En la búsqueda de la verdad, una de las primeras ciencias afectadas es la historia. Esta ha sido tratada muchas veces desde perspectivas diversas y algunas de ellas faltan a la verdad. El interesante libro LA HISTORIA OCULTA DEL MUNDO de Paul Koch, nos muestra una larga lista de eventos de la humanidad en la que la verdad ha estado ausente, sea por una intención evidente (las más de las veces), sea por una actitud inocente del autor de la documentación. Además en dicho libro se aborda un icono muy conocido en el mundo de la fotografía, la cual ha sido motivo de reflexión desde diferentes frentes históricos. La foto en cuestión es EL MILICIANO de Robert Capa, la cual muestra a un combatiente republicano que cae herido de muerte en una batalla en Cerro Muriano en Córdoba durante la guerra civil española. Esta foto ha sido puesta en duda su autoría y su originalidad por mucho tiempo. La foto en cuestión es incluida en el libro ROBERT CAPA, LA COLECCIÓN DEFINITIVA, incluida en otras fotos más compiladas bajo el, patrimonio Cornell Capa/Magnumphotos. Sobre el hecho en sí, su veracidad, ésta ha sido cuestionada y no hay pocos que dicen que dicha foto fue un montaje, tal como lo denunció el británico Philip Knightley en 1975; la fuente es el periodista O.D. Gallagher a quien el mismo Capa le habría comentado sobre el montaje. Pero en España, recientes estudios aparecidos en la revista HISTORIA DE IBERIA VIEJA (No 56) sugieren que el autor de dicha foto no es el mismo Capa, sino la compañera sentimental del mismo, la fotógrafa alemana Gerda Taro, quien morirá aplastada por un tanque días después, en el frente de batalla. Esta es una nueva versión de esta bastante manoseada foto, pero que para muchos logró su objetivo: impactar a la opinión pública mundial sobre la matanza que ocurría en España, el mundo de la gente venida de todas del mundo para luchar por los republicanos (allí estuvieron Hemingway, Neruda, César Vallejo). Su intención era provocar (era reportero de guerra que simpatizaba por la República). Tal fue la intención de muchos intelectuales y artistas (Vallejo y su ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ, o Picasso y su impresionante GUERNICA) con el fin de difundir una idea y una posición. En esto sí podemos retomar el concepto que Platón tenía del arte, una imitación de la vida; pero esta imitación logra adquirir su propia vida, se vuelve autónoma y con el tiempo logra representar parcialmente a su autor para terminar, en cierta manera, representar su época.
Tomemos nuevamente el libro de Koch: arguye que los medios de comunicación crean falacias en la comunidad a través de diversas estrategias, todas ellas encajan directamente en las artes, sobre todo en el arte más masiva como es el cine. Éste crea estereotipos (el peligro Disney, por ejemplo), tergiversa la historia, prioriza eventos en desmedro de otros más relevantes y crea argumentos falaces contundentes como si fueran válidos. El cine norteamericano de los 50 creaba versiones históricas bastante peculiares, que ahora son risibles. La CLEOPATRA que encarnó la Taylor tiene cientos de elementos anacrónicos, pese a que tiene datos geohistóricos válidos; filmes como DIEZ MANDAMIENTOS fueron y son tomados al pie de la letra como documentos verídicos, cuando son narraciones o ficciones que encajan en textos de fe, mas no científicos. El cine no debe ser visto como un archivo histórico, aunque algunos lo quieran mostrar como tal. La validez de muchas obras de la cinematografía está en su interesante representación del mundo contemporáneo y su extrapolación en la historia. El cine es, pues, también ese campo de representaciones singulares o colectivas del momento que se vive. Jean- Luc Godard criticó así al cine como tal, habría que acercarlo a la realidad y mostrarla tal cual es: esta “intención” se ve no solo en la nouvelle vague (un nuevo lenguaje para la nueva era), sino en Dogma 95 (escuela de Copenhague con Lars Von Trier a la cabeza), con el poder de la steadycam que acerca al cine a lo soñado por el grupo Kinoglass y su director Dziga Vertov (su seudónimo). Pero limitarse casi al criterio de un documental es quitarle al cine lo que es: arte. En los últimos tiempos, algunos hábiles directores han visto esta técnica, la de mostrar el discurso narrativo como el de un documental o un video casero, ha dado sus resultados (y logran respuestas interesantes como el caso de CLOVERFIELD de Matt Reeves).
Luego de ver el problema de la intención en el cine surgen otras cuestiones en cuanto quién o quiénes abordan la historia para ser llevadas al cine. Los cineastas y estudios norteamericanos han sido muy libres en abordar la historia de otros países para adecuarlos a sus intereses de estudio. Y son muchos los ejemplos; lo mismo ha sido con la literatura y el teatro; las adaptaciones al cine pasan por muchos filtros, empezando por la lengua y terminando con las exigencias políticas de los estudios y los dueños de los mismos. Son como ediciones corregidas para bien. En el caso peruano tenemos un caso interesante con el film PANTALEÓN Y LOS VISITADORAS de MVLL, la cual tiene dos versiones: la de Francisco Lombardi de 1998 y la de 1975, codirigida por el mismo MVLL, hecha en República Dominicana con el famoso actor español José Sacristán como Pantoja. Ambas propuestas muestran una interpretación de la obra del mismo autor, siendo la más interesante como propuesta cinematográfica la de Lombardi. Los grandes clásicos han sido sometidos a versiones de lo más rigurosas como disparatadas. Pero el arte en sí debe tocar la esencia que subyace en la obra en sí; esos móviles que se repiten en otras obras con otro formato y otro material para llegar a nosotros, sus receptores. En muchos casos, la lectura no es fácil, lo que exige en nosotros mejorar “nuestra lectura” de la obra en sí, “sacarle el jugo” a la polisemia de una obra maestra. Así entonces veremos las múltiples aristas de una obra que ya tiene vida propia.
Bajo esta licencia es que nos acercamos a ver Francia desde las diversas perspectivas de directores extranjeros que han querido hacer su obra tomando el espíritu de este país. Pero, si respetamos la idea del arte, podremos alcanzar a través de estas propuestas cinematográficas el alma universal de la humanidad.
LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO CARL THEODOR DREYER (1928) Obra maestra de este gran director danés, preocupado por la espiritualidad humana, tomó el tema de esta gran heroína francesa e hizo un viaje al interior de su alma. La actuación de Maria Falconetti es extraordinaria y exigió tanto de ella que terminó en un sanatorio. Como René Jeanne y Charles Ford comentan en su HISTORIA ILUSTRADA DEL CINE, es una película que inicia el fin del cine silente, ya que sus imágenes poderosas necesitan la palabra para la redondez del mensaje. Intensos primeros planos que muestran rostros en toda sus dimensiones, arrugas, verrugas, pelos; no escapa nada a la cámara, puesto que tiene que mostrar al público todo un proceso psicológico tanto de Juana de Arco, como los de sus jueces (entre los que figura el gran artista Antonin Artaud). Según Kobal, estamos ante “una sinfonía de rostros”. Y es cierto, la película discurre en tomas de dichos rostros desde diferentes ángulos. Para mostrar la dureza de dichos rostros y el viaje psicológico de cada uno de los asistentes al juicio injusto contra Juana, se eliminó cualquier forma de distracción que afectase la concentración en el primer plano. Inicia el film con los archivos que muestran las actas de dicho juicio. El film se dio por perdido, pero una copia íntegra fue hallada en un manicomio en Noruega. Es una obra cumbre de la cinematografía.
TARTUFO FRIEDRICH MURNAU (1926) Adaptación muy libre de la genial obra del dramaturgo Molière, es una interpretación libre en la cual trabajan los mejores actores y personas ligadas a la realización de un film del expresionismo. El empleo del cine para representar esta obra es un pretexto de metacine; una historia sencilla, un anciano dominado por una ambiciosa ama de llaves ve la proyección de esta historia en una película proyectada en el cine ambulante de su sobrino, quien ve amenazada su herencia. El paralelo es la mencionada ama de llaves con Tartufo, un tipo hampón que se hace pasar por una persona digna. La obra que vamos a ver es una de las cuatro versiones que se hicieron, ya que tuvo mucha censura por su marcada sensualidad y algunas escenas anticlericales. Actúan Lil Dagover (la actriz de éxito de ese periodo), Werner Kraus y, sobre todo, Emil Jannings, con quien trabajó luego en FAUSTO.
EL BAILE ETTORE SCOLA (1983) Esta es un obra musical llevada a la pantalla por este buen director italiano, gran observador de la personalidad en un contexto. En esta oportunidad, con un puñado de actores de teatro, sin ningún parlamento entre los actores, se va desarrollando la historia francesa a través de las canciones de moda de entonces y los bailes como se las interpretaba. Un grupo de hombres y mujeres iba poblando la sala de baile; así vemos personas del Frente Popular y los burgueses, los ciudadanos temerosos del avance nazi, la ocupación y los traidores, la liberación, el problema de Argelia, el rock, la confrontación de pareja y Mayo del 68 hasta el año 1983, una sociedad de consumo, individualista y solitaria. Un excelente retrato de una sociedad y un magnífico ejemplo de recursos para hacer cine.
DANTON ANDRZEJ WAJDA (1982) El vínculo entre Polonia y Francia siempre ha sido sólido y Francia ha solido acoger en su territorio a gran cantidad de refugiados polacos por siglos; uno de los más famosos fue Chopin. La creatividad ha sido intensa en el trabajo colaborativo y el cine tuvo varias muestras de ello. Un gran cineasta como Krzysztof Kieślowski ofreció a Francia una inmensa trilogía (TROIS COULEURS) que representaban la bandera y la cultura francesas. Esta es la adaptación de una novela llamada El Asunto Danton de S. Przybyszewska en la que muestra la lucha entre el poder del terror, que lo encarnaría Robespierre, y la sensatez. Actúan en este film, Gérard Depardieu como Danton.
RELACIONES PELIGROSAS STEPHEN FREARS (1988) Quizá una de las novelas más adaptadas al cine ha sido la Choderlos de Laclos con su famosa obra “Les Liasons Dangereuses”. Hay adaptaciones francesas y una muy buena hecha por Miloš Forman en su film VALMONT. Este director británico toma el reto de dirigir a un grupo de actores y actrices ascendentes y logra una bella recreación de la Francia pre revolucionaria, con una aristocracia que tenía sus propias reglas de juego, con un sinfín de intrigas y lujos que iban a ser parte del juicio histórico en 1789, cuando comiencen a caer muchas de sus cabezas en la guillotina. Una novela sobre el amor y las diversas perspectivas que, pese a los siglos, no dejan de tener vigencia. Escenarios bellos, reconstrucción adecuada y una bella banda sonora la hacen un bello film. Actúan Glenn Close, John Malkovich, Michelle Pfeiffer, Uma Thurman y Keanu Reeves.
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