Viernes 10 de octubre. Segundo día de
actividades. Nos levantamos nuevamente temprano para tomar nuestro desayuno.
María, César y yo íbamos a participar como jurado en los proyectos de
productividad y de interculturalidad desarrollados por los diversos colegios en
la Región. Por la tarde, íbamos a hacer una capacitación docente en una de las
aulas del colegio.
Antes de ir a realizar nuestra labor
académica, cumplimos con una invitación hecha por el párroco a ver una
exposición de fotos que estaba instalada a un costado de la iglesia central.
Además pudimos ver el interesante de trabajo que hacen con los jóvenes para que
desarrollen habilidades en artesanía. Vimos una interesante máscara, que nos
muestra el marcado mundo agrícola de la zona. Luego de esta breve visita,
llegamos al colegio en el cual ya estaban instalados los toldos para que cada
colegio exponga sus proyectos. César iba a ver los de productividad (halló un
par muy buenos a tal grado que sugirió a sus docentes ponerse en contacto para poder hacer efectivo el proyecto y pueda beneficiar a toda su comunidad), y María y yo veríamos los de interculturalidad. Hubo dos
proyectos muy interesantes, los que ocuparon primer y segundo puesto: cómo
integrar a personas de “minorías”, caso de discapacitados, una joven estudiante
embarazada; estrategias para evitar el acoso de sus compañeros. Cuando veíamos
los proyectos nos decíamos que en realidad somos ciegos de solo ver lo que está
a nuestro alrededor en las ciudades, pero no vemos lo que sucede en otras
realidades más pequeñas. Soberbio ejemplo para luchar contra la soberbia de los
autosuficientes.
Hubo un percance; los vientos soplaron fuerte y un toldo se
elevó cayendo estrepitosamente sobre el pie de un docente. Felizmente no hubo
fractura ni algún joven o niño comprometido. Terminamos tarde la evaluación,
duró más de lo esperado. Y ya teníamos en ciernes la capacitación a docentes.
Esta última fue muy interesante. Los profesores necesitan espacios para hablar,
intercambiar sus dudas, hacerse oír. Lo que empezó como una cosa fría, terminó
con una amable conversación y la construcción de propuestas para trabajar con
sus jóvenes. Estos profesores, además, son responsables que, en cierta forma,
el proyecto siga adelante incentivando entre sus jóvenes a aquellos que tengan
un verdadero perfil de líder. Por la noche, cerrábamos la actividad con una
fiesta, baile, música. Al día siguiente, iba a ser la clausura y la entrega de
premios.
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