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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

jueves, 25 de marzo de 2010

EL MUSEO SOÑADO: ORSAY


























Siempre fue un sueño. Hacía muchos años en casa de una tía mía que pinta vi un libro de su colección de pinturas: una colección antigua de la Editorial Codex publicó un pequeño libro sobre el Museo de los Impresionistas, que en ese entonces se llamaba Jeu de Paume, la Sala del Juego de la Pelota. Posteriormente, en la ex-estación de trenes Orsay, la que iba a ser demolida, un proyecto de Pompidou, apoyado por Mitterand y Giscard, el sueño de convertir este bello lugar en el museo de los impresionistas se hizo realidad y abrió sus puertas en 1985.

En París, en la semana que estuve deambulando por sus calles, no podía faltar a esta cita: era impostergable. El servicio público (que es público y no el pandemónium de transporte privado que hay aquí) en Francia es excelente, pese a las quejas de los usuarios parisinos; el metro y los sistemas alternos te llevan a toda esta inmensa ciudad y mi destino estaba estratégicamente ubicada. No hay que olvidar que fue una estación de trenes y que casi todo el servicio de transporte está conectado (es el caso de casi toda Europa).
Al salir de la estación de metro me di directamente con la entrada principal al museo. Era un viernes, tranquilo, con un poco de lluvia. La estación está cerca al museo y había poca marcha por hacer. Al ingresar ya estás en otro ambiente. La antigua estación  es de por sí una belleza y muestra el gusto de finales del XIX e inicios del XX, una muestra de la Belle Epoque. Lo que era la zona de trenes, ahora es una galería de estatuas en las que puedes hallar varias de Rodin, Carpeaux, Daumier. Los andenes son ahora las galerías por las que discurres para ver a los maestros. Entre por el ala izquierda y vi la belleza de Millet; no logré entrar a la exposición visitante de Ensor, pero en Amberes vi una gran colección de él. En la primera planta o la 0 están los maestros impresionistas: fui a buscar mi preferido Degas. Pero no podías dejar de ver a Manet, Monet y Renoir.
Uno de los pintores que siempre me llamó la atención y pertenece a una escuela anterior (realismo) es Honoré Daumier; había visto unas pinturas de él del Quijote y algunas obras sorprendentes sobre la clase obrera parisina; era su retratista, una suerte de Doisnaeu de la pintura.


Cuando recorres las galerías te detienes a contemplar a Millet y su Angelus, el que inspiró al surrealista Buñuel. Al atrevido Courbet, demasiado para su época. Pero Manet y su odalisca, a Monet y sus impresiones de la catedral de Saint Romain, sus nenúfares (para llorar), a Degas y sus desnudos y bailarinas. A Cézanne y sus bañistas, Van Gogh y su autorretrato, a Toulouse Lautrec y sus bailarinas. A Rousseau el aduanero y su increíble Encantadora de Serpientes.Gauguin, Seurat, Morisot, Bonnard, Boldini, Derain,.. Las esculturas de Carpeaux, el genial Daumier y su carácter ácido de crítico social. Degas y sus bailarinas. La bella e impresionante colección de Art Nouveau, muebles y arte utilitario. Demasiado.

Para cerrar vi una de las exposiciones itinerantes: L´Art Nouveau revival. Esta mostraba cómo dicha arte influyó en los gustos y objetos de los hombres del siglo XX. De pronto, hacia el final de la exposición comencé a identificar una serie de objetos de mi niñez y adolescencia: el Pop Art, la psicodelia. Súbitamente un periodo vivido por mí ahora se halla en el museo: ropa (la minifalda, las camisas psicodélicas) carátulas de LP (grupo YES, Procol Harum). Ahora ya soy parte de la historia como todos los de mi generación. A mucha honra.

martes, 23 de marzo de 2010

LA MODERNIDAD EN EL SUR DE FRANCIA (6)



























Alguna vez Bárbara Wong me había enviado por correo un power point que mostraba un puente colgante que descollaba sobre las nubes; era una suerte de navío en un océano blanco con grandes velas que eran los postes de este puente. Recuerdo que ese correo que envió a un pequeño grupo de sus amigos, ella nos invitaba a viajar.
Llegaba a mi último día de permanencia con mis amigos en el sur de Francia. Este último día iba a ir a visitar un lugar que había identificado vagamente, pero que iban a ser testigo directo de esta notable obra de ingeniería: el puente de Millau. El día anterior había acordado Daniel con Melissa que él me llevara a ver esta simpática ciudad sobre el Tarn para ver la feria que hacen en la plaza principal. Quizá allí pudiera hallar el soñado Asterix en occitano. Pero no iba a imaginar el sorprendente espectáculo del cual iba a ser testigo. Bordeando el Tarn nos fuimos acercando a la ciudad de Millau, cuando a la distancia ves unos postes inmensos que sostienen un altísimo puente, construido como parte de la autopista que une Marseille y Perpignan con París. Al trazar la carretera se encontraron con este extenso valle y había que hallar una solución con el fin de evitar el descenso y el posterior ascenso de vehículos. Muchos factores jugaron ahí: contaminación, seguridad, etc.

























A diferencia de lo que sucede en nuestras carreteras que se ven pronto plagadas por gente que se instala para hacer su negocio y vida (la carretera Panamericana del Perú es un suplicio para la seguridad del vehículo y los pasajeros que van en él), las carreteras en Europa son seguras (en la medida de lo posible) y se hace todo en la medida que las grandes carreteras no entren a las ciudades, como debe ser. Este puente evita tocar y dañar este valle y los que les interesa conocerlo, tienen rutas alternativas. Cuando pasamos "bajo el puente" la sensación de inmensidad te abruma. Cada poste o pilar de concreto es más alto que la torre Eiffel.
Ya en Millau instalados con Daniel fuimos al mercado y ver cosas diversas y a almorzar en un restaurante árabe: quería comer un buen cus-cus y este restaurante ofrecía uno de los mejores. Seguimos en nuestra cacería y caminábamos por las calles de estas viejas ciudades medievales. Es increíble cómo aquí han sabido conservar su patrimonio , sea en las ciudades pequeñas como en las grandes; lo vi en París, como el Barrio Latino; lo vi en los pueblos que estuve en el sur de Francia. Es una cuestión de identidad y también ser ingenioso para hacer de su espacio un lugar rentable. En Trujillo una casa del siglo XVIII tiene muchas posibilidades de desaparecer del mapa, aquí es un edificio para restaurar e integrarlo a un circuito mayor cultural y económico. Aquí luchamos por hacer una ruta moche y colonial, pero la indolencia de la gente es mayor que el entender sus posibilidades. Educación es una palabra peligrosa, pues esta ayudaría a combatir la estupidez humana.
Dejamos Millau e inicio el retorno. Melissa me espera pues voy con ella a Rodez a casa de Isabel y de ahí partir en tren nocturno a París. El viaje fue breve y me iba despidiendo mentalmente de los espacios que veía.
Melissa ya estaba lista y preparamos nuestras cosas para partir. Un cálido abrazo con Daniel marcó mi despedida hasta una nueva oportunidad. Melissa me iba a dar una sorpresa más: íbamos a pasar por el puente de Millau. Por la mañana, con Daniel, lo había visto por abajo; ahora Melissa me hacía el tour aéreo para ver el puente, su anchura y largura. Genial.
Tomamos el camino para Rodez, tuvimos un pequeño percance con la tarjeta de Melissa a la hora del pago; y otro cuando nos enteramos que en el apuro de salir, Melissa había olvidado su celular en un saco en casa de Daniel. Pero todo tiene solución: una llamada a Daniel nos permitió respirar tranquilos para poder llamar a Isabel y ubicar su casa.
Isabel nos esperaba ya con una deliciosa sopa casera y los quesos consabidos. Melissa me envió mis libros; gracias a su ayuda pude aligerar mi peso para poder seguir rumbo a París primero y luego a Berlín.
En la Estación de Rodez un fuerte abrazo y besos a estas lindas mujeres, Isabel y Melissa, marcó mi despedida del sur de Francia. Ahora que escribo estas líneas, las recuerdo esa noche fría allá en febrero que gracias a su gran cariño, la hicieron la noche más brillante del viaje.


LA RIQUEZA GASTRONÓMICA DEL AVEYRON (5)


























La visita al sur de Francia todavía que depararme algunas sorpresas más. Después de una noche de danza (Daniel pertenece a un grupo de vecinos que llevan cursos de danza, de ahí su casi obsesión por el tango que lo ha llevado por diversas partes del mundo), nos levantamos para hacer una gira interesante. Una gira por la tradición gastronómica del lugar: el queso Roquefort. Esta producción láctea es muy interesante y se ha ganado su reputación derrotando los prejuicios de muchos de nosotros al comer esta variedad de quesos por primera vez. Recordemos la primera vez que nos llevamos a la boca un pedazo de este queso. A primera vista, la visión de este queso verdoso asociado a un fuerte olor que desprende advierte a muchos que lo que va a comer es algo bastante novedoso; luego cuando su delicada masa se deshace en la boca y sus sabores comienzan a invadir tus papilas gustativas, el queso queda ya fijo en tu imaginario gastronómico. Le perteneces. Al ascender hacia la pequeña ciudad de Roquefort, ves delante de ti una pequeña meseta, al de Combalou. Roquefort está en pleno valle del Soulzon y se halla muy cerca de Sta. Affrique. La industria del turismo ha sabido aprovechar nuestro interés y ahora hay una serie de instalaciones que permiten ver tanto el proceso de producción como la historia de su creación y expansión, así como sus actuales amenazas (hay producciones en USA que quieren desplazar este producto regional, así como lo quieren hacer con algunos productos nuestros como la papa y otros). Como el turno (entras por turnos) ya había empezado, fuimos a hacer una caminata por la meseta. Corría un fuerte viento y había amenaza de lluvia. Los primeros días que había llegado el clima era ideal, pero ese día el clima había cambiado y ese era el que iba a tener en Alemania: un nuevo frente frío.

La sesión empezó, éramos 6 personas que comenzamos a recorrer el lugar que se halla en las fallas geológicas de la meseta, estábamos en las galerías en las que el factor humedad y especial luminosidad han  permitido el desarrollo de esta industria quesera desde el siglo XIX. La primera demostración es cómo se creó esta falla geológica, luego la recolección láctea en una filmación y luego la visita a las cuevas naturales para ver la producción. Han hecho todo un show de luz y color en una de las cuevas. Sería genial que con los bellos espacios arqueológicos que tenemos aquí en el Perú se harían maravillas, imagino Chan Chan de noche. Luego de la visita, llegamos a un pequeño museo en el que vemos las primeras muestras de este queso (desde el siglo XV) y los inicios de su industrialización en el XIX. Para cerrar, un muestrario de quesos (hay 3 tipos, uno de ellos llamado Templario. Interesante), recuerdos, cata de quesos y la consabida compra. De los que compré, aún atesoro dos trozos que esperan su ocasión.
Luego fuimos a un restaurante gourmet, bueno, huelgan las palabras para describir el festín. Pero eso sí, no quise probar la ronda de quesos por saturación (aunque tienen un tipo de Brie extraordinario).
Luego del almuerzo, decidimos hacer una pequeña pausa, pero el clima nos apretaba. Entonces decidimos ir a la iglesia de San Víctor.

























Antes en el camino, Daniel detiene el auto y me invita a bajar: iba a hallarme con pequeño monumento que tiene siglos de historia. Tras un pequeña caminata, llegamos a los dólmenes de Tièrgues. Voilà. Siglos delante de ti, incólumes. Pero lo que no logra el tiempo, lo va a lograr el hombre: el deterioro del monumento y el lugar. Ya hay toda una campaña de protección. Me imagino este monumento en el Perú y ya lo vería rodeado de las infaltables botellas de plástico y bolsas de comida, inscripciones de los enamorados idiotas para jurarse amor eterno o la de personas con afán de identidad personal que necesitan poner su nombre para que alguien los conozca más allá de su mamá y papá. Ojalá que la estupidez humana no doblegue su propia obra.



























Seguimos camino hacia la iglesia de San Víctor, la cual pertenecía  a un castillo. En realidad es una amplia capilla que había estado abandonada. Durante la segunda guerra mundial, un sacerdote ortodoxo de origen estonio recaló por estos lugares y decidió plasmar su arte en las paredes de esta capilla. La visión ortodoxa se ve plasmada en los muros y al entrar desde el ábside mayor tienes la figura del Pantocrátor que te recibe.. El autor fue Nicolás Greschny quien vivió hasta 1985. Y su obra lo precede y para protegerla más se ha creado en las instalaciones del castillo el Centro de Arte Mural. Un buen guía nos dio una exhausta explicación de la imaginería religiosa mostrada en los muros, los frescos tienen una alta intención didáctica y vemos cuán naïf puede ser en su intento de mostrarnos los momentos más claros de la Biblia en su pintura, muchos de ellos, sobre todo los retratos presentados como iconos.

Luego de esta visita, hicimos un buen periplo por el río Tarn y su valle. Para esto, Daniel sacó un disco que había comprado aquí en Perú: Caetano Veloso y su álbum Fina Estampa. El Tarn quizá oía por primera vez música peruana.
Para cerrar el día, nos fuimos a las librerías a husmear. Daniel quería un libro sobre Mongolia, su próximo objetivo. Yo buscaba un Astérix pero Occitano. No había. Tengo una amplia colección de Astérix en diversas lenguas en los países que he estado o encargado, en griego, hebreo, danés, sueco, húngaro. Pero occitano, ufff.
Por la noche fuimos al cine a ver INVICTUS, que no me gustó mucho. Cerramos el día.

domingo, 21 de marzo de 2010

EN EL MUNDO DE LOS TEMPLARIOS (4)

Con Isabel habíamos viajado a Sta. Affrique, me hizo un gran favor, inmenso: llevarme hasta la casa de Daniel y Melissa. Habíamos tenido un intenso día martes en Rodez y partimos hacia la ciudad de Melissa y Daniel a las 5 y media. El viaje nos tomó casi una hora, ya que teníamos que atravesar una zona alta  y el frío había arreciado y había ciertas ventiscas, nieve y hielo en las carreteras; así que fuimos con cierto temor. Llegamos a Sta. Affrique y dimos algunas vueltas hasta dar con la casa. Nos esperaban para cenar. Brindamos por el reencuentro, verlos después de algunos años. El tiempo nos va labrando los recuerdos.
Melissa fue a su pequeño departamento y habíamos quedado que al día siguiente, miércoles, ella estaba libre de su trabajo, así que nos fuimos a pasear. Si en la zona de Rodez había topado mi alma con el mundo cátaro, aquí iba a hacerlo con los templarios, a quienes, como los cátaros, tuvieron la mala suerte de caer en desgracia para el papado teocrático de ese entonces. Hubo otras razones ya más pecuniarias que fueron la motivición final para el exterminio de estos señores (que luego terminaron asentándose en otros lugares de Europa, sobre todo, Malta).
Luego de un buen desayuno, con Melissa salimos a ver la que había sido su anterior casa, cerca a Sta. Affrique en un lugar donde hay dólmenes. La historia está a la vuelta de la esquina. El destino de nuestro viaje fue a una pequeña ciudad llamada La Couvertoirade, ciudad templaria. Previamente habíamos estado en  La Cavalerie. En estas dos pequeña ciudades, pude ver este mundo interesante de caballeros cruzados que tenían por obligación defender el templo y que luego se volvieron personajes muy poderosos para la curia romana, puesto que manejaban lo que serían los bancos actuales. Poderoso caballero es Don Dinero. Tanto en La Cavalerie como en la muy interesante La Couvertoirade, puede uno ver el modo de vida que llevaban. En París pude leer un poco también sobre una suerte de orden surgida desde los templarios, los hospitalarios que vivían en los Hôtel de Dieu, los antiguos hospitales. Para los hospitalarios, la vida sí era muy rígida y se debían a una autoridad que les controlaba todo. Los templarios acumularon fuerza y poder, todo esto va a ser motivo de su ruina. La pequeña ciudad tiene todo y por ser invierno no hubo muchas cosas abiertas: la vida aquí depende del turismo y llegué en estación baja.

Al recorrer esta meseta uno puede ver varios restos de castillos y zonas fortificadas. Me contaba Melissa además que la autopista que va hacia París desde el sur (Bézier) es relativamente reciente y ha cruzado esta meseta de Larzac; un par de días después iba a ser testigo de una de las maravillas arquitectónicas y de ingeniería de los últimos tiempos. Pero ya llegará el momento para contarlo.



POR LA RUTA FRANCESA DE SANTIAGO (3)

El último día con Isabel iba a tener otro gran impacto en mi curiosidad histórica. Iba a ir a ver dos monumentos impresionantes de corte religioso: Conque, una pequeña ciudad maravillosa, parte de camino de peregrinación a Santiago de Compostela en España y la catedral de Rodez. Parece ser, además, que fui a Europa en un momento en que la búsqueda de su identidad como cultura de raíces cristiana está en todo su apogeo, me atrevo a decir, por una serie de acontecimientos recientes que han movido la identidad europea. Sea la Comunidad Europea y el posible ingreso de Turquía a la misma, sea por la gran presencia musulmana, diversos factores han hecho que este evento histórico que se pierde en el tiempo, la peregrinación a Santiago de Compostela, se haya puesto de moda. Revistas (me compré dos en el aeropuerto de Madrid y me entretuvieron en mi retorno a Lima), movimientos de peregrinos, denuncias, una serie de factores ha hecho que Santiago Apostol esté de vuelta. Me aventuro a decir, mientras leía la crisis griega y el problema del euro, que quizá haya una velada intención de pedir los buenos oficios del apostol para salvar la economía de la Comunidad. Ya nada puedo negar, porque sería absurdo decir que la fe para muchos ha muerto. Eso, parece ser, ha surgido en algunos lugares por ciertas condiciones. En fin, dejemos que la historia tome su rumbo y volvamos al viaje a Conques.
En las rutas oficiales de peregrinación, Francia ocupa un rol muy importante; por su territorio pasan 4 grandes rutas o vías que confluyen hacia Pamplona o Puente La Reina. De las cuatro vías, la que pasaba (y pasa, puesto que aún hay gente que hace el peregrinaje, como lo hizo alguna vez Isabel) es la Vía Podensis que se inicia en Le Puy y termina en Santiago. Conques es una de las estaciones de esta vía. La pequeña villa crece en torno a una de las más bellas abadías de Francia, Sainte-Foy. La ubicación es estratégica y está en cierta forma protegida a 200 metros sobre el nivel del mar, en ciertas gargantas rocosas. Según la tradición, Conques viene de la palabra "concha", la que los peregrinos usaban para varios usos, sea para recoger agua y alimentos principalmente. Es una de las tantas hipótesis. La iglesia ha sido siempre muy astuta para aprovechar la fe, muchas veces ingenua, de los feligreses. Esto lo vemos por todas partes. Aquí en Trujillo, personalmente me sorprende la cantidad de dinero que mucha gente suele dispensar para manufacturar un vestido que es obsequiado a una virgen de la zona, la llamada Virgen de la Puerta. 

El pequeño museo de sitio muestra la inmensa variedad de obsequios que muchos peregrinos dejan a la imagen. El museo de la abadía de Conques es un muestrario de ello. Cuando visité la Catedral de Colonia en Alemania vi en su museo la vasta colección de objetos preciosos dejados por los peregrinos. Lo mismo sucede en Conques. Su pequeño museo tiene maravillas, pero no pude visitarlo totalmente, ya que era mediodía y en Francia a esa hora todo se detiene. Pero la iglesia sí es una joya impresionante, sobre todo el tímpano que representa el Juicio Final.
La obra se mantiene desde el siglo XII y ha recibido pocos cambios, la restauración permanente la ha salvado, lo que no sucedió con otros monumentos franceses que fueron modificados por las nuevas corrientes artísticas. En una verdadera joya del medioevo. El tímpano está dividido claramente en dos partes: el cielo y el infierno, la parte más interesante es el infierno en el cual nos muestra los diversos pecados y las formas de castigo a los pecadores. Como el gran mural de la catedral de Albi. Ver los demonios con las almas me hizo recordar mis viejos libros de religión y cómo es que la perspectiva de la fe ha ido cambiando a través de los siglos. Dicen que la fe no cambia. Tengo mis buenas dudas, habida cuenta que veo algunas pseudo sectas que quieren volver al sometimiento del terror a sus seguidores. Creo que una visita por Conques los pondría al día. Como buena iglesia medieval, la penumbra era un recurso visual en el interior, ya que sus ventanas son altas y no muy grandes.



Dejamos Conques, comimos en el camino en un restaurante familiar; nos dieron una sopa de verduras de la casa extraordinaria. Aquí crece una suerte de nabo que no crece en el Perú, las andibas. La forma de comer es interesante: pan, una entrada, sopa, un plato fuerte, ronda de quesos con pan, postre y café. Los platos no son inmensos como aquí que te saturan el estómago. Y todo acompañado de vinos. Poca gente vi que bebiera gaseosa en el almuerzo.
Antes de ir a la ciudad, fuimos a casa de los amigos de Isabel, que estuvieron el día anterior. Retirados ellos de la educación, han comprado una iglesia abandonada y su entorno: el paisaje es maravilloso y la sensación de historia la tienes ahí. Genial.
Fuimos a Rodez (Rodés en occitano, interesante) para ver la ciudad, una de las ciudades que tuvo un asentamiento humano muy antiguo y fue una de las pocas ciudades invadidas por los musulmanes en Francia. Además cuenta con una inmensa catedral del siglo XII, edificación que ha sufrido diversos cambios en su historia. El edificio es grande y como buen principio medieval, estaba concebido como castillo feudal.

Con este visita impresionante, dejé Rodez para irnos con Isabel a Sta. Affrique a ver a Melissa y Daniel.
Espero regresar.

VIAJE AL MUNDO CÁTARO (2)

Tras una interesante visita a Cordes y Albi, la segunda jornada iba a darme más sorpresas. Con Isabel, decidimos hacer un viaje sin muchas interrupciones (comer en un restaurante, por ejemplo) para poder aprovechar el máximo de tiempo posible, ya que por la noche los amigos de Isabel iban a ir a su casa a compartir platos de la región y beber vino como Dios manda (no en vano se llama la sangre de los dioses). Premunidos de salchichas, panes, quesos, agua, jugos y fruta, salimos en dirección de Villefranche-de-Rouergue y luego hacia el sur oeste, en una zona en la que se asentaron los hugonotes, protestantes franceses, en el siglo XVII: Caylus. Villefranche es una ciudad creada por los resultados de la cruzada contra los albigenses, los luego llamados cátaros. Y fue creada por Alfonso de Poitiers, hermano del rey Luis IX, llamado San Luis. Fue la culminación de la cruzada ya mencionada,  iniciada por Felipe Augusto en la que se masacra a los herejes perfectos y es causa de la derrota del Conde deToulouse (les recomiendo que lean la saga de la realeza francesa de Maurice Druon, cuya trabajo empieza precisamente con estos "nobles" personajes).
La principal joya de este lugar es la iglesia Nuestra Señora de Villefranche, una inmensa iglesia que demoró 300 años en construirse y fue concluida en el siglo XV. El edificio es descomunal y descuella por sobre todas las construcciones de la pequeña ciudad que aún preserva la estructura feudal de un poblado del siglo XII ó XIII. El frío era bastante acentuado en esta zona, quizá por su ubicación, pese a que había caído nieve por la zona. Estas inmensas catedrales de piedra son muy frías en su interior y me imagino cómo hayan pasado las fiestas religiosas entre cirios y teas para poder iluminarlas así como calentarlas para acoger a un grupo de fieles en dichas festividades (sobre todo navidad). El arte románico y gótico era descomunal para mostrar el poderío divino y el marcado carácter teocrático de la iglesia de entonces. Sus estrechas calles se ven opacadas por los muros anchos y altos de dichas construcciones religiosas y el sol difícilmente llega a muchas de estas calles, salvo al mediodía. Esa sensación de frío se acentúa por esa carencia solar y me imagino cómo habrá sido en  tiempos en los cuales las ropas térmicas tal como las concebimos hoy no existían. Una vez culminada la visita a la gran iglesia y caminar por las retorcidas calles de la ciudad vieja, fuimos al auto de Isabel por una buena merienda; los quesos con salchichas y los panes eran devorados sea por el hambre y el frío. Pensé que iba a regresar con sobrepeso, pero sucedió lo mismo que en mi periodo de mi residencia invernal en Dinamarca: el frío te consume paulatinamente, así devores toneladas de pan, chocolate o grasas diversas.

Habíamos quedado con Olivier en vernos en una ciudad cercana a Villefranche, Caylus. Esta zona  tuvo una historia interesante; por el siglo XIII fue dominio inglés, aportó una lucha fiel a favor de la institucionalidad católica, luchó al lado del papado contra la gente del Conde de Toulouse y siglos después se va a oponer al calvinismo protestante. No así sucedió con el pueblo vecino, St. Antonin-Noble-Val, pequeño poblado en el cual nos encontramos con Olivier. La ciudad era hugonote y se mantiene fiel hasta nuestros días. La ciudad está a orillas del río Averon y su puente es una pequeña belleza de siglos. Una costumbre curiosa es en estos pueblos lo que es el lunes: es prácticamente un día domingo. Negocios cerrados, algunos servicios privados abiertos. Bastante peculiar la situación. Uno venido de un país en el cual tenemos una mala concepción del trabajo siempre tienes tiendas abiertas, farmacias, etc. Pero eso es por nuestra mala concepción del trabajo, así pues hay exceso de servicios en nuestros países por la sobre explotación laboral, con horarios que en Europa serían imposibles, ya que nuestras leyes no protegen a los trabajadores, sea por los malos sueldos o por la amenaza de tener mayor oferta laboral que demanda.
Luego de esta reflexión de nuestra sociedad, con terribles defectos, los europeos han ganado una serie de derechos (unos llaman privilegios, pero son derechos) que últimamente se ven amenazados por una serie de circunstancias, sea por el liberalismo económico, sea por la migración.

Nos dirigimos los tres hacia Caylus con sólo media hora de diferencia y caminamos por sus calles, en las cuales había muchos gatos. Muy interesante. Mientras en nuestras calles ves perros sueltos, abandonados o vagabundos, en Francia vi cantidades de gatos, gordos ellos por sus amos, que deambulan por las calles. Los perros van con sus amos, atados a un collar. Es una suerte de paraíso para los gatos.
Cerramos nuestra sesión comiendo deliciosos pasteles y aún había en las pastelerías tortas de navidad. nos despedimos de Olivier y retornamos a Rodez. Nos esperaba una gran comilona por la noche con los divertidos amigos (muchos de ellos de origen español) en casa de Isabel. Punto final para mi segundo día en la Francia profunda.

sábado, 20 de marzo de 2010

FRANCIA CONTADA POR OTROS

En la búsqueda de la verdad, una de las primeras ciencias afectadas es la historia. Esta ha sido tratada muchas veces desde perspectivas diversas y algunas de ellas faltan a la verdad. El interesante libro LA HISTORIA OCULTA DEL MUNDO de Paul Koch, nos muestra una larga lista de eventos de la humanidad en la que la verdad ha estado ausente, sea por una intención evidente (las más de las veces), sea por una actitud inocente del autor de la documentación. Además en dicho libro se aborda un icono muy conocido en el mundo de la fotografía, la cual ha sido motivo de reflexión desde diferentes frentes históricos. La foto en cuestión es EL MILICIANO de Robert Capa, la cual muestra a un combatiente republicano que cae herido de muerte en una batalla en Cerro Muriano en Córdoba durante la guerra civil española. Esta foto ha sido puesta en duda su autoría y su originalidad por mucho tiempo. La foto en cuestión es incluida en el libro ROBERT CAPA, LA COLECCIÓN DEFINITIVA, incluida en otras fotos más compiladas bajo el, patrimonio Cornell Capa/Magnumphotos. Sobre el hecho en sí, su veracidad, ésta ha sido cuestionada y no hay pocos que dicen que dicha foto fue un montaje, tal como lo denunció el británico Philip Knightley en 1975; la fuente es el periodista O.D. Gallagher a quien el mismo Capa le habría comentado sobre el montaje. Pero en España, recientes estudios aparecidos en la revista HISTORIA DE IBERIA VIEJA (No 56) sugieren que el autor de dicha foto no es el mismo Capa, sino la compañera sentimental del mismo, la fotógrafa alemana Gerda Taro, quien morirá aplastada por un tanque días después, en el frente de batalla. Esta es una nueva versión de esta bastante manoseada foto, pero que para muchos logró su objetivo: impactar a la opinión pública mundial sobre la matanza que ocurría en España, el mundo de la gente venida de todas del mundo para luchar por los republicanos (allí estuvieron Hemingway, Neruda, César Vallejo). Su intención era provocar (era reportero de guerra que simpatizaba por la República). Tal fue la intención de muchos intelectuales y artistas (Vallejo y su ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ, o Picasso y su impresionante GUERNICA) con el fin de difundir una idea y una posición. En esto sí podemos retomar el concepto que Platón tenía del arte, una imitación de la vida; pero esta imitación logra adquirir su propia vida, se vuelve autónoma y con el tiempo logra representar parcialmente a su autor para terminar, en cierta manera, representar su época.

Tomemos nuevamente el libro de Koch: arguye que los medios de comunicación crean falacias en la comunidad a través de diversas estrategias, todas ellas encajan directamente en las artes, sobre todo en el arte más masiva como es el cine. Éste crea estereotipos (el peligro Disney, por ejemplo), tergiversa la historia, prioriza eventos en desmedro de otros más relevantes y crea argumentos falaces contundentes como si fueran válidos. El cine norteamericano de los 50 creaba versiones históricas bastante peculiares, que ahora son risibles. La CLEOPATRA que encarnó la Taylor tiene cientos de elementos anacrónicos, pese a que tiene datos geohistóricos válidos; filmes como DIEZ MANDAMIENTOS fueron y son tomados al pie de la letra como documentos verídicos, cuando son narraciones o ficciones que encajan en textos de fe, mas no científicos. El cine no debe ser visto como un archivo histórico, aunque algunos lo quieran mostrar como tal. La validez de muchas obras de la cinematografía está en su interesante representación del mundo contemporáneo y su extrapolación en la historia. El cine es, pues, también ese campo de representaciones singulares o colectivas del momento que se vive. Jean- Luc Godard criticó así al cine como tal, habría que acercarlo a la realidad y mostrarla tal cual es: esta “intención” se ve no solo en la nouvelle vague (un nuevo lenguaje para la nueva era), sino en Dogma 95 (escuela de Copenhague con Lars Von Trier a la cabeza), con el poder de la steadycam que acerca al cine a lo soñado por el grupo Kinoglass y su director Dziga Vertov (su seudónimo). Pero limitarse casi al criterio de un documental es quitarle al cine lo que es: arte. En los últimos tiempos, algunos hábiles directores han visto esta técnica, la de mostrar el discurso narrativo como el de un documental o un video casero, ha dado sus resultados (y logran respuestas interesantes como el caso de CLOVERFIELD de Matt Reeves).

Luego de ver el problema de la intención en el cine surgen otras cuestiones en cuanto quién o quiénes abordan la historia para ser llevadas al cine. Los cineastas y estudios norteamericanos han sido muy libres en abordar la historia de otros países para adecuarlos a sus intereses de estudio. Y son muchos los ejemplos; lo mismo ha sido con la literatura y el teatro; las adaptaciones al cine pasan por muchos filtros, empezando por la lengua y terminando con las exigencias políticas de los estudios y los dueños de los mismos. Son como ediciones corregidas para bien. En el caso peruano tenemos un caso interesante con el film PANTALEÓN Y LOS VISITADORAS de MVLL, la cual tiene dos versiones: la de Francisco Lombardi de 1998 y la de 1975, codirigida por el mismo MVLL, hecha en República Dominicana con el famoso actor español José Sacristán como Pantoja. Ambas propuestas muestran una interpretación de la obra del mismo autor, siendo la más interesante como propuesta cinematográfica la de Lombardi. Los grandes clásicos han sido sometidos a versiones de lo más rigurosas como disparatadas. Pero el arte en sí debe tocar la esencia que subyace en la obra en sí; esos móviles que se repiten en otras obras con otro formato y otro material para llegar a nosotros, sus receptores. En muchos casos, la lectura no es fácil, lo que exige en nosotros mejorar “nuestra lectura” de la obra en sí, “sacarle el jugo” a la polisemia de una obra maestra. Así entonces veremos las múltiples aristas de una obra que ya tiene vida propia.

Bajo esta licencia es que nos acercamos a ver Francia desde las diversas perspectivas de directores extranjeros que han querido hacer su obra tomando el espíritu de este país. Pero, si respetamos la idea del arte, podremos alcanzar a través de estas propuestas cinematográficas el alma universal de la humanidad.

LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO CARL THEODOR DREYER (1928) Obra maestra de este gran director danés, preocupado por la espiritualidad humana, tomó el tema de esta gran heroína francesa e hizo un viaje al interior de su alma. La actuación de Maria Falconetti es extraordinaria y exigió tanto de ella que terminó en un sanatorio. Como René Jeanne y Charles Ford comentan en su HISTORIA ILUSTRADA DEL CINE, es una película que inicia el fin del cine silente, ya que sus imágenes poderosas necesitan la palabra para la redondez del mensaje. Intensos primeros planos que muestran rostros en toda sus dimensiones, arrugas, verrugas, pelos; no escapa nada a la cámara, puesto que tiene que mostrar al público todo un proceso psicológico tanto de Juana de Arco, como los de sus jueces (entre los que figura el gran artista Antonin Artaud). Según Kobal, estamos ante “una sinfonía de rostros”. Y es cierto, la película discurre en tomas de dichos rostros desde diferentes ángulos. Para mostrar la dureza de dichos rostros y el viaje psicológico de cada uno de los asistentes al juicio injusto contra Juana, se eliminó cualquier forma de distracción que afectase la concentración en el primer plano. Inicia el film con los archivos que muestran las actas de dicho juicio. El film se dio por perdido, pero una copia íntegra fue hallada en un manicomio en Noruega. Es una obra cumbre de la cinematografía.

TARTUFO FRIEDRICH MURNAU (1926) Adaptación muy libre de la genial obra del dramaturgo Molière, es una interpretación libre en la cual trabajan los mejores actores y personas ligadas a la realización de un film del expresionismo. El empleo del cine para representar esta obra es un pretexto de metacine; una historia sencilla, un anciano dominado por una ambiciosa ama de llaves ve la proyección de esta historia en una película proyectada en el cine ambulante de su sobrino, quien ve amenazada su herencia. El paralelo es la mencionada ama de llaves con Tartufo, un tipo hampón que se hace pasar por una persona digna. La obra que vamos a ver es una de las cuatro versiones que se hicieron, ya que tuvo mucha censura por su marcada sensualidad y algunas escenas anticlericales. Actúan Lil Dagover (la actriz de éxito de ese periodo), Werner Kraus y, sobre todo, Emil Jannings, con quien trabajó luego en FAUSTO.

EL BAILE ETTORE SCOLA (1983) Esta es un obra musical llevada a la pantalla por este buen director italiano, gran observador de la personalidad en un contexto. En esta oportunidad, con un puñado de actores de teatro, sin ningún parlamento entre los actores, se va desarrollando la historia francesa a través de las canciones de moda de entonces y los bailes como se las interpretaba. Un grupo de hombres y mujeres iba poblando la sala de baile; así vemos personas del Frente Popular y los burgueses, los ciudadanos temerosos del avance nazi, la ocupación y los traidores, la liberación, el problema de Argelia, el rock, la confrontación de pareja y Mayo del 68 hasta el año 1983, una sociedad de consumo, individualista y solitaria. Un excelente retrato de una sociedad y un magnífico ejemplo de recursos para hacer cine.

DANTON ANDRZEJ WAJDA (1982) El vínculo entre Polonia y Francia siempre ha sido sólido y Francia ha solido acoger en su territorio a gran cantidad de refugiados polacos por siglos; uno de los más famosos fue Chopin. La creatividad ha sido intensa en el trabajo colaborativo y el cine tuvo varias muestras de ello. Un gran cineasta como Krzysztof Kieślowski ofreció a Francia una inmensa trilogía (TROIS COULEURS) que representaban la bandera y la cultura francesas. Esta es la adaptación de una novela llamada El Asunto Danton de S. Przybyszewska en la que muestra la lucha entre el poder del terror, que lo encarnaría Robespierre, y la sensatez. Actúan en este film, Gérard Depardieu como Danton.

RELACIONES PELIGROSAS STEPHEN FREARS (1988) Quizá una de las novelas más adaptadas al cine ha sido la Choderlos de Laclos con su famosa obra “Les Liasons Dangereuses”. Hay adaptaciones francesas y una muy buena hecha por Miloš Forman en su film VALMONT. Este director británico toma el reto de dirigir a un grupo de actores y actrices ascendentes y logra una bella recreación de la Francia pre revolucionaria, con una aristocracia que tenía sus propias reglas de juego, con un sinfín de intrigas y lujos que iban a ser parte del juicio histórico en 1789, cuando comiencen a caer muchas de sus cabezas en la guillotina. Una novela sobre el amor y las diversas perspectivas que, pese a los siglos, no dejan de tener vigencia. Escenarios bellos, reconstrucción adecuada y una bella banda sonora la hacen un bello film. Actúan Glenn Close, John Malkovich, Michelle Pfeiffer, Uma Thurman y Keanu Reeves.

domingo, 14 de marzo de 2010

VIAJE A LAS PROFUNDIDADES DE FRANCIA (1)

Cierto es que uno asocia Francia con París. Automáticamente en nuestro imaginario simplista y práctico, nuestra recordación hace un viaje corto a la memoria para buscar las imágenes de un lugar denominado, una palabra nombrada, una pregunta hecha. Lastimosamente para Francia (lo mismo como Perú con Lima), todo un bello y apasionante país, se focaliza en una sola ciudad. Las políticas centralistas en nuestros países rindieron su fruto en prejuicio de las demás zonas de nuestras respectivas naciones.
Pese a lo anterior, la mayoría de mis amigos franceses y los no franceses que viven en Francia no viven  precisamente en la urbe; viven en la provincia (como yo en Trujillo, no en Lima) y a pedido de mis amigos, me fui al sur, me fui al AVEYRON. Con Olivier, quien es del sur, de GARONNE, nos fuimos a TOULOUSE, la ciudad más importante de la zona. Este viaje iba a ser un notable descubrimiento para mí; iba a ir a la tierra de los cátaros y los templarios, a una de las rutas del camino a Santiago de Compostela, un viaje al Medioveo y las catedrales románicas y góticas del lugar, a la buena comida y los excelentes quesos, y un viaje a ver grandes personas y grandes amigos.
Salimos de París en TGV, por la mañana; con toda la calma que un tren a gran velocidad te puede llevar, cruzamos la extensa llanura hacia Orléans y luego a Bordeaux. Llegamos a Bordeaux casi a mediodía y mucha gente dejó el tren; un poco más  de una hora más tarde íbamos a llegar a Toulouse donde ya nos esperaba Isabel,  quien había venido desde Rodez para recogerme. Se acercó a nosotros para darnos la sorpresa cuando salíamos de la estación. Decidimos esperar a la mamá de Olivier mientras comíamos algo: el hambre apretaba. Con Isabel salimos rápidamente de Toulouse, ya que el trayecto es más o menos largo; las autopistas francesas te llevan a tu destino a toda comodidad y no estaba abarrotadas de autos como era el caso de París. Mi llegada fue un sábado, tranquilo, reposado 30 de enero. Isabel me iba a recibir con quesos, panes y un poco de vino. Es increíble cómo se las arregla para poder seguir su vida, pese a la diabetes que la molesta. Me tenía separada una sorpresa: esa noche me iba a llevar a un baile de un club, en el cual la gente practica mucho el baile. Y así fue, una gran comilona de platos de la región (pollo a la cacerola, fantástico, relleno), con postres y rociado de vino; y luego el baile. Hicieron una presentación a lo medio oeste, vestidos a la usanza, todos bien cronometrados; luego la fiesta en sí. Una amiga de Isabel, muy entusiasta, pidió al hombre-orquesta que convocara a la gente de la fiesta a bailar la danza de la zona: la bourée. Se armaron grupos de 2, 4 hasta 6 parejas. Se lo tomaron a pecho. La gente aquí es muy orgullosa de su pasado; aunque ya en las ciudades no se habla occitano, aún hay palabras que se cuelan en el hablar y muchos sí dominan el dialecto. Es el peso de la historia. Bailamos, bailamos hasta la una de la mañana, a salir el frío helado nos cortaba la cara y tuvimos que limpiar el parabrisas congelado con una caja de plástica. La necesidad es madre de la inventiva.

El último día de enero, Isabel me había preparado una sorpresa. Me iba a llevar a ese impresionante mundo de los cátaros, los odiados y poco entendidos renegados de la Iglesia de esos siglos: los herejes albigenses (de la zona de Albi), además vistos por los inquisidores como heréticos por haber tenido toda una organización dogmática poco comprendida. El peso de este pasado casi anatematizado se ve en raros mensajes como el que se lee en el folleto que compré en la magnífica iglesia de Santa Cecilia en Albi.


Con Isabel nos dirigimos hacia Albi en camino a una maravilla histórica: Cordes- sur -ciel. Desde
la carretera en lo alto de una elevada colina el viajero puede distinguir Cordes, toda amurallada. Como no era verano, el mar de turistas no nos iba a acompañar, por lo que nuestra visita fue tranquila y pudimos ver la pequeña ciudad (convertida en una zona para artistas) construida en el siglo XIII para ver sus palacios, sus grandes casas, las almenaras desde sus murallas y la quietud de estar en un sitio que carga mucha historia. La ciudad vio su esplendor , pero fue amenazada por la haberla identificado como un centro de artesanos herejes o cátaros. En el lugar hay un pozo muy profundo (113 metros, pones una moneda de un euro para iluminar todo lo largo del pozo) en el cual se dice que se arrojó a 3 inquisidores. Según me contaba Isabel, aún hay gente que habla occitano, el nombre de esta pequeña ciudad en esa lengua es Còrdas. Aquí más datos: https://www.lonelyplanet.es/blog/cordes-sur-ciel-el-pueblo-preferido-por-los-franceses. 
El almorzar fue toda una odisea: siendo domingo y en invierno, casi no hay movimiento turístico; al descender nos dimos con la triste realidad que ya no había lugar para almorzar. Compramos fruta y unas pequeñas galletas, más el queso que teníamos para engañar el hambre. Pese a todo, se puede decir que Cordes es uno de los pueblos  más bellos de Francia ( https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/viajes-sur-francia-cordes-sur-ciel/20190102164758158850.html). Premunidos de energía nos fuimos hacia la otra meta de ese día: Albi.


Esta ciudad resultó toda una sorpresa: la catedral que tiene, Santa Cecilia, es un monumento eclesiástico que tiene trazos de todos los movimientos arquitectónicos de la zona. Románico, gótico, renacentista. La inmensa construcción empezó en 1282 y casi concluye en 1515; sufrió embates de la revolución francesa y su última gran restauración fue en el siglo XIX. Al exterior, la iglesia tiene toda la fachada románica, inmensas paredes con columnas adosadas. Es un monumento fácilmente perceptible a la distancia. Tiene un inmenso y bello coro, pero lo más interesante es el inmenso mural del Juicio Final en el que se ve una zona reservada a los cátaros. La guía que compré para tener una información exacta habla que esta iglesia se construyó para salvar la fe de las herejías. Lo interesante de la guía es que no tiene un autor identificable, dice.. "los sacerdotes de la parroquia". Una de las cosas más impresionantes de esta visita fue recordar cómo la fe católica se construye, como toda religión, por mitos y percepciones. La iglesia cuenta con un pequeño tesoro en el cual se halla algunos restos óseos de santos y santas, hay una urna que tiene los huesos de un brazo de un santo. Cuestión de fe. Leía que este edificio es el más grande del mundo hecho en ladrillo. Es una inmensa y apabullante construcción. Otro dato interesante que leí al lado de la imagen de Sta. Cecilia es el hecho que por un error de mala interpretación de un texto, esta santa se convirtió en la protectora de la música. Ella no cantaba, ni tocaba un instrumento, ni mucho menos. Fue una caprichosa lectura de un texto en su honor que se creyó entender que ella cantaba a Dios; parece ser que sólo oraba.
Ya apretados por la hora, salimos con Isabel para ver el museo de Toulouse-Lautrec, quien (no nos olvidemos) era de origen noble y cerca, muy cerca a la catedral está un museo con gran parte de su obra. Había visto algo en el Museo D´Orsay, pero lo que hay aquí es impresionante. Mas el tiempo no nos permitió ver mucho, vimos sus grabados y algunas pinturas mayores, en el sótano había mucho más y vimos unos cuantos afiches, técnica en la que fue todo un maestro.
Un poco desconsolados,. salimos a comer algo; antes fuimos a unos jardines que quedaban a orillas del río Tarn, que se encuentran a las espaldas de la gran iglesia. Bello paseo con sus puentes a la distancia.
La cocina francesa no tiene pierde. Lo que mis ojos no pudieron disfrutar , mi boca lo hizo. Francia es un paraíso para eso.
Isabel me estaba guardando más sorpresas para los días siguientes.