Viernes 01 de
febrero. Ya cerrando mis últimos días en Europa. Tras un sueño plácido, nos
levantamos temprano para tomar un buen desayuno, pues el día iba a ser largo
(lo fue) por las visitas previstas y la noche sevillana que nos esperaba. Las
actividades empezaban temprano por lo que me había descrito previamente Carmen.
Quizá fuésemos a tener algunas zonas llenas de turistas y colas largas para
ingresar a algunos lugares; por eso, muchas empresas te hacen una preventa para
que evites hacer una incómoda cola bajo un sol ardiente o una lluvia perniciosa
que te quita toda gana de visitar el lugar. Sin embargo, siendo un día de
invierno europeo, las colas no iban a ser tan copiosa como lo pueden ser en las
temporadas altas de junio-agosto.
Al salir nos fuimos
por la calle de Nicolás Antonio en dirección a la judería. Nos volvimos a internar
por las estrechas calles sevillanas para un poco rodeando a nuestro primer objetivo:
Real Alcázar de Sevilla. Caminábamos paralelo a la muralla del Alcázar por un
lugar llamado el Callejón del Agua, pues se usó la muralla a modo de acueducto
para transportarla. Un sentido práctico de las cosas que vi también en Castelo
dos Mouros en Sintra, Portugal. Este callejón está en plena judería antigua de
la cual solo quedan las referencias. La judería (aljama) de Sevilla fue la
segunda más importante de España, tanto mora como cristiana, solo superada por
la de Toledo. De este periodo queda poco, al igual que todo el esplendor musulmán.
La judería contó no solo con una buena población, sino que era rica y culta, lo
que la hacía más atractiva de toda España y tuvieron diversas relaciones armoniosas
durante la presencia musulmana o la cristiana hasta esa decisión fatídica de
expulsar al pueblo hebreo de Sefarad. En Israel, cuando trabajaba en un
colegio, yo era profesor de Sefaradí, puesto que el Españolit se refiere a la
lengua que hablan los judíos que fueron expulsados de España y que otros llaman
ladino. Algunos datos muy interesantes de este periodo esplendoroso: https://www.elmundo.es/andalucia/2015/06/07/5573300d46163f061e8b4594.html.
https://www.redjuderias.org/google/google_maps_print/sevilla-es.html.
Actualmente este barrio se le llama el Barrio de Santa
Cruz, el cual oí nombrar en mi niñez cuando mi padre ponía un disco de boleros
en el que se hallaba la canción Dos cruces. En esa canción se hablaba de la
Plaza de Doña Elvira, la cual se halla en este bello barrio. He aquí el bolero
cantado por esta peruana que se fue a vivir a España en los años 80: https://www.youtube.com/watch?v=GPleEcyy2ig.
Nuestro periplo no incluía esta plaza, pero sí dimos con el Patio de Banderas,
desde el cual se ve la impresionante Giralda. Allí iríamos luego de visitar el
Alcázar. Llegamos a la entrada que es por la puerta del León, por la imagen
hecha en cerámica del siglo XIX que se halla en la parte superior de la puerta
de acceso al complejo. Inconfundible. Éramos pocas personas por lo que el
ingreso fue rápido; nos dirigimos a la boletería y alquilamos una audioguía,
muy útil por cierto, con la que nos desplazaríamos por todo este bello
monumento. Debido a lo escaso de tiempo que íbamos, no visitamos el cuarto real
alto; pero con lo que veríamos iba a estar más que satisfecho, incluso
apabullado por la belleza e información histórica que iba recibiendo.
No sé qué parte es más bella
de este conjunto. Este edificio es un palacio real muy antiguo “en actividad”,
pues es residencia oficial de los reyes de España. Es un espacio ocupado por la
realeza desde el siglo X con la construcción del palacio de Adb Al-Rahman III, el
cual se denominaba Al-Qasr Dar Al Imara (Casa de gobierno). Este espacio
ocupado luego por la monarquía española hizo muchos cambios que se ven a lo largo
de la visita. Hay muchas zonas que conservan las construcciones del primer
palacio como el Patio del Yeso con delicadas filigranas hechas en diversas partes
del techo y paredes. El culto al agua en estas construcciones es impresionante.
Según la creencia musulmana, el agua es un elemento base en la creación del
hombre y no deja de tener razón. Fuera de la base de nuestra existencia, imagino
que los días calurosos de verano, en plena canícula, las aguas refrescaban el
ambiente de palacios y templos. Esta zona, el Patio de las Doncellas y el Salón
de los Monarcas son los espacios en los cuales no sabes qué más apreciar, pues
el conjunto y los detalles son esplendorosos. Los techos de este palacio son de
extremada belleza, pero tienes que hacerlo en pausa para que no te dé luego un
fuerte tortícolis por estar en esa posición por más de diez minutos. Los jardines
son impresionantes y es una herencia del mundo árabe que estuvo en esta zona casi
7 siglos. Aunque hubo varios soberanos, los más importantes que contribuyeron a
la grandeza de este monumento fueron Abú Yac´Qúb Yúsuf quien no solo el palacio
antiguo, sino una gran mezquita en la que es hoy la catedral de Sevilla y,
sobre todo, esa gran torre que es la Giralda; luego Alfonso X, el sabio; Pedro
I de Castilla, el cruel, quien hizo el palacio mudéjar; Carlos I o V; Felipe
II, entre otros. Aquí algunos datos y la página oficial de este monumento: https://www.alcazarsevilla.org/. Aunque
no fue el único sismo, el terremoto de Lisboa de 1755 afectó este monumento,
como otros en Sevilla y en España en general. Aquí un extenso informe de los daños
causados por este gran sismo: http://www.ign.es/web/resources/sismologia/publicaciones/EfectosEspanaterremotoLisboa.pdf.
Este otro indica los numerosos daños causados a todo el patrimonio existente en
Sevilla actualmente: https://www.researchgate.net/publication/308201031_Los_efectos_orientados_del_terremoto_de_Lisboa_1755_en_el_patrimonio_de_Sevilla_Valle_del_Guadalquivir_Espana.
Al momento de salir, fuimos a la tienda de recuerdos para ver qué cosa poder
comprar sin que me llene con sobrepeso (unos llaveros y un pequeño libro
explicativo a modo de guía) y vi más música de este interesante sello que es
Pneuma: me compré varios CD de música sufí y otras cántigas del mundo medieval
español. Me parece que uno de los músicos más solicitados por este sello en
Eduardo Paniagua. Mientras escribo esta crónica, nada mejor que con esta música.
Aquí su vínculo: https://www.discogs.com/label/175158-Pneuma
Una vez concluida la visita al
Alcázar, nos dirigimos a la Catedral. La catedral de Santa María de la Sede. Qué
se puede decir de este gran edificio. Los exteriores, la Giralda, el monumento a
Colón, los impresionantes altares del interior. Este edificio se comenzó a construir
en 1248. Pero la edificación actual data de 1433. Es la segunda iglesia más
grande del mundo tras San Pedro y es la catedral gótica más grande del mundo. En
este vínculo, podemos ver cómo era la mezquita antigua y lo que resta de ella
en la actualidad: https://www.lacamaradelarte.com/2017/02/como-fue-la-mezquita-mayor-de-sevilla.html.
Compramos nuestras entradas en una cola bastante regular. Se ingresa por la Puerta
del Príncipe. Alquilamos previamente unas audioguías. Luego ingresamos a unas
salas en las que se explica la historia de este gran edificio. Hay algunas piezas
de arte interesante: por ejemplo, una cabeza degollada de San Juan Bautista muy
realista, característica del tenebrismo del barroco que se puso muy en boga en
el siglo XVI, incluso muchas de estas propuestas se ven en pinturas en la
catedral de Trujillo. Además, muchos retratos y estatuas de las patronas de la
ciudad Híspalis: Santa Justa y Santa Rufina. El patrimonio de esta iglesia es
impresionante: obras de Murillo, Goya, Zurbarán, Valdés Leal (muchas obras de
este autor hay en Lima en la iglesia de San Pedro), Alonso Cano; esculturas de
Martínez Montañez (un maestro); tallas y urnas de plata; el sepulcro de Cristóbal
Colón; vitrales; altares a cuál más labrado que adornan diversas capillas, ni
qué decir del altar mayor. Algunas obras de este periodo fueron traídas a Lima
para una gran exposición que se hizo en 1985 por los 450 años de la Fundación
de Lima. La exposición se llamó El Siglo de Oro de la Pintura Sevillana: para
esa ocasión se trajo pinturas que son parte del Museo de Bellas Artes de
Sevilla de autores como Alonso Cano, Francisco de Herrera el mozo y el viejo,
Valdés Leal, Francisco Pacheco y los maestros Bartolomé Esteban Murillo y Francisco
de Zurbarán, y sus escuelas talleres. Todo un festín. Volvamos a la catedral: ¿qué
lugares visitar? Difícil de responder. Señalaría que lo que más me impresionó
fueron la Capilla Mayor con su hermoso retablo; frente a este, el coro y también,
por qué no indicar, su delicado trascoro (se halla a “espaldas” del coro).
Luego la Sacristía Mayor en la que encuentras una bella colección de yeserías, pinturas,
estatuas; todo en un ambiente de paredes y techos labrados al puro estilo
barroco plateresco (recordando mis clases del colegio). Hay pinturas de Valdés
Leal, Murillo y una Piedad de Francisco Bayeu. Además, hay que destacar la
bella custodia de plata de Juan de Arfe. Otro espacio es la Sala Capitular,
presidida por la Inmaculada de Bartolomé Esteban Murillo. Al costado de esta
gran Sala hay una habitación de regular dimensión en la que se expone el Tesoro
con una gran variedad de cálices, cruces con joyas incrustadas y copones, al igual
que platos, copas y pequeñas imágenes de oro o plata; otro espacio es la
Capilla Real que tiene una gran urna de plata que contiene el cuerpo momificado
del rey Fernando III, actualmente San Fernando; se ubica en el medio y destacan
los sepulcros de Alfonso X y su esposa, Beatriz de Suabia. Y las capillas, cada
una cargada con una historia particular. Un par de días serían necesarios para
un minucioso recorrido de este inmenso edificio. La parte final fue subir a la
Giralda, para ver una panorámica de la ciudad, su río (Guadalquivir), su plaza
de toros, los demás grandes monumentos que se encuentran en su casco antiguo.
Aquí los datos de esta bella iglesia: https://www.catedraldesevilla.es/la-catedral/.
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