Miércoles 08 de octubre. Feriado. Gracias
a la invitación del profesor Jesús Ágreda, docente de lengua y Presidente del
Consejo Directivo de la Asociación para el Desarrollo Intercultural, fui a la
pequeña ciudad de Huaylillas en la provincia de Pataz de la Región La libertad.
La forma de acceso más segura a esta zona no es precisamente por la misma
Región, sino por Áncash. Esta tiene una infraestructura vial más conservada y
más extensa que la nuestra. Y esta deficiencia también se ve cuando una vez que
llegas a la frontera que traza el Marañón, las diferencias saltan a la vista. Éramos
tres los viajeros al evento: María Ramos, César Alva y yo, invitados para ser
jurados en el Décimo Octavo Encuentro de Líderes Juveniles. El viaje toma
aproximadamente 18 a 20 horas y vamos por la carretera a Sihuas. Había estado
allí en el 2013, cuando fui a Tayabamba como parte del programa de Beca 18. Ir
en verano a la sierra tiene sus riesgos, ya que llueve con intensidad y hay
varios derrumbes, como así me pasó en ese entonces. Esta vez pude ver el
hermoso paisaje que había atravesado con anterioridad bajo una densa niebla. Para
este viaje, íbamos con una movilidad especial que había destinado Jesús a todo
el grupo viajero. Nos acompañaba también otro bus más pequeño que llevaba a un
grupo de estudiantes y docentes que habían “bajado” a Trujillo desde Otuzco
para ir por la vía de Áncash. Tratamos de salir lo más temprano posible. Ya
había varios jóvenes líderes que ayudan en este interesante proyecto, que
habían pernoctado en casa de Jesús. No salimos a las 6 a.m, pues hubo varios
retrasos entre los viajeros que no llegaron a tiempo. Salimos de Trujillo y
comenzamos a dormir. Nos despertó el sol que ya salí en el horizonte y nos daba
de lleno. Además, la carretera pavimentada se convirtió en una carretera de
trocha que corresponde al proyecto Chavimochic. Es un tramo que pensé que iba a
ser más breve, pero no lo era tanto. Además terminas medio molido por la
condición de la carretera. Logramos retomar el tramo asfaltado que corresponde
a esta carretera de penetración que se dirige, sea para el Callejón de Huaylas,
sea para Sihuas. La carretera está asfaltada hasta cerca del poblado de Chuquicara
y luego ya es una camino bastante bien tenido. Antes de llegar a Yuracmarca, el
lugar de los cruces, atraviesas una serie de túneles que identifican a esta
carretera. Antes de seguir camino, realizamos un breve pascana para ver un poco
este lugar, punto neurálgico de comunicaciones.
La primera vez no pude ver el
intenso movimiento que tiene este sitio. De ahí comienza un alucinante ascenso
para cruzar el primer tramo de nuestra accidentada orografía andina: la cadena
occidental. A medida que el bus iba subiendo, veíamos a través de las ventanas
el caudaloso río Santa que se iba empequeñeciendo. En sitios como estos, ves la
fuerza de la naturaleza, así como la voluntad del hombre por querer dominarla. El
viaje es bastante lento, puesto que la carretera no es muy ancha y vamos
bordeando cerros. Hubo momentos en los cuales el silencio era general, no solo
por el temor, sino por la belleza del paisaje que estábamos viendo. Incluso en
un tramo tuvimos la visita de unos loros, muy frecuentes y populares en la
zona, a tal grado que hasta una danza típica tiene (como vimos en Huaylillas). Cruzar
los Andes y llegar a las zonas cálidas en una experiencia interesante. Cerca de
Sihuas, se halla el punto más alto de la travesía y el frío caló nuestros
huesos; desde ahí se inicia el descenso no solo hasta Sihuas, capital de la
provincia del mismo nombre, sino a nuestro objetivo final.Sihuas tiene una población de unos seis mil habitantes dedicada al comercio, agricultura y ganadería. Cerca de esta pequeña ciudad hay un centro minero (oro). Espero que esto no convierta la zona en un lugar potencial de minería informal y todos los problemas que esto conlleva.
En Sihuas nos detuvimos a almorzar. El
mejor para hacerlo: el mercado. El lugar es limpio y los platos son prodigiosos.
Antes de hacerlo, me fui a dar una vuelta por algunas calles con María y César,
y nos topamos con algunos chicos que estaban viendo el busto de José Carlos Mariátegui.
Un hecho insólito, pero Jesús me contó que el distrito tuvo un alcalde de
izquierda y, en homenaje a este pensador, mandó a hacer este pequeño busto.
Luego, ya con el hambre encima nos fuimos a comer. Estaba un poco indispuesto,
pero la conversación con los chicos me hizo pasar el mal momento. Conocer a
Olinda, Amanda, Luis Ángel, Dennis y el loco Gustavo Rojas fue muy simpático,
son jóvenes que estudian en diversas universidades y diversas profesiones;
jóvenes que están muy comprometidos con el proyecto y se dan de lleno como lo
pude comprobar todos estos días que compartimos la experiencia. Durante la
conversación, Gustavo hizo un movimiento que terminó con la rotura de un vaso
de vidrio. Lo terrible fue que un niño de unos tres años caminaba jugando cerca
al grupo y vio un pedazo de este vidrio, y lo quiso agarrar. En ese momento, todos saltamos, ya que el
niño no era consciente del peligro que estaba pasando. Aunque lo tomó con sus
manitas, felizmente no tuvo ningún corte. Fue increíble. Algunos prácticamente
se quedaron sin aliento. La adrenalina de todos se puso al tope. Pedimos una
escoba para limpiar hasta la última astilla que hubiera en el piso. La gente
fue un poco descuidada, puesto que no hubo interés por parte de los dueños de
limpiar los restos.
Subimos al bus nuevamente, ya para
enrumbarnos a un lugar que nos iba a encantar: el río Marañón. El encuentro con este río supone también que
pocos kilómetros más hacia el sur, cuando lo cruzamos por un puente estemos en
la confluencia de tres fronteras regionales: Áncash, Huánuco y La Libertad.
Hicimos un breve alto en el puente para las fotos recordatorias. De ahí, ya
estábamos en territorio liberteño. En tramo hasta Huancaspata está regularmente
preservado. Huancaspata es la primera población grande con la uno se encuentra en
la provincia de Pataz. Este distrito se ganó cierta fama a raíz de que en las
elecciones municipales y regionales las ánforas fueron quemadas. El distrito
además fue destacado como una posible zona roja en potencia a causa del narcotráfico, debido
al abandono de las autoridades políticas en que se halla. Bueno, para contactarse con la capital de su
Región, Trujillo, el viaje puede llegar, en tiempos de lluvia, a tomar más de
un día.
Las paradas nos fueron “robando” tiempo,
por lo que nuestra llegada al primer distrito de la provincia fue ya con la
caída del sol. Y de noche, todos los gatos son pardos. Tal es así que cuando
salimos de Huancaspata en dirección a Tayabamba, no se podía reconocer la ruta.
Señalización no hay y todo era un albur.
El tramo hasta la capital de la provincia
es de 67 kilómetros y nos tomó casi tres horas y media. Inaudito. Íbamos con la
atención “en punta”, puesto que tomar un camino equivocado nos hubiera alejado de
nuestro destino final. Hicimos llamadas permanentes con las personas que nos
esperaban en Huaylillas. Llegamos a Tayabamba ya bien entrada la noche. Desde
aquí nos faltaban otros 19 kilómetros para llegar a nuestro destino final.
Entre datos más, datos menos, hallamos el camino hacia el distrito. La lluvia
dificultaba el camino (¡qué mal tenidas están nuestras vías en La Libertad!) y
en la marcha vislumbramos los primeros destellos de nuestra meta. De pronto, en
una curva estos desaparecían. Nuestro chofer, ya bastante molesto y cansado, decía
que la ciudad caminaba o desaparecía. Por fin llegamos al lugar, pasada la
media noche. La gente nos estaba esperando; hay una suerte de comprensión del
destino que no compartimos mucho en la costa. Los profesores comenzaron a
emplazar a los chicos del colegio que iba en el bus que nos acompañaban. Luego
de esto, con los jóvenes guías, Jesús y su equipo, y nosotros nos instalamos en
casas de vecinos ubicadas a una cuadra de la plaza de armas. Estábamos tan
casados que lo único que queríamos era dormir. Habíamos viajado casi todo el día. Así empezábamos nuestra actividad de cuatro
días.
1 comentario:
Excelente experiencia que nos permite viajar y conocet mas de nuestro Perú.Sigue escribiendo Gerard!!
Publicar un comentario