Jueves 10 de enero. Último día
en Coimbra. Maria había organizado un bonito viaje a los alrededores de esta
ciudad, a ver antiguos castillos, comer un delicioso chanchito (leitão) al
horno rociado de deliciosos vinos y ver la antigua Conimbriga, una antigua
villa romana que prestaría el nombre a la antigua Aeminium. Un buceo más hondo
en la historia.
Preparamos maletas, pues ya
dejábamos nuestro hotel, el Ibis; tras nuestro suculento desayuno, salimos en
dirección de la Igreja de la Santa Cruz en Praça 8 de Maio. En el camino por la
Rua Vizconde da Luz, me iba a topar con un simpático descubrimiento: una
oficina que se dedica a la venta de filatelia y numismática. Compré algunas
estampillas que luego enviaría por correo desde Francia. Y recibí algunas
monedas antiguas de regalo. Además, me vendió un catálogo de estampillas el
cual se puede emplear para hacer pedidos. El tiempo nos apremiaba y, por esa
razón, salimos a nuestro destino inicial: iglesia de Santa Cruz. El día
anterior solo pudimos ver su interior un poco. Al llegar a la plaza 8 de Mayo,
nos encontramos con nuestro guía del día anterior; lo saludamos e, incluso, le
di un abrazo por la jornada del día anterior. Luego de esto, nos fuimos hacia
la iglesia. Ingresamos y fuimos a la boletería. Este convento y monasterio,
originalmente románico, fue fundado también por D. Afonso Henriques, el primer
rey portugués, y por religiosos de Santo Agostinho. Por siglos, tuvo una gran
influencia en el desarrollo y apoyo de la familia real portuguesa. Fue un foco
de irradiación religiosa y cultural. En la iglesia, hay dos reyes enterrados,
el mismo Afonso Henriques y Sancho I; esto demuestra la importancia de este
edificio religioso por lo que declarado Panteón Nacional. He aquí algunos datos
de su historia como institución religiosa (https://sites.google.com/site/ordemconreguldasantacruz/historia-da-ordem-da-santa-cruz). La
visita es obligatoria si se va a Coimbra. Afortunadamente, en la portería nos
atendió una amable señora, por su acento le pregunté de dónde era, venía de
Venezuela y estaba casada con un portugués. La amable señora nos contó sobre
los problemas de su patria y nos facilitó la visita al lugar. Visitar el
claustro es parte del tour: posee un patrimonio muy variado, no solo en objetos
de oro y plata, sino en bellas y delicadas tallas de madera o piedra, así como
pinturas y otros objetos de culto. Originalmente, como se comentó era románica,
luego sufrió modificaciones. Como casi todas las iglesias portuguesas, se ve
una gran profusión de azulejos, los cuales no eran colocados
originalmente. Tanto en la iglesia como
en el claustro se ven profusamente. Hay que subir al coro para tener una
impresionante vista de la nave de la iglesia y su altar, así como el gran
órgano que posee. Además, hay una sala que contiene reliquias de santos que se
encuentran en bellas urnas. Es impresionante. Aquí más información (http://www.monumentos.gov.pt/site/app_pagesuser/sipa.aspx?id=4234).
Luego de nuestra visita, nos dirigimos al hotel para recoger el auto e irnos a
Buçaco, nuestro siguiente objetivo.
Buçaco es un conjunto
palaciego que se ha convertido en un lujoso hotel, todo instalado en una gran
reserva forestal, llamada Mata (bosque) de Buçaco en una zona geográfica
llamada Sierra del mismo nombre. La zona es muy bonita, accede por caminos
serpenteantes, asciendes hasta llegar a este interesante palacio con muchos
detalles art nouveau. Originalmente era un convento de monjas carmelitas. Lo
atractivo del lugar, fuera del palacio, es el bello jardín que lo rodea y parte
del concepto de replicar el Monte Carmel de Haifa, lugar en el que se creó la
orden carmelita. Este jardín contiene flora y árboles de todo el mundo, sobre
todo de las excolonias portuguesas, más de 700 especies. Es bastante extenso (casi
400 hectáreas) por lo que nuestra visita fue muy superficial y ameritaría pasar
una jornada completa y visitarlo en primavera, la mejor estación para este tipo
de espacios. Aquí dejo información de este Blog (https://fotohiking.com/bosque-encantado-de-bucaco/).
El hotel es otro cantar. Es lujoso y está considerado como uno de los más
bellos de Europa. Su fachada, la torre, sus ventanales y vitrales, el regio
comedor con una vajilla exquisita bien “valdría una misa”. Aquí más información
del lugar (https://www.misviajesysensaciones.com/2016/12/bosque-de-bucaco-belleza-arquitectonica-y-natural-Portugal.html).
El lugar está lleno de senderos. Así que Maria me indica de ir a la cima de una
colina, parte de la Serra de Buçaco. Ascendimos sin problemas hasta dicha cima
y nos encontramos con una cruz como destaque de la ubicación. El panorama desde
ahí es esplendoroso, una extensión que incluye el bosque, el palacio (que se
distinguía brevemente) y algunas poblaciones. Descendimos nuevamente. En el
retorno vimos un museo militar al cual no pudimos entrar por estar cerrado y
visitamos un monumento en conmemoración a la batalla de Buçaco en 1810, una
batalla en la que portugueses e ingleses se unieron bajo el mando de Wellington
para evitar la invasión napoleónica a Portugal. Ya en nuestro camino hacia otro
lugar, decidimos internarnos por poco tiempo en el bosque. Llegamos a un lugar
donde había varias ermitas en las que se hallan reproducciones en barro del vía
crucis. Algunas estatuas ya están dañadas; luego vimos un descanso y nos
topamos con un árbol añoso con un cártel que indicaba los acontecimientos
históricos que este árbol había “vivido”. Hay muchos senderos y lugares ya
señalizados, pero eso implicaba tomar más tiempo y nosotros ya teníamos hambre.
Queda pendiente.
Maria, cuando vivía aquí en
Portugal, había visitado el lugar que íbamos a ir a continuación: Mealhada, un
pequeño pueblo en el que se prepara una especialidad: el famoso leitão da
Bairrada, el lechoncito al horno. Maria estuvo buscando un restaurante inicial,
pero no lo encontró, así que intentó otro; lo bueno es que se hallan en las
carreteras internas por lo que es, en cierta manera, fácil hallar uno. El
almuerzo fue toda una delicia. Este lechoncito es de modalidad de estas zonas,
pues en Segovia, España, iba a comer otro parecido. Su carne es blanda,
acompañada por ensaladas y un buen vino rosé espumante. Es nombrado en las
páginas de gastronomía de Portugal. Aquí tenemos unas muestras (https://losviajesdeclaudia.com/portugal/platos-tipicos-del-centro-portugal/#3_Leitao_assado_cochinillo_al_horno)
(https://www.idealista.pt/es/news/estilo-de-vida-en-portugal/2018/06/28/117-tour-gastronomico-por-portugal-en-11-platos).
Barriga llena, corazón contento.
Ya de retorno a Lisboa para
llegar a una hora prudencial, nos dirigimos hacia las ruinas romanas de
Conímbriga. Llegamos casi a una hora de cerrar el sitio arqueológico, por lo
que lo hicimos un poco rápido. Visitamos las ruinas en las que se ven bellos
trabajos en mosaico, detallista y exquisito de lo que fue una villa romana.
Conímbriga le dio el nombre a Coimbra, una suerte de herencia, cuando este
lugar cayó en la decadencia. Esta página nos puede dar más luces para apreciar
este bello monumento que se remonta a la época de los celtas (sí, los de Astérix)
y que cuenta con un muy buen museo de sitio que detalla los pormenores de las
ruinas romanas. (http://www.arqueotur.org/yacimientos/ruinas-de-conimbriga-y-museo-monografico.html).
(https://www.vix.com/es/imj/mundo/4902/el-sitio-arqueologico-de-conimbriga).Ya
cerrando el museo, partimos con rumbo a Lisboa. Llegaríamos casi a las 10 de la
noche.
El viernes 11 iba a ser un día
de reposo dedicado a hacer algunas compras e ir a ver Le Cirque du Soleil con
su propuesta llamada Ovo (Huevo) por la noche. Este espectáculo iba a ser
presentado en un espacio llamado Arena (Pabilhão Atlântico), que integra un
conjunto de proyectos arquitectónicos audaces que fueron inaugurados y
exhibidos para la Expo 98. Esa exposición dejó a Lisboa con bellos edificios y
espacios funcionales como la impresionante Estación de Oriente, diseñada por el
arquitecto Santiago Calatrava. Era el nudo de comunicaciones de la ciudad con
el campo ferial. He aquí más detalles de la misma estación (https://es.wikiarquitectura.com/edificio/estacion-de-oriente-para-la-expo98/)
(http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2009/05/calatrava-estacion-oriente-lisboa.html).
Al día siguiente, sábado 12, nos
íbamos hacia el sur de Portugal.
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