religión, con todo el sentido vertical que esta tiene,
puede haber sido un factor positivo para este modelo de éxito (me “gusta”
taaanto esta palabra) económico, que permite a toda esta comunidad vivir bien.
La carretera está bien tenida por lo que el ascenso es fácil y seguro
(relativamente, puesto que también aquí hay locos al volante). En casi 35
minutos llegamos al cruce para descender hacia las instalaciones de la
cooperativa. Llegamos al lugar que se halla enclavado entre colinas de poca
altura. Previamente en la ruta te encuentras rodeado por un bosque de pinos que
se ubican en una buena extensión. Este
bosque no lo pudo apreciar Soraia, pues dormía profundamente por los diversos
cambios de horarios y alturas. Es otro de los medios que usa esta granja para
generar recursos sostenidos. Aparte de agricultura, carnes y lácteos, la gente
de Porcón ha hallado en el turismo un recursos inagotable y permanente que
genera buenos ingresos a la comunidad cooperativa (http://www.micajamarca.com/Default.aspx?tabid=56). Y para esto, comenzó instalando un
pequeño albergue y en la actualidad, ya vemos que le ha dado réditos y van
construyendo más instalaciones. Esta tranquilidad me hace recordar a esos
albergues católicos en los que me hospedé en Israel, que eran muy baratos y
tenían reglas muy estrictas (toque de queda a las 10 a.m., por ejemplo). No es
un lugar para ir a emborracharse o escuchar música a todo volumen; es un
espacio para estar tranquilo, caminar, leer, para estar contigo mismo, cosa muy
complicada en estos días. Lástima que ya tiene internet.
Una vez pagada la entrada, compramos
nuestros quesos y hongos previamente para dejarlos en el auto. Así nos íbamos a
evitar el tumulto que íbamos a encontrar más tarde cuando llegasen los buses y
otras movilidades con paquetes de turistas. Interesante, había algunos chicos
que habían venido de la selva como parte de sus viajes de promoción. Tenía
entendido que estaba prohibido el Norte peruano; creo que esta no comprendía a
Cajamarca. El cielo estaba escampado, pero algunas nubes amenazaban con
lanzarnos torrentes de agua. Pese a todo, aunque premunidos de casacas y
cortavientos y un par de paraguas, comenzamos nuestra visita al simpático
zoológico que hay en la granja. Además es una suerte de vivero por la inmensa
variedad de flores que puedes ver. De estar uno solo en el lugar, es el paraíso
total. Luego de cruzar un pequeño puente, comenzamos a ascender hacia el lugar
donde pastan muchas vicuñas en libertad y en cierta vecindad con los humanos.
Antes de llegar a ello, cruzamos la zona
donde se hallan los venados, los cuales se acercaban por comida. Este tema es
muy sensible y es el momento de educar a la gente de lo que quiere y no puede
hacer: muchos les llevan comida chatarra, pero con llevar alimentos naturales
(granos como maíz) sería lo ideal. Además hay que evitar los plásticos y
chicles que algunos llevan y lanzan sin el menor remordimiento; además están
las benditas botellas de plástico de agua o gaseosa que plagan cualquier lugar
del planeta, y este no era la excepción. En nuestro caminar vimos a una señora
que se dedicaba a recoger esas botellas o bolsas de plástico lanzadas al piso,
a pesar de haber basureros por diversos lugares. Oí varias veces a imbéciles (con
buen nivel económico; no intelectual, por supuesto) que decían que no importasen
que ensuciasen, puesto que había gente encargada de hacerlo. Razonamiento del
más bruto que invade nuestra sociedad tan poco educada en estos menesteres. Y
me he topado con gente que se llena la boca de haber vivido en el extranjero y
una vez aquí se olvidan de esas sanas y correctas costumbres: la más imbécil de
todas que oí era que en el extranjero no botaba papeles a la calle o no se
cruzaba la luz roja, u otros detalles; pero como estaba aquí, podía hacer lo
que le daba la regalada gana. Un perfecto idiota.
Dejemos cosas hepáticas y sigamos con
nuestra visita a Porcón. En las vicuñas
nos detuvimos para hacer varias fotos. Soraia estaba contenta de ver
estos animales tan cerca, y las fotos iban de un lado a otro. Ya el ascenso nos
calentó un poco, por lo que decidimos sacarnos un poco de carga; como iba con
mochila, ahí llevamos las chompas o casacas. Sin embargo, pronto nos amenazó un
chapuzón. Cielo serrano, como dice la tradición, del cual no que confiar.
Caminamos una trocha para ver los ñandúes y los emúes. Luego, al comenzar a
bajar a las jaulas de aves y felinos, vimos los primeros grupos que llegaban
gritando y corriendo, perturbando la calma del lugar. Bajaban los chicos de
diversos colegios en su viaje de promoción. Da pena también ver a varios grandes animales que no tienen mucho espacio para desplazarse. Luego de las aves y felinos (una
hembra estaba preñada y bastante irritada, dio un salto que asustó a varias
personas), pasamos a una pequeña isla donde estaban los simios y una gran
bandada de gansos (hacían más ruido que todos los grupos juntos). De ahí nos
fuimos a ver los osos, desde donde divisamos al conductor; le hicimos señales
para que nos recogiese en la salida, en un pasadizo donde veríamos más aves y
algo que nos llenó la visita: el baile de cortejo de dos pavos reales machos
con una hembra. El espectáculo nos cautivó, nos “ganamos” el momento. Así
terminamos nuestra visita al lugar y nos enrumbamos a la ciudad, ahora sí más
despabilados. La vista del descenso es una cosa impresionante. A lo lejos
divisas el cerro Quilish que fue motivo de una fuerte disputa de diversos
ciudadanos con la compañía minera de la zona.
Ya en la ciudad, nos fuimos a almorzar al
Costa del Sol, un suculento almuerzo. Allí me encontré con una persona que no
veía en años. En realidad, el almuerzo estuvo extraordinario por estas fusiones
que algunos osados se atreven en preparar y también en comer, como nosotros.
Fuimos a dejar algunas cosas al hotel y salir a ver la ciudad. Lastimosamente,
ya habían cerrado todos los lugares de visita como el Cuarto del Rescate o el
Museo del Complejo Belén; incluso el Museo de San Francisco estaba cerrado. Sin
embargo, decidimos hacer una caminata por la ciudad. Cajamarca tiene bellos
rincones, puertas, ventanas, pasajes, calles. Deben apostar por la ciudad como
un producto turístico y explotar todo aquello por lo cual era famosa: su
ganadería y mundo agrario. Cenamos con César en el Querubino para despedirnos
de Cajamarca hasta una nueva oportunidad.
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