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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 30 de julio de 2017

POBLACIÓN VULNERABLE (LA MODERNA ESCLAVITUD, ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN ENFOQUE DEL DIARIO LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 30 DE JULIO)

La trata de personas en el mundo no se extinguido; pese a los intentos reivindicativos de organismos y gobiernos que han trabajado por mejorar las condiciones esenciales de las personas, esta ha ido en aumento en formas más sofisticadas de explotación a diversos segmentos de cualquier población apuntando sobre a los más vulnerables como lo es las poblaciones infantil y juvenil, bastante extensos y generalmente desprotegidos en sociedades con fuertes crisis económicas, sociales y culturales.  
Es un campo atractivo para los explotadores laborales y sexuales, que aprovechan las necesidades básicas para someterlos a situaciones humillantes que denigran su calidad humana. En zonas de conflictos son precisamente los más pobres, mujeres y niños los que sufren tratamientos vejatorios por su condición de desamparo. Sin embargo, no es necesario que haya situaciones extremas para hallar este tipo de explotaciones. El reciente incendio de las limeñas Galerías Las Malvinas que causaron la muerte de tres empleados que laboraban en condiciones de verdaderos esclavos es una muestra frecuente de la realidad laboral de muchos compatriotas que callan la ignominia del trato diario que reciben por parte de empresarios explotadores e inescrupulosos. Lo del incendio ya va quedando en el olvido, como otras cosas lamentables que vemos y conocemos a diario. Esta explotación la vemos todos los días y no la queremos ver. Ominoso es ver cientos de niños que pululan nuestras calles empujados por el hambre o por sus padres (u otros adultos) a la mendicidad y a ser víctimas de personas mayores que abusarán de ellos. Se acercan a nuestros autos, a los restaurantes donde comemos plácidamente o tropiezas en la calle con ellos. Estos niños abandonados han sido retratados en cuentos, novelas, fotos, películas. Navajas en el paladar, Juliana, Gregorio, Pájaros sin plumas; personajes con o sin nombre nos señalan como una sociedad que se llena la boca clamando por derechos olvidando a los más débiles a quienes debemos de proteger y velar por su integridad. Son una muestra de nuestra propia vergüenza.

domingo, 21 de agosto de 2016

EXPLOTACIÓN LABORAL INFANTIL (A RAÍZ DEL DÍA DEL NIÑO, ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DE TRUJILLO)

El flagelo de la esclavitud no ha desaparecido. La explotación laboral de muchos niños de pobre condición envuelve una actitud esclavista en la actualidad. Se la empleó en épocas pasadas y actualmente tenemos formas cada vez más sofisticadas y justificadas de estas veleidades humanas. La esclavitud es la forma más barata de conseguir un recurso de trabajo casi gratuito y para eso se debe de degradar al ser humano a la condición de una bestia de carga o de una máquina, pues es una fuente de energía laboral que debe de generar muchos réditos y poco gasto. En otras palabras, una forma de alta rentabilidad.
En la antigüedad, la esclavitud logró sus formas de sofisticación durante el Imperio Romano, en el que se estableció un complejo sistema para comercialización y categorización de diversos grupos humanos (hombres, mujeres y niños), incluso con un intrincado aparato legal que permitía a una persona convertirse en un ciudadano libre o, por el contrario, en un esclavo. Los famosos gladiadores fueron, en muchos casos, esclavos que podían ganar su libertad; o, sino, una derrota de un ciudadano metido de gladiador significaba convertirse en un esclavo más. El cristianismo cuestionó este sistema y esta posición le permitió ser acogido masivamente por miles de personas en esa condición. Pero la cristianización no va a ser un impedimento de su difusión; las conquistas europeas desde el siglo XIV en adelante va a encontrar “carne fresca” en diversos continentes, sobre todo África. En América, las discusiones si los aborígenes contaban con alma o no, pese a las discrepancias o justificaciones por parte de hombres religiosos como Bartolomé de las Casas, solo van a generar atenuaciones en el trato duro y salvaje que tuvieron los conquistadores con los diversos pueblos sometidos. El nuevo sistema de esclavitud va a tener diversos nombres como obraje, encomienda u otras formas de usurpación sobre diversas etnias y culturas de la América precolombina. Lo interesante es que no solo trabajaban gratis, sino que además debían de pagar impuestos por su condición de avasallados sin importar la edad o sexo.
La expansión de los DDHH después de la Revolución Francesa ha sido un proceso largo de concientización. Y no acabará. Los últimos dos siglos han sido turbulentos con independencias violentas en antiguas colonias africanas (como Congo Belga o Argelia) o la macabra maquinaria del nazismo que clasificaba a muchas etnias como infrahumanos.  En realidad, los DD.HH. van en contra de la lógica de una obtención escandalosa de ganancias, que incluso tienen hasta legitimación (se crea un cuerpo legal para su justificación).  Las condiciones laborales de muchas empresas en el extranjero, como las famosas maquilas, no es sino una forma de explotación tan frecuente en la que se emplea a mano de obra más barata como lo son las mujeres y los niños. Y muchas empresas hacen la vista gorda ante esta cruda realidad. Es que es una ganancia redonda. Y los estratos más vulnerables, débiles e invisibles de la sociedad como lo es el niño es carne fácil de una pirámide de explotación que nace, en muchos casos, en hombres de corbata hasta padres Inescrupulosos que los emplean para obtener ganancias indebidas. Tapar el sol con un dedo.