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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

lunes, 21 de diciembre de 2015

ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 20 DICIEMBRE PACTOS CONTRANATURA

Estimados amigos:

Comparto mi artículo sobre política nacional. 


PACTOS “CONTRA NATURA”

A medida que las elecciones presidenciales y congresales se acercan, las alianzas electorales se hacen cada vez más descaradas y escandalosas que transgreden el sentido común, la dignidad y el respeto de diversos electores pertenecientes a los partidos que se preparan para la contienda de abril. En la dinámica impuesta en la tan venida a menos política nacional, los líderes de las diferentes tiendas partidarias tratan de entablar alianzas y realizar “jales” para suplir carencias internas de sus partidos de tal manera que se evidencian como oscuros negociados para intereses ya no tan partidarios, sino personales. En el acomodo casi obsceno que estamos viviendo, hemos visto caer diversas personalidades y figuras que alguna vez fueron adalides de luchas por la democracia para convertirse en remedos de títeres movidos por los tentáculos del nuevo mandamás. Estas dos últimas semanas, los electores y el público en general han encarado estas noticias entre el asombro, la decepción y la hilaridad. Las absurdas explicaciones para justificar alguna alianza presidencial o adhesión a una lista congresal no son nada más que insultos a las escasas dignidad y moral que quedan de la sociedad peruana. El transfuguismo ya es una institución aceptada en los círculos políticos y, por ende, por todos los correligionarios que reciben a estos injertos en sus tiendas políticas para “aprovechar la coyuntura” (que es la única explicación que cabe). La historia nos muestra que estos contubernios no son nada nuevos, como el sonado caso de la alianza electoral entre APRA/UNO que hiciera que muchos viejos apristas (sobre todo los perseguidos por el dictador Odría) pusieran el grito en el cielo; sin embargo, cada vez hay menos dignidad por parte de los militantes y todo pareciera que los partidos políticos se han convertido más en un conjunto de personas cuyo propósito es acceder al poder a como dé lugar y luego aprovechar el festín que hallarán en las arcas nacionales. Todos apuestan a ganador para esperar una tajada en el marco de la política light que ya estamos viviendo desde hace casi tres décadas.
Ante situaciones tan indignantes como esta, urgen leyes: para los partidos políticos que se estructuren correctamente, que tengan permanencia y no se conviertan en clanes familiares, empresariales o elitistas; para la formación de cuadros políticos y técnicos no surgidos de la improvisación (sin plagios de planes de gobierno, por ejemplo); para reformar el Congreso, actualmente un lugar poblado de mucha gente improvisada y de rara catadura moral, y que sus integrantes sean residentes permanentes en sus lugares de orígenes cuya población los eligió para que velen por el bienestar colectivo y no el suyo propio.


GERARDO CAILLOMA 

lunes, 14 de diciembre de 2015

CRÓNICAS AREQUIPEÑAS Y CAJACHAS

Miércoles 21 de octubre. El problema del agua en el hotel que nos quedamos a pernoctar cambió la cara de ese bonito viaje. Hice las coordinaciones para que nos devolvieran al hotel anterior para que nos podamos bañar. Arequipa, pese a estar soleada, tiene agua bastante fría. Felizmente, una vez ya todos duchados, emprendimos una última visita con la que cerraríamos el viaje a Arequipa: el mercado San Camilo. En Arequipa, durante mi niñez e inicios de mi juventud, vivía cerca de este mercado (calle Santo Domingo, cuarta cuadra). Recuerdo mis visitas con mi padre o solo para ir a comprar figuritas de mis álbumes. En realidad, poco recordaba de sus instalaciones interiores. La motivación era de ir a comprar todas las cosas que sueles llevar a casa de Arequipa: pan tres puntas, queso para hacer rocoto relleno, chichasara, guaguas de pan. Tomamos un taxi para ganar tiempo y poder aprovechar más el tiempo. Lo del incidente del agua nos había quitado tiempo y bajado un poco “las baterías”. Grande fue mi sorpresa de hallar un mercado ordenado, relativamente limpio y no tan bullicioso como suelen ser los mercados. Quizá la hora y el día hayan ayudado a evitar tumultos. El primer objetivo era los higos que María quería llevar. Merodeamos por hallarlos a buen precio y, luego de una marcha breve, quedamos en el puesto de una señora que los vendió baratos. Nos invitó más fruta y salimos a ver más cosas: el mercado era un paraíso para la curiosidad. Vimos diversos tipos de papa, de maíz, granos cocidos, quesos, más frutas. Cuando llegamos a la sección de granos, una señora prácticamente “posó” para la cámara de Soraia quien tomaba fotos a todo este mundo de cosas nuevas para ella. La dueña del puesto arreglaba primorosamente sus cosas para exhibirlas bonitas, bien puestas, para que sean llevadas a otro lado del mundo en la memoria de los viajeros que pasaron por ahí. Luego pasamos por la sección de sombreros y, posteriormente, a una sección de productos para magia y shamanería: fetos de vicuña o llama para pagos a la tierra que se usan para las construcciones, pócimas de amor y amarre, equecos para la buena suerte, plantas para ahuyentar los malos espíritus y curar el mal de ojo, vigorizantes en perfume (uno se llamaba Siete Machos y con fotos sugerentes). Luego fuimos por la sección de los panes para comprar los famosos tres puntas que no salieron tan buenos (nos dimos cuenta ya en Trujillo). Pero la sección que iba a ser la más simpática fue la de los jugos, sección en la que hicimos un alto para tomarnos un delicioso con papaya arequipeña y otras frutas de la región. La señora, también amable, nos mostraba cómo preparar jugos con estas frutas y nos dimos un atracón; estaba tan festivo nuestro ambiente que pronto llegaron más personas a curiosear la casi fiesta que estábamos disfrutando. Después de esta celebración a la conversación, a los buenos momentos, al pasarla bien, teníamos que regresar al hotel para empacar nuestras cosas e irnos al aeropuerto. Como no estábamos lejos de la iglesia de Santo Domingo, hicimos un alto antes de tomar un taxi. Patricia, una amiga de la infancia y cuyo hijo nos había organizado el viaje, se encargó de recogernos del hotel para llevarnos al aeropuerto. En nuestro camino de retorno, Patty me iba contando sobre los viejos amigos; además, Patty y María se habían conocido en mes de abril para la celebración de los 80 años de mi madre en Trujillo. Y así llegamos a nuestro punto de retorno. Ya antes en el hotel habíamos hecho nuestros chequeos de conexión Lima-Trujillo. Una vez ya chequeados subimos a las instalaciones de ingreso. El aeropuerto está bien implementado. Antes de ingresar a la sala de embarque, compré varias cosas de La Ibérica, inevitable si has visitado Arequipa. El vuelo salió casi en hora y llegamos puntualmente a Lima y en su aeropuerto estaríamos unas cuantas horas, en tránsito a Trujillo (¿algún día Trujillo tendrá interconexiones provinciales sin tocar Lima?).







Pero nuestras actividades no concluían con este viaje, sino que se prologaban ese fin de semana. En una cena que tuvimos el jueves 22, y a iniciativa de César Alva, nos embarcamos el viernes 23 a Cajamarca. Gracias a César regresamos al hotel donde estuvimos en los carnavales de este año: el Cabildo. Hizo las reservas telefónicas y Lorena nos consiguió los boletos por bus. Así el viernes 23 salíamos por fin de semana a tierras cajamarquinas.
Llegamos bastante temprano el sábado 24, así que descansamos un poco. Cajamarca estaba muy distinta a la que vimos en febrero. Algunos negocios habían cerrado. César estaba con sus familiares por unas fiestas, así que quedamos con él para más tarde. La idea era visitar dos lugares este primer día: la necrópolis de Combayo (http://labrujuladelazar.blogspot.pe/2012/03/combayo.html)  y el santuario de Polloc, lugar que habíamos visitado en febrero. Hicimos arreglo con un taxista para que nos llevara a Combayo; pero el viaje iba a ser un poco decepcionante. Había estado aquí en el 2009 y pensé que algo había mejorado; sin embargo, la realidad iba a ser otra. El mismo taxista estaba medio perdido. Para llegar al lugar tomas la ruta a las ventanillas de Otuzco (parte en pequeño de lo que veríamos luego) y sigues la ruta que conecta con Celendín como ruta final. Hay un buen tramo asfaltado y el paisaje es espectacular; pero la señalética es pobre y, por eso, nos terminamos pasando de nuestro objetivo. Llegamos al poblado de Combayo, donde nos dieron las instrucciones indicadas. 











Combayo es un lugar espectacular, pero en abandono. Hay que trepar y no es aconsejable para acrofóbicos. Las tumbas pertenecen a la cultura Cajamarca que data entre 500 a 1200 d. C.  Están en un lugar alto y está un poco más de tres mil metros s. n. m. Es considerado el cementerio más antiguo del Perú. Aquí hay más datos (http://www.mincetur.gob.pe/TURISMO/OTROS/inventario%20turistico/Ficha.asp?cod_Ficha=2298).  Ojalá Cajamarca deje de lamentarse con el tenso asunto de la minería y apunte al rubro del turismo, el cual puede mover tanto dinero como la minería y dar más empleo y mejorar la oferta de servicios. Habría muchos turistas  de buenos recursos que aman la arqueología que se desvivirían por visitar un impresionante espacio como Combayo. Pero si ni los mismos cajamarquinos conocen esta atracción, será bastante difícil que se lo promocione y se lo ponga en valor como se debe. Después de la caminata con María y Soraia, y con el conato de lluvia, emprendimos el retorno a Cajamarca.

Almorzamos en el Cascanueces. El Querubino, un buen restaurante, había limitado su carta casi a pastas. Son síntomas de una ciudad que está perdiendo el atractivo de visitantes. Luego, tomamos otro taxi para ir a Polloc. Este santuario ya lo habíamos visitado en febrero y quedamos deslumbrados. El viaje fue simpático. Hubo momentos de cielo despejado. Polloc es una joyita ubicada en medio de la campiña en la carretera Cajamarca – Celendín (http://elrincondeschultz.blogspot.pe/2015/02/polloc-y-los-carnavales-cajamarquinos.html). En esta oportunidad tuvimos algunos cambios positivos y negativos (depende cómo los veamos). Ahora ya el lugar cuenta con un punto de venta y la plaza exterior tiene muchas zonas más acabadas. Las paredes están terminadas. Pero ya está prohibido tomar fotos en el interior de la iglesia. Luego de verla, nos fuimos al claustro. Estaban en limpieza, por lo que tuvimos que esperar un momento. Una vez culminada la limpieza, procedimos a visitarlo. Ahora los portales están mejor trabajados. Lastimosamente también puedes ver algunas zonas con algunas piedras caídas. Es una obra delicada y hay que tener mucho cuidado con ella. Sin embargo, el lugar se debe visitar. El punto de ventas de trabajos hechos en piedra tallada o madera es interesante. Vale la visita. El mismo taxista no conocía el lugar y prometió regresar a este lugar con su esposa. Retornamos a Cajamarca para coordinar con César para la cena. 











Por la noche, los topamos con la procesión del señor de los milagros, razón por la cual varios bares y pubs estaban cerrados. Para ser sábado, una noche un poco triste.

ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 13 DICIEMBRE


jueves, 10 de diciembre de 2015

CRÓNICAS AREQUIPEÑAS 4


Martes 20 de octubre. Casi 7 a.m. El día anterior, antes de un buen sueño, una ducha caliente no hace nada más que contribuir a que duermas profundamente. Tomamos un frugal desayuno y salimos a visitar el cañón en sí. Chivay es una parada frecuente, pero cuando haces la visita de un día (como la hice en el 2013), te detienes solo a desayunar y almorzar. Desde la ventana de mi habitación del hotel se vía el Sabancaya siempre activo. Salimos con destino de nuestras esperadas visitas. Esta visita sí colmó muchas expectativas que pudieron ser satisfechas las visitas pasadas: la iglesia de la Inmaculada Concepción de Yanque, una visita postergada tres veces y que ahora se hizo realidad. Pese a que llegamos a la 7:30 a.m. el lugar ya estaba lleno de turistas y los pobladores instalados en la plaza principal para vender artesanías o tomarse fotos con sus trajes o sus animales que domestican. La iglesia es de fines del siglo XVII (1690). La visita fue extraordinaria, aunque bastante tumultuosa (había muchos turistas como nosotros) a pesar de ser tan temprano. La entrada principal no da hacia la plaza; sin embargo, la otra puerta (la lateral) es la que se usa como la principal (está siempre cerrada). Su portada es la más imponente de todas las iglesias registradas en el Colca; tiene bellos relieves en piedra sillar. Había un grupo de danzarines que se divertían en la plaza y se tomaban fotos con los turistas, obvio con su respectiva propina.







Una vez terminada esta extraordinaria visita nos dirigimos al mirador llamado Cruz del Cóndor. En el camino cruzamos el pueblo de Achoma y Maca, en camino a nuestra visita esperada, sobre todo para María y Soraia. A Maca regresamos posteriormente. Llegamos temprano a Cruz. La primera vez que fui en 1987, el lugar no contaba con facilidades, el lugar era desolado. En 1992, aún no había hoteles de calidad en Chivay y las facilidades para llegar al observador eran aún precarias. Pero en mis visitas del 2013 y de este año, la situación es totalmente diferente. Se han construido diversas facilidades, hay servicios higiénicos limpios, diversos pisos para poder observar las aves. En 2013 tuve bastante suerte: vi unos 10 cóndores de diversos tamaños. Pero esta vez, por la estación, solo vimos un solo, triste y lejano (nunca se acercó) cóndor. La visita fue frustrante, además del hecho de estar lleno (hasta el exceso) de visitantes. Oías muchas lenguas, todos con inmensas cámaras para poder tomar las mejores imágenes de esta majestuosa ave; lástima, pues se fueron sin haber logrado el objetivo.




De ahí nos dirigimos a Maca. Hay varias cosas para ver en el camino, pero eso implica quedarse más tiempo en la zona: hay un géiser (Infiernillo) o ver los pueblos de la otra orilla del río como Madrigal (una mina antigua, colonial), Lari o Coporaque. El Colca es como para tres días exclusivamente. Nos fuimos a Maca donde hicimos un alto de una hora aproximadamente. En realidad, el tiempo se nos estaba agotando, puesto que teníamos que estar antes de las 6 p.m. en Arequipa. En Maca ingresamos a la iglesia, el templo de Santa Ana, iglesia colonial que fue muy afectada con el problema de la falla geológica de 1991 y que causó el derrumbe de una de sus torres y parte de la interesante estructura de todo el cuerpo arquitectónico. En la visita que hice en 1992 se veía al monumento bastante colapsado. Varias entidades han permitido la restauración del monumento. Otra de las cosas tristes es que mucho de su patrimonio artístico ha sido saqueado. Se ven marcos sin las pinturas o yeserías hurtadas, así como algunos detalles de las imágenes de la santería que adorna sus altares. Una vez fuera nos fuimos a ver una muestra de la inmensa variedad de maíz de la zona; impresionante. Otro detalle fue el hecho de tomarnos un jugo de sancayo, un extraño fruto con un delicioso sabor un poco ácido. (http://veracidadprimero.blogspot.es/tags/el-sancayo/)  Tanto éxito tuvo que repetimos la bebida para calmar la sed y darnos el gusto. Además comimos chichasara, una delicia. Soraia nos daba consejos médicos de no comerlo por ser fritura, pero eso no impedía que los tres continuemos comiendo como vicio. Eso es uno de mis mejores recuerdos de niñez, con el cañihuaco; productos que eran tan frecuentes en nuestra dieta como el delicioso pan de tres puntas que comíamos en nuestro rico desayuno.






Así iniciamos nuestro camino de retorno. Hicimos un alto en un paradero que se ha dejado de visitarlo a causa de un derrumbe que causó la muerte de un turista. Este tiene una piedra que, según recuerdo, era una suerte de maqueta de la andenería. Además se ven unas tumbas ubicadas en un lugar casi inaccesible por lo escarpado de la zona: Choquetico. Estas tumbas son de origen Collagua (zona que le corresponde en el río, ya que al frente se ubican los Cabana). Aunque pueblos muy vinculados desde la era Huari, los collagua hablan aimara y los cabana, quechua (https://www.academia.edu/9560193/COLLAGUAS_Y_CABANAS)






Nuestro retorno ya se hizo bajo un conato de nevada y lluvia. Nuestro país tiene climas, espacios y personas tan diferentes. La geografía de la zona es aplastante, los Andes son montañas de respetar, estructuras que tienen toda la razón de ser adoradas (apus) por estos pueblos tan viejos. En el camino veíamos nuevamente las llamas, vicuñas y las alpacas. Ya cerca de la carretera que une Arequipa con Juliaca, nos cruzamos con un gran rebaño de vicuñas que cruzaban nuestro camino.




Llegamos a Arequipa casi a las 5:30 pm. Nos instalaron en un hotel que tuvo problemas de conexión de agua. Una pena, pues esto iba a ser la nota negra de nuestro viaje. Algo limpios, salimos para hacer algunas compras. Las chicas querían cosas de alpaca. Fuimos a un lugar de tiendas selecto: El Ekeko, un centro de tiendas en la calle Mercaderes (que es peatonal hace varios años). María veía un bello abrigo de vicuña, pero el precio la dejó muda: 29,900 soles. Nos fuimos a cenar como siempre delicioso en la Creperíe. Preparamos nuestras maletas, puesto que al día siguiente, miércoles 21 regresábamos a Trujillo.